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Sky High por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

Muy buenos días mis queridos lectores, aquí actualización de este, su fanfic, también recordándoles que los miércoles estoy subiendo un nuevo fic, se llama Terrible Things y les invito a todos a pasar a leer. 

Sin más, disfruten el capitulo de hoy. 

13. There a murderer on the dance floor

 

 

There a murderer on the dance floor- Sophie Ellis Bextor

 

 

-¿también te dieron invitación?-preguntó Naruto

-claro que si-le respondió Kiba-Okami no me dejaría fuera de esto

Después de la escuela, los chicos habían ido a comer a un lugar llamado “El papel de arroz”, un pequeño restaurante cerca de casa. En clase, sus respectivas parejas les habían entregado una invitación para una fiesta en la mansión Uchiha.

-“Mascarada final”-leyó Kiba en el principio de la invitación

-una fiesta de villanos-comentó Naruto-¿qué crees que encontraremos?

-me preocupa más qué vamos a decirle a nuestros padres

Los dos estaban realmente emocionados, especialmente Naruto que sabía exactamente cuál sería el atuendo para esa noche. No podía esperar, sabía que entrar en la mansión de su novio sería ir directo a la boca del lobo, pero Sasuke hacía que todo fuera más fácil.

En una de las mesas del mismo restaurante, la que estaba un poco al fondo y sin mucha iluminación, Gaara estaba sentado con Sai, ambos estaban discutiendo su siguiente movida. Sai había conseguido un par de cosas que seguramente a su compañero le interesarían.

-tengo la invitación para el evento-dijo Sai sonriente sosteniendo la invitación

Gaara reaccionó como era de esperarse, le arrebató la invitación a Sai para verla más de cerca. Los ojos del pelirrojo brillaban como si de un niño con juguete nuevo se tratase.

-¿cómo la conseguiste?

-pedí un par de favores, nada importante

Era imposible para Sai no notar ese brillo en los ojos de su compañero, era extraño, como si estuviera feliz de que él lo fuera.

-¿qué tienes en mente?-habló Gaara

-bueno, estaba pensando en que te hicieras pasar por Naruto-sonrió de medio lado-hacemos que Sasuke crea que eres Naruto y entonces te vea con alguien más… así pensará que fue traicionado

-es un plan muy sencillo ¿no crees?

-a veces las mejores soluciones son las más fáciles

Todo estaba saliendo de acuerdo a los planes, pronto Sasuke estaría comiendo de su mano y solo tenía que sacar a Naruto del camino. A su modo, era como estarle haciendo un favor pues definitivamente el Uzumaki no era de la misma categoría que Sasuke. Gaara sabría valorar mejor el apellido Uchiha, lo haría mejor que ese chico rubio que solo estorbaba.

-falta tan poco-musitó Gaara emocionado

Su compañero que estaba sentado al frente, miró sobre el hombro de Gaara, solo para poder ver mejor a Naruto que ni siquiera se había dado cuenta de que ellos también estaban en el mismo restaurante.

Una oleada de culpa le llenó entero, Naruto era su amigo de la infancia y su supuesto amor predestinado. Pero había algo que simplemente no le daba buena espina, como si sus sentimientos ya no fueran los mismos.

“Solo estoy confundido” se reprendió a si mismo cuando volvió la mirada a Gaara que seguía contemplando la invitación con una enorme sonrisa en los labios. El pelirrojo se mordía el labio inferior de la pura emoción, gesto que no pasó desapercibido por Sai.

-¿qué pasa?-preguntó Gaara al darse cuenta de que Sai no lo dejaba de ver

-ah…-saltó-no, no es nada… yo también quiero que ya llegue ese día

La respuesta inmediata de Gaara fue solo una sonrisa cómplice, estaba tan cerca de hacer que sus planes se cumplieran que ignoró por completo el hecho que de que Sai aún lo miraba insistente.

 

 

-_

 

 

Ya era sábado, esa misma noche se daría la gran fiesta así que la mansión Uchiha estaba hecho un completo caos. Los sirvientes corrían de un lado a otro llevando cosas e intentando seguir al pie de la letra las demandas exigentes de Mikoto Uchiha.

La yakuza estaba concentrada en que todo fuera perfecto, recibirían visitas muy importantes y debía dar una buena impresión. La familia Uchiha había sido por generaciones los más destacados y admirados en su comunidad, esa fiesta era su oportunidad de poder presumir y alardear sobre su familia, su hijo Itachi era el villano más importante hasta el momento y su otro hijo, Sasuke, era un prometedor aspirante para poder seguir con el negocio familiar.

Después de haberle dado ese vestido viejo a Okami, sabía que la muchacha no se atrevería a dejar en vergüenza a sus hermanos así que ella estaría encerrada en el cuarto.

-¿Dónde pongo esto, señora?-preguntó uno de los sirvientes tratando de sostener una escultura de hielo pequeña

-la quiero en la mesa principal-ordenó Mikoto sin mirarlo

El sirviente obedeció sin chistar, todo estaba quedando perfecto y en tan solo unos momentos los invitados estarían a punto de llegar. Miró Su reloj y sonrió al comprobar que la servidumbre había terminado justo a tiempo, ya eran las nueve en punto y todo se veía perfecto.

-buen trabajo

La voz monótona de su marido la hizo reaccionar, volvió la mirada para encontrarse con Fugaku vestido en un elegante traje y la máscara que solía usar antes de retirarse.

-¡muchas gracias querido!-chilló la mujer emocionada

Como era de esperarse, ella misma tenía puesto un vestido de diseñador, el más costoso que pudo encontrar. De color rojo sangre, de un solo tirante y largo, además tenía incrustaciones de pedrería y cristales swarovski, sus tatuajes podían apreciarse exquisitamente entre la tela y los brillantes, un collar y aretes también Swarovski, la vestimenta adecuada para una yakuza.

-¿cómo me veo?-esta vez fue Itachi

Él también apareció con un elegante traje, reluciente  y perfecto, su máscara de látex negro era la que usaba cuando aparecía públicamente. Claro que Mikoto se emocionó al verlo, su amado hijo estaba tan apuesto y ahora solo hacía falta una persona más para que su familia estuviera completa.

Sin decir nada, Sasuke también apareció en el vestíbulo vestido en su traje y una máscara blanca que le cubría la mitad derecha de la cara.

-mi bebé-le dijo Mikoto acercándose y tomando su rostro entre sus manos

Sasuke no le respondió, pero tomó las muñecas de su mamá y la hizo a un lado, estaba muy molesto con el asunto del vestido. Su madre se abstuvo de gritarle pues los invitados habían empezado a llegar y debía mantener una enorme sonrisa y aparentar que no pasaba nada.

 

 

-_

 

 

Cuando Kiba y Naruto llegaron, sintieron que el estómago se les había revuelto. Desde el momento en que vieron a todas esas personas subir las escaleras a la entrada de la casa de los Uchiha vestidos todos en elegantes trajes y máscaras espectaculares, sin mencionar que habían reconocido a un par de villanos famosos.

-no puedo creer que vivan aquí…-susurró Kiba

-increíble…

Se aseguraron de tener bien puestas las máscaras, no querían ser reconocidos. Desde el momento en que pusieron un pie en el primer escalón de la mansión, fue como si estuvieran completamente en un mundo distinto.

Era como si hubiesen entrado a una película, el vestíbulo estaba llena de gente elegante y al fondo había una banda de músicos tocando exquisitas y suaves melodías que iban acorde con todo.

-Naruto…

Los dos amigos saltaron por un momento, no era otro que Sasuke Uchiha. El corazón de Naruto se aceleró, su novio se miraba tan guapo y misterioso con esa máscara. Lo primero que pensó fue en el fantasma de la ópera, con ese aire tan atractivo y sensual.

-te vez muy bien esta noche

Sin dejar ese aire de caballero victoriano, Sasuke tomó la mano de Naruto y la besó suavemente. Ese gesto tan caballeresco solo hizo que una corriente eléctrica recorriera la espina dorsal de Naruto.

-chicos…-les interrumpió Kiba-no quiero ser grosero Sasuke, pero ¿y Okami?

Claro, por el calor del momento había olvidado la situación de su hermana, ella debía de quedarse en su habitación toda la noche porque no tendría nada bonito que lucir, o al menos eso era lo que Mikoto había dicho.

-ella…

Pero no termino de decir nada, todas las personas empezaron a hacer sonidos de asombro y miraron hacia las enormes escaleras.

-¿Okami?-chillo Mikoto al verla

La muchacha bajaba las escaleras con el porte de una princesa, tenía puesto un vestido corto que parecía estar hecho de nieve, el encaje de su pecho y mangas relucían como escarcha recién caída del cielo y su máscara era delicada y sencilla, como si también fuera hecha de hielo, incluso sus zapatillas tenían un aire de cuentos, como si fueran cristal.

-que bella es-dijo una mujer

-Fugaku tiene una hija muy bella-comentó uno de los señores-me pregunto si estará interesado en dar su mano en matrimonio

-no te apresures-le respondió otro hombre-también me interesa

Escuchar esos comentarios solo hacía que Mikoto se enojara aún más, ella era el centro de atención hasta que esa chica le robó el protagonismo. Espero hasta que Okami estuviera ya en el salón y entonces ella la tomó del brazo y la llevó a un rincón.

-¿qué sucede?

-me desobedeciste-susurró Mikoto entre dientes

-tus órdenes fueron usar el vestido que me diste-sonrió-nunca dijiste nada sobre modificarlo… solo le hice un par de ajustes

La yakuza apretó los puños, tenía tantas ganas de arrancarle ese vestido y castigarla ahí mismo, pero debía guardar la compostura frente a todas esas personas.

Okami siguió su camino, saludó a un par de hombres con los que su papá tenía negocios, la mayoría eran villanos y mafioso pero ella solo tenía ojos para el chico de la máscara de lobo. Ella no dijo nada, solo extendió la mano y sonrió ampliamente.

-no te quedes ahí parado-le susurró Naruto-besa su mano

La intención de la menor no era otra más que avergonzar a su novio y lo estaba logrando. El rostro de Kiba estaba rojo por completo, con manos temblorosas tomó la de su novia y le dio un torpe beso que solo hizo que los hermanos rieran.

-no tenías que hacerlo-se burló Okami

Entonces el ambiente se relajó más, la fiesta estaba llena de personas mayores y mafiosos que daban mala espina. Ellos cuatro prefirieron una mesa al fondo del salón, ahí podrían hablar sin ser interrumpidos.

Por otra parte, otro par de jóvenes acababan de llegar al evento. No eran otros más que Sai y Gaara que entraron con un paso firme, sobre todo el pelirrojo que sentía que no cabía en sí mismo de tan emocionado que estaba. Ese era su sueño, estaba por fin en donde él pensaba que debía estar y definitivamente ese era su entorno.

Hacia donde mirara, Gaara no podía dejar de reconocer máscaras, rostros y algunos tatuajes de mafiosos con su fama. Podía sentirlo, casi era capaz de tocarlo, si conseguía el apellido Uchiha, entonces todo eso sería suyo.

Su plan era sencillo que era perfecto, Gaara usaba el mismo traje que Naruto, incluso su antifaz era idéntico, tenía puesta una peluca rubia así que cualquiera que lo viera lo suficientemente lejos podría confundirlo con Naruto.

-es un lugar increíble…-musitó Gaara-la familia Uchiha es tan…

-ostentosa-completó su acompañante

-son villanos, ellos deben ser ostentosos

Sai pudo darse cuenta enseguida del deseo tan desmesurado de Gaara, casi podía decir que este estaba completamente desesperado, como si el poder fuese lo más importante en la vida. El muchacho cerró los ojos un momento, quería poder pensar en la razón por la que estaba en ese lugar.

-tenemos que encontrarlos antes de empezar nada, es probable que estén los cuatro juntos

Un poco más recorriendo el lugar, los dos se pudieron dar cuenta de que Sai tenía razón. Ahora solo sería cuestión de tiempo, lo primero era deshacerse de Kiba y Okami para después concentrarse en Naruto.

-tengo una idea-dijo Sai

-¿qué es?

-tranquilo, esto nunca falla

Discretamente, el pelinegro se acercó a la banda que tocaba una suave melodía que no sobresalía, se suponía que solo debían ambientar antes de servir la cena. Sai le susurró algo al director y le dio un billete de denominación desconocida para después haber cambiado de parecer sobre su trabajo.

Empezaron a tocar un poco más animadamente, las personas en la fiesta se pararon una a una, la escena parecía un antiguo baile del siglo pasado. Con todas esas personas en la pista, parejas sonrientes y pasándola bien, ni siquiera parecía que todos fueran villanos y criminales.

-yo…yo…

Kiba se jalaba la corbata para poder respirar mejor, quería poder tener el valor de invitar a su novia a bailar, solo necesitaba un poco más para reunirlo todo. Pero Okami no era ninguna tonta, esa noche en especial se sentía bastante animada.

-¿quieres bailar?-preguntó ella

-¡si!... digo… si

Para el momento en que ellos dos se separaron de Naruto y Sasuke, Sai supo que ese par ya no regresaría y tuvo toda la razón al ver como un simple baile se transformaba de apoco en una escena poco apta para mostrarla en público.

-tontos…-musitó Sai al ver a la pareja escurrirse cuidadosamente sin que nadie los viera

Lo siguiente que debía hacer era encargarse de Naruto. Una vez más, Sai se detuvo un momento a pensar en lo que hacía, si realmente valía la pena arruinar la relación que su mejor amigo tenía.

-¿qué esperas?-insistió Gaara

Eso fue el detonante, había llegado a un punto en el que no podía negarle nada a Gaara, su pecho le dolía cada que su compañero seguía adelante con el plan, había pasado más del tiempo necesario con él.

-si, lo lamento

Se acercó a uno de los meseros y le hizo una petición al oído, al principio este se negó pero después de un par de billetes en su bolsillo, obedeció sin tener que decírselo dos veces.

-es tu turno-le dijo a Gaara y luego se alejó

 

 

-_

 

 

Después de la furtiva huida de Kiba y Okami, Sasuke y Naruto parecían estarse poniendo más cariñosos aunque eran bastante cuidadosos de no mostrar más de lo que deberían. No podían olvidar en el entorno en el que estaban, podría ser una fiesta pero entre tantas personas alguien podría sospechar algo así que solo mantenían un perfil bajo.

-ya estar aquí es riesgoso- decía Sasuke

-solo un beso, Sasuke…-ronroneó Naruto

Ahí estaba la total y completa debilidad del azabache, esa voz ronca y sensual que solo usaba cuando tenían intimidad. Le cumpliría el capricho, le daría un beso rápido antes de llevárselo a la habitación.

Pero antes de siquiera tocarse, uno de los meseros pasó y tropezó tirando el contenido de la bandeja sobre Naruto.

-¡idiota!-le gritó Sasuke

-lo… lo lamento Joven Uchiha yo…

-tranquilo Sasuke-intervino Naruto

-pero…

En ese momento, el mesero aprovechó para hacer una graciosa huida, el dinero que le habían dado no valía la pena una pelea con el hijo menor la familia para la que trabajaba.

-iré al baño a limpiarme

-voy contigo

-no te molestes, espera aquí por mí, así será más divertido

Con un aire picarón, Naruto le guiñó el ojo a su compañero y se retiró. Pasó entre mucha gente que apenas le prestaron atención, llegó a un pasillo solitario con muchas puertas y fue cuando se arrepintió de haberle dicho a Sasuke que no lo siguiera.

-¿Cuál será el baño?-se preguntó en voz baja para sí mismo

Su ropa estaba toda llena de alguna bebida que a juzgar por el olor, contenía un licor de dudosa procedencia. Naruto solo quería ir rápido, era la ropa que Okami había comprado para él y arruinarla no estaba en sus planes. Vio una puerta entreabierta y se acercó, para su fortuna era uno de los baños de la mansión.

-por fin…

Naruto entró para encontrarse con un cuarto de baño tan grande como su sala. Por un momento se quedó ahí parado, como si hubiera olvidado que se encontraba en la mansión Uchiha.

-Uchiha…

Era solo un cuarto de baño, una cosa insignificante (aunque el baño no era para nada modesto). Pegó su espalda a la puerta y suspiró fuertemente, fue al lavabo e intentó quitar la mancha sin muchos resultados. Se pasó la mano por el pelo y se recargó en el lavabo para mirarse bien a los ojos.

-¿qué estoy haciendo?-se preguntó

Había tenido que dejar un clon en casa para que sus padres no sospecharan, si acaso ellos llegaban a enterarse del lugar en el que estaba, seguramente lo matarían. Pero rio por lo bajo, de cierta manera era podía resultarle divertido imaginar la cara que pondrían sus padres, o más bien, su mamá.

El sonido del agua corriendo solo servía de distracción, incluso él mismo estaba retrasando regresar con Sasuke. Quería hacer de esa noche algo realmente especial, volvería a entregarse entero a su novio.

Una sonrisa pícara se dibujó en su rostro, era inútil seguir tratando de quitar una mancha con solo paños húmedos, tal vez podría usar eso mismo para chantajear a Sasuke y lograr ir a su habitación de una vez por todas. Tenía tantas ganas, quiso matar a Kiba cuando este desapareció con la hermana menor de Sasuke, se suponía que entre los dos aguantarían la noche.

No podía culpar a su amigo, él también estaba solo esperando el momento idóneo para escabullirse. La madre de su novio, claro que no se molestaría en vigilar a Okami, pero sabía que un movimiento en falso y podrían ser descubiertos.

Ya no le daría más vueltas al asunto, dejó la mancha tal y como estaba, le reclamaría a Sasuke y así lo llevaría a donde quería.

Pero algo raro pasó, puso la mano en el pomo de la puerta para salir pero al girarlo este parecía atorado. Intentó una vez más abrir pero parecía que la hubiesen atorado.

-¡hey!-gritó mientras golpeaba la puerta-¡¿hay alguien?!

Lamentablemente, la música ahogaba los intentos de Naruto por ser escuchado, aunque Sai estaba recargado en la pared junto a la puerta. El plan del pelinegro era bastante sencillo y hasta cierto punto era un chiché, pero estaba seguro de que funcionaría.

Apretó los puños, por un momento estuvo tentado a abrir esa puerta y dejar salir a Naruto, pero ¿cuál sería el propósito de todo entonces? Se suponía que de esa manera todos ganaban. Gaara le había dicho muchas cosas, había avivado la llama de algo que se suponía era lo que deseaba y ahora estaba en una situación extraña y complicada.

No quería admitirlo, pero sus sentimientos habían cambiado ligeramente, cada vez que lo veía, cada que pasaba más tiempo con él, entonces podía darse cuenta de que poco a poco Naruto dejaba de ser el centro de su atención.

Suspiró pesado, se alejó de aquel rincón de la mansión Uchiha, debía encontrarse con Gaara y no solo para poder llevar el plan a cabo, sino que ahora tenía un nuevo propósito, podría darse cuenta de lo que verdaderamente sentía.

 

 

-_

 

 

Sasuke seguía esperando, solo quería que su novio regresara para llevarlo a un lugar más privado. Miró en la dirección en la que Naruto se había ido, había personas en ropa cara con copas en las manos y parecían entretenidos hablando de tonterías.

-¿dónde…?

No terminó de formular la pregunta, pues pudo ver como esa esbelta figura se acercaba lentamente solo que no llegó hasta donde estaba Sasuke. En ese traje blanco, Gaara se veía idéntico a Naruto y más con la peluca rubia, solo funcionaba si era visto de lejos y no sería difícil.

El muchacho se mordió un labio, tentaría a Sasuke, no debía acercarse mucho pero esa distancia era suficiente.

Por su parte, Sasuke arqueó una ceja, creía estar viendo a Naruto juguetear, después de todo, desde antes de que se fuera, ambos empezaban a ponerse cariñosos.

-Dios…-susurró Sasuke para él mismo

Gaara le hizo una seña a Sasuke para que lo siguiera y el pelinegro enseguida se puso de pie, no se perdería la oportunidad de jugar un rato con su chico. Esos coqueteos tan sensuales, cada vez estaba más convencido de que Naruto era indicado.

Trataba de no perderlo, pasaba entre las personas y Sasuke solo quería ir tras esa silueta tan bella y sensual. Ese cuerpo era su cruz personal, no veía el momento de poder tomarlo y hacerlo suyo de nuevo, quería que fuera así por siempre, solo ellos dos.

Ese juego estaba desesperándolo, solo quería alcanzarlo y tan concentrado estaba en él que simplemente no se dio cuenta de que habían llegado hasta el estacionamiento en donde estaban aparcados los autos de todos los invitados.

-¡Naruto!-llamó Sasuke en un intento por hacerlo detenerse

Lo  que obtuvo como respuesta fue simplemente una risilla traviesa y mirar como su novio se mordía el labio inferior. Todo había logrado un ambiente de misterio realmente intrigante y muy sensual, Sasuke estaba conforme, feliz podía ser la palabra correcta aunque no estaba del todo cómodo persiguiendo a Naruto por entre los autos de los invitados.

Una vez más, Sasuke lo llamó pero esta vez fue distinta. Vio que recargado en el cofre de uno de los autos, estaba Sai que le miraba con los brazos cruzados sobre el pecho.

-¿qué…?

La pregunta no pudo terminar de ser formulada, el que para él era Naruto, sonrió ampliamente para él y después se volvió hacia Sai para lanzarse a sus brazos. Las manos del pelinegro recorrieron desde su rostro hasta su espalda y luego acarició suavemente hasta su trasero.

-oh Naruto…-suspiró Sai sin dejar de ver a Sasuke

Por su parte, el azabache miraba incrédulo la escena, su novio estaba besando al sujeto que se supone había rechazado y no volvería a ver por petición suya.

-quédate Uchiha-le dijo burlón Sai mientras disfrutaba de besos en su cuello por parte del impostor- Naruto me pidió que te diéramos un espectáculo

Jamás en toda su vida se había sentido tan humillado, Sasuke solo pudo apretar los puños sin saber exactamente lo que tenía que hacer. La ira y cólera se apoderaban de a poco pero no eran solo hacia Sai sino que su novio estaba también de acuerdo con ese espectáculo tan infame.

-Na…Naruto…-intentó como último recurso

El coraje que estaba haciendo Sasuke le hacía temblar, apretaba tanto los dientes que sentía que la quijada iba a explotarle en cualquier segundo. Los besos que se estaban dando Sai y el falso Naruto hacían eco en el estacionamiento, un sonido sordo e irritante que taladraba en la mente de Sasuke.

-Naruto…-musito con los dientes apretados

Lo que recibió fue solo una imagen más desagradable, Gaara sabía que debía hacer enojar más a Sasuke así que giró la cabeza y sonrió descaradamente mientras se agachaba con lentitud. El sonido de la cremallera de Sai resonó con una mayor intensidad en la cabeza de Sasuke.

-ah, Naruto…

Y una vez más, ese sonido taladró en el cerebro de Sasuke intensamente, su novio estaba haciéndole sexo oral a Sai que no dejaba de mirarle con esos ojos encendidos de superioridad.

No podía aguantar un  solo segundo más, la humillación era realmente dolorosa pero además de todo, le habían roto el corazón. Giró sobre sus talones y salió rápidamente del estacionamiento, quería salir corriendo y en cuanto volvió a la fiesta, sintió que se mareaba, tantas personas usando máscaras, esa música infernal que solo empeoraba la situación.

-maldición…-musitó

Una lágrima se asomó por su ojo visible, se apresuró a limpiarla antes de que nadie la viera. Ignoró por completo a los tontos villanos colaboradores de su hermano mayor y su padre, quería estar solo.

Logró llegar hasta el patio trasero que para su gran alivio estaba vacío, los invitados estaban dentro disfrutando del delicioso banquete que Mikoto había preparado.

-maldita sea…-volvió a maldecir

Esa era la noche, sería el momento en que por fin Sasuke podría decirle a Naruto que lo amaba, que estaba completamente enamorado y que sería capaz de desafiar a sus padres solo por él, pero ahora todo había cambiado drásticamente. Se suponía que él era el villano, que era su corazón el que debía estar marchito, creyó haber encontrado su estela de luz, su salida del túnel y ahora su supuesto salvador lo había traicionado.

 

Notas finales:

Nos leemos la semana que viene, no olviden dejar comentarios ;)


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