Death Mask caminaba, sin saber a dónde iba, en realidad no le importaba. Su mente estaba adormecida. Era como si estuviera en una nube. Nada parecía real. Todo era tan increíble. Saga había terminado con él a causa de Mu.
Parándose, se encontró frente al apartamento de Shaka. De alguna manera siempre parecía encontrar el camino a Shaka cuando él estaba en problemas. Su vida sería mucho más fácil si se preocupara por Shaka en vez de preocuparse por Saga. Por lo menos sabía que Shaka se preocupaba por él. Fue cuando empezó a preguntarse si Saga alguna vez lo había hecho.
Golpeó suavemente a la puerta de Shaka, mientras trataba de formular las respuestas a las preguntas que estaba seguro Shaka le haría cuando lo viera. Eso era seguro. Al segundo Shaka abrió la puerta y vio a Death Mask de pie allí, temblando, empapado y en pijama, juró en voz alta, tirando de Death Mask al apartamento, y comenzó a hacer preguntas.
—¡ Death Mask! ¿Qué diablos pasó? ¿Estás bien? ¿Por qué estás afuera bajo la lluvia en pijama? ¿Qué está pasando? ¿Dónde está Saga?
Shaka rápidamente cogió una manta y la envolvió alrededor de lo temblorosos hombros de Death Mask y lo empujó hacía abajo sobre el sofá. Agarró una toalla y comenzó a secarle el pelo mojado a Death Mask mientras seguía haciéndole preguntas.
—¿Qué diablos pasó? —Gruñó Shaka.
Death Mask solo se encogió de hombros. —Realmente no quiero hablar al respecto.
—Infiernos — Shaka juró.
—Quiero saber qué pasó, Death Mask. ¿Dónde está Saga? — Shaka exigió.
—Realmente no puedo decirlo. La última vez que lo vi, él estaba acurrucado en los brazos de Mu, viendo una película. Por supuesto, eso fue después de que me dijo que me fuera, que nunca más quiere volver a verme.
—¿Qué? — Shaka gritó. —¿Qué quieres decir con que estaba con Mu? ¿Quién es Mu?
—El tipo con el que lo vimos besándose hoy. Supongo que ahora son pareja.
Shaka de repente se sentó junto a Death Mask. Abrió la boca varias veces, pero no era capaz de formar una oración completa. Sabia como se sentía.
Death Mask le dio una palmada en la mano. —Mira, solo necesito un lugar para dormir esta noche y una muda de ropa para mañana. ¿Está bien si me quedo aquí? —hizo un gesto hacia el sofá en el que estaban sentados.
—Sip, seguro. Tú siempre eres bienvenido aquí. Tú lo sabes.
—Gracias.
— Death Mask, tal vez Saga no hablaba en serio. Si tu intentaras hablar con él…
—No, eso es lo que empezó todo este lio en primer lugar. Yo quería hablar con él. Sin embargo, él parecía estar demasiado ocupado viendo una película con Mu.
—Bueno, ¿Y si hablara con él?
—No, no quiero que hagas eso. Esto se terminó, Shaka. Simplemente déjalo pasar. Saga ha dejado sus deseos más que claros. Él no me quiere más. Y si te digo la verdad, estoy demasiado cansado para seguir luchando. Yo solo quiero seguir adelante con mi vida.
Death Mask se echó a reír amargamente por la mirada de preocupación de Shaka.
—No te preocupes. No estoy pensando en quitarme la vida. Supongo que mis vendas finalmente se han caído. Saga no es el hombre que pensaba que era, y yo no quiero tener nada que ver con él. Él ya hizo su elección, y no soy yo.
—¿Qué vas a hacer?
—Bueno mañana voy a buscar un nuevo trabajo y un lugar para vivir. Saga me dijo que le dijera a Kanon donde estoy, una vez que esté instalado y él me enviará mis cosas. Después de eso, quiero olvidarme de que Saga alguna vez existió.
—¿Estás seguro de que es eso lo que quieres hacer, Death Mask?
—No. — Death Mask se rio de nuevo. —Pero es lo que tengo que hacer. Creo que Saga nunca me amó, no de la manera en que yo lo amo. Es lo mejor. No puedo hacer que sea algo que no es. Y no puedo seguir fingiendo. El señor maravilloso es una fantasía. Él en realidad no existe.
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Death Mask respiró hondo cuando firmó con su nombre los documentos delante de él. Este era un gran paso para ponerle fin a su relación con Saga, pero sentía que era una decisión que tenía que tomar. Sería la ruptura definitiva en su relación.
—¿Eso es todo, Sr. Jabu?
—Si, pero ¿Está seguro acerca de esto, Sr. Death Mask r? Yo recuerdo muy claramente que el Sr. Saga quería que usted recibiera el cincuenta por ciento de todo. Incluso firmó una declaración jurada afirmando que si su relación terminaba, podia mantener los intereses sobre sus negocios.
Death Mask asintió con la cabeza. —Si, yo lo recuerdo. Yo nunca estuve interesado en su dinero y de todos modos. Ahora que ya no estamos juntos, yo no lo quiero.
Sonrió más a Jabu, abogado de Saga. —¿Ahora usted se asegurará de que le devuelvan todo a Saga? ¿Mi nombre estará totalmente fuera de esto? ¿Todo lo que compramos juntos, será suyo? No quiero nada de eso. No quiero tener ni una sola conexión con él.
Jabu asintió con la cabeza. —Si, Sr. Death Mask. Esto hace que todos los derechos sean del Sr. Saga, incluido la propiedad de un bien que adquirieron juntos.
—¿Cuánto tiempo tomará para que él reciba estos papeles? ¿Puede usted hacer llegar el archivo hoy?
—Yo puedo presentar los documentos esta tarde, tan pronto como el Sr Saga los firme. ¿Sera suficiente?
Death Mask asintió con la cabeza, mirando hacia el anillo en su mano. —Si está bien. — Death Mask sacó el pequeño anillo de su dedo. —Me pregunto si puedo pedirle un último favor.
—Desde luego, lo que sea.
Death Mask le entregó a Jabu el pequeño anillo de diamantes que Saga le había dado. —¿Podría devolvérselo al Sr. Saga, por favor? Dígale que… dígale a él, infiernos, solo déselo a él. Estoy seguro de que lo quiere de vuelta.
Jabu tomó el anillo. —Me aseguraré de entregárselo, se lo prometo. Sr. Death Mask.
Death Mask asintió con la cabeza, mirando el pequeño anillo en la mano de Jabu por última vez antes de darse vuelta y salir de la oficina. Bueno, eso estaba listo.
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Saga suspiró profundamente cuando colgó el teléfono. Alderban había llamado desde abajo avisándole que Jabu estaba abajo pidiendo subir. ¡Genial! Justo lo que necesitaba, más gente diciéndole de su error.
Sabía la razón por la que Jabu estaba aquí. Él había dicho que tenía algunos negocios de Death Mask para él. Mu sugirió que tal vez
La única persona que parecía estar con él era Mu. Él estaba allí cada vez que Saga comenzaba a llorar, lo reconfortaba. Él cocinaba la cena, se aseguraba de que el apartamento estuviera limpio incluso comenzó a ayudar a Saga en el club.
Él se estaba convirtiendo en un verdadero amigo. Saga sabía que no era completamente como Death Mask, pero tal vez, por como él era, a lo mejor no había algo para él y tenía que trabajar para tener algo con Mu. En este punto parecía que solo estaba unido a Mu.
Se inclinó en su silla, cruzando las manos juntas cuando miró a Jabu.
—Entonces, ¿Qué es tan importante que has tenido que interrumpir mi noche, Jabu?
Jabu abrió su maletín y sacó un archivo. Al abrirlo comenzó a entregarle los documentos firmados a Saga. Su voz era dura y seria cuando él le explicó lo que los papeles eran, Saga se sorprendió.
—El Sr. Death Mask vino a verme hoy. Él me pidió que escribiera un documento para regresarte su cincuenta por ciento de intereses de todos tus negocios. Él también ha firmado un documento donde te regresa todos los intereses y las propiedades compradas conjuntamente que hayan realizado durante su asociación incluyendo muebles, ropa, obras de arte, etc. Los documentos se han firmado y se presentaran antes los tribunales competentes tan pronto como los firmes.
—¿Qué es todo esto, Jabu? ¿Qué quiere decir que me está regresando todo? Pensé que ibas a venir aquí a decirme que me estaba demandando por manutención.
Jabu negó con la cabeza. —No Señor. El Sr. Death Mask me aseguró que no quiere saber nada de eso, que él nunca estuvo interesado en su dinero. Ha retirado su nombre de todas las cuentas conjuntas. Tengo incluso aquí una lista de todas las compras que hizo con las cuentas. Si todavía tiene dudas, el señor Death Mask dijo que su hermano, Kanon se las devolvería en pocos días. Cualquier dinero que no le pueda regresar a usted de inmediato será pagado en dos cuotas al mes de cien dólares a pagar en la primera quincena de cada mes hasta que haya pagado el importe total. Ha incluido dos meses de alojamiento y comida, comidas y extras en la cantidad que siente que le debe.
Sacó una pequeña bolsa y vació el contenido sobre el escritorio.
—También me pidió que le regresara esto. Dijo que era para usted.
Saga se acercó y cogió el anillo de pequeños diamantes que le había dado a Death Mask, no una, sino dos veces. Una vez más, estaba de vuelta en sus manos. Él lo agarró firmemente entre sus manos al recordar lo feliz que había sido en ambas ocasiones al haberle dado el anillo a Death Mask.
¿Nunca lo iba a dejar el dolor? ¿Constantemente iba a recordar lo mucho que amaba a Death Mask y lo poco que le importaba a Death Mask?
Jabu colocó cuidadosamente un sobre blanco sobre la mesa. — Esta es la primera entrega del Sr. Death Mask. La próxima será enviada a usted el día quince.
Saga tomó el sobre y lo abrió. Efectivamente contenía un brillante billete de cien dólares. Frotó con el pulgar el papel verde, preguntándose si alguien más podría darle una sorpresa tan grande. ¿ Death Mask le estaba pagando el dinero que había gastado en él? ¿Por qué?
—¿Por qué me está pagando de vuelta? Nunca se lo pedí. Yo quería que gastara ese dinero en él. Nunca le pedí nada de él.
Jabu se aclaró la garganta. —No lo sé exactamente, Sr. Saga. Pero tengo la impresión que no quiere nada de usted. Él dijo que no quería ponerse en contacto con usted. Pero yo tengo que decirle que parecía, sufrir un gran dolor, Sr. Saga. Pensé que iba a llorar cuando me entrego el anillo.
Saga se echó a reír. —Si, probablemente no quería renunciar a un anillo de diamantes. Vale un montón de dinero.
—Oh, S. Saga, no creo que fuera eso. El Sr. Death Mask nunca haría algo así. Se preocupaba mucho por usted.
—Seguro, por eso se robó tres relojes Rolex y tres mil dólares en efectivo cuando se fue, porque se preocupaba demasiado por mí. — Saga se echó a reír amargamente.
—Usted tiene que estar equivocado, Sr. Saga. ¿Por qué haría eso? Sobre todo cuando tenía millones de dólares en sus manos. Con eso podía haberse mantenido. Incluso tengo un documento firmado por usted que aseguraba que podía mantener sus intereses si ustedes rompían. Él no tenía por qué regresarle todo.
—Yo no sé por qué, Jabu, y francamente no me importa. Me alegro que esté fuera de mi vida. Al menos así no tengo que volver a verlo. Es posible que haya engañado a todos pero a mí no. Es un estafador y un charlatan. Él me estaba usando como todo el mundo trata de usarme.
—Sr. Saga, ¡Seguramente usted no cree eso!
—¿Y por qué no lo creería? — Mu dijo desde la puerta. Él entró y se sentó al borde de la mesa de Saga. Cogió los papeles que Jabu le había entregado a Saga y comenzó a leerlos. —Oh, es rico. ¿Él en realidad firmó todo para regresártelo? No puedo creer el descaro de ese hombre. Él está tratando de hacerte sentir pena por él, Saga.
—Eso no es cierto, Sr. Saga. Usted sabe que el Sr. Death Mask nunca haría algo así.Sr. Saga, no sé quién es este hombre, pero…
—Él es Mu de Aries, mi nuevo socio de negocios.
—¿Su qué?
—Ya me ha oído. Mu es mi nuevo socio de negocios. Quiero que redactes un poder notarial para que yo lo firme dándole derecho a Mu para trabajar en mi nombre. Él ya me está ayudando.
—¿Está usted seguro Sr. Saga?
—¿Está usted cuestionando esta decisión? ¿No fue así como Aioros fue retirado de manejar las cuentas de Saga? ¿Es necesario que lo quite también Jabu?
—No, estoy seguro de que Jabu entiende lo que quiero. Él va a escribir los documentos tal y como yo se lo diga o me iré con mi cuenta a otra firma de abogados. ¿No es verdad, Jabu?
Jabu se puso de pie, y puso los papeles en su maletín. —Por supuesto, señor. Se trata de su cuenta. Usted puede hacer lo que quiera con ella.
Mu asintió con la cabeza mientras le entregaba los papeles a Jabu. —Muy bien. Voy a esperar esos papeles lo más pronto posible, Jabu. Cuanto más rápido lo hagas mejor. Saga tiene que tener a alguien a su lado. Todo el mundo está en su contra. Demonios, incluso su hermano no habla con él.
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Como Mu había tomado toda la carga de trabajo de sus hombros, había pasado menos tiempo en el club. Apenas podía recordar la última vez que había salido del condominio. Él hacia todo por internet o por teléfono. Cualquier cosa que lo pudiera sacar del condominio, Mu lo hacía por él.
Había estado tan cansado últimamente había sido difícil concentrarse en cualquier cosa. Él solo quería dormir todo el tiempo. Mu le hacia un té diario para que se lo tomara y lo ayudara a relajarse y dormir. No sabía lo que haría sin Mu.
El sonido del ascensor lo sacó de sus profundos pensamientos. Mu no llegaría a casa hasta dentro de algunas horas más, no hasta que el club cerrara y los libros fueran atendidos. Eso significaba que no estaría en casa hasta las cuatro o cinco de la mañana.
—Kanon —susurró.
—Hola, Saga. ¿Me preguntaba si podría hablar contigo?
—Si, claro. Pasen. — Saga pasó la mano por su desordenado cabello, y trató de buscar un look normal. Rápidamente se metió la camisa en los pantalones y siguió a Kanon y a Aioria a la sala, y se sentó frente a ellos.
—¿Cómo estás, Saga? — Kanon preguntó, sorprendido por lo mal que veía a su hermano. No solo se veía triste, se veía mal físicamente. Sus ojos estaban hundidos y rojos, parecía haber perdido peso, y su aspecto era deplorable. Su madre se sorprendería.
—He estado mejor.
—Si, yo lo veo. ¿Qué te paso, Saga? ¿Por qué nos estas evitando? Nunca vas al club. No regresas nuestras llamadas telefónicas…
—¿No regreso sus llamadas telefónicas? Te he llamado varias veces. Eres tu el que no regresa mis llamadas. Incluso envié a Mu a tratar de saber qué era lo que estaba pasando. Y le cerraste la puerta en la nariz. Si alguien evita a alguien, ese eres tú.
— Mu nunca vino a verme. No he visto a Mu desde hace tres semanas que me despidió del club.
—¿Te despidió? ¿De qué demonios estás hablando? Nunca te despediría. Te lo estas inventando.
—No, no lo estoy. Hace tres semanas, Mu entró en el Club y despidió a varios de nosotros. A mí, Aioria, Shura, también a Ikky. Trajo personal nuevo. Dijo que lo habías aprobado y que si regresábamos al local, nos sacarían a la fuerza.
—¿Por qué iba a hacer eso, Kanon? Tú me ayudaste a hacer lo que es el club hoy. Tú eres mi mano derecha ahí abajo — Saga estaba confuso.
—Ya no más. Y tengo que decirte, que el club apesta ahora. Yo no iría allí ahora, ni aunque me pagaran. Desde que decidiste convertirte en un recluso y que Mu se encarguara de todo, el lugar se ha ido al hoyo. Ciertamente no es lo que solía ser.
—¿Cómo puede ser? Es un gran club. No he hecho ningún cambio.
Kanon le tendió la mano a Jabu para que le diera el archivo que estaba sacado de su maletín. Lo colocó sobre la mesa y empezó a moverlo a través de ella, entregándole cada página a Saga a su paso.
—Mu de Aries, cuenta con tres arrestos por fraude. Él cumplió su tiempo, por fraude, allanamiento de morada, robo de identidad, y tráfico de drogas. Su padre, que es su socio en los crímenes, está pagando de veinte años a perpetua por homicidio.
—¿Su padre? Me dijo que su padre había muerto.
Kanon negó con la cabeza. —Nop. Parece que tanto como Shion de Aries y Mu de Aries, hicieron un esquema para estafar a tipos millonarios. Mu es el anzuelo, lograron que un anciano confíara en él, consiguiendo un poder para él, luego, lentamente, robaron todo su dinero. Shion de Aries parece que no pudo esperar a que el viejo estirara la pata, por lo tanto lo mató. Mu hizo un acuerdo con el fiscal. Él solo estuvo tres años por fraude porque testifico en contra de su padre.
—Eso no es… no es posible. Mu no me dio órdenes para maniobrar mi dinero.
—¿En serio? —Agregó Death Mask. —Entonces dime algo, Saga. ¿Cómo Mu ha transferido más de tres millones de dólares de tu dinero a su cuenta personal? ¿Qué te parece la forma en que ha tomado el club? ¿Cómo puedes explicar eso?
— Mu es mi amigo. Él no me haría eso a mí. — Saga protestó débilmente.
—Oh, él lo ha hecho, Saga, y algo más. Él está tratando de quitarte todo lo que vale la pena. Él te está separando de todos tus amigos y familiares, haciendo que renuncies a tu fortuna, y haciéndote un borracho solitario.
—¡Yo no soy un borracho! —Gritó, poniéndose en pie, balaceándose solo un poco. —¿Hubo algún momento en el que te hiciera daño? —le preguntó a través de sus dedos.
—¿Quieres decir, aparte de hacerme caso omiso, besar a otro hombre cuando se suponía que estabas conmigo, creerle a Mu sobre mí, negarte a hablar conmigo, pensar que te robé, pensar que tu dinero significaba mas para mí de lo que nunca lo fue, o sacarme de tu vida? No, no realmente.
—Él solo estaba siendo amable, Death Mask. Eso no quería decir nada.
—Tampoco esto. —La boca de Saga se quedó boquiabierta cuando Death Mask se acercó a Aioria y lo envolvió con sus brazos a él, pegando sus labios a él. Ese beso se prolongó durante unos treinta segundos antes de que Death Mask diera un paso atrás, y un aturdido Aioria volvió a caer en el sofá.
—Yo solo estaba siendo amable. — Death Mask sonrió al darse la vuelta y salió de la sala, en dirección a los ascensores.
—Death Mask. — Shaka lo detuvo. —No te vayas, por favor. Sé que tú has sido herido por todo esto, pero necesitas mantenerte tranquilo. Saga te necesita ahora.
Death Mask resopló un par de veces, limpiándose los ojos. —Muy bien. Pero después me voy, y no quiero ver a ninguno de ustedes por un tiempo. No puedo seguir haciéndole frente a esta montaña rusa. ¿Entendido?
Tan pronto como Shaka asintió con la cabeza, Death Mask pasó por delante de él y de nuevo entró a la sala. Alargó la mano hacia uno de los pedazos de papel que Jabu tenía en su mano.
— Saga, todo el mundo te ha explicado lo que Mu ha hecho, y la clase de hombre que es. Tú has escuchado las evidencias. Tú tienes una elección por hacer. Tú puedes tomar el control de tu vida o te puedes quedar con Mu. Es tu elección. Y tienes que tomarla ya.
— Death Mask, mira, sobre lo que paso…Solo tengo que pensarlo. Déjame pensar…
— Shaka, por favor, quédate aquí y ve que Saga se bañe.
Jabu cerró el maletín, asintió con la cabeza hacia Shaka y los siguió. Shaka sonrió y miró a Saga.
—Necesitas un baño, amigo. ¿Por qué no vas arriba y te limpias, mientras trato de limpiar un poco este lugar?
Saga miró a Shaka, aturdido. —¿Qué ha pasado aquí?
—Es muy simple, Saga. Todo lo que tienes, todas las inversiones, cada una de tus cuentas bancarias, cada pedazo de propiedades y negocios, hasta tu ropa interior, todo le pertenece a Death Mask ahora. Él va a arreglar tu vida, yo creo que no te lo mereces, pero al parecer, él si lo cree.
Saga rápidamente se afeitó, se vistió con ropa limpia. Volvió al dormitorio y cambió las sabanas de su cama. Entonces se incorporó en la habitación, se había convertido en una pocilga. Por curiosidad se dirigió a la habitación que Mu había estado usando. Estaba muy limpia y ordenada, a diferencia del resto de la casa.
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Death Mask miraba los de la mudanza que bajaban las últimas cajas, por el gran ventanal de la nueva casa que Saga había construido para ellos. Contaba con seis habitaciones, cuatro baños, una oficina que ambos compartían, un comedor, una cocina que era el sueño de cualquier cocinero, una sala de estar con una pantalla enorme de cine, y una piscina cubierta. Era perfecta.
Había habido muchos cambios en su vida, Kanon y Aioria compartían un apartamento ahora. Recientemente ellos dormían juntos. Death Mask estaba feliz de que estuvieran juntos, aunque no estaba muy seguro de cómo había sucedido. Pero, parecía que Aioria quería hacer de todo para que Kanon fuera feliz. Decía que esto lo hacía feliz.
Aioria necesitaba seguir trabajando en su reformación, pero parecía estar en camino. Death Mask sospechaba que mucho de eso era por Kanon. Aioria quería ser una mejor persona, una persona que pudiera cuidar a Kanon. Death Mask no tenía ninguna duda de que eso llegaría con el tiempo.
Incluso Shaka y Radamantis seguían saliendo. Sin embargo, ellos hablaban de algo más permanente. Shaka parecía estar orgulloso del hecho de que estaba saliendo con el director de Hospital El Coliseo.
Shaka había estado pasando cada vez más tiempo con Radamantis y su familia, incluyendo a Minos el sobrino de Radamantis, que le hizo el mejor pastel de chocolate del mundo por lo que a Shaka se refiere.
Saga había dejado de beber por completo, por temor a lastimar a Death Mask aunque fuera un poco. No importaba cuantas veces Death Mask había tratado de decirle que había sido un accidente, Saga se mostró inflexible. Decía que el placer que recibía del amor de Death Mask era mucho más importante que cualquier otra cosa que alguna vez hubiera bebido. No había tenido una recaída desde entonces.
Después de saber que Mu había estado drogando a Saga, había sentido alivio al saber que no habría efectos secundarios. Aún así, eso explicaba el extraño comportamiento de Saga en ese momento.
Él sonrió cuando sintió dos fuertes brazos que lo envolvieron, apoyando la cabeza contra el enorme pecho detrás de él.
—¿Cómo surgió el término Sr. Maravillosor14; en esa conversación?
—Simple. Le dije a Shaka que todos esos rasgos eran lo que yo creía harían a un hombre el mas maravillosos del mundo, y que si alguna vez se reunieran en el Sr. Maravilloso, yo lo reconocería a primera vista. – Death Mask dejó escapar un profundo suspiro. —Shaka, por supuesto, me recordó los errores del pasado. Por lo tanto, estuve de acuerdo en darle al Sr. Maravilloso un año. Si todavía estábamos juntos después de un año, y yo estaba todavía feliz, yo sabría que era la única persona para mí y estaría con él para el resto de mi vida.
—¿Y tú lo estás? Siendo feliz, quiero decir.
Deat Mask sonrió. —Todavía estoy aquí, ¿no?
—Eso si, y esa es la razón por la cual yo te amo, por que eres lo mejor que esta vida me pudo haber otorgado—Saga estaba sonriendo y eso contagio a Death Mask.
No importa en donde sea o como sea la vida siempre te dara una segunda oportunidad en todo, hasta incluso en el amor, pero depende de uno conservar dicho premio y pelearlo si es necesario, y fue eso lo que hizo Death Masak pelear por su amor, por que en el fondo el sabia que Saga era su Sr. Maravilloso.