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Tres VS Tres. por Raes

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Notas del capitulo:

  ¡¡Volví!!

Okz.

  Hoy pude afanarme -cof- un cargador de netbook, así que en el corto tiempo que permaneció bajo mi cuidado (minutos, media hora) escribí esto velozmente. Tuve que enfocarme sólo en una pareja, porque si lo cortaba y empezaba a narrar a otra couple, en la próxima me olvidaba a dónde apuntaba todo.
  Algo es algo, no me maten ;_;

  Así que amantes del DaeJae, acá les dejo algo como para que vayan imaginándose lo que viene.
  Pienso meter sorpráis al final. XD!

  Los masajes eran totalmente normales. Muy tranquilo. Daehyun entonaba una melodía desde su garganta, mientras que Youngjae luchaba por retener cualquier comentario. No es que no quisiese hablarle, pero tenía miedo de soltar palabras y que en alguna de ellas su voz se quebrara dejándolo mal parado.

 

  Sentía cada roce con su piel, cada apretón que le proporcionaba a un área, sus largos y finos dedos acariciando sus hombros y la base de su cuello. El masaje no le estaba ayudando en nada, seguía igual o más tenso que antes. Youngjae percibía hasta los suspiros que soltaba Daehyun entre cada movimiento y los suaves sonidos que emitía con su boca cerrada. Era el paraíso escucharlo, amaba tanto su voz que escucharlo simplemente tararear lo estremecía. Él poseía una voz única, inigualable.

 

  Daehyun disfrutaba de su momento, estaba tentándose cada vez más, no podía creer que su paciencia estuviese llegando a esos límites. Tenía la cálida piel de su compañero debajo de sus manos, su piel tan blanca y expuesta, que si no se auto-controlaba, terminaría por deslizar sus labios sobre ella.  Su atracción era más que física, iba más allá. Daehyun se embelesaba con la belleza del menor, con esos labios redondos, sus ojos que dibujaban una linda línea curveada cada que se reía, de sus mejillas infladas aunque ahora ya no resaltaran como en la época del debut. De su voz. Porque él también amaba su voz. Pero sobretodo, su compañía, esa que le brindaba en las noches antes de dormir, cada plática por más innecesaria p incoherente que fuese, las miradas en silencio que le dedicaba, las mínimas acciones o detalles que era capaz de captar como una señal de cariño. Le hacía tanto bien tenerlo cerca, lo hacía feliz.

 

            – Es suficiente, Dae –murmuró Youngjae entre leves espasmos alejando su espalda de la silla.
            – ¿Seguro? –Replicó el mayor avanzando sus manos un poco más adelante y obligándolo a ocupar el respaldo nuevamente.

 

  Fue suficiente un suspiro para entender lo que ambos querían. Un suspiro que debilitó a uno y le dio confianza al otro.

 

  Daehyun arrastró sus manos lentamente hasta rozar el cuello del menor, avanzando así hasta palpar la nuez que sobresalía. Sintió debajo de las yemas el movimiento de ésta de arriba hacia abajo indicándole que un pasaje de saliva ocurrió. Nervios. Inclinó su cuerpo hacia adelante, retrocediendo sus piernas un poco para poder quedar a la altura del cuello de Youngjae. Se dio cuenta, entonces, que permanecía con los ojos cerrados  y los labios presionados. Adorable, desde su punto de vista.

 

  Por primera vez en tanto tiempo, Youngjae no supo qué hacer, qué decir, cómo reaccionar. Su mente estaba nublada, la sinapsis lo traicionó, pero sentir una leve presión en su cuello y que a poco iba subiendo hasta tirar de su cabeza hacia atrás, le encantaba. No sabía que iba a pasar, pero que fuese Daehyun el responsable de aquello, lo volvía vulnerable. A su lado, se volvía dócil.

  El mayor llevó hacia atrás la cabeza de Youngjae a tiempo en que acariciaba con su otra mano la piel expuesta. Su aroma era embriagadora, loción masculina que cubría por completo su cuerpo sin duda alguna. Acercó su rostro hasta su cuello y cuando rozó la punta de su nariz sobre la blanca piel, el menor no pudo resistirse más y liberó la cantidad de aire que había estado reteniendo.

 

  Era el fin y el comienzo de algo.

 

  Daehyun rozó repetidas veces su nariz con el cuello del menor, ahora perdido totalmente, podría oler por horas su aroma y acariciarlo incansablemente. Acercó sus labios e imitó su acción anterior, y nuevamente consiguió otro suspiro. Sonrió enseguida.

 

            – Puedo acostumbrarme a esto... –susurró Daehyun pegando sus labios al cuello y recibiendo un estremecimiento. No hubo respuesta.

 

  Continuó deslizando sus labios hasta alcanzar la zona baja de su oreja. Se detuvo. En cambio movió su mano hasta cubrir los ojos de Youngjae y luego capturó todo el contorno de su oreja entre sus labios. Otro arranque de aire. Amaba escucharlo.

 

            – De-detente –suplicó Youngjae. A esa altura tenía las puntas de sus dedos clavadas en ambas piernas. Se lastimaba, pero era preferible hacer eso antes de cometer un error.
            – No quieres que lo haga... y no quiero detenerme.

 

  Youngjae presionó con más fuerza su agarre en su pierna. Sus deseos internos eran cada vez más claros, pero para nada puros. Tener los labios de Daehyun en su cuello y en su oreja lo hacía desear incesantes cosas.
  Cada vez que podía, veía los labios de su compañero con detenimiento, incluso cuando dormía, y más aún cuando despertaba. Las mañanas eran su gloria, porque cuando el mayor despertaba, sus labios estaban más hinchados que de costumbre. Y le costaba tragar cuando éste le hablaba con la voz ronca desde su cama. Imposible de ignorar cuando en sus fotos, siempre sobresalían sus labios, voluptuosos, deseables.

 

            – Detente, por favor...
            – No...

 

  Arrastró la negación hasta que sus labios presionaron con fuerza una porción de piel generando un sonido hueco.
  Youngjae por fin recobró el sentido. Y estaba listo.
  El agarre en sus pantalones se aflojó, quitó las manos de la tela y en su lugar capturó  los finos cabellos de Daehyun.
  La silla ya no era necesaria, en realidad nunca lo fue, sólo estorbaba. La posición era incómoda, por ende Youngjae se levantó de golpe y por la fuerza impulsó el asiento hacia atrás.  De pie junto a él, redujo completamente el espacio entre sus cuerpos y unió sus propios labios con los de Daehyun, presionando con fuerza e inclinando su cabeza para dar mayor espacio y profundidad. Cuánto había deseado besarlo, probar su sabor, sentir su textura, su calor, la humedad propia, sentir el aire viajar de su boca a la suya.

  Youngjae llevó ambas manos hasta la parte posterior del cabello de su compañero, acariciando lo que fuese que estuviera debajo, sintiendo el esponjoso pelo. Sus labios se movieron con fuerza pero sin brusquedad, era mayor su deseo de sentirlo que obtener una respuesta, pero aun así, Daehyun también lo estaba besando. Lo hacía. Abrió los ojos perplejo y se separó lo poco que pudo, dos brazos lo rodeaban por la cintura impidiéndole huir. Había actuado espontáneamente y bajo su impulso que ahora se sentía avergonzado. Presionó sus dientes con fuerza y sintió sus orejas arder, su rostro le quemaba y su cuerpo tenso bajo las manos contrarias no ayudaba. Y para empeorar las cosas, Daehyun lo miraba con los labios entreabiertos y más rojos que una cereza.

 

            – Daehyun… –susurró tomando aire, estaba por colapsar por la visión que éste le brindaba. Sensualidad en su máxima expresión– lo siento…

            – No tienes por qué disculparte, Jae. –Recorrió una de sus manos contorneando el cuerpo de Youngjae hasta llegar a su cuello, desde ahí acarició su piel y le sonrió.

 

  Y sin esperar respuesta, Daehyun volvió a besarlo, esta vez frenéticamente.

 

 

 

Notas finales:

  ¿Y qué tal?
  ¿En el próximo a quiénes esperan?

  Por un lado tenemos el BangUp, y por el otro el HimLo♥

  Hoy estuve viendo varios videos del HimLo y no pude evitar imaginarme varias escenas que tendrán que esperar en lo profundo de mi mente... hasta olvidarlas. Triste realidad la de no tener cargador. Déus me odia(?)

  Nos leemos en la próx actualización ~.


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