—¿Cuando me vas a presentar a Aka Ai?— preguntó después de haberle entregado el informe de las editoriales.
Masaomi sólo sonrió y siguió leyendo el informe —¿Qué te pareció el libro?
—hmmm bastante interesante, pero, ¿Por qué no existe información ni fotografías de Aka Al?
Masaomi sonrió — Así lo pidió él. No quiere mezclar su vida privada, tiene sus razones. Además, es lo mejor para Seiji y Masaoki, así no se verán asediados por el éxito de su padre y los caza fortunas. Ya sabes cómo se nueve el mundo del interés monetario, las personas te buscan por la fortuna que tengas y no por lo sentimental. Ai no quiere eso para nuestros amores, y yo tampoco— explicó.
—Entendido ¿Cuándo los conoceré?— preguntó intrigado.
—Pronto. Una vez que arregle los problemas con la editorial y salgan sus libros a la venta, piensa revelar su nombre aquí en Japón— dijo Masaomi.
—¿No que quiere mantener su vida privada de la de escritor?
—Eso es lo quiere hacer— dijo terminado de leer el informe —Estas dos me gustan, negociaré y veré cual comprare. Bien hecho Seijūrō, ya te puedes retirar— ordenó.
—Entendido— dijo con el ceño fruncido. Llegó a su oficina y volvió a mirar la dedicatoria del libró —¿Cuál es el misterio?— preguntó en voz alta.
Aka Ai realmente era un extraordinario escritor, las páginas decían era el número uno de ventas, y que tenía alrededor de 5 publicaciones exitosas en 3 años. La biografía decía que tenía 25 años, le gustaban las cosas dulces y su vida eran sus hijos. Estudiaba literatura y hablaba perfectamente japonés e inglés.
—En vez de estar queriendo saber sobre él y mis hermanos, debería estar buscando a Kōki— murmuró. Esa tarde tendrían una reunión con otro de los tantos detectives que su padre y él habían contratado.
Las horas pasaban hasta que recibió una llamada de la secretaría de su padre, informándole del detective. Abordó el elevador. Al bajar, se dirigió a la oficina de su patre y entró sin anunciarse —¿Qué sabe de Kōki?
—Nada, Akashi-san. Parece que la tierra se lo tragó, busque ayuda de otros colegas en el país, y fuera de este, pero tampoco hubo éxito. De hecho me comentaron que ya varios investigadores habían recurrido a ellos y nada. Sólo puedo darle dos opciones: está con la mafia o… falleció — dijo el detective.
—¡Kōki no está muerto!— sollozó. Con cada detective era lo mismo, no lo encontraban. En un par de meses se cumpliría 5 años desde la última vez que lo vio en ese parqué.
—Seijūrō— dijo Masaomi, se levantó y abrazó a su hijo —Por favor, retírese. La transferencia ya la hice a su cuenta. Gracias por sus servicios.— dijo al investigador, éste sólo asintió.
—Yo lo amo, Papá. ¿Por qué fui tan imbécil y lo abandone? De seguro Kōki ya hizo su familia con alguien que lo ama— dijo llorando.
— Algún día te reencontrarás con Kōki, debes disculparte con él. Debes luchar por su perdón y su amor— aconsejó como cada vez que hablan con un detective y siempre que lo encontraba llorando.
—Eso haré, recuperaré a Kōki— dijo limpiándose las lágrimas.
———————————— Dos meses después ————————
Estaba ansioso, en unas horas conocería al famoso Aka Ai y sus hermanos.
Su padre se había vuelto loco con la Editorial Usagi, el anterior dueño aceptó venderla y seguir siendo el jefe de la editorial. Así que todo seguía igual a excepción de la llegada del famoso Aka Ai.
También sabía que el escritor había llegado a Japón la semana pasada. Por más que le pidió a su padre conocerlo, se negó.
—Nos vemos en la recepción, Seijūrō. No llegues tarde — dijo Masaomi en un impecable traje negro hecho a la medida.
—¿Ya te vas? Falta una hora para el evento— dijo viendo el reloj.
—Sí, voy a casa de Aka Ai— dijo acomodando su corbata.
—No entiendo ¿Por qué no vive aquí? Ustedes son….
Masaomi interrumpió a su hijo —Aún no es tiempo. Dudó que quiera vivir aquí por ahora. Te dejó, nos vemos.
—¿Será porque no seguimos viviendo en Kioto?— murmuró al ver salir a su padre de la casa.. Tal vez Aka Ai era un caza fortunas y estaba con su padre por su dinero, después de todo la mansión donde vivían era de menor tamaño.
Negó, mejor se fue a bañar y vestirse, había elegido en un traje negro hecho a la medida, una camisa manga larga blanca y de contraste, un chaleco sin mangas y una corbata roja.
—¿Cómo me veo, Rui-san?— preguntó al chofer cuando salió.
—Excelente como siempre, Seijūrō-sama— dijo con una discreta sonrisa.
—Bien ¡Vamos!— ordenó subiendo se a la limusina.
Llegó al lujoso hotel donde sería la recepción, sin duda si padre se había excedido para un simple escritor. El problema es que Aka Ai no era un simple escritor.
Entró a la sala destinada para el evento, buscó a su padre con la mirada y lo encontró platicando con el encargado de la editorial.
Saludo a algunos conocidos, y se impresionó al ver a varios conocidos suyos. Para ser exactos a sus antiguos compañeros de la generación de los milagros y sus respectivas parejas.
—Shintarō, tiempo sin vernos.
—Pero si es él bastardo "el dinero es más importante" — comentó el pelinegro.
—Kazunari. Compórtate— reprendió Shintarō a su pareja —. Akashi ¿Cómo has estado?
—Igual que estos últimos 5 años— comentó. El peliverde era su amigo, su único confidente.
—¿Aun hambriento de dinero?— preguntó Kazunari.
—...¿Qué haces aquí, Shintarō?— preguntó ignorando al pelinegro. Nunca se llevaron bien y jamás lo harían, no después de todo lo que él hizo a Furihata.
—Nos llegó una invitación y un libro, un muy bueno. Los demás también lo recibieron, Kuroko esta emocionado al igual que Kazunari. Al parecer conocen al escritor— explicó cuando Kazunari había ido con Kuroko.
—¿Lo conocen? Bueno, al parecer es pareja de papá y tengo dos medios hermanos— respondió casualmente.
—¿Con Akashi-sama? Pero dicen que es un hombre— dijo asombrado de lo que había dicho su amigo.
—Yo también me asombre— dijo riendo por la cara de Shintarō.
Paso alrededor de media hora cuando el encargado de la editorial subió al estrado montado. En ese momento sintió a alguien tocándole el brazo y vio que era su padre.
—Bienvenidos y muchas gracias por asistir está noche. Hoy Editorial Usagi se complace en presentar a un nato escritor viviendo en el anonimato y hoy a decidió revelar su identidad, recién titulado en el área de Literatura como el mejor de su generación. Con tan sólo 25 años de edad es merecedor de diversos premios con sus diversas publicaciones en tan sólo tres años: Aka Ai— dijo señalando hacia un lado del estrado.
Al ver a ese hombre castaño, guapo y sensual su corazón comenzó a latir de forma rápida y sin sincronía. Sintió el agarré de su padre aferrarse a él.
—Buena noche. Muchas gracias por asistir. Sé que muchos de ustedes no me conocen pero han tomado un poco de su tiempo para leer alguno de mis libros. Estoy realmente agradecido— dijo ganándose varios aplausos —. Hoy he dejado el anonimato de Aka Ai, para regresar al país donde nací. A la ciudad donde viví muchas cosas: pérdidas, amor, ilusiones, desilusiones y apoyo cuando más lo necesitaba. Entre los invitados observó a muchos conocidos para mí, la mayoría fue invitado para anunciarles mi regresó— hizo una pausa y enfocó su mirada en cierto peli rojo—. Yo, Furihata Kōki, estoy en casa.
—No armes algún espectáculo. No arruines su noche— ordenó Masaomi.
Seijūrō abrió completamente los ojos. La pareja de su padre y madre de sus medios hermanos, era Furihata Kōki, su primer y único amor.