Nada ganas deseando
Me encontraba estudiando y reflexionando sobre uno de los proyectos más importantes que estaba realizando para la universidad, cuando el molesto de Morinaga comenzó con sus porquerías, me besaba con pasión y como estábamos solos en el apartamento no creí que se detuviera, así que le dije –ahora no déjame en paz- y lo golpee en el estómago, cosa que lo enfrió de inmediato y se fue triste a su habitación, ese tonto me dejo con una sensación de angustia a razón de su rostro chantajista que suele ponerme para que lo perdone rápidamente, aaaah (suspire) pero un rato después, justo al anochecer el tipo volvía a molestarme
- ano.. sempai…-
-¿qué demonios quieres Morinaga?- le conteste con la voz más fastidiada que pude.
- Esta noche es lluvia de estrellas ¿puedes venir un poco conmigo a verlas?- me dijo con la voz más lastimera que pudo y el maldito hacía la cara más triste y tierna para convencerme, pero yo no estaba dispuesto a ceder.
-Vamos por favor, acompáñame aunque sea 15 minutos, anda ven… me siento muy solo, de verdad no te haré nada, únicamente quiero tu compañía- Seguro era una treta para besuquearme y hacerme caer, pero no pude evitar sentir que tenía razón, entonces acabe accediendo. –Esta bien pero serán 15 minutos y regresaré a estudiar-
Subimos a la azotea y ahí miraba mis ojos en vez de las estrellas.
-Idiota, no dijiste que querías ver las estrellas? Solo estás viéndome a mí- Le dije eso y enseguida me voltee retirándome velozmente, cuando sujeto mi brazo y me dijo:
- No te vayas, no han pasado ni 15 minutos, además no te he hecho nada malo- Gruñi un poco, no le dije nada y seguí mirando las estrellas. Volví a suspirar y le dije:
-ahhhh, Morinaga tengo mucho trabajo, por favor déjame ir ya- El muy tonto me contesto:
-Vamos sempai no te gusta mi compañía, ya casi acabas, ...¡mira!- Señaló al cielo y dijo: -una estrella fugaz, pide un deseo sempai-
Con un poco de ira por las tonterías que decía le contesté:
-Acaso somos niños, que no ves que las cosas que hago son más importantes que estar como un idiota pidiendo deseos que jamás se cumplirán? Si existiera algo como una deidad que cumpliera deseos lo único que pediría sería jamás haberme encontrado con un tonto como tú que me quita mi valioso tiempo- Me retiré simplemente e ignore la mirada triste de ese homo-baka. Así seguí estudiando sin ser interrumpido hasta que me gano el sueño.
En ese momento escuche un toquido y una voz que me sorprendió de pronto:
-Nisan, ¿no se te hace tarde para entregar tu informe?- Cuando desperté me sentí algo extraño, ya no estaba en mi habitación, ahora me encontraba en casa de Matsuda en la habitación que me correspondía ahí, -que extraño- exprese, no recuerdo haber estado aquí antes de dormir, ¡oh si! Debo apresurarme, mi informe, tengo que irme o el profesor no me lo recibirá. De prisa me vestí y baje las escaleras, sin pensar dos veces, salí sin siquiera despedirme con mis cosas en las manos, llegue apresuradamente a la escuela, de inmediato le entregue al profesor mi trabajo, el cual lo reviso y me marcó mis errores a corregir. Procedí a rectificarlos en el laboratorio y entregar el trabajo, una vez hecho esto pude respirar tranquilo y me percate que el tonto de Morinaga no habia llegado aún al laboratorio, aunque aún era temprano, ese idiota siempre llegaba antes. Seguí con el trabajo y unos minutos después llegó una mujer, un poco más bajita que yo tenía su cabello de color café claro, una sonrisa alegre, ojos idénticos a los de Morinaga y me veía con tranquilidad (la chica que imagino es el personaje de nana, para los que ya vieron ese anime o manga):
-Buenos días Sou-kun- me dijo la chica
-¿Sou-kun?- le pregunte con cara de asombro.
-¿Qué ocurre? Te ves raro- Me respondió, se aproximó hacia mí, en cuanto me toco senti una especie de dolor de cabeza, pude ver imagenes en donde veía como la conocí y supe que era mi ayudante Hikari, Sanada Hikari. Ella y yo teníamos una relación extraña, a pesar de que salimos para probar si teníamos química, nunca sentí nada por ella, ni ella por mí, de hecho recordé que en nuestras múltiples citas casi no nos besamos más que unas pocas veces y realmente la pasión fue algo que no tuvimos. Intente ver más de los recuerdos, a lo que entendí que ella y yo intentamos ir a la cama juntos sin hacer nada realmente. Los recuerdos eran variados y llegaban a mi cabeza en instantes.
-Permíteme un momento Hikari ya regreso- Corrí al baño para procesar los recuerdos que llegaban a mi cabeza, necesitaba analizarlos y encontrar el enlace con la realidad y tiempo.
Entonces lo vi todo en el orden correcto:
FLASH BACK
-Souichi-kun te presento a esta alumna destacada la cual será tu asistente su nombre es Sanada Hikari- Dijo el profesor Fukushima presentándome a la chica.
-Cuide de mí por favor sempai- Respondió Hikari. (descuiden Hikari definitivamente no es Morinaga en mujer, Mori si existe en esta realidad, ya aparecerá)
-Tatsumi Souichi- Conteste fríamente pues ya le había dicho al profesor que no necesitaba ayudantes, todos eran ineptos y solo complicaban las cosas para mí.
Hikari se volvió mi amiga a pesar de que me alejaba de ella, siempre muy sonriente, me contaba cosas personales, a pesar de que yo no le contaba nada sobre mi, hasta que un día me platicó como su estúpido novio la había engañado, cuando lo confronto se burló simplemente. Al verla tan deprimida la lleve a mi casa, conoció a Kanako y se volvieron amigas, desde ese momento comenzamos a salir, hasta que un día ella me dijo que nos volviéramos novios, yo accedí, porque notaba la preocpación de mi familia al verme sin novia. Mi padre me preguntaba cuando le presentaría una novia así que le comenté a ella, pues éramos buenos amigos, por esa razón se le ocurrió volvernos novios para ver que pasaba, de vez en cuando nos besábamos, salíamos a comer, me obligaba a llevarla al cine a ver películas tontas sentimentales, donde ella lloraba en las escenas de amor. La relación que teníamos era mas como una obligación que sentía, porque siempre creí que un día debía casarme y tener hijos, me imagine que ella pensaba igual hasta que decidimos ir a un hotel para dormir juntos. Al estar ahí nos besamos, a pesar de esa extraña sensación que sentía, llegamos a esto solo porque era normal hacerlo, no porque realmente lo deseara, ella se puso a llorar, fue cuando confeso que todavía no olvidaba a ese tipo que la engaño. Comentó advertía que yo tampoco deseaba hacerlo, fue de este modo que me preguntó si yo también estaba despechado por un antiguo amor, a lo que le conteste que jamás había amado, no sabía que era eso del amor, seguimos siendo amigos y novios falsos pero solo mientras encontrábamos alguien a quien amar realmente, nos haríamos compañía para no sentir que estábamos solos.
Simplemente nunca hubo química entre nosotros, era algo raro, me parecía amigable, bonita y era bastante eficiente como asistente igual que Morinaga.
-Mori…naga-
¿Qué ocurrió? Realmente no entiendo porque está pasando esto, sin duda Morinaga Tetsuhiro existió, existe, pero porque no tengo recuerdos que se vean reales sobre él. ¿Será efectivamente que ese deseo mío se cumplió? Pero cosas como los deseos no existen. Cuando era pequeño muchas veces deseaba que mi madre volviera de donde dijeron que se fue, ¿por qué jamás eso se cumplió? y algo absurdo como esto, está verdaderamente aconteciendo.
Recorde a esa persona que rechazaba; los recuerdos de él en mi vida existían, pero de cierta forma estaban bastante extraños, parecían parte de un libro que leí, como si no formaran parte de mi vida, no encajaba en la realidad, pero lo recordaba perfectamente. Me percate que realmente jamás lo conocí, puede que todo esto sea para bien, él debe estar feliz donde quiera que se encuentre, quizá tiene a alguien que le corresponde, sentí una punzada en mi pecho al pensar esa cosa absurda, yo quería ser el único para Morinaga, y no quería su amor, pero si lo necesitaba ¿era una parte importante de mi vida? No entiendo bien porque pienso eso, esto es lo mejor y punto.
Entonces recordé como fue cuando conocí a Morinaga Tetsuhiro y como movió algo dentro de mí que nadie pudo. (La siguiente parte es una versión de partes los mangas de Hinako Sensei, ya saben Challengers y Koi suru boukun, pero vista desde como yo imagine Tatsumi Souichi vio los hechos)
Estaba un día sentado leyendo en los jardines de la universidad, cuando un muchacho se acercó a mí a quitarme el tiempo preguntando por lo que estaba leyendo, que era una enciclopedia de venenos, extrañamente mencionó que él tenía el documental que me había perdido a causa de la descompostura de la televisión, muy amablemente se ofreció a que lo viéramos en su casa, después de terminar mis cosas en el laboratorio con el profesor asistente Miyoshi. El muy bastardo ese mismo día intentó violarme, para mi fortuna Morinaga me salvó. Con el paso del tiempo nos volvimos amigos, ya que él siempre estaba a mi lado hasta el cansancio, recuerdo aquella vez que me declaro sus sentimientos. Se encontraba enfermo. Cuando yo me dirigía a Tokio para separar a mi hermanito del pervertido de Kurokawa, acababa de confirmar mis sospechas de que ellos tenían algo. Cuando me disponía a salir, le entregue un papel de trámites sobre la maestría pues me dijeron que él había olvidado recogerlo, así que al dárselo, percibí la inseguridad sobre si seguiría en la universidad conmigo. Al principio pensé que era a razón de que abusaba, poniéndolo a trabajar desmedidamente, pero fue ahí cuando confeso que me amaba. Después de eso no podía dejar de pensar en eso, al hablar con mi hermano de su situación comprendí que yo debía llevar una relación de buenos amigos sin confundir amor y amistad. Debía olvidar el hecho de que se me había confesado, a pesar de que para olvidarlo me chantajeo con irse o pidió un beso para olvidar las cosas. Sin embargo, después de bastante tiempo, el inepto dejo una botella con afrodisiaco que por su culpa bebí y fue así como experimente lo que era tener sexo con un hombre. De ninguna forma podría aseverar que me gusto, pero tampoco podría negarlo. Ahora nada de esto tiene sentido, puesto que en absoluto acaeció, será mejor seguir adelante y fingir no recordar nada, él seguro se encuentra de maravilla sin un tirano como yo. De igual forma yo estoy muy bien sin él.
Tengo que dejar de pensar en ese idiota, me retire de nuevo al laboratorio para ver a Hikari trabajando en los experimentos.
-¿Ya te sientes mejor Sou-kun?- Me pregunto al verme llegar
-Desde luego, solo fue indigestión- Mentía para evitar contarle mi extraña y loca historia que ni yo mismo creía.
Durante el día, en el laboratorio estaba algo nervioso puesto que no tenía una idea existente en mi cabeza de cómo tratarla, si bien los recuerdos me explicaban las cosas, parecían diferentes el realizarlas.
Al finalizar el día de trabajo, ella me preguntó si quería salir a comer algo, cosa que acepte, no entendía muy bien que se sentía realmente salir con una chica y besarla, tenía recuerdos de nosotros como “pareja” pero no la sensación de realidad, como con los recuerdos con Morinaga que parecían cuentos, pero se sentían reales.
Fue así que salimos, Hikari entrelazó su mano a la mía, siendo algo muy raro, quería apartarla, pero pensé en esto como algo normal pues éramos novios, de manera que debía acostumbrarme. Mientras caminábamos mire su rostro sonriente y amigable, a lo que mi mente me jugo una broma poniendo a Morinaga en vez de ella, cuando esto ocurrió mi corazón salto de inmediato, sintiendo que mi cara se calentaba, solté su mano y escuche:
- ¿Qué ocurre? Hoy has estado muy pensativo, ¿seguro que te encuentras bien?-
-Disculpa claro que sí, es solo que pareciera que no soy yo mismo- No quería explicar mucho, pero de alguna forma tenía confianza con ella, liberando un poco los pensamientos que se encontraban rondando.
-Será mejor que dejemos, esto para otro día- Me dijo.
La acompañe a su casa y luego acabe llegando al departamento que compartía con el Homo-baka. Cuando caí en la cuenta de que yo no vivía ahí, recordé de nuevo a ese estúpido, necesito dejar de pensar en ti, debe ser la costumbre. Así que regrese a casa de la tía Matsuda.
-Onii-san, bienvenido- Me recibió mi hermanita Kanako.
-Tadaima (estoy en casa)- Respondí algo desganado.
-Pasa hermano pensé que saldrías con Hikari, de todas formas todavía hay bastante comida para que cenes. Volviste a pelear con ella ¿verdad? Hay hermano, simplemente eres un tonto, no entiendes a las chicas, me sorprende que sigas con alguien como ella y no te botara-
-No es nada parecido, ella y yo no tene….- Pensaba ella y yo no tenemos ese tipo de relación, pero en esta ocasión si era cierto, teníamos ese tipo de relación, Hikari era mujer y yo un hombre, ¿por qué sería malo? –Digo ella y yo no peleamos solo me siento algo cansado, cenaré y me voy a dormir, mañana será otro día-
Mi hermana tenía cara de no creerme, como todas esas veces que negaba la relación que tenía con el idiota, ¿relación? Solo éramos buenos amigos, le pedí que se quedara puesto que extrañaría su compañía, nunca pedí más. No de nuevo, que cosa sucede conmigo, todo está bien y punto.
Pasaban los días, y me metía más en mis investigaciones para distanciarme de mis trastornados recuerdos, seguro se debía a que requería tiempo para terminar la confusión, sobre este extraño suceso que cambió para bien mi destino. A pesar de eso, ella seguía insistiendo en salir, así que el fin de semana accedí pues no tenía nada que hacer. Para mi desgracia fuimos al cine a ver otra tonta película de amor, lo raro es que, aunque no lo pensé, de mis ojos comenzaron a salir lágrimas con la tonta historia, incluso ella tomo mi mano para calmarme.
El argumento de la película consistía en un hombre que por temor, no declara su amor, cuando al fin decide buscar a su amada descubre que había muerto y jamás la volvería a ver. Esa simple tontería desataba algo en mi pecho, una sensación de profunda depresión y tristeza.
Por supuesto que como ella era mi amiga notaba mi comportamiento extraño e insistía continuamente en preguntar porque me comportaba de esa forma con ella tan frío y alejado.