Death Mask estaba nervioso mientras esperaba a que el teléfono de seguridad del lobby sonara. En cualquier momento Alderban le llamaría para decirle que tenía compañía. Death Mask podía sentir las mariposas en su estomago y se ponía peor a medida que los segundos pasaban.
Lo había hecho. Le había tomado tiempo e investigación y solo un poco de secreta manipulación por su parte. Pero lo hizo. Death Mask había rastreado al primer amante de Saga, Mu de Aries, y se puso de acuerdo con él para que fuera a ver a Saga y le dijera la verdad acerca de lo que había pasado hacia tanto tiempo.
Al principio, Death Mask había tenido dudas hasta que habló con Mu y encontró lo que ya sabía. Saga no le había hecho daño a Mu. De hecho, el padre de Mu lo había herido cuando se había enterado de que Mu estaba involucrado en una relación homosexual con Saga. Saga no le había hecho nada.
Death Mask sintió que Saga tenía que saber eso. Aunque estaba seguro de que para Saga sería un shock, por que él había vivido durante tantos años pensando que era capaz de hacer ese tipo de daño a alguien, pero él no lo era. Él necesitaba saber la verdad.
El timbre del teléfono hizo saltar a Death Mask. Lo alcanzó rápidamente y respondió, diciéndole a Alderban que enviara a Mu hacia arriba. Se puso de pie se dirigió a la puerta, torciéndose las manos mientras esperaba que las puertas del ascensor se abrieran.
Cuando lo hicieron un hombre alto y delgado, de un metro con setenta y ocho de altura salió. Él estaba vestido con un sencillo traje de color azul, una camisa de vestir blanca y una corbata azul. Se veía bien, pero conservador. Bueno, eso estaba bien. Death Mask no estaba aquí para criticar su cuerpo.
Le tendió una mano. —hola, soy Death Mask. Gracias por venir.
Mu asintió con la cabeza, estrechando la mano de Death Mask mientras miraba alrededor de la opulenta entrada. —Hola, soy Mu de Aries.
—¿Por qué no pasas y te sientas? Iré a buscar a Saga. ¿Tu entiendes que él no sabe que estas aquí, o incluso que he contactado contigo? — Death Mask le abrió camino hacia la sala de estar, haciendo un gesto para que Mu tomara asiento.
—Si, me explicaste todo eso por teléfono. Tú tienes que saber, si hubiera tenido alguna idea de que Saga pensaba que me había herido, habría encontrado la manera de decirle la verdad. Pero por el momento en que se me permitió salir, el ya se había mudado. No tenía manera de comunicarme con él, y si te digo la verdad, no me sentí seguro hasta que fui adulto y me alejé de casa.
—Si, yo te entiendo. Solo espero que entiendas por qué me puse en contacto contigo. Saga realmente cree que él es capaz de dañar a alguien. Él no lo es, pero, bueno, estoy seguro de que eso ya lo sabes. Me ha tomado mucho tiempo para que crea que no me hará daño. Él necesita saber la verdad para que pueda ponerle fin a todo esto.
—Lo entiendo perfectamente. Como he dicho, si lo hubiera sabido…
Death Mask asintió con la cabeza. —Ya vuelvo. Por favor, ponte cómodo. — Death Mask se volvió y caminó por el pasillo hasta la oficina en casa de Saga. Llamó a la puerta en silencio y luego entró. Saga estaba ocupado trabajando en su computadora portátil, mirando hacia arriba con una sonrisa cuando vio a Death Mask en la puerta. —Hola, bebé, ¿Se escuchó el ascensor?
Death Mask asintió mientras subía al regazo de Saga, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Saga. Se inclinó y le robó un rápido beso antes de mirar a Saga en serio.
—Si, tenemos compañía, un viejo amigo tuyo.
—¿Ah, sí? ¿Quién podrá ser? — Death Mask respiró hondo antes de contestar. — Mu.
—¿ Mu? ¿No conozco a ningún Mu? —Contestó confuso.
—Si, lo conoces. Mu de Aries, tu primer amante. — Death Mask respiró mientras esperaba la reacción de Saga.
Saga no dijo nada al principio. Parecía estar en estado de shock. Sus labios se movieron varias veces como si quisiera decir algo, pero nada salió.
—¿ Saga? — Death Mask preguntó nervioso.
—¿Por qué? ¿Por qué esta aquí? —Susurró mientras ponía a Death Mask sobre sus pies y él se ponía en pie, para dar vueltas por la habitación. Se pasó una mano temblorosa por el pelo.
—Yo sabía que no eras capaz de hacerle daño a alguien físicamente. Tú simplemente no puedes ser así. Hemos estado juntos el tiempo suficiente para demostrártelo. Así que lo localice y…
—¿Tu lo localizaste? ¿Tú hiciste esto? ¿Por qué me haces esto, Death Mask?
— Saga, por favor, solo escucha lo que tiene que decir. Tú no le hiciste esas cosas. Tú no le hiciste daño.
—¿Qué quieres decir con que no le he hecho daño? ¡Vi lo que le hice a él! — Saga gritó mientras caminaba por la habitación.
—No, tu no, Saga. —Dijo una voz tranquila desde la puerta.
La Cabeza de Saga se dio la vuelta para ver a Mu allí. Él tragó saliva varias veces antes de hablar.
— Mu —Murmuró en voz baja.
Death Mask pudo ver como la cabeza de Saga trabajaba, recordando todos esos años. A pesar de que tenía miedo de que Saga se enojara con él por interferir, sabía que esto era importante.
—Yo voy a ir a hacernos algo para comer. ¿Por qué los dos no se sientan y hablan? Saga, Mu tiene que decir algunas cosas que tú necesitas saber. Por favor, solo escúchalo. Te lo prometo, todo valdrá la pena.
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Saga ni siquiera se dio cuenta cuando Death Mask se deslizó fuera de la habitación, toda su atención estaba centrada en Mu.
—Hola, Saga. Es bueno verte después de todos estos años. — Él miro a su alrededor la lujosa oficina con su mobiliario de madera y sillas de cuero negro. —parece que lo has hecho bien por ti mismo.
Saga asintió, ausente. —Si, lo he hecho bien. ¿Y tú?
Mu asintió con la cabeza, sus rizos rubios rebotaron. —Lo he hecho bien, supongo, por supuesto no tan bien como tú, pero lo he hecho bien.
—¿Por qué estás aquí, Mu?
Mu miró a Saga, con una pequeña sonrisa con sus perfectos dientes blancos. —Tu pequeño amigo me llamó. Dijo que todos estos años habías estado convencido de que me habías lastimado.
—Lo hice.
—No. Tú no lo hiciste. Mi padre lo hizo. Pero te fuiste antes de que yo pudiera decirle a tu madre que te alejara.
Saga de pronto se sentó en su silla, con la cabeza caída hacia adelanté entre sus manos. —No me mientas Mu. Yo te vi. Sé que lo hice.
Mu se acercó y se arrodilló a los pies de Saga. Él tomo la cara de Saga entre sus manos. —Tú no me lastimaste. Saga. Te lo juro. Mi padre me dio una paliza. Llegué a casa esa noche, cielos, estaba volando en una nube. Yo te amaba tanto, y las cosas que habíamos hecho juntos, eran maravillosas. Pero, cuando llegué a casa, mi padre se enteró. Él me odiaba, y te odiaba a ti. Odiaba incluso todo lo que daba a entender que era homosexual. Me dio una paliza, y luego llamó a la policía y les dijo que lo habías hecho tú.
—Yo quiero creerte, Mu, Yo trato, pero… — Saga dijo.
—¿Por qué crees que no me dejaban salir de mi habitación? Él sabía que me gustaría ir contigo si me escapaba. Él me mantuvo encerrado hasta que te fuiste. Él me dijo que si alguna vez te decía la verdad, te metería en la cárcel. Lo siento, Saga. Sabía que tenía que haberte dicho algo, pero cuando tuve el valor, ya te habías mudado lejos. Pensé que me odiarías por ser tan cobarde.
—Oh, cielos, no. Mu. Yo te amaba. Yo habría hecho cualquier cosa por ti. Cuando pensé que te había herido… — Saga se paso una mano por el pelo, al darse cuenta de que estaba temblando. —Mierda, hombre, no sabes lo que fue. Hasta Death Mask, siempre pensé que le haría daño a alguien al tener sexo. Como consecuencia de ello, mi vida amorosa ha sido prácticamente inexistente, después de ti.
—¿En serio? Oh, Saga, lo siento tanto. Yo sabía que habría tenido que haber dicho algo. Si hubiera sabido…
—Tu no podías saber. No es tu culpa. Tal vez debería haberme esforzado más para verte. Si yo hubiera sabido lo que tu padre te hizo…
Mu se levantó y se acercó a mirar por la ventana por varios minutos antes de volver hacia Saga.
—Tal vez no sea culpa de nadie, excepto quizás de mi padre. Y él hace mucho tiempo que se fue. Tú no me hiciste daño. Esa es la verdad de las cosas. Yo creo igual que tu joven amigo, nunca podrías lastimar a alguien que te importa. Tú simplemente no podrías.
Saga se quedó en silencio durante un buen rato mientras pensaba en todo lo que había descubierto durante los últimos veinte minutos. Todavía no lo podía creer. Él no le había hecho daño a Mu. No podía creer por todo lo que pasó, el infierno que él vivió al pensar que era capaz de dañar a la gente. Esto era increíble.
—Estábamos en algo entonces, ¿No es así? — Mu se rio entre dientes.
La cabeza de Saga se alzó cuando él también comenzó a reír. — Si, jóvenes, tontos, y llenos de esperma. Imagínate. Éramos adolescentes.
—Háblame de tu pequeño amigo. Desde luego parece que se preocupa por ti.
Saga sonrió al pensar en su amor. —¿Death Mask?, Sip, él es uno de los buenos. Cómo acabó amándome, yo nunca lo sabré, pero seguiré agradeciéndole a mi buena estrella hasta el día que me muera.
—Por lo tanto, ¿Esto es serio, entonces? — Mu preguntó casualmente mientras se sentaba en el sofá.
—Si, mucho. Me comprometería con él mañana mismo si pudiera. Pero él quiere que nos tomemos nuestro tiempo en la relación. Los dos hemos sido heridos antes, y él quiere estar seguro antes de dar ese paso. Pero él es algo bueno.
—Entonces me alegro por ti, Saga. Necesitas tener a alguien especial en tu vida. — Mu sonrió con tristeza. —Eso no me hace feliz, sin embargo.
—¿Por qué? — Saga preguntó con curiosidad.
Mu se encogió de hombros. —Yo no sé. Supongo que nunca sabré lo que se me escapó. Siempre te he comparado con otros en mi vida, y nadie te llega a la altura. Supongo que siempre he tenido esa fantasía de que íbamos a volver a estar juntos algún día. El primer amor y todo eso.
—Lo siento, Mu. No sé qué decir. Si pudiera cambiar las cosas… pero Death Mask está en mi vida ahora.
—Oh, yo entiendo. ¿Quién no? No es tu culpa que yo todavía esté llevando una vela para ti. Infiernos. Estoy seguro de que Death Mask incluso puede comprender eso. Tú no eres muy fácil de olvidar.
Mu se pusó de pie, con una sonrisa en sus labios. —Sin embargo, siempre podemos ser amigos. ¿Qué opinas tu? —Extendió la mano hacia Saga.
Saga se echó a reír, cuando se puso en pie, haciendo caso omiso de la mano de Mu para darle un abrazo. —Siempre podemos ser amigos.
Mu abrazó de nuevo a Saga. Se echó a reír, cuando volvió a mirar a Saga, tomando un par de pasos hacia atrás. —¿Tal vez podamos ir por comida, hablar de viejos tiempos y de todo?
—Oh, Death Mask nos está haciendo de comer — Saga comenzó.
—¿Por favor? ¿Por los viejos tiempos? Realmente tenemos que ponernos al día, solo nosotros dos. Me sentiré un poco incomodo hablando sobre los viejos tiempos con Death Mask allí.
—No puedo dejar aquí solo a Death Mask.
—Si él es como dice que es, seguro aceptará, estoy seguro que entenderá que dos viejos amigos quieren almorzar. Solo quiero ponerme al día. Yo no te he visto en años, Saga. ¿Por favor? —Él rogó.
—Supongo. Pero yo realmente quiero que conozcas a Death Mask. Él es muy importante para mí.
—Yo lo entiendo Saga, y no tengo problema. Tal vez podemos salir a cenar con Death Mask o algo así. En realidad tenemos mucho en lo que ponernos al día, y yo no quiero hacer que Death Mask se sienta como una tercera rueda. ¿No se sentirá fuera de lugar si almuerza con uno de tus antiguos amantes y hablando sin parar sobre su pasado?
—Si, supongo que haría que Death Mask se sintiera mal.
—Y no quiero hacer eso. Mira tú ve y habla con él, y yo esperaré abajo. Tenemos que asegurarnos de que Death Mask no se sienta molesto.
—Está bien, voy a ir a hablar con él. ¿Por qué no te limitas a esperar aquí, hasta que esté de vuelta? — Saga dio la vuelta y salió por la puerta, nunca vio la sonrisa fría y calculadora en el rostro de Mu cuando él lo miró.
—Si, Saga, ve a decirle a Death Mask que no puede venir.
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Saga entró en la cocina, deteniéndose cuando él vio como Death Mask trabajaba en los alimentos. Oh, esto no iba a ser fácil. Se acercó a él y lo rodeo con sus brazos, cuidando de mantener su brazo fuera para que Death Mask no se cortara. —Hey, bebé. — Death Mask murmuró mientras giraba sus brazos sobre él. —Tú no estás enojado conmigo, ¿verdad?
Saga movió la cabeza. —No, ángel. Yo no estoy enojado. Yo entiendo por qué lo hiciste. Y, de hecho, creo que te lo debo. Tenías razón. Yo no hice eso. Nunca lastimé a Mu. Su padre lo hizo porque odiaba a los homosexuales. Si hubiera sido yo, hubiera lastimado a otras personas.
Death Mask le dio un rápido beso en los labios a Saga. —Mira, yo te dije que no podías herir a nadie que te importara. Tu simplemente no lo tienes dentro de ti. —Inclinó un poco la cabeza antes de darle una pequeña mirada a Saga a través de sus pestañas. —Siento, haber hecho todo esto a tus espaldas, aunque. Yo simplemente no conocía otro modo de hacerlo. No querías hablar conmigo al respecto. Tu hermano no quería hablar conmigo al respecto de esto. Demonios, incluso tu madre no quería hablar conmigo acerca de Mu. Finalmente, tuve que hacerlo a mi modo. ¿Espero que lo entiendas?
—Si, lo sé, bebé. Tal vez debería haberlo hablado contigo, pero yo simplemente tuve miedo. Sé que ya había llegado al punto en que lo negaba, pero siempre me lo preguntaría, ¿Sabes? Ahora que yo sé la verdad, creo que podemos trabajar con ello.
—Eso espero, porque tengo algunos planes muy pervertidos para ti. — Death Mask se rió.
Saga levantó a Death Mask para sentarlo en el mostrador, y pasar sus pies entre sus piernas. —¿Oh, sí? ¿Y cuáles son esos planes? —gruñó.
—Bueno, la mayoría de ellos me involucran a mí, desnudo, por lo general en algunas comprometedoras posiciones.
—Tu me tienes intrigado hasta este momento. — Saga se echó a reír, cuando el raspó suavemente con los dientes el cuello de Death Mask, lo que lo hizo gemir cuando su cabeza cayó hacia su espalda.
—Oh sí, eso es bueno, justo ahí.
Saga comenzó a lamer el cuello de Death Mask con su lengua cuando escuchó la voz de Mu desde la otra habitación. —Hey Saga, ¿Estás listo para irnos?
Dejo caer la cabeza hacia adelante. —¡Mierda!
—¿Qué? — Death Mask preguntó. —¿Qué pasa? ¿A dónde vas?
—Mmmm, bueno, Mu quiere llevarme a almorzar.
—Oh, bueno — Death Mask dijo mirando a su alrededor hacia la comida que había estado preparando. —Creo que está bien. Solo me llevará un momento poner las cosas en su lugar y listo.
Saga se ruborizó un poco. —Si, eso. Mira, la cosa es, Mu solo quiere que vaya yo. Quiere hablar de los viejos tiempos y ponerse al día sobre todo ahora. Él piensa que te sentirías como una tercera rueda, si tu vienes.
—¿Una tercera rueda?
—Bueno, sí. Le dije lo mucho que significas para mi, y él solo no quiere que te sientas mal si estamos hablando de los viejos tiempos. Él quiere que seamos amigos, es solo un almuerzo, Death Mask.
—Creo que está bien. Eso sí, que no sea demasiado largo. Tú sabes cómo te echo de menos cuando no estás aquí.
Saga le sonrío mientras le besaba la punta de la nariz a Death Mask. —Promesa. Y no te preocupes. Mu quiere que salgamos a cenar esta noche, para que puedas llegar a conocerlo mejor. ¿Eso está bien para ti? No te importa llegar a conocerlo. ¿Verdad?
Death Mask sonrío. —No, claro que no. Siempre y cuando entienda que tú me perteneces a mi.
—Por supuesto que él lo entiende, bebé. Le dije que eras mi vida. No tienes por qué estar celoso, bebé. Tú me perteneces a mí, tanto como yo te pertenezco a ti. Eso nunca va a cambiar.
—Muy bien. Ve a almorzar con Mu. Nos vemos de nuevo aquí en un par de horas, y todos podemos salir a cenar. Tal vez mas tarde podemos ir al club o algo así.
Saga besó a Death Mask una vez más antes de ponerlo sobre sus pies. —Suena como un buen plan para mí.
—He tenido mejores planes. — Death Mask le susurró.
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Death Mask se quejó con él mismo mientras colocaba todos los alimentos que había sacado de nuevo en la nevera. No tenía ningún sentido hacer el almuerzo para los tres, cuando Saga y Mu habían salido a comer fuera y él no había sido invitado. Él había perdido el apetito.
No podía impedir el darles tiempo para revisar su pasado. Ellos tenían una historia juntos. Pero aún así, se sintió excluido. Saga le explicó las razones de Mu para que él se quedara en casa. Lógicamente, tenía sentido. Habría sido una tercera rueda. Pero eso no significaba que a él le gustara que lo dejaran solo en su casa.
Death Mask trató de enterrar al pequeño monstruo verde que estaba asomando su fea cabeza, dándole dudas. Él era el compañero de Saga ahora, no Mu. Estaba bien que ellos quisieran pasar tiempo juntos. Eso no quería decir nada. ¿No?
Él cerró la nevera y salió de la cocina, sus pasos lo llevaron hacia arriba a la habitación que compartía con Saga. Tal vez estaba haciendo una gran cosa de la nada. Él había querido que Saga hiciera las paces con su pasado. ¿Ahora quién tenía que recordarlo?
Si, él estaba creando problemas que en realidad no estaban allí. Saga lo amaba a él, no a Mu. Él solo quería pasar tiempo con un viejo amigo. Cuando llegaran a casa más tarde, todos se irían a cenar y pasarían un buen rato.
Mu y Death Mask podrían llegar a conocerse el uno al otro, tal vez incluso serian amigos, y Death Mask podía demostrarle a Mu que Saga le pertenecía a él. Claro no era muy agradable pensar de esta manera, pero algo en Mu se sentía mal.
Death Mask se rió cuando de repente se sentó en el borde de la cama. Él podía ser la reina del drama. Era el primer hombre que caminaba en sus vidas desde que se reconciliaron y de repente Death Mask se ponía muy posesivo y estúpido. Esto era ridículo.
Con una pequeña carcajada, volvió a bajar a ver algo en la televisión. Mu y Saga regresarían a casa muy pronto y luego todos ellos podrían salir a cenar y a pasar un buen rato. Mu se iría a casa después de eso, y Saga y Death Mask podrían pasar un tiempo juntos a solas. Todo iba a estar bien. Él lo esperaba.
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Death Mask se despertó de repente, cuando escuchó un fuerte ruido provenir de la entrada. Echó un vistazo rápido en el reloj, 3:30 am. Se paso rápidamente una mano por el rostro. Él había estado dormido durante horas. Saga se había ido hacia casi catorce horas, tiempo suficiente para comer con Mu.
Al oír un ruido proveniente de la entrada de nuevo, se sentó en el sofá. Podía oir risas. ¿Risas? Saga debía estar en casa, ¿pero riendo? Nunca lo había oído reír en todo el tiempo que lo había conocido.
La luz de la sala de repente se encendió y un muy borracho Saga tropezó, con Mu junto a él. Mu no parecía tan borracho como Saga, pero estaba un poco inestable con sus pies. De hecho, parecía bastante feliz consigo mismo.
—¿ Saga?
—Oh, hola, bebé — Saga se echo a reír. —¿Me extrañaste? — sus palabras se arrastraban, su ropa estaba arrugada, y apestaba a alcohol. Mu lo sostenía con un brazo alrededor de él, con una gran sonrisa de satisfacción en su rostro.
—Pensé que regresarías a casa hace horas. ¿No íbamos a ir a cenar y luego mostrarle el club a Mu? Llamé a tu teléfono celular varias veces, pero no respondiste. Yo estaba algo asustado, que te pasara algo. — Death Mask dijo mientras se ponía en pie, y se envolvía con los brazos su cuerpo frio.
—Esté bien, bebé, le mostré el club a Mu ya. A él le encantó, y no puedo encontrar mi teléfono celular. Debe estar por aquí. — Saga dijo cuando él comenzó a buscar por el suelo.
—Bueno, pensé que todos íbamos a ir.
—Oh, no seas así, bebé. Mu quería ver el lugar. — Saga dijo mientras miraba a Death Mask con una amplia sonrisa de borracho en su rostro.
—Si, Death Mask, Saga me contó todo sobre su maravilloso club, y yo solo quería verlo. Parecía tan orgulloso del club y quería mostrármelo todo a mí. Tú no estás molesto, ¿verdad?
—No, creo que no. Es un gran club. Saga realmente lo ama. Estoy seguro de que solo quería mostrártelo. Aunque hubiera sido bueno si pudieran haber llamado. He estado sentado aquí toda la noche esperando que los dos regresaran a casa. Yo estaba preocupado.
Justo en ese momento Saga se tropezó al dar dos pasos frente a la sala. Death Mask corrió a cogerlo, y casi colapsa bajo su peso.
—Está bien, chico grande. Vamos a la cama. Yo creo que tuviste suficiente por esta noche. — Death Mask comenzó a caminar con Saga en dirección hacia las escaleras mirando hacia atrás brevemente a Mu. —Hay un cuarto arriba para visitas en el que te puedes quedar si lo deseas. No estoy seguro de que ninguno de los dos deba estar fuera en este momento.
Mu asintió con la cabeza, después siguió a Saga y a Death Mask por las escaleras. Death Mask movió la cabeza en dirección a la puerta de la habitación de invitados mientras caminaba. —Nos vemos por la mañana.
—Realmente lo siento, Death Mask. Supongo que no se me ocurrió llamarte. — Mu dijo mientras abría la puerta de la habitación de invitados y entraba.
—No tenías por qué recordar llamarme. — Death Mask murmuró muy bajo. Se acercó con Saga a su dormitorio. No fue una tarea fácil, tomando en cuenta que Saga estaba tan borracho como una cuba y que era mucho más grande que él.
Ayudándole a llegar a la cama, dejó caer a Saga sobre la cama. Él se agacho y comenzó a quitarle la ropa. Una vez más, no fue una tarea fácil, Saga se encontraba en un estado de ánimo amoroso y seguía tratando de quitarle la ropa a Death Mask y tomarlo.
— Saga, detente. No estás en condiciones de ponerte juguetón. No puedo creer que estuvieras fuera toda la noche y no me llamaras.
Death Mask estaba enojado. Se sentía un poco traicionado porque Saga no le había llamado. Se suponía que deberían de haberle mostrado a Mu el club juntos. En cambio, Death Mask había pasado la noche observando el reloj, en espera de que Saga volviera a casa.
— Death Mask. — Saga se quejó mientras ponía sus brazos sobre Death Mask. —Te echaba de menos, bebé.
Death Mask trató de apartarse de Saga cuando él le respondió enojado. —Tu no me habrías extrañado si hubieras vuelto a casa como prometiste que lo harías.
—Oh, ángel — Saga dijo mientras acercaba a Death Mask a su pecho. —No seas así, bebé. Estoy en casa ahora, y te quiero.
—No, Saga. Estás borracho.
Saga de repente se dio la vuelta, sujetando a Death Mask debajo de él, mientras sus manos lo acariciaban sobre sus ropas. —No estoy tan borracho. Solo tomé un poquito, lo juro. Nunca estoy demasiado borracho como para amar a mi bebé.
Death Mask gritó cuando Saga tomó la parte superior de su pijama y la rasgó por la mitad. —No Saga. Detente.
Saga se inclinó y tomó el pezón de Death Mask haciéndole gritar de dolor por lo fuerte que lo hacía. — Saga, detente. Eso duele. Vamos déjame. No sabes lo que estás haciendo.
Cuando Saga comenzó a quitarle el pantalón del pijama, Death Mask comenzó realmente a retorcerse. Él comenzó a empujar los hombros de
Saga y a tirar de su cabello. Saga solo le agarró por las muñecas y las mantuvo en su cabeza.
Death Mask sintió las lágrimas en sus ojos, cuando le rogó a Saga que parara. —Por favor, Saga, me duele.
Saga comenzó a besarlo con furia, mordiendo con sus dientes los labios de Death Mask. Death Mask tiró con más fuerza de sus muñecas, tratando de alejarse de la dura captura de Saga.
De repente, la cabeza de Saga cayó hacia adelante y lo soltó. Death Mask contuvo el aliento mientras empujaba la cabeza de Saga hacia arriba. Sus ojos estaban cerrados. Se había desmayado. Death Mask lo empujó, moviéndolo hasta que fue capaz de salir de debajo de Saga.
Rápidamente se deslizo fuera de Saga y se sentó a un lado de la cama. Se frotó las muñecas adoloridas mientras trataba de averiguar qué hacer. Él ni siquiera estaba muy seguro de lo que había sucedido. Saga nunca había intentado forzarlo antes. Death Mask no entendía esto.
Se puso de pie y camino hacia el cuarto de baño, haciendo una mueca de dolor cuando vio las gotas de sangre en su labio. ¡Hinchado! Él tenía el labio muy hinchado. Los moretones que tenía en sus muñecas las podría ocultar con una camisa larga. ¿Pero su labio? No había forma de ocultar eso.
Se lavó la cara antes de entrar de nuevo al dormitorio. Él rápidamente cubrió a Saga antes de agarrar una camisa limpia y una almohada y salió rumbo a la sala, abajo. No podía dormir en la misma habitación con Saga hasta que tuvieran una seria conversación.
Al entrar en la oficina en casa de Saga, cogió la manta del respaldo del sofá y se cubrió hasta que se acostó. Se acurrucó en la gran manta, tratando de ponerse cómodo en el gran sofá de cuero negro.
Sintió las lágrimas en sus ojos mientras olía el perfume de Saga en la manda. Lo echaba de menos.