Baby Steps
El sonido del chisporroteo y zumbido se oyó, mientras la cámara se ajustó; las imágenes brillantes fueron un tanto borrosas, ya que el propietario del dispositivo trataba de enfocar la lente en la escena reproduciéndose frente de él.
“Yifan, no sé acerca de esto…” dijo una voz masculina que se entrelazó con la incertidumbre y la preocupación.
Llevó la vista de la cámara a un bebé de diez meses de edad, balanceándose en el sofá, con las piernas flexionando torpemente para intentar sostener un peso exterior. Junto a él había un hombre con el pelo teñido de rubio y barbilla fuerte, su larga mano en la parte baja de la espalda del niño, puesto allí para que no cayera.
El hombre, Yifan, miró hacía la cámara y rodó los ojos.
“Cariño, he conseguido esto—tienes que confiar en mí”, dijo con total naturalidad, antes de retirar la mano y arrastrándose hacia atrás en el suelo, casualmente sentado. “Este es el tiempo en el que se supone deben empezar a caminar, de todos modos”.
La filmación indica que la cámara rápidamente se volvió hacía donde estaba el bebé. Él miraba a su alrededor con curiosidad y tenía un puño cubierto de baba que metió a su boca. La otra mano y la mayor parte de su cuerpo todavía estaban contra la abrazadera del sofá, pero fue el niño pequeño que, finalmente, se coloca firme en sus diminutos pies.
“Sehun-ah…”
El bebé se volvió bruscamente hacia donde el sonido de su nombre proviene, ojos parpadeando y aparentemente disfrutando de la distancia entre él y su padre, que estaba sentado en el suelo. Yifan movió sus piernas ligeramente, y dio una sonrisa alentadora a su hijo, antes de mantener sus brazos hacía él. “¡Sehun-ah, ven a baba!”.
Sehun parecía estar divido entre ir hacia su padre, o permanecer cerca del sofá que le ofrecía algo sólido en que apoyarse.
Una vez más, la voz de la persona que maneja la cámara se filtró, “Yifan, si cae, te juro por Dios—“
La amenaza fue interrumpida por un grito, mientras Sehun dio un paso vacilante hacia su padre, una pequeña mano que se sostiene todavía desesperadamente en el sofá y los pies torpemente tratando de encontrar equilibrio.
“Junmyeon” Yifan susurró emocionado, “¡¿Puedes conseguir esto?!”
El hombre alto tenía una enorme sonrisa en su rostro y fue instando a su hijo a caminar hacia él con palabras tranquilizadoras; llamando un gentil Sehun-ah cada vez que el bebé parecía asustado.
Un pequeño sonido de asfixia fue escuchado y la filmación de la cámara perdió un poco de su firmeza, mientras Sehun dejó cuidadosamente de lado el sofá y comenzó ir hacía Yifan, cuyos ojos brillaban en lo que sólo podría ser clasificado como orgullo.
“¡Yifan!” la voz desde la cámara chillo. “Yifan, oh Dios mío, ¡él está caminando!”
El momento, sin embargo, se perdió.
En cuestión de segundos, Sehun volvió la cabeza a donde el chillido emocionado vino, sin darse cuenta de antemano que había otra persona en la habitación.
Quien sostuvo la camara captó la imagen de un feliz Sehun de ojos sonrientes tambaleándose hacía su appa, antes de que el bebé se diera cuenta de lo que estaba haciendo. Sehun dejó escapar un chillido sorprendido antes de caer de espaldas en su parte inferior, el pañal amortiguando la caída.
A pesar de no estar herido, el shock de caminar y fallar causó que el pequeño niño dejara escapar un pequeño gemido, sus pequeños puños apretados y los comienzos de las lágrimas brillando en sus ojos.
Sehun fue recogido por un Yifan riendo, ojos manteniendo la diversión y alegría. El padre sostenía a su hijo en su amplio pecho—un momento privado, pero la cámara no se apartó. Una suave risa se escuchó, antes de que Yifan alzara bruscamente la cabeza hacia Junmyeon y la cámara, cara volviéndose seria y cejas estrechándose
“¿Conseguiste todo eso?”