... ¡semejante poema!.
Lo leía y lo leía, y viajaba por el una y otra vez. Éste decía:
“Observándote desde lejos,
como caminas, como respiras,
como te mueves, como te guías,
como demuestras tu simpatía.
Quiero estar cerca, pero me alejas,
Quiero tocarte, pero lo niegas,
Siento tu aroma, ya desde lejos,
Y corro a verte, porque te quiero.
Mas que quererte, mas que admirarte,
Siento un deseo mas importante,
Quiero decirte lo que yo siento,
Quiero mostrarte mis sentimientos.
Entre mis brazos, poder susurrarte,
Tocar tu piel, hasta cansarme,
Besar tus labios, rojos brillantes,
Y luego decirte lo mas importante,
Y es que te amo, y quiero tenerte,
Estar contigo mas que por siempre,
Juntar mis manos y unir mis labios,
Formando así lo que he deseado.”
Luego de esto por debajo se leía:
“ Harry, eres mi adicción, mi mundo y mi alma. Quiero que sepas que te amo mas que a nada, trata de buscarme, yo te ayudaré, pero no te creas que me delataré .”
Sus mejillas se tornaron rojas. Por unos minutos se hundió en aquel poema que había recibido misteriosamente, pero luego de un rato, volvió a su triste realidad donde sufría mucho tras pelear con Draco, tras darse cuenta de su engaño.
Dobló el papel en dos y lo metió en uno de sus cuadernos.
Aparentemente ni siquiera podía saber si era un hombre o una mujer, tal vez, si escribía como hombre, lo haría a propósito para confundirlo o viceversa.
Aquel baño, no lo había ayudado en nada, su corazón seguía destrozado, pero tal vez algo se distraería.
Sacó todas las cosas que se encontraban arriba de su cama, las puso a un costado y se volvió a acostar. Al poco rato, se durmió.
Cuando despertó sintió una gran irritación en sus ojos. De tanto llorar le dolían.
Miró su reloj.
-“¡¡Las 3:00 de la madrugada!!”
Era imposible, como podía ser que durmiera todo el día. Había perdido todas las clases. Miró a su alrededor y vio como su amigo roncaba, nunca lo había notado. No podía dormitar, una vez que se despertaba no podía volver a conciliar el sueño. Se ve que su cuerpo estaba muy cansado tras tanto alboroto, le vino bien, pero... ¿Ahora que haría hasta las 7:00?. No podía quedarse allí, ya estaba harto. Necesitaba respirar aire, caminar, estirar su cuerpo.
Decidió ir a caminar por el jardín. La noche era espléndida, la luna completamente redonda daban mas belleza a los jardines del colegio. Tomo su capa y su bata como la primera vez que se escapó y salió del cuarto.
Lentamente iba caminando por los pasillos, aunque fuera tarde, cualquiera podría estar vagando. Llegó rápido al extenso jardín. Era un sueño hecho realidad, imposible de describirlo. Miró como siempre a ambos lados para asegurarse de estar solo. Cuando terminó, se sacó su capa y se tiró en uno de los fríos bancos.
-¡¡Prrr...!!, se me congelo el cuerpo, mejor pongo la capa. –dijo mientras se frotaba.-
Allí estaba, mirando el cielo lleno de estrellas, tan delicada parecía la luna. Era relajante encontrarse así, remedio a cualquier problema. Tu mente se aclaraba completamente, relajabas cada músculo de tu cuerpo, te sentías flotando en una nube. Era PERFECTO.
Estuvo un largo rato, aproximadamente una hora, hasta que se canso de no hacer nada. Se levanto y miró que la puerta principal del castillo estaba abierta.
No dudo en acercarse, si se alejaba mas no le pasaría nada, total estaba en los terrenos del colegio.
Tomo sus cosas y atravesó la enorme puerta. La negrura se apoderaba del paisaje ante sus ojos, no se veía nada, no había nada interesante allí.
Al dar media vuelta, escucho un leve sonido. Giró asustado, ¡Lo iban a encontrar!. No tenia su capa puesta.
-“¡¡Por favor, Dios, ayudame a salir de esta!!”.
De pronto se escucho:
-¿Qué es lo que hace aquí a estas horas de la noche, señor Potter?.
¡¡Noooooo!!, era Snape, ¿¡Porqué!?, sus suplicas momentáneas nunca eran escuchadas, si tan solo hubiese sido otro profesor tal vez podía disculparse e irse con un castigo diminuto, pero con Snape sabia que no se la iba a llevar de arriba.
-Eh... em... nada señor, no podía dormir. –contesto Harry tartamudeando.-
-Veo que para asistir a clase se encuentra mal, pero para escaparse por las noches sabiendo las consecuencias que estas conllevan, no, es completamente inaceptable. –y tomándolo por el brazo agregó.- Se encuentra en serios problemas.
No, no le podía pasar algo mas.
-“¡¡La tercera es la vencida!!”.
Su profesor lo miraba fijamente, ¿acaso tenia algo en la cara?.
-¿Usted ha estado....? –y se frenó al ver la extraña cara de su alumno.-
-¿Cómo señor?.
-Nada, sígame ahora mismo. Veremos cual será su castigo.
-Son las cuatro de la mañana, ¿cómo va a ponerme un castigo a estas horas?. –dijo mientras lo seguía a paso ligerito.-
-Hay una norma institucional que se rige por la noche, esa es la que usted acaba de romper, así que le pondré un castigo.
Y así, Harry en todo el camino intentó persuadir al profesor de que era una locura, pero este no cedió.
Al llegar a la puerta de su despacho, se detuvo, sacó la llave y abrió.
Harry no quería entrar, sabía lo que le esperaba luego, no quería hacer un ensayo otra vez, lo volvían loco.
-Entre ya, no se salvara de esta. –dijo Snape con una sonrisa en su rostro. Parecía disfrutar de los problemas que se le venían a su alumno.-
-Em... em... señor, creo que no es necesario. Además.... –no termino su frase que lo tomó del brazo y lo empujó dentro de la habitación.-
Al entrar cerró la puerta, lo miró y le dijo:
-Acá sabe que esta estrictamente prohibido salir por las noches, no sabe lo que puede encontrar fuera, por mas de que este en los terrenos del colegio. –dijo seriamente.-
“-Esto parece irreal. ¿Desde cando Snape me habla así?. No será un sueño. ¡¡Ojala!!.”
-............. Y como le decía, discutiremos su castigo... sea la hora que sea. –recalcó las últimas palabras.-
-Si señor. –dijo agachando la cabeza.-
“-¡¡¡Trágame tierra!!!. Por favor, sáquenme de esta, aunque sea una vez.”
Snape lo invitó a sentarse frente a él, y allí estuvieron hablando vario rato. Harry no podía mas, no se le ocurrían mas excusas que poner para ablandar su situación. Se rindió, siempre que decía algo, caía en una trampa de Snape.
Tiempo después, admitió que se había escapado, estaba en serios aprietos.
-Muy bien, veo que por fin dijo la verdad.
Ahora, como se atrevió a hacer tal cosa, no tengo mas remedio que castigarlo, Potter.
-Estoy preparado para cualquier cosa, desde el último trabajo que tuve que hacer.
-Jaja, no se crea que esto será tan fácil. Lo que hizo es mucho mas importante, así que prepárese para lo peor.
-Glup... de acuerdo.
-Ahora se va directamente a su habitación, y espero no encontrarlo mas por los alrededores a estas horas de la noche.
Corrió la silla y salió del despacho.
“-¡¡Maldita sea!!, ¿porqué esto me pasa solamente a mi?.”.
Y recordando a la madre del profesor se fue directamente a su habitación.
Al llegar, se volvió a acostar, pero... ¿qué iba a hacer, si no tenia sueño?. Entonces para no tener que estar a oscuras y sin hacer ruido, volvió a levantarse y bajó a la sala común. La chimenea seguía encendida, era el lugar ideal para no aburrirse.
Se sentó en uno de los cómodos sillones y relajo todo su cuerpo.
Comenzó a mirar a su alrededor, estaba tan solo, necesitaba que alguien estuviera a su lado, abrazándolo, besándolo, mimándolo...
En ese momento necesitaba un abrazo maternal, rodear con sus brazos a su mamá mientras lloraba inalcanzablemente. Necesitaba escuchar ese “te quiero” tan olvidado.
Se acurrucó mas aun cuando recordó que solamente era él, él y el futuro en el colegio, junto a sus amigos, profesores, pero siempre faltaría algo.
Si, ese algo era el verdadero amor, el amor que lo salvaría de aquella oscuridad en la que había caído.
Miraba como las escasas chispas salían del fuego. Se encontraba hundido en sus pensamientos, no podía despejar su mente.