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En medio de mi tempestad por Izumi Min

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Notas del capitulo:

Se que tarde mucho lo siento u,u, eh tenido mucho trabajo en la escuela ultimamente y ademas se fue la luz en mi casa!! , justamente mientras terminaba el capitulo  ha fue horrible, tuve que reescribirlo todo , espero que quedara bien , espero sus opiniones y mil gracias por leer :D

Juzgar a una persona solo por su apariencia, esa era una de las actitudes   que más odiaba; a el mismo lo habían jugado innumerables veces en el pasado  y por ello se había jurado a si mismo nunca hacerlo, nunca dar su opinión sobre algo o alguien sin antes haberlo conocido o experimentado;  y entonces porque lo hacía?, porque rompía  su promesa? ; era simple,  la razón caminaba detrás de él cabizbajo , cubriendo sus grandes ojos azules con el flequillo negro en su frente, Hiro era el porqué de ello, sin saber la razón había odiado a la rubia; no había visto su rostro, no la conocía, no había cruzado ni una sola palabra con ella y sin embargo, la detestaba con todo su ser, la odiaba, la aborrecía,  el haber visto las lagrimas de Hiro, esos hermosos cristales preciosos caer de los ojos de aquel ángel había despertado en él un deseo incontrolable de correr tras ella y exigirle una explicación, hacerla disculparse con el pequeño aun si ella no era culpable de nada, y al mismo tiempo no pudo alejarse de el chico, no podía dejarlo solo.

 Juzgar, juzgar…-ya has juzgado a alguien antes Luka- escucho en sus adentros, su pequeña vos de la conciencia que le reprendía, si, se estaba mintiendo, ya había juzgado antes, pero a quien?, eso era fácil todo apuntaba al Chiquillo que caminaba siguiéndolo como un perrito faldero.

Era una mañana de domingo, el sol brillaba esplendoroso, el viento refrescaba el ambiente y las personas disfrutaban de su día de descanso, era un domingo como cualquier otro, era uno de esos días en los que todo es perfecto para todos menos para alguien y ese alguien era un joven castaño que corría arrojando a quien se encontrara en su camino, maldiciendo y murmurado horribles palabras y amenazas de muerte a diestra y siniestra.

Luka corría tanto como sus piernas se lo permitían sin importarle nada ni nadie, aborreciendo cada minuto un poco más a Ernest, su compañero de departamento, el muy idiota se había largado de fiesta el sábado anterior y había despertado en una playa lejana sin saber donde estaba ni cuando había llegado ahí, pero la verdad eso no le preocupaba demasiado, lo que realmente había atormentado la paz del domingo de Luka era el hecho de que tenía un trabajo de suma importancia que entregar el lunes y la mitad del trabajo le correspondía al idiota de su compañero; Ernest ni siquiera sabía que era lo que le correspondía, para ser un estudiante de último año en Derecho se comportaba como un adolecente algo que unos años antes no le hubiera preocupado  a Luka, pero ahora vivía con un único propósito en mente, terminar su maldita carrera y pronto.

Esa mañana penas escuchó el timbre del celular, maldijo  el infernal aparto que lo despertaba temprano en un domingo destinado a dormir y no dar señales de vida hasta el Lunes, pero ese mal sentimiento se convertiría en sorpresa mientras escuchaba la ronca voz del imbécil de su compañero contarle de sus buenísimos ratos y flashazos de la noche anterior su voz hacia que Luka imaginara que le habían dado una paliza o algo peor ; de un momento a otro la sorpresa se convertiría en enojo, en horror, en susto, en dolor de estomago y finalmente en ira, su voz estallo en los cientos de insultos, maldiciones y malas palabras que le provocarían un infarto a su madre y enorgullecerían a su padre. al intento de chico que sentía los gritos de Luka como taladros en su oído; en cuanto termino de advertirle de las mil y un maneras en las que cortaría su cuerpo colgó sin esperar respuesta y corrió a encender la computadora , para buscar el libro del que el ebrio  Ernest debió sacar su parte de la investigación , seguramente lo encontraría en internet, ese plan era perfecto; el profesor Lorentz sabía perfectamente cuando el trabajo no había sido sacado de los libros que había especificado pero no cuando ese libro no era  físico; la suerte del desgraciado Luka estaba cambiando cuando  por su mente cruzo la voz de su casera la señora Carmen quien le advertía que había un apagón en la colonia y que lo arreglarían hasta el lunes….; su estomago dolió aun mas y su mente divago entre la desesperación que comenzaba a dominarlo hasta que arrojo un vaso de agua que estaba olvidado sobre el único escritorio de la habitación , mientras maldecía de nuevo a su pronto fallecido compañero y sin pensarlo más tomo una sudadera que estaba en el piso se la coloco , escribió el titulo y autor del libro , tomo sus llaves, algo de dinero y salió corriendo, bajando rápidamente las escaleras del edificio en el que vivía, esquivando a sus vecinos, sin saludar a nadie y rogando a todos los dioses no caerse y morir para terminar su hermoso domingo.

Su única esperanza era la biblioteca cerca de su departamento , ya que el apagón había incluido a toda su colonia y por lo tanto no había internet cercano , por primera vez en su vida había odiado esa pequeña región olvidada de dios en la que había crecido; en su bolsillo apenas había unas monedas, su fortuna no alcanzaba ni para comprar una paleta y  mucho menos un internet público y tampoco tenía mucho tiempo para ir a buscar alguno que el apagón no hubiera alcanzado, tenía que hacer al menos la mitad de la mitad de lo que le tocaba a Ernest para que no afectara demasiado su calificación, la biblioteca Mozart, estaba a unas cuantas cuadras, pero el camino le parecía enorme entonces, en cuanto vio el enorme par de puertas de cristal, entro y se dirigió a una chica asiática que se encontraba en el mostrador.

-Ho….la, Hola, libros de Historia   donde…-.pregunto jadeando casi frente al rostro de la joven asustándola.

-En..ese estante –respondió ella señalando un alto estante al fondo-buscas algo en especifico?, hay muchos libros y mucha historia-

-Gracias- Respondió sin poner atención a la pregunta de la Asiática quien se quedo en shock, pero decidió alejarse de aquel despeinado chico que se alejaba caminando a pasos firmes y rápidos hacia el estante, pensando en lo que le había asignado a Ernest para el trabajo, porque si, además de todo el había organizado el trabjo y divido los temas. Ernes solo tenía que investigar sobre la historia de los primeros juicios en esa región y ¿Qué más? , se preguntaba una y otra vez mientras observaba todos y cada uno de los títulos de los libros. Sintió una nube negra y pesada rodearle la cabeza y miles de letreros imaginarios , con la palabra “idiota” girar a su alrededor-Debí preguntarle a la chica por el libro – Murmuro lo más bajo que pudo para que nadie lo escuchara, era demasiado tarde, ya había hecho su escena frente a toda la biblioteca, bueno las 3 personas que se encontraban ahí y que lo beian  como a un loco y la chica de la recepción y ahora seguramente quedaría como un completo imbécil si regresaba a preguntarle a la chica por el libro; decidió fingir un poco buscar entre los libros y  después acercarse de nuevo al mostrador.

-Bien Luky , toma un libro y disimula- Se decía así mismo mientras trataba de alcanzar un libro bastante lejos de él , estirándose lo más que su cuerpo pudo, y quedando sobre las puntas de sus pies , lo saco poco a poco y justo cuando ya lo creía en sus manos , sintió un fuerte golpe sobre su cabeza , sintiendo miles más  en su brazo y de pronto en su trasero, seguido de un fuerte grito casi gutural que llamo la atención de las pocas personas de la biblioteca, su mundo dio vueltas por unos momentos ye instintivamente  cerró los ojos, luego de unos minutos  seguía con los ojos cerrados, tan fuerte que ya comenzaba a sentir dolor en sus parpados, sabía que se había caído, sabía que había traído una avalancha de libros consigo y sabia que había hecho su segundo ridículo del día , no quería abrir los ojos , no quería encontrarse con la multitud de personas ( las únicas 3 personas en la biblioteca) que seguramente lo estarían viendo, podía sentir las ligeras pulsadas de dolor en su trasero, la jaqueca comenzaba a aparecer en su cabeza después del librazo y sus mejillas seguramente estaban rojas pues las sentía tan calientes como si tuviera fiebre, sin duda haría sufrir a Ernest por esto, lo haría suplicar por su vida y se arrojaría a los pies del profesor Lorentz por un seis, pues seguramente el encargado de la biblioteca lo sacaría de ahí enseguida, lo vetaría, no tendría el libro , no entregaría su trabajo, o al menos estaría incompleto, reprobaría, se deprimiría,  no acabaría su carrera, lo correrían de su trabajo de medio tiempo porque aunque no tuvieran ninguna relación con su carrera, con su suerte , seguro así seria, su vida se arruinaría y tendría que vivir en la calle, y todo por alcalizar un libro bastante alto, porque? , Porque no tomo otro?, porque ese?!.

-Se encuentra bien?- Escucho un susurro cerca de su oído que le provocó piel de gallina y que abriera los candados de sus ojos en un solo movimiento, frente a él se encontraba un flacucho muchacho de no más de 18 años según su apariencia; apariencias como siempre, pensó por un rato;  en su rostro un enorme par de ojos azules dominaban la escena , que lo veían fijamente. La mirada del chico era impresionante, no solo por el tamaño casi sobrenatural de sus ojos, o ese bello tono azul celeste tan brillantes que parecían tener luz propia, sino porque en ellos se reflejaba la tristeza de una vida llena de decepciones y sufrimiento que si bien no lo hacían ver como un mártir, no era la persona más feliz del planeta , esa aura de melancolía y serenidad y una profunda paz que en cualquier momento desaparecería; en ese cuerpo frágil y rostro inocente e infantil se escondía una fuerza impresionante que era capaz de soportar esa tristeza que cargaba.

Luka quedo anonadado y tan sorprendido que había olvidado las miradas sobre él y el hecho de que se encontraba en el suelo, se levanto lentamente sintiendo el dolor en su parte trasera y sintiéndose tan pesado como una pila de ladrillos.

-Está usted bien señor? – Escucho de nuevo esa voz delgada que lo “ayudaba” a levantarse, una vez de pie volteo a ver al muchacho bajando un poco la mirada, pues como había supuesto, el chiquillo era más pequeño de él, al volver a ver ese par de trozos de cielo en su rostro vio preocupación, como si en verdad le preocupara el que se haya hecho algún daño. –Tal vez temen que los demande o algo así- dijo para sus adentros, pero no, por extraño que pareciera, sabía que el enano, estaba preocupado por el, un extraño que había arruinado varios libros en su biblioteca y aun así estaba realmente asustado y preocupado por él.

-Estoy bien, gracias…lo…lo siento- Hablo bajo, agachándose a levantar los tomos que había tirado.

-Está bien señor, yo los levanto- Dijo el pequeño pelinegro levantando algunos también.

-Déjalo es mi culpa, yo lo hare-

-Es mi trabajo- Respondió con una sonrisa apenas visible- En verdad no se lastimo?-

-No no estoy bien-

-Dígame buscaba algún libro en particular?-

-Si, emmm….ah!, este – Dijo Luka extendiéndole el papel con el nombre del libro, el dolorcito en su cabeza  le había quitado los ánimos de hablar, o seria esa mirada?

-Oh!, permítame lo buscare- Casi grito el chico para ir a una computadora cerca de la recepción a teclear varias cosas en ella mientras Luka trataba de esconder el rostro de la chica Asiática de la entrada que no paraba de mirarlo desde que la asusto.

-Permítame- Repitió el de la mirada misteriosa pasando rápidamente junto a él y perdiéndose entre otros estantes.

Pasaron unos minutos y el muchacho regreso con un enorme libro que parecía un enorme bloque de piedra entre sus delgados brazos, una sorpresa mas para Luka, como es que esos bracitos no se habían roto con tan tremendo libro?; le entrego el tomo  al castaño , quien apenas pudo sostenerlo.

-Necesita algún otro?- Pregunto el delgado joven recibiendo un movimiento negativo de la cabeza del alto – Si me necesita estaré cerca , puede preguntar o pedir lo que guste caballero , con permiso- Dijo mientras se dirigía a levantar algunos libros que se habían metido bajo los estantes después de la avalancha, al ver eso Luka se sintió aun más estúpido al no haberlos visto y levantado .

Tomando el libro entre sus brazos se dirigió a las largas mesas de trabajo que se encontraban en el centro de la biblioteca , sentándose y comenzando a ojear el libro sin buscar nada en realidad,  en su mente seguía aquel chico, que sin voltearlo a ver pasaba una y otra vez acomodando y limpiando libros , seriamente aunque regalándole alguna sonrisilla o un chiste a la Asiática; no dejaba de pensar en todo lo que había visto en esa mirada clara y hermosa , limpia y pura , no podía concentrarse en lo que iba a buscar , esa serenidad que sentía ahora no era normal , se supone que tendría que estar envuelto en estrés, tenía que sentirse morir, llevaba horas ahí “leyendo” , ya había perdido ese tiempo valioso y no sentía presión, al contrario se sentía tan relajado que ya solo se había ocupado de ver al chico.

Decidió que no podía continuar así, no si quería entregar ese trabajo- Disculpa…ena….chico…aquí sacan copias?- Pregunto al pelinegro que pasaba frente a su mesa.

-Sí señor, dependiendo del número es el precio- Al oír esto el castaño sintió un escalofrió en su cuerpo, las monedas en su bolsillo, no serias suficientes, lo poco que pudo leer eran al menos 20 hojas o más.

-De que pagina a que pagina? - `Pregunto de la nada el ojiazul tomando el libro que descansaba sobre la mesa.

-No , yo…-

-De que pagina a que página?- Insistió el chiquillo

-De la 105 a la 150 …-La verdad no estaba seguro pero respondió sin saber exactamente porque.

El pequeño muchacho desapareció entre los estantes de nuevo dejando al alto estupefacto por milésima vez ese día; pasaron varios minutos que le parecieron eternos a Luka y entonces regreso con un montón de hojas en la mano derecha y el libro en la otra.

-       Toma- le dijo extendiéndole las hojas, al salir no se lo menciones a la chica de la entrada –

-       Qué?, cuanto te debo?- Pregunto el castaño.

-       Es obvio que no tiene suficiente, su mirada me los dijo todo y el que buscara en su bolsillo –

Era enserio?, aquel enano había descifrado en sus ojos lo que sentían tal como él había hecho,  eso es imposible , el no le había dicho una palabra y no recordaba haber buscado en su bolsillo.

-Gracias- Se limito a responder mientras salía de ahí aun más sorprendido que al principio, yendo a su casa sin saber exactamente si seguía el camino correcto a su casa o solo caminaba en círculos.

Ese había sido el principio de todo, no sabía su nombre ni su edad, no sabía nada de él más que lo que sus ojos le habían confesado y había sido suficiente para comenzar a querer saber más , tenía que saber más.

 El lunes que siguió a ese domingo entrego un trabajo en el que había un inicio fatal y casi incomprensible y un final perfecto, hermosamente escrito y totalmente organizado que le valió un 8 de calificación, amabas mitades habían sido escritas por el pero la más brillante había sido la que escribió luego de conocer al de la misteriosa mirada Celeste.

Esos recuerdos llegaron a él y se fueron para reavivar ese interés que cada día crecía por el chiquillo que seguía caminando detrás de él y ahora que la rubia lo había lastimado tendría su oportunidad, aunque sabía que estaba mal y que se estaba portando como un egoísta, no dejaría pasar esta puerta que el destino le había abierto.

  

                                                                                         

   

 

                                                                      

 

Notas finales:

Que les parecio? , Espero sus opiniones y muchas muchas gracias por leer


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