*Reeditado el 31 de Enero de 2017*
CAPÍTULO II
Haruka despertó sobresaltado, desconocía la hora pero asumió que ya estaba amaneciendo por la tenue iluminación del lugar; mientras observaba los alrededores de la habitación de hotel que no reconoció como la que compartía con Makoto, intentó incorporarse lo más silencioso que pudo pero un fuerte brazo lo tomó de la cintura y lo atrajo hacia el cuerpo de quien hacía muy poco dormía plácidamente.
-Sousuke, tengo que ir a mi habitación, estoy seguro de que Makoto esta muy preocupado por mi y tal vez me este buscando-musitó Haru en un susurro intentando el vano zafarse del férreo abrazo.
Yamazaki poco a poco salía de su sopor mientras recordaba los sucesos del día anterior, donde le había declarado sus sentimientos -o algo así- al chico de cabellos negros con quien había dormido, y si, solo habían dormido juntos, no había pasado nada mas aparte de la intensa sesión que tuvieron en la regadera. Sería paciente y no presionaría a Nanase en lo absoluto, además estaba el detalle de que tendrían la competencia de Relevos y ambos debían descansar adecuadamente, dentro de lo posible.
-No quiero contradecirte, pero si Tachibana estuviera en serio preocupado sobre tu paradero estoy seguro que hubiera venido la policía a registrar el hotel y a estas alturas estaría detenido por secuestro-respondió socarronamente el moreno mientras hundía su nariz en aquellos lacios cabellos negros, aspirando su aroma.
-Es en serio, debo volver, recuerda que en unas horas será la competencia y debemos prepararnos.
-Esta bien, si tanto insistes te dejaré ir, pero como soy un caballero te acompañaré a la puerta de tu habitación-respondió Sousuke con un suspiro resignado, soltando por fin al más bajo mientras se incorporaban de la cama para vestirse.
Haru había dejado la llave de la habitación en su mochila, por lo que tuvo que tocar la puerta, a los segundos abrió un muy despeinado y adormilado Makoto, quien al ver a su mejor amigo despertó por completo.
-¡Haru! ¡Estaba tan preocupado por ti! Te llamé pero dejaste tu teléfono en la mochila, ¿Has comido algo? ¿Donde pasaste la noche?- le dijo el castaño casi gritando mientras abrazaba al pelinegro.
-Siento mucho haberte preocupado Makoto, pero es que necesitaba alejarme un poco para pensar en todo lo que ha pasado, te prometo que jamás le volveré a fallar a nuestro equipo ni a mi mismo-contestó Nanase mientras correspondía el cálido abrazo del castaño.
Sousuke carraspeó un poco para llamar la atención de los dos amigos, fue cuando Makoto reparó en que Haru no había llegado solo.
-¿Que haces aquí Yamazaki?-preguntó Makoto a la defensiva mientras soltaba poco a poco a Haru de su abrazo.
-¿Que no es obvio? Vengo acompañando a Haruka-respondió Yamazaki mientras alzaba los hombros resaltando lo evidente.
-No te preocupes Makoto, cené con Sousuke y...pasé la noche en su habitación.
Tachibana palideció ante la confesión de Haru y se quedó sin habla durante unos momentos, pero cuando estaba por hablar se escuchó un golpe sordo y la voz de alguien maldiciendo en el fondo, se trataba de Rin, quien se había despertado con el ruido que hacían sus amigos.
-¿Se puede saber quien diablos está gritando a estas horas? Habemos personas que necesitamos dormir-aseveró un somnoliento y muy malhumorado pelirrojo, quien se acercó a la puerta al escuchar el alboroto y salió de su sopor al instante al ver a Haruka y a Sousuke juntos.
-Pero mira que sorpresa, ¿que hacen ustedes dos juntos y a estas horas?-cuestionó de manera pícara Matsuoka, fingiendo demencia.
-Como si no lo supieras ya, pero de todos modos te lo confirmaré, por si alguien aquí tiene alguna duda: Haruka y yo hemos comenzado una relación y si, pasamos la noche juntos-admitió el moreno ante la mirada atónita de los presentes y el rostro en llamas de Nanase.
-¿Es verdad eso Haru?-le preguntó Makoto a su mejor amigo, aun incrédulo de las palabras del chico de ojos azul claro.
-Asi es Makoto, te prometo que te contaré todo mas adelante, pero ya esta amaneciendo y debemos prepararnos, la competencia será en un par de horas.
-Haru tiene razón, vámonos Sousuke que debemos alistarnos para patearle el trasero a ciertos rivales-le comentó Rin a su compañero de equipo mientras le guiñaba el ojo cómplice.
-¿Y piensas salir así, todo despeinado y con esa pijama que te queda enorme? ¿Ese es el ejemplo que pretende dar el Capitán del equipo de la Academia Samezuka?-comentó Yamazaki de manera casual, mientras miraba el estado deplorable de su mejor amigo, quien se sonrojó ante dicha observación, su roja cabellera estaba toda revuelta y usaba una pijama propiedad del castaño.
-Regreso en un minuto-fue todo lo que pudo decir el pelirrojo mientras entraba a toda prisa a la habitación, casi tropezándose con el pantalón tan largo que usaba, entonces Sousuke no pudo evitar reirse de la mayor debilidad de su amigo, que era su vanidad.
Sousuke respiraba profundo intentando concentrarse en cualquier otra cosa que no fuera el punzante dolor de su hombro; se había repetido la situación de la vez anterior, estaba en la piscina de calentamiento y al hacer la brazada del estilo mariposa casi pudo escuchar como sus tendones se rasgaban, debía soportar un poco más, sólo lo suficiente para terminar la última competencia de su carrera, se lo debía a su Equipo y a si mismo. Fue entonces que Rin lo llamó indicando el momento de iniciar, se quitó la chaqueta y se acomodó de nueva cuenta el gorro y los goggles, Aichiro y Momotarou se estremecieron al ver la piel enrojecida de su hombro pero decidieron no comentar nada por respeto a la decisión de su compañero y entonces los cuatro se encaminaron al túnel que conectaba los vestidores con la alberca olímpica donde se llevaría a cabo la competencia.
Mientras los equipos de acomodaban en sus respectivos carriles, fue imposible para los de Iwatobi no notar la evidente lesión de Sousuke.
-¿Que es lo que le pasa en el hombro a Yamazaki-senpai?-preguntó en un murmullo un muy sorprendido Rei a Nagisa, quien también se quedó mirando con los ojos como platos al de Samezuka.
Haru miró a Sousuke con los ojos muy abiertos, en su expresión se notaba la sorpresa y la preocupación, el moreno lo miró y le sonrió, haciéndole ver que todo estaba bien, pero Nanase no estaba tan seguro de eso.
Haruka salió de la alberca ayudado por Makoto, quien lo abrazó al instante, Rei y Nagisa se unieron mientras gritaban de emoción ante el inminente triunfo del equipo de Iwatobi, el esfuerzo y el trabajo en conjunto había rendido frutos, habían calificado a la Competencia Nacional en el primer lugar. El Equipo de Samezuka los observaba a una distancia prudente, estaban tristes por no conseguir el triunfo, pero a la vez estaba satisfechos por haber llegado tan lejos, fue entonces cuando se acercaron a felicitar a sus rivales.
Mientras Nagisa le daba un abrazo de oso al gentil Aiichiro y Rin felicitaba a Haru y a Makoto, Sousuke se había quedado al margen observando la escena, fue cuando los ánimos se calmaron que se acercó al grupo.
-Felicidades por su triunfo chicos, todos estuvieron excelentes, en especial tu Ryugazaki que me superaste por mucho-al decir esto, el aludido se sonrojó violentamente mientras apenas musitaba un "gracias Yamazaki-senpai"- les deseo mucha suerte en las Nacionales, si me disculpan me iré a los vestidores, no me siento muy bien.
Entonces Sousuke dió la vuelta y se retiró a dicho sitio, Haruka intentó seguirlo pero fue detenido por otro abrazo de Momotarou, cuando el chico de cabello naranja por fin lo soltó fue que se alejó del grupo, pero Makoto lo alcanzó a tomar del brazo.
-¿A donde vas Haru? En unos momentos será la premiación-le cuestionó Tachibana con cierta ansiedad, mientras tomaba con un poco de mas fuerza de la requerida el brazo del pelinegro.
-Regreso en un momento Makoto, no tardaré-respondió Haruka al tiempo que se soltaba del fuerte agarre y seguía su camino.
-Pero Haru...-musitó el castaño pero su amigo ya no volteó a escucharlo, entonces agachó la cabeza entristecido, pero sintió que alguien tomaba su mano.
-Déjalo ir Makoto-le dijo el pelirrojo en afán conciliador, pero ni siquiera ese gesto pudo calmar la frustración del chico de ojos verdes.
Sousuke se encontraba sentado en el fondo del vestidor, afortunadamente no había casi nadie, la mayoría de los competidores ya se habían cambiado y estaban esperando la premiación o simplemente ya habían salido de las instalaciones. Su ánimo estaba por los suelos, no sólo porque el dolor era aun peor que antes, sino porque tenía la certeza de que su carrera competitiva había llegado a su fin a unos meses de cumplir los dieciocho años; había sido arrogante, negligente y demasiado obstinado y estaba pagando las consecuencias de dichos actos, ahora tendría que ver que haría con su vida de ahí en adelante. Estaba tan ensimismado que no reparó en los pasos que se acercaban a él, hasta que sintió el leve tacto de unos dedos fríos en su piel enrojecida.
-¿Te sientes bien Sousuke?-musitó Haruka en un murmullo, mientras apenas lo tocaba con las puntas de sus dedos, Yamazaki podía notar la preocupación en su tono de voz, estaba aprendiendo a leer las emociones de ese rostro aparentemente neutral y se sintió conmovido.
-Ahora si me siento bien-respondió el de ojos claros, regalándole una sonrisa en el proceso y Nanase sintió que algo se removió en su interior, no podía describirlo pero era una sensación agradable que lo hizo sonreir, aunque fuera una pequeña mueca.
Ambos chicos se sintieron por unos momentos en su mundo particular, donde no importaban las competencias ni las lesiones, menos los reclutadores universitarios, sólo importaban ellos dos, pero esa burbuja se rompió abruptamente cuando una voz nerviosa resonó en la habitación.
-¿Puedo hablar contigo un momento en privado Haru?-era Makoto, quien los observaba con el rostro descompuesto, parecía estar a punto de romper en llanto.
-Esta bien Makoto-al decir esto, Haruka observó a su pareja un momento y luego se giró para seguir a su mejor amigo.
Makoto lo guió lejos de los vestidores y de la alberca, hasta que llegó a un lugar casi desierto contiguo al jardín, donde se detuvo y se giró para encarar al pelinegro.
-Haru, tu y yo nos conocemos desde el jardín de niños y siempre nos hemos tenido confianza, ¿no es así?-cuestionó el castaño al chico de ojos azules que estaba frente a él.
-Así es Makoto.
-Sabes que siempre puedes contar conmigo y que no importa que problema tengas, entre los dos podemos resolverlo, ¿no es verdad?
-Lo sé y te lo agradezco mucho, pero no se a donde quieres llegar-aseveró Haruka algo confundido, notaba a su mejor amigo algo alterado y no comprendía el motivo.
-Te traje aquí porque no hay nadie que pueda escuchar nuestra conversación, así que puedes decirme lo que quieras Haru, él no puede escucharte.
-¿De quién hablas Makoto?
-De Yamazaki-respondió Tachibana y Nanase lo miró con sorpresa-Quiero que me digas que fue lo que pasó anoche entre ustedes dos, ¿Te hizo daño?, ¿Acaso fue capaz de abusar de ti?
-¿Porqué me estas preguntando esas cosas? Sousuke sería incapaz de hacer algo así, lo que pasó entre nosotros fue algo que yo también deseaba.-respondió Haru totalmente azorado, no podía creer que su mejor amigo insinuara algo tan terrible.
-No tienes que excusarlo Haru, si me dices la verdad te juro que te protegeré de ese tipo y jamás volverá a acercarse a ti.
-No estoy poniendo ninguna excusa, Sousuke me pidió una oportunidad y estoy dispuesto a dársela.
-¿Pero por qué aceptaste?, si al principio él te odiaba por el simple hecho de ser amigo de Rin, puedes negarlo si quieres pero nadie me quita de la mente la idea de que te estuvo acosando por varios meses, él está obsesionado contigo Haru y quiere obligarte a estar con él a la fuerza.
-Tal vez al principio no nos llevábamos bien, pero aprendimos a comprendernos a pesar de nuestras diferencias, él no me está obligando a nada Makoto, te lo juro-Haruka sentía que ya estaba perdiendo la paciencia, porque al parecer su amigo no lo escuchaba y menos creía en sus palabras.
Entonces Tachibana tomó al pelinegro por los hombros apretándolo con fuerza, se sentía desesperado y lleno de frustración y Nanase se asustó porque nunca había visto a su amigo en ese estado.
-¡Es que no lo entiendo Haru! ¿Por qué de todas las personas tenías que elegir a Yamazaki? ¿Por qué prefieres estar con él y no...?-Makoto no pudo terminar su pregunta porque sintió que alguien lo empujaba separándolo del pelinegro.
-No lo toques-fueron las palabras de Sousuke, que estaba lleno de ira contra el castaño.
Haruka se quedó mudo mientras observaba al de ojos azul claro, no sabía en que momento había llegado ni cuanto había escuchado de la conversación, entonces miró a su mejor amigo quien también estaba sorprendido por la acción del más alto.
-¡Aléjate de Haru!-le gritó el de ojos verdes a Yamazaki
-Por favor madura ya Tachibana y acepta la realidad, que nunca tuviste y que jamás tendrás oportunidad.
Entonces Makoto hizo lo impensable, perdió el control e hizo lo que jamás creyó: le lanzó un puñetazo a Sousuke, quien lo atrapó con su mano sin problema.
-¿Eso es todo lo que tienes Tachibana?-espetó el moreno de manera cínica-Si vas a venir contra mi hazlo como un hombre.
El castaño se acercó y empujó a más alto, y éste le devolvió el empujón, Nanase apenas y daba crédito de lo que estaba pasando e intentó detenerlos pero ni siquiera lo escuchaban, fue entonces que se escuchó el grito desesperado de Rin, quien llevaba bastante rato buscándolos y los encontró gracias a los gritos que se oian por el corredor.
-¡Ya basta! ¿Que rayos está pasando con ustedes dos? ¡Si los descubren peleando nos descalificarán a todos! ¿Eso es lo que quieren?
Sousuke sólo chasqueó la lengua mientras cruzaba los brazos y Makoto agachó la cabeza mientras apretaba los puños intentando contener sus emociones, fue hasta ese momento en que Haruka pudo hablar.
-Te pido por favor Sousuke que dejes de provocar a Makoto-se dirigió a su pareja con el ceño fruncido y luego miró al castaño y le habló-Si en verdad me conoces mejor que nadie entonces debes saber que no te estoy mintiendo, quiero estar con Sousuke.
-Lo siento Haru-fue la respuesta de Tachibana mientras sus ojos verdes se llenaban de lágrimas.
-Vámonos Makoto, que nos están esperando los demás para la premiación-le comentó el pelirrojo a la vez que lo tomaba con suavidad del brazo y el castaño lo siguió obediente, entonces Rin se giró a los dos chicos de cabello negro-Esto que pasó no deben saberlo los demás, que quede entre nosotros cuatro,¿entendido?-ambos muchachos asintieron con la cabeza en silencio-Bien, entonces no tarden mucho, nos vemos en la alberca.
Sousuke esperó a que se alejaran lo suficiente los dos muchachos para hablarle al pelinegro.
-Perdóname por favor, no era mi intención hacerte pasar un mal momento pero es que no pude soportar que Tachibana insinuara que estabas conmigo en contra de tu voluntad y peor aun, que me acusara de haberte forzado anoche.
-No entiendo porque Makoto dijo todas esas cosas, nunca lo había visto así-aseveró el de ojos azules con tristeza.
-La explicación es muy sencilla, el tipo está muy enamorado de ti, por lo tanto me odia-comentó Yamazaki como si fuera la mayor obviedad del mundo.
-Pero él nunca me ha dicho nada sobre eso- Haru sospechaba sobre los sentimientos de Makoto, pero no es lo mismo suponerlo que saberlo de hecho.
-No te ofendas, pero tu mejor amigo es un cobarde, sólo espero que no intente de nuevo llenarte la cabeza de mentiras, porque la próxima vez dudo mucho que me contenga.
-Tengo mi propio criterio y no soy tan crédulo como crees; y no quiero verte pelear con Makoto, el es mi mejor amigo y es muy importante para mi.
-Esta bien, prometo no volver a responder una provocación de Tachibana, ¿contento?-y el pelinegro asintió como toda respuesta-Sabes, creo que ya es hora de irnos, quiero estar presente en tu momento de gloria, además de que no quiero que Momotarou ensucie de chocolate la última medalla de mi carrera.
Haru tomó la mano del moreno entrelazando sus dedos, este se sorprendió y se sonrojó levemente ante el gesto,realmente no recordaba cuando habia sido la última vez que algo, o mejor dicho que alguien le había causado esa reacción, pero agachó la cabeza para que su pareja no lo notara y entonces ambos chicos se encaminaron en silencio y con algo de prisa a la ceremonia de premiación de la competencia de Relevos Combinados.