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Reminiscencia por RocketFran

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Notas del fanfic:

Este fic lo escribi hace mucho tiempo para Sweet Yukii , lo tenía guardado por ahi y decidi subirlo, ya que se esta promocionando la sub-unidad de VIXX.

Espero que les guste y lo disfruten. 

:D!

Miraba, como de costumbre, por la ventana del bus que lo llevaba a su hogar, como todos los días. La rutina nunca variaba, levantarse, ir a su trabajo, perder todo el día en ese aburrido lugar, tomar el autobús de vuelta a casa, comer algo, ver televisión, dormir. Siempre las misma acciones, como si todo fuera un déjà vu constante. A veces pensaba si algo pudiera ocurrir, aunque fuera lo más diminuto y efímero que pudiera suceder, pero que pudiera cambiar al menos un solo día de su vida.

Como todos los días, iba de pie en el vehículo, su trabajo terminaba en medio de la hora punta del transporte público, así que debía tener mucha suerte para poder tomar un asiento  en ese horario, y cuando lo hacía, para su mala suerte, siempre aparecía de la nada una embaraza o algún anciano a quien cederle su cómodo lugar.

Veía a la gente transitar por la calle al otro lado de la ventana, algunos parecían malhumorados, como el, otros reían, corrían, observaban vitrinas, tomaban un refresco o simplemente conversaban. Pero si tenía que elegir a quien le gustaba más observar, esos eran los estudiantes. Le recordaban su época estudiantil y lo fácil que era la vida en ese entonces, le recordaban a la única persona que había hecho su vida más liviana y energética. No es como si ahora fuera un cincuentón sin vida, no se era viejo a los veinticinco años. Cerró los ojos, tratando de recordar al menos aquella voz que lo hacía sonreír, sus recuerdos estaban demasiado difusos y siempre terminaba culpándose por no haberse esforzado más en conservar al menos esa voz.

-Taekwoon-  si, esa era su voz, así sonaba exactamente, bueno, parecía más adulta pero nunca se confundiría con eso. Un suave toque en su hombro, lo saco de su ensoñación e hizo que se girara. No podía creer lo que veía, como si fuera una reminiscencia. Estaba detrás de él, no había cambiado en nada, bueno si, se veía levemente más adulto, pero no mayor y definitivamente estaba más alto.

Su estilo era más extravagante que cuando eran jóvenes, su pelo era de color rojo y una forma de vestir bastante juvenil y a la moda, pero sin parecer menos adulto de lo que era. Le sonría suavemente, como lo recordaba y sintió unas ganas enormes de abrazarlo como lo hacía hace años.

-¿Pasa algo, Leo?, parece que vieras un fantasma, no nos hemos visto hace años pero no creo que sea para ponerse así- soltó una carcajada el menor. Taekwoon se sonrojo levemente al escuchar el apodo que usaba de niño.

-No, no pasa nada, es solo que no esperaba verte- respondió aun aturdido el mayor, como si se tratase de un sueño. Pero luego entendiendo que había sonado un poco frio. –Eh… me refiero a verte en un lugar como este-

-Ah, sí, tienes razón, un autobús tan lleno no es el mejor lugar para un reencuentro- dijo reflexivo el pelirrojo, el gesto de pensador que se formó en su rostro hizo sonreír a Leo. Después de todo, seguía siendo el infantil Wonsik que recordaba. – ¡Ya se, vamos a otro lugar!-

Taekwoon no se dio cuenta cuando estaba siendo jalado fuera del autobús, bajaron en una parada cualquiera en el centro de la ciudad. En su trayecto normal, nunca hubiera abandonado el camino a casa por darse un gusto, pero como en esta ocasión se había visto obligado a desviarse, tan solo se dejó llevar.

Miro un poco curioso al menor, que parecía buscar un lugar en específico, pero al parecer el crecimiento de la ciudad le estaba jugando en contra. Trato de seguir su mirada en la dirección que Wonsik miraba, entonces cayo en cuenta en lo que estaban buscando, un lugar al que solían ir a menudo de niños.

-El lugar que bus…- trato de ayudar Taekwoon, pero fue interrumpido.

-No me lo digas, aún recuerdo como llegar-  dijo Wonshik, tomando la mano del mayor y guiándolo. –La ciudad ha cambiado mucho, hay lugares que definitivamente antes no estaban-

Leo no dijo nada, solo se dejó hacer, se estaba preguntando algo que hace años había olvidado… ¿Por qué Wonsik se había marchado sin decir nada? Solo sabía que su amigo se marchó de un día para otro sin decirle nada, lo busco en su casa, les pregunto a todos sus amigos en común sin encontrar ni una respuesta y por mucho tiempo estuvo triste pensando en que tal vez el menor se había molestado con él. Pero ahora estaba ahí, sacándolo de su cómoda rutina y tomándolo de la mano, como si fueran niños nuevamente.

-Estas muy callado- dijo de la nada Wonsik, sin dejar de caminar.

-Lo siento, es que no me esperaba esto- se excusó el mayor, de manera amable.

-¿Siempre eres tan correcto?- pregunto con una sonrisa el menor. - ¿Y vistes así a menudo?-

Leo no comprendió la última pregunta, pero luego recordó que venía de su trabajo y andaba de traje.

-Bueno, venia del trabajo, debo verme formal- dijo divertido al ver la mirada de extrañeza del menor. – Y lamento que mi formalidad te incomode-

-No, no me incomoda, es solo que no estoy acostumbrado a que me hables así- dijo Wonsik, deteniéndose de repente. –Llegamos, te invito un helado-

Quedaron en que el menor se encargaría de comprar los helados, mientras el buscaba un lugar donde sentarse y escapar del calor de la tarde. Eligio una banca dentro de un parque que se encontraba frente a la heladería. Observo a las personas que transitaban por el lugar, sumergido en las preguntas que quería hacerle a Wonsik sobre su repentina aparición.  No solía ir mucho al parque, no tenía tiempo para esas cosas, así que aprovecho de cerrar los ojos, apartar las preguntas de su mente y disfrutar de la brisa primaveral que había a esa hora.

El menor llevaba unos segundos observando como Taekwoon permanecía con los ojos cerrados, aunque pareciera mentira, su reencuentro fue pura casualidad. Hacía mucho que no volvía a la ciudad, no tenía la esperanza de volver a ver a ninguno de sus amigos de la infancia. Pero por arte de magia o simplemente cosa del destino, cuando subió a ese bus atestado de gente a más no poder, no pudo evitar fijarse en un joven de tenida formal que observaba por la ventana del vehículo.  Definitivamente era Taekwoon, se veía mucho más adulto que antes, pero lo reconocería en cualquier lugar.

-Hey, Leo- lo llamo como solía hacerlo cuando eran pequeños y le unto un poco de helado en la nariz, sacándolo de su trance.

Taekwoon se sobre salto por el repentino cambio de temperatura en su nariz, causando una carcajada por parte de Wonsik.

-Lo siento, no era mi intención asustarte- dijo entre risas el menor. –Tu helado-

-Estúpido Ravi- dijo fingiendo enojo, mientras tomaba gentilmente su helado.

El menor se impresiono dejaban a un lado la labor de lamer su helado y observando al mayor, que al percatarse de los ojos contrarios se volteo a verlo.

-¿Por qué me miras de esa forma?- pregunto Leo, mirando algo extraño a Wonsik.

-Hace mucho que no me llamaban así- respondió Ravi, volviendo a tomar su helado. –Hace mucho-

-¿No usaban ese apodo tus nuevos amigos?-  Taekwoon no quería saber que el menor tenia nuevos amigos o cercanos que le hayan hecho olvidar lo que había pasado junto a los demás. No quería saber que alguien podía reemplazarlo a él.

-No, no solía hablar mucho con los demás, solo era Kim Wonsik en mi nuevo hogar- explico un poco serio. El pelirrojo era bastante hablador y bromista, así que a Leo le costaba creer que no hubiera hecho alguna amistad cercana, pero… ¿A dónde había ido? ¿Por qué se fue? Se preguntó mentalmente. Observo como el menor parecía entretenido con su helado, hasta que Ravi se percató de la mirada del mayor.

-¿Dónde estuviste todo este tiempo, Wonsik?- dejo escapar la pregunta, sus emociones le había ganado y sin poder evitarlo, había pensado en voz alta. Ravi se giró a mirarlo, sorprendido por la pregunta tan directa y sin previo aviso. Sabía que tendría que explicarlo en algún momento.

-Leo, yo… ¿sabes? Lo siento mucho- dijo el menor bajando la vista.

-No te estoy pidiendo que te disculpes, solo dime donde estuviste todo este tiempo- reprocho el mayor, el menor lo miro encontrándose con la cara de molestia de Leo, pero el mayor no estaba molesto, más bien estaba ansioso por lo que el pelirrojo le diría. -¿Por qué te fuiste?-

Ravi guardo silencio por un momento, tratando de ordenar su mente y poder empezar del principio. –No fue algo que yo deseara, fue tan sorpresa para mí, como lo fue para todos, como lo fue para ti. Ni siquiera me quería ir, era feliz aquí, con los chicos, el instituto, mi vida normal. Pero como sabes, mis padres se había separado hasta hace un tiempo, mi madre tenía la custodia de mis hermanos y mía, mientras el proceso judicial terminaba. A fin de cuentas, mi padre termino ganando, no sabemos cómo, siempre pensamos que compro al fiscal, pero tenía todos los papeles judiciales para llevarnos con él y eso fue lo que hizo. Un día, sin previo aviso, una mañana mejor dicho, mi padre llego con todos sus derechos y nos tuvimos que ir con él, no sabíamos a dónde íbamos, no entendíamos porque nos íbamos y no nos dio tiempo para explicarles lo que pasaba, para decirles adiós.-

Taekwoon vio la tristeza en el rostro del menor y la culpa que sentía, pero en parte se sintió aliviado de que todo había sido por fuerza mayor, de que de haber sido por Wonsik, nunca se hubiera ido y que al menos regreso. Podría reprocharle todos los años sin saber de él, ni una sola llamada, ni un solo mensaje, pero la culpa en el rostro de Ravi no se lo permitió. Se levantó y se puso frente al menor, este levanto la vista confundido por la acción del mayor.

-¿Leo?- pregunto el pelirrojo un poco preocupado. Taekwoon acaricio suavemente el cabello de Wonsik con ambas manos y luego apoyo la cabeza del menor en su pecho, en un abrazo reconfortante, queriendo decirle con ese abrazo, que ya no importaba lo que había pasado. Ravi comprendió el mensaje y pasó sus brazos por la cintura del mayor, correspondiendo el abrazo y acomodando su cabeza en el pecho del pelinegro. Se quedaron así unos minutos, disfrutando el anhelado contacto hasta que cayeron en cuenta que ya estaba anocheciendo y se separaron.

-Bueno, creo que es hora de irse- dijo el pelirrojo, poniéndose de pie. -¿Quieres que te acompañe a casa?-

-Hmm, si tú quieres- respondió indiferente el mayor. Wonsik sonrió al ver la típica reacción de Leo.

-Me agrada ver que sigues siendo el mismo después de todo, Taekwoon- dijo Ravi mirando de reojo al mayor. –Espero que cuando vuelva sigas siendo así-

-¿Te vas a ir de nuevo?- pregunto inmediatamente el pelinegro, con un notorio tono de preocupación que no pudo ocultar.

Ravi se acercó rápidamente y rozo suavemente sus labios con los del mayor. –Era broma, al parecer me extrañaste mucho, Leo- Susurro sensualmente.

A Taekwoon lo tomo por sorpresa la acción del menor, lo golpeo suavemente en las costillas, para que Wonsik no viera su sonrojado rostro.

-Wow- exclamo el pelirrojo, soltando una risa divertida por la reacción del mayor. –Por cierto, Leo, ¿Cómo están los chicos?-

Caminaron cruzando el parque, hablando de trivialidades y de todo lo que había pasado en todos esos años que no estuvieron juntos. Taekwoon estaba feliz, después de tanto tiempo podía escuchar aquella voz que alegraba sus días de adolescencia y supo que no volvería a sentirse tan cansado, sus días dejarían de ser rutinarios. Una sonrisa inconsciente  se formó en su rostro al pensar en lo feliz que se encontraba, porque sabía que no dejaría ir nunca más a Wonsik.

Notas finales:

Bueno, espero que les haya gustado, si tienen la amabilidad de dejar un review, estaria muy agradecida, si no, bueno l@s entiendo porque yo tampoco suelo dejarlos jajaja a menos que me lo pidan.

Gracias por leer!!


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