Death Mask se quedo mirandó la pequeña llave plateada atada alrededor de una botella con agua, que Kanon había puesto enfrente de él. Él desató la pequeña cuerda y sostuvo la llave ante Shaka y Kanon. —Muy bien, chicos, ya casi ha pasado una semana. Esto está empezando a hacerse viejo.
—Cariño, nosotros solo queríamos asegurarnos de que estas preparado. Mejor prevenir que lamentar. —Dino se echo a reír.
—¿No has oído hablar de sexo seguro? — Kanon agregó, haciendo que Shaka lo empujara, ya que ambos se desplomaron contra la barra con una risa histérica.
Death Mask rodó los ojos ante sus risas ya casi había pasado una semana desde que Death Mask había esposado a Saga a su cama y habían hecho el amor y se le olvidaron las llaves para abrir las malditas esposas. Shaka y Kanon se seguían riendo de eso.
No habían dejado de reír desde el minuto en que Death Mask les había llamado por teléfono y les pidió llevar la llave. Incluso después de aparecer en el condómino de Saga, ellos se habían negado a dar a Death Mask las llaves, en cambio corrieron por delante de él al dormitorio, encontrando a un sumamente avergonzado Saga, delante de ellos.
Desde entonces habían hecho todo lo que había estado a su alcance para recordarle a Death Mask, que había estado tan concentrado en hacer el amor con Saga, que se había olvidado de pedir las llaves para las esposas. Casi cada vez que Death Mask se daba la vuelta, le salían llaves por todos lados.
Ahora tenía una caja llena de ellas en cada forma y tamaño. Al principio era un poco incomodo, pero ahora estaba terriblemente avergonzado de haber olvidado la llave, fue por eso que había comenzado a guardar las llaves. En primer lugar, porque nunca tendría que pasar de nuevo por eso y en segundo lugar, porque realmente era gracioso.
Death Mask deslizó la llave en su bolsillo y tomó un rápido trago de su agua, mirando a Shaka y Kanon todo el tiempo. Puso su agua de nuevo en la barra, y les enseño la lengua a ellos. —Voy a ir a bailar.
Eso hizo que Shaka y Kanon tuvieran otro ataque de risa. Death Mask se limitó a negar con la cabeza, cuando salió a la pista de baile y empezó a bailar. A medida que iba girando alrededor de la pista, su mirada iba al gran espejo de un solo sentido en el segundo piso con vista a la barra.
Sabiendo que Saga lo miraba, Death Mask meneó un poco más sus caderas, con una pequeña oscilación en su paso. A Saga le encantaba mirar a Death Mask bailar. Decía que era como verlo tener relaciones sexuales en la pista de baile. Pero ahora, Death Mask solo bailaba para Saga.
Death Mask ahora sabia que le pertenecía a Saga tanto como Saga le pertenecía a él. Desde aquella noche hacia casi una semana, ellos lo habían hecho casi como conejos. Cada vez había sido maravilloso, aunque Death Mask tenía que convencer a Saga de hacer el amor pero sin las esposas.
Hacer el amor con Saga era la cosa más maravillosa que hubiera experimentado alguna vez. Y él no tenía ninguna duda de que pronto estarían haciéndolo sin esposas. Ambos habían usado una serie de medios para aliviar la tensión del otro, sin las complicadas restricciones. Solo era que Saga aún se asustaba lo suficiente como para insistir en estar inmovilizado.
Death Mask pasó sus manos por sus caderas y el pecho, y sus ojos nunca dejaron el vidrio donde sabía que Saga lo miraba. Le sopló a Saga un besito y con la boca le susurró las palabras r13;Te amor14; antes de poner distancia y bailar más cerca a la multitud. Él sonrió mientras bailaba alrededor de la pista pensando en todos los momentos maravillosos que aún estaban por venir teniendo a Saga en su vida.
Unos brazos fuertes y gruesos de repente levantaron en el aire a Death Mask causando un inesperado grito de miedo antes de darse cuenta de que era Saga. Él soltó una risa alegre cuando cubrió sus brazos alrededor de su gran amante y dejó caer besos en toda su cara.
Saga llevó a Death Mask contra su pecho apretandolo olvidando a la multitud de personas que los rodeaban. Eran solo dos personas entre la multitud y lo único que le importaba era el pequeño hombre entre sus brazos.
—No es bueno jugar con fuego, ángel. Puedes quemarte.
Tuvo la súbita necesidad de soltar un grito primitivo mientras observaba los ojos de Saga oscurecerse y sentía ponerse en tensión su cuerpo. Mirar a su amante excitarse era casi tan bueno como hacer el amor, casi.
—¿Sabes lo hermoso que eres para mí?, —preguntó Saga
Death Mask buscó en su bolsillo y sacó una llave, colocándola frente a la cara de Saga. —¿me muestras? —Death Mask no creía que fuera posible, pero los ojos de Saga se ensombrecieron aun más, y se volvió bruscamente, llevándose a Death Mask de la pista de baile hacia las escaleras que conducían a su oficina.
Iba subiendo de dos escalones a la vez, mientras llevaba a Death Mask hasta su oficina, cerrando y bloqueando la puerta detrás de él. Rápidamente llevó a Death Mask al sofá de cuero negro que estaba contra una pared, sentándose en él, tumbó a Death Mask para sentarlo a horcajadas sobre sus piernas.
Death Mask de inmediato se acercó y hundió las manos en el pelo de Saga, tirando de su cabeza frenéticamente, dándole besos necesitados, mientras las manos de Saga comenzaron a trabajar en los botones de su camisa. Death Mask se frotó contra Saga como un gato, casi ronroneando.
—Te necesito, Saga, te necesito ahora. —Gimió cuando Saga lo levantó lo suficiente y sus labios mordieron un pezón de Death Mask y tiraron suavemente del piercing. Su mano cayó del pelo de Saga hasta los botones de su pantalón negro.
Tenía los pantalones de Saga desabrochados y en cuestión de segundos su polla dura en una de sus manos. Acariciando la longitud sólida de su amante, disfrutando la sensación de la carne dura, sedosa entre su mano. Saga estaba largo y duro, gotas de líquido pre- eyaculatorio goteaban de él.
Saga dejó caer la cabeza sobre el respaldo del sofá, saboreando la sensación de las caricias de Death Mask. Levantó la cabeza, llegó a los botones de los pantalones de Death Mask. —Fuera, bebé, quítatelos. —Le dijo mientras tiraba de los pantalones de Death Mask.
Death Mask se sacó los zapatos, y moviéndose hasta que se sacó los pantalones por las piernas, luego se acomodo una vez más sobre el regazo de Saga, frotando sus penes duros juntos para el disfrute de los dos.
—Lubricante, no tengo ninguno…
—No lo necesitamos. — Death Mask sonrió.
—No quiero hacerte daño, ángel, — Saga susurró.
Death Mask tomó la mano de Saga y la llevó atrás para que sintiera el tapón anal presionando entre las mejillas de su trasero. Saga inhalo profundamente, cuando Death Mask se rió. —Te dije que no necesitábamos.
—Oh mierda, ¿has tenido esto toda la noche?.
Death Mask asintió con la cabeza con impaciencia, gimiendo cuando Saga tomo el tapón anal y tiró de él varias veces, empujándolo hacia adentro y hacia fuera rápidamente. ¡Maldita sea, que bien se sentía!
—Oh si, quería estar listo para ti.
—Esposas, —gruñó Saga mientras sacaba el tapón anal hacia afuera y lo dejaba caer en el sofá junto a él, empujando el cuerpo de Death Mask de encima de él. —Necesitamos las esposas. ¿Dónde están? — sus manos se inclinaron y comenzó a buscar las esposas.
La sonrisa de Death Mask era traviesa cuando agarró el pene de Saga y la puso en contra de su entrada, deslizándolo en su interior antes de que Saga pudiera protestar. Las manos de Saga al instante agarraron las caderas de Death Mask, sosteniéndolo en su lugar cuando su aliento silbó fuera de sus pulmones.
— Death Mask, no podemos, oh, cielos, —gimiendo cuando Death Mask comenzó a moverse, rodando sus caderas tanto contra Saga haciendo que se hinchara más. El placer era exquisito. Poco a poco, comenzó su propio empuje, hundiéndose dentro y fuera de la apretada vaina de Death Mask.
Todo el cuerpo de Death Mask tembló cuando Saga tomó el mando mientras hacían el amor y olvidó las esposas. Cada empuje dentro de Death Mask casi lo levantaba en el aire. Las manos que sujetaban sus caderas lo mantenían en su lugar.
Death Mask gimió cuando Saga empujó contra su punto feliz de nuevo y otra vez, gritando su nombre. Sabía por el ajuste de las manos de Saga que estaba a punto de la liberación. Él quería que fuera tan sorprendente como su propio clímax en crecimiento.
Cuando el cuerpo de Death Mask comenzó a temblar con su inminente liberación, Saga se inclino hacia delante y mordió su cuello. Death Mask sabía que Saga estaba dejando su huella en él, poniendo su reclamo de propiedad a la vista de todos.
Las manos de Death Mask se cerraron sobre los hombros de Saga, su cabeza se hizo hacia atrás, mientras gritaba el nombre de Saga. Todo su cuerpo se puso rígido cuando los músculos internos se contrajeron contra la palpitante polla de Saga.
De pronto, Saga gritó. Death Mask podía sentir sus uñas clavándose en la carne blanda de sus caderas mientras se arqueaba y empujaba adentro. Saga rugió lo suficientemente fuerte para sacudir las ventanas mientras se unía a Death Mask en el éxtasis, llenándolo con todo lo que tenía que dar.
Saga envolvió sus agitados bazos en torno a Death Mask, ya que él se derrumbó sobre su pecho, su respiración era áspera. Le tomó varios minutos al hombre para moverse. Por último, Death Mask puso una mano en el pecho de Saga para sostenerse y jalar sus pantalones.
Metió la mano en su bolsillo y sacó algo. Sentándose, le sonrió a Saga. Su sonrisa creció mientras sostenía el pequeño objeto entre las manos de Saga. —Creo que esto es tuyo, amor.
Saga miro el pequeño objeto de latón en la mano Death Mask, confundido. Su mandíbula se abrió de asombro al mirar de nuevo la cara presumida de Death Mask. —Tu…estas… ¿No estás herido?
—Yo estoy bien Saga. No tengo ni un rasguño.
—Pero… tu…nosotros no…
Death Mask se inclinó y besó la nariz de Saga. —No, nosotros no y no, no me hiciste daño. Estoy bien, genial, de hecho. Me siento de maravilla y te lo debo a ti. —Le susurró esto último mientras movía sus caderas sobre Saga ya que aún estaba enterrado en su interior.
Saga alzó a Death Mask de él. Death Mask podía sentir el corazón de Saga golpeando en su pecho. De repente, se echo a reír.
Death Mask se rio de la exuberancia de su amante. Él sabía que era cuestión de tiempo antes de que Saga hiciera lo que él ya sabía. Saga nunca le haría daño. Él lo haría, volverse loco, pero nunca le haría daño. Él simplemente no le haría daño a alguien que le importara.
Había comenzado a preguntarse la semana pasada si Saga realmente podría hacerle daño a alguien. Después de haber hecho el amor, había ido a Kanon y le había preguntado por Mu de Aries. Kanon fue casi tan hermético como Saga a lo relativo a la situación.
Su siguiente opción fue contactar con la madre de Saga y preguntarle acerca de eso. No sabía por qué sentía la necesidad de saber. No podía decirlo. Pero algo dentro de él le decía que había algo raro en toda la situación. Él no podía poner el dedo en la llaga.
Saga lo levantó y lo sacó de sus profundos pensamientos. Saga se inclinó y agarró los pantalones de Death Mask y se detuvo antes de agarrar una toalla y limpiarlos a ellos.
Una vez que los dos estaban vestidos, Saga acercó a Death Mask hacia su escritorio. Se sentó en su sillón de cuero negro y acomodó a Death Mask sobre su regazo. Él se acercó y sacó una pequeña bolsa del cajón de su escritorio y se la dio a Death Mask.
—Tengo algo para ti.
— Saga, yo no te quiero para que me compres cosas. Ya me has dado suficiente.
—Ah, pero yo solo estoy devolviendo esto a su legitimo propietario, ángel. — Saga abrió la pequeña bolsa y agarrándola vertió el pequeño objeto dentro de su palma de la mano.
—Esto te pertenece a ti, bebe, y yo solo quiero regresártelo. Saga levantó el pequeño anillo y lo empujó de nuevo en el dedo de Death Mask antes de traer las manos de Death Mask hasta sus labios, y poner un pequeño beso en la D y S que formaban los diamantes. —Aquí es donde pertenece.
— Saga, yo pensé que nunca lo vería otra vez. — Death Mask susurró mientras sostenía su mano, mirando el pequeño anillo en su dedo. Se había sentido perdido sin él. ¿Quién se iba a imaginar que una cosa tan pequeña podría llegar a significar tanto para él?
Death Mask estaba tan concentrado en el anillo en su dedo que estuvo a punto de saltar de su piel cuando el teléfono sobre el escritorio de Saga sonó. Saga se rió cuando él envolvió su brazo alrededor de Death Mask para sostenerlo y alcanzar el teléfono con el otro.
— Saga. Está bien, correcto voy para abajo. — Saga colgó el teléfono y levantó a Death Mask sobre sus pies antes de hacer lo mismo. — Ellos me necesitan abajo, bebé.
Saga le dio una nalgada a Death Mask en el trasero mientras él lo empujaba hacia la puerta. —¿Por qué no vas hacia abajo y bailas un poco, mientras yo arreglo esto? Solo debe tomarme algunos minutos, y luego podemos ir a conseguir algo para comer.
Le dio un rápido beso a Death Mask cuando llegaron a la parte inferior de las escaleras. —Ve a divertirte, bebé.
Death Mask sonrió estaba aturdido mientras caminaba hacia la pista de baile y comenzó a bailar. Alguien comenzó a bailar detrás de él. Death Mask realmente no estaba interesado en saber quién era. Sus ojos estaban puestos en Saga mientras hablaba brevemente con Kanon, y a continuación, uno de los gorilas de la puerta principal.
No fue hasta que el hombre detrás de él comenzó a mecer sus caderas sugestivamente en su contra que Death Mask realmente se percató de que estaba allí. Death Mask dio un paso hacia adelante, pero el hombre lo siguió decidido, atrayendo a Death Mask contra su cuerpo y sus caderas.
—¡Amigo!, —exclamó mientras empezaba a dar la vuelta. — Atrás aaaa. ¿Aioria? ¿Qué estás haciendo aquí? — Death Mask estaba tan sorprendido al ver a su ex novio de pie detrás de él, que por un momento, no se movió.
—Te perdiste, nené. Pensaba que podríamos, ya sabes, conectar de nuevo. —Las intenciones de Aioria eran demasiado claras cuando él presiono su creciente erección contra Death Mask. Death Mask vio un ligero movimiento detrás de él y miro para ver a otros tres hombres de pie a su lado, mirándolo como un pedazo de carne fresca.
—Ya veo que traes a tus amigos contigo. — Death Mask respondió con amargura, mientras trataba de quitarse las manos de Aioria de la cintura. Aioria era como un pulpo. Sus manos estaban en todas partes. Death Mask tomaba una mano solo para tener que luchar contra la otra mano.
—¿Quieres parar?, —dijo Death Mask con vehemencia.
—Oh, vamos, nene, sabes que me extrañaste. Yo solo quiero pasar un rato contigo. Todos lo queremos. —Él se rio cuando sus tres amigos se unieron a él, en torno a Death Mask con eficacia en la pista de baile, haciendo un circulo entre todos ellos.
—No, Aioria, quiero que saques tus manos de encima de mí. — Death Mask empezó a sentir claustrofobia y amenazado cuando los cuatro hombres empezaron a acercarse más a él, bloqueando la vista de Death Mask de cualquier persona en la pista de baile. Los cuatro hombres eran mucho más grandes que Death Mask.
—No seas así, Demask. — Aioria sonrió. Death Mask sintió de pronto como sus brazos eran jalados hacia atrás de él, mientras Aioria cogía el botón de sus pantalones. —Solo queremos tener un poco de diversión.
—Mi nombre no es Demask. Es Death Mask. Y no quiero tener ninguna diversión contigo. ¡Saca tus manos de mí! — Death Mask sabía que estaba próximo a la histeria, pero no podía evitarlo. La última vez que había visto a Aioria, lo estaba golpeando como a la mierda, porque no quiso r13;Jugarr14; con Aioria y sus amigos.
Death Mask empezó a luchar y abrió la boca para gritar cuando unas manos fuertes levantaron a Aioria de en medio y lo arrojaron a través de la habitación como si no pesara nada. Los otros tres hombres rápidamente fueron tratados de la misma manera, y Death Mask de repente estaba envuelto en brazos fuertes y amorosos.
— Death Mask, bebé, ¿estás bien? ¿Te hicieron daño? —exclamó la voz ansiosa de Saga. Sus manos se movieron rápidamente de los brazos de Death Mask hacia sus piernas. Al no encontrar lesiones visibles, lo envolvió con sus fuertes brazos y lo abrazó. —Oh, cielos, bebé, cuando Kanon me dijo que alguien te estaba molestando y después te vi rodeado por los hombres, Oh cielos, Death Mask, pensé que iba a volverme loco. — Saga comenzó a dejar caer besos por todo el pelo y la cara de Death Mask.
Death Mask se acurrucó en el apretado abrazo de Saga, sintiéndose seguro y protegido. —Estoy bien.
—¿Qué paso? — Saga le preguntó.
—Te diré lo que paso. —Gritó una voz a varios pies de ellos. — Demask y yo estábamos renovando nuestra amistad cuando tu interferiste.
Death Mask rápidamente volvió la cabeza mientras miraba a Saga. — Eso no es verdad, lo juro. Les dije que me dejaran en paz.
—Oh, por favor, Demask, eso no es lo que dijiste la última vez que nos viste a nosotros cuatro. Lo querías entonces y que sepa que lo quieres ahora.
Death Mask comenzó a protestar cuando Saga levantó la mano para pedirle silencio.
—Vamos a aprovechar y a subir a donde podamos tener algo más de privacidad, si no les importa, señores.
Death Mask no sabía qué pensar, cuando Saga lo agarró por el brazo y comenzó a escoltarlo por las escaleras. Cuatro porteros muy grandes escoltaban a Aioria y a sus amigos detrás de él.
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Cuando llegaron arriba, Saga le señaló una silla al fondo en la pared, para que Death Mask se sentara. —¡Siéntate! —él le ordenó. Observó a Aioria y a sus amigos entrar y señalar el sofá antes de sentarse en su propia silla.
Él juntó las manos y se recostó en su silla, con cuidado mirando con severidad a cada persona en la sala. Después de varios largos momentos, dejó caer sus manos en su regazo y miró a Aioria.
—¿Tu nombre es?
— Aioria de Leo tercero, —dijo Aioria, con un tono muy arrogante en su voz.
Saga miró a Aioria por unos momentos antes de asentir con la cabeza. —¿ Aioria de Leo tercero? ¿Tu padre es Aioria de Leo, del CEO de industrias León? — Aioria asintió con la cabeza y una sonrisa sarcástica.
—¿Supongo que ha oído hablar de mi padre?
Saga asintió —Si, definitivamente he oído hablar de tu padre —él miró a los otros tres hombres junto a Aioria.
—¿Y ellos son?
—Mis amigos — Aioria respondió. Su confianza y egocéntrica manera de ser crecía, ahora que Saga sabía quién era su padre. Industrias León era un negocio multimillonario.
Saga volvió a asentir. Todavía no había mirado a Death Mask. —Sr. Aioria, ¿Podrías decirme qué fue lo que ocurrió en la pista de baile de mi club?
Aioria asintió con entusiasmo. —Es muy simple. Demask es mi… viejo amigo. Tuvimos un pequeño malentendido, no hace mucho, y él…
—Eso no es cierto. Estas mintiendo, —comenzó Death Mask solo para conseguir una mirada feroz de Saga.
—¡Siéntate! — Saga le gritó a Death Mask. —No te he pedido una explicación. —Él miro a Aioria y su tono de voz tuvo mucho más diplomacia. —Ahora, ¿qué me decías, Sr. Aioria?
Aioria le sonrió más a Death Mask. —Como te decía antes de que yo fuera groseramente interrumpido, Demask aquí está un poco molesto conmigo. Tú sabes cómo es. Él cree que puede hacer lo que quiera. Algunas veces, tengo que demostrarle quien está realmente a cargo.
—Sí, por supuesto, tú de repente lo reprendes, para recordarle su lugar, por así decirlo. ¿Correcto? ¿Y eso ha pasado esta noche?
—Oh, no, eso fue hace unos meses. Como he dicho, hemos tenido un malentendido. Demask olvidó dónde estaba su lugar, como dijiste. Por lo tanto yo tuve que recordárselo. Él estaba un poco molesto conmigo. Él me necesita más de lo que yo lo necesito. Así que me fui a Europa de vacaciones por un tiempo. Cuando llegué a su casa la semana pasada, me encontré con que él se había ido y estaba jugando en otro lugar. Mis amigos y yo simplemente llegamos esta noche para reclamar lo que es mío.
—Entonces, ¿Cómo exactamente se inició el desacuerdo en mi pista de baile?
—Es muy simple. Demask me pertenece y tiene que hacer lo que yo le digo. Durante el tiempo que me he ido, parece que se le ha olvidado esa pequeña regla. Mis amigos y yo solo íbamos a divertirnos un poco con él, recordándole a quien le pertenece.
Saga asintió con la cabeza varias veces como si entendiera muy bien lo que Aioria le decía. —Tú has dicho que él estaba jugando alrededor. ¿Aquí? ¿En mi bar?
—Si. — Aioria le dio una mirada reprobatoria a Death Mask. —Parece que encontró a alguien con quien jugar, mientras yo estaba de vacaciones sin pedir mi permiso. Tú tienes que entender, que puse un montón de tiempo y energía en él.
—Eso le debió tomar mucha dedicación, Sr. Aioria.
—Bueno, sí. Sí. Me alegro de que lo entiendas.
—¿Y tú dices que te pertenece? ¿Qué ha estado jugando a tus espaldas? —la irritación era clara para todo el mundo que viera la cara de Saga.
—Si, por supuesto. Él ha sido mío desde hace más de un año. Me enteré a través de unos amigos que él ha estado jugando con alguien aquí en el club, regularmente. Es por eso que vine aquí esta noche.
—¿Sabes quién es él y que tan regular es?
—No, pero sospecho que es su amigo, Shaka. Nunca me gustó ese tipo. Dijo que no tenía ningún interés en Demask, pero he visto la manera en que él lo mira. Él siempre lo quiso. Y en el momento en que le di la espalda él…
Saga se levantó de su asiento y se dirigió a su bar y se sirvió una copa. Se volvió brevemente a los hombres en el sofá.
—¿Quieren algo señores? ¿Una bebida? ¿Una copa de vino?
—Si, una bebida estaría muy bien, — Aioria dijo mientras su sonrisa se hacía mas y mas grande. Saga sirvió cuatro tragos más y se los dio a Aioria y a sus amigos antes de volver a sentarse en el borde de su escritorio, con los brazos cruzados sobre su pecho.
—Por lo tanto, solo para ver si lo entiendo todo, este joven, Demask, como lo llamas, ¿Es tu…?
—Demask es mi juguete.
—Juguete, entonces hace varios meses tuviste que recordarle quien estaba a cargo. Después te fuiste de vacaciones. Cuando regresaste, te dijo un amigo que estaba aquí en mi club perdiendo el tiempo con otra persona. Tú y tus amigos llegaron aquí esta noche para recuperar lo que has dicho es de tu propiedad y para divertirse un poco con él, renovar su amistad, por así decirlo. ¿Es esto correcto?
—Sí, yo diría que eso lo resume todo. No tenía intención de causar una escena en su establecimiento, sin embargo. Jules no quería cooperar. Él puede ser un poco testarudo a veces, pero esa es una de las cosas que me gusta de él. No es divertido jugar con alguien que simplemente se queda allí. — Aioria miró de reojo a Death Mask. —Es mucho más divertido cuando protesta un poco. Demask puede ser muy divertido.
Saga sirvió a los hombres otra copa y fue a sentarse detrás de su escritorio de nuevo. Cruzó las manos y los miró brevemente —Tú entiendes que no están permitidas las alteraciones, ¿como está en mi club? Tengo un club limpio. Para aquellos con gustos más exigentes… tenemos un salón VIP.
—Si, por supuesto, y me disculpo por ello. Nunca tuve la intención de romper las reglas de su club. Sin embargo, si hubiera sabido que había una sala VIP, bien…
—No, por supuesto que no. — Saga miró a Aioria. —La sala VIP solo la pueden disfrutar unos cuantos invitados seleccionados, ¿entiendes? Yo tendría que comprobar algunas cosas antes de que pudiéramos hablar de la sala VIP contigo.
—Por supuesto, lo entiendo perfectamente. — Aioria respondió. Sacó del bolsillo una tarjeta de presentación, y se la entrego a Saga.
Saga tomó la tarjeta y la miró antes de asentir con la cabeza otra vez. —Esto solo durara un momento. —Dijo mientras tomaba el teléfono de su escritorio y marcaba el número de la tarjeta de presentación.
—El Sr. Aioria, por favor. Saga de Géminis. Si, lo espero.
Death Mask contuvo el aliento, cuando todos escuchaban con atención a Saga. — Aioria, Saga de Geminis aquí. Sí, sí, estoy bien. Tu hijo Aioria entró en mi club esta noche, y hubo un pequeño disturbio. No, no, por supuesto que no llamé a la policía. Creo que esto podemos manejarlo entre nosotros.
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Por el rabillo del ojo, Death Mask vio la sonrisa maliciosa que cruzó el rostro de Aioria. Desde donde estaba sentado, él sabía que Saga también lo vio. La rigidez en su postura le dijo que Saga no era un hombre feliz.
—Me tomó un poco de tiempo averiguar qué es lo que había pasado, pero es esto. Hace varios meses tu hijo tuvo un enfrentamiento con su juguete, creo que lo llamó así. Sí un Death Mask. ¿Oh tú has oído hablar de él? Entonces sabes de lo que estoy hablando, bueno. Creo entender que tu hijo se sintió con la necesidad de enseñar a su juguete una lección de modales en ese momento. Por lo tanto, ¿conoces sobre este incidente también? ¿Aquel en el que el señor Death Mask acabó en el hospital? Bien, bien. Como sea, esta noche, Aioria y tres de sus amigos vinieron a mi club, porque él había oído que Death Mask estaba pasando el rato aquí con uno de mis clientes habituales y que él quería recuperar lo que siente que es de su propiedad.
Saga se detuvo y asintió con la cabeza varias veces. — Aioria, espera voy a poner el altavoz. Quiero que todos puedan escuchar con claridad lo que tienes que decir sobre esta pequeña situación. — Saga se acercó y apretó un botón en el teléfono y colgó el auricular que tenía en la mano.
Death Mask podría haberse caído de la silla si no hubiera estado agarrándose a los bordes cuando Saga torció su dedo hacia él. Death Mask se levantó y caminó por el suelo a su lado. Estaba tan tenso que casi grita cuando el brazo de Saga se envolvió alrededor de él y lo sentó en su regazo.
—En primer lugar, Aioria, quiero explicarte los numerosos problemas que he tenido con esta situación. Quiero que entiendas perfectamente a lo que te atienes. Death Mask es mi socio, en mi vida y en mi negocio, y ha sido así durante bastante tiempo. Por lo tanto, si tu hijo continúa hostigando a mi pareja en cualquier forma, me veré obligado a retirar todos los préstamos personales que tenemos con ustedes, así como a cancelar todos los contratos que tenemos con las industrias León.
Death Mask podía ver explotando las cabezas del Señor y el joven Aioria, desde donde había enterrado la cabeza en el cuello de Saga. Saga a su vez, le frotaba la espalda para tranquilizarlo.
—Pero, pero, Saga, en total son millones de dólares, solo en préstamos personales. ¿Cómo sería posible juntar esa cantidad de dinero? Sería la quiebra para mí.
—Entonces, Aioria, te sugiero que le pongas una correa a tu hijo. — Saga metió la mano en el cajón de su escritorio y sacó un archivo que abrió. —¿Quieres una lista de las lesiones que tu hijo le infringió al Sr. Death Mask hace varios meses? ¿Qué tal empezar con los moretones? ¿O tal vez te gustaría conocer el número de puntos que le dieron al Sr. Death Mask para cerrarle las heridas?
—Ahora, espera un minuto, maldita sea…. — Aioria empezó a decir mientras empezaba a ponerse de pie.
—Cállate de una puta vez, Aioria. Ya me has metido en suficientes problemas con tus pequeñas travesuras. —El señor Aioria gritaba a través del teléfono.
Death Mask levantó la cabeza y miró con algo de diversión como Aioria se hundió en el sofá. Parecía que Aioria finalmente se había topado con alguien al que no podía intimidar.
— Aioria, quiero que entiendas que me gusta hacer negocios contigo. Siempre has sido un hombre honesto, y no veo ningún fallo en tu persona, ni en industrias León. Tu hijo, sin embargo, no merece la misma estima. Ha demostrado ser un intimidador y un matón. Él siente que puede hacerle lo que quiera a quien él desee. En este caso a mi Death Mask.
—Ahora, Saga, mi hijo es mayor de dieciocho años. No tengo control sobre sus acciones, y como tal…
—No es cierto, Aioria, tú tienes control sobre sus acciones. O debería decir, sobre sus finanzas. ¿Alguna vez has pensado en hacerlo trabajar para ganar el dinero como el resto de nosotros? ¿No es eso lo que tu hiciste? Si mal no recuerdo, tu comenzaste con nada, y has hecho de industrias Murphy lo que es hoy en día con tu propio trabajo duro. Nada te fue dado. Eso te ha convertido en un hombre al cual respetar, por muchas personas, incluido yo mismo.
—Yo, uh, gracias, Saga. — Aioria sonaba un poco confundido por el elogio de Saga.
—Junior aquí, sin embargo. Ha tenido todo lo que ha querido, hasta el punto donde cree que se merece todo lo que quiera, Death Mask incluido. ¿Ha tenido alguna vez un trabajo, o solo le proporcionas el dinero cada vez que lo quiere? ¿Ha trabajado alguna vez por cualquier cosa?
—Bueno, no, pero él es mi hijo. Yo nunca he querido que él tenga que escatimar, como hice con su madre durante tantos años. Yo quería que él tuviera las oportunidades que nunca tuve. ¿Sin duda lo puedes entender?
Saga asintió con la cabeza en comprensión. —En realidad yo lo hago. Es por eso que tengo una propuesta para ti. Creo que será beneficiosa para ti y para Junior.
—¿Qué es exactamente lo que tienes en mente? — Aioria padre de pronto parecía muy interesado en lo que Saga planeaba. Death Mask se preguntaba qué haría Saga, pero mantuvo la boca cerrada. Ahora no era tiempo de decir nada.
—Tu hijo no tiene ningún concepto sobre el trabajo duro, tiene que aprender a pagar sus propias facturas o incluso aprender a tratar a la gente con respeto y decencia. Te sugiero una pequeña experiencia de vida. Así que, aquí está mi sugerencia. Córtale el apoyo financiero, en este momento. Cancela sus tarjetas de crédito, cierra sus cuentas, todo. En cambio, voy a ofrecerle a Junior un trabajo y un lugar para vivir. Él tendrá que pagar el alquiler, por supuesto, así como los impuestos de ley como todas las personas que trabajan tienen que pagar. Si, después de digamos, seis meses, se produce una mejora en su comportamiento, tú puedes comenzar a proveerlo de nuevo. Si no la hay, actuaremos juntos.
—Padre, no puedes hacer esto. No lo escuches, —gritó Aioria. Death Mask sabía que en el momento en que Aioria no pudiera proveer beneficios financieros a sus amigos, ellos lo dejarían caer como una roca caliente.
—¿Cómo se siente Death Mask al respecto?, —Preguntó Jonathan padre.
—Esa es una muy buena pregunta. Gracias por preguntar. — Saga le dio unas palmaditas a Death Mask en la espalda cuando lo miro. — ¿Cómo te sientes acerca de esto, bebé? ¿Crees que Junior se pueda reformar?
Death Mask levantó la cabeza para mirar por encima a Aioria. Él estuvo un poco sorprendido por lo que vio. Aioria estaba sentado en el sofá con los brazos cruzados, los labios casi salidos mientras hacia un mohín. Parecía un niño pequeño haciendo una rabieta, totalmente inofensivo.
—¿Se me permite hacer una sugerencia? —Death Mask preguntó en voz baja. Saga asintió con la cabeza, sin dejar de frotarle la espalda para tranquilizarlo. — Aioria no es un mal tipo, en realidad, o nunca me hubiera ido con él. Solo que él no entiende que el mundo no gira a su alrededor. Pero más que eso, no creo que él piense que alguien quiera ser su amigo si no dispone de su dinero, Sr. Aioria. No entiende que la amistad, la verdadera amistad, se da sin una cadena atada.
—No sabes de lo que estás hablando, tu pequeño… — Aioria comenzó a gritar, solo para ser interrumpido por la mirada feroz de Saga.
—¿En verdad quieres terminar esa declaración, Junior? — Death Mask se inclinó y le susurró al oído a Saga por algunos momentos. Cuando Saga asintió con la cabeza, Death Mask se enderezó. Saga miró a la cara a Aioria con una sonrisa en su rostro.
—Propongo que el trabajo de Aioria sea aquí en el club. Él comenzara como un lavaplatos y él ira subiendo justo como todos los demás. Para sus necesidades, estoy seguro que podemos arreglar algo para adaptar a sus necesidades. Eso sí, hablo de necesidades, no de deseos.
— Aioria tienes que aprender cómo tratar a la gente con respeto. También tienes que aprender que el dinero no lo compra todo. Sin duda, no compra ni respeto o amigos. Estos tienen que ganarse. ¿Esto tiene sentido? —agregó Death Mask.
Aioria padre rió en el teléfono. —Bastante, de una extraña manera, pero lo tiene. Muy bien, Saga y Death Mask, por supuesto, estoy de acuerdo con este plan. Yo tengo fe en que Aioria puede ser una buena persona. Él era un maravilloso niño y no inició con este comportamiento sino hasta hace un par de años. Su madre y yo queremos tener contacto con el todavía, ¿lo entienden?
—Y así es como debe ser. Te sugiero que cenen todos los domingos por la noche en nuestro lugar. ¿Qué te parece? Incluso puede que le enseñe a cocinar.
—Maravilloso, entonces nos vemos el domingo. Aioria, espero que hagas todo lo que el señor Saga te diga que hagas. Si no lo haces cortaremos totalmente el suministro. ¿He sido claro?
Aioria se volvió por donde había estado caminando para mirar a Saga y a Death Mask, el odio en sus ojos los hacían parecer vidriosos. —Yo no necesito de ti o de tu dinero. Tengo amigos que me cuidaran. Tú bien puedes irte a la mierda.
Saga le dio una mirada divertida a los otros tres hombres sentado en el sofá. —Señores, ustedes tienen que tomar una decisión. Ustedes pueden tomar a Junior con ustedes y cuidar de él, sabiendo que ya no tendrá el dinero de su padre, o ustedes pueden dejarlo ir. Esa decisión es suya.
—Amigo, estas por tu cuenta. —La mandíbula de Aioria se quedó boquiabierta cuando sus tres amigos se pusieron de pie y salieron corriendo por la puerta. La lucha parecía perdida para Aioria en ese punto. Death Mask sabía que el golpe que sufría su confianza debía ser bastante fuerte, saber que tus amigos solo eran tus r13;amigosr14; por el dinero de tu padre y no por ti. Aioria se acerco al sofá y se hundió en él, con las manos en su pelo.
—Bueno, la elección ahora es tuya, Junior. ¿Estás de acuerdo con nuestros términos o no? Puedes salir por esa puerta ahora mismo, si lo deseas, y no te detendré. Pero si te quedas, seguirás las reglas que te he impuesto y tu trabajaras.
Aioria asintió con la cabeza tristemente. —Bien, como sea.
—Me voy ahora, Saga. Por favor, ten mucho cuidado con mi hijo. Y Death Mask siento en verdad cualquier daño que mi hijo te hubiera hecho. Sé que debería haberlo detenido antes, pero yo no sabía cómo.
—Lo entiendo, Sr. Aioria, y yo lo perdono. Esperemos que con el tiempo, sea capaz de perdonar a Aioria también.
—Pórtate bien, Aioria. Sé el hombre que sé que puedes ser. Tu madre y yo te veremos el domingo. —El teléfono se cortó cuando Aioria colgó, dejando a su hijo en manos de Saga. Esto casi parecía decepcionante. El silencio era ensordecedor.
—Ahora, Junior, mis condiciones. Comenzaras a trabajar mañana. Te daré el tiempo suficiente para recoger tus pertenencias y mudarte a un apartamento de nuestra elección. Kanon, el barman, te dará tu horario de trabajo. No vas a llegar tarde, ¿Entendido?
Aioria asintió.
—Yo espero que llegues a tiempo todos los días y que hagas tu trabajo con tu mejor habilidad. No recibirás ningún favor especial, Junior. Lo más importante que debes recordar es que Death Mask es mío. Tú no lo tocas. Tú no vas a ser grosero con él o le vas a faltar al respeto. Sí, me llego a enterar en algún momento de que tú rompiste estas reglas, no tener el dinero de tu padre será la menor de tus preocupaciones. ¿He sido perfectamente claro?.
Con lo hombros caídos un poco, él asintió con la cabeza.
—Muy bien, ahora baja las escaleras y nos esperas en el bar. Y recuerda, Junior, en cualquier momento tú tienes la opción de parar esto. Todo lo que tienes que hacer es irte. Sin embargo, si lo haces, serás separado de tu padre. Y si él no lo hace, lo haré yo. Si tú no crees que pueda, llama a tu padre y pídele que te diga la cifra exacta de dinero que me debe. No solo me mantengo al tanto de su dinero, pero puedo arruinarlo financieramente. No voy a dudar en hacerlo si te vas antes de que pasen los seis meses, o si no haces tu trabajo lo mejor que puedas y lo más importante, si Death Mask es dañado de alguna manera. ¿Me he dado a entender?.
Aioria apretó los labios con rabia, pero asintió con la cabeza de todos modos y salió por la puerta.
Tan pronto como la puerta se cerró, Saga se volvió a mirar hacia abajo a Death Mask.
—¿Seguro que estas bien con esto, ángel? Yo no quiero que estés incomodo o con miedo.
—No, voy a estar bien. Aioria en realidad es un buen chico. Él simplemente no ha aprendido que uno no tiene que comprar a la gente para conseguir gustarle. Realmente él no era así, hasta que conecto con sus amigos se convirtió en un cabrón.
—Bebé, él te hizo daño a ti…
—Si, lo hizo. Pero realmente no creo que él lo hubiera hecho si sus amigos no hubieran estado allí. Quiero decir, cuando estábamos solos, él no era así. Solo se comportaba así cuando ellos estaban cerca. Él era amable cuando comenzamos todo. Quería compartirme y yo le dije que no. Así fue como terminé siendo golpeado.
—Hmmm, tal vez tenerlo aquí no sea tan buena idea.
—No, si lo es. Él tiene que ver que dos personas pueden tener una relación amorosa honesta sin perjudicar a los demás o comprar al otro. Nuestra relación no es sobre el poder. Se trata de cuidar. Él necesita ver eso. Es por eso que te sugerí que trabajara aquí, con nosotros. Pero no te preocupes a la primera señal de problemas, lo sabrás. No soy estúpido.
Saga se echó a reír mientras abrazaba a Death Mask mas cerca. —No, no lo eres, ángel. Tú no eres estúpido de ninguna forma. Me elegiste, ¿No?
Death Mask echó hacia atrás la cabeza, riendo. —Sí que lo hice. Y no es una mala decisión por mi parte, diría yo. Tú tienes tus… usos.
—¿Ah, sí? ¿Cómo cuales?.
Death Mask sonrió mientras miraba a Saga. —Cierra la puerta y te los voy a mostrar.
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Saga se levantó rápidamente y fue a cerrar la puerta. Se quedó inmóvil en su lugar cuando se dio la vuelta, y su lengua estuvo a punto de caerse fuera de su boca al ver delante de él. Death Mask estaba sin pantalones, arrodillado en su escritorio, con el trasero al aire.
—Mierda, Death Mask, estas tratando de matarme. —Gruñó al cruzar el piso y ponerse detrás de él, con sus grandes manos moviéndose para cubrir el trasero de Death Mask. Sus ojos casi se cruzan cuando separó sus mejillas, y vio que estaba lubricado y listo para él.
— Death Mask —gimió cuando sintió como su pene se endureció a través de su cremallera. Rápidamente se agachó para desabrocharse los pantalones y empujarlos fuera de su camino, agarrando su pene y empujándola contra la estrecha entrada de Death Mask.
A medida que lentamente se hundía en Death Mask, podía oírlo gritar. —¿Qué, bebé?.
—Más fuerte. Lo necesito duro esta noche, —demandó Death Mask. Saga se quedó mirando a Death Mask por un momento, y luego lo agarró por las caderas. —¿Tu me dirás si soy demasiado brusco?.
—¡ Saga! — Death Mask exclamó, empujandose hacia atrás contra él. —¡Ahora, maldita sea!.
—Si, señor. — Saga se echó a reír. Death Mask realmente podía estar al mando cuando quería. En realidad, era un poco excitante para alguien como Saga, que estaba acostumbrado a estar a cargo siempre.
Consiguiendo un buen agarre de las caderas de Death Mask, Saga no perdió el tiempo con empujes suaves, embestía contra él, y luego se retiraba con la misma rapidez. Él comenzó con un ritmo rápido que lo acercó al orgasmo en unos instantes.
— Death Mask, bebé, me voy a… —se estremeció.
—No sin mí, no puedes. — Death Mask se rió cuando llegó hasta su pene y comenzó rápidamente a acariciarla.
—! Mierda ¡ — Saga gruñó rápidamente cuando volteó a Death Mask sobre su espalda. Tenía que ver esto. Sus ojos inmediatamente bajaron hacia donde Death Mask tenía agarrada su pene, observando los movimientos rápidos de su mano. Ver jugar a Death Mask consigo mismo era casi tan bueno como hacerlo él mismo.
Sus ojos no se movieron de la mano de Death Mask mientras empujaba hacia él. Sabía que haría erupción en solo unos minutos. — Death Mask —gimió. —Ahora, bebé.
Saga miraba con fascinación, como la cabeza de Death Mask, cayó al instante hacia atrás mientras gritaba, cuando la crema nacarada de color blanco fluía de la cabeza de su polla para cubrir su mano, su estomago y el abdomen de Saga.
El dulce aroma de la liberación de Death Mask le llegó, enviándolo inmediatamente a su propio orgasmo, gritando, hundiéndose en Death Mask para por fin dejarse ir. A medida que su cabeza cayó sobre sus hombros, el podía sentir su pulsante pene con cada chorro que desembocaba en su amor.
Cuando Saga se movió para dejar caer su cuerpo hacía abajo sobre Death Mask, dejando pequeños besos en su cara, escuchó reír a Death Mask.
—¡Bueno, supongo que te los mostré!, —Dijo Death Mask.