Eran suficientes tres personas por equipo, no necesitaban más. Ambos equipos definieron sus roles y su estrategia minutos antes de comenzar el partido.
El equipo POWER -como se habían autodenominado los mayores- poseían a su recibidor, Daehyun, a su armador, Himchan y a su rematador, Yongguk.
El equipo Delfín -llamado así por el equipo Power- en realidad denominado NO MERCY, tenían a su recibidor, Youngjae, su armador, Jongup y a su rematador, Zelo.
La red estaba ligada a una estructura que en la misma playa alquilaban, los límites de la cancha fueron dadas por una cinta azul que venía con los palos de soporte y la pelota venía incluida en el combo. Para los Power el partido sería un trámite sencillo, suponiendo que Youngjae apenas podría recibir los saques violentos que Daehyun daba, pero cuando los primeros siete tantos en contra llegaron de la mano del maknae del grupo, supieron que no debían subestimar a los Delfines.
– De acuerdo, algo está fallando. –Los mayores se juntaron rápido aprovechando que la pelota fue lanzada lejos de ellos a propósito.
– Hyung –Himchan se dirigió al líder con una estrategia en mente– Déjame rematar a mí.
– ¿Qué? No –negó el vocalista– Necesitamos fuerza para que Youngjae no pueda recibir bien y la envíe a cualquier parte… –el comandante lo interrumpió.
– ¿Quieren ganar? –los dos asintieron– Entonces confíen en mí.
De regreso al partido, la nueva formación comenzó a ordenarse. Ni bien Himchan cambió de lugar con Yongguk, Zelo lo miró desconfiado. Lo tenía cerca, y más cerca lo tendría cuando quisiese rematar o bloquear sus tiros.
¿De eso se trataba la idea de Himchan? ¿Intimidar al maknae c,on su presencia y cercanía?
Daehyun decidió que, al ver los primeros tres tantos consecutivos que habían logrado después de cambiar de posiciones, realizar los saques de inicio desde arriba y no hacerlos de la manera más fácil (abajo). En efecto, la fuerza era mayor y para Youngjae se le hacía dificultoso poder elevar bien la pelota al momento de golpear.
No estaba en juego únicamente el orgullo, tampoco cantar victoria felizmente y olvidarlo en cuestión de minutos. El resultado del partido dependería de su próximo futuro, futuro llamado ‘noche de servidumbre’ para el equipo que no ganara.
El sol ya se ocultaba en el horizonte, los tintes rojos, naranjas, amarillos y marrones resplandecían de manera nunca antes vista. Era un espectáculo increíble de apreciar, pero hacerlo no estaba en los planes de ninguno de los seis, su mente y concentración ahora se encontraban en esa esfera blanca que viajaba de lado a lado por sobre la red.
– ¡Sí! –Gritaron los tres mayores cuando el último remate definitivo terminó por vencer las fuerzas de Youngjae que terminó tendido sobre la arena como había estado casi toda la tarde. Los Power habían ganado, en un final casi cerrado, llevándose así la victoria y con ello, la apuesta. Zelo temió, tuvo miedo, esperaba que los deseos de sus hyung no fuesen algo extravagantes o difíciles de cumplir… aunque pensándolo mejor, quizá fuesen así, era muy probable.
– Apuestas son apuestas –celebró Himchan acercándose donde los tres menores se reunían a suspirar del cansancio. El comandante esperó a que sus dos compañeros de quipo se unieran a la ronda y prosiguió– Será lindo verlos cumpliendo lo que queramos.
– Absolutamente todo lo que queramos. –recalcó Daehyun sonriéndole a Youngjae. Éste volvió a agachar la cabeza para evitar hacer contacto visual, detestaba tanto que Daehyun lo conociera tan bien, y a la vez, le gustaba.
– Los esperaremos en nuestras habitaciones, es muy cansador para hacer cualquier otra cosa que no sea descansar. –Himchan estiró su cuerpo elevando los brazos y se acercó peligrosamente a Youngjae. Sabía que Zelo lo miraba, de reojo podía verlo y actuar enfrente de él le encantaba porque hacía alterar el cuerpo del maknae sin la necesidad siquiera de dirigirle la palabra– Creo que te elegiré a ti –dijo tocando el mentón de Jae. Daehyun, que estaba a su lado, carraspeó fuertemente la garganta llamando la atención de todos y una risa proveniente del comandante.
– Youngjae vendrá conmigo –sentenció Daehyun serio.
– Eso quiere decir que me toca la máquina de baile –dijo Yongguk sonriendo de la forma en que lo había estado haciendo la tarde completa.
Los tres mayores se retiraron al interior de la casa, habían dejado al equipo ‘Delfín’ sin palabras, ni siquiera les dieron tiempo a asimilar su derrota ni tampoco a reclamar o protestar en contra. Tampoco los hubiesen dejado. Apuestas eran apuestas, y ésta la cumplirían tal como habían dicho.
– ¿Por qué siempre molestas a Zelo? –le preguntó el líder a Himchan antes de perderlo en su habitación. Le era extraño que sabiendo lo que ocurría entre ellos dos, el comandante no hiciera algo como para atraerlo mucho más a él.
– Es simple –respondió abriendo la puerta de su habitación– me encanta verlo celoso.
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Los menores ocupaban la sala de la casa de playa. Al ver que sus hyung no estaban por ninguna parte pública de la casa, concluyeron que cada uno se había retirado a su habitación a descansar inmediatamente tras abandonar la cancha de juego. O quizá a esperar a que su ‘correspondiente sirviente’ lo atendiese, ellos mismos lo habían dicho. El más tranquilo parecía ser Jongup, que se recostó en el suelo y comenzó a flexionar su cuerpo trabajando sus abdominales inferiores. El maknae, no soportó su voz diciendo por lo bajo la cantidad de abdominales que había hecho e hizo detenerlo lanzándole un almohadón que a él le pareció terriblemente pesado.
Youngjae se incorporó de su lugar, tenían que terminar con la apuesta lo más antes posible, y mejor era hacerlo cuanto antes para evitar que Yongguk, Himchan y Daehyun se quedaran dormidos e hicieran valer su triunfo el día siguiente.
– Vamos chicos –los animó Jae– no creo que nos den cosas trabajosas para hacer… inclusive ellos deben estar cansados. Capaz nos mandan a cocinarles algo o a acomodarles toda la ropa cuando nos estemos yendo, no puede ser tan malo.
– Tienes razón –lo secundó Jongup.
– Entonces iré hacia la habitación de Himchan hyung…
Youngjae quería escapar, quería zafar de tener que dirigirse al mismo cuarto que compartía con Daehyun, esperaba que Zelo entendiese lo que estaba tratando de decir entre líneas, sin embargo, como bien había respondido Himchan al líder, los celos de JunHong salían a flote cada vez que algún miembro interactuaba de más con el comandante. Y éste fue el caso. Zelo se negó rotundamente y encaminó primero a la habitación de Himchan tornándose rojo mientras se alejaba de sus dos compañeros, a tiempo en que Youngjae y Jongup se miraban sin comprender el porqué de su repentina decisión.