Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Resplandor del Brillo Negro. por Locura de Escarcha

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Espero que les guste.

Notas del capitulo:

Resumen:

"Mahad fue el Dios creador de los seres Humanos y Horakhty el Dios creador de los Dragones." 

La historia se remonta mil años después de la creación de estos Dioses.  

El vuelo del Brillo Negro es la representación de su Dios Horakhty, un linaje puro y la especie dominante de Dragones. Gaia es el líder de la estirpe, se le conoce por ser un líder audaz y justo, todo aquel que amenazase a su vuelo enfrentaría su ira. Ma'at es un dragón el cual es el último de su especie, vive junto al vuelo del Brillo Negro pero aún así es rechazado por estos, a pesar de ser un dragón es muy débil y frágil.

El vuelo de Gaia se enfrenta a tiempos difíciles, su pueblo se enfrenta al hambre y los azotes de la madre naturaleza. Poco queda del líder compasivo que fue, y quien recibirá su ira será Ma'at el cual su vida se desvanece a cada respiro que da hasta perecer. 

 

Las estrellas iluminaban el oscuro cielo, el resplandor que desprendían era hermoso. Literalmente todo el cielo estaba lleno de estrellas, que hasta incluso tu corazón se llenaba de temor al contemplar la gran inmensidad del universo.

Pero aquellas luces no se comparaban con las de estos majestuosos seres. Estas resplandecientes bestias poseían un brillo mucho más majestuoso que el de las mismas estrellas, un brillo negro como la noche que a pesar de no haber luz iluminaban con fulgor. Aparte de majestuosos eran colosales, mucho más grandes que cualquier animal que se haya conocido, tan grandes como las mismas edificaciones que los humanos construían para asemejarse a aquellas criaturas. Desplegaban sus alas como las más agraciadas de las aves y sus cuerpos parecían estar cubiertos por una brillante armadura. El Vuelo del Brillo Negro, era el linaje de estas bellas criaturas. Ningún ser viviente osaba desafiarles, tampoco sus hermanos lejanos. Estas criaturas vivían por todo un continente entero, al igual que los humanos tenían sus propias ciudadelas como solían llamarle, pero mayoritariamente eran pináculos donde solían descansar y las cuales estaban recubiertas por oro. Ese toque de naturaleza y metales preciosos que poseían se asemejaban al mismo paraíso.

Era el linaje más puro de todos los vuelos. Pero aún así en esta tierra de maravillas había otra singular especie de dragón, más bien solo había uno solo de su especie.

Ma'at era su nombre. Él era exactamente todo lo opuesto a estas majestuosas creaciones, era demasiado pequeño es mas, parecía que era la especie de dragón más pequeña conocida hasta ahora, su tamaño era veinte veces menor al de un dragón del vuelo del Brillo Negro los cuales eran tan grandes como catedrales. Su cuerpo no era brillante, era en su mayoría blanco y en ciertas partes de su cuerpo como en sus patas, alas, cola y cuello poseía plumas doradas, pero no se comparaban ante ellos. 

Se encontraba en la ciudad llamada "Reposo del Dragón", este no era un pináculo en donde descansaban estas bestias, literalmente era una cuidad la cual estaba hecha de oro puro y disponía de amplios salones, uno encima del otro sujetadas por pilares, por los que se entraba volando. Solo un dragón podía poseer tales lujos, y era su mismo líder Gaia. Para ser mas específicos estaba parado frente a él, en su harén. Seguía en su forma de dragón mientras que Gaia estaba en su forma humana en una enorme bañera desnudo, rodeado de hermosas mujeres las cuales repartían caricias por todo su cuerpo esculpido por el mismo dios Horakhty, su piel era morena, poseía una cabellera totalmente negra como la noche y ojos rojos como la sangre. Muchas de las dragones que se encontraban ahí, miraban con asco a Ma'at

-¿Para que me necesitaba?-Pregunto la criatura blanca de plumas doradas. 

-Solo quería decirte que mañana es la celebración del Fin de los Días, solo quería asegurarme que te acordaras. 

Era una celebración en la cual todos los dragones vuelo del Brillo Negro se reunían a conmemorar la deidad de Horakhty, y se realizaba en este mismo templo. Ma'at era despreciado por vivir en este santuario sin ser un dragón del Brillo Negro.  

-Ya lo sabía, ahora mismo estaba por irme.-Lo mejor para él era irse unos días, hasta que terminara la celebración. 

-Bien, ahora vete. 

Y sin más se fue del lugar. 

-Es despreciable, mi señor.-Hablo una de las mujeres. 

-Lo mismo digo mi señor, no tiene respeto al hablar con usted. 

-Mi señor, ¿Por qué no mejor se deshase de esa lagartija? 

-Tengo mis motivos.-Todas las mujeres refunfuñaron molestas. 

Era verdad, él tenía una promesa que nadie más conocía. Se la había hecho al mismo Dios Horakhty.  

Ma'at se encontraba sobrevolando las montañas, siempre era lo mismo el día de la celebración. Pero era lo mejor para él, debería estar por lo menos una semana fuera de su hogar completamente solo. 

Gaia era él único que nunca le hablaba con odio o desprecio, pero aún así era muy distante con él. Llegó hasta una cueva que era su refugio, en la cual se quedaba en casos como estos. Tenía comida para varios días y algunos juegos con que entretenerse. Lo que más le gustaba eran unas tarjetas que los humanos llamaban cartas, no sabía muy bien como se jugaba por lo cual inventaba sus propias reglas para jugar. Cuando ya debía ser medianoche se dirigió a la entrada de la cueva para contemplar las estrellas, al verlas muchas ideas venían a su cabeza ¿Por qué seré el único? ¿Por qué Horakhty? ¿Hice algo mal? Entonces poco a poco iba quedándose dormido, bajo la luz de las estrellas. 

En la ceremonia, toda la ciudad Reposo del Dragón estaba llena de dragones. Muchos estaban en su forma humana elegantemente vestidos para conmemorar a su Dios, las mujeres con hermosos vestidos largos y los hombres con masculinos trajes. La música se escuchaba por toda la ciudad y había un enorme banquete. Pero el principal centro de atención era Gaia, el cual era el más majestuoso de todo el linaje y nadie se le podía comparar. 

La noche transcurrió entre bailes y risas. Pero algo no andaba bien. 

A medianoche ocurrió algo inusual, del cielo caían copos de nieve. No solo eso, la aurora boreal hizo su aparición en el cielo. Esto no sucedía hasta sino mil años atrás, en donde el mismo Horakhty creó a los dragones. Todos contemplaban maravillados tal escena, pero Gaia sabía que significaba esto. No era una buena señal. 

Su pueblo iba a enfrentar la peor de las eras... 

Ya habían transcurrido tres días desde la ceremonia. Todo el continente estaba cubierto de nieve, Ma'at se debatía en volver o no. Aunque todo parecía calmado durante el día, a la llegada de la noche grandes tormentas azotaban los cielos. Se encontraba a la orilla del mar, donde varias especies marinas quedaron varadas debido a las fuertes tormentas. 

Se acercaba a los ya descompuestos cuerpos por curiosidad. El mayor temor de Ma'at eran los océanos, ya que en estos habitaban seres muchos más enormes que dragones que incluso tenían el tamaño de islas, sin contar que los seres vivientes que te encontrabas en el mar eran demasiado aterradores. Volar sobre el mar le daba escalofríos al ver enormes sombras debajo del agua, y en más de una ocasión estas emergían del agua solo para devorarlo de un bocado. De ahí se originó su miedo, pero ahora no había problema al verles de cerca pero aún así eran aterradoras las criaturas de los abismos del océano. 

-Me pregunto si hay alguien que los extrañe. Ustedes actúan solo por instinto, a penas si pueden pensar. Pero he leído que hasta hay especies marinas que tienen sus propias manadas.-Hablaba para si mismo como a los cadáveres. 

Pasaron los días hasta que transcurrió una semana entera. Ya había llegado a su hogar, el cual ahora todo estaba cubierto de nieve. 

Llego hasta su habitación y durante el camino no se había encontrado con nadie. Se encontraba en su forma humana y entró al baño para limpiarse y se miró al espejo, su piel era totalmente pálida y su cabello era dorado como el oro, debido a las plumas de su forma dragón y sus ojos eran azules. Tenía un cuerpo esbelto y pequeño, era totalmente opuesto al Brillo Negro.  

Cuando termino de asearse salió de la bañera con una bata puesta, que estuvieran en su forma dragón desnudos no significaba que lo estuvieran en su forma humana. Al salir se percato que alguien estaba en su habitación. Era Gaia el cual también estaba en su forma humana. 

Ambos se miraban fijamente. Ma'at estaba asustado ya que el otro le observaba de una forma aterradora y molesta.

-¿Por qué no volviste antes?-Dijo autoritariamente.

-Yo... pensé... que era mejor quedarme fuera. N... no quería molestar a los demás. 

Gaia se acercaba de manera amenazante hacia él y tomo del cuello a Ma'at

-Si todo esto tiene que ver contigo, solo quiero decirte que no dudare en matarte.-Dijo mientras hacía presión en el agarre el cual tenía una fuerza sobre humana, estaba ahogando a Ma'at

-No... he... hecho... nada...-Difícilmente pudo hablar, no llegaba el suficiente aire a sus pulmones. Con la poca fuerza que tenía trataba de soltar el agarre de Gaia con sus manos, pero era imposible. Pequeñas gotas de lágrima comenzaban a cubrir sus ojos, de su boca salía un hilo de saliva y su rostro estaba completamente rojo. Si Gaia seguía así no tardaría mucho en asesinarlo, cuando creyó que fue suficiente lo soltó.  

Ma'at cayó al suelo con una mano en su cuello y la otra en el suelo para no caer de golpe. Le era difícil controlar su respiración y el dolor de hacerlo era insoportable. Tosió varias veces por el dolor y cuando se calmo vio a Gaia el cual lo miraba con rencor, sus ojos eran un mar de lágrimas. 

Sin más el mas alto se fue de la habitación, dejando a un destrozado Ma'at tirado en el piso, sin preocuparse si se encontraba bien. 

 

 

 

Notas finales:

Hice una pequeña refencia, creo que poc@s se den cuenta.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).