El hedor es casi tan insoportable como la temperatura que desprende el pequeño baño, el agua sucia que sale de los inodoros chapotea bajo los zapatos de los dos hombres que caminan triunfantes. Pero nada de eso parece importarles.
— Lo hiciste perfecto, cariño — Puntualiza el peli plateado al tiempo que se bajan el zipper de los pantalones para orinar, y relajan la cabeza hacia atrás dejando que los fluidos sean expulsados de sus cuerpos.
— Fuimos perfectos juntos — Sonríe el menor, ladea la cabeza y pronto se une en un beso húmedo con su amante.
Suben por las escaleras hasta su pequeño apartamento en el piso de arriba, están tan sumergidos en uno al otro, que no se dan cuenta cuando todo de repente se torna oscuro.
***
SeungHyun es el primero en reaccionar, gira la cabeza de un lado a otro en su angustia, y aunque está seguro que tiene los ojos abiertos, todo sigue permaneciendo oscuro. Intenta mover los brazos, pero es inútil, solamente sus pies se encuentran libres.
— Ji yong… — Susurra.
— ¿Seung? ¿Estás bien? — La voz del pelirrojo lo tranquiliza cuando lo escucha.
—S-sí — Responde no estando seguro del todo, la cara la duele y le arde, sin mencionar su abdomen que punza terriblemente, como si lo hubiesen golpeado. — ¿Tú estás bien? —
Antes de obtener una respuesta, la bolsa que les obstruye la vista les es retirada con brusquedad, la luz los descoloca por unos segundos, y sus cuerpos perlados en sudor y sangre mezclada aceleran su respiración.
Un hombre robusto parcialmente vestido de negro se para frente a ellos, eran incapaces de verle la cara, pues llevaba un pasamontañas negro que dejaba al descubierto únicamente el área de sus ojos.
— ¡Suéltanos, bastardo! — SeungHyun se agita en su lugar intentando zafarse del amarre de las cuerdas con desesperación. Ji yong lucha en su propio lugar también, pero para los dos es imposible, están muy bien sujetados, y el hombre solo pasa de ellos como si no existieran en ese momento.
Pasando a la parte posterior, toma un par de cables con las puntas libres que se conectan a una fuente de energía, las junta haciendo fricción entre ellas y varias chispas salen por la electricidad generada.
Ambos se estremecen por un momento, y de repente el agua que toca sus pies descalzos se siente más fría que nunca, los levantan por el temor que el hombre les genera acercando los cables más contra sus rostros. La furia les carcome cuando lo ven reír, aunque en realidad no lo ven, las arrugas que se forman alrededor de sus ojos les hace suponerlo.
Las cosas se habían volteado drásticamente en tan sólo un par de horas…
FLASHBACK
Las fichas caen sobre el tablero repleto de dinero, el barullo ensordecedor de todas las personas llenan todo el lugar, apuestas, dinero, alcohol, mujeres y más dinero…
Ji yong apuesta y mueve las fichas como todo un experto con una mano, y con la otra sus finos dedos envuelven una copa de champán.
— ¡Ocho! — Anuncia la cruopier. El número por el que apuesta Ji yong gana, y grita emocionado simulando una estocada.
Es un error que me llames GD, llámame DIOS
Nunca pierdo, los imitadores obtienen hemorragias cerebrales
¿Quieres ser exitoso? Si soy el manual
— ¡Maldita suerte! — Los demás jugadores tiran las fichas en su rabia, mientras Ji yong sólo se mofa en su triunfo. Nadie lograba vencerlo, aunque todos murmuraban a sus espaldas que jugaba con trampa, Ji yong se alimentaba de los habladores.
No es necesario que aspires a tener mi nombre o el valor de mi etiqueta
Porque obtengo aplausos aunque tome mierda (Adivina, soy famoso)
Eres el único de todos los que hablan, ¿Diciendo que tengo mucho dinero?
Mi cuenta bancaria es como una mesa de billar, tengo muchas bolas
—Jódete GD— Espeta su contrincante de juego empujándolo con brusquedad y propinándole un puño en la comisura de los labios, provocando así que los demás hombres iniciaran un pelea y se creara el alboroto.
— Gracias, pero prefiero que lo hagan por mí — Sonríe guiñando un ojo y señalando con la mirada al peli plateado que lo mira con una sonrisa, recargado en el marco de la puerta.
— Te entretienes tan fácilmente, Yongie — SeungHyun lo toma por la cintura y lo acerca a su cuerpo cuando este llega a su lado.
— Sólo quería jugar un poco — Sonríe. El mayor niega con la cabeza en medio de una sonrisa, a Ji yong le encantaba causar alborotos por cosas tan simples, haciéndolo formar parte de ellos de una u otra manera, limpiando sus desastres… como ahora.
Se inclina hacia el rostro del pelirrojo y pasa su lengua por el hilillo de sangre que escurre de la comisura de sus esponjosos labios, su paladar degusta metal y almendras al mismo tiempo, Ji yong es dulce por naturaleza. El color rojo pronto desaparece dejando en su lugar un brillo en sus labios, cortesía de la saliva de SeungHyun.
— ¿Nos vamos? — Prosigue.
— Por supuesto— Acepta con una sonrisa.
Ésta noche estamos locos, locos, sí
Cruzan todo el sistema que el casino tiene, nada difícil para el nivel de experiencia que tenían. Ji yong y SeungHyun, mejor conocidos como GD&TOP en su área de trabajo, son la pareja de ladrones más experta y famosa en su campo, radiantes, relucientes, llegando a ser fuente de inspiración.
— Uno al principio y otro al final — A la puerta de la habitación principal y de su destino, SeungHyun toma al pelirrojo de la cadera uniendo sus labios con los suyos, saboreando con su lengua cada rincón que con los años había aprendido a conocer a la perfección. La frase que Ji yong dice siempre antes de un robo, era una promesa que los identificaba, un beso al principio para iniciar su trabajo, y otro al final para darlo por exitoso.
Inmersos en su momento un gemido proveniente de los labios de Ji yong los hace detenerse, haciendo una pausa y riéndose de sí mismos, saben que si continúan no se lo pensarán dos veces antes de tirarse ahí mismo y follar.
Ji yong abre la puerta dejando ver un interior de luces lúgubres, muy bien adornado, con muebles antiguos distribuidos de la mejor manera lo que le daba un toque clásico al lugar, y con una sola pintura colocada en una de las paredes.
— Vaya… que original es el dueño del casino— Bufa con sarcasmo. Se acerca hasta donde la pintura está y retirándola encuentra a su mejor amigo de todos; la caja fuerte.
— No me lo esperaba — Ironiza con una sonrisa, y se dedica a abrir su pequeño descubrimiento.
— ¿Podemos llevarnos una de estas sillas? — SeungHyun estaba ensimismado en su propio mundo, haciendo caso omiso a todo lo que el menor decía anteriormente. Él había encontrado a su propio amigo.
— Seung… — Voltea a mirarlo. Un último clic suena en la caja, y esta se abre al instante. — Tenemos que salir desapercibidos de aquí ¿Una silla en tu espalda te suena a desapercibido? —
— Ayúdame con esto mejor — Incita. SeungHyun murmura un par de palabras disgustado, y se acerca al pelirrojo hasta que juntos vacían la caja completamente.
— Otro día venimos por ella— Le sonríe Ji, cuando salen por la puerta. La alarma de seguridad resuena inesperadamente.
— ¿Hasta ahora suena? — Bufa Seung.
— Joder no, tengo ganas de ir al baño — Maldice Ji yong.
— ¿Es broma, verdad? — Ji yong niega.
— Aish, vamos… ya encontraremos un baño— SeungHyun lo toma de la mano mientras corren por los pasillos, puerta tras puerta y ni un baño
— ¡Seung, ya no aguanto! — Grita desesperado.
— Haz en la caja — Le extiende SeungHyun. Ji yong lo mira con el ceño fruncido y sigue corriendo hasta que encuentra un baño. Se encierra rápidamente sin esperar al mayor, a toda prisa se baja los pantalones y se sienta en el inodoro liberándose. Un suspiro sale de su boca a los segundos.
— ¡Ji yong, apúrate!— Grita el mayor del otro lado de la puerta vigilando de un lado a otro — Nos persiguen y a ti se te ocurre cagar —
— Cállate, no me dejas hacer en paz — Replica. Después de unos minutos de un SeungHyun quejándose, Ji yong sale del baño.
—Vaya… por fin— Pronuncia con sarcasmo, Seung. Ji yong pone los ojos en blanco y sin más preámbulos, retoman su marcha.
***
Entre el largo pasillo de puertas amarillas de un departamento cualquiera, Ji yong y SeungHyun entran a uno de sus departamentos provisionales. El menor deja caer todo el dinero de las cajas sobre la cama fundiéndose en el placer de los billetes bajo su tacto.
Sacudo mis piernas, hago dinero, camino en el cielo, ay lo hago si quieres
— Uno al principio y otro al final — Ji yong toma con ambas manos al mayor por el cuello comenzando un beso fogoso que este no duda en corresponder, a ciegas se ocupa de la ropa del pelirrojo que le desespera por lo tan ajustada que puede llegar a ser a veces.
— Ngh — Gime el menor cuando las manos del peli plateado tocan y estimulan sus pezones, pellizcándolos y haciendo círculos alrededor eróticamente.
Los pantalones se deslizan rápidamente por sus piernas junto con los bóxers dejando al descubierto sus piernas bien torneadas. Preso de su lujuria, el mayor lo avienta sobre la cama y el dinero, la mayoría de veces terminaban follando sobre los billetes haciendo que por lo menos la mitad se echara a perder… esta no sería la excepción.
Nena dame algo dame algo dame algo, si
Puedes darme algo darme algo darme algo, si
Los muslos del pelirrojo se estremecen cuando el tacto gélido de los dedos del más grande lo tocan. Y se recarga sobre sus manos para no perder el control. La lengua de SeungHyun no tarda en resbalarse por todos sus muslos, remarcando con paciencia cada letra de los tatuajes, sabiendo que con ello terminaba agotando la paciencia del menor.
— A-ah, Seung… basta — Jadea entre suspiros. El peli plateado sonríe, y apiadándose de su pequeño, introduce su pene dentro de su boca, la humedad y el calor hacen que Ji arquee la espalda soltando un suspiro. Sus uñas se entierran entre los billetes para reprimir un grito. El sonido que la boca de Seung hace al chocar contra la piel de su miembro suena tan morbosa que lo estimula más.
El sabor salado del pre semen se cuela entre sus labios, avisando que está al borde del clímax, sin embargo no quiere que se corra solo con su boca. Los labios del mayor abandonan su pene y pasan directamente a sus labios intercambiando así su propio sabor.
La respiración de Ji es agitada, pero eso no lo detiene para ayudar a su compañero a desnudarse, ver su torso bien definido, sus piernas firmes y masculinas, en conjunto con su clavícula que era para morirse, podían que hacer que se corriera al instante sin la necesidad de que lo follaran.
Las manos firmes de SeungHyun lo despabilan cuando lo agarra de los cabellos y lo acerca a su pene. Ji yong parpadea unos segundos antes de sonreír lascivamente y se mete lo que le cabe a la boca, su lengua enrolla la punta, chupándolo, succionándolo, como si fuera un dulce, su favorito.
Música es para sus oídos cuando el mayor gime roncamente.
— Su-suficiente— Jadea separando su rostro — Ya está lubricado — Pronuncia en un suspiro, con las manos firmes voltea el delgado cuerpo de su novio, apoyándolo sobre sus rodillas y pegando su rostro a la cama. SeungHyun se inca detrás de él, toma su miembro y lo posiciona en la entrada del menor.
— Aah… Mmm— Ji yong gime entre el dolor y placer. Tarda unos minutos en acostumbrarse a la intromisión, pero pronto sacude la cadera en busca de más.
El mayor sale y entra poseyendo al cuerpo que tiene debajo, las estocadas se vuelven rápidas y certeras, y los gemidos crean una melodía en honor al sexo.
— ¡A-ah! — SeungHyun sonríe cuando toca la próstata del menor, y con ambas manos toma sus caderas para arremeter con mayor fuerza.
— C-córrete co-conmigo— Jadea al mismo tiempo que masturba el miembro sin atención del menor. Un par de sacudidas en el aire y la calidez se escurre entre sus dedos.
¿Quieres mi experiencia? Entonces mantente en lo sexual
— Hng— Termina llenando el interior del menor. Y tan pronto como sale de su cuerpo, el menor se deja caer hacia un lado.
END FLASBACK
Temblar por las caricias de SeungHyun era encantador, pero temblar por estar encerrado en un congelador era otro caso, pensaba Ji yong.
En la esquina de un congelador, con cajas de carne congelada, los cuerpos de ambos hombres tiritan por el frío, pegados el uno al otro en busca de calor. El hombre de negro, los había botado ahí sin consideración después de haberse divertido un rato con ellos. Tenían muchos enemigos, tanto que si los comparaban con su dinero, habría un empate. En realidad ni siquiera era necesario preguntar porque los tenían ahí dentro.
— ¿E-ese hijo de puta piensa que va a matarnos de frío? — Masculla SeungHyun aferrándose a su propio cuerpo. Ji yong intenta responder, pero sus labios están demasiado fríos, siente que si los abre en cualquier momento se romperían.
El mayor se da cuenta de eso, por lo que abraza el cuerpo del pequeño entre sus brazos, no sirve de mucho porque al igual que el menor está igual de congelado, pero por lo menos lo hace para demostrar que está a su lado.
—M-mira— Ji yong se esfuerza al hablar, con la mano señala entre las cajas que hay a su lado una cajetilla de cigarros. Se estira para cogerla, y saca de su bolsillo trasero el encendedor que siempre llevaba consigo. Cada uno se lleva un cigarrillo a la boca, mientras Ji yong prende el encendedor. Se acerca para prender sus cigarrillos, pero un suspiro sin intención del mayor apaga la flama
— ¡S-seung! — Reprende Ji yong, intenta volver a prender el encendedor, pero se ha congelado tan rápidamente que es inútil. Como desearía estar en un bar, con una buena copa de Whisky en esos momentos.
“GD&TOP no terminaran de esta manera”
FLASHBACK
— Come rápido, tenemos que vaciar el dinero que llegó hoy— Habla el menor devorando su emparedado con desesperación. SeungHyun le secunda y en menos de tres mordidas terminan su comida. Entran directamente a su casa y dirigiéndose a la parte posterior, entran a lo que es un pequeño chiquero con varios cerdos en el interior.
—Voy a hacer las cuentas por allá— La cara de asco de Ji yong hace que Seung se carcajee de risa, a pesar de que llevaban ya varios años haciendo lo mismo, Ji yong aún no se acostumbraba a hacer el trabajo “sucio”.
Cerdos. No recordaba cómo se les ocurrió la idea, pero era su mina de oro. Intercambiar dinero por drogas era fantástico, por supuesto obviando la parte en que tenía que abrir a los cerdos para sacar los paquetes. Ya se había acostumbrado a la sangre salpicando su cara.
Resignado se colocó un par de guantes, la ropa que siempre ocupaba para ese trabajo, un cuchillo, y una cubeta con alimento para atraer a los animales… pobres cerdos.
….
SeungHyun termina agotado después de sacar todos los paquetes. Se da una rápida ducha antes de entrar a la casa, y después de unos minutos, está listo, con un cambio de ropa nuevo, y una copa de alcohol entre sus manos. Busca a Ji yong por todos lados, pero no escucha ni un ruido. Descarta la habitación, la cocina, la piscina, el estudio, el baño… hasta que lo encuentra en la sala, dormido en el sillón.
Con parsimonia camina y se sienta a su lado con el mayor cuidado de no despertarlo. No puede evitar mirarlo con ternura, sus labios esponjosos, sus facciones tan delicadas, y los mechones de cabello rojizo que suavizan su rostro, Ji yong es un ser hermoso por donde quiera que lo mirara, se consideraba realmente un hombre afortunado por tenerlo.
De un trago termina todo el líquido en el interior del vaso, y lo deja de lado, acurruca su cabeza contra la del menor aspirando su dulce aroma que lo arrulla hasta rendirse al sueño.
END FLASHBACK
La mirilla que tiene el congelador se abre de repente, alertando a los dos cuerpos casi inertes que yacen dentro. El hombre de negro está de vuelta otra vez, abre la puerta del congelador sacándolos a los dos a rastras, llevándolos al mismo lugar donde los había atado.
El momento perfecto para actuar.
Pequeño niño, corre y ve con mamá
Ambos parecen no tener ni un rastro de fuerza, por lo que el hombre se dedica a sentar a Ji sobre la silla y atarlo sin despreocupaciones. La mirada de Seung se ladea hasta donde están los cables con los que anteriormente los amenazó, coge uno a toda prisa y lo pone sobre la pierna del hombre que cae bruscamente al suelo.
Ji yong se deshace del amarre no terminado y ayuda al mayor a atarlo antes de que se levante. El hombre había olvidado que ellos, eran dos.
***
Pon una bala y bang bang bang
El ruido ensordecedor de una explosión a lo lejos acompaña las sonrisas de los dos hombres que caminan por el pasillo con prepotencia.
Luces radiantes, se desbordan
Se me desbordan, soy la fuente de inspiración
— 2088… Me gustaba el lugar— Suspira Ji yong abriendo la puerta de conductor de su lujoso automóvil.
— Ya encontraremos otro — SeungHyun toma el asiento de copiloto — Uno más seguro — Sonríe cálidamente entrelazando sus dedos con los suyos.
— Hyunnie…—
— ¿Hm? —
— Te amo —
—Te amo, Yongie — Murmura antes de que auto se ponga en marcha…