La llegada de nuevos seres cambio por completo las anteriores vidas de la humanidad. Los bien conocidos titanes arrasaron con gran parte de los habitantes del mundo. Las personas se vieron obligadas a encerrarse en 3 muros. María, Rose, y Sina.
Estas murallas terminaron siendo su única salvación de aquellas bestias ansiosas por comerlos y aun que se tiene poco conocimiento de estos seres, se crearon 5 distintas organizaciones. “Policía Militar” Quienes son los encargados de velar por la seguridad del Rey
“Tropas estacionarias” Encargados de cuidar las puertas de cada muro y al mismo tiempo protegerlos
“Legión de reconocimiento” Quienes salen al exterior de su enorme protección y recolectan información sobre los titanes sin importar el costo
“Culto del Muro” Es una facción religiosa con gran cantidad de influencia religiosa y política dentro de los muros. Algunos de los miembros de este culto poseen conocimientos sobre las murallas que se han ocultado al público general.
“Ciclo de Reclutas” Los jóvenes son llevados aquí para entrenarse, prepararse y ser divididos para trabajar en la policía militar, legión de reconocimiento o tropas estacionarias.
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Tres meses habían trascurrido luego del juicio de Eren Jeager, quien fue puesto a cargo del cavo Levi en la Legión de reconocimiento y así ayudaría a recuperar el distrito Shiganshina, destruido por el titán colosal 2 años atrás obligando a los habitantes mudarse a un lugar más encerrado. Tras un fallido intento de recuperar el distrito y la supuesta muerte del joven Jeager, se descubrió que este poseía un poder especial que le permitía convertirse en un titán. Aún tenía conciencia y un propósito… Exterminar titanes. Con dicha ventaja, lograron tapar el agujero en la puerta del distrito y recuperaron el lugar de cultivo.
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Al descubrir que Bertholdt era el llamado Titán colosal de 60 metros de altura. Fue encerrado y aislado de todo contacto humano. Murió a los meses de estar encerrado. Reiner también fue descubierto con la ayuda de Eren de ser el titán blindado. Este dominó sus poderes con el entrenamiento de la comandante temporal Hanji Zoe. Anni Leonhardt ex miembro de la policía militar fue encerrada aun estando en estado cristalizado. ^~^~^~^ Viviendo en un enorme castillo, el cavo Levi “El soldado más fuerte de la humanidad” sigue siendo el encargado del chico llamado Eren Jeager, uno de los titanes cambiantes. Hanji y Petra, quienes también viven en el mismo castillo, ayudan con el entrenamiento del joven para poder manipular de mejor forma sus poderes. Eren había perdido contacto con su amigo Armin, y sobre Mikasa, prefería no recordar nada.
---- Flash Back ----
Intentando capturar a Bertholdt fuera de las murallas, este se transforma en su forma titán de 60 metros. Solo podía moverse de forma lenta, sin embargo no era mucha ventaja para la legión de reconocimiento quienes viajaban en caballos. Eren había recibido la orden por el comandante Erwin de no transformarse hasta ser verdaderamente necesario, tomando en cuenta que el titán colosal le superaría en estatura por mucho.
Se dio la propuesta de amarra las piernas del enorme ser utilizando el equipo de maniobras tridimensional y la ayuda de variedad de sogas. Mikasa, una de las mejor utilizando dicho equipo fue la encargada de esta tarea con ayuda de Ymir y Conny.
Para evitar que la bestia los detuviera. Armin, Sasha e Historia lo distraerían en los aires imitando querer cortar su vista o su nuca. El cavo Levi, Eren y Erwin estarían detrás vigilando todo. De ser necesario, Eren se transformaría en titán y ayudaría a amarrar las piernas como pudiera.
El plan parecía ser un éxito, Ymir y Conny fueron bastante rápidos, cuidando que los cables de su equipo no fueran a amarrados junto con las sogas. La excepción fue Mikasa, quien se distrajo volviendo su vista a Eren, que ya le gritaba tener cuidado con las manos de la bestia.
Esquivo el brusco movimiento, y uso sus katanas para cortar una soga que le amarraba el tobillo. Sin embargo más sogas le fueron aprisionando su cuerpo. Muñecas, tobillos, cuello, cintura. Todo su cuerpo fue pegado a una de las piernas del titán. Ambas extremidades ya estaban siendo unidas gracias a los dos chicos que ahora amarraban la soga. Los tobillos del ser fueron aprisionados provocándole caer.
Al mismo tiempo que caía, ejercía presión a la soga para romperla provocando que el cuerpo de la chica fuera siendo apretado entre las cuerdas. Esta gritaba de dolor y soltaba lágrima tras lágrima sin poder desatarse. Una de sus katanas termino encajándose en su muslo derecho atravesando su hueso. Con forme el titán ejercía más fuerza, la chica iba siendo presionada en todo su cuerpo, provocándole vomitar charcos de sangre.
Gracias a la cuerda amarrando su cuello, perdía la posibilidad de gritar. Sus ojos se abrieron hasta su límite y de un momento a otro ya habían explotado esparciendo sangre. Por las demás sogas, su cuerpo fue rebanado en: Cabeza, pecho, cintura, muslo y piernas. Cada parte de su cuerpo cayó al suelo y fue pisoteado por los caballos de los demás integrantes de la legión de reconocimiento. Fue hasta unos segundos después que la bestia por fin terminó derrumbándose en el suelo. Sus brazos y piernas fueron aprisionadas con más cuerda. Y así como Armin una vez liberó a Eren de su cuerpo de Titán, hizo lo mismo para sacar el cuerpo de Bertholdt. El cuerpo de titán colosal se fue evaporando con rapidez. En pocos segundos no era más que una densa nube de vapor lo que les impedía el regreso. Los demás titanes no se vieron atraídos por el escándalo. Eren bajó de su caballo aliviado de que el plan hubiera funcionado perfectamente, fue por Armin quien se encontraba bastante bien y hablaba entre risas con Sasha.
-Eh, Armin, ha sido fantástico
-Ya creo que sí, Eren!- gritó el rubio con una sonrisa
-No tardaremos en regresar verdad? Muero de hambre- alardeo la castaña mientras un hilo de saliva salía de su boca y posaba sus manos en su estómago
-No lo creo, por cierto, han visto a Mikasa?- el chico de ojos azul verdoso buscaba a su alrededor- No eh podido encontrarla
-Eh? La verdad no, deberías preguntarle a Conny o a Ymir.- contestó el menor de ojos azules- Si vez a Jean, avísame, me prestó un pañuelo y tengo que devolvérselo
-Claro- respondió contento el chico.
Salió casi corriendo en dirección a donde anteriormente estaban los tobillos del titán. Muchos de los integrantes de la legión estaban rodeando una parte, la vista era nula desde el punto en donde estaba Eren. Intentó acercarse más pero un hombre rubio se puso frente a él.
-Eh?-volteo hacia arriba
- Comandante Erwin
-Eren, regresa a tu caballo y diles a tus amigos que hagan lo mismo, regresen a las murallas cuanto antes.- declaró en tono serio
-Entiendo, pero, falta Mikasa, no eh podido encontrarla Erwin abrió ligeramente los ojos y luego desvió la mirada.
Hasta donde Eren sabía, ninguno de los integrantes había muerto o siquiera salido herido. El hombre rubio llevaba una mano escondida en su espalda, dudando un poco mostro su extremidad. En ella, una bufanda roja cubierta de sangre escurría entre sus dedos. El pelimarrón tomo la bufanda entre sus manos y se dejó caer al suelo apegándola a su pecho. Sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó soltando un fuerte grito con el nombre de la chica.
----Fin del Flash Back----
Aquella bufanda rojiza estaba colgaba de un clavo en la habitación del chico, quien la observaba cada mañana con detenimiento y decía: “Por ti, y por mamá. Son ustedes la razón de mi detenimiento contra los titanes. Los mataré a todos por ustedes” Entonces salía de su cuarto y se dirigía al comedor, donde Levi y Hanji se encontraban peleando una vez más como en todas las mañanas. Petra solo intentaba tranquilizarlos a ambos pero era más ignorada que cualquier otra cosa.
-Eren!!-Grito la mujer de anteojos- Tienes que ayudarme!!
-Ha..hanji… No insista, el cavo Levi no aceptará- dijo casi en un susurro la rubia
-No aceptar? Que cosa?- pregunto el chico de los ojos azul verdoso mientras se sentaba en la mesa
-Tsk…- chasqueo la legua el otro- Bien hecho mocoso, ahora no dejará de joder
-Pues verás Eren, Petra y yo queremos irnos de esta porquería de castillo y pasearnos un rato por el muro Rose. Pero este enano no nos quiere dar permiso porque no hay quien haga nuestra parte del aseo mientras estamos fuera…- las últimas palabras las dijo decepcionada
-A quien mierda llamas enano?- pregunto con furia el hombre que ya estaba levantándose y preparando su puño
-Ahh, eichou por favor deténgase- trato de tener el golpe pero sabía que le iría peor- Y..yo aré sus labores diarias, No hay problema, además no será por mucho verdad?
-Gracias Eren!!-grito la mujer con un notable tono de felicidad
Sin previo aviso, Hanji salió corriendo jalando a la rubia del brazo en dirección a sus habitaciones. Después de todo, Eren le debía mucho a ambas por animarle luego de la muerte de Mikasa, hasta hace poco aun no podía superarlo del todo. Comenzó a comer de su plato hasta sentir unos fríos ojos clavarse en su alma. Fua cuando recordó que ahora estaba solo con el cavo.
-Quien dijo que si tú les ayudabas yo daba permiso?- comenzó a hablar en tono furioso
-Eichou, yo solo propuse ayudar, pero nunca dije que gracias a ello ya podían irse- su voz temblaba pero trataba de mantenerse firme
-Tsk…- volvió a chasquear la lengua y se levantó- Bien, me da igual. Termina de comer que comenzarás a recoger el jardín
-Entendido-
Mientras el hombre salía del comedor, Eren dio un fuerte suspiro de alivio. Siguió comiendo y una vez que terminó salió igualmente y fue en dirección al jardín. Un enorme pastizal de más de tres metro cuadrados donde el chico generalmente entrenaba. Esta parte siempre la limpiaba Hanji, así que esta vez le tocaría a él.
Cuando se dio cuenta, notó que a pocos pasos de él, Levi le observaba detenidamente con la misma mirada que tenía siempre. Por un momento pensó que le ayudaría, sin embargo la ilusión duro poco cuando le vio marcharse. Suspiró y siguió cortando el pasto y recogiendo las hojas. Cuando hubo terminado, se recostó colocando un brazo en su cara que le cubría los ojos y el otro sobre su estómago.
El viento tan fresco que soplaba le sentaba bien, eso le puso a recordar cuando era niño. Se quedaba sentado bajo un árbol, aun sabiendo que tenía que llevar madera a su casa. Por alguna razón, cada que se levantaba, sus ojos estaban llorosos.
-…-…-
En su sueño, Mikasa estaba frente a él, le sonreía con ternura mientras le estiraba una mano para ayudar a levantarse. Antes de poder tomar su mano, esta se fue alejando. Trató de levantarse pero algo se lo impidió. Levantó la mirada y todo el lugar estaba oscuro. La bufanda roja ensangrentada calló sobre sus piernas, y haciendo un rastro, todo el cuerpo en pedazos de la chica fue cayendo dejando un charco de sangre a su alrededor.
Los ojos de Eren se abrieron horrorizados y de alguna forma logró liberarse de eso que le aprisionaba e intentó levantarse. Un fuerte golpe en la cara fue lo que lo despertó
-…-…-..
Mientras el chico aún parecía dormido, Levi se acercó a él con una expresión molesta. Balbuceaba cosas y el hombre apenas podía entenderle
-..kasa… Mi… Mikasa…-
-Tsk…- hizo un gesto de desagrado
Cuando el chico se levantó de golpe, Levi le dio una fuerte patada en el rostro que le hizo caer nuevamente al suelo pero estaba vez despierto. Eren cubrió su cara con sus manos mientras intentaba no llorar por el fuerte golpe. Hasta ese punto reaccionó que solo una persona podía darle un golpe como ese. Se levantó de inmediato mientras colocaba su mano en su frente en forma de saludo.
-Me disculpo mucho eichou, me quedé dormido pero el jardín está limpio- declaró el peli marrón mientras la sangre le escurría de la nariz
-El jardín limpio tu asqueroso, vete a limpiar ahora mocoso y no vulvas a quedarte dormido en medio de la limpieza- estaba parado frente al chico con los brazos cruzados Eren asintió y salió corriendo adentrándose en el castillo.
Levi se quedó parado en el mismo lugar. Estaba furioso pero no porque el chico se quedara dormido, eso casi siempre pasaba, sino por lo que pronunciaba en sus sueños. Unos momentos intentó preguntarse porque se enfadaba por algo tan tonto, o es que acaso a Eren le gustaba tanto esa chica que su muerte fue un golpe muy fuerte?
Se le revolvía el estómago solo de pensar que esa podía ser la razón. Miró el cielo unos momentos y al final regresó de igual forma al castillo. Una tormenta se estaba avecinando, así que ambos comenzaron a cerrar las ventanas y procurar cuidar que el techo no tuviese ninguna gotera.
Primero chispeo leve, no parecía ser tan malo. Se detuvo, y segundos después una fuerte lluvia comenzó a caer haciendo escándalo en el jardín. El caer de las gotas estampándose fuertemente contra el suelo era de cierta forma tranquilizador, pero los truenos ponían de nervios a ambos. Ambos se quedaron plantados en la sala con variedad de velas encendidas. No pudieron encender la chimenea a causa de la lluvia así que solo se cubrieron con unas mantas.
Los minutos pasaban pero la tormenta no parecía llegar a su fin nunca. Un silencio incomodo inundaba la habitación. Eren tenía la mirada clavada en la ventana mientras sentía la fría mirada del contrario apoderarse de cuerpo. Sus sentidos se detuvieron por un instante que se puso a imaginar a él jugando en la lluvia. A su mamá pidiéndole que se metiera a la casa y a Mikasa casi jalándolo del brazo. Estaba tan hundido en sus recuerdos que incluso no notó como Levi se sentaba a su lado. Hasta que le dio un débil golpe en el hombro fue cuando reaccionó.
-Oi.. Llevo hablándote desde hace un rato mocoso
-L..lo siento, estaba pensando- bajo su cabeza y mantuvo sus ojos pegados a sus zapatos- Eichou…
-Qué?- respondió el otro mientras se acomodaba en su asiento-
-Usted alguna vez… perdió a alguien especial?
-A qué viene esto?- preguntó a la defensiva
-Usted lo supo, lo de Mikasa- siguió diciendo- Quería un consejo, pues aun duele
-Quieres un consejo?- intentó pensar en algo- Pero no te sirvo de nada, perder a alguien no es algo que me afecte- mintió
-Ya veo…- suspiro
Eren sentía unas fuertes ganas de llorar. Tonto. No podía hacerlo y menos frente al cavo quien ya estaba lo suficientemente enojado por no poder seguir con su limpieza. Sus ojos se empapaban en recuerdos de la chica, y aun que fue molesta en varias ocasiones, era solo por la preocupación que sentía por el contrario. Algo que ahora anhelaba recuperar. Sus pensamientos cambiaron. Ahora era Levi el que invadía su mente, sus recuerdos, su vista. Recordó por fin lo que quería declararle, pero no se atrevió. Sus labios estaban sellados y no por el frío, sino por el temor. Temía a las consecuencias, el que ya no se le permitiera verle, el que se sintiera aún más estar a solas con él.
–Solos en el castillo…- Fue lo que dijo en un susurro para sí mismo. Un instante quiso liberarse de las cobijas y aferrarse a la persona que tenía a un lado. Exclamar sentimientos sin dejar pasar ni un detalle.
Tomo aire y luego lo soltó con delicadeza.
-Eichou… usted… tiene alguien que le guste?- su voz temblaba levemente
-Esa pregunta, por qué surgió?
-P..podría contestar?
El oji azul verdoso se había dado la vuelta. Su cuerpo estaba colocado de lado y su mirada clavada en las piernas del contrario. Sus ojos abiertos como platos y sus labios pegados. Levi había optado la misma postura, pero su mirada era seria, clavada en la cabeza del menor. Eren temblaba, no exactamente por frío. Sus mejillas se sonrojaban cada vez más con el pasar de los segundos y el silencio tan denso. Una suave piel tocó su barbilla, el levantó el rostro y trato de buscar los ojos del mayor. Cuando había conseguido encontrarlos los tenía tan cercas que podía ver los suyos reflejados en ellos. Cálido, suave, húmedo… era eso lo que sentía en sus labios. Su cuerpo se paralizo y sus ojos no dejaban de estar abiertos, sorprendidos, atontados.
El gusto duró solo un rato.
Intento tranquilizarse cuando esos dulces labios se alejaron de los suyos, ero era tarde, ya estaba muy sorprendido, y más que nada, enamorado.
-Eso contesta a tu pregunta?- dijo con toda normalidad
Pero el chico no podía hablar. Sus órganos se retorcían de felicidad, sus ojos ya querían llorar de alegría, después de tantos recuerdos fríos de la chica, ahora solo aquel hombre de baja estatura bañaba su mente con idea tanto amorosas y tiernas como lujuriosas y sexys. Estaba estáticos, ni quería ni podía decir nada. Sus mejillas ardían.
Entonces pasó. Otra vez esa sensación de calor en sus labios. Esta vez, cerró los ojos y correspondió al beso. Era un pasera de labios, dulces y húmedos. Con el pasar de segundos se volvía más intenso. La nariz no servía para mantener la respiración tranquila. Las bocas tuvieron que abrirse. Dieron paso a un juego de lenguas, saliva iba y veía de ambas bocas al igual que jadeos. Levi posó sus manos sobre las mejillas de Eren y los separó. Ambos mantuvieron sus lenguas fuera de sus bocas y un hilo de saliva las unía como un hilo rojo unía a una pareja. Sus ojos mostraban deseo y pasión mientras soltaban jadeos para mantener su respiración normal.
-Provocándome de esta forma, eres un mocoso descuidado
El mayor se levantó y con un mínimo de esfuerzo cargo a Eren colocándolo en uno de sus hombros y sosteniéndole con fuerza. Advirtió al menor que un movimiento brusco y le dejaría caer.
Entonces siguió caminando. Llegó a una habitación, pero no era la del chico, era la del mismo Levi. Eren jamás había podido entrar en su cuarto pues lo tenía sumamente prohibido. Ni para limpiar, ni para platicar, ni para investigar. Era el único sitio que pasaba de largo sin intentar tocar siquiera la cerradura.
Cuando le recostó en la cama, se sintió en el paraíso. La cama del cavo era mil veces más acolchonada que la suya. Además, el olor del mayor la inundaba por todos lados. Podía hundir su cara en la almohada y el olor casi se impregnaba en su nariz. Mientras el chico vagaba en sus pensamientos y en sus sueños, el contrario se había quitado el usual pañuelo que llevaba en el cuello y se había colocado sobre el menor. Una vez más, volvió a besarle. Ese beso tierno esta vez no se hizo presente, sino que se fue directo al beso lujurioso y deseoso. Este correspondió mientras se acomodaba de mejor forma en la cama. Entendía a donde llevaba todo esto, quería seguir, costara lo que costara si era Levi el que estaba ahí con él.
Intentó no pensar, no alterarse, no perderse ni un momento de lo que estaba a punto de pasar. El beso seguía, las lenguas danzaban como en un vals.
Sus ojos se cerraba, sus manos se relajaban. Una ligera brisa acariciaba su pecho con ternura y sin dejar rastro de frío. Le habían despojado de su prenda superior. Jadeaba intentando tomar aire sin dejar el beso, le gustaba demasiado. Fue nulo su intento, el contrario fue quien lo detuvo. La lengua del pelinegro viajo por el cuello de Eren quien gemía con dulzura. Ese instrumento tan húmedo y que le dejaba rastro de saliva por todo el cuello le incitaba a hacer esos ruidos tan extraños que el contrario parecía disfruta.
La lengua viajo y viajo cada vez más abajo. Llego a un punto rosado, pequeño, tierno. Lo lamió y los gemidos se intensificaron. Ahora los dientes también siguieron el juego. Mordieron aquel botoncito sin lastimarlo, lo jalaron y luego soltaron. Un gemido más fuerte salió.
El procedimiento se repitió unas 3 veces en ambos botoncitos hasta que estuvieron completamente duros. Entonces la lengua volvió a viajar, más y más abajo, a veces permitiendo que los labios dejaran un par de besos.
Llegaron a la parte baja del estómago y las manos del mayor ayudaron a desatar el botón y la cremallera que le impedían el paso. Nuevamente, esa brisa de antes que le invadió el pecho, ahora le invadía las piernas. Le despojaron de su primera prenda inferior.
Eren se sentía un tanto avergonzado, pero era tarde para echarse hacia atrás. Uso su mano derecha para cubrir su entre pierna y seguir evitando el paso de la lengua del mayor, quien ya se estaba levantando y llevado su cara a la altura del mismo. El oji azul verdoso desviaba la mirada, con las mejillas arder en llamas. No podría sostenerle la mirada. Levi tomó la mano con la que el otro se cubría y le hizo tocar su misma entre pierna. –Dura y firme- Fue lo que pensó Eren mientras bajaba la mirada a donde su extremidad. El mayor le susurró en el oído unas palabras que le provocaron cerrar los ojos de la timidez. Entonces comenzó a mover su mano sobre las ropas acariciando aquel bulto tan marcado.
-L..la ropa es molesta…- admitió con algo de temor en sus palabras.
Por primera vez, una sonrisa se formó en los labios del más grande, quien ahora se levantaba y retiraba las prendas que aprisionaban su cuerpo. A comparación del chico quien aún poseía una única prenda, el mayor ya se había desecho de todo lo que le cubría.
Eren estaba acorralado entre los brazos del otro, y por ello se sentía más y más nervioso. El juego que antes habían comenzado no parecía que tendría un nuevo inicio, más bien, comenzaría un nuevo juego. Levi levantó las piernas del menor y le hizo abrazarlas contra su pecho mientras se mantenía boca arriba. Antes de ello, claro, le retiró la última ropa y la arrojó tan lejos como pudo. Bajó su vista al trasero del más bajo, se relamió los labios tras ver tan dulce y provocadora pose en la que estaba.
Llevó un dedo a sus labios y lo lamió ligeramente, acto seguido, lo introdujo en la pequeña y estrecha entrada del menor quien comenzó a gemir un poco de dolor y otro poco de excitación. Movía su dedo de lado a lado en el interior de este, tratando de llevarlo más a fondo. Retiro el dedo para luego introducir dos, lo mismo pasó incluso hasta que llegó con el tercero. Simulaba embestidas utilizando únicamente los dedos, y Eren seguía gimiendo, solo de placer, un placer que los inundó a ambos.
Pero ahora los dedos ya no eran suficiente para ninguno de los dos. En sus miradas se veía ese deseo tan grande que tenían de volverse uno. Levi tomo las piernas del otro, las separo, y las cruzo en su cintura una de cada lado. Su miembro bien duro rosaba la entrada de Eren quien ya tomaba fuertemente las sabanas y asentía con la cabeza indicando que podía seguir. De un solo movimiento, el mayor lo penetro lo más profundo que pudo y permaneció quieto. El pelimarrón se quedó quieto, estático, su boca se había abierto y derrama un poco de saliva mientras sus dedos se aferraban fuertemente a las sabanas en sus dedos.
Con un asentimiento de cabeza indico al contrario que podía seguir. Este, gustoso, comenzó con unas tiernas embestidas. Suaves y tranquilas. Con el pasara de los segundos y el calor de los cuerpos de ambos, las embestidas se volvían más y más rápidas.
Los gemidos y jadeos inundaban la habitación, casi deseosos de ser escuchados.
-E… eichou… ngh..- hablando entre gemidos
-Qué pasa?- jadea
-Le.. le amo… ah!- susurro
Apenas pudo terminar la última frase antes de que el mayor comenzara a darle embestidas en ese punto en el que era tan débil haciéndole gemir desesperado. Esa tan tierna frase que Eren había pronunciado, ahora bañaba los pensamientos del cavo quien intentaba mantener su “auto control” lo más que podía.
-Eichou… N-no aguanto más… V-voy a…
El otro no dijo nada, solo lo embistió aún más rápido y con un poco de más fuerza justo en el mismo punto que antes le hizo gemir tanto. Sin previo aviso, el menor ya se había venido ensuciando su pecho y parte de su cara. Mientras que el otro dio una última estocada antes de venirse dentro de Eren. Este se abrazó a Levi por su cuello intentando comprimir un fuerte gemido entre sus labios. Por sus miradas, ninguno de los dos quería que la noche terminase.