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Promesa Cumplida por Angel electrico

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Free! Iwatobi Swim Club y Free! Eternal Summer pertenecen a Kyoto Animation, este trabajo está hecho sin ánimos de lucro, sólo con fines de entretenimiento.

N/A: Como es usual, les agradezco su lectura, sus reviews y que me incluyan en su lista de favoritos, significa mucho para mi! Sin mas por agregar, comenzamos.

PD: ya se que habia dicho que ya no seguiria la linea argumental del anime, pero inclui algunas escenas del capitulo final y las manipule a mi antojo XD, espero les guste el resultado.

 Advertencias del Capítulo: Yaoi, lime, OOC.

 

 

*Reeditado el 31 de Enero de 2017*

CAPITULO IV

Haruka y Makoto salieron del aeropuerto y se dirigieron al complejo deportivo dónde se llevaría a cabo la Competencia Nacional. Los dos amigos viajaban en silencio en el taxi que compartían, ambos estaban llenos de nerviosismo ya que jamás creyeron llegar tan lejos. Apenas dos años antes habían fundado el Club de Natación y las circunstancias eran muy distintas en aquel entonces, ahora contaban con el apoyo total de la escuela e incluso habían viajado sus compañeros con el mero propósito de animarlos. Además sería la última vez que nadarían juntos como equipo, Makoto ya había decidido estudiar en Tokio y dejar la natación competitiva definitivamente y en cuanto a Haru, pues su futuro dependía de la decisión de algún reclutador universitario; después de la debacle de su prueba individual habían dejado de llamarlo así que dicha competencia sería su última oportunidad.

-Aprecio mucho que estés aquí conmigo Makoto, gracias-fue Haruka el que decidió romper el silencio, mientras los ojos verdes de su amigo se agrandaban ante la declaración.

-No tienes nada que agradecer Haru, yo siempre estaré a tu lado apoyándote- le respondió el castaño mientras le dedicaba una de sus más encantadoras sonrisas, su mejor amigo no tuvo otra opción más que devolverle el gesto.

Los dos jóvenes bajaron del taxi, miraron asombrados el imponente edificio y de nuevo sintieron los nervios a flor de piel; en ese momento Makoto recibió un mensaje de Rei comunicándole que tanto él como Nagisa ya estaban adentro, por lo que se encaminaron a la alberca olímpica para reunirse con sus amigos.

Los ojos de Nanase se iluminaron al ver la extensión de dicha piscina, el agua cristalina lo invitaba a desvestirse y zambullirse de inmediato, pero tendría que esperar hasta el día siguiente. Estaba tan ensimismado que no se dió cuenta de que Makoto le hablaba hasta que éste jaló suavemente su manga y lo instó a mirar hacia la otra orilla de la alberca donde se encontraba el Equipo de Samezuka inspeccionando el lugar o más específicamente donde Rin y Sousuke observaban con interés la reacción del pelinegro, que volteó a mirarlos y les dedicó una pequeña sonrisa.

-Estoy seguro que Haru no se aguanta las ganas de saltar a la alberca-le comentó el pelirrojo a su mejor amigo.

Yamazaki sólo le sonrió mientras observaba al pelinegro, aún en la distancia podía admirar el brillo en sus ojos azules y podía leer en su expresión esa determinación que tanto deseaba ver, Haru estaba por fin decidido a competir profesionalmente y eso lo llenaba de satisfacción pero a la vez de tristeza, porque sabía que por más que lo quisiera jamás podría acompañarlo en dicho camino.


Los chicos de Iwatobi se abrazaron llorando emocionados, la competencia había llegado a su fin y su resultado era inminente, se habían convertido en los Campeones Nacionales del Relevo Combinado superando por mucho a sus adversarios. El auditorio prácticamente se caía en vítores y porras a los ganadores, mientras Gou y la maestra Miho lloraban abrazadas Rin no pudo evitar el derramar lágrimas por sus amigos, se sentía muy orgulloso ya que eran un equipo increíble, su unión era algo que pocas veces vería en su vida. Ese día sería inolvidable para todos y en cuanto a Sousuke, pues simplemente no podía dejar de sonreír.

Los de Samezuka se acercaron de inmediato a felicitar a sus amigos, pero Sousuke mantuvo una distancia prudente y abordó a Haru cuando ya se había disuelto el grupo.

-Estuviste increíble, bueno en realidad todos estuvieron excelentes pero tu... tu me hiciste sentir exactamente lo mismo que hace varios años, cuando te vi nadar por primera vez-aseveró Yamazaki mientras se acercaba al chico y acariciaba su mejilla, era el mayor gesto afectuoso que se permitía en público, había tenido el impulso de abrazarlo pero se contuvo porque creyó que eso incomodaría al pelinegro.

-Gracias-fue todo lo que dijo Nanase, mientras ladeaba inconscientemente la cabeza, disfrutando la caricia en su mejilla, pero una duda se instaló en su mente-¿Qué fué lo que sentiste cuando me viste nadar?-inquirió el chico al más alto.

-Sentí como si una corriente eléctrica se hubiera atravesado por mi cuerpo, esa sensación nunca la olvidé y hoy he vuelto a experimentarla-le confesó algo avergonzado el de ojos claros a Haru, quien se ruborizó ante la respuesta.

-¿Sabes algo? Mis padres vinieron a verme y creo que su vuelo saldrá en un par de horas, ¿te gustaría conocerlos?-le comentó el pelinegro a Sousuke, quien alzó las cejas claramente sorprendido ante la propuesta.

-Claro que si-fue la respuesta de Yamazaki, después de salir del shock inicial. Nunca había conocido a los padres de ninguna de las personas con las que había salido con anterioridad y definitivamente los padres del pelirrojo no contaban, así que se sentía muy ansioso.

Haru lo tomó de la mano y lo llevó a las gradas, donde se encontraban sus padres junto con los de Makoto. Yamazaki pudo advertir el enorme parecido del pelinegro con su madre, la señora Nanase compartía con su hijo el mismo tono de piel y de ojos al igual que sus finas facciones y en cuanto a su padre, pues se sorprendió al ver que era un señor tan alto como él y con una constitución similar a la suya. Ambos fueron muy amables y ni siquiera pestañearon cuando su hijo lo presentó como "el chico con el que estoy saliendo" así que asumió que Haru ya les había hablado de él con anterioridad, aun así no pudo evitar sonrojarse. Tal vez lo que le había dicho Rin hacía semanas era verdad: iban muy en serio y demasiado rápido, pero extrañamente eso no lo asustaba.

-¿Por qué no me habías dicho que me parezco a tu padre?-preguntó Sousuke a Haruka de manera suspicaz cuando ya se habían despedido de los Nanase.

-No me había percatado de eso.

-Pues yo si y decir que eres el calco de tu madre es quedarse corto, es muy joven y hermosa.

-¿Eso significa que crees que soy hermoso?-cuestionó Nanase con fingida inocencia.

-Ehmm...estoy seguro que mañana los reclutadores harán fila afuera de tu escuela con el resultado que tuviste hoy, Rin dice que es uno de tus mejores tiempos, si no es que el mejor-respondió el moreno, desviando por completo la pregunta que le había hecho Haru, porque dicha respuesta era muy penosa de admitir.

-Si Rin lo dice, entonces es muy probable que sea verdad, yo no llevo un registro de mis tiempos.-Haruka decidió seguirle el juego a Sousuke, tal vez en otra ocasión le sacaría la respuesta ya que por fin había encontrado la manera de avergonzarlo y no lo desperdiciaría.


-Los de tercer año nos retiramos el día de hoy, en el próximo ciclo se les unirán nuevos miembros y formarán un nuevo equipo. Espero que conviertan ese equipo en el mejor que exista. Y el próximo año, habrá otro nuevo equipo y los sueños que tengan seguirán creciendo. Por eso quiero que todos ustedes apunten a ese sueño final- fueron las palabras de Matsuoka a los miembros de su equipo de natación, aquél era el último día de clases y por ende su último día como Capitán.

Sousuke como siempre se encontraba a su lado escuchándolo en silencio, se sentía muy orgulloso de su mejor amigo ya que ese año había sido excelente en resultados para la Academia y esos logros se debían al trabajo del pelirrojo, quien por cierto acababa de nombrar a Nitori como el nuevo capitán, lo cuál no era sorpresa para el moreno ya que Rin le había pedido su opinión con anterioridad y había estado muy de acuerdo con el nombramiento; Aiichiro tenía un gran corazón y enormes deseos de superación y estaba seguro que esas cualidades lo ayudarían a sacar adelante al equipo el próximo año.

Rin dió por terminada la reunión y se giró a encarar a su amigo mientras los miembros del equipo se dispersaban.

-¿Que tal te pareció mi discurso?

-Bastante motivador, hiciste un gran trabajo Rin, has dejado las expectativas muy altas para Nitori.

-Estoy seguro de que hará muy bien las cosas, ¿o es que desconfías de mi decisión?

-En lo absoluto.

-¿Sabes algo? Les tengo deparada una gran sorpresa a Haru y a los demás, digamos que es mi regalo de despedida.

-¿Y se puede saber que clase de sorpresa es?-cuestionó el más alto de los dos amigos.

-Tendrás que esperar hasta que lleguen, pero es algo muy grande- el pelirrojo sonrió emocionado, mostrando su peculiar dentadura.

-Entonces asumo que estás pidiendo mi ayuda.

-De hecho la sorpresa también es para ti, así que por ese motivo tu ayuda no será requerida, pero si la del resto del equipo.

-¿Ah si?, ¿Y como los convenciste de que te ayudaran?

-El hecho de que hoy sea mi último día como Capitán no implica que no pueda ordenar una última misión al Equipo. Por cierto ¿por que no me acompañas a la habitación?, aún no terminamos de empacar y además no quiero que veas lo que están por hacer los demás.

Sousuke sólo asintió como respuesta y acompañó al pelirrojo a la habitación que compartieron durante el año escolar, mientras terminaban de empacar sus pertenencias no dejaba de pensar en lo tremendamente caótico que había sido dicho año, los dos amigos habían pasado por un sinfín de situaciones que habían puesto a prueba su amistad y las habían superado. Empezando con el secreto que Yamazaki había guardado sobre su lesión y el posterior descubrimiento de la verdad por parte de Matsuoka, hasta la fugaz relación física que sostuvieron. Y aunado a eso estaba también el cambio en su relación con Haruka, que había pasado del rechazo y la hostilidad a la comprensión y el afecto; si alguien le hubiera dicho al chico de ojos azul claro que en un año sus sentimientos por el pelinegro cambiarían de manera tan radical, definitivamente habría tildado de loco a tal persona.

-Y dime Sousuke, ¿que vas a hacer durante las vacaciones?-preguntó Rin rompiendo así el silencio.

-Supongo que volveré a Tokio y le ayudaré a mi padre con la tienda, después tengo planeado buscar un trabajo y ahorrar dinero para entrar a alguna Universidad local- admitió el más alto a su mejor amigo. Ciertamente no había pensado mucho en lo que haría después de graduarse de la Academia, primero tendría que decirle a sus padres que había perdido la beca por la que tanto había luchado, luego buscaría la manera de seguir estudiando, aunque eso le tomara algo de tiempo.

-No te desanimes Sousuke, estoy seguro de que te recuperarás y cuando eso ocurra te estaré esperando y competiremos juntos-le aseguró Rin con una sonrisa esperanzadora.

-Ojalá pudiera cumplir esa promesa, pero lo dudo bastante-le respondió el moreno, con el ánimo visiblemente abatido.

Matsuoka se sentía muy mal al ver a su amigo en ese estado, él sólo quería entablar una conversación casual y terminó desanimándolo. El pelirrojo buscó en su cabeza algún tema con el cuál mejorar el ambiente, pero la idea que se le ocurrió fue una de las peores que pudo pensar.

-Oye Sousuke, ¿y no sabes si Haru ya decidió dónde va a estudiar?-inquirió de nueva cuenta al más alto. Después de lo acontecido en la competencia nacional los reclutadores no habían dejado de visitar a Nanase y no sólo a él sino también al resto del equipo.

-Pues al parecer aun no lo decide.

-Sólo espero que elija quedarse en Tokio, los mejores equipos de natación están ahí, además de que no tendrías que viajar a otra ciudad para verlo.

-No quiero que Haruka tome su decisión en base a nuestra relación sino que elija la mejor opción para su futuro, aunque eso implique estar separados-aseveró el más alto con decisión, aunque con un dejo de tristeza.

Rin agachó la cabeza algo avergonzado, por más que intentaba mejorar el ánimo de Yamazaki sólo lograba empeorar las cosas, así que recurrió a su sentido del humor para aligerar el ambiente, lástima que su mejor amigo no compartiera ni siquiera una pizca de éste.

-Sabes Sousuke, desde hace tiempo tengo una cierta inquietud respecto a Haru ya que llevas cierto tiempo saliendo con él e incluso ya han dormido juntos, por lo que tengo cierta duda que estoy seguro que tu me puedes aclarar.

-¿Que clase de duda?-preguntó su mejor amigo mientras fruncía el ceño.

-Tu sabes que Haru siempre es tan callado y poco expresivo y me preguntaba si cuando ustedes...tu sabes... si cuando están juntos...-Rin comenzó a titubear y se rascó la nuca nervioso, definitivamente ya se estaba arrepintiendo de hablar de más.

-¿Si cuando estamos juntos que? No entiendo tu pregunta Rin-chan, ¿Podrías explicarme mejor?- Yamazaki cuadró sus hombros y le dirigió una mirada llena de intimidación a su amigo, quien incluso desvió la mirada y se encogió nervioso.

-¡Quería saber si Haru es igual de callado e inexpresivo cuando tienen relaciones!-casi gritó el pelirrojo, hablando tan atropellado y de una sola vez que casi ni se entendió lo que dijo.

-No creí que fueras tan entrometido Rin-chan, pero desgraciadamente no puedo responder a tu pregunta, porque Haruka y yo no hemos tenido relaciones.

-¡Que!-la expresión de Matsuoka era todo un poema y Sousuke casi rompe a carcajadas, pero decidió mantener la compostura.

-Como escuchaste, Haruka y yo estamos tomándonos las cosas con calma, estamos yendo poco a poco, no se si me entiendas.

-¿Tu?, ¿Sousuke Yamazaki yendo poco a poco?, ¡Si la primera vez que estuvimos juntos casi me violaste!.

-Por favor Rin-chan no seas tan dramático-esta vez el más alto no pudo reprimir la risa que le causaba la expresión de sorpresa y de pánico del pelirrojo, aunque se lo tenía merecido por hablador y entrometido.

En eso estaban cuando sonó el celular de Matsuoka indicando la llegada de un mensaje de texto, Rin se sintió "salvado por la campana" literalmente hablando, se trataba de Aiichiro, quien le indicaba que la "sorpresa" ya estaba preparada.

-Bien creo que ya está todo listo, voy a avisarle a Makoto que ya pueden venir para acá, ¿quieres acompañarme a esperarlos en la entrada?-cuestionó de manera nerviosa el chico de dientes filosos a su amigo, mientras éste asentía como toda respuesta.


-¡Les mostraré una vista que jamás han experimentado!- fueron las palabras triunfales de Rin al ver llegar a sus amigos de Iwatobi a la Academia, el pelirrojo estaba flanqueado por los miembros de su Equipo que al unísono abrieron las puertas mostrando así la sorpresa que con tanto afán había planeado el todavía Capitán: una alberca rebosante con pétalos de flor de cerezo.

Los de Iwatobi se quedaron boquiabiertos ante semejante espectáculo, aquella fantasía producto de la mente infantil de Matsuoka se había hecho por fin realidad ante sus ojos.

-Les dije que algún día nadaríamos en una piscina llena de flores de cerezo, pero alguien aquí decía que era imposible porque el agua estaría demasiado fría, pero como verán ese no es impedimento en la alberca climatizada del Samezuka, ¿O acaso me equivoco Makoto?-inquirió el pelirrojo a su amigo castaño mientras le sonreía lleno de satisfacción.

-Ya no veo ningún impedimento Rin-chan-le confirmó Makoto a Matsuoka, mientras un leve sonrojo cubría sus mejillas.

-Por cierto, ¿donde está Haruka-senpai?-cuestionó Rei a sus amigos, al notar que el pelinegro ya no se hallaba entre el grupo.

-Creo que la pregunta sale sobrando Rei-chan, mientras ustedes estaban hablando Haru-chan ya saltó a la alberca.

-Entonces habrá que seguirlo-fueron las palabras del castaño, mientras instaba a sus amigos a entrar a la piscina hermosamente decorada por el equipo de Samezuka.

Sousuke se mantuvo en silencio y como siempre al margen de los demás, se sentó en las gradas a observar a sus amigos disfrutar del momento; mientras Rin jugaba con sus amigos de Iwatobi y Momotarou retaba a Aiichiro a una competencia, Haru flotaba pacíficamente en una zona apartada del alboroto.

El de ojos azul claro posó su mirada en el pelinegro, quien estaba con los ojos cerrados y totalmente ajeno a su alrededor. No dejaba de admirar su rostro pacífico y su postura relajada, la manera en que su negro cabello se arremolinaba en el agua y el hermoso contraste que hacía con el tono de su piel. De repente tuvo envidia del agua que abrazaba ese cuerpo tan menudo y fuerte a la vez, también tuvo envidia de los pétalos de sakura que tocaban su pálida piel y se entreveraban en su cabello. Incluso envidiaba la expresión de paz de ese muchacho de ojos azul profundo, que contrastaba con el tumulto de emociones que él sentía en su interior.

De nuevo ansió ser como Haru pero sabía que eso era casi imposible, entonces decidió que se conformaría con estar a su lado, pero sintió temor de que tal vez ese tiempo fuera mucho más breve de lo deseado. Sabía que Haruka aun no decidía a cuál Universidad asistir, le habían ofrecido becas completas en varias escuelas de Tokio y otras tantas fuera de la capital y sería muy egoísta de su parte pedirle que se quedara en la ciudad solo porque él no contaba con otra opción, su relación era muy reciente y estaba seguro que la distancia debilitaría el vínculo entre ellos y terminarían separándose.

Entonces Sousuke cayó en cuenta de que tenía mucho miedo de perder a Haru y dicha realización lo golpeó con una fuerza tal que se estremeció y le fue inevitable recordar la conversación que tuvo con Makoto semanas atrás:

-¿Amas a Haru?

-Eso es algo muy personal que no estoy dispuesto a hablar contigo.

-Vamos Yamazaki, no es algo tan difícil de responder.

-Aun es muy pronto para saberlo.

-Todavía es muy pronto-musitó para si mismo el enorme chico mientras seguía admirando al objeto de sus pensamientos, entonces una cabellera rojiza cubrió su campo de visión.

-¿Todavía es muy pronto para que Sousuke?-preguntó curioso su amigo de afilados dientes.

-Para nada en especial, sólo pensaba en voz alta-fue la respuesta de Yamazaki, saliendo por fin de su ensoñación.

-Quería avisarte que en un rato más haremos una pequeña fiesta en la sala común de los dormitorios, ya varios se han ido a las duchas, pero al parecer Haru se tardará un buen rato en salir.

-Está bien, aquí me quedaré esperándolo y cuando esté listo nos reuniremos con ustedes.

-Suerte con eso, tal vez cuando lleguen ya se haya acabado todo.

-No tengo problema con eso.

Matsuoka se despidió de su amigo, dejándole la mochila con las pertenencias del chico de Iwatobi y encaminándose a las duchas. La piscina se fue vaciando poco a poco pero Haruka seguía allí, entonces Sousuke se sacó los zapatos y los calcetines, se subió el pantalón deportivo y se acercó a una orilla de la alberca e introdujo sus pies en el agua, mientras seguía observando al pelinegro flotar en total paz.

Yamazaki supo entonces que esperaría por Nanase el tiempo necesario, aun si eso implicara el resto de su vida y lo haría con mucho gusto.


La alberca del Samezuka se encontraba ahora sumida en un profundo silencio ya que sólo quedaban dos personas presentes en dicho sitio. Sousuke seguía sentado en una orilla de la piscina y comenzaba a sentirse somnoliento, pero sintió el toque de una mano fría en uno de sus pies saliendo así de su sopor, Haru emergió del agua y sus enormes ojos se enfocaron en el con interés.

-Perdóname por hacerte esperar, te estás perdiendo de la reunión por estar aquí conmigo- se disculpaba Nanase mientras sacudía el agua de su cabello, acción que al mas alto le parecía adorable aunque jamás lo admitiera públicamente.

-La fiesta puede esperar, quería pasar un rato contigo a solas.

-Gracias- fue la respuesta del pelinegro mientras el más alto se incorporaba y le extendía una mano para ayudarlo a salir de su lugar predilecto.

-No tienes que agradecer-le respondió Yamazaki mientras le pasaba la toalla de lunares a Haru y observaba de manera disimulada la manera en que éste secaba su cuerpo, de repente se sintió algo tonto al sentir celos de un trozo de tela-¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro.

-¿En qué pensabas mientras flotabas en la alberca?

-Pensaba en todo lo que pasó durante este año, fue un año de transición y de aprendizaje para todos, en especial para mi. Cambié mi manera de ver las cosas, en especial mi percepción sobre la natación.-aseveró el de ojos azules mientras se envolvía en su toalla favorita.

-¿Y de que manera cambió tu percepción?

-Para empezar yo nunca fui alguien a quien le importaran cosas tales como el registro de mis tiempos o las competencias, nadaba sólo porque me gustaba hacerlo y me cuestionaba si ese motivo sería suficiente para dedicarme a la natación profesional. Yo no soy como Rin o como tu, no tengo esa clase de emociones que los impulsan y ese deseo que tienen de nadar por el mundo. No comprendía como podía encontrar un sueño solo buscándolo, pero ahora me doy cuenta de que es posible ya que al conocerte encontré mi sueño y ahora yo también quiero conocer el mundo.

A Sousuke le seguía sorprendiendo lo reflexivo que podía llegar a ser alguien tan callado como Haru, el pelinegro estaba lleno de sorpresas, pensó con una sonrisa.

-Me hace muy feliz escucharte hablar así, desgraciadamente no podré seguirte, sólo podré observarte en la distancia.

-No digas que no podrás hacerlo, te prometí que tu sueño no morirá y así será. Hallaremos la manera, te lo aseguro.

-Gracias-le respondió conmovido y sin poder evitarlo, tomó al pelinegro y lo estrechó entre sus brazos.

Haru se sobresaltó ligeramente por la reacción pero al instante respondió el cálido abrazo, acomodando su cabeza en el fuerte pecho de su pareja, mientras escuchaba los latidos de su corazón. Haru concluyó que el abrazo de Sousuke no era como los abrazos que recibía de sus amigos o los que le daba su querida abuela, se sentía seguro pero a la vez ansioso y el hecho de percibir el aroma del más alto le estaba causando un extraño cosquilleo en el vientre y dicha sensación ruborizaba sus mejillas.

-Creo que estoy mojando tu ropa-el pelinegro intentó separarse de Yamazaki, pero éste estaba decidido a no soltarlo todavía.

-Eso no me importa-siendo honesto con él mismo, el moreno estaría encantado de tener un pretexto para quitarse la odiosa camiseta que se interponía entre su piel y la de su pareja.

Y continuaron abrazados, mientras el tiempo pareció detenerse para ambos y lo que fueron unos cuantos minutos les pareció una eternidad. Hasta que Sousuke soltó poco a poco a Haruka y tomándolo de las mejillas lo besó con pasión, robándole así el aliento. Fue un beso lento y profundo, en el que ambos chicos se sentían desbordados por la situación y por sus propias emociones. El más alto disfrutaba de la intimidad del momento, de la suavidad de los labios del pelinegro, del aroma de su piel y de la tibieza de esta y quedó ansioso de mucho más. Entonces supo que nunca había deseado tanto a alguien como deseaba a Haru.

-Ven conmigo-llamó el todavía alumno del Samezuka a su acompañante mientras lo tomaba de la mano.

-¿A donde vamos?-inquirió Nanase mientras guardaba la toalla en su mochila y alcanzaba a ponerse su camiseta amarilla.

-A mi habitación, hay algo que quiero mostrarte.

-¿No tendrás problemas si nos descubren paseando por los dormitorios?

-Lo dudo mucho, todos están en la reunión y los maestros terminaron las clases temprano.

-Entonces está bien-Haru lo siguió obediente, mientras el de ojos azul verdoso lo guiaba por los corredores desiertos.

Sousuke se detuvo en una de las puertas y sacó las llaves procediendo a abrirla; el pelinegro nunca había estado en dicho lugar y recorrió curioso los detalles de la habitación que el más alto compartía con Rin, las pertenencias de los dos amigos ya se encontraban en cajas y sólo tenían lo indispensable para pasar la noche.

-¿Y qué es lo que querías mostrarme?-cuestionó de manera inocente el de ojos azules mientras cerraba la puerta tras de sí.

Sousuke se giró a encararlo y tomando a Haru por los hombros lo besó con fuerza, empujándolo poco a poco hasta que la espalda del más bajo topó con la puerta. El pelinegro abrió los ojos sorprendido ante la intensidad del beso que apenas y podía corresponder y no pudo reprimir un gemido cuando Yamazaki soltó sus labios y lamió la extensión de su cuello con lentitud.

-Detente Sousuke, puede llegar Rin en cualquier momento y descubrirnos-suplicaba Haruka entre jadeos, pero su pareja parecía ignorarlo ya que continuaba en su afán de probar el sabor del agua clorada en su piel.

De repente Yamazaki separó sus labios de la piel ajena, aunque fue sólo durante unos cuantos segundos que fue el tiempo que le tomó ponerle el seguro a la puerta; entonces retomó su tarea mientras colocaba una de sus rodillas entre las piernas del más bajo rozándolo sutilmente.

Yamazaki dejó por fin el cuello de Haru y besó con la boca abierta la unión entre el cuello y el hombro al tiempo que subía la estorbosa camiseta del más bajo, quien comprendió el mensaje y le ayudó a quitarse la prenda y así el moreno tuvo el camino libre para comenzar a bajar lentamente por el pecho pálido.

Nanase se aferró con sus manos a los cortos cabellos de su pareja mientras se estremecía al sentir la lengua del más alto rodear uno de sus pezones para succionarlo después, repitiendo la acción en el pezón contrario. El pelinegro sentía algo de temor de que fueran descubiertos, pero al mismo tiempo le excitaba la situación y rogaba internamente porque Sousuke no se detuviera.

El enorme chico siguió llenando de besos el torso de Haruka mientras seguía descendiendo hasta que quedó sobre sus rodillas; entonces el pelinegro lo miró extrañado, apenas iba a cuestionarlo cuando el de ojos claros lo miró a los ojos y le sonrió con deseo, y sin mediar palabra metió sus dedos dentro del traje de baño y se lo bajó en un sólo movimiento.

-¿Qué es lo que estás haciendo...?-la pregunta murió en los labios de Haru y fue sustituida por un gemido sonoro, ya que Yamazaki comenzó a lamer los afilados huesos de su pelvis.

-No hagas eso por favor, no me he duchado-fue la súplica del pelinegro, al sentir los labios de Sousuke cada vez más cerca de su miembro.

-¿En serio crees que me importa eso?-le espetó el moreno, mirándolo de nuevo a los ojos antes de bajar la vista ante su objetivo, que comenzó a lamer en toda su extensión.

Haruka no pudo reprimir el grito que salió de su garganta, al sentir la boca de su pareja entre sus piernas. La sensación era tan desconocida como indescriptible, sentía la mente nublada por el más absoluto placer mientras sentía la lengua de Sousuke rodear la punta de su miembro y luego volver a lamerlo a lo largo, repitiendo la acción un par de veces, entonces usó sus labios para ahora succionar el glande y fue introduciendo poco a poco la totalidad de éste dentro de su boca.

Haru apenas y podía mantenerse en pie sintiéndose muy abrumado ante la situación, el mero hecho de ver a Sousuke de rodillas y prodigándole placer oral era la vista más erótica de su vida, el enorme chico era totalmente dominante a pesar de la postura. Mientras una de sus enormes manos se aferraba de manera posesiva a la pelvis del pelinegro la otra bajó su pantalón y su ropa interior, buscando aliviar su propia erección, la que estimulaba al mismo ritmo que su boca hacía lo propio con la del pelinegro.

-Aléjate por favor Sousuke creo que ya voy a terminar-habló Nanase entre gemidos al mismo tiempo que movía de manera inconsciente sus caderas contra la cabeza de su novio; la reacción de éste fue aumentar la velocidad con la que su boca engullía el miembro del otro chico, lo que causó que Haruka tuviera el orgasmo más intenso que hubiera experimentado hasta ese momento, que lo estremeció hasta la médula de sus huesos y le quitó la poca fuerza que le quedaban a sus piernas, terminando exhausto sobre el piso de la habitación.

Yamazaki apenas alcanzó a quitarse, por lo que parte de su rostro y su camiseta quedaron salpicados con el tibio semen del pelinegro, jadeó ante la sensación y le bastaron unas pocas embestidas a su erección para correrse.

-Lo siento Sousuke, en verdad lo lamento- fue la disculpa de Haru al ver al otro chico quitarse la camiseta para limpiarse el rostro.

-No tienes que disculparte, me has dado el pretexto perfecto para quitarme la camiseta-le respondió el todavía alumno de Samezuka mientras le guiñaba un ojo de manera sugerente, lo que causó el rubor instantáneo en las mejillas de Nanase.


Rin caminaba alegremente por los pasillos, mientras escuchaba en su reproductor la nueva canción que le había pasado Makoto, el pelirrojo se dirigía a su habitación a sacar una memoria usb para ambientar la fiesta. Cuando se aproximaba a la puerta escuchó unos murmullos amortiguados por el sonido de sus audífonos,por lo que extrañado puso la canción en pausa para poner la debida atención. Enorme fue su sorpresa cuando lo que alcanzó a oir no eran precisamente murmullos sino gemidos muy quedos, fue más grande su curiosidad y pegó la oreja a la puerta, logrando identificar al dueño de la voz que ahora casi gritaba y no precisamente de dolor. Matsuoka abrió sus ojos rojos desorbitadamente y tapando su boca con una mano huyó del lugar lo más rápido y silencioso que pudo, saliendo así de los dormitorios.

-¡Esto es peor que la vez que escuché a mis padres haciéndolo!- musitó el pelirrojo para si mismo, mientras hiperventilaba y le suplicaba a todos los dioses que Sousuke y Haru no estuvieran usando su cama.


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