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SR. MARAVILLOSO por Angel90

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Notas del capitulo:

Espero y les guste...

Por la verdad a mi me encanto.

 —Esposas, necesito esposas. 

Shaka se volvió bruscamente cuando la voz ansiosa de Death Mask flotó en la habitación. Vio a Death Mask prácticamente corriendo por las escaleras hacia la sala de estar. Su rostro era todo sonrisas, pero Shaka podía ver la frustración por debajo de la superficie. 

 —¿Tú necesitas qué? —Milo preguntó, él y Camus habían llegado unos minutos antes. Shaka había estado informándoles de todo lo que había estado ocurriendo cuando Death Mask había llegado corriendo por las escaleras. 

 —Necesito esposas, por lo menos dos pares, preferiblemente cuatro. Tengo dos en mi casa. ¿Alguien más tiene?.

 —Uh, tengo un par. —Camus agregó. —¿Qué es exactamente lo que vas a hacer con ellas?.

 Death Mask vaciló. —Tú no quieres saber. Solo piensa que las necesito. ¿Puede alguien ir a mi casa y conseguirlas, y luego, ir a casa Camus por las suyas?.

 —Creo que yo puedo —Camus respondió. Poniéndose un poco rojo. —Yo, al menos, sé donde están las mías, pero ¿Dónde guardas las tuyas?.

 —Están en una de esas cajas de mimbre azul en el estante, al lado de la televisión. Fueron un regalo de broma de las niñas del trabajo el año pasado. Nunca pensé que tendría la oportunidad de utilizarlas. Ahora ve y hazlo rápido. Tengo poco tiempo.

***********************************

Death Mask le entregó su llave a Camus y lo vio apurado en la puerta antes de volver para hacer frente a los tres hombres que salieron de la habitación. Él sintió que se le enrojecían las mejillas de nuevo, con la sonrisa en la cara de Shaka. 

 —¡Oh, Cállate. Esto es todo culpa tuya!.

 —¿Mi culpa? ¿Cómo puede ser mi culpa?.

 —Ah, como si no estuvieras planteándolo todo el tiempo. Tu sabias lo que sucedería cuando Saga me dijera la verdad.

Shaka sonrió. —Tuve una vaga idea.

 —Es posible que quieras llamar a Kanon y decirle que disponga para ustedes la mesa del propietario del club. Si tengo algo que decir al respecto, esto va a tomar un buen tiempo. He estado esperando durante semanas para conseguir que el hombre entre en mi cama, y ahora que lo tengo lo deseo mas. Y no pienso dejarlo salir de aquí muy pronto que digamos. 

 —¿Seguro que no quieres que me quede, tal vez solo por un ratito? — Shaka preguntó.

 —Infiernos, no.  Hay algunas cosas que una persona tiene que hacer sin una audiencia. Hablando de eso, Sr. Aioros, se puede ir.  Saga se comunicará con usted mañana, si él necesita cualquier cosa de usted.

 —Lo siento, Sr. Death Mask, yo trabajo para el Sr. Saga, no para usted. Él me dijo que lo esperara aquí, y eso es lo que voy a hacer. —Él dijo mientras agarraba los bordes de su traje y se los juntaba. 

 —Actualmente, Sr. Aioros, de acuerdo con los papeles que usted trajo, ahora trabaja para mí. Y si usted tiene algún problema con eso, puede tratarlo hasta mañana con el Sr. Saga.

—Él puede tratarlo conmigo ahora. —La voz de Saga, se escuchó desde la parte superior de las escaleras. —Sr. Aioros, ¿Tiene algún problema con Death Mask? ¿Algo que te gustaría compartir con el resto de nosotros?

 —Sr Saga, realmente no quiero faltarle al respeto. Pero yo…

 —Pero a mi me parece que eso mismo es lo que está haciendo. —Camus agregó en voz baja. Recibiendo una mueca hostil del balbuceante abogado. 

Saga caminó el resto de la escalera y por la sala hasta que se puso de pie al lado de Death Mask, y él envolvió su brazo sobre los hombros de Death Mask. 

 —Estoy esperando, Sr. Aioros.

 —Pido disculpas si le he ofendido, Sr. Saga. Esa no fue mi intención.

 —Bueno, me siento ofendido. ¿Qué parte de que Death Mask es mi socio en todo, no has entendido? —Saga frunció el ceño ante el Sr. Aioros. —¿Pensaste que era una broma?.

 —No, en absoluto. Yo no entiendo por qué usted tiene que poner su nombre en todo, sin ningún tipo de acuerdo firmado entre ustedes. No es que él vaya a quedarse por mucho tiempo. Los de su especie nunca lo hacen. Él solo va a tomar su dinero y huír. ¿Y luego a dónde lo va a encontrar?.

 Saga no dijo una palabra, pero Death Mask podría decir por la rigidez en todo su cuerpo que estaba enojado. Él camino hacia el teléfono y marcó un número. 

 —Julian, soy Saga. Tengo al Joven Aioros de Sagitario aquí en mi casa. Le pedí que me elaborara unos documentos con respecto a mi pareja, Death Mask. Si, él es el que te mencioné. Al parecer, Aioros está preocupado de que Death Mask se vaya con mi dinero y él… sí, claro. Él está aquí mismo.

 Saga se volvió y le tendió el teléfono al abogado. —Aioros, al Sr. Julian Solo le gustaría hablar contigo

 Aioros parecía enojado, pero algo contrito al tomar el teléfono que Saga le ofrecía. Death Mask no pensó que se arrepintiera de haber expresado su opinión por lo cual su jefe lo estaba regañando.  Podía escuchar al Sr. Solo gritándole a través del teléfono. 

 —¿Eres estúpido?. Sabía que nunca debí haberte dejado manejar esto. Saga de Géminis tiene una de las mayores cuentas de esta firma. Si él decide que quiere dejarle todos los ahorros de su vida a una oveja, lo haces con una sonrisa en tu cara. ¿Me estas entendiendo?

 —Pero… —Aioros tartamudeaba.

 —No hay peros que valgan, Aioros. Te disculparás con el Sr. Saga y su pareja, y entonces tú traerás de vuelta tu culo aquí a la oficina. Tú y yo tenemos que tener una pequeña discusión sobre quién es el que maneja esta empresa.

 —Como su abogado es mi deber asegurarme de que los charlatanes no se llevarán todo por lo que ha trabajado. Este hombre quiere darle la mitad de todos sus bienes… 

 —Yo no terminaría esa frase, si yo fuera usted, Sr. Aioros. — Saga gruñó cuando él se acercó y tomó el teléfono del nervioso abogado. 

 —Julian, retira inmediatamente al Sr. Aioros de mi cuenta. Si él vuelve siquiera a respirar en mi dirección, consideraré mover mi cuenta a otra firma de abogados. No, nunca me ha dado la impresión de que tú tengas problemas con mi estilo de vida. Esa es una de las razones por la cual tu empresa ha manejado mi negocio todos estos años. Pero yo no aguanto a nadie que insulte o ataque el carácter de Death Mask. Es, sin duda, uno de los mejores hombres que he conocido.

 Saga asintió con la cabeza unas cuantas veces más antes de sonreírle a Death Mask. 

 —Muy bien, Julian. Y por favor no se te olvide recordarle al Sr. Aioros que no solo firmó un contrato en virtud de la confidencialidad entre abogado y cliente, si no que también firmó un acuerdo de confidencialidad antes de que él tomara mi cuenta. Si él le dice algo a alguien, voy a demandarlo por tanto dinero que sus nietos tendrán que pagar su deuda. Si te espero a las diez de la mañana. Gracias, Julian.

 Death Mask se sorprendió por el brillo salvaje en los ojos de Saga mientras colgaba el teléfono y se volvía hacia el abogado. —Sr. Aioros, está usted despedido. Por favor devuélvame mis papeles y salga de mi casa. Si alguna vez te veo en mi propiedad otra vez o dentro de cien metros alrededor de mi o del Sr. Death Mask, voy a hacer que te arresten.

 —Usted no puede hacer esto. Solo estaba cuidando sus mejores intereses.  Usted vale millones y millones de dólares. No puede tirar todo por la borda por un poco de… un poco de…

 Saga tomó al abogado tartamudo por la corbata, levantándolo varias pulgadas del suelo. —Puedo hacer lo que quiera. Es mi dinero. Yo lo hice, hasta el último centavo de él. Si quiero que mi pareja lo tenga, eso es asunto mío y no suyo. ¿Me he expresado con claridad, Sr. Aioros?

 Saga gruñó la última palabra mientras escoltaba al pequeño hombre al ascensor. Death Mask los siguió, riendo entre dientes cuando Saga lanzó al hombre a través de las puertas abiertas y agarró su maletín, abriéndolo y sacando su archivo antes de tirarlo detrás de él. 

 —Buen día, Sr. Aioros —dijo al golpear el botón de bajada para el ascensor.  Se limpió las manos en un gesto de qué – bien – que – se – va y volvió a sonreírle a Death Mask. 

Death Mask se rió mientras le aplaudía. —Así se hace, Sr. Saga.  Estoy bastante seguro de que lo asustaste tanto que perdió diez años de su vida. ¿No te gusta comer niños también, verdad?

Saga tuvo la gracia de ponerse rojo mientras caminaba y tomaba a Death Mask en brazos. Death Mask se rió cuando Saga se inclinó y mordisqueó su garganta. 

 —Lo único que quiero es comerte. — Saga dijo.

 —¿Qué me perdí? —Preguntó Milo desde la entrada. En su mano llevaba una  pequeña bolsa, que le entregó a Death Mask con un guiño.

 — Saga está tratando de asustar a la ayuda. Nada nuevo. Así que, ¿todos listos para ir al club?. Kanon preparó una mesa. —Shaka se echo a reír. 

 Camus y Milo asintieron con la cabeza y se dirigieron hacia la puerta. Shaka le dio una larga mirada a Death Mask. —¿Estás seguro de esto, Cariño?.

 Death Mask de inmediato asintió con la cabeza. —Si, estoy seguro. Te llamaré más tarde, ¿De acuerdo?

 Shaka asintió. —Asegúrate de que lo haga. Saga. —Shaka le dio una larga mirada también. —Esta es tu oportunidad. No lo arruines.

 Saga asintió y vio como los tres caminaban dentro del ascensor, y a continuación, las puertas se cerraban. Al volver la cabeza para mirar hacia abajo al hombre pequeño entre sus brazos, levantó una ceja hacia él. —¿Ahora qué?.

 Death Mask comenzó a reír. —Vamos arriba, muchachote, tengo planes para ti. —Levantó la pequeña bolsa marrón entre sus manos y la sacudió, los objetos en el interior sonaron juntos. Saga levantó una ceja, pero no dijo nada y subió hacia la recamara de todos modos. 

 Una vez dentro del dormitorio, Saga dejó que las piernas de Death Mask se deslizaran hacia abajo hasta que estuvo de pie sobre sus piernas. Death Mask rápidamente agarró una toalla del baño y la puso a un lado de la cama.

 Miró a Saga, y le dio unas palmaditas en el pecho. —¿Confías en mi?.

 —Por supuesto —respondió Saga libremente. 

 —Entonces quiero que te quites toda la ropa y te acuestes en la cama.

 Saga se quedó con la mandíbula abierta. —Tú me quieres, ¿Cómo?.

 —Ya me has oído.

 — Death Mask

 — Saga, cariño, todo va a estar bien. Confía en mí. Yo sé lo que estoy haciendo.

 Él solo negaba con la cabeza.

 —¿Por favor? — Death Mask susurró. Sabía que había llegado a la última resistencia de Saga, cuando este dejó caer su cabeza sobre el pecho y tomó varias respiraciones profundas. Después de un momento levantó los ojos y miró a Death Mask. 

 —¿Estás seguro Death Mask?

 —Solo confía en mí, Saga. Te prometo que todo va a salir bien. Ahora haz lo que te dije que hicieras.

 Death Mask observó con interés como Saga se acercó a la cama y comenzó a quitarse la ropa. ¡Mierda, esto iba a ser bueno! Ver a Saga quitarse la ropa, incluso desde donde él estaba situado detrás de él, era fabuloso. Realmente era un hombre magnifico. 

 Cuando Saga se bajó los pantalones y cayeron al suelo, Death Mask pensó que podría dejar de respirar. Tenía el trasero más perfecto que jamás hubiera visto, dos globos redondos rogando por ser besados. ¡Yumi! Él no podía esperar. 

Death Mask observó que Saga le lanzó una mirada nerviosa por encima de su hombro, y se sonrojaba. Él rápidamente se subió a la cama y se acostó sobre su espalda, su pene duro salto libre. 

 Death Mask sonrió mientras caminaba hacia la cama, con la pequeña bolsa de papel entre sus manos. Él subió a la cama y abrió la bolsa. Sacando una esposa, la abrió con los dedos delante de la cara de Saga. 

 —Dame tus brazos.

 Saga de repente vio como Death Mask le tomaba las manos, enganchando las esposas en sus muñecas, a continuación, se arrastro sobre la cama para abrochar cada extremo de las esposas a un poste de la cama. 

 Una vez que los brazos de Saga fueron asegurados por encima de su cabeza, se movió hacia abajo con las esposas a sus pies enganchándolas a los postes inferiores de la cama. Una vez que todo estuvo hecho, se puso en pie a un lado de la cama y miró su trabajo. 

 Saga estaba extendido sobre la cama, con una pierna esposada a cada una de las esquinas de los postes de la cama. Lo mejor era que estaba desnudo. Bueno, tal vez esa no era la mejor parte, pensó Death Mask, era  el duro pene de Saga que sobresalía de su ingle. 

 —¿Puedes liberarte? — Death Mask le dijo. Saga sacudió cada extremidad varias veces antes de negar con la cabeza. —Bien. Ahora es mi turno de mostrarte lo bien que se siente estar juntos.

 Death Mask se subió a la cama, pasando una pierna sobre Saga para quedar cabalgándolo sobre el estómago. Podía sentir el pene duro de Saga empujando contra las mejillas de su trasero. Arrastrándose hasta el pecho de Saga, sacó la lengua y lamió lentamente a lo largo de su mandíbula. 

 Besó y mordisqueó todo el camino desde la barbilla de Saga hasta su boca, prestando especial atención a sus labios. Death Mask jugó el juego de las escondidillas con la lengua de Saga, que insistía en tocarlo, luego él se echaba atrás, mientras la lengua de Saga lo perseguía hasta que él temblaba. 

 — Death Mask. —Susurró. 

 —Si, ¿ Saga? ¿Qué quieres, cariño? Dime — Death Mask susurró contra los labios de Saga. 

 —Por favor, bebé, necesito que te desnudes, quiero sentirte contra mí.

 Death Mask se sentó de repente, mientras sus dedos iban por los botones de su camisa. —Todo lo que tenías que hacer era preguntar.

Podía sentir los ojos de Saga en él mientras lentamente se desabrochaba la camisa y se la quitaba. Death Mask de repente se puso en pie aún a horcajadas entre su cuerpo y bajo el cinturón de sus pantalones.

 Cuando Death Mask tenía la cintura de sus pantalones hacia abajo, justo por encima del área de su ingle le hizo un gesto con el dedo a Saga.  —Uh- uh. Cierra los ojos, no hagas trampa.

 Death Mask se rió cuando Saga rápidamente cerró los ojos. Sabía que Saga podía escuchar todo lo que hacía. Levanto una pierna luego la otra, tirando sus pantalones hacia el suelo. Finalmente Death Mask se puso sobre Saga totalmente desnudo. 

 —Está bien, puedes abrir los ojos.

 —¡Joder! — Saga dijo en voz baja.

 ***********************************

 Death Mask bajó poco a poco su cuerpo sobre Saga, ambos gemían cuando sus cuerpos se reunieron, piel con piel, por primera vez. —Oh sí, esto es bueno. — Death Mask susurró mientras lentamente se restregaba contra Saga. 

 — Death Mask, bebé, necesito… — Saga declaró, levantando la cabeza hacia arriba de la cama. 

Death Mask se inclinó sobre Saga, el peso de su cuerpo descansando en los brazos. Poco a poco bajó su cuerpo hasta que su pezón se presiono en contra de la boca de Saga. Saga sacó la lengua y lamió el apretado pezón manipulando con la lengua el piercing de plata.

 Death Mask gruñó, los brazos le temblaban por la necesidad. Cuando Saga movió la cabeza y tomó el otro pezón en la boca, era más de lo que podía soportar. Agarró a Saga por el pelo, y levantando su cuerpo fuera de él, se deslizó hacia abajo hasta que sus labios se encontraron.  

 Era áspero, un beso salvaje, lleno de anhelo y de necesitad. —Te necesito. —Saga murmuró contra los labios de Death Mask. Sus caderas se elevaron, para moler su pene contra el trasero de Death Mask. 

 Death Mask levantó la cabeza y le sonrió a Saga. —Tu puedes tenerme. —Llegando a un lado de la cama, agarró la bolsa de papel color marrón de nuevo, sacando una botella nueva de lubricante. Él se levanto. —Un regalo de Camus. 

 Cuando Death Mask abrió la botella, vertió un poco de lubricante sobre sus dedos, y Saga tragó saliva. —Recuérdame comprarle un nuevo auto. 

 Death Mask dejó caer la botella sobre la cama, riendo delante del rostro serio de Saga. —¿Quieres ver cómo me preparo?

 —¡Oh, infiernos, si! —Siseó Saga. 

Death Mask se dio la vuelta hasta que cabalgó de nuevo el cuerpo de Saga. Con la pulsante y duro pene de Saga frente a él, Death Mask no pudo contenerse. Se inclinó y movió su lengua a través de la superficie de la cabeza, lamiendo la pequeña gota brillante de líquido pre eyaculatorio.

 Para no quedarse fuera, Saga levantó la cabeza y pasó su lengua por el apretado orificio fruncido de Death Mask. El cuerpo de Death Mask se estremeció varias veces. Como respuesta, él bajó su boca completamente sobre el pene de Saga, chupándolo, lamiéndolo con su lengua. Repitió esta operación varias veces hasta que tuvo a Saga retorciéndose y gimiendo para que parara. 

 — Death Mask, por favor, Voy a correrme, bebé. ¡Tienes que parar!

Death Mask levantó la cabeza y le sonrió a Saga por encima de su hombro mientras que alzaba un dedo y poco a poco se lo metía en su deseoso agujero. Podía ver los ojos de Saga agrandarse mientras él movía su dedo y de forma rápida añadió un segundo dedo. 

 —Maldita sea, eso es hermoso, bebé. ¿Se siente bien?

Death Mask cerró los ojos mientras asentía. —Oh, Sí. Pero me voy a sentir mucho mejor cuando tú hagas esto. — Death Mask abrió los ojos y vio como los ojos de Saga casi se le salían cuando añadió un tercer dedo y los movió en repetidas ocasiones a su alrededor, hasta que sintió que estaba listo. Rápidamente agregó un poco mas de lubricante en su mano y acaricio el pene que tenía delante de él. 

 Death Mask se limpió la mano con la toalla que tenía cerca y rápidamente se dio la vuelta, hasta que tuvo a Saga de nuevo frente a él. Podía ver el miedo en sus ojos. 

 —¿Estás listo para mi, bebé?

 Saga tragó saliva y asintió con la cabeza. Levantó la vista hacia Death Mask, con los ojos suplicantes. —Por favor, no dejes que te lastime, Death Mask.

 —Tú no vas a hacerme daño, Saga. Te lo prometo. Solo siente.

 Death Mask tomó la erección de Saga y la puso contra sí mismo. Mirando directamente a los ojos de Saga, despacio se dejó caer hacia abajo, poco a poco. No fue fácil. Saga era del tamaño proporcional a su cuerpo, incluso aquí. Death Mask se dio cuenta de que debió haber utilizado cuatro o quizás cinco dedos. Death Mask y Saga gimieron cuando finalmente estuvieron juntos. 

Death Mask lentamente comenzó a mover sus caderas contra Saga, sintiendo como entraba y salía de él. Nunca se había sentido tan lleno antes. Saga tocaba cada centímetro de su interior, la cabeza de su pene golpeaba su dulce punto con cada golpe que daba. 

 Death Mask comenzó a empujar sus caderas hacia arriba y hacia abajo, más y más rápido. Saga jaló las esposas hacia abajo. —Bebé, mis manos, necesito mis manos libres, tengo que tocarte. 

 —No las necesitamos. — Death Mask murmuró con dureza, su respiración era entrecortada. 

 —Pero tu…

 —No las necesitamos. Oh mierda, ¡ Saga! — Death Mask echó hacia atrás su cabeza, los músculos de su cuello se tensaron y todo su cuerpo se puso rígido. Su cuerpo se sacudió cuando su pene entró en erupción disparando su semen a través de los dos.  

 Saga un segundo después arqueó su cuerpo y rugió su placer. Todo el cuerpo de Saga temblaba debajo de Death Mask cuando se estremeció duro dentro de él. 

 Sus respiraciones eran pesadas, era lo único que se escuchaba aparte del silencio del lugar, mientras Death Mask se acomodaba en el pecho de Saga. Ninguna palabra fue pronunciada. No eran necesarias.

 Finalmente Saga levantó la cabeza y le dio un ligero beso a Death Mask en la cabeza. —Bebé, saca la llave y abre las esposas. Tengo que abrazarte.

 Death Mask alzó los ojos hacia Saga. —¿Llave? ¿Cuál llave?.     

Notas finales:

Gracias por leerlo...

y se aceptan todo tipo de comentarios, siempre y cuando sean positivos para la creacion  del siguiente capitulo.

 

nos estaremos leyendo en el siguiente.


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