10. Bad blood
Bad Blood-Taylor Swift feat. Kendrick Lamar
Era otro día agitado en la ciudad, la maravillosa pareja de súper héroes Relámpago Amarillo y Red Canary trataban de detener el robot que impedía su entrada al edificio que había tomado Lord Crow como rehén. Pero afortunadamente no estaban solos pues, con ellos se encontraba Misdirection, un héroe recién graduado y listo para la acción.
Él venía de una ciudad diferente, su grandioso poder de invisibilidad lo hacía un gran prospecto y el hecho de que estuviera ahí ayudando era bastante. Deidara era el increíble chico bajó el antifaz color blanco, estaba ayudando a sus tíos a contener la amenaza, el plan era que ellos entretendrían al ejercitó de Lord Crow mientras él iba por el villano.
Activó su poder haciéndose invisible y así poder entrar sin ser detectado, aunque sabía que Crow no era tonto y debía tener sensores de calor y movimiento. Cualquiera que fuese el caso, él había entrado y se dirigió al último piso, sabía que su oponente era tremendamente engreído y estaría en la oficina más grande moviendo los hilos de sus lacayos.
Como era de suponerse, la oficina más grande estaba sin guardias, lo que quería decir que Crow ya lo estaba esperando.
Dentro, Itachi estaba sentado en la silla giratoria en la que horas antes estaba el ejecutivo mayor de esa empresa y que ahora yacía amarrado en otra habitación junto con los demás rehenes. En cuanto la puerta se abrió sola alzó la mirada de la tableta electrónica desde donde controlaba la situación, los robots y hasta sus lacayos que ya habían vaciado el sitio tanto en cosas de valor como contraseñas y cuentas bancarias de las que se encargaría después.
-Misdirection, ya te esperaba
La puerta se cerró de nueva cuenta y cuando sucedió, la figura de Deidara apareció acaparando completamente la atención de Itachi.
-sé que me esperabas-se cruzó de brazos-ahora ponte de pie y luchemos, quiero terminar con esto ahora
-tienes una increíble determinación aún sabiendo que te derrotaré
-tu poder es copiar los poderes de tus oponentes con tan solo mirar, no puedes verme, no copiarás mis poderes
Una sonrisa sínica apareció en el rostro del azabache, el villano dejó la tableta a un lado, después de vencer a Deidara terminaría lo que estaba haciendo. El rubio no le quitaba los ojos de encima pues no debía bajar la guardia, ni siquiera con Itachi.
En cuanto Itachi estuvo listo, Deidara desapareció de nueva cuenta y empezó a moverse. El pelinegro solo sonrió, caminó hasta el centro de la habitación y cerró los ojos sin dejar de sonreír. Respiraba tranquilo, como si supiera exactamente en donde se encontraba su oponente, entonces ensanchó la sonrisa y dio un giro brusco alargando la mano como si sostuviera algo, momentos después Deidara volvió a hacerse visible solo que esta vez, su cuello estaba aprisionado en la mano del azabache.
-tienes razón-siguió Itachi- si no te veo, no copio tus poderes pero…-se acercó a él- te conozco demasiado bien, Dei
-no… no me llames así…-decía forcejeando
-nunca me has podido ganar en un combate cuerpo a cuerpo
-ya no estamos en la escuela
La sonrisa sínica de Itachi desapareció enseguida, el recuerdo de la escuela era algo definitivamente inquietante, ese momento en donde había conocido al chico del que se enamoraría, el mismo que estaba sosteniendo del cuello. Soltó despacio a Deidara que dio unos pasos atrás sosteniéndose del escritorio a sus espaldas mientras recobraba el aliento.
La mano de Itachi había agarrado firmemente, Deidara temió que le quedara marca pero antes de poder separase tranquilamente, el cuerpo de su oponente lo aprisionó contra el escritorio. Con mano firme, Itachi tomó el rostro de su compañero y lo besó a la fuerza, claramente este último no correspondió el gesto, así que el villano solo tomó su rostro con más fuerza.
-¿por qué no me besas como lo hacías? Recuerdo que la pasábamos muy bien
Esto último solo sirvió para avivar de nuevo la llama de furia que quemaba en el interior de Deidara, se zafó del agarre de Crow e intentó golpear, volvió a hacerse invisible pero aún así Itachi le seguía el paso, el pelinegro lo conocía muy bien, tal vez demasiado.
Cada golpe, cada movimiento, todo era recibido por Itachi como si no fuera la gran cosa y de cierta forma así era. Tantos años practicando juntos, toda su vida escolar al lado de su oponente actual solo habían servido para eso, para que Itachi estudiara bien sus movimientos. Deidara se sentía engañado, usado solo para los fines egoístas del Uchiha.
Todos esos pensamientos le nublaban la cordura y en un rápido movimiento, Itachi logró someterlo y tirarlo al suelo. A este punto, Deidara estaba exhausto y no podía más, sin mencionar los sentimientos encontrados que todavía revoloteaban en su interior.
-lamento que todo haya terminado así-siguió Itachi tomando la tableta-pero yo ya no tengo asuntos en este lugar-apretó un botón, seguido de esto, lanzó el aparato al suelo haciéndose trizas-he completado mi misión exitosamente
-maldito…-musitó Deidara en el suelo
-nos volveremos a ver, estaré esperando ese momento
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En la hora del descanso, Sasuke y Naruto estaban sentados en su mesa habitual con los demás chicos, el rubio no había tenido oportunidad de contarle lo que había sucedido la noche anterior a su novio aunque realmente no le emocionaba. Ya había tomado una decisión, Sai permanecería a una distancia prudente aunque no quisiera pues Sasuke era quien ocupaba el espacio más importante en ese momento.
- ¿te sucede algo, Naruto?
La voz de Sasuke había sacado de sus pensamientos al rubio, él solo miró a su pareja y sonrió tratando de no dar indicios de nada, pero solo logró hacer que el azabache se preocupara.
-¿Naruto?
-anoche, Sai fue a mi casa
-¿Qué? ¿Por qué?
-no lo sé, cuando bajé a cenar, él ya estaba sentado en la mesa… mi mamá lo dejó entrar
-¿tus padres lo quieren?
-¿eso te molesta?
Sasuke se mordió el labio inferior algo inseguro, el asunto de sus familias no le había importado mucho hasta ese momento. Pero el escuchar sobre el hecho de que Sai era bienvenido en la casa de Naruto simplemente no le hacía nada de gracia, si fuera por él, ya habría ido a conocer a sus suegros.
-el que mis padres lo quieran no quiere decir que cambie de opinión sobre ti, tú eres mi novio
-es algo complicado, me gustaría hacer las cosas bien
Naruto recargó su cabeza en el hombro del pelinegro que enseguida recibió el cálido gesto. Pero no se habían dado cuenta que estaban siendo observados desde un par de mesas a sus espaldas en donde Gaara y Sai miraban recelosos.
Después de que Sai hubiese aceptado la propuesta de Gaara, este último enseguida había pensado en mil y un planes que podrían funcionar. La atmosfera era perfecta y teniendo a Sai de su lado podría moverse con un poco más de libertad, cuando avanzaran entonces, y solo entonces, Gaara pensaría en delatarlos con sus respectivas familias.
-¿qué quieres que haga?
Aunque había aceptado, Sai no estaba muy seguro de las cosas que estaba a punto de hacer pues Naruto seguía siendo muy importante y eso mismo era lo que lo impulsaba a seguir adelante con el plan de su nuevo amigo.
-es fácil, solo debemos hacer que Naruto haga un berrinche, Sasuke se molestará y se separarán
-suena muy sencillo
-es que es sencillo, este tipo de relaciones son tontas y frágiles
-¿Por qué lo dices?
-no hay un interés real, Naruto y Sasuke solo están experimentando un enamoramiento efímero
Sai se esforzaba por creer cada palabra que salía de los labios de Gaara, volvió a pensar en lo que había hablado con Naruto, solo para poder recordar el sentimiento de enojo y rechazo que había provocado en él.
-escribí esto-dijo Gaara mostrando un par de sobres
-¿qué es?
-son cartas en donde escribí que Sasuke solo está usando a Naruto, debes meterlas en el casillero de Naruto
-¿eso es todo?
-si tengo razón, Naruto creerá en lo que dicen las cartas y entonces dejará a Sasuke
La campana sonó anunciando el final del almuerzo y Gaara solo le dio las cartas a su cómplice para salir del lugar. La cafetería empezó a vaciarse y entre esas personas que salían pudo ver a Sasuke Uchiha tomado de la mano de Naruto, su Naruto. Esto fue lo último, volvió a sentir esa ira que lo había atacado la noche que volvía de casa del susodicho.
Rápidamente salió de la cafetería y fue a los corredores, esperó a que todo estuviera despejado y se encaminó al casillero de su amigo. Ya estando frente al lugar indicado, dudó de nuevo, pero se armó de valor y metió las cartas por las ranuras para retirarse antes de que se arrepintiera.
Todo estaba hecho entonces, solo que no tenía ánimos de entrar a clase así que solo se escabulló hasta el gimnasio y se escondió bajo el pedestal del profesor, no tenía ganas de ver a Naruto estando al lado de Sasuke.
-¿qué te sucede?
La voz de Gaara le sacó de sus pensamientos, el pelirrojo se acercaba contoneándose con la gracia de una garza hasta sentarse al lado de su compañero.
-hice lo que me pediste
-sé que lo hiciste-puso su mano sobre el hombro del otro-vas a ver que las cosas van a mejorar… para nosotros, claro
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-nos vemos mañana-se despidió Sasuke
-si
Sasuke se inclinó a dejar un beso casto sobre los labios de Naruto a modo de despedida, seguramente el azabache llamaría más tarde pero por lo pronto recogería sus cosas y se iría, incluso vio que al final del pasillo Kiba se despedía de su novia con un profundo beso para que la muchacha enseguida alcanzara a su hermano para irse.
-esa chica es increíble-decía Kiba acercándose y recargando su espalda en el casillero junto al de Naruto
-puedo notarlo, pero eres un bruto-rio-¿sexo en el baño de las chicas?
-bueno, la enfermería estaba ocupada por otro par de pervertidos
Los dos rieron al unísono mientras Naruto abría el casillero para tomar los libros que necesitaría y en cuanto lo hizo, un par de papeles fue a dar al suelo. El rubio parpadeó algo desconcertado y levantó lo que parecían ser cartas pero no tenían nada escrito en el sobre.
-¿Qué es eso?
-no lo sé-respondió el Uzumaki- no dice quién las envió
-tal vez son cartas de amor-dijo alzando una ceja divertido
-tonto
-bien, me adelantaré, nos veremos en el autobús
-si, voy enseguida
“Cartas de amor ¿eh?” pensó desprevenido “Definitivamente no es tu estilo, Uchiha”. Él sabía que las cartas no eran de Sasuke, su novio no se iba con rodeos tan cursis y prefería un buen acostón ilegal en algún lugar de la escuela. Sin darle más vueltas, abrió el primer sobre mientras se encaminaba a la salida.
Sasuke Uchiha te está engañando.
La primera línea fue contundente y bastante cruda, Naruto tuvo que leer de nuevo para asegurarse de no haber leído mal. No podía identificar de quien era pues todo estaba escrito con recortes de revistas, como en esas películas de secuestros en donde piden rescate por una carta escrita de ese modo. Pero aún así, siguió leyendo.
Sasuke Uchiha te está engañando. Te he visto salir con él hace un tiempo y pensé que debías enterarte de algunas cosas, no pretendo nada y no quiero que sepas quién soy pues tengo algo de miedo a lo que esa familia puede hacerme.
Hace unas noches escuché a mi papá hablando por teléfono y decía que los Uchiha estaban tratando de acercarse a los Uzumaki que han estado interviniendo en sus planes, me fue inevitable pensar en ti. Sasuke te está usando para obtener información.
Cada línea decía lo mismo, el siguiente sobre también y Naruto releía todo con la esperanza de encontrar alguna inconsistencia. Subió al autobús y en cuanto se sentó guardó las cartas en su mochila para aparentar que no había sucedido nada.
Pudo aparentar que no pasaba nada ante sus amigos que no sospechaban, mientras esto sucedía, Naruto repasaba cada persona en el autobús preguntándose quién sería el que había dejado esas notas pero solo lograba confundirse más.
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Después de la cena, Naruto se quedó sentado en su cama con las cartas frente a él pensando mucho sobre lo que había leído. Sasuke no parecía mentir, eso Naruto podía casi asegurarlo, verlo a los ojos era como ver cristal trasparente. Tampoco podía ignorar lo ahí escrito, no sabía quién había podido escribirlas y a esas alturas ya no interesaba.
El sonido de su celular hizo que se estremeciera entero pero cuando lo tomó y confirmó que el que llamaba era Sasuke, simplemente su cabeza estaba muy llena en ese momento. Dejó que el teléfono sonara hasta que la llamada se perdió, pero entonces volvió a llamar y a llamar con insistencia.
Naruto conocía lo bastante bien a Sasuke como para saber que probablemente estaba preocupado, no lo pensó mucho y silencio el aparato, tomó las cartas y las metió en su cajón para ya no verlas. Se acostó en la cama boca arriba y no pasó mucho para escuchar un escándalo fuera de su habitación así que salió para ver a sus padres y primo preparándose.
-regresaremos lo antes posible-alcanzó a gritar Kushina desde la puerta
Después de eso, se escuchó como se iban, no necesitó mucho para deducir que se trataba de un ataque de Lord Crow. Eso no ayudaba en nada, solo podía pensar en lo que decían las cartas, en el tiempo que había compartido con Sasuke y en lo que este le hacía sentir. Su relación no fue buena al principio y se debía a que pensaba lo mismo que había escrito en esos papeles en su cajón, claro que ya no era lo mismo.
El pecho le dolía, no podía pensar que Sasuke le estaba engañando después de haber pasado cosas tan increíbles. El azabache había sido el primero en muchos aspectos y no solo en el sexual, su relación era algo tan nuevo y único que el solo hecho de imaginarse a su novio riéndose de él junto con sus hermanos hacía que las cosas empeoraran.
Estaba a punto de echarse a llorar un buen rato aprovechando su soledad pero en ese mismo instante sonó el timbre de la casa. Naruto se preguntó quién podría ser a esas horas pero no le dio más vueltas al asunto y bajó las escaleras hasta la puerta, seguramente sería un vendedor ambulante sin nada que hacer por las noches. En cuanto abrió la puerta, la garganta se le hizo un nudo, ahí parado estaba Sasuke Uchiha.
-¿Sa…Sasuke?
-Naruto, ¿estás bien?-dijo entrando a la casa
-¿Cómo llegaste aquí?
-no importa, tus padres no están y no contestabas el teléfono, me preocupé
-¿Cómo sabías que mis papás no están?
-porque están peleando con Itachi-cerró la puerta-ahora ¿Por qué no contestabas el teléfono?
Naruto se abrazó a sí mismo y se alejó un poco de Sasuke, en ese momento no quería verlo en lo absoluto y el que hubiera llegado a su casa de la nada solo hizo que su paranoia aumentara.
-¿me has estado investigando?
-¿Qué?-Sasuke se acercó-Naruto, nuestra relación no solo se limita a la escuela. Vine porque mi hermano está atacando y tú no contestabas, temí que salieras corriendo tras tus padres
-¿no me mientes? Dime que no me estás engañando para obtener información de mi familia
-¿Quién te dijo eso?-entrecerró los ojos
El rubio no encontraba una combinación correcta de palabras, simplemente tomó a Sasuke del brazo y lo llevó a su habitación. Por su parte, el azabache estaba algo confundido pero el hecho de estar yendo al dormitorio de su novio le parecía algo poco típico de Naruto.
Dentro de la habitación, Naruto cerró con seguro por si sus padres volvían y fue al cajón para sacar las cartas que había recibido y dárselas a Sasuke.
Una vez que Sasuke hubiera leído lo que decía, arrugó los papeles y los quemó en sus manos, estaba enojado y muy herido, no era lo que estaba escrito, sino el hecho de que su novio dudara de él.
-¡¿creíste en esta mierda?!
-si… no, bueno, tal vez
-correcto-musitó Sasuke- me voy de aquí
Las palabras del azabache resonaron de una manera inesperada, no era exactamente lo que quería escuchar. Involuntariamente su cuerpo se movió y tomó el brazo de Sasuke para detenerlo, pegó su frente a la espalda del pelinegro y simplemente se quedó así.
-no soporto ver la cara enojada de Sasuke-dijo Naruto por lo bajo
El cuerpo de Sasuke se puso rígido por completo, desde algún momento, Naruto se había convertido en su mayor debilidad y el escucharlo de esa manera simplemente era devastador. Solo quería lanzársele encima, hacerle el amor como ya estaba acostumbrándose a hacerlo así que se giró y abrazó a su novio de una manera posesiva.
-¿confías en mí?-preguntó Sasuke sobre el cabello de Naruto
-más que en nadie
-¿por qué dudaste entonces?
Era una pregunta algo complicada, estando ahí en los brazos de su chico, Naruto se sentía seguro y podría confiarle su vida con los ojos cerrados pero al mismo tiempo no podía dejar de lado ese pequeño fragmento de su conciencia que le decía que estaba cometiendo un gran error.
-no lo sé
-fue Gaara, estoy seguro… además vi cuando él le dio unos sobres sospechosos a Sai
Naruto se separó enseguida de su novio que solo le miró con los ojos bien abiertos, además de que las mejillas le estaban ardiendo y era precisamente por estar en un momento intimo sino que más bien estaba furioso.
-¿Na…Naruto?
-le dije claramente que no quería nada-decía entre dientes- él aún era mi amigo…
El rubio se abrazó a sí mismo, no podía creer que su amigo pudiera hacerle algo como eso. Entendía que Sai tenía el corazón roto y que sus sentimientos no desaparecerían de la noche a la mañana pero también creía que tarde o temprano volverían a ser amigos, hasta ese momento.
-no… no pretendo que odies al chico, Naruto
Era la primera vez que Sasuke veía tan enojado a su novio, incluso pudo ver una mirada asesina que hasta a él le dio miedo. Pero eso no era todo, los ojos de Naruto se humedecieron y no pudo retener mucho las lágrimas.
-¿estás bien?-volvió a insistir Sasuke
-te quiero-susurró
-Naruto…
Una vez más, ambos se abrazaron. Naruto no podía dejar de sentir ese cálido gesto de amor, simplemente se sentía a salvo entre los brazos de su azabache, era todo lo que necesitaba. Se dieron un beso, las manos de Sasuke buscaron enseguida la piel de Naruto pero solo podía acariciar superficialmente bajo su ropa, después de todo, el ataque de Itachi acabaría pronto.
-debo irme ahora-dijo Sasuke sobre los labios de Naruto
-quédate un poco más
-me encantaría que lo hiciéramos ahora mismo sobre la cama pero tus papás no tardan en regresar y si me ven aquí nos matan-respondió con tristeza
Era algo que no podía esconder, Sasuke odiaba estar a escondidas y quería que todo el mundo se enterara de que Naruto era solo suyo y eso incluía a sus padres.
-el asunto de nuestras familias es complicado ahora, Sasuke, ya sabremos cómo lidiar con eso más adelante
Sasuke apretó los labios reteniendo un montón de cosas que quería decirle pero se abstuvo, Naruto tenía razón y solo sería cuestión de tiempo para que las cosas tomaran su curso así que solo debía esperar.
-mañana hablaré con Sai-volvió a decir Naruto
-¿estás seguro?
-claro que lo estoy…-pausó- Sasuke, ¿qué piensas de Gaara?
-¿a qué viene esa pregunta?
Naruto se miró las manos, Gaara siempre le había parecido un fastidio pues él y sus hermanos eran los inadaptados de la escuela, chicos con los que debía tener cuidado pero ahora, en ese momento y circunstancias, el pelirrojo con ojos aguamarina representaba un posible rival. Siempre trató de no cruzarse en el camino del Sabaku, de ser indiferente y no convivir más de lo necesario, pero ahora estaba en una situación en la que debía ir hacia él de frente.
-¿Gaara?
-si, él es quien está haciendo este escándalo para quedarse contigo
-no es como que él me emocione, ya sabes, si piensa que él va a reemplazarte entonces te equivocas
Una sonrisa débil se dibujó sobre los labios del rubio y volvieron a besarse. Naruto también tenía muchas inseguridades al pensar que alguien como Gaara podría ser recibido fácilmente en casa de Sasuke, su Sasuke.
Entonces escucharon el ruido de la puerta del estudio, los padres de Naruto habían regresado de la misión contra lord Crow.
-diablos…-susurró Sasuke
-rápido, la ventana
Naruto abrió la ventana que daba al patio trasero, Sasuke podría ir por el tejado y bajar con cuidado, con suerte no lo verían. Pero cuando el azabache tuvo medio cuerpo fuera, tomó a Naruto de la camisa y lo haló hasta besarlo fuertemente.
-nos veremos mañana, Naruto
-hasta mañana
Dicho esto, Sasuke salió enseguida por la ventana y hábilmente se fue dejando a Naruto mirando a la noche con una expresión triste. Solo podía pensar en lo que había sucedido con las cartas, aunque seguía enojado por eso, no podía negar que sin dudar eso le había hecho pensar en la verdadera situación en la que estaba junto con Sasuke.
Finalmente cerró la ventana y se quitó la ropa, no tenía más intenciones de seguir quebrándose la cabeza con algo que simplemente le incomodaba así que solo se acostó en la cama.
Aunque Naruto pudo simplemente caer rendido, afuera de su puerta, Deidara estaba recargado con la boca bien cerrada en la pared. Sus tíos lo habían mandado de regreso cuando Lord Crow le había lastimado en batalla, quería ver como estaba Naruto pero solo logró escuchar una conversación indebida.
Deidara caminó despacio por el pasillo hasta llegar a su habitación y cerrar la puerta con el pestillo puesto para que nadie lo molestara. Se quedó un momento con la espalda pegada a la puerta sin decir moverse ni un poco, no pudo evitar empezar a llorar en silencio, el encuentro de su primo con Sasuke le había hecho recordar mucho en un solo momento.
Rápidamente se secó las lágrimas con su antebrazo, le daba mucho coraje el estar así por alguien que lo había engañado. Abrió el armario y buscó la caja que siempre levaba con él, era solo una vieja caja de zapatos con la que cargaba siempre y el irse a casa de sus tíos implicó llevarla.
Se sentó en la cama y puso la caja sobre sus piernas para abrirla, siempre que lo hacía era un golpe emocional así que procuraba mantenerlo al mínimo.
-¿Uchiha?-se cuestionó en un hilo de voz- de todos los hombres en el mundo, tuvo que enamorarse de un Uchiha
Dentro de la caja, lo primero que había era una vieja foto escolar en donde estaba el grupo de Deidara posando, él la hizo a un lado y después de esa, estaba esa fotografía que tomó en sus manos dejando la caja a un lado. En esta estaba él sonriendo pero no se encontraba solo sino que a su lado estaba Itachi abrazándole por la cintura.
Su sonrisa en esa fotografía era amplia y muy real, sus sentimientos por Itachi no podían cambiarse por más que los negara.
-¿Por qué te habré creído?-volvió a susurrar mirando la imagen de Itachi
El solo hecho de recordarlo le laceraba el corazón de nueva cuenta, él había amado a quien no debió, le entregó su corazón a alguien que había prometido cambiar, buscar un nuevo comienzo y dejar el pasado atrás, pero solo había conseguido ser usado. Se había entregado en cuerpo y alma a Itachi Uchiha, él había sido el primero en muchos aspectos y lo amaba, confiaba en que el pelinegro cambiaría, se lo había prometido.
-oh Naruto…
Ahora su primo menor estaba siguiendo sus pasos, no pensó que se toparía con un Uchiha en Sky High. Sabía que estaba en una situación delicada pues los Uchiha no traían más que desgracia y mentiras, lo había vivido en carne propia.
-Mierda… a mis tíos no les va a hacer gracia
Ese era uno de los mayores problemas, sabía que Naruto jugaba con fuego al involucrarse con un Uchiha y también era algo imprudente, era exactamente lo que él había hecho. No conocía al hermano de Itachi pero no podían ser muy distintos.
-no puedo contarles… si se entera, serán capaces de echar a Naruto
Rápidamente volvió a poner las cosas dentro de la caja y la guardó de nuevo en lo profundo de su armario, como si quisiera momentáneamente volviera a enterrar el pasado.
-debo hablar con Naruto…