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Sky High por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

Muy buenos días, quiero dejarles aquí el último episodio de este ff que he estado escribiendo junto con la señorota Uruhasa. Disfruten y comenten!

24. Titanium (Final)

 

 

 

Titanium – David Guetta ft. Sia

 

 

 

Desde su perspectiva, las cosas estaban realmente echas mierda. Ella misma lo había provocado y estaba consciente de que esa situación no era culpa de nadie más que suya propia pues si no hubiese metido las narices en donde no le llamaban entonces no estaría atada de manos y piernas con un dispositivo bloqueador de poderes a mitad de una rueda de la fortuna.  Era hasta cierto punto poético, ella había ido directamente a la boca del lobo siendo capturada y usada como carnada humana, si Mikoto no la había logrado matar antes, entonces esa sería su oportunidad aunque estaba consciente de que ella era de vital importancia para lo que sea que estuviera planeando su madrastra.

Se sentía totalmente abrumada e impotente, se maldecía mentalmente pensando que todos morirían y la culpa sería totalmente suya. “Bien hecho Okami” se reprochaba mentalmente “los has puesto en peligro de nuevo…”.

-¡¿qué demonios significa esto?! – gritó Itachi

Mientras Itachi intentaba tomar las riendas del asunto, Deidara y Naruto se dedicaron  a sacar a todas las personas del parque de diversiones. Aunque realmente la gente no se encontraba en un peligro real pues, el objetivo de Mikoto y de su equipo de secuaces  no eran ellos (al menos no en ese momento) sino que más bien, los objetivos eran ni más ni menos que sus propios hijos.

La mujer caminó con la gracia de una garza con las manos en sus caderas y una sonrisa endemoniada sobre sus labios. Estaba protegida, sus secuaces estaban sobre la rueda de la fortuna y ante cualquier amenaza saltarían contra los enemigos. Pero Mikoto no era ninguna tonta, cada paso que daba estaba fríamente calculado con anterioridad, su intelecto junto con el de Sasori  era algo inevitablemente peligroso.

Sasuke estaba junto a su hermano mayor siguiendo con la mirada los movimientos de su mamá, entendía que ella podía ser la peor villana que jamás existió y sin tener una sola gota de súper poderes en su cuerpo lograba hacer temblar al mismo Rey Hamekamecaos.  No era para menos, una líder de la mafia Yakuza debía ser astuta y despiadada, cualidades que ella tenía muy bien marcadas.

-¿qué te parece que hago, Itachi?- contestó ella – le he de dar a mis hijos un escarmiento

-¡suéltala!

Una carcajada resonó en todo el parque, venía desde el ronco pecho de la yakuza, era desafiante e insolente. El rostro de Itachi se tornó rojo del coraje, se suponía que las cosas debían mejorar y ahora nada estaba saliendo como debía. ¿Por qué Mikoto había regresado? ¿Qué tenían que hacer para que entendiera que él y Sasuke amaban a su hermana menor? Nada de lo que pasaba por su mente servía.  El azabache dio un paso hacia adelante pero uno de los sujetos que estaba en la rueda saltó aterrizando suavemente entre la pelinegra y su hijo, no era otro más que Sasori que miraba con ojos aburridos.

-si quieres pelear- empezó el pelirrojo- entonces yo seré tu oponente

-como lo desees

Claro que los demás no se iban a quedar quietos, el momento en el que Deidara hizo por ir a ayudar a Itachi, se encontró con su propio oponente, ya lo conocía de las batallas anteriores y estaba consciente de que no sería fácil pero ya se había enfrentado antes a Kisame, solo esperaba que Naruto y Sasuke pudieran contra Hidan.

- no pensé que nos enfrentaríamos de esta manera, Sasuke- retó el peliblanco- ciertamente siempre tuve ganas de probar esas habilidades tuyas y tal vez luego…-miró a Naruto- me quede con un premio

Fue una sensación desagradable la que recorrió completa la espina de Naruto pero no podía darse el lujo de comportarse como una damisela en peligro, con una era más que suficiente, así que sin perder el tiempo, puso dos dedos frente a su rostro y en un segundo hubo varios clones de sí mismo.

-corrijo-volvió a decir Hidan- premios…

Las manos del peliblanco se convirtieron en dos grandes espadas  y con una sonrisa enorme y desafiante les insinuó que estaba listo para la pelea. Él, como un villano profesional, tenía sus poderes en total control así que en cuanto la primer llamarada salió del puño de Sasuke, él la esquivo sin problemas mientras destruía a los clones de Naruto, este último se mantenía a raya pues el ver como sus clones eran cortados violentamente le preocupaba, miró de reojo a Sasuke que también estaba haciendo todo lo posible así que también decidió hacer algo.

Entre Sasuke y los clones hacían que Hidan estuviera bastante entretenido así que sigilosamente buscó un mejor ángulo, un punto ciego de su atacante para poner en práctica alguna de las maniobras que había aprendido en la escuela. Era infalible, solo tenía que inmovilizar a Hidan unos segundos para darle tiempo a Sasuke, lo miró bien, utilizó a los clones para camuflarse y alejarlo de los ojos de su oponente y eso sumado al Uchiha harían de su tarea algo sencillo.

Pero algo pasó. Dio el primer paso y sintió como si sus pies se juntaran violentamente haciéndolo caer al suelo estrepitosamente. Fue como ver la escena en cámara lenta, sus clones se desintegraron uno por uno sin la necesidad de que Hidan los tocara dejando a Sasuke solo a mitad de la pelea pero antes de siquiera pensar en ponerse de pie, sintió como lo sometían fácilmente contra el suelo para en un movimiento certero aprisionar sus muñecas.

- ya no pareces tan seguro de ti mismo, Uzumaki

Era inconfundible, la voz de Gaara era que había insultado, con dificultad logró girar medio cuerpo para contemplar la figura del pelirrojo sonriendo con verdadera maldad.  Sus ojos brillaban en éxtasis, para el Sabaku había sido totalmente delicioso el hecho de ser quien atrapara a Naruto.

-¿Por qué esa cara tan triste? – se burló

-¿qué demonios?

-¿sorprendido?- sonrió con malicia- ¿qué se siente que yo haya ganado esta vez?

-es inútil-le contestó Naruto – puedes matarme si quieres, Sasuke no va a amarte  

Esa era su última defensa, Naruto no dejaría que Gaara tuviera la satisfacción de verlo derrotado, tenía las manos atadas y los pies también pero no se dejaría vencer. Sasuke era suyo, no importaba todo lo que hiciera o dijera, al final, aunque lo asesinara en ese mismo momento, el corazón de Sasuke le seguiría perteneciendo.

-no voy a matarte-se burló con una enorme sonrisa- eso terminaría las cosas muy rápido… la señora Mikoto me ha dicho que me puedo quedar contigo después de que esto termine

-¿cuál es el maldito propósito de esto…?

-no tengo porque darle explicaciones a alguien como tú- volvió a reír-  aunque sé que a nadie le molestará si te arranco una oreja, como recuerdo

Tenía que admitir que las palabras de Gaara no terminaban de inquietarlo y aunque intentaba hacerse el duro, sintió que el cuerpo entero se tensó al ver como el pelirrojo sacó una pequeña navaja y se hincó a su lado. La sangre fría del Sabaku era de temer, podía ser solo un tecnópata pero eso no quitaba sus habilidades como peleador, su súper poder no le garantizaba una victoria en combate real así que tuvo que compensarlo con habilidades un tanto distintas.

El frio del filo rozando la parte trasera de su oreja le estremeció, era como si todo lo que les rodeara desapareciera y se centrara en ese minúsculo momento. Naruto abrió la boca pero no logró decir nada, estaba muerto de miedo, eso era lo que significaba ser un héroe de verdad, esa clase de momentos desesperantes y embriagadoramente frustrantes. Cerró los ojos, por primera vez era consciente de que eso era a lo que sus padres se enfrentaban a diario, el ser un héroe no era ningún juego.

Entonces, cuando creyó que eso sería todo y debería despedirse de su oreja, cerró los ojos esperando sentir el cuchillo clavándose pero en vez de eso pudo sentir como el arma era retirada bruscamente. Abrió los ojos de golpe y regresó la vista bruscamente para saber qué era lo que pasaba.

-lamento llegar tarde, Naruto

-¡Sai!

Sai había logrado separar a Gaara y empujarlo lejos de su amigo, trató de liberarlo pero se dio cuenta de que los brazaletes tenían un seguro especial que solo podía abrirse con un código. Él mismo estaba más que apurado, había regresado en cuanto escuchó la noticia del ataque de la ex mujer del señor Uchiha.

Nunca tuvo el valor de contarle a ninguno de sus amigos sobre sus padres, villanos que estaban encarcelados obligándolo a él a vivir en diferentes casas con familiares que no lo querían del todo. Naruto y las demás personas que conocía en la escuela eran un recordatorio más para no seguir los pasos de sus padres, pero Gaara, él era especial, más que cualquier otra persona que jamás conoció.

-déjalo, Sai…

-tú no comprendes… esto no es un juego, Naruto

-por eso debes dejarnos esto a nosotros- intervino alguien más

No era nadie más que Shikamaru y los demás compañeros de su clase, ellos habían llegado después de recibir una extraña llamada de Kiba.

-¡llegaron los refuerzos!-secundó Tenten- tú encárgate de Gaara

Sai dejó a Naruto en manos de Shikamaru y Tenten para regresar la vista a Gaara que en cuanto se levantó se apresuró a oprimir un botón  camuflado en su reloj lo que liberó a un ejército de robots apareciera.

-parece que tenemos compañía- logró decir Shikamaru- quédate con Naruto hasta que podamos quitarle esas cosas- le dijo a Tenten- los demás, vengan conmigo

Habían entrenado casi toda su vida para ese momento. Shikamaru, que poseía el don de la telequinesis; Lee, que tenía una fuerza sobre humana; los mellizos Hyuga que combinaban su habilidad de la premonición con un limpio estilo de pelea; además Tenten que no podía pelear en ese momento pero estaba ansiosa. 

Las máquinas eran fuertes y había muchas de ellas, Sai dejó que los demás se encargaran de ellas pues él tenía asuntos importantes, mantenía los ojos en Gaara que ahora tenía una especie de arma en manos. Ser un tecnópata era una de las mejores habilidades que se podía encontrar, crear armas con solo pensarlo, tecnología infalible que en el caso del pelirrojo era verdaderamente efectiva.  Pero el azabache no tenía tiempo para estarse fijando en los detalles menores, tenía trabajo que hacer.

 

 

-_

 

 

En medio de la rueda de la fortuna, Okami seguía tratando inútilmente de congelar sus esposas, los guaruras que cuidaban esa posición estaban peleando con sus hermanos en ese momento lo que propiciaba un momento idóneo para escapar. Había podido escuchar las conversaciones de Mikoto con sus secuaces mientras estaba cautiva con ellos, su madrastra seguía subestimándola hablando cosas innecesarias como el funcionamiento de las esposas y el plan.

Mikoto no estaba haciendo eso solo por una tonta venganza, estaba arriesgándolo todo, la tecnología de las esposas era tan efectiva que sería usada en una máquina especial que despojaría a los héroes de sus poderes para siempre, una vez activada esa máquina entonces los héroes serían inútiles contra las armas de destrucción que poseía. Pero al mismo tiempo, esa máquina nueva era muy inestable y al funcionar con un cristal especial traído del centro de la tierra, debía poder contrarrestar el sistema de alimentación congelándolo, pero no podía hacer nada si seguía atada a las esposas.

Las esposas funcionaban con el mismo núcleo pero al estar ella bajo los efectos del mismo era inútil tratar de usar los poderes de congelamiento, necesitaba que alguien más congelara los brazaletes, el tamaño de esas maquinas en sus muñecas y tobillos era lo bastante pequeño como para ser vulnerable a una baja de temperatura menor.

-parece que estás en problemas

Una vez más, la voz de Tsume fue música para sus oídos, la Inuzuka mayor había logrado trepar hasta ese sitio con ayuda de Kiba. La antigua portadora del emblema del Lobo Plateado carecía de sus poderes ahora que la insignia le pertenecía a su hijo menor pero no por eso había dejado de ser una maravillosa heroína. Una mirada cómplice por parte de Kiba a su madre fue usada de despedida y de un salto se unió a la batalla.

-¿Qué planeas, Tsume? No tienes poderes- dijo Okami muy preocupada

-un héroe no se define por sus poderes- le sonrió- tu madre siempre me lo decía- rio nostálgica- por eso siempre me insistía en la clase de ciencias

De su cinturón extrajo un pequeño rayo, Okami se dio cuenta de que era un arma congelante, justo lo que le hacía falta. La heroína no solo se destacaba por sus poderes obtenidos del emblema, sino que a sabiendas de que si lo perdía, sería prácticamente una humana normal, se especializo en varios tipos de artes marciales sin mencionar su habilidad con las manos.

Una vez libre, Okami fue capaz de hacer una escalera de hielo sólido para poder bajar más fácilmente. Necesitaba ponerlas a ambas en un lugar a salvo y en cuanto pisaron tierra, el alma regresó al cuerpo de la azabache.

-¿Cómo sabías que necesitaría un arma congelante?- se apresuró Okami

-como fuiste a la primera que capturó, supuse que sus planes tenían  que ver con tus súper poderes

-¡Tsume! Ella tiene una máquina que dejará a todos los héroes sin poderes, hay que desactivarla

-¡entonces encontrémosla y congelémosla!

-no es tan sencillo, esa cosa tiene muchos sistemas de seguridad y si intento congelarlo así nada más, estoy segura de que algo malo pasaría

-¿qué hacemos entonces?

-necesito tiempo, no soy una tecnópata así que me va a costar trabajo pero creo que puedo ir desmantelando esa cosa

-¿y quién te ha dicho que puedes hacerlo?- intervino una tercera voz

Okami frunció el ceño profundamente al ver a Sakura y a Ino acercándose con paso muy lento. La pelirrosa era capaz de controlar la tierra, lanzar rocas y manejarla a su antojo; mientras, Ino manipulaba las plantas a su antojo, súper poderes bastante útiles en batalla pero Okami no estaba de humor para lidiar con ese par.

-apártense- dijo con desdén

-nosotras estamos aquí para que tú y la anciana se queden en donde están

-¿a quién llaman “anciana”, mocosa?- se defendió indignada Tsume

Pero la mayor no hizo ningún movimiento brusco, sabía que ella era quien estaba en desventaja, además podía sentir que poco a poco su joven compañera estaba a punto de cobrarse todas y cada una de las ofensas por parte de ese par. Los ojos azabache de la Uchiha se fijaron en ese par que al sentir esa ferviente mirada dieron un paso atrás.

-lo diré una vez más, apártense

Sakura apretó los puños, no se dejaría vencer por ella, tenía una misión importante por cumplir y no se detendría por nadie, ya antes había puesto en su lugar a Okami, eso debería ser pan comido. Miró a su compañera que seguía pensando seriamente en huir dejando a su amiga detrás, pero la pelirrosa no tenía intenciones de abandonar nada.

-tendrás que pasarnos, bastarda- le retó Sakura

Ella fue la primera en ir, corrió muy rápido en dirección a la Uchiha, levantó un par de piedras con las que planeaba aplastar a la Uchiha pero esta ni se inmutó. Entonces, cuando Sakura logró poner ambas rocas sobre la cabeza de la pelinegra, quiso aplastarla pero sus rocas fueron interceptadas por  dos témpanos de hielo.

Había sido suficiente, la gota que rebosara el vaso. Ella se adelantó sin detenerse y con la mirada puesta en Sakura que seguía tratando de lanzarle rocas que eran interceptadas por hielo, mientas Ino se escudaba tras su compañera esperando que ella pudiera contener a Okami pero parecía como si por fin dejara de reprimirse. Muy en el fondo, ambas siempre supieron que la Uchiha jamás mostraba su verdadero potencial con ellas y el hecho de estar viendo sus poderes completos les hacía retroceder inconscientemente.

La última roca fue lanzada, Okami la esquivó sin problemas agachándose, rápidamente corrió y antes de que su oponente se diera cuenta, lanzó un puñetazo que no interceptó la cara de sakura ni tenía la intención de hacerlo sino que el aire alrededor se congeló dejando a la pelirosa congelada por completo. Pero no terminaría ahí sino que una enredadera verde subió por su pierna, Okami la miró con el rabillo del ojo y segundos después se volvió hielo para romperse cual cristal.

Ino había hecho su último intento por detener a la Uchiha menor, pero solo había obtenido una mirada de furia incandescente. La rubia intentó girar sobre sus talones y huir pero se resbaló, estando en el suelo se dio cuenta de que lo que había provocado su caída no era otra cosa más que hielo.  Un frio empezó a recorrerle desde las piernas hasta la cadera, cerró los ojos temblando hasta que el hielo cubrió todo su cuerpo.

-¿estarán bien?-preguntó Tsume acercándose a los témpanos de hielo humanos

-hay problemas más urgentes-le refutó Okami- ahora busquemos la máquina y pongamos manos a la obra

 

 

-_

 

 

Sai esquivó sin dificultad el rayo laser que Gaara había apuntado en su contra, sabía que las armas creadas por el Sabaku no eran ningún chiste, sumado a los robots que terminaba por derretir con lava, solo hacía las cosas más complicadas. Él estaba ahí para salvar a su compañero de hundirse en la obscuridad a la que la madre de los Uchiha los estaba arrastrando.

-¡tienes que escucharme!-bramó Sai tratando de alcanzar el arma en las manos de Gaara con lava

-¡déjame  en paz!-se defendió el susodicho sin dejar de disparar- este es el camino que yo elegí

La pelea continuaba, Sai miró de reojo a sus compañeros que daban pelea como verdaderos héroes, entonces se dio cuenta de que no estaban solos, reconoció enseguida a los padres de Naruto que acababan de llegar.

-¡malditos Uchiha!-gritó Minato al ver a su hijo aprisionado

La furia del Relámpago Amarillo se centró en una sola persona y ese fue Sasuke y poco le importó que este estuviera peleando con Hidan que no lo dejaba descansar. El Uzumaki mayor interrumpió la pelea y arremetió contra Sasuke alzándolo de la camisa como cuando se habían conocido, claro que esa era una situación muy distinta y el azabache no tenía tiempo para lidiar con eso, tomó el brazo de Minato y en un rápido movimiento lo hizo a un lado para segundos después recibir directo el ataque de Hidan.

-¿qué…?-alcanzó a decir Minato

-¿estás bien?- las manos de su esposa fueron de bastante ayuda, ambos miraron al joven Uchiha pelear con el oponente que se veía muy fuerte

-¿qué demonios está pasando?

-no lo sé… mira… Lord Crow está peleando contra sus propios secuaces

Los dos héroes miraron alrededor para evaluar la situación, todo era muy confuso, habían acudido gracias a una alarmante noticia en la tv, no era ningún asunto meramente oficial y fue más confuso que no se tratara de Lord Crow y que al contrario, este estuviera peleando contra los suyos.

-¡Naruto!

Kushina no había podido contenerse, en cuanto vio a su hijo todo lo demás pasó a segundo plano e ignorando la situación salió disparada en dirección a su pequeño que parecía estarle haciendo señas con la cabeza, entonces, como si fuera en cámara lenta, terminó en el suelo atada de manos y pies, abrió la boca con la intención de gritar pero no salió nada, ni un solo sonido. En cuanto giró la cabeza para ver a su marido pudo ver una pelea bastante rápida con robots y en un destello, él también estaba atrapado

Sai también estaba en aprietos, sus compañeros eran acabados uno a uno. Primero Tenten que por cuidar a Naruto había sido un blanco fácil, luego Kiba, los mellizos, Lee y el último en ser vencido fue Shikamaru que ahora estaba en el suelo apretando los dientes incapaz de hacer nada. Fue cuando lo sintió, él también había sido capturado terminando de rodillas en el suelo.

-¿lo entiendes ahora?-le dijo Gaara acercándose sin dejar de apuntarle con el arma- yo no tengo otro camino

-es verdad- rectificó Sai mirándole a la cara- yo te di mis sentimientos y ahora vas a matarme- suspiró bajando la cabeza- me alegra que seas tú quien me quite la vida… después de todo, yo te amo

Gaara apretó los labios y apuntó el arma, tenía que tener el valor para jalar el gatillo y terminar con Sai. Puso el dedo en el lugar indicado pero cuando intentó hacerlo, simplemente no pudo. Las manos le empezaron a temblar y sus ojos se mojaron terminando en un llanto que para él era tonto y una indudable muestra de debilidad.

No podía, por más que quería que su dedo se moviera, no lo hizo, inevitablemente volvían a su cabeza todos los recuerdos que involucraban a Sai, su sonrisa, su cabello, sus ojos azabaches que lo miraban destellantes. Era incapaz de matarlo porque de alguna manera él también lo quería.

-¿por… por qué no puedo… no puedo matarte?

Enseguida Sai regresó la vista hacia arriba para ver como las lágrimas caían de aquellos brillantes ojos aguamarina que tanto le gustaban, entonces Gaara soltó el arma y se arrodilló frente al azabache para abrazarlo con fuerza. Estaba temblando muy asustado sin saber exactamente en qué momento se había convertido en eso, en un monstruo.

-libéranos-susurró Sai

-no puedo… ellos… ellos

-entonces olvídate de nosotros…

Gaara reaccionó casi enseguida, la máquina que Mikoto había construido con su ayuda, necesitaba desmantelarla antes de que se accionara. Él siendo un tecnópata podría ser de ayuda pero no había tenido el tiempo de estudiar el mecanismo por completo, él solo había armado un par de piezas para la villana.

-¿estarás bien aquí solo?

-no pasará nada, ve

 

 

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-¡Diablos!-gritó Okami al electrocutarse

-¿estás bien?-se apresuró Tsume

-no es nada… esta cosa tiene un temporizador protegido y si no lo desactivo entonces estaremos fritos

-¿qué hay del núcleo?

-si logro desactivar el temporizador entonces el núcleo será fácil de desmantelar pero…

-tal vez yo pueda ayudarles

Las dos mujeres giraron la cabeza y en cuanto vieron a Gaara se pusieron en guardia, Okami le apuntó con la mano en señal de que estaba dispuesta a congelarlo ahí mismo como a sus compañeras pero se detuvo en cuanto vio que este no se movía decidió bajar la guardia y hacerse a un lado, entendió que Gaara no atacaría.

-bien-musitó el pelirrojo

Se acercó y enseguida con un rápido movimiento de manos, el temporizador  se desmanteló haciendo que la máquina también dejara de funcionar. Sin haberle dicho nada, Gaara había instalado un sistema en la máquina que estaba conectado a los brazaletes y en el momento en que la máquina cedió, los brazaletes de todos lo hicieron también liberando a los héroes.

-regresemos- advirtió Gaara- Mikoto seguramente no ha terminado

Los tres se fueron rápidamente de ahí, la máquina estaba escondida tras la rueda de la fortuna lo que hacía accesible y rápido. Pero habían olvidado una cosa, el núcleo aún estaba activo.

 

 

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El ver a los héroes liberados y a sus secuaces vencidos había hecho que Mikoto ardiera en furia, incluso Sasori había huido en cuanto los Uzumaki se hubieran liberado. Sasuke miraba de reojo a Naruto que también le devolvía la mirada pero ninguno era capaz de acercarse debido a Minato.

-¡se terminó!

La voz de Okami solo hizo que Mikoto ardiera en más y más furia, ahora estaba sola y vulnerable. Pero aún le quedaba un as bajo la manga y era una pistola de rayos laser con la suficiente potencia para acabar con los enemigos, no era un arma exageradamente grande así que la tomó en sus manos y empezó a disparar al azar. Claro que los héroes esquivaban los rayos debido al comportamiento tan errático de la yakuza, solo causaba daños a la de por si devastada infraestructura de lo que quedaba del parque.

Pero su objetivo era claro, logró apuntar el arma directo a Okami y sin dudar jaló el gatillo. Fue como si el tiempo se alentara, nadie fue capaz de reaccionar a tiempo y cuando la muchacha cerró los ojos para recibir el rayo, este nunca llegó. Una figura en llamas se levantaba frente suyo, entonces cuando el rayo impacto en este, se desvaneció el fuego dejando caer a un hombre que sangraba de la herida abierta en su costado.

-¡Papá!-gritó la muchacha

Los tres hermanos Uchiha corrieron en auxilio de Fugaku que yacía en el suelo con una mano sobre la herida, estaba perdiendo mucha sangre pero casi de inmediato su hija menor puso una mano sobre la zona afectada e hizo una especie de tempano de hielo que detendría la sangre por un tiempo determinado.

-perdón-dijo él- les volvía a fallar, a los tres

Los hermanos solo respondieron con un abrazo, el Uchiha mayor tomó a Okami, él se sentía culpable por haber hecho de la vida de su hija menor un infierno. Pero mientras esto sucedía, Mikoto apretó el arma con mucha más fuerza y sin darse cuenta jaló el gatillo dando con una parte de la estructura de la rueda que se desplomó sobre la máquina creando un sonido alarmante y una pequeña explosión que solo sería una advertencia.

-¡el núcleo! – Gritó Gaara- tenemos que salir de aquí o esa cosa va a explotar

-tranquilos- intervino Minato llegando junto a los hermanos- yo me encargo de esto

Ninguno de los hermanos Uchiha dijo nada al ver al mayor enemigo de la familia llevar a su padre en la espalda, seguramente él sería capaz de llegar antes con un doctor y eso sería mejor que cualquier cosa que ellos pudieran hacer.

-Kushina- llamó a su mujer- encárgate de sacar a los chicos de aquí- luego le dedicó una mirada a Sasuke- mantenlo a salvo- le dijo para desaparecer en una ráfaga de luz

Fue cuando empezaron a levantarse, las heridas de todos eran superficiales así que poco a poco fueron yéndose, la explosión sería relativamente peligrosa así que debían salir del lugar en cuanto pudieran. Cuando Okami estaba a punto de irse, miró hacia atrás y se dio cuenta de que Mikoto estaba atrapada, una viga había caído sobre su pierna haciendo imposible su escape.

-ya los alcanzo- logró musitar para correr en dirección de su madrastra

No podía permitirse darse el lujo de ver a Mikoto morir sin haber hecho nada al respecto, después de todo, ella era una heroína y no cedería ante nada para mantener su honor limpio. El humo de la máquina se hacía cada vez más denso y mientras más se acercaba podía escuchar los gritos de desesperación de su madrastra. Cuando estuvo a su lado, intentó liberar su pierna pero entonces se dio cuenta de que la mayor le apuntaba con el arma.

-¿qué demonios haces, Mikoto? Tenemos que salir de aquí

-¡no me toques!

-por favor, deja que te saque de aquí o morirás

-¡prefiero morir antes de que una bastarda como tú me toque!

Una mano firme agarró a Okami por el brazo, era Sasuke que había regresado por ella y en cuanto Mikoto lo vio, empezó a rogar por su ayuda pero el azabache tomó a su hermana y la llevó lejos de ahí.

 

 

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La aparatosa explosión estuvo en todos los noticieros, ningún civil había sido herido en esa batalla y solo hubo una muerte, un miembro de la familia yakuza de la que solo se encontró un trozo de piel tatuada cerca de los escombros.

El incidente pronto quedó olvidado y las clases reanudadas, la escuela seguía siendo igual que antes solo que había un par de cosas nuevas. Gaara había sido perdonado por su participación en el plan de Mikoto y debía tener un vigilante asignado por la directora Tsunade para asegurarse de que estaría cumpliendo con volver al camino correcto, Sai fue asignado para la tarea pues ¿quién mejor que su novio para asegurarse de que estaba haciendo las cosas bien?

Los hermanos de Gaara también habían resentido el plan de Mikoto solo que para mejor pues Kankuro tuvo el valor de declarársele a Hinata en frente de todos y esta última también tuvo el valor para aceptar sus sentimientos hacia él. Temari dejó Sky High y comenzó a trabajar en el refugio de animales de la familia Inuzuka, como le había dicho a la que ahora era su pareja, Tenten, el asunto de los poderes y salvar al mundo no era cosa para ella, además le había pedido a Gaara construir un solo brazalete más que usaba en su muñeca derecha y así despreocuparse por completo de sus poderes.

Lord Crow se retiró dando paso al nacimiento de Copy Cat, el nuevo compañero de Missdirection. Ambos se habían mudado a la ciudad de Deidara en donde eran reconocidos por ser los nuevos héroes que atrapaban a los malos.

Fugaku Uchiha vendió la mansión, se mudó a una modesta casa en los suburbios en donde vivía tranquilamente al lado de su hijo menor, Sasuke y de su hija, Okami que había decidido regresar al lado de su familia. La nueva casa de los Uchiha estaba en el mismo suburbio que la casa de los Inuzuka y los Uzumaki, lo que hacía las cosas más sencillas para los jóvenes. Por su puesto, los padres de Naruto cedieron ante la relación de su hijo con Sasuke, aunque para Minato fuese difícil.

En resumen, la vida había vuelto a la normalidad. El año escolar transcurrió como era debido y el día de la graduación, estaban todos en el gimnasio celebrando el baile, después de esa noche, serían héroes calificados para salir al mundo a salvar a las personas.

Sasuke estaba sentado en las escaleras de la entrada de la escuela, necesitaba un poco de paz después de toda esa música y ruido pero no estaba solo, Naruto estaba a su lado como lo había estado durante casi un año completo.

-¿en qué piensas?-le dijo Naruto para romper el silencio

- en mi nombre de súper héroe-respondió muy serio

Esto solo le causo mucha gracia a Naruto que solo logró soltar una sonora carcajada. Era verdad, ahora su novio sería un héroe igual a él, igualmente Okami se convertiría en una heroína el año entrante. Nombres y trajes era lo único en la cabeza de toda su generación, claro que ellos dos ya tenían el suyo, uno que combinara porque estaba más que dicho el hecho de ser compañeros.

-te amo-le dijo Naruto

-yo igual te amo, Naruto

Y entonces, despidieron la noche con un beso.  

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Pues bien, hemos llegado al final de este fanfic. Quiero darles las gracias a ustedes mis lectores, una vez más hemos concluido otro proyecto del que nos sentimos orgullosas, nosotras no seríamos nada sin nuestros fieles lectores. 

Espero que nos sigan en nuestro siguiente trabajo que espero, no tarde mucho en ser estrenado. 

 

Una vez más, gracias a todos y bendiciones, nos leemos pronto. 


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