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Las vueltas del amor por kaira chan

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Notas del capitulo:

ADVERTENCIA:

ESTE CAPÍTULO CONTIENE VIOLACIÓN. AL QUE NO LE GUSTA, LE ACONSEJO SALIR.

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CONSTE QUE LO ADVERTI =D

ESPERO QUE DISFRUTEN EL CAPÍTULO

bSS!

o.O Capítulo 11: Obligado O.o
 
Estaban los dos solos, el silencio era el único testigo de aquel plan.
Estaba desplomado en el piso. En aquellos ojos verde esmeralda, se podía divisar claramente el miedo que vivía. Su cuerpo temblaba de pies a cabeza. Estaba furioso porque tuviera la carta en su poder.
Miraba a su alrededor esperando encontrar a alguien, pero era inútil, parecía un plan perfectamente calculado.
No aguantó más, y miró fijamente a su atacante. Éste clavándole la mirada, lo desafiaba. No soportó mas, y cuando intentó ponerse de pie, fue inútil.
El Slytherin se percató de aquel movimiento y fue mas rápido que el. Se le tiró encima, para poder lograr que quede completamente recostado en el piso y a la vez sujetar sus manos. Estaba sentado sobre Harry, intentando que no se moviera.
 
-¡Soltame!, dejame en paz. Maldito Malfoy, espera a que te ponga las manos encima.
 
-Deja de forcejear, Potter. Sino me obligarás a hacer algo que no quiero.
 
-¡¡¡Soltame!!!. Sos insoportable.
 
-Te lo advertí. Ahora verás.
 
Soltó una de las manos de Harry, y la metió en uno de sus bolsillos.
Sacó su varita, y apuntó directamente a él, pronunciando un hechizo para inmovilizarlo.
Lo había dejado quietito quietito.
 
-Muy bien, ahora vez lo que te pasa por no hacerme caso.
Espero que estés preparado, Potter.
 
Lo miró fijamente, era tan inocente. Atacar aquel cuerpo tan delicado.
No pudo esperar más.
Se acercó lentamente a su rostro, y lo besó. Pero... no era lo mismo, como estaba completamente inmóvil no podía mover su boca. Entonces, tomó devuelta su varita, apunto a su cabeza y contrarrestó el hechizo.
 
-¡Maldita seas!, sacame esto estúpido.
 
Mientras Harry seguía insultándolo, el rubio se tomo el tiempo necesario para acomodarse y se volvió a acercar a su cara.
 
-¡Ni se te ocu...!
 
No terminó de decir nada, ya que sus labios fueron interrumpidos por los de Malfoy.
Tendido sobre el piso, no podía moverse, pero forcejeaba para poder safarse. Sus movimientos eran bruscos, pero no resultaban. Era mucho mas fuerte que él.
De pronto Draco introdujo su lengua y comenzó a investigar nuevamente cada rincón de aquella deliciosa boca.
 
-¡¡Mmmmmm!!.... ¡Mmmmm!.
 
Sus bocas se movían de un lado a otro. Harry no podía rechazar aquel sublime y delicioso beso, su corazón ganaba a cualquier pensamiento en su cabeza.
Poco a poco el beso se fue intensificando, hasta tal punto que la excitación de ambos era notable.
Luego, se separaron para poder recobrar el aliento.
 
-Te ha gustado eh Potter... Eres muy obediente cuando te lo propones. –dijo mientras se ponía de pie, dejando al ojiverde tendido en el piso.-
Si sigues así puede que hasta me convenzas de darte lo que quieres.
 
-.... –Harry no contestaba. ¿Qué podía decirle?, nada cambiaría, en esos momentos era la presa de aquella codiciosa serpiente y no podía hacer nada para evitarlo.-
 
Siguió contemplándolo lentamente, era tan fácil dominarlo. De pronto comenzó a caminar en dirección a él, situándose a su lado observándole desde arriba.
Sin previo aviso lo tomó de ambos brazos, arrastrándolo hacia una de las camas.
 
-¿Qué crees que haces?. –pregunto el moreno entre titubeos. En realidad lo sabía, pero le parecía aberrante, obligarlo a hacer algo así, definitivamente no le gustaba; sin embargo tanto lo amaba que sentía que nada mas le importaba, solamente quería volver a sentir aquella sensación.
 
-Ya verás. –Estaba muy feliz, podría hacerle lo que quisiera y nada podría hacer para impedirlo. Estaba a merced de sus caprichos.
 
Lo acomodó sobre la cama para seguidamente subirse a él y a gatas se acercó muy lentamente. Cuando llegó a su abdomen comenzó a besarlo pausadamente, formando un camino sensual que lo llevó hasta su cuello. Tenía puesto un exquisito perfume, pero también su olor personal era tan atrayente que hacía enloquecer a cualquiera.
Rodeo su cuello con la mirada, parecía suculento. Continuó su recorrido, y se hundió en el hueco formado al costado de la nuca.
Besó cada centímetro, mientras que el acosado emitía melódicos gemidos de satisfacción. Era una de las zonas más sensibles de Harry.    
Cuando se sació no contento con eso, se dirigió entre caricias y besos al lado opuesto
realizando la misma tarea, pero esta vez acompañándola con su lengua que daba perfectos círculos.
Luego de un rato, retomó su posición, pero para mayor comodidad se sentó sobre Harry.
Comenzó entonces a desabrocharle la camisa, lenta y sensualmente. El moreno estaba completamente rojo, esos movimientos, esas facciones, esa mirada, todo, era tan distinto, le daba un toque de erotismo al rubio que lo hacía delirar.
Sus dedos se enredaban en la blanca tela, hasta que por fin sacó el último de los impedimentos que tapaba el moreno y hermoso torso. Ya había visto ese cuerpo antes, pero todo había sido tan rápido que no disfruto correctamente de aquel festín.
Abdominales muy bien marcados, pezones extremadamente llamativos, tez morena, era perfecto.
 
-Que hermosa vista –dijo mientras deslizaba uno de sus dedos sobre su torso.- 
 
A Harry no le salían las palabras, su cuerpo ardía cada vez que el rubio lo tocaba.
De a poco las manos del Slytherin fueron bajando, hasta llegar a la cintura.
Masajeaba cada costado de su cuerpo, lo inspeccionaba una y otra vez, era increíble lo que el Quidditch lograba.
Desabrochó ese incómodo botón y bajó su cierre. Y muy lentamente fue despojando al moreno de sus pantalones.
Era la figura más perfecta que había visto, después de la suya obviamente. Su arrogancia era impresionante.
 
Harry temblaba, las palabras no salían de su boca, parecía inmovilizado hasta la cabeza.
No quería continuar con eso, no le daría el gusto de tomarlo otra vez. Su objetivo no era el  ser solo un “objeto sexual”, sino la persona a quien entregara su corazón, pero sabía que eso era inalcanzable.
 
-D-dejam-me... n-no te qui-quiero cerca. So-solo me usas.
 
-¿Eso pensas?, que feos pensamientos que tenés hacia mi persona, Potter.
 
Puso sus manso sobre los boxers negros, cuando volvió a la realidad.
 
- ¡Ni se te ocurra!, vos me haces algo mas y te juro que cuando te agarro te mato.
 
-¡Oh!, ¡Que rápido se te fueron los nervios!. Pero parece que no terminas de entender la situación, y es que yo mando y vos te quedas quietito. –Su volumen de voz era mucho mayor, y se veía enojado.-
 
No dudó un instante, y terminó con la última prenda.
Concluyendo esto, tomó una venda y cubrió sus ojos.
 
-¡No!, sacame esto ya.
 
-¿No lo hace mas divertido?.
 
-Nada de esto es divertido, sacame esto.
 
El rubio hizo como si no escuchara mas nada y se bajó de la cama para ponerse más cómodo. Se sacó su camisa, dejando al descubierto su bien formado torso, y volvió a incorporarse.
No dio mas vueltas y fue directamente al miembro de Harry, el cual se encontraba levemente erecto.
Comenzó a saborearlo lentamente. Su lengua giraba y giraba, de a ratos besaba la punta. Los amplios gemidos del moreno iban cada vez aumentando mas y mas, parecía una orquesta, agudos y grabes. Eso producía en Draco mas excitación, era lo mas apasionante que había experimentado en su vida.
Por otro lado, Harry sentía como ardía cada centímetro de su cuerpo, notaba que sus mejillas estaban extremadamente rojas. Nunca había sentido tantas ganas de estar junto a él, parecía que todo su mundo era Draco.
 
-No aguanto mas...
 
Y mientras pronunciaba sus últimas palabras, se derramó en la boca del rubio.
Comenzó a saborear aquella sustancia muy embriagadora para el, verdaderamente le gustaba. Se podría decir que era la mejor parte para él.
El ojiverde estaba asustado, ¿qué estaría haciendo ahora?, ¿se habrá enojado?.
De pronto, aquellas dudas se esfumaros de su mente. Sintió como su cuerpo comenzaba a girar hasta quedar boca abajo.
Sabía lo que le seguiría, y no le gustaba mucho, sería su primera vez.
 
-Potter, dime quien te escribió ese poema.
 
-¿Para que quieres saberlo?
 
-¿Quién te lo escribió?.
 
-No te lo pienso decir, y mucho menos ahora con lo que me hiciste. –“pero ni se te ocurra parar” se decía a sus adentros, cuantas mentiras podían salir de su boca en situaciones como esas.-
 
Su rabia creció mas al oír aquella respuesta.
No tuvo ninguna consideración, y entró en él sin previo aviso, tomándolo por sopresa.
 
-¡¡Haaaaaaaaaaaaaaa!!, me duele imbécil, sacalo, ¡sacalo ahora!.
 
Sin embargo, a medida que iba diciendo eso, las embestidas aumentaban considerablemente. Al principio fueron rápidas, pero luego se dio cuenta de que verdaderamente dolía y disminuyó sus movimientos.
De a poco, Harry se acostumbró hasta llegar a sentir placer. A tal punto que los gritos de dolor llegaron a convertirse en delectación.
Era un sensación jamás vivida, sentía miedo, felicidad, ansiedad y enojo porque no podía ver nada.
De pronto, sintió que una mano tomaba su miembro, y se comenzaba a deslizar rápidamente al ritmo de las embestidas.
Ambos gemían, hasta que por fin llegaron al climax.
Harry cayó tendido sobre la cama seguido de Draco.
 
Estaba completamente confundido por la situación que se presentaba en ese momento.
Se sentía triste porque sabía que era un simple juguete y todo por una estúpida carta de amor.
Todo tiene que pagarse. 
 

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