Me he enterado que Happy ha desaparecido y como Lucy fue a buscar a su padre Natsu está buscando quien lo ayude a buscarlo, camino hasta el gremio y él revuelve mi cabello cuando me ofrezco a ayudarlo mientras me dice –Gracias Romeo-.
Ha logrado percibir su olor por lo cual no nos será tan difícil encontrarlo, yo estoy feliz por poder pasar tiempo junto a Natsu-nii sin que este Lucy para robar toda su atención.
Natsu sale corriendo a toda velocidad en dirección de donde lo lleva aquel aroma, yo corro detrás de él, tiene mucha energía tras ya varios kilómetros de camino el sigue corriendo casi como si no hubiera hecho esfuerzo alguno, yo ya no puedo más, pero no me detengo, quiero que vea lo fuerte que soy, sin embargo comienza a adelantarse ya que no puedo seguirle el ritmo, exhausto me detengo unos segundos por un poco de aire, intento seguirlo pero mis piernas no responden, me quedo doblado aspirando algo de aire y entonces él está enfrente de mí, nuevamente revuelve mi cabello, -Lo siento Romeo- extiende su mano tomando la mía y seguimos el camino así.
Esto no dura mucho, Natsu es más rápido que yo por lo cual tropiezo constantemente, le digo que no puedo seguirlo que mejor se adelante, en cambio me hace subir sobre su espalda, yo me sonrojo un poco, el corre muy rápido, mis manos rodean su cuello, llega a mí el aroma de su cabello, me acerco un poco más a él, -¿Qué sucede?- me pregunta al sentir que recargo mi cara sobre su hombro –Todo está bien- le respondo con una gran sonrisa que él es incapaz de ver.
Tras varios minutos de camino llegamos a un alto edificio a las afueras de Magnolia sin embargo el rastro llega hasta aquí, le sugiero a Natsu que subamos a la azotea del edificio, Happy puede volar y pudo haber llegado ahí y sino de todas formas tendremos mejor vista desde un punto tan alto, Natsu me dice que es una gran idea revolviendo una vez más mi cabello, aunque quisiera seguir sobre su espalda Natsu sube las escaleras y yo detrás de él.
Llegamos a la azotea del edificio y lo que vemos nos impacta, una mesa con velas se encuentra al centro y en ella una variedad de pescados cocinados, y entonces recuerdo en la mañana que me encontré con Wendy y Charle, esta última estaba muy nerviosa pues tendría una cita, y viendo que había desaparecido probablemente su cita era con Happy.
Tras tanto haber corrido hemos gastado algo de energía así que aprovechando lo que tenemos enfrente le sugiero a Natsu que comamos, el acepta feliz, pero como él me ha cargado gran parte del camino me ofrezco a atenderlo, de una capsula mágica saco un disfraz de camarero, los pantaloncillos cortos son de cuando era menor por lo cual me quedan muy ajustados, la camisa y el saco aun me quedan bien, Natsu endereza el moño que llevó en el cuello, -Así está perfecto- me dice Natsu mientras coloca unas orejas de gato sobre mi cabeza que quien sabe de dónde saco.
Como el pescado ya está preparado sólo uso mis llamas para calentarlo, Natsu arrasa con la comida y eso que es mucha, aunque de cada platillo que se acaba deja una porción para mí que él acerca a mi boca con la cuchara, tras comer un pan lleva un poco de este hacia mi boca, hace entrar el pan en mi boca pero con el parte de sus dedos, los cuales a mi pesar termino lamiendo, tras retirarlos los lleva a su boca y lo lame, el permanece muy tranquilo mientras a mí se me cae la boca tras lo que acaba de hacer, un, un beso indirecto.
Tras acabar con la comida Natsu me dijo que continuáramos, pero le pedí que siguiera sentado, así lo hizo, me subí de pie en su silla en medio de sus piernas, le pedí que cerrara los ojos, lo hizo, le pedí que abriera la boca, me agradó ver que confiaba en mi pues también lo hizo, -El postre- creé una flama que Natsu ingirió, -Romeo esto es delicioso, podrías darme un poco más- creé una nueva llama con mi dedo índice y medio, Natsu rodeo mis rodillas con una mano y mi espalda con otra, y llevo la flama con todo y mis dedos hasta su boca, al terminar con la llama siguió con mis dedos dentro de su boca retirándolos muy lentamente regalándome el calor que su cavidad bucal me ofrecía –A ti también podría comerte Romeo- me dijo levantándose y siguiendo su camino dejándome sonrojado y con las rodillas temblando y sin entender las intenciones de su comentario.
Tras seguir nuevamente el rastro de Happy llegamos al centro de Magnolia, ya había pasado algunas horas desde nuestra partida, la tarde ya estaba bastante avanzada el olor de Happy nos llevó hasta un salón de baile, la presencia de tanta gente había hecho que Natsu no pudiera seguir el rastro de Happy por lo cual le sugerí a Natsu que entráramos a investigar, aprovechando que muchos de los comerciantes de Magnolia nos regalaban cosas a los magos de Fairy Tail ingresamos a una tienda de ropa elegante, Natsu eligió un pantalón gris, camisa blanca y un saco negro, se veía muy apuesto, yo por mi parte al no haber pantalones de mi talla tuve que usar pantaloncillos cortos, saco y sombrero de copa todo en color azul, las medias blancas llegaban hasta mis rodillas, rápidamente ingresamos al lugar, recordé la vez que se hizo un baile en el gremio y Mira-San me enseñó a bailar, esta vez quería bailar con Natsu-nii, le dije que lo hiciéramos para no vernos sospechosos.
Natsu que también aprendió a bailar en aquella ocasión tomó con su mano una de las mías, y con la otra rodeo mi cintura, la música era un vals muy lento, me pegue a su cuerpo, por debajo de su pecho que era hasta donde llegaba, y es que soy un poco bajito, incluso se había puesto loción era muy agradable, deje que me llevará al ritmo de la música, el ambiente era agradable, me sentía en las nubes, jamás había pasado tanto tiempo a solas con Natsu-nii y menos haciendo el tipo de cosas que estábamos haciendo, era como una cita, me sonroje ante mi pensamiento, -Natsu-nii cierra los ojos nuevamente- Natsu me miró intensamente durante unos segundos, se agacho postrándose sobre una rodilla y los cerro, mi corazón se estaba volviendo loco, pero tenía que ser valiente, acerque mi rostro al de Natsu y deposite mi labios sobre la mejilla de Natsu-nii, Natsu abrió los ojos confundido parpadeando un par de veces, tomó mi rostro entre sus manos y acerco peligrosamente su rostro al mío, en el recorrido pasó sus labios muy cerca de los míos mandando miles de descargas eléctricas por todo mi cuerpo, finalmente sus labios rosaron delicadamente mi frente –Es hora de seguir buscando a Happy- me dijo Natsu antes de levantarse y despeinar mi cabello una vez más dejándome temblando por segunda vez en el día.
Al recuperar el rastro de Happy este nos lleva a las profundidades del bosque, seguimos el rastro hasta un arroyo, ya es de noche pero todo queda iluminado por la perfecta luna llena que brilla potentemente, le sugiero a Natsu ingresar al rio, quizá Happy se haya caído y este desmayado, Natsu dice que es buena idea y está a punto de aventurase de un clavado al agua pero lo detengo –Natsu-nii deberías quitarte la ropa para cuando salgamos podamos seguir con la búsqueda- sugiero con un poco de pena, Natsu me observa sin expresión en el rostro, tengo miedo de que se haya enfadado conmigo pero pronto comienza a desvestirse frente a mí, yo quedo maravillado con su desnudes, su cuerpo me gusta, cuando crezca quiero parecerme a él, quedo embobado ante la imagen que me regala y no puedo quitarle la vista de encima, cuando se quita los calzoncillos se da vuelta y yo me siento ligeramente enfadado sin saber el porqué, sale corriendo a toda velocidad yo me pierdo en la visión de su amplia espalda y el vaivén de su trasero al correr, estoy sonrojado y un poco excitado aun así me quito mi ropa y entró al agua de un brinco, no es muy profundo pero lo suficiente para cubrirme sino ando de puntitas a Natsu le cubre por encima del pecho.
Nadamos un rato buscando pro las orillas a Happy, pero no tenemos éxito, llegamos a una parte menos profunda Natsu enfrente de mí el agua llega a sus caderas y yo pido que este cada vez menos profundo, me gustaría volver a ver su trasero, me apeno antes mis obscenos pensamientos, pero sucede justo lo que quería y la visión que tengo frente a mi es casi angelical, Natsu desnudo en medio de un arroyo bañado con la luz de la luna, su piel nívea resplandece, las gotas de agua que resbalan por su cuerpo invitan a deslizar los dedos por su piel, me acercó a él rodeándolo en un abrazo por detrás, siento en mis manos el vello de su pubis –Que bueno que regresaste- me imagino lo debe de haber abajo y me siento un poco ansioso, su firme trasero se aprieta contra mi pecho, quisiera tocar todo de él, -Romeo- dice con aquel tono de amabilidad que tanto me gusta, se da media vuelta y por fin tengo frente a mis ojos aquello que he deseado ver durante tanto tiempo, vuelve a despeinar mi cabello obligándome a agachar el rostro, mis ojos se clavan en su miembro y es que es algo digno de admirar, aunque el único punto de cooperación que tengo es Gray que siempre anda en pelotas siento que es muy grande, quisiera tocarlo.
-Natsu-nii, ¿podrías cerrar los ojos nuevamente?- pregunto lo más dulce que puedo esperando que no pueda decirme que no, sin decir nada lo hace, me vuelvo valiente y tomo el objeto de mi deseo en una de mis manos, Natsu suspira pero no hace nada, comienzo a frotarlo delicadamente con cada uno de mis movimientos parecer incrementar su tamaño y dureza, mi mano ya no es capaz de retenerlo por completo por lo que tengo que usar ambas, comienzo a masturbarlo y es que es algo que aprendí que se hizo habito desde el regreso del mago pelirosa, el ruido que causa el agua le hace saber a Natsu que me he arrodillado, pero él no hace nada solo aprieta fuertemente los ojos para no abrirlos, aspiro profundamente y llevo ese gran miembro a mi boca, tiene un sabor agradable, a limpio, se siente caliente, muy duro, al ser tan grande no puedo meter mucho de aquello en mi boca, Natsu pega un gran grito como solo él lo hace al sentir el calor que mi boca le ofrece, pronto gurda silencio mientras yo me deleito con su sabor, trato de ingerir tanto como me es posible quisiera llegar hasta el final pero mi boca es demasiado pequeña, empiezo a retíralo de mi boca lentamente asegurándome de seguir acariciándolo con mi lengua, Natsu comienza a respirar muy fuerte, le está gustando, con su miembro fuera pero muy cerca de mis labios él abre los ojos –Romeo- me dice con la voz entrecortada ,mientras acaricia mi cabello, amo sentir sus dedos sobre mi cabeza, con él muy pendiente de mis movimientos vuelve a meter la hombría de Natsu en mi boca, estoy seguro de ser el primero en tocarlo de esta forma y sonrió para mis adentros, -Ro..meo- dice mi nombre entre gruñidos y es la más hermosa melodía que haya escuchado, nuevamente vuelo a succionar a mi amado por que no puede existir otro nombre para lo que me hace sentir Natsu que no sea amor, el entierra mi rostro contra su pelvis intentando meter más de su miembro en mi garganta pero es imposible estoy a tope, una lagrima traicionera se escapa pero me obligo a ser fuerte y complacer a mi mago dragón, comienzo a meter y sacar aquel miembro que ha dejado llenos mis labios de precum, Natsu gime, yo no resisto más y llevó mis manos a su trasero, él no dice nada a través de mi cabello guía mi faena oral y tras varios minutos estimulándolo me regala su esencia de hombre , no dejo desperdiciar una sola gota.
Tras normalizar su respiración se pone de rodillas delante de mí –Parece que terminaste comiéndome tu a mí- intento protestar por su comentario pero algo que jamás imaginé ocurre, sus labios sobre los míos, su mano sobre mi miembro que a pesar de no ser tan grande como el suyo todo este tiempo ha permanecido duro, y me masturba sin dejar de besarme, no aguanto mucho y me corro sobre su mano, lleva su mano a la boca y lo lame, -Sabes delicioso romeo- yo gimo y me desplomo contra su pecho, estoy muy cansado, colgado de sus hombros y rodeando sus caderas con mis piernas me saca del agua, soy consciente de que su hombría está muy cerca de mi trasero y eso me pone nervioso, salimos del agua y me deposita contra el pasto, mis piernas ligeramente dobladas, me observa de pies cabeza –Eres hermoso Romeo- me dice mientras yo abro ligeramente las piernas invitándolo a pesar de sentirme muy cansado.
Natsu sonríe, se aleja para volver segundos después con nuestras ropas, nos vestimos sin decir nada sólo sonriéndonos de vez en vez, me carga sobre su espalda y en algún momento el cansancio me gana y caigo dormido, me entrega a los brazos de mi padre y desde mi cama veo alejarse a mi ángel de cabello rosado.
Salgo de casa de Macao, acabo de dejar a Romeo, este día ha sido muy largo, no sabía que muchas cosas de las que acabo de hacer con ese pequeñín se podían hacer, llegó a mi casa me meto en la cama pero los recuerdos del día nublan mi mente, encontré “Happy” en manos de Romeo, y en su boca y el resto y ese tonto gato azul volador llegó entrada la noche después de una cita con una gata.