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Solo 3 días por Mogurini

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huuuu, vieron a alguien peor que yo para los resumenes?
me inspire tanto en hacerlo tan extendido,
toda mi pasion en cada palabra....en fin!

espero disfruten la idea que tuve
y me digan que les parecio!

 

o0o0o0o0o0o0o0

 

 

-         No te atrevas!

 

-         Genesis, creo que será para la próxima vez. Lo lamento…

 

 

-         A este paso no abra una próxima oportunidad! Si no llegas en tres días a casa se cerrara la bollería de Genesis! – era una clara advertencia, no tendría sexo a menos que lo compensara bien y lo hizo notar en un sutil cruce de piernas y brazos traspuestos, estaba indignado.

 

-         ….-sabía que marcharse iba a ser el comienzo de varios altercados pero no tenia de otra, lo habían llamado de urgencia por Wutai, debía arreglar un asunto sustancial y los altos mandos no tendrían en consideración que su dulce pareja estuviera horriblemente furioso, bueno quizá si explicaba que eso podría desencadenar un incendio en los pisos de soldado lo considerarían pero no era oportuno – prometo llegar en tres días, quizá en la madrugada – arreglaba sus ropas, apretando el arnés contra su fuerte pecho y el cinturón de su pantalón, debía partir en media hora, adiós a la pequeña cena en la cocina, lamentaba rechazar la comida del pelirrojo pero estaba de manos atadas.

 

 

-         Por qué no te niegas? Sephiroth…-hizo un chasquido con su lengua, estaba verdaderamente enojado y deprimido, iba a ser su primera cena juntos como familia en varias semanas, se lo había prometido a Hope, pero al parecer solo sería otra simple noche de dos como siempre – si veo esa mirada en su carita de nuevo… –ambos lo sabían, el niño perdería toda la alegría que había adquirido al paso del día.

 

El general se detuvo en sus movimientos, era doloroso, tendría que ir a despedirse del pequeño y ver esos ojos tristes, amenazando con llorar, siempre se preocupaba  en cada una de sus misiones, el niño era demasiado inmaduro aun para pedirle que se acostumbrara a esa vida a la cual estaba tan habituado, siempre al peligro de no volver aun por sorprendente que el mundo creyera, el peliplata era vulnerable a la muerte como cualquier ser humano. Siempre buscaba llamar cada noche independiente de que parte del mapa se encontrara para darle una noche tranquila de descanso al niño antes de que Génesis lo acostara o a la persona que estuviera a su cuidado, buscando al menos que se diera cuenta cuán importante era para él, en el fondo desearía ser un padre más presente, después de todo el no había tenido nunca una familia, pero siempre la había idealizado fervientemente y se esforzaba por ser bueno para la suya.

 

Génesis se había quedado en silencio, cada uno en sus pensamientos hasta que se giró a ver al menor, había estado a punto de colocarse su chaqueta negra y salir a toda prisa como siempre y ahora…parecía una estatua dándole la espalda, viendo el largo cabello caer por su espalda. Sabía lo que ocurría.

 

No resistía verlo así. Ese idiota.

 

-         Con suerte y la comida le gusta…ira a la cama rápido esta noche tal vez -se levantó, dejando sus manos en su espalda, un beso suave se posó entre sus omoplatos – se dormirá y mañana quizá llevarlo al parque, no se dará cuenta para cuando vuelvas – susurro – todo estará bien.

 

-         Realmente lo crees?...-no quiso girarse, solo disfrutar de esos pequeños cariños en silencio.

 

 

-         Siempre puedo leerle Loveless hasta que no resista más.

 

El ultimo comentario había sacado una sonrisa del más alto, daba gracias a Shiva que su hijo no había salido adicto a la poesía, de hecho no aguantaba el libro favorito de su madre y muchos más, pero para las historias variopintas de su tío Zack era todo oídos.

 

- Piensas demasiado…- guio al peliplata hasta sentarlo en la cama, ayudándose de una cinta negra para amarrar suave esos largos cabellos en una coleta, adoraba poder peinar esas finas hebras de plata, lo hacía con cuidado para dejarlo bien presentable, hacía dos años que tenía la costumbre de llevarlo de esa manera.

 

- Y si llega a enojarse conmigo?

 

- Siempre puedes tratar con regalarle algo, apenas tiene 4 años, no se enojara de por vida contigo.

 

-…supongo que tienes razón – de alguna manera siempre la tenía.

 

0o0o0o0o0o0

 

- Y Seph se fue…Hope como lo tomo?

 

- Cómo crees?

 

Angeal miro a su lado, Genesis tenía una cara de cansancio terrible como si no hubiera dormido por los últimos dos días, quizá era así. Sephiroth se había ido de misión y el moreno apenas volvía de la suya, había estado dos meses y aun tenia algunas heridas que curar, pero apenas pudo escaparse de los médicos había ido a ver a su adorable sobrinito y solo encontrar que todo era un pequeño desastre, el niño no estaba para nada feliz, esta vez no había optado por ponerse triste y llorar como otras ocasiones, apenas supo de la noticia y despedir a su padre había hecho el berrinche más grande del mundo.

 

-         Por qué no tratas de dormir y yo cuido del pequeño por ti? Te ves fatigado – acaricio sus cabellos, lo adoraba como nadie, habían vivido una vida juntos, no resistía verlo tan mal, ni siquiera en su peor misión había demostrado tal grato de cansancio.

 

-         No puedo…debo hablar con él, aun si no quiere, soy su madre…debe escucharme o algo – frunció el ceño, restregando uno de sus ojos, buscando aguantar un profundo bostezo.

 

 

-         Te escucha, pero no quiere entender…solo lo extraña demasiado.

 

 

-         Ahg – se tensó momentáneamente, la paciencia no era su fuerte pero hacia uso de toda la fuerza que le quedaba para controlarse, no podía gritarle a esa carita, aun si lo volviera loco- este niño acabara conmigo -Podía con casi todo en el mundo, contra una horrible degradación, contra un Sephiroth enojado, podía cargar colina arriba al gigante de Angeal sin sudar pero Hope estaba destruyendo sus nervios con total profesionalismo.

 

 

-         …Gen, ya olvidaste como eras a esa edad?

 

 

-         De que hablas?

 

 

-         Es igual a ti – lo acuso con la mirada – claro que tu tenías 6 años pero solo te potenciabas.

 

-         Estas mintiendo, jamás hice un berrinche así, Angeal.

 

 

-         Claro que sí.

 

-         Hope tiro todas las cosas que encontró por la casa, se puso a gritar en el comedor de SOLDADO porque no había nada que le gustara, fue grosero con todo el mundo! Mordió a alguien! Angeal, mordió a un chico! – grito bajito, histérico, no era fácil el mundo de la paternidad, menos cuando debía vigilar con ojo especial a un tierno peliplata encabronado, había mordido a un cadete cuando le había comentado su mal rostro, era imposible. Había sido todo un espectáculo ver al comandante de Shinra tomando al niño entre sus brazos y buscar separarlo, era como una piraña con dientes letalmente pequeños.

 

 

-         Y tu hiciste implosión en mitad de un salón de clases porque nos iban a dejar en aulas separadas – después de eso, que el niño hiciera algo peor que su madre lo veía improbable.

 

-         …pero, esto es peor! Además fue solo una vez!

 

 

-         Claro, luego vino mi madre y los tuyos buscando hacerte entrar en razón al igual que el director, gritaste hasta que tu cara se puso roja – aplasto su nariz con un dedo, no podía engañarlo, había sido impresionante, un dulce pelirrojo con un temperamento horrible, siempre había sido completamente consentido, quitarle a su mejor amigo era suficiente para montar una rebelión.

 

-         Tks! – se sonrojo, ahora que recordaba – solo no quería que nos separaran…eras un antisocial de primera, que hubieras hecho? – miro a otro lado.

 

 

-         Quizá si no lo hubieras hecho, pude ser yo, las clases serían muy aburridas sin ti – sonrió, mirando fijamente la espalda del pelirrojo, siempre tan reservado para decir lo más obvio – Lazard me pidió que viniera a hablar contigo, que dejes de mandar correos de amenaza y/o critica en su contra – trato de no reírse, es como si el tiempo no pasara para ellos dos, Genesis seguía siendo el mismo en el fondo de su corazón.

 

-         Es inhumano que te dejen en una misión tanto tiempo, demándame por eso – se tensó, ese maldito rubio, siempre confesando todo, que no había una política de confidencialidad? Aun si habían pasado 20 años seguiría peleando por lo que más quería en ese mundo, Angeal era importante desde que podía recordar, claro que había hecho cosas vergonzosas por mantenerlo a su lado, Angeal solo estaba recordando un caso en especial, él sabía que había hecho mucho más que eso, mil veces peor, siempre había sido muy apasionado, no podía evitarlo.

 

 

-          Demandarte? No, tengo planes mucho mejores – se acercó despacio por detrás, sigiloso como un gato antes de abrazarlo y levantarlo por unos instantes del piso, era bastante ligero para el hombre musculoso.

 

-         Ah! Bájame! Ahora! – pataleo a su alrededor, que pasaba si alguien los veía haciendo el tonto? Tenían una imagen! – Hewley bájame ahora.

 

 

-         Sigues siendo un niño en el fondo – Angeal sentía ese llamado en su instinto, su propio cuerpo le avisaba que era buen momento de ponerse a correr apenas soltara al pelirrojo, pero aun así no resistió la tentación, su amigo siempre había sido más delicado y refinado en ciertos sentidos a pesar de ser un chico de campo, siempre priorizando la imagen y limpieza antes de correr descalzos por la tierra, por eso lo siguiente era un auténtico suicidio – te ves mejor así – tomo los rojizos cabellos antes de enmarañarlos por completo como le dio la gana, ahora que tenía el cabello un poco más largo pudo hacer un perfecto desastre, erizado como un gatito.

 

-         …estas muerto! – su mirada fue de muerte absoluta.

 

O0o0o0o0o0o

 

Definitivamente entre Hope y Angeal acabarían con el, luego de estar toda una tarde corriendo tras el niño para que no se metiera en travesuras y de contenerlo en cada pequeña huida que protagonizaba por los pasillos del edificio tuvo que aguantar las risitas bajas del moreno y posteriormente una salida a su oficina, tenía un gran montón de pilas a su alrededor pero no podía trabajar estando con ellos, menos cuando cierto niño en un ataque completamente irracional había tirado todo lo que pudo al suelo…sintió algo quebrarse en su mente, su paciencia quizá que había lanzado la toalla antes de marcharse definitivamente.

 

-         Hope! – grito en un tono realmente enfadado, como se le había ocurrido hacer algo así? – esto no es un juego!

 

-         Claro que no! – grito de vuelta en un tono infantil y desobediente, en un puro acto de madures pura saco la lengua antes de correr hasta donde se encontraba su tío, utilizándolo de escudo.

 

-         Hope eso no se hace – el moreno no entendía porque estaba tan enojado, eso ya era extraño en el, usualmente era tan tranquilo.

 

-         Sácalo de aquí por favor Angeal…– se cruzó de brazos.

 

-         no quiero!

 

-         no me importa si quieres o no, has sido un niño muy malo hoy! – lo apunto, eso ya no lo aguantaría – tienes que aprender a escucharme.

 

-         No quiero! Quiero a papá!

 

-         Papá está de viaje, estás conmigo ahora!

 

-         No quiero!

 

-         No me interesa! – se erizo, estaba discutiendo con un niño y más encima ni siquiera estaba ganando, solo había una manera de parar todo eso – estas castigado!

 

-         No puedes castigarme, yo te castigo! – aun a su edad le costaban algunas palabras pero para los adultos era fácilmente entendible.

 

-         Grrr….-frunció el ceño, en que minuto el niño se había hecho tan bueno para responder y llevar la contra en todo? – Angeal, puedes? – capturo al pequeño antes de que pudiera correr, alzándolo con dificultades por como pateaba y gruñía como un gatito, estaba imposible ese día, jamás había sido así – auch! – miro su brazo y una pequeña marca roja, lo había mordido! Y parecía querer intentarlo de nuevo, no le quedo de otra que envolverlo en su chaqueta como si hubiera capturado a su presa, escuchándolo aun hacer ruidos bien molestos, definitivamente…necesitaba ayuda, Sephiroth tardaría – solo llévalo a casa, estaré allí en un minuto…- lo dejo en brazos de su amigo, a él no le aria el mismo escándalo.

 

-         Ya entendí, ya entendí….ah, Hope, vamos a casa si? – el ambiente no podía estar más tenso, eran dos pares de ojitos buscando ganarle al otro y el…inevitablemente había quedado en medio, debía consolar al niño y así génesis tuviera algunos minutos para relajarse, jamás los había visto discutir de aquella manera. Destapo suave la carita del niño, podía ver dolor en esos ojos, eso no podía estar peor.

 

-         Te odio! – se giró hacia el pelirrojo, a sus ojos era el culpable de todo lo malo que sentía en el pecho, toda esa molestia, rabia y malestar era provocado por el, repitiendo las palabras una y otra vez a ver si le hacía sentir mejor, no quería estar con el en ese minuto.

 

-         …dale de comer, si? – le abrió la puerta al moreno, ignorando la mirada sorprendida del moreno o la del niño, solo los dejo marchar y cerrar tras ellos, dejando escapar una bocanada de aire que no se había percatado antes que guardaba su pecho.

 

Lo odiaba? Jamás creyó que unas palabras del infante dolerían tanto, solo estaba enojado…pero aun si pensaba una y otra vez que había sido un simple arranque de ira no lograba menguar la ansiedad que le provocaba, el niño lo odiaba y no quería estar con él, quería a su padre en vez de a él.

 

Tomo suave su cabeza, el dolor de cabeza se iba haciendo aun peor y de solo mirar el piso de su oficina regado con cientos de papeles hacia todo aun peor, debía hacerse cargo de todo antes de tener que ir a casa y encarar a hope. No había sido correcto de su parte gritarle al niño aun si lo estaba volviendo loco, era su madre y debía actuar como tal.

 

O0o0o0o0o0o0

 

De vuelta al departamento habían pasado un par de horas en silencio hasta que el moreno se había puesto a hacer la cena para los tres, Genesis aún no llegaba y sabía que no tardaría mucho en llegar, le preocupaba en el fondo como estuviera, era su amigo y sobre todo, el sabia lo estresante que era el papeleo sumado a tener que cuidar del niño y los cadetes a su mando. Era mucha carga encima, el pelirrojo nunca había sido bueno al agobiarse. Era quejoso y un brabucón de primera, pero desde que había llegado el niño, todo había tomado una relativa calma.

 

 

Años atrás Genesis hubiera asesinado al padre del niño y acabado con el mismo mundo si supiera de su estado, de hecho mientras lo esperaba había manifestado más de una vez su molestia por el peso extra y que tuviera molestia a ciertos alimentos que antes adoraba tanto, la falta de misiones o la sobreprotección, había sido complicado tanto para Sephiroth como para el lidiar con un pequeño dragón que era lo que se había convertido, a ratos demasiado emocional, mas alterado que de costumbre si es que se podía ser. Pero al final todo había tomado un cambio drástico.

 

Aun para Angeal que adoraba al chico con el alma, sabía que no contaba con un instinto para con la criatura, de hecho había temido que lo rechazara o fuera brusco con el, para sorpresa de todos había actuado con total profesionalismo, cargando a el niño y siempre con delicadeza para cada una de sus acciones, toda su paciencia y fuerzas habían sido dedicadas a el. Genesis era una amante del buen dormir y poco había importado pasar noches en vela para que el bebé estuviera bien y tranquilo, podía decir abiertamente que nunca lo había visto tan dedicado y…feliz. Hope conocía un génesis totalmente distinto a la realidad, pero aun así en ese minuto no le era suficiente.

 

Salió despacio de la cocina para ver al niño en el salón entre sus juguetes, sentado en la alfombra con un montón de peluches a su alrededor, cada uno de distintas zonas del mapa, el niño contaba con Zack y Cloud como tíos, siempre habían tenido un gran gusto por las cosas infantiles y parecían coordinar perfectamente con los gustos del niño, pero aun con una gran colección de entretenimiento ilimitado, solo lo veía ahí, sentado…con sus ojos fijos en el piso abrazando a un juguete en particular.

 

-         Que te gustaría de comer? – se acercó despacio, sentándose a su lado en la alfombra, mirando desinteresadamente la ventana, comenzaba a llover como muchas veces en Midgar – podría hacer mi especial, pastel de Banora – sonrió, sabía que era uno de sus platillos preferidos, buscaba al menos sacarle una sonrisa.

 

-         No tengo hambre…

 

 

-         Mh, quizá podríamos hornear algo diferente – la pequeña cabeza peliplata negó enseguida la opción, no pensaba moverse de ahí por ningún motivo - …Papá ya vendrá cariño, sabes que siempre vuelve.

 

-         Pero siempre se va.

 

-         No lo hace por que quiera, tiene trabajo.

 

-         Prometió estar aquí! – lo ataco con una intensa mirada, era una promesa rota – el miente.

 

-         Papá no mintió – acaricio sus cabellos, poco a poco colocándole un gorro cercano a sus cabellos, comenzaba a hacer frio, sería mejor abrigarlo bien – solo hace lo que debe igual que tu madre – susurro, tomándolo en sus brazos para ir a la habitación y buscar ropas adecuadas – no estuvo bien lo que paso, debes pedirle disculpas.

 

-         Pero el empezó!

 

-         De verdad?...-hizo una expresión de sorpresa – y que hizo?

 

-         El….hizo eso – frunció el ceño- eso que hace.

 

-         El qué?

 

-         El sabe!

 

Angeal sonrió de lado, a esa edad ni ellos entendían que les pasaba, les costaba aprender de sus mismas emociones y uno debía ayudarlo a comprender despacio la diferencia entre tener pena o frustración, darle tiempo y dedicación.

 

- Bueno, podrías hablar con el lo que hizo y decirle porque está mal, eso pudo haberlo herido también.

- Herido?

- Por supuesto que si…es como si tío Zack le diga a papá que lo odia, eso no estaría bien.

- Y por qué tío Zack odiaría a papá?

- No lo sé…quizá porque igual que tú, papi hizo algo malo y a tío Zack no le gusta…pero igual le dolerá oír algo tan feo verdad? – el niño enseguida se había desinflado como un globito, seguía enfadado pero hasta él podía entender que le había hecho daño al pelirrojo. Lo observo dar un dulce bostezo, quizá preferiría comer luego – es hora de dormir un poco, mami llegara pronto.

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Caminaba de vuelta a su hogar en un paso casi de zombi, había tenido que trabajar a la velocidad de la luz y gritarle a un montón de cadetes para que llevaran los papeles correspondientes a los lugares que debían, era su trabajo pero apenas podía respirar como para estar de un piso a otro entregando documentos como un desquiciado, ese tipo de días destruían a cualquiera, masajeo uno de sus hombros a tiempo que pasaba su tarjeta de acceso y se deshacía de las pesadas botas de combate a un lado para llegar al salón.

 

Enseguida el cálido ambiente lo recibió al igual que el dulce aroma de un pastel horneándose en la cocina, sonrió inevitablemente mientras se giraba hacia el moreno, había hecho algo que merecía hacer terminar ese día como todo un éxito.

 

- Mucho trabajo?

 

- Nada fuera de lo común…es lo que creo que es? – se asomó por su hombro buscando curiosear un poco sobre lo que pronto estaría en la mesa.

 

- Ah, no, tranquilo – tomo a su amigo antes de que pudiera llegar a su objetivo – estará en un segundo – tuvo que hacer mil movimientos para detener las escurridizas manos que trataban de tomar un bocado, debía venir realmente hambriento.

 

- No me vale un segundo, lo quiero ahora – ronroneo, abrazándose a uno de esos fuertes brazos, solo en la intimidad se permitía ser algo más de piel con su amigo – si tan solo a Seph le gustaran las manzanas de Banora.

 

- Aun no entiendo porque las aborrece.

 

- Dice que no es normal que una manzana tenga un color azul y teme ser envenado por su horrible sabor – rodo los ojos por el techo, Sephiroth podía llegar a ser tan inteligente e ingenuo como el peor de todos ellos, siempre tenía una respuesta impredecible para todo.

 

- Cuando le dirás que todo lo que cocinas contiene manzanas?

 

- El día en que me aburra o lo sospeche – sonrió con travesura, el peliplata no podía esperar a que cocinara algo sin su ingrediente especial – como esta Hope?

 

- Tenia sueño y lo deje descansar en lo que llegabas…estas bien? – acaricio su espalda y su mejilla, se veía exhausto.

 

- Si, no te preocupes…cuando la guerra de las bestias traiga el fin del mundo, la diosa desciende de los cielos…ella nos guía hacia la felicidad, su regalo eterno  – hizo una inclinación elegante mientras se alejaba del moreno, siempre aludiendo a su libro favorito – iré a verlo – sonrió.

 

- Jeje sabes que lo odia cierto?

 

- Algún día se acostumbrara – ronroneo antes de salir.

 

Entro a la habitación del niño, este aun descansaba como un angelito en su cama, siempre era bastante desordenado para dormir, las mantas estaban más debajo de su cintura y sus brazos extendidos a cada lado al igual que su camiseta se levantaba para dejar a la vista un vientre de piel clara igual a la suya.

 

-Hope – llamo bajito pero no consiguió más que un dulce gruñido.

 

No lo resistió, aun si le resultaba cruel sacarlo de su pequeño descanso, lo envolvió suave en una manta antes de traerlo a su pecho, dejando que los pequeños brazos se afirmaran a su cuello por inercia, caminando de nuevo al salón, sabía que se molestaría más si no le avisaba que había una tarta esperándolo.

 

-         Se van a reconciliar? No más guerra?

 

-         Claro que no, todos tienen desacuerdos Hewley.

 

-         No me llames por mi apellido – sonrió, no resistiendo la imagen de madre e hijo, sacando rápidamente su móvil para tomar una instantánea del momento.

 

-         Oye.

 

-         Qué? no lo resistí.

 

-         Eso no es honorable – se acercó a pellizcar una de sus brazos, siempre con sus fotografías a todos lados, comenzaba a arrepentirse al ser el primero que le había regalado su primera cámara, desde ese momento el infierno se había desatado para él.

 

-         Quizá…no soy 100% honorable – sonrió, alejándose un segundo del pelirrojo.

 

Cof.

 

- …Que…que fue eso? – enseguida se puso en alerta.

 

- Solo es una tos, quizá algo le molesta en el aire.

 

- No lo creo, algo le pasa.

 

- Genesis…-negó con su cabeza – vas a ser de esos padres que a la primera alarma se ponen histéricos?

 

Solo había sido una pequeña tos y como el niño se encogía en su lugar, no debía ser nada grave, Hope jamás se enfermaba, apenas habían sido contadas con los dedos de una mano, siempre tan sano.

 

Cof. Cof.

 

-         …-el silencio se puso entre los dos mientras más toces se escuchaban muy bajito.

 

Génesis trago grueso.

 

Angeal no podía pestañear.

 

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A las 11 de la noche en el hospital de Midgar el ambiente estaba bastante tranquilo con el ir y venir de especialistas de un lugar a otro, los pacientes sentados pacientemente por su turno y algunos parientes esperando noticias resignadamente, algunos ancianos en silla de ruedas y el común ruido de teléfonos y pequeñas conversaciones entre los doctores por los pasillos, parecía ser otro día común en la ciudad.

 

Hasta que…

 

-         Salgan de mi camino! – poco le había importado a ambos individuos abrir las puertas de golpe y de paso asustar a mitad del personal a su alrededor, el comandante no tenía ningún tipo de tacto en empujar a quien se pusiera a su alrededor antes de sostener firme y cuidadoso al bultito entre sus brazos.

 

-         Necesitamos ayuda!

 

-         Muévete inútil! – gruño empujando a un último pobre hombres antes de llegar a la recepción en que una asustada mujer los miraba perplejos.

 

-         S-si?

 

-necesitamos al mejor médico que tenga disponible! – el pelirrojo fue el primero en ponerse a hablar atropelladamente, buscando recuperar el aire.

 

-         E-está bien, pero deberá esperar y llenar algunos papeles – señalo a una pila puesta específicamente para quien llegara en orden.

 

-         No me joda señorita! – tiro los papeles a un lado sin reparo alguno mientras golpeaba la madera de la mesa con su puño, exigiendo rapidez – esto es grave!

 

-         Lo lamento, pero todos están también esperando aquí…-la mujer busco no bloquearse del miedo, mirando al pelirrojo, se le hacía un tanto familiar.

 

-         Gen…-la mirada de odio mortal en esos hermosos ojos era histórica.

 

-         O me atiende pronto o are de su vida un infierno…

 

-         Gen!

 

-         Tú no me hables!

 

-         Quizá deberías calmarte un poco – tenía el leve presentimiento de que génesis saltaría la recepción solo para estrangular a alguien.

 

-         Me ayudara o no? – se escucharon unas insistentes toces acompañadas de su voz, mirando nuevamente a la manta y pronto la mujer entendió a que venía todo ese escándalo. En cosa de segundos un hombre se había acercado rápidamente a la pareja.

 

-         Que pasa aquí? – miro a la recepcionista antes de poder prestar atención al niño, las mantas habían sido sacadas y las mejillas y su nariz se mantenían con un intenso color rosa y la respiración agitada – por aquí – se apresuró a llamar pronto a más ayuda, todo el mundo moviéndose rápidamente mientras el peliplata era llevado apresuradamente por los pasillos. El pelirrojo a paso apresurado hasta dejarlo en una camilla y retirar despacio sus ropas.

 

-----------

 

Llamaba y llamaba hace más de una hora, intentos que se habían visto frustrados aun si había ido a distintos lugares en busca de que la señal sirviera perfectamente, no tenía ninguna señal de él, al principio creyó en la absurda idea de que se había descompuesto, pero el pitido en la otra línea persistía, era simplemente que no quería contestar, a saber si seguiría tan enojado con el como el día que se había marchado. O a saber si había ocurrido algo, lo veía poco probable.

 

-         Genesis…

 

Comenzaba a dudar.

 

Lo intento una vez más, llevaba todo el día sin ningún mensaje o señal de que estaría haciendo su pareja o su hijo y ya era bastante tarde, se embarcaría de regreso en ese mismo instante y había pedido unos minutos para poder hablar con el niño que lo esperaba en casa, avisarle de su regreso y estar tranquilo sabiendo que él estaba a salvo y no siguiera disgustado. Decirle al menos sus acostumbradas buenas noches, quizá a veces lo hacía más por el que por Hope, quedaba con la conciencia tranquila para poder concentrarse en su trabajo, pero ahora…

 

Había dejado de intentar llamar a génesis para pasar al siguiente numero en su lista, Angeal respondía aunque fueran las 5 de la mañana todo el tiempo, en sus antiguos tiempos cuando aún vivían los tres más de una vez les había arruinado una perfecta noche de descanso por alguna emergencia o travesura que Zack quisiera contarle, jamás respetaba horarios. Pero aun ahora…tampoco  contestaba.

 

-         Tks - Tuvo el instinto de tirar sus cabellos un segundo antes de hacer un último esfuerzo, ya algunos tripulantes le avisaban que no podían seguir esperando mas, pero apenas comenzara el viaje y entrara al helicóptero la señal se perdería por completo – un segundo! – mostro la señal en su mano antes de volver a darle la espalda, Zack ya era su última salvación o comenzaría a entrar en un ataque de nervios.

 

-         Zack Fair al teléfono!

 

Al fin! Respiro nuevamente al escuchar alguna voz familiar, ordenando rápidamente sus ideas.

 

-         Zack, es Sephiroth, sabes algo de Genesis o Angeal? Ninguno contesta el teléfono.

 

-         Ho claro, te pasare con ellos en un minuto, aun no me dan permiso para moverme de recuperación, trata de convencer a Cloudy por mi – no tenía que verlo para saber que estaba sonriendo como siempre antes de que el teléfono fuera cambiado de lugar…espera, recuperación?

 

 

-         Hola? Es Cloud Strife – la voz confundida y tímida de siempre.

 

-         Cloud, es Sephiroth…que hace Zack en recuperación?

 

 

-         …he, se…s-se golpeó en un entrenamiento.

 

-         Un golpe? – un simple golpe tenia a un soldado en recuperación? – que fue? Un mazo? – porque no dudaba de que pudiera ser algo así, Zack era una caja de sorpresas.

 

 

-         A-algo así…fue un golpe muy fuerte pero n-no te preocupes, que ocurre? Algo importante? – busco desviar el tema. Podía intuir que era algo diferente a lo que decía pero no quiso indagar en algo intimo quizá, lo que pasara con ellos no le concernía en verdad, mejor a su asunto.

 

-          No he podido contactarme con génesis, Angeal tampoco contesta el teléfono…está todo bien por allá?

 

 

-         No los he visto en todo el día.

 

-         Por la tarde llevamos a Hope al parque, estaban los tres juntos! – una tercera voz se unió a la conversación, quizá el moreno había puesto el altavoz – ho, hey! Justo al hombre que quería ver, Geal! – se escuchó unos pasos apresurados y un murmullo, Geal…era como cariñosamente el muchacho llamaba a su mentor.

 

 

-         Ho, están aquí en el hospital, Sephiroth – atendió pronto el rubio – Genesis viene con el – escucho su voz confundida.

 

-         Espera, que hacen ahí?

 

-         No…no lo se. Te llamare luego.

 

-         No espera, Cloud- - miro el teléfono con sorpresa, los cuatro se encontraban en el hospital pero por separado, Cloud había quedado tan desconcertado como el mismísimo general.

 

-         Hora de ingresar! – era el último llamado para todos los que aun estuvieran en tierra firme, miro el helicóptero como si fuese su única oportunidad, si algo le había pasado a Angeal o génesis…su corazón se apretaba horriblemente, se apresuró a subir, en unas horas estaría en casa.

 

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Eran cerca de las 7 de la mañana y tanto Angeal como Zack estaban dormidos en unas sillas, Angeal apenas de brazos cruzados mientras que el menor estaba tirado en su regazo como un trapo, sería interesante explicarle al mayor porque su pantalón estaba mojado con las babas de un cachorrito que no paraba de roncar con suavidad, siempre era un auténtico desastre en todas sus facetas. Aunque no podía evitar fijarse en el rostro magullado del ojiazul, tenía un marche en su mejilla y curaciones en su nariz que aún se mantenía con ciertos hematomas provenientes de un golpe brutal, no tenía que ser genio para sumar las cosas, pero quizá eso le valía algo de diversión.

-         Asique…como es que Fair está herido Cloud? – miro al muchacho a su lado, llegaba con un par de cafés para cada uno, era bastante temprano y habían pasado en vela toda la madrugada esperando por que el niño en la camilla despertara, la fiebre había bajado considerablemente pero sus mejillas seguían dulcemente teñidas.

 

-         Ah, no…y-ya sabes, el entrenamiento, rutina…un mal movimiento, lo típico.

 

 

-         Claro…lo típico, con que fue esta vez? – tomo su café.

 

 

-         Ho bueno…de hecho fue con el canto de la espada.

 

 

-         Ho si? Como paso eso en un entrenamiento? Estaban juntos?

 

-         S-si, por eso lo traje aquí.

 

-         Comienzo a creer que nadie en el departamento confía en la enfermería y la ocurrente visita de científicos ahí – sonrió, era por la razón por la que había preferido correr como un desquiciado por las calles hasta llegar al hospital, más le valía un médico de verdad y no un científico tratando de tener 1 minuto a solas con su hijo, ya era difícil en el edificio aun con la extrema seguridad que habían puesto en el niño, además no quería lidiar con un desquiciado Sephiroth, detestaba al científico profundamente, era un respeto mezclado con temor que jamás había reconocido pero todos comprendían.

 

-         Exactamente, Hojo pone a nervioso a cualquiera jeje – sonrió tímidamente, mirando de reojo a Zack, se sentía mal por el, había sido un bruto cuando el otro solo había querido hacer una broma sin malas intenciones, daba vueltas al asunto hace horas, iba a tener que darle una buena indemnización por mentir en los papeles y no culparlo.

 

-         Fue sin querer?

 

-         C-claro que si! –salto enseguida de su lugar, no había sido con mala fe, solo había sido un impulso, se erizo enseguida, se sentía muy mal ya para ser regañado encima.

 

-         Te puso nervioso?

 

-         Yo no golpeo a la gente de gusto!

 

-         Quien dijo de golpear a alguien? –aparento inocencia – Cloud, Cloud – sonrió, apuntándolo – caíste – canturreo, era fácil pillar al muchacho desprevenido.

 

-         Ah! – comenzó a caer en cuenta…se había delatado solo, sonrojándose enseguida y buscar ahogarse con su café y no prestar más atención, su mentira destruida, debía ser más atento – n-no le digas a Angeal o Sephiroth, Zack no quiere que sepan de esto…

 

-         Que paso exactamente?

 

-         S-solo estaba jugando, estaba durmiendo – lo miro fijamente, había sido sin querer  - y…s-se acercó por atrás y…bueno – hizo un gesto de sus manos pasando por su pecho y su cintura – trato de abrazarme, s-solo buscaba ser cariñoso y yo…

 

-         Lo golpeaste con el canto de tu espada?

 

-         Con la espada mortal de hecho…-había tomado lo primero que había encontrado, para mala suerte del moreno había estado su espada más cerca y se había girado rápidamente, solo el quejido conocido lo había alertado de su mala acción – no debí hacer eso.

 

-         Jaja…-busco disimular.

 

-         Gen, esto es serio! – busco no elevar su voz.

 

-         Jajajaja – lo mejor de todo es que era un asunto serio y la risa no se hizo esperar, dejando su café a un lado para sostener su estómago.

 

-         G-Gen…-se puso aún más nervioso, no podía divertirle algo así – casi le fracturo la nariz!

 

-         Ho…casi, casi – sonrió, buscando nuevamente la compostura y respirar profundo, mirando al rubio a su lado, se había convertido en una fuente inagotable de diversión para el. Era de naturaleza tímida y nerviosa, estaba claro que con los juegos de Zack siempre lo asustara o lo dejara temblando a veces, eran una gran pareja a pesar de todo, en algún momento Cloud se acostumbraría por fin al otro y esos golpes involuntarios acabarían, era una lástima para el al menos.

 

-         Mh – inflo suave sus mejillas un instante en un berrinche, génesis siempre se reía de sus desgracias, miro a un lado – ahora que recuerdo…Sephiroth me llamo cuando nos encontramos.

 

-         Seph?

 

-         Le dije que estábamos en el hospital.

 

-         Debería estar por llegar – susurro, mirando su móvil, notando enseguida la cantidad impresionante de llamadas perdidas en este, tendría una pequeña discusión en unas horas más por lo visto…pero a juzgar por los pasos apresurados que escuchaba hacia su posición, la tendría ahora – cuida a los niños si? – dejo una mano en su hombro antes de salir al pasillo.

 

A un paso rápido pudo ver una gran figura de negro y plata acercarse a medida que el medico lo ponía al tanto de la situación, a pesar del apuro que tenía por llegar se las ingeniaba para un caminar elegante haciendo danzar largas hebras de plata a su camino, el hombre enfatizaba en que no había ningún riesgo y solo se indicaba el reposo hasta que pudieran llevarlo nuevamente a casa. Génesis enseguida detuvo al gigante con unas manos en su pecho y una señal de silencio para que no alzara la voz, hope dormía a un lado de ellos.

 

-         Está bien Seph, solo está durmiendo – susurro, mirando atentamente como venía el ojiverde, con la misma ropa que lo había visto partir, estaba helado y empapado, la lluvia debía seguir afuera – tuvo algo de fiebre, Angeal me ayudo a traerlo aquí.

 

-         Hojo no lo vio verdad?

 

 

-         No, salimos con discreción…respira quieres?

 

-         Por qué no me contestaste? Te llame toda la noche – frunció el ceño.

 

 

-         Disculpa? Estaba ocupado trabajando, lidiando con cadetes y corriendo por la ciudad con un infante en brazos – gruño, no podía venir a regañarlo ahora, estaba horriblemente cansado…pero no podía ser justo, Sephiroth estaba en las mismas condiciones, cada uno había tenido una dura misión esos días, para ninguno había sido fácil lidiar con todo eso – te extraña y mucho, recuerdas lo que dije sobre la compensación? Seria buen momento.

 

-          Está enojado? – sintió las manos del pelirrojo retirar sus guantes y hacer un leve hechizo de fuego, tenía gran control sobre la magia asique apenas sintió algo de calor entre sus dedos, agradecía el gesto.

 

 

-         No contigo al menos si es lo que te preocupa.

 

 

-         Contigo? – eso si era curioso, después de todo génesis no había hecho más que de mediador, el debía ser el malhechor…había dirigido su odio al más cercano – lo lamento…

 

 

-         No te disculpes, solo quiere pasar más tiempo contigo, al menos unos días – génesis podía entenderlo, aun si no lo dijera directamente, quería tanto como el pequeño que Sephiroth pasara más tiempo con ellos - …lo vas a estar verdad? – miro al piso, respirando profundo, ya comenzaba a pensar que no ocurriría pronto al menos, siempre salía con algo.

 

-         Claro que si…-sonrió, Genesis podía llegar a ser adorable si se lo proponía, inclinándose para un beso superficial pero duradero – no más misiones al menos por…un mes?

 

 

-         Un mes…estas seguro? No estas bromeando?

 

 

-         No, no más mentiras…-volvió a rozar sus labios – es una buena idea?

 

 

-         Es la mejor en mucho tiempo lo admito – sonrió, podría pedir un tiempo también y poder llevar a su bebé de vacaciones, había estado mucho tiempo reclamando que quería viajar a Banora y de paso poder hacer una visita a la granja de chocobos, el niños los adoraba – ven – guio al muchacho hasta la ventana de la habitación, se podía ver bien a los cuatro en su lugar, Cloud les saludaba amistosamente y el pequeño peliplata ya se encontraba despierto jugando con Zack y Angeal sentados en la cama, mirando hacia sus padres antes de mostrar una hermosa sonrisa reluciente.

 

-         Papá! – levanto sus manitos en alto, su corazón bailaba de alegría, había vuelto al fin, siempre se mantenía con la esperanza de verlo regresar a salvo a su lado – mamá! – estiro sus brazos.

 

Ese dulce rostro era suficiente para hacer suspirar a ambos mayores, la inocencia en esos ojos, Hope buscaba saltar de la cama pero enseguida los brazos de Angeal lo detenían en pleno vuelo, estallando en una risa infantil, siempre tan risueño.

 

-         Con que enojado contigo? – susurro.

 

-         Bueno, admito que soy alguien difícil de odiar – se hizo el arrogante, pero la sonrisa no se la iba a quitar nadie, quizá por eso había comenzado a adorar a los niños, no eran rencorosos por mucho tiempo y todo desaparecía rápidamente, solo quedaba una personita que siempre buscaba su atención y protección…ser padres no era tan difícil.

 

 

-         …tengamos otro.

 

-         …que? – miro hacia arriba, sonrojándose enseguida…no podía hablar enserio.

 

 

-         Tengamos otro hijo – insistió – solo imagina Genesis, Hope no se sentiría tan solo…tendría un compañero o una compañera - miro a su hijo, quizá y así siempre estaría acompañado, un hermanito, alguien con quien charlar cosas que solo ellos entendieran, alguien con quien jugar, no había muchos niños de la edad de hope por el edificio, tendría cuatro años menos que el pero llegaría la edad en que serían inseparables – tú y Angeal se llevan por dos años, es casi tu hermano…siempre se han apoyado entre si – siempre era callado, pero muy observador, debía ser lindo poder tener a alguien que siempre estaría a tu lado, para lo bueno y lo malo, un hermano siempre sería importante  - quiero…que Hope tenga algo así de importante y…quizá esta vez gane la apuesta.

 

-         Nunca ganaras la apuesta – su sonrojo iba creciendo en grandes proporciones para cuando una mano se había posado en su vientre – será doble trabajo…

 

 

-         Y si esta vez es pelirrojo? O pelirroja? – sonrió, había perdido la primera apuesta, una pequeña copia de génesis, había salido un niño idéntico a el que no podía ser más perfecto.

 

-         Que perderás otra vez…no lo sé Seph. Tendría que pensarlo.

 

Por lo bajo apretaba suave una de las manos del más alto, ser cuatro era un gran paso.

 

-         Según mi experiencia y tu idioma eso es un “no” descaradamente.

 

-         Exacto.

 

 

-         …sabes que no me rendiré  – eso era un desafío en toda regla.

 

-         Quiero ver como lo intentas, considera que vas a tener que mover una montaña con el pulgar para que diga que si – sonrió con maldad, no se lo dejaría fácil, todo estaba en manos del peliplata ahora.


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