Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bloody por lilibel vangarret

[Reviews - 62]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y lo prometido es deuda...

El por qué Zero odia a Kaname, y ciertas cosillas... *<*

 

 

 

 

 

-Todo está bien?

Sobre ese frío suelo cubierto por la nieve se hallaba de pie posando sus grandes ojos violetas en esa presencia que le hizo esa pregunta.

Pero algo más llama su atención. Reparando en esas manchas que cubrían su propia desarreglada ropa, enfocándose en esa enorme línea que bajaba por uno de sus hombros, desde su cuello. Acerca la yema de sus dedos a palpar esa enorme mancha en su camisa, tiñéndose sus blancos dedos. Intrigado observa ese color, llegándole una distorsionada imagen aterradora, haciéndolo cubrir su cuello dónde provenía ese líquido ya seco, arrodillándose.

-No lo toques. –se acerca a ese pequeño bañado en sangre, tomándole la mano para apartarla de su cuello–. Ven conmigo o te resfriaras con esa ropa.

El menor solo se deja levantar, tocando sus pies esa capa de nieve del suelo, hundiéndose en sus pisadas.

-Soy Kaname ¿Y tú? –inquiere mientras avanzaba con ese menor albino tomado de la mano-

Siente a ese albino detenerse y apretar su pequeña mano contra la suya, como si buscara apoyo. El castaño menor simplemente lo ve por sobre su hombro.

-Tienes miedo, verdad? Es la primera vez que veo ese sentimiento en un ser como tú. –le muestra una pequeña sonrisa en apoyo-

El menor muerde sus labios exhibiendo sus cejas platinadas un gesto de temor, prefiriendo Kaname hincarse y abrazar a ese desprotegido menor, no importándole mancharse con esa sangre.

 

Uno tras otro se escuchaban esos balazos por toda esa habitación cerrada, hasta rajar horizontalmente gran parte de esa hoja de práctica de tiro en las instalaciones de la Academia. Faltaba poco para que esa imitación en negro de ese cuello fuera rasgado totalmente.

-Qué estás mirando? –inquiere Zero deteniéndose por acabar las balas de su arma. Saca de esa caja sobre aquella barra otra munición– ¿Es tu primera vez en el área de tiro?

-No puedo acaso? Solo estoy mirando. –se encoge Keira de hombros–. También... quiero saber si estás bien.

-Deberías aprovechar el tiempo para practicar tu tiro. De seguro no le hubieras hecho ni un rasguño a Kuran. –pica refiriéndose al asunto de su hombro–. Me distraje. –regresa su atención a cosas más importantes–

-"Zero ha vuelto a ser normal completamente" –piensa sacada de onda por tal opinión/reclamo–. Me agradabas más de niño. –consigue que esos ojos violetas la observaran de reojo por segundos. Cayendo demasiado tarde en cuenta de su error-

En silencio decide Zero continuar en ese tiro al blanco, usando solo una mano.

-Cuánto tiempo piensas estar así? –inquiere sin dejar de liberar su estrés en esa hoja de papel-

-Zero, tú aun recuerdas "eso". Me refiero a que... si fueras mordido por alguien más, no sería un problema ¿o sí? ¿Tú le permitirías a Kuran Kaname beber tu sangre? –se atreve a inquirir viéndolo. Ninguna respuesta–. He escuchado que por la sangre los vampiros pueden saber si esa persona les gusta, o sus sentimientos.

Absoluta negación de ese albino que se mantiene en su posición, sin embargo, luego de segundos toma firmeza en su mano disparando sin dudarlo.

-Es mejor que te deje solo o yo seré tu próximo campo de tiro. –dice ella abriendo la puerta–. No lo hago para hacerte daño, todo lo contrario, porque me importas. –sale en silencio, dejando la puerta entreabierta-

 

 

 

 

 

Noche 8a En mis pensamientos.

 

 

 

 

 

Retorcía Cross sus manos mientras caminaba de un lado a otro en esa estancia sin dejar de ver esa puerta, misma que sorpresivamente se abre.

-Gracias al cielo. Lo encontraste, Yagar... ¿Kaname-kun? –se extraña el rubio por ver a ese joven castaño penetrar con un bulto en brazos que cubría con su abrigo– ¿Qué haces aquí a estas horas?

-Traje por lo que está preocupado.

-Cómo? –se extraña Cross-

De largo pasa ese castaño cubriendo con su abrigo a ese pequeño albino completamente ido, sorprendiéndose al tratarse de ese menor que se suponía su pareja fue a buscar, y más, el verlo manchado de sangre. Cierra Kaname la puerta de ese cuarto al que entro, dejando a ese pequeño para acercarse a tomar una toalla y remojarla en el agua del grifo.

-Es mucha sangre... –opina Kaname luego de regresar con esa estatua infantil–. Debo quitarte esto ¿Me lo permites?

Nada. Absoluto silencio de esa mirada baja. Sin perder tiempo retira esa camisa. Asimismo empieza a retirar esa sangre de ese cuello suavemente, sorprendiéndose.

-No fuiste dormido. –muestra un gesto de alivio por esa piel intacta–. Dame tu mano, te quitare ese olor a sangre. Creo que a ambos nos incomoda ¿no? –se desplaza a la bañera, abriendo ambas llaves-

Nada. Aun no obtenía palabra o movimiento de ese pequeño albino.

Luego de minutos ve Cross al castaño llegar a la sala, acercarse al sillón y dejar ese bulto que cargaba, mientras que se sentaba a su lado.

-Kiryuu-kun. –corre el rubio claro hacía ese platinado, supervisando que estuviera bien. Tomándole las mejillas con las manos–. Estás helado. Es entendible si estuviste vagando en esa nevada. Pero... –gira a ver a Kaname algo extrañado– ¿Podría saber por qué te ofreciste a buscarlo? No quiero que me tomes a mal, pero, él es un cazador y tú...

-Él fue lastimado por uno de mi especie sin razón. Yo no acepto esos actos. –sencillamente responde acomodándole su abrigo al albino que en silencio observaba a su alrededor, como animalito perdido–. Solo él caminaba en medio de la brisa. Lo mejor sería que usted lo cuidara e impedir que intenten terminar lo que esa persona empezó.

Zero simplemente posa su mirada a un costado de ese sillón, llamándole la atención ese objeto en esa mesita, alzando su torso para alcanzar con su dedo esa mancha de llamativo color amarillo que se hunde ante la presión de su yema. Ladea su cabecita platinada pensativo tomándolo entre su mano, para después atreverse a sacar su dedo y de nuevo meterlo mostrando una gran sonrisa que es captada por Kaname.

-Qué le sucede? Sé que a Zero-kun no le gustan las cosas dulces, pero... parece que no entendiera que el pudin se come.

-Parece ser que todos sus recuerdos se han perdido por el trauma de perder a su familia a manos de ese Sangre Pura.

-Ya veo. –escucha una sonora risa de ese menor albino a causa de esa ondulación causado por su dedo en el pudín-

-Deberías usar una cuchara para comerlo. –prefiere Kaname tomar la cuchara y sacar un trozo que le ofrece–. Bien, ahora di "ah". –se muestra amable, incluso separando un poco sus labios para enseñarle-

Ladea el menor albino su cabeza sin dejar de ver ese rostro delante suyo.

-Qué pasa? Abre tu boca. –insiste suavemente el castaño tomándole la mejilla-

Sin decir palabra ve a ese platinado estirar una de sus manos para acercarla a sus labios, incluso atreviéndose a tocar con la yema de su dedo uno de esos pequeños colmillos que sobresalían de su mandíbula. No incomodándole que alguien más hiciera algo como eso, antes le agrada en contacto de esa piel.

-Vam... –balbucea ese platinado con un hilo de voz-

Se paraliza Zero ante esa imagen aterradora de ese ser que lo lastimó, dejando caer ese postre de su mano, provocándole retroceder aterrado cubriendo con su mano su boca.

-V-Vam... Vam...piro...Vampiro...

-Quien iba a pensar que mi presencia te provocaría recobrar el habla. –sonríe Kaname decidiendo incorporarse–. Es mejor que salga de su vista. Voy a casa.

-Volver a casa? ¡A ese lugar! Ese lugar es un nido de demonios que han tratado de usarte desde que perdiste a tus padres, manipulándote.

-Como sea, si no regreso... –se encamina hacia la puerta, pero se detiene, girando a ver al albino–. Adiós Zero. –con una sonrisa se despide-

-Hm... Espero que todo salga bien con Zero-kun. –suspira Cross acercándose al inexpresivo albino-

 

 

-Zero-kun, no corras! ¡Ni mucho menos en esas fachas! –llama Cross por ese pasillo–. Y además ¡Esa es mi ropa!

Ese menor albino busca refugio dentro de esa estancia junto a esas prendas de ropa que le arrebató a ese hombre rubio, cerrándole la puerta de un portazo en la cara. Pero antes de que pudiera Cross seguirlo, la puerta al final del pasillo se abre dejando ver a un agitado Kaname abrigado.

-Buenas tardes, Kaname-kun. ¿Por qué vienes de pronto? –lo ve cerrar la puerta y acercársele-

-Eh...? ¿No enviaste un telegrama diciendo que vampiros lo rastrearon y atacaron el lugar? Aunque dude un poco, me las arregle para huir de mis vigilantes. Vine corriendo todo el camino hasta aquí... –calla viéndolo–. Estabas mintiendo ¿verdad? –presiona sus dedos sobre el muro cercano frunciendo sus cejas castañas, causando sus uñas un "chirrido" a su paso-

-Jejeje ^_^ –ríe nervioso-

-No te volveré a creer.

-De cualquier forma ve a verlo. Gracias a ti pudo hablar. Hace 1 semana que no lo hace, pueda que ahora...

Lo silencia una mala y fulminante mirada de esos ojos castaños, girando su dueño por sobre sus botas indicando la retirada.

-Por favor, Kaname-kun, solo una pasada y ya. ¡Quiero que hable y me diga papá! >O<

Pronto la puerta es entre abierta, asomándose un curioso ojo violeta que se fija en ese castaño que se retiraba.

-Kaname-kun, Kaname-kun! ¡Mira, mira, te está viendo!

Involuntariamente se detiene el castaño para ver por sobre su hombro y comprobarlo. Libera la puerta el albino para salir a correr y buscar protección tras Cross, solo asomando parte de su cabecita. Siendo suficiente para ver que usaba una enorme camisa blanca, colgando sus mangas y solo dejando ver parte de sus delgadas piernas.

-Creo que... –ojea Cross a ese menor tras suyo– te pusiste mi ropa, hijo. ¡Pero aún así te ves lindo! ¡Kawai!  >O<

Ve Cross al castaño darle la espalda sosteniéndose del marco de la puerta con una mano mientras que con la otra rodeaba su vientre.

-Ka-Kaname-kun?

Repentinamente, el castaño empieza a reír a carcajadas, incluso golpeando con la mano la madera, bajo la sorpresa del rubio claro. Incluso Kaname cae sentado de tanto reír.

-Qué debería hacer? ¡Kaname-kun perdió el control! >O<

-... –toma aire reparando en ese albino presionar su mano en el abrigo de Cross, como lo hubiera hecho con su mano cuando lo conoció–. Lo lamento, te asuste. Me iré ahora. –se incorpora-. Adiós. –le muestra una sonrisa a ese único ojo violeta asomado-

-Ka... na... Kaname.

De golpe se detiene por ese suave y bajo tono de voz. ¿Le había parecido? Por eso gira en busca del causante.

-Kaname. –tímido repite Zero ese nombre mostrando totalmente su cabeza, sonriéndole un poco-

 

*                      *                      *                      *                      *

 

-Zero! ¡Te resfriaras, así que vuelve a dentro! –llama Cross desde el marco de la puerta a ese albino que salió con solo ese gabán como protección a ese clima, careciendo de guantes o gorro-

-No tengo frío! –lo único que responde sin verlo, posando sus ojos violetas a cada lado-

Pronto, su corta espera da resultados, ya que divisa a ese castaño avanzar hacía su dirección. Exhibe una sonrisa de alegría corriendo hacia él.

-Kaname-sama! –con un fuerte abrazo lo recibe-

-Kaname... sama? –es sacado de honda el castaño-

-Pensé que no vendrías. Hoy, hace 2 meses me salvo Kaname-sama. –describe animado viéndolo-

-Escuche que Zero se había perdido mientras paseaba entre el bosque, así que me apresure a venir... –vira a ver a un oculto Cross, tratando de mostrarse sereno delante de Zero– ¿No has tenido suficiente? ¿No puedes llamarme por métodos normales? ¿No lo crees, Director Cross? Además... ¿lo has obligado a que me llame sama?

-Soy inocente. >///<

-Así que ¡Felicidades, Kaname-sama!

-Uh?... Te equivocas, Zero. –le toma la mejilla, dándole una suave caricia–. Este no es un día para celebrar, y luego lo entenderás.

-... –ladea su cabecita sin entender, solo disfrutando de esa caricia-

-Pero gracias –acerca su rostro al del albino dándole un beso en la frente-

Se ruboriza el platinado, que después muestra una sonrisa de gusto.

 

 

-Un hijo? –se sorprende Kaname sentado  en la misma silla que ese albino recostado a su lado–. Entonces... –posa sus ojos sobre los violetas siéndole imposible no sentir rabia-

Estruja entre sus puños la tela de sus muslos bajando su cabeza, tratando de reprimir cualquier sentimiento molesto y "asesino" que inconscientemente deseaba mostrar ante tal situación. Pero si Zero era tan solo un niño...

-Kaname-sama, pasa algo? –ladea Zero inocente su cabeza– ¿Le molesta que yo tenga un hijo? Entonces no lo tendré. –recarga una de sus manos sobre la del castaño-

-Uh? –posa sus ojos en los violetas, enterneciéndose por esa inocencia. Prefiere disimular su enojo–. No, Zero. No lo decidas a la ligera solo por lo que acabo de decir. Perdóname. –lo estrecha serenándose–. Debes pensarlo con tiempo.

-Eso es verdad, hijo. –interviene Cross paternal–. Puedes pensarlo por esta semana o el bebé podría hacerte daño. No importa lo que decidas. Te apoyare.

-Te apoyaremos –sonríe seguro-.

 

*                      *                      *                      *                      *

 

-Kaname-sama es un vampiro, no? –inquiere Zero cargando entre sus brazos ese pequeño bulto, sentado en una silla en la cocina, resguardándose del frío con la ventana cerrada-

-Así es. –responde Cross mientras preparaba esas tazas y biberón–. La existencia de vampiros no ha sido aprobada por el gobierno. Así que Zero, mantén el secreto.

-Secreto... –murmulla. Posa sus ojos sobre ese bebé que acunaba en sus brazos– ¿Como con Ichiru?

-Uh? –detiene sus manos en esa olla sorprendiéndose–. Ayy. –se quema su dedo por su despiste-

-Aun cuando es un secreto, Kaname-sama... –acerca uno de sus dedos a sus labios por segundos–, me dejo tocar sus colmillos de vampiro ¿También hay vampiros malos, verdad. Completamente diferentes a él?

-Acaso Kaname-kun ha hecho alguna vez algo que te desagrade? –ve esa cabecilla albina mayor negar. Saca ese biberón que coloca sobre una bandeja junto a dos tazas calientes de chocolate–. De hecho, hay vampiros con los que te puedes llevar bien.

-Sí. –sonríe ladeando su cabeza-

-Bueno, bueno, ya es la hora de alimentar a Ichiru-chan. –se acerca alegre-

 

 

Entre los caminos corre hasta llegar a una calle con poco tránsito de gente, decidiendo detenerse a caminar buscando con la mirada.

-Si él va a venir a mi casa, él tiene que pasar por aquí. –recuerda Zero avanzando entre las pocas personas– "¿Por qué me siento inquieto cuando camino por la calle solo...? Ya ha pasado un año tengo que ser valiente" –piensa viendo cada lado– ¿Kaname-sama no vino? Está oscureciendo. –murmulla para sí-

Solitario queda, como si nunca hubiera habido gente en ese pueblo, posando su vista al frente. Una única presencia de negro avanzaba en medio de la calle, haciéndolo desconfiar. Abriéndose exageradamente sus ojos y paralizándolo el ver como retiraba sus lentes y dejaba ver un par de ojos rojos. Tan ido se hallaba que no presiente esa segunda presencia detrás suyo, quien sin decir palabra solo observaba a ese rubio con igualmente su par de ojos rojos en clara advertencia. Consiguiendo que rodeara su pecho e inclinara su torso en respeto.

Regresa en si Zero viendo por sobre su hombro, reparando en ese castaño que le sonríe.

-Zero. –alegremente sonríe a ojos cerrados-

-Kaname-sama. –se abraza a él-

-No tienes miedo de caminar solo en las calles?

-Mientras Kaname-sama esté aquí no tendré miedo. –confiesa sin liberarlo-

-... –completa sorpresa en ese castaño que borrar su sonrisa. En silencio acaricia esa cabecilla platinada–. Tampoco yo.

 

*                      *                      *                      *                      *

 

Estira Zero su mano para cargar su arma, no consiguiendo las balas. Decide buscarlas con la mirada, sorprendiéndose por ya haberse agotado. Suspira resignado, ese día se había excedido. Se deja caer del agotamiento en aquella silla cercana, pensativo.

¿Tú le permitirías a Kuran Kaname beber tu sangre?

Esas palabras de Keira habían hecho mella en su mente, siéndole imposible no acercar su mano a su cuello.

-Kaname-kun, lo crees conveniente? Él en este momento se siente desorientado... –abogaba Cross, viendo a ese castaño aun así avanzar dentro de la casa–. Ni siquiera ha querido ver a Ichiru.

Avanza ese Kaname años mayor con dirección a ese cuarto, deteniéndose bajo el marco de la puerta ante ese inconfundible aroma invadir esas paredes y golpear su nariz.

-Qué se supone que pretendes hacer? –inquiere Kaname atreviéndose a penetrar totalmente-

En un extremo del cuarto nota a ese Zero sentado, rasguñando la piel de su cuello con sus cortas uñas.

-Se siente asqueroso... Puedo sentir sus labios... Lo recuerdo... lo recuerdo.

-Qué tanto? –avanza hasta arrodillarse frente a él quitándose su bufanda, misma que usa para limpiarle la mano-

-Lo suficiente para saber que ese vampiro lastimo a mi familia... Que... Agh. –toma su cabeza al dolerle. Esos recuerdos llegaban confusos–. Que Ichiru es....

-También es tu hijo. –serenamente contradice por suponer lo que diría-

-No es cierto!

-Tú sabes que si. Tiempo atrás lo querías e incluso te alegró el verlo nacer. Ahora no lo desprecies. Te necesita.

-Mientes! –se suelta bruscamente de él–. ¡¿Por qué debería amar a ese niño si es igual a él?! ¡¿Por qué?! –muerde su labio alejándose de él-

Dándole la espalda se coloca en esa esquina abrazándose a asimismo, bajo la mirada inexpresiva de Kaname, quien decide aun así acercársele y abrazarlo desde atrás.

-Siempre estaré aquí para tí. –dice antes de atemorizar al albino-

Abre sus ojos violetas de golpe por esas palabras, dejándose abrazar, mejor recostando su cabeza en ese torso y presionando sus manos en ese abrigo. Sentía miedo de lo que pudiera pasarle.

-He traído los vendajes. –entra Cross cargando todo lo necesario para esa curación, extrañándose un poco por la escena de ambos jóvenes-

-Yo se los pondré.

-Está bien. –dice Cross para después salir-

En silencio se deja curar por ese castaño, continuando en el suelo sentado.

-Papi. –la voz suave de un infante se deja oír tras ellos-

Posa Zero su mirada en ese pequeño albino de cabellitos platinados de 3 años y medio bajo el marco de la puerta. Preocupado veía Ichiru ese vendaje alrededor del cuello de su progenitor. Por otro lado, Kaname en silencio seguía las acciones del albino mayor.

-Ichiru, ve a la cama. –sereno interrumpe Kaname por el silencio e inmovilidad del padre-

Pero, para su sorpresa, Zero abre sus brazos a dirección de Ichiru, quien al ver ese ofrecimiento corre a refugiarse entre los brazos de su padre.

-Mi hijo. Solo mío. –seguro dice Zero estrechando a ese menor que no merecía sus desplantes-

Lo mejor era irse a un lugar menos silencioso. No quería seguir recordando su pasado. Ese doloroso y a la vez feliz pasado, cuando era ignorante de todo. Cuando dependía y se aferraba a ese único ser que creyó su aliado y amigo, del cual quería borrar su recuerdo.

¿Pero no fuiste tú cercano a Kaname anteriormente?

Tú probablemente has sido el único que ha conocido el Kaname que nosotros no conocemos...

Esas eran otras palabras que hacían eco. Confundiéndolo. Golpea Zero con su puño esa madera a su lado. Encorvándose a adelante cubre su rostro con su mano. Por qué todos querían decirle que hacer.

En silencio empuja un poco esa puerta para tener visible por completo a ese platinado cazador encorvado. Entristeciéndolo un poco ser él, en parte, el causante de dicho dolor. Prefiere Kaname irse antes de ser descubierto, ascendiendo por esas escaleras ¿Por qué se permitió sentir tan siquiera piedad por un descendiente cazador? Asimismo... ¿Por qué se permitió siquiera sentir sentimientos "amables" hacia ese mismo cazador?

-Kaname-kun, estoy muy feliz de que hayas aceptado mi pacifismo. –opina Cross al estar a solas-

-Si, realmente deseo que se haga realidad. –decide tomar aquel libro de esa mesa de aquella salita–. Estoy bajo restricción y sin libertad, así que quiero que alguien sea mi cuerpo libre.

-Solo hay una cosa de la que estoy preocupado pero....

-No hay de que preocuparse. –se recarga contra el brazo de ese mueble–.  Definitivamente jugaré el papel de la abeja reina...

 

*                      *                      *                      *                      *

 

Agotado avanzaba Zero hacia ese cuarto deteniéndose por ver precisamente al dueño de ese baño fuera.

-Ah, Kiryuu-kun... Keira está en el baño ¿Por qué no usas el de invitados?

Sin decir palabra decide desplazarse hasta esa sala para esperar. Estaba bastante agotado para discutir, sin fuerzas para reprochar. Con un leve dolor de cabeza se recuesta, descansando su cabeza en ese cojín.

-"¿Desde cuándo...? Cierto, ese día... Todo cambió entre nosotros" –piensa adormilado acercando las yemas de sus dedos sobre su cuello– "De ninguna manera quiero que Kuran beba mi sangre... De ninguna manera..."

Piensa en medio de su sueño. Su cerebro se desconecta del mundo.... Pero no su corazón del pasado...

 

-Kaname-sama? –inquiere ese pequeño albino de 3 años en brazos de su padre-

-Está en esa vieja casa de alojamiento para profesores. Es un dormitorio temporal. –le describe Zero con una sonrisa–. Él está ahora allí. –suspira posando su vista en aquella edificación–. Vamos a dormir.

Como buen padre dejo bien dormido a su hijo en el cuarto que compartían para regresar a ese dormitorio. Quería ver a Kaname ya que hacia un par de días que no había recibido noticias de él. En silencio abre la puerta principal de dicha edificación, topándose de frente con un ocupante.

-Oh, eres tú, Kiryuu-kun! ¿Has venido a ver a Kaname? –inquiere Ichijou retirando sus ojos de esas hojas amontonadas que sostenía entre sus brazos–. Pero desafortunadamente no está aquí.

-Tú... me conoces? –inquiere Zero-

-Vivía con Kaname, así que, a menudo lo llevaba hasta tu casa. Siempre espiaba mientras te colgabas de Kaname. Desde muy lejos, sin embargo. –sonríe amable-

-Espiando? "Es muy amigable pero está persona también es un vampiro" –piensa sin poderlo evitar, pero, es empujado suavemente hacia fuera-

-Bueno, Kiryuu-kun, es mejor que regreses a casa y duermas un poco. –toma la manilla de la puerta–. Incluso dentro de la escuela, no puedes caminar por ahí en la noche. –reprende suavemente cerrando la puerta después–. ¡Salúdame a Ichiru!

-"¿Quién es él para decirme que debo y no hacer?" –piensa frunciendo su ceño–. Ya estoy aquí. –por el mismo la abre entrando–. Hace frío afuera. Esperaré a Kaname-sama dentro. –se sienta en las escaleras-

-Qué demonios es esto? ¿Una encuesta de 100 preguntas? El Director Cross debe ser muy cruel, no dice que debemos entregar esto esta noche. –se queja Aidou avanzando tras su primo-

-Lo estás tomando con demasiada seriedad. Yo lo tomo con tranquilidad. –frota Kain su mano en su nuca con bastante tranquilidad, como él mismo decía-

-"Un vampiro que responde la encuesta seriamente... Qué raro" –suelta una risilla sin dejar de verlos-

Mismo sonido que provoca que ese grupo de vampiros se detuviera, girando a verlo.

-Qué hace ese humano aquí? ¿Está viendo hacia acá? ¿Un fan mío? –inquiere Aidou a Ruka-

-No causes ningún problema antes de que entremos a la escuela ¿de acuerdo? No quiero que arruines mi vida escolar con Kaname-sama. –aclara la castaña clara avanzando-

-"Ella dijo Kaname-sama. Entonces... ¿a ella le gusta Kaname-sama?" –piensa en pie-

Baja Zero su mirada por ese pensamiento, prefiriendo sentarse nuevamente.

Bosteza suavemente, se sentía agotado a causa de cuidar a su hijo. Un niño con demasiadas energías pese a nacer prematuro y bastante débil.

 

Completamente dormido se hallaba Zero acostado sobre ese escalón sobre uno de sus costados. Su agotamiento lo había vencido, misma razón que le impide moverse ante ese desconocido chico que se había acercado a su lado, inclinando su rostro y estirando su mano a su expuesto cuello.

-Supongo que aún no conoces las reglas de la Clase Nocturna... –interviene Kaname-

-Lo lamento, acabo de recordar. –realiza una reverencia para después retirarse-

-Estás siendo muy descuidado. –sin hacer ruido se aproxima hasta ese albino acostado, quitándose su abrigo para cubrirlo, sentándose a su lado-

Inconscientemente posa Kaname sus ojos castaños en ese descubierto lugar que por poco es herido nuevamente. Alejando delicadamente con sus dedos unos cuantos mechones platinados para tener espacio, asimismo inclinando su rostro exhibiéndose sin poderlo controlar su par de colmillos... A centímetros se detiene. No podría lastimarlo de esa manera. Mejor sujeta ese cuerpo entre sus brazos.

-Qué cosa tan cruel me haces...

 

-Dónde... estoy? –frota con su puño su ojo, levantando su torso de aquel lugar-

Ve Zero a su alrededor, notando que estaba en otro lugar y no en su habitación o las escaleras, llamándole la atención esa sábana que lo cubría.

-Este... es el abrigo de Kaname. –murmulla tomando entre sus manos esa prenda, sonriendo-

-Ruka...

Esa voz le llama la atención, ¡Era Kaname! Por eso baja de esa cama para acercarse a esa puerta entre abierta, asomando curioso un ojo por ese espacio. Aterrándose completamente por lo que ve. Esa chica que antes vio pasar, ahora se hallaba siendo tomada por ese castaño, jadeando en medio de su placer mezclado en dolor. Cayendo después. Reteniendo un grito en su garganta sale Zero a correr.

-Así es, deberías huir... –murmulla Kaname posando su vista en aquella puerta entreabierta, rodeando esa débil Ruka contra sí–. Zero... Me haces cruel.

 

Petrificado corría por ese pasillo.

-"Kaname-sama no haría ese tipo de cosas, esto es solo una pesadilla!! ¡Él no es como ese vampiro. NO LO ES! Kaname no..."

De golpe abre esa puerta cayendo arrodillado al suelo. Su cuerpo temblaba mientras retenía las lágrimas. Por inercia toma su mano contra la otra. Gira su cuello por esa repentina presencia salir de entre los árboles.

-Keira... –repara en esa niña 2 años menor-

-Papá me dijo que te buscara... ¿Estabas haciendo algo por... Kaname Kuran?

De solo escuchar ese nombre lo obliga a negar con su cabeza. No quería recordar.

-Puedo oler sangre desde todas partes...

-Es alguna clase de acoso contra nosotros?

Recién posa Zero su vista sobre esa herida que se causó en su mano al tropezar, asustándolo aún más.

-Vampiros. –repara la pequeña pelinegra en ese par de chicos que se asomaban desde un balcón sobre la puerta principal–. Vayamos rápido a casa. –avanza, siendo seguida por el albino-

Seguía en silencio a esa pelinegra mientras no dejaba de pensar en que Kaname era igual a ese ser que lo lastimo años atrás y del que no recordaba su rostro o su nombre. Ya que, solo por rumores sabía que era un huérfano a causa de una vampira o algo por el estilo.

-No dudan en tomar la vida de otros. Son solo bestias en forma humana... Kaname Kuran es igual.

-Pero Kaname-sama me salvó. Kaname-sama es distinto. –desvía su mirada-

-En ese caso, no deberías temblar. –de reojo lo observa Keira-

Mira Zero sus propias manos comprobándolo, siéndole imposible disipar ese miedo.

Esa noche supe que era el terror una vez más...

Kaname y yo somos diferentes....

 

Secando su cabello con una toalla se aproxima Keira hasta ese dormido Zero.

-Zero, te resfriaras. Oye... –suavemente le llama acercándose-

-Kaname-sama...

Sus dedos se detienen a escasa distancia de ese hombro por ese balbuceo de esos labios.

-Eres un mentiroso. –dice ella prefiriendo tomar una tela cercana y cubrirlo. En silencio sale-

Se entreabren esos ojos rojos, rápidamente levantando Zero su brazo de golpe, presionando su mano contra su brazo contrario. Jadea, había tenido un sueño con unos latidos muy cercanos a su oído, además de haber divisado el cuello de alguien.

Agitado se deja caer sentado del sillón al suelo, presionando su mano en su cuello y cabeza. Se sobresalta por presentirse acompañado, incorporándose de golpe.

-No tienes de que sorprenderte. Tengo negocios con el Director, solía venir sin invitación continuamente ¿Recuerdas? –cruzado de brazos inquiere Kaname recostado en el marco de la puerta abierta, viendo a ese albino acercarse; sabedor que pasaría a su lado–. Por cierto... –consigue detenerlo detrás suyo– entiendo que débil es la paz en la Academia Cross. No te has puesto a pensar hasta cuán lejos sería capaz de llegar por lo que quiero.

-.... –lo observa de reojo en silencio, parpadeando confuso-

-Solo piensa en Keira. Le permito vivir solo por ti, Zero. Por ti.

Se aparta en silencio Kaname, quedando ese perplejo Zero.

Notas finales:

Aunque no hay habido lemon, deben aceptar que estuvo de muerte la última parte ¿no? ^_* Pues ya saben por qué odia a Kuran. Por Kaname ser de la misma especie de aquel que mato a sus padres, por lo tanto, desconfía. Respecto al asuntico de Ichiru... Me abstengo aun UoU

Bien, debo hacer una aclaración antes de que me linchen ToT.

Una tarde, cuando estaba viendo las noticias, (amo ver las noticas del mundo, sin importar de dónde sean), una noticia me impacto mucho. Una niña de tan solo 10 años ¡Sí, 10 años! había quedado embarazada. Yo y mi mamá casi nos infartamos por tal acontecimiento, y nos preguntábamos del cómo era posible, si tiene que ver con la menstruación, maduración del cuerpo femenino, etc... y no lo entendíamos...

Y saben cómo termino el caso. ¡Dio a luz! Bueno, fue una cesárea, pero de todas maneras el niño nació, (creo que no murió tiempo después. No pude saber más del tema días después). Por esa razón decidí que Zero "tuviera" a Ichiru, ya que, si una niña en la vida real de solo 10 añitos pudo, porque no un personaje Mpreg de un Fanfic. Si quieren busquen la noticia, yo no miento. Fue en Colombia UoU


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).