Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Malentendidos por Chiru Less

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, ya saben: la historia loca esta es obra mía, pero el manga/anime y los personajes son de la gran Shinobu Ohtaka!

 

Espero les guste esta idea loca que salió de ésta cabeza aún más loca XD

Para el que lo sepa, siga de largo con la lectura, para el que no, lee: Si quieres saber cuándo actualizo mis fics, o cuando publico uno nuevo, o simplemente hablar de Magi u otro anime/manga del que esté escribiendo, puedes encontrarme en mi página de face Ars Goetia CL , los espero!! :D

-          Señorita Morgiana, por favor, acepte mis sentimientos!

 

-          H-h…Hakuryuu-san, yo…no puedo hacerlo. No ahora.

 

-          Por qué no?!.- el cuarto príncipe del Imperio Kou observa con pena y desconcierto a Morgiana, quien desvía la mirada para no hacer contacto con sus ojos.

 

-          Simplemente no puedo…es que…

 

-          Si no es ahora, cuando? Yo…no me queda mucho tiempo…

 

-          A qué te refieres, Hakuryuu-san?.- el que desvía la mirada ahora es Hakuryuu, compungido. Aprieta sus manos en puños, indignado.

 

-          Ya me estoy yendo a la Meseta Tenzan a reunirme con mi hermana…quizás ésta sea la última oportunidad que tenga para declararme…

 

-          No me presiones, por favor…es…lo más bonito que me han dicho, yo…

 

-          Por favor, sólo necesito que acepte mis sentimientos, necesito su ayuda, señorita Morgiana!.- realiza la reverencia del Imperio, desesperado.

 

-          Ayuda?

 

-          Eh?

 

-          Ah?

 

-          Si, su ayuda…con Ali baba-dono, por supuesto.

 

-          Q-qué clase de ayuda?.- Morgiana se ruboriza al percatarse de que por unos minutos malinterpretó las intenciones del príncipe. Él se limita a observarla con el ceño fruncido.

 

-          Para declararme, señorita Morgiana.- dijo Hakuryuu, como si fuese obvio. Pasaron varios segundos de silencio, mientras el sol caía en el ocaso tiñendo todo de un rojo carmesí.- Señorita Morgiana…?

 

-          Lo siento, Hakuryuu…no puedo hacerlo.

 

-          Por qué no?.- el pelinegro la observó con desconcierto.

 

-          Porque…Ali baba-san…él…tiene otros planes…yo…

 

-          Qué planes…?.- su rostro demuestra una expresión estupefacta, entendiendo al fin.- No diga nada más. Tiene otro pretendiente.- su expresión se volvió seria, aferrando con fuerza el arma que poseía como contenedor metálico.- No me diga que es Aladdin-dono…

 

-          No…quiero decir, yo…sólo lo oí platicando de ello con Sinbad…

 

-          Es el rey Sinbad, acaso?! Me ha traicionado…

 

-          No! Es decir…-se fricciona nerviosamente el brazo mientras Hakuryuu espera impaciente una respuesta.- el señor Sinbad intentaba persuadirlo de sus pensamientos…

 

-          Pensamientos? No me digas que…oh Dios…alguien quiere obligarlo a algo?

 

-          Ali baba-san cree que si le cae en gracia a Kouen-san recuperará Balbadd.- Lo que siguió a aquella frase fue silencio. Absoluto silencio.- Hakuryuu-san…?

 

-          Ya entiendo. – suspiró, cerrando los ojos y relajando las facciones de su rostro. Morgiana lo observó un poco preocupada.- Ali baba-dono y yo…seguiremos caminos diferentes.- Abrió los ojos, sonriéndole a Morgiana.- Por favor, no mencione esto. Espero que volvamos a encontrarnos pronto, señorita Morgiana.

 

-          Espera, Hakuryuu-san!

 

Las réplicas de la joven no surtieron efecto; Hakuryuu se alejó por el camino árido hacia el reencuentro con su hermana, dejando a Morgiana confundida por la conversación. Lo único que podía hacer por él era callar, como le había pedido.

 

Ya tendrían tiempo de hablar después. Ella ni siquiera sabía quién era ese tal Kouen, sólo que tenía que ver con Balbadd…

 

 

-_-_-_Fin del Flash Back_-_-_-

 

-          Así que eso fue lo que pasó.

 

-          Así es.

 

-          O sea que yo…soy sólo una distracción.- Hakuryuu miró de soslayo a Judal, sentado a su lado, un poco bebido. Tenía las mejillas coloreadas por el alcohol.- Me usas para olvidarlo a él, ya lo sé.

 

-          Qué dices? Eso que te conté pasó hace más de un año, ya no tiene importancia.

 

-          Yo no creo eso, estás llorando.

 

-          No estoy llorando.

 

-          Si, lo estás. Mírate. No, tócate el rostro.- Hakuryuu obedeció a regañadientes. Estaba seco. Le había mentido.- Lo ves?! Dudaste! Lo extrañas, idiota!

 

-          Cállate! El que está llorando aquí eres tú!.- Judal lo observó con odio contenido. En efecto, dos sutiles lágrimas se asomaban en sus ojos carmesí.

 

-          Es el alcohol.

 

-          Si, claro.

 

-          Lo extrañas?

 

-          No.

 

-          Aún lo quieres?

 

-          No.- hipó levemente, recostándose en el costado izquierdo de Judal. Ambos estaban en la soledad del palacio de Kou. Kouen se hallaba prisionero, y él ahora era el Emperador. Qué farsa.

 

-          Entonces por qué no le dirigiste la palabra cuando volvimos? Eso se llama despecho. Me estás usando, no lo…

 

-          No le hablé porque no le reconocí con ese aspecto. No estoy despechado. Te quiero a ti.

 

Judal estuvo abriendo y cerrando la boca durante toda su frase, intentando interrumpirlo. Cuando pronunció lo último la cerró, inflando las mejillas sonrojadas y frunciendo el ceño.

 

-          No te creo.

 

-          No me creas, entonces.

 

-          Eres un infeliz!

 

-          Judal, estás borracho.

 

-          No, no lo estoy. Demuéstralo.

 

-          Que estás borracho? Solo óyete a ti mismo…

 

-          No! Lo otro!

 

-          Que otro?.- Hakuryuu le sonrió en forma perversa, sabiendo lo que al Magi le costaba decir aquellas cosas.

 

-          Eso que dijiste antes.

 

-          Dije muchas cosas antes.

 

-          No te hagas el idiota conmigo.

 

-          Sólo dilo.

 

-          No.

 

-          Judal…

 

-          Demuéstrame que me quieres.

 

-          Cómo?

 

-          Asesina a Kouen y a Ali baba. Bórralos del mapa.

 

-          Con Ali baba lo intenté, lo recuerdas? Y no funciono. No puedes decir que no lo hice.- el otro guardó silencio, dejándolo hablar.- Con Kouen ya veremos que hacemos. Sinbad tiene que…

 

-          Sinbad una mierda! Acaso dependes de él también?

 

-          Judal, basta!

 

A Hakuryuu ya le dolía la cabeza. Sentía punzadas en las sienes, y no sabía si era el alcohol, o los celos del Magi.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, o por lo menos, sacado una sonrisa!! Déjenme saber si fue así! Dejenme sus comentarios, criticas, etc, así sabré si no lo hice tan malXD

Y saben, pueden buscar mi página de face para estar mas al tanto de todo ;)

Nos leemos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).