Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sky High por Uruhasa_13

[Reviews - 177]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Muy buenos días queridos lectores, no puedo creer que ya estemos en la recta final de este fanfic, así es, es el antepenúltimo capítulo. No daré spoilers al respecto ;) mientras disfruten el capítulo de hoy. 

22. Love who loves you back

 

Love who loves you back - Tokio Hotel

 

Esa sensación acida en su estómago le hizo tener espasmos anunciando el próximo orgasmo que no tardo en llegar viniéndose sobre las sábanas y unos segundos más tarde, si interior era  llenado con la semilla de Sasuke que se limitó a gruñir guturalmente mientras salía del cuerpo de su amante respirando agitadamente. Se quedó ahí un par de segundos más, adoraba ver el momento en el que su semen era botado hacia afuera.

-te amo, Naruto-jadeo dejándose caer junto a su novio

-y yo a ti

Ambos habían aprovechado la ausencia de los padres de Naruto para poder verse en la casa del último. Habían pasado alrededor de dos semanas desde el incidente en la mansión Uchiha, tiempo en que Sasuke no había sabido nada de su hermana, salvo las llamadas que hacía cada noche para calmar a Itachi.

-¿cómo están las cosas en tu casa?

-increíblemente están bien-respondió Sasuke acomodándose al lado de Naruto

-¿qué hay del asunto del divorcio?

-mamá lo está tomando sospechosamente bien, dejó la casa voluntariamente y no hemos hablado con ella desde que se fue-suspiró aparentemente aliviado- lo que sabemos de ella es lo que nos dice el abogado de papá

-¿van a llegar a un acuerdo?

-mi papá está harto de ella, sería capaz de darle la mitad de la fortuna familiar con tal de no volver a verla

Sasuke se incorporó con lentitud, aunque su papá estaba enterado del sitio en donde se encontraba, sabía que el de Naruto todavía seguía sin poder asimilar la idea de una relación entre ambos y no podía culparlo. Aunque las cosas en la mansión estaban más tranquilas, no dejaba de lado que aún no podía verse libremente con su novio.

-tus padres regresarán pronto, yo debo irme

Para el ojizarco ya era una especie de rutina así que solo se incorporó mientras veía a Sasuke vestirse. Sentía gran impotencia al no ser capaz de ayudar a su amado novio, quería estar más presente en todos los aspectos pero sus padres solo complicaban la situación.  No importaba cuantas veces Okami soltara esos comentarios intencionados sobre lo buenos que eran sus hermanos, Naruto estaba bien seguro de que su papá seguía sin convencerse.

-quería preguntarte algo, Naruto

-adelante

-estaba pensando… ya sabes, desde que mi papá dijo que no tenía problemas con lo nuestro ¿querrías ir a mi casa a cenar?

Le tomó al Uzumaki un rato poder asimilar las palabras de su novio que seguía esperando una respuesta con los brazos cruzados sobre su pecho. Estaba algo nervioso aunque no lo pareciera, quería que Naruto sintiera que podía estar más cerca, hacerlo sentir útil y sobre todo, amado. El de los ojos obsidiana estaba muy consciente de que no era muy bien venido en la familia Uzumaki así que se le ocurrió que tal vez los Uchiha pudieran ser más condescendientes.

-¿estás seguro de esto?

-si no te sientes confiado, puedes decirle a tu primo que venga también

-ese no es el caso, Sasuke, quiero decir-lo miró nervioso- ¿tú papá está bien con esto?

-ya te lo dije, él parece estar más tranquilo desde que Mikoto dejó la casa

-que no se te olvide que es tu mamá

-una madre no golpea a sus hijos hasta medio matarlos…-pausó- el que Okami no fuera su hija biológica no le daba derecho a hacer lo que hizo

Naruto no quiso decir nada al respecto, se limitó a morder su labio inferior preocupado ya no por Sasuke sino por él mismo. Minato no era nada fácil de convencer en esas circunstancias y él más que nadie estaba consciente de lo necio que podía llegar a ser el Uzumaki mayor, sin embargo, quería estar más cerca de su azabache favorito así que no desperdiciaría la ocasión y tenía la sensación de que a Deidara también le agradaría la idea de ir.

-bien-respondió el Uzumaki-hablaré con Deidara y veremos el momento para irnos de casa

-¿puedo pedirte un último favor?

-lo que quieras, Sasuke

El azabache sonrió de medio lado y se acercó para depositar un beso casto en la frente de su amante, realmente se había sacado la lotería al encontrar a ese precioso rubiecito con cara angelical.

-¿puedes llevar a mi hermana?

-¿aún no confías en Kiba?

-solo quiero asegurarme de que no seré tío-rió despreocupado

Aunque la voz de Sasuke sonaba risueña, Naruto podía percibir claramente ese atisbo de tristeza en  su fonética. Cuando conoció a ese individuo que ahora ya estaba listo para salir por la ventana de su cuarto, jamás se imaginó todos los problemas que le acarrearía, su vida ahora giraba en torno a Sasuke Uchiha aunque eso no le molestaba en lo absoluto.

-yo me encargaré de llevarla, que eso no te preocupe

-gracias-le beso teniendo medio cuerpo fuera de la ventana- te amo

-yo también te amo, Sasuke

 

 

-_

 

 

Un par de días más tarde, Naruto se encontraba frente a la casa de los Inuzuka, su primo Deidara le esperaba en el auto que sus padres les habían prestado con la excusa de ir a jugar beisbol al estadio abandonado a las afueras de la ciudad, una mentira bastante tonta, pero con el calor del momento y teniendo a los dos jóvenes mintiendo, fue lo mejor que se les había podido ocurrir.

El timbre repiqueteó un par de veces más  y después de unos ladridos que probablemente fuesen más efectivos que el mismo timbre, la puerta se abrió. Naruto fue recibido por un par de ojos azabaches y una sonrisa enorme, sólo que había algo distinto.

-¿te gusta?-se precipitó Okami

-es… diferente, lindo

La larga cabellera de la Uchiha menor se había convertido en una más corta que a penas y llegaba a la mitad de su cuello. La chica se acomodó un mechón suelto tras su oreja y salió volviendo a apaciguar el sonido de los ladridos pero no duró mucho así pues Kiba salió enseguida con cara de pocos amigos.

-¿por qué nunca me incluyes en estas cosas, Okami?-recriminó el castaño

Okami puso los ojos en blanco y solo siguió su camino hasta el auto en donde se metió en silencio bajo la mirada de Deidara que prefirió permanecer en silencio ante ese temperamento tan típico de los Uchiha.

-pensé que eras tú el enfadado-bromeó Naruto

-hermano, ya no sé nada, esa mujer me tiene demasiado atontado

-debe ser de familia-sonrió como un tonto

-me alegra que te diviertas, seguro te va mejor que a mi…-suspiró pesado- está enojada porque cuando me pidió ir con ustedes le dije que no

Naruto conocía muy bien a su amigo, estaba consciente de que el hecho de vivir con su novia solo complicaría su relación. El Inuzuka era bastante obstinado y torpe, no sabía cómo era que encajaba con su refinada novia. No se le ocurrió otra cosa más que tomar a Kiba del codo y llevarlo a rastras hasta el auto.

-¿qué demo…?

-cierra la boca, idiota

Una vez todos en el auto, Deidara sintió que estaba cometiendo el mayor error en toda su vida pues si sus tíos se enteraban lo que estaba haciendo estaba seguro de que lo colgarían de la torre más alta que encontraran. Pero también estaba muy preocupado por volver a ver a Itachi, no quería enfrentarse al azabache todavía, aunque debía admitir que estaba emocionado por ir donde él, después de saber que aún conservaba una vieja foto consigo, Deidara había querido tocar algunos temas con el Uchiha.

 

 

-_

 

 

Fugaku permanecía en su estudio muy calmado, no podía creer cuanta calma podía tener sin su molesta ex mujer alrededor todo el tiempo. Su hijo le había dicho que esperaría la visita de su novio, el Uchiha mayor no contestó nada al respecto, no creía prudente tener al hijo de los Uzumaki en su casa tomando en cuenta su situación actual, pero también quería conocer al novio de Sasuke y definitivamente quería ver a su hija.

Estaba firmando papeleo, sonrió como no lo hacía en años al poder ver el acta de divorcio, sus abogados eran los mejores al haber hecho un gran trabajo, aunque él mismo también tenía meritos pues la familia de Mikoto no se atrevería a llevarle la contraria a un súper villano aún siendo yakuzas.

Entonces uno de los sirvientes entró a su estudio anunciando que las visitas habían llegado. No salió enseguida, quería que sus hijos tuvieran la oportunidad de hacer pasar a sus invitados y que se sintieran cómodos. Estaba feliz, era un sentimiento agridulce sobre todo, podía sentirse libre después de haberse separado de Mikoto y parecía que sus hijos también estaban mejor.

Había tenido la oportunidad de charlar más con Sasuke e Itachi, ambos no lo decían tan descuidadamente pero podía notárseles un cambio drástico, como si después de tantos años, Fugaku pudiera conocer las verdaderas identidades de sus dos hijos. Estaba contento por ellos, pero al mismo tiempo temía por lo que ellos decidieran pues por más que él quisiera protegerlos, estaba consciente de que Mikoto no se quedaría con las manos cruzadas.

Lord Crow aún seguía aterrorizando a la ciudad, aunque Fugaku sabía que era más que nada por el sentido de responsabilidad de su hijo mayor más que por sus mismas convicciones. Si él hubiera podido, le habría dicho que dejara ese trabajo de villano y se dedicara a ser lo que quisiera pero las cosas eran más complicadas al respecto.

En el vestíbulo, Sasuke estaba prendado de su hermana a la que no había visto en días, se había sorprendido del total cambió que había sufrido pero era innegable que probablemente estuviera mejor. Pero no era solo ella en quien estaba interesado pues miraba  sobre el hombre de Okami a su novio que le sonreía ampliamente, quería ir con él también a estrujarlo contra su cuerpo para no soltarlo más.

-gracias por cuidar de mi hermana menor

El peso de una mano extraña se resintió en el hombro de Kiba quien sentía que en cualquier momento sería vaporizado en el aire. Giró la cabeza encontrándose con el rostro sonriente de Itachi aunque esa sonrisa era engañosa y la mano del azabache apretaba cada vez más fuerte el hombro del muchacho.

-deja de atormentar al chico- intervino Deidara salvando al pobre novio de Okami que logró escurrirse lejos de ahí

-no pensé que tú también vendrías

-mi primo me pidió que lo hiciera-se cruzó de brazos queriendo parecer indiferente

-me alegra que lo hayas hecho

El rostro de Deidara se tornó de un rojo tenue, enseguida miró hacia otro lado queriendo esconder el evidente sonrojo. El enterarse de que Itachi aún le quería había sido realmente desgastador emocionalmente, pero en cuanto Naruto le pidió acompañarlo a casa de los Uchiha no pudo negarse pues desde entonces fue imposible no querer volver a ver a Itachi.

-las vacaciones de invierno han sido intensas hasta ahora-soltó Deidara visiblemente relajado

-es cierto, han pasado muchas cosas

Un silencio se hizo entre ambos, se dieron cuenta de que los jóvenes se habían ido a algún otro sitio seguramente a ponerse al día con los sucesos aunque Itachi sospechaba que su hermana menor tenía que ver en que ahora estaba solo con Deidara. Debía decir que no era ninguna molestia estar con él, al contrario, desde que su madre se hubiese ido de la casa, las cosas estaban más relajadas y Fugaku también parecía estar más a favor de las decisiones que tomaran sus hijos.

-oye ¿quieres hacer algo?-preguntó algo temeroso Itachi-aún falta para el almuerzo y si quieres, podemos ver una película en mi habitación

Las mejillas de Deidara se enrojecieron aún más de lo que ya estaban, de nueva cuenta podía sentirse como si el viejo Itachi estuviera de regreso, ese Itachi de quien alguna vez se enamoró. Lentamente asintió con la cabeza, tímidamente tomó la mano del azabache sin mirarlo a los ojos, seguía avergonzado y no quería que su compañero se diera cuenta.

Por su parte, Itachi tomó su mano fuertemente y lo llevó caminando, subieron  un par de escaleras pues él era el dueño de un piso entero de la mansión, ser un súper villano tenía sus ventajas y el que su papá le regalara no solo su vieja guarida, sino que también un pent house había sido un enorme detalle. Aunque no era suficiente, podría ser dueño de una enorme mansión lujosa, pero de nada servía si su amado Deidara no estaba con él.

En cuanto soltó su mano, Itachi fue directo al reproductor de música, apretó un botón y una suave pero conocida canción sonó en los parlantes. “Good things” a cargo de Nick Jonas inundó la estancia, la naturaleza tan sensual de la melodía hizo que cada fibra del cuerpo de Deidara se estremeciera, su ex novio hacía exactamente eso cada vez que tenían intimidad, una canción sensual y su libido se elevaba hasta la estratosfera.

El pelinegro se acercó lento y pegó su frente con la de Deidara con los ojos cerrados mientras tarareaba suavemente por sobre la canción, entonces se fundieron en un beso.

- This ain't nothing but dangerous- cantó Itachi sobre la voz de Nick Jonas- We about to be over it, Why can't it just be what it is

La mano de Itachi se coló por la espalda del ojizarco haciéndolo saltar por una milésima de segundo pero un momento más tarde sus labios fueron reclamados por segunda vez consecutiva, las caderas del Uchiha se movían al ritmo de la música frotándose contra su cuerpo logrando el mismo movimiento. Se separaron lentamente, Deidara había aprendido el labio inferior de Itachi entre sus dientes, lo dejó libre enseguida provocando un movimiento tremendamente sexual para ambos.

-We're both getting emotional, same time getting so sexual- cantó, esta vez Deidara

Esto fue una completa luz verde para Itachi que enseguida sonrió de medio lado y comenzó a besuquear el cuello de su compañero lentamente, siempre al compás. La canción terminó y volvió a repetirse de nueva cuenta, como si el Uchiha hubiera tenido todo planeado, aunque las especulaciones no tenían lugar en la mente de Deidara en ese preciso momento, estaba más ocupado.

Pronto, la camisa de Deidara se esfumo gracias a las manos de Itachi que recorrió con la punta de los dedos esa fina y delicada línea de su espalda hasta que sus pulgares terminaron dentro del pantalón del rubio haciendo presión intentando quitarlos.  Los labios del ojizarco ardían por la presión de los de Itachi

Con sus propias manos, Deidara desabrochó los pantalones y con la ayuda del Uchiha pudo quitárselos dejándolos en el suelo. Las manos de Itachi fueron directo al trasero de su pareja para alzarlo y este último enrollo sus piernas en las caderas del mayor y así poder moverse con más rapidez. No fue mucho de pensar, ambos terminaron en la cama besándose apasionadamente mientras las manos del azabache recorrían la piel del rubio con vehemencia pero en un movimiento brusco, Deidara detuvo a Itachi jalándolo de la coleta.

-Dei…

-no es justo, yo ya estoy casi desnudo-canturreo

Por un momento, Itachi pensó que había cometido un error, pero claramente Deidara estaba dispuesto a jugar sucio y eso le encantaba. Para complacerlo, el azabache se separó y de un tirón se desnudó y cuando llegó a los calzoncillos, lo hizo muy lento moviendo las caderas al ritmo de la melodiosa voz de Nick Jonas. Su miembro se asomó por sobre el resorte dejando ver la piel rosada de la cabeza, era más que obvio que ya estaba listo para la acción.

Un salto más tarde, Itachi estaba de regreso en la cama, solo que Deidara lo empujó a él sobre la cama para besarlo fuertemente sobre los labios que fue mudando poco a poco y cada vez más abajo hasta que llegó al nacimiento del vello púbico, justo bajo su ombligo en donde acarició con la punta de la lengua y así siguió de largo hasta poder llegar al pene que recorrió igual hasta llegar a la punta.

No hubo más, Deidara engulló completo el miembro de Itachi haciendo una larga y tortuosa felación. El mayor no tuvo más que apretar las sábanas mientras se mordía los labios en un intento de no gritar como un loco. Por fin, después de lo que fue una eternidad, podía volver a saborear ese placer que solo el sexo con Deidara podía darle, él era su única razón de seguir siendo el mismo chico enamorado, aunque fuese solo una pequeña parte que permanecía guardada muy en su interior. Su padre había tomado bien la relación de Sasuke y Naruto, pero no sabía lo que podía pensar sobre sus propios sentimientos pues, a diferencia de su hermano, él ya era un villano profesional y su enamorado no era otro más que su eterno rival.

-ah…- suspiraba Itachi

Ya casi había olvidado esa deliciosa sensación que Deidara le propinaba, nadie más podía compararse con él, no importaba las veces que lo negara. El rubio enrollaba su lengua alrededor del pene de su acompañante, pequeños detalles que Itachi no podía dejar de amar.

Fue demasiado, termino viniéndose en la boca de Deidara que, aunque encontraba muy excitante todo, se negaba a tragarse el semen así que solo lo escupió hacia el suelo, ya después tendría tiempo de ayudarle a su compañero a limpiar. Al parecer Itachi tampoco estaba interesado en el paradero de su semen pues de un solo tirón jaló a Deidara para sentarlo en sus caderas, este todavía tenía puesta su ropa interior, que no se quedó ahí por mucho, de todas maneras ya estaba empapada de líquido pre seminal.

Deidara lo hacía a propósito, de ellos dos, él era el que tenía más autocontrol así que comenzó a mover sus caderas rozando el pene de Itachi entre sus nalgas desesperando al mayor. Amaba ver al azabache retorciéndose bajo su cuerpo, podía sentir de nueva cuenta ese control inminente, el calor de sus cuerpos subiendo sin parar perdiéndose en el inconsciente del pecado.

Las intenciones de Deidara al aceptar acompañar a su primo a la casa de los Uchiha eran claras, aunque odiaba tener que admitirlo,  sus sentimientos eran completamente propiedad de Itachi, el único capaz de hacerlo tocar el cielo con las manos. Él había tenido la oportunidad de charlar con la hermana menor de Itachi, se dio cuenta del gran complot y mal entendidos de los que había sido participe el Uchiha mayor. Las decisiones tomadas después de su graduación, el convertirse en un villano de corazón frio eran solo gajes del oficio, todo era con el fin de protegerlo a él y a sus hermanos.

-Deidara…- suplicó Itachi poniendo sus manos en el trasero de su compañero- no me tortures más…

-pídemelo- ordenó el rubio levantando sus caderas –pídemelo, Itachi

- eres malvado… ¿por qué eres tú el héroe?- musitó con los dientes apretados

-Itachi- le dijo de una manera tan erótica, mordió su labio interior y tomó el pene de Itachi para frotar la punta contra su entrada- pídemelo

 

I know, you know, we know
We can make the good thing keep happening

 

-por… por favor… -suplicó con un último aliento

Esto bastó para Deidara que de un solo movimiento rápido se sentara haciendo que el pene de su pareja entrara de golpe. Tenía que admitir que no se sentía tan pleno desde la escuela cuando podía hacer esa clase de cosas con Itachi casi a diario y en cualquier lugar. Como alguna vez se lo dijo a Naruto, el sexo con un Uchiha era el mejor, los hombres de esa familia tenían la peculiaridad de hacer que uno pudiera llegar rápida y placenteramente al nirvana.

Las caderas de Deidara se movían rápido, de sus labios entre abiertos podían escucharse jadeos apagados y también de vez en cuando la letra de la canción hecha un desastre de gimoteos, para Itachi era como haber podido llegar al cielo de un solo salto.

De arriba hacia abajo, el cuerpo del ojizarco se movía más violentamente, entonces Itachi decidió que no quería estar más así, sin salir del cuerpo de su acompañante solo lo empujó  para dejarlo acostado en la cama y ponerse él arriba. Esa posición le permitía tener el control completo, además de una vista preciosa del rostro sonrojado de su pareja, una vista que habría pagado por ver.

-maldita sea, Itachi, si vas a estar arriba muévete

-pídemelo amablemente-sonrió con malicia al ver su venganza clara- y que sea convincente

Deidara frunció el ceño claramente enojado pero bastante más excitado, no podía negar que esos juegos eran muy de su estilo así que solo siguió el juego. Hizo un puchero y pasó sus manos  por el cuello de Itachi para acercarlo más a su rostro.

-cógeme-dijo muy bajito

Fue suficiente para que Itachi entonces hiciera su magia. Su pene entró nuevamente con renovada fuerza y vigor, Deidara pudo sentir en cada fibra de su ser la deliciosa virilidad de su pareja recorriendo sus interiores. Piel contra piel, el miembro acariciaba con rudeza las paredes anales de Deidara, podía sentir como sus esfínteres se dilataban cada vez más solo por y para Itachi.  Cada envestida, cada estocada era simplemente sublime. Los ojos se le nublaban del placer tan inmenso que sentía, su boca entreabierta fue reclamada por los labios del azabache  para fundirse en un beso profundo y enteramente sexual.

-Itachi…

-¿quieres correrte?

-si… si…

Ni él mismo hubiera podido aguantar un segundo más, su cuerpo se sentía tremendamente caliente y el clímax estaba a la vuelta de la esquina. Las estocadas se hacían más rápido y el pene de Itachi lograba llegar hasta donde nadie más que él había llegado jamás, el sexo no era lo mismo si no se hacía con la persona a la que amaba, ambos estaban completamente contentos de poder hacerlo de nueva cuenta aunque sus situaciones eran realmente complicadas.

Finalmente, el interior de Deidara fue llenado completamente con la semilla de Itachi que fue recibida con un espasmo violento en el estómago del rubio y un alarido totalmente placentero por parte de ambos. El cuerpo del menor se dejó caer en las sábanas exhausto, cerró los ojos tratando de recuperar el aliento y pudo sentir como el cuerpo de su compañero se posaba sobre el suyo de una manera suave y cálida.

-hacía tanto que no me sentía tan bien- suspiró Itachi

En todo el rato que estuvo con Itachi, ese había sido el primer momento de lucidez, ni siquiera la canción que se repetía por enésima vez lo persuadía. Estaba en silencio tratando de lidiar con esa exquisita sensación de placer culposo dentro suyo. Claro que no pasaría desapercibido por el azabache que enseguida se movió hábilmente y fue capaz de poner a Deidara en su pecho de una manera protectora.

-no está…

-no te atrevas a decir que esto no está bien- le interrumpió el azabache- esto que siento en mi pecho no puede estar mal, Deidara

-nuestra relación no puede ser

-dime algo que no sepa-suspiró pesado- pero parece ser que mi padre está cambiando de apoco… Deidara, si las cosas siguen así tal vez yo pueda dejar este trabajo de mierda

Sin decir nada, el rubio se deshizo del agarre de Itachi y empezó a buscar algo en la cama desesperadamente bajo la mirada curiosa del azabache. El rostro de Deidara estaba realmente seria así que el Uchiha solo dejó que hiciera lo que fuese que estuviera haciendo pero cuando este se acercó al espacio entre el colchón y su cabecera sintió como si el alma se le fuera al suelo así que en un movimiento apresurado intentó hacer que su pareja se alejase de ese sitio pero fue inútil, un segundo más tarde, el mayor tesoro que guardaba, una fotografía de Deidara recortada de su anuario de la escuela.

-así que tu hermana no mentía-sonrió de medio lado

La cara de Itachi era un poema, él guardaba esa foto con mucho celo solo para tener algo que le recordara lo mucho que amaba a Deidara.

-no pudo mantener su boquita cerrada

-tonto

Un beso más quedó en los labios de Itachi, uno largo y bastante apasionado dejando bien en claro las intenciones de ambos pues aunque tal vez no podían decirse nada en voz alta, estaba más que claro que sus sentimientos seguían igual de frescos como el primer día.

 

 

-_

 

 

L a mano de Fugaku se extendió hasta poder estrechar la de Naruto, el menor devolvió el gesto un poco temeroso, el padre de su novio era un hombre imponente pero aún así logró mirar más allá de esos ojos obsidiana viejos y cansados. No era muy distinto a Sasuke o incluso a Itachi, de alguna manera pudo percibir un aura de calma, Fugaku Uchiha no era malo.

-es un placer, señor-dijo tratando de que su garganta no cediera

-el placer es mío, Naruto-respondió este- es grato saber que mi hijo también tiene a alguien especial

Sus parecían vacías pero tenían un gran significado, Okami sonreía de oreja a oreja al lado de su novio que había logrado atraer la indeseada atención de Itachi quien no se despegaba de su lado ni quitaba esa sonrisa tétrica de sus labios. La muchacha sintió que las cosas mejorarían desde ese punto, aunque no podía darse el lujo de bajar la guardia, ella mejor que nadie sabía que Mikoto no se quedaría sentada viendo como su imperio se desmoronaba a pedazos, pero por lo pronto, sentía que estaba bien.

 

 

-_

 

 

Después de la cena y un largo baño, Kiba solo se acostó en su cama mirando al techo dando gracias al cielo de haber sobrevivido a una cena en casa de su novia tomando en cuenta que Itachi no lo dejaba en paz y que discretamente Fugaku también mantenía un ojo inquisidor sobre su persona, realmente había sido la cena más estresante de toda su vida.

-¿sigues despierto?

La voz de su novia entrando silenciosamente a la habitación ni lo inmutó, solo siguió con  su pelea de miradas con el techo. Se suponía que vivir bajo el mismo techo que su novia sería realmente ardiente, sexo cada noche y un beso por las mañanas, pero en lugar de eso, Okami pasaba la mayor parte del tiempo libre en el refugio de animales que dirigía Hana.

-quería darte las gracias por ir con mi familia hoy, realmente significa mucho para mi

Lentamente se incorporó para sentarse y ver a Okami cubierta con su bata de noche mientras le sonreía. Pero antes de poder decir nada, ella abrió la bata y la deslizó hasta el suelo dejando su cuerpo desnudo descubierto.

-quería darte las gracias apropiadamente

-yo… yo…

-lamento que no hayamos podido hacer esto antes

Y entonces, se fundieron en un beso apasionado. 

Notas finales:

¡No se olviden de comentar!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).