Jimin no estaba seguro de como terminó sucediendo, pero se encontraba presionado contra la pared de un callejón sombrío por un hombre del cual ni siquiera sabía su nombre.
Las manos de dicho extraño se presionaban suavemente pero con firmeza contra sus caderas y antes de que Jimin pudiera decir algo, dos labios se estrellaron contra los suyos. Observó al desconocido besarlo con los ojos cerrados, y antes de que lo supiera, su corazón se agitó rápidamente mientras respondía el beso tímidamente.
No era un beso perfecto, pero Jimin francamente no se consideraba a sí mismo un experto como para juzgar. Quería decir algo, tal vez preguntarle su nombre, pero entonces la lengua del desconocido repentinamente lamió su labio inferior antes de utilizar sus dientes para tirar de él.
Todos los pensamientos dejaron la mente de Jimin mientras jadeaba en el beso y antes de que lo supiera, había una lengua, caliente y húmeda, explorando su boca, más ásperamente de lo que estaba acostumbrado.
Su cuerpo reacciono por sí mismo, y subió sus dedos, haciendo un puño con ellos en la chaqueta de cuero del desconocido, acercando el cuerpo del otro al suyo. Jimin inclinó la cabeza ligeramente, ya que la otra persona lo presionaba aún más en la pared, y tentativamente junto su lengua con la suya.
Sintió como el extraño sonreía en el beso mientras sus lenguas luchaban por el dominio, y pensó que percibió un toque de Coca-Cola en la lengua del otro. Fue sólo cuando el desconocido lamió el paladar de la boca de Jimin usando su lengua, que todo el calor en él se desató. Gimió desvergonzadamente, mucho más fuerte de lo que pensó.
El desconocido detuvo el beso, alejando su rostro sólo una pequeña fracción para mirar a Jimin, y Jimin abrió los ojos para mirarlo. El hombre sonrió y se rió, lo que permitió que ambos tuvieran sólo unos segundos para respirar, antes de que él atacara sus labios de nuevo, aprovechándose de que su boca estaba abierta.
Jimin sonrió levemente, demasiado atrevido con su lengua mientras se besaban por segunda vez. Él movió sus manos de la chaqueta de cuero de aquel hombre hasta alrededor de su cuello, jalando suavemente el cabello de la nuca del desconocido. El hombre también movió sus manos desde donde descansaban en las caderas de Jimin hasta debajo de su camisa.
El frío aire golpeó su piel cuando el dobladillo de su camisa se elevaba ligeramente, pero las manos del desconocido hicieron que se olvidara de la brisa nocturna. Sentía como se endurecía mientras las cálidas manos se deslizaban lentamente por su estómago, provocándolo, y gimió en el beso de nuevo, sus mejillas ruborizándose un poco por sus propios ruidos.
-Demonios- el hombre susurró contra sus labios mientras sus manos entraban en contacto con el sólido abdomen de Jimin, rompiendo el beso- Nunca lo hubiera imaginado con ese suéter que traes-
Es lo máximo que Jimin había escuchado decir al hombre decir en toda la noche, y se encontraba ansioso por la profunda e hipnótica voz. Sonrió, no obstante, sintiéndose orgulloso de la reacción que había sido capaz de extraer del desconocido.
Yoongi miró al chico, sus ojos brillaban mientras miraba al menor, todavía jadeando por el beso de antes, su cabeza apoyada en la pared detrás de él.
-Maldición- Yoongi murmuró mientras frotaba sus pulgares en círculos por todo el estómago del otro, sus dedos extendiéndose por los costados del menor, sometiéndolo- Eres hermoso-
Cuando el menor no movió la cabeza, todavía descansando contra la pared, Yoongi se inclinó hacia el tentativo cuello expuesto del menor.
-O..oh…- la respuesta fue suave pero el gemido que escapó de los labios hinchados del chico hizo que la sangre se recorriera a la parte inferior de su cuerpo. Cuando el bajito no lo detuvo, Yoongi lamió de nuevo, esta vez su lengua yendo en diagonal a través de su cuello.
El agarre del chico en su cabello se ciñó un poco, y Yoongi tiró con sus dientes del lóbulo del menor, antes de lamer hasta el final de la base del cuello del chico. Yoongi mordió los hombros del otro, usando su nariz para empujar el suéter de lana. Fue hacia otra dirección y llegó al borde, usando pequeños lametazos para calmar la sensación de las mordidas.
Repitió el proceso con el otro hombro una vez que llegó a la base del cuello del chico. En el momento en el que colocó el último beso, Yoongi supo que ambos están medio duros. Da un paso más y besa al chico otra vez, disfrutando la forma en que las manos del chico se mueven a su cintura para acercar sus cuerpos.
Yoongi colocó su mano derecha firmemente contra las caderas del menor, sosteniéndolo en el lugar mientras su mano izquierda se coloca entre sus cuerpos para presionar contra la entrepierna del otro. El chico gimió más fuerte que antes cuando Yoongi lo tocó, y Yoongi tomó el control del beso con su lengua.
Pudo sentir como el menor se endurecía y aplicó un poco más de presión con la mano.
-P-por favor…- el menor gimió en su boca mientras se empujaba a sí mismo en la mano de Yoongi. Mientras hacía eso, Yoongi quitó su mano y rompió el beso, dando un paso atrás.
Los ojos del chico se abren de golpe cuando lo hace, y sube la mirada, sus pupilas dilatadas.
-¿Por… por qué te detienes?- el menor gimoteó, su voz temblando ligeramente.
Yoongi se acerca y observa como el otro lo imita, muy probablemente involuntariamente, para acortar la distancia entre ellos.
-Estamos ansiosos, ¿cierto?- Yoongi pregunta, su voz un poco más profunda, mientras se limpia los labios con el dorso de su mano.- ¿Quieres que te tome aquí? ¿Dónde cualquiera puede vernos?-
El chico no responde, para gran consternación de Yoongi, pero sus mejillas se ruborizaron de un bonito rosa.
-¿Entonces…?- el chico pregunta con ansiedad, y Yoongi puede ver pequeña decepción y miedo en sus ojos
De pie en el oscuro callejón, iluminado solamente por la tenue luz de una farola, Yoongi se pregunta si el chico tiene miedo de que Yoongi lo deje sin atender su creciente erección o si tiene más miedo de ir a casa con un extraño.
-En mi casa- Yoongi responde, preguntándose exactamente cuántos años tiene el chico.- Es decir, si te animas-
El menor dudó antes de asentir, necesitando anular todos sus pensamientos. En pocas palabras, Yoongi se pregunta qué tan joven es el chico con las mejillas sonrojadas, el cabello revuelto, y abdominales gloriosamente firmes.
-Espera, ¿cuántos años tienes?- Yoongi pregunta, entornando de repente sus ojos. El chico no podía ser menor de edad si le permitieron entrar al club, pero nunca está de más aclarar. Él no es particularmente exigente con la gente, el placer es placer, pero lo último que quiere hacer es tener sexo con un menor de edad, siendo consensual o no.
-Tengo 19, pero este año cumpliré 20- Jimin responde y observa mientras el extraño lo mira cuidadosamente. Está listo para sacar una identificación si el extraño continúa mirándolo, pero se relaja cuando el otro asiente.
-Yo cumpliré 22- el extraño responde y Jimin asiente.- Llámame hyung-
-¿Sólo hyung? ¿No hay nombre?- la sonrisa de Jimin es vibrante pero descarada.
-No te preocupes, cielo- el mayor sonrió, acercándose, mientras arrastra su pulgar por el labio inferior de Jimin,- cuando llegué el momento, tendrás un nombre que gritar. Paso a paso, ¿sí? Paso a paso-
Jimin se da cuenta que está sonrojándose, pero saca la lengua para girarla alrededor del pulgar de su hyung. Los ojos de su hyung encajan en los suyos, y Jimin sonríe pícaramente en respuesta.
-Retráctate ahora si no puedes manejarlo. Retráctate mientras te doy oportunidad, niño- el hyung sin nombre le gruñe a Jimin mientras quita su dedo de la boca de Jimin.
-Entonces, ¿iremos a casa, hyung?- Jimin se inclina en la pared, añadiendo una mirada perezosa hacia la persona frente a él, tratando de parecer lo más relajado posible.
Se sorprende cuando el aún si nombre extraño lo besa con fuerza y cae un poco hacia adelante cuando el otro rompe el beso.
-No- el otro responde, y Jimin está complacido al notar que su voz suena un poco más profunda,- mi coche está aparcado en un supermercado cercano. Vámonos-
Sigue al mayor que parece caminar con velocidad, navegando a través de callejones con mucha más facilidad de lo que Jimin quisiera. Jimin apresura el paso, y una vez lo suficientemente cerca, aprieta la parte trasera de la chaqueta de cuero del otro. Se sorprende cuando el hyung sin nombre se detiene, casi chocando contra él.
-¿Qué?- el desconocido le pregunta, y su voz no es dura sino bastante curiosa.
-Oh- dice Jimin, soltando la chaqueta del otro,- lo siento. Estabas caminando demasiado rápido, y no quería perderte-
Jimin lo mira mientras el hyung sin nombre sonríe, pero de todas maneras mueve su mano para tomar la muñeca de Jimin.
-Lo siento, olvidé que serías más lento ya que eres muy bajo-
Jimin jadea, pero no quita su muñeca de las manos del mayor, respondiendo con indignación:- Somos prácticamente de la misma estatura. Si te quitas esas botas, puedes ser incluso más bajo-
-Sigue soñando, niño- el hyung sin nombre le respondió y comenzó a caminar de nuevo, sus pasos más lentos esta vez.
-No soy un niño- Jimin murmura más para sí mismo, pero se deja llevar. Se pregunta brevemente por qué el hombre no sólo toma su mano, pero no encuentra valor para preguntar.
Yoongi suelta la muñeca de Jimin y saca las llaves del bolsillo de sus pantalones a medida que llegan al estacionamiento. Abre su coche con sólo pulsar un botón, y Jimin lo observa caminar hacia el auto sin ninguna duda.
Jimin vacila mientras se mantiene a dos pasos lejos del coche. Observa como Yoongi abre la puerta del pasajero, dejándola abierta, y camina alrededor del coche para llegar al asiento del conductor.
Yoongi sube la mirada para ver a Jimin de pie sin moverse mientras llega a la puerta del conductor. Su mano se detiene en la manija de la puerta, e inclina la cabeza, aunque un poco burlonamente.- ¿Qué? ¿Tienes dudas, niño?-
Jimin no está seguro si se supone que el apodo debería hacerlo entrar en el coche o huir. Mira la puerta abierta del auto antes de cambiar su mirada hacia Yoongi. Piensa en la tarde de hoy cuando le dijo a Taehyung que no iba a dormir con extraños al azar para superar su corazón roto.
Se queda mirando a Yoongi mientras piensa en el hombre que le rompió el corazón. Casi se aleja, pensando en la expresión de decepción que tendría su amor platónico si llegara a saber en qué tipo de situación Jimin se había involucrado.
-Yo… yo- Jimin se pregunta si debe entrar o no.
“Técnicamente”, piensa mientras mira hacia la puerta del pasajero, “todavía tendría una oportunidad con él si rompiera con su novio. Podrían no ser compatibles. ¿Podría darse cuenta de lo perfectos que somos el uno para el otro?”
-Te voy a dar cinco segundos, niño- Yoongi gruñe, su paciencia terminándose, y con un ligero temor mientras observa el gesto de vacilación en el rostro del chico,- ya sea si entras o te vas-
Jimin lo mira, sus ojos un poco más expandidos que antes, y él asiente con la cabeza, corriendo hacia la puerta.
“Es una experiencia” Jimin racionaliza mientras cierra la puerta, tratando de alcanzar el cinturón de seguridad, “otra cosa que tachar de mi lista. La misma que acabo de crear ahora mismo”.
Yoongi sonríe mientras observa entrar a Jimin, y abre la puerta de su coche. Se desliza dentro de su coche, sacando el teléfono de su bolsillo trasero y colocándolo en el espacio entre los dos asientos delanteros. El coche regresa a la vida con un suave ronroneo, y se retira del estacionamiento con practicada facilidad.
Una vez que está en la carretera, tomado un camino a casa demasiado familiar, mira brevemente a Jimin. Al detenerse en un semáforo en rojo, observa a Jimin mirando alrededor, aparentemente no familiarizado con el vecindario. Hay indecisión en el lenguaje corporal del menor, sus manos se cerraron en puños, pero hay un brillo de curiosidad en sus ojos mientras ve el paisaje nocturno de Seúl.
-¿Busan?- Yoongi pregunta mientras la luz se pone en verde y presiona sobre el acelerador.
-¿Cómo lo sabes?- Jimin pregunta y Yoongi se habría deleitado con la expresión del chico si lo hubiera logrado ver.
-Tu acento no está enmascarado tan perfectamente como piensas- Yoongi responde de nuevo con su propio acento de Daegu, y esta vez se las arregla para ver la sorprendida pero complaciente expresión destellando en el rostro de Jimin.
-¡Eres de Daegu, hyung!- Jimin exclama y se desliza en su asiento para girarse a ver a Yoongi.
-Me crié con mi abuela allí cuando era más joven- Yoongi se encuentra explicando accidentalmente.- Ella murió cuando yo tenía 11 años, y me mudé a Seúl para vivir con mis padres-
-Oh, ¿por qué no vivías con tus padres en primer lugar?- Jimin pregunta y Yoongi se encoge de hombros en respuesta.
-Estaban ocupados por el trabajo, y mi abuela quería que fuera cuidado de manera adecuada-
-Ah- Jimin hace un pequeño ruido y se da la vuelta para quedar de frente a la carretera.- He estado en Seúl durante menos de dos años. Mi mejor amigo y yo llegamos para estudiar aquí, hyung, pero extraño Busan. Mayormente a mis padres, pero también a mis amigos y los lugares. Era simplemente cómodo. Era mi hogar-
Yoongi asiente, no estando seguro en qué punto, ambos estarían cruzado la línea de ser extraños a otra cosa.
Unos minutos más tarde, llegar al garaje subterráneo compartido del edificio de condominios de Yoongi. Yoongi le pone seguro al coche y conduce a Jimin a la puerta que lleva a los ascensores, asegurándose de que el menor lo siga.
Puede sentir la energía nerviosa que sale de Jimin mientras el menor mira alrededor de los coches aparcados. Da un paso a través de la puerta, vacilante, y ve como Yoongi pulsa el botón del elevador.
Yoongi suspira, y pasa una mano por sus cabellos mientras Jimin no deja de saltar sobre sus talones o mirando alrededor.
-Niño, vete ahora si no estás seguro- Yoongi se gira hacia Jimin,- porque no estoy interesado en sexo no consensual-
Jimin hace contacto visual con Yoongi, y sus pensamientos de antes regresan mientras se pregunta si esta es la opción correcta.
Un ding suena al llegar el elevador, y Yoongi entra en él, girándose de manera que su espalda queda frente a la puerta del ascensor.
-Puedes irte a casa si quieres, llamaré un taxi para ti. No voy a obligarte a nada-
Jimin contempla sus ojos, Yoongi ve la evidente determinación de ellos mientras el menor da un paso adelante, acercándose para presionar un beso con la boca abierta contra la boca de Yoongi.
Yoongi lo jala hacia el elevador, y dan vueltas alrededor hasta que tiene a Jimin presionado contra un lado del ascensor, el mismo donde están los botones.
Rompe el beso brevemente para presionar el botón de la planta superior, antes de continuar besando a Jimin. Jimin le devuelve el beso con el mismo fervor, la indecisión y timidez presente en sus besos anteriores se ha ido.
Pequeños gemidos y quejidos escapan de la boca de Jimin de nuevo y Yoongi se toma un momento para apreciar cuán vocal es el menor. Yoongi mueve sus labios a lo largo de la mandíbula del otro chico, dejándolo respirar, y se mueve hacia su cuello, chupando y lamiendo, dirigiéndose hacia abajo.
La mano de Jimin se enlaza alrededor de su espalda, acercándolo más mientras inclina la cabeza para darle a Yoongi mejor acceso a su cuello. Gime, sus ojos se abren cuando Yoongi encuentra su punto dulce, y sus ojos se encuentran con la cámara.
Yoongi siente el cuerpo de Jimin ponerse un poco rígido mientras las manos del menor se remueven de su pecho, empujándolo, un poco. Levanta la vista de su lugar en el hombro de Jimin.
-Cámara… no debemos- Jimin explica, mira hacia arriba y luego de vuelta a los ojos de Yoongi.
Yoongi ríe en respuesta, moviendo su boca contra la oreja de Jimin.- ¿Esto viene del chico que me estaba pidiendo que lo tomara en medio de un callejón abierto?-
Jimin lo mira con la boca abierta, y Yoongi se mueve para plantar un beso en un lado de su oreja.- Es sólo por razones de seguridad. Deja que vean, de todos modos, les he mostrado situaciones peores-
Jimin se sonroja pero permite que Yoongi presione besos en su oreja, a través de su línea de la mandíbula, todo el camino hasta la barbilla.
Ding.
El elevador suena mientras las puertas comienzan a abrirse y Jimin voltea para ver si ya llegaron a su destino.
Sus ojos se abren al darse cuenta que sólo están en el octavo piso. La puerta se abre por completo, y mira a una mujer de mediana edad levantar la mirada y encontrándose con su mirada. Observa disgusto cruzar por su rostro mientras lo mira a él y a Yoongi.
-Hyung…- murmura Jimin, presionando sus manos contra el pecho de Yoongi, empujándolo suavemente. Yoongi gira ligeramente la cabeza, sus labios todavía unidos a la mandíbula de Jimin, usando sólo un ojo para mirar a la puerta mientras la mujer entra. Da un paso hacia atrás ligeramente, mueve su rostro lejos de la mandíbula de Jimin.
Jimin baja la mirada hacia el piso, sus mejillas rojas, y Yoongi se toma un momento para presionar un firme y casto beso sobre sus labios. Jimin se sonroja aún más mientras se gira para mirar de frente, observando desde la esquina de su ojo a Yoongi arreglar su chaqueta de cuero.
-Señora Jeon- Yoongi sostiene una sarcástica sonrisa en su rostro mientras mueve ligeramente la cabeza con cortesía.
Mientras Jimin se da cuenta que Yoongi conoce a la mujer, sus ojos se abren y levanta un poco la cabeza para mirarlos. Sin embargo, la mujer no le dedico ni una mirada, y Jimin deseó que el suelo se lo tragara.
-Min Yoongi- la señora respondió, su voz fría y carente de cualquier emoción. Jimin cataloga la situación como “distante” para futuras referencias, y sube la mirada para ver que sólo han cruzado el piso 14. Todavía quedan 16 pisos.
Jimin mira a Yoongi sonreír cínicamente a través del espejo, y puede decir que las palabras en la punta de la lengua del mayor son cualquier cosa menos agradables.
-¿Cómo está el pequeño bribón?- Yoongi pregunta y mira felizmente como la señora se endurece aún más.
-Su nombre es Jungkook- la mujer responde a través de sus dientes, voz aguda.
-Muy bien- Yoongi le vuelve a lanzar una sonrisa encantadora,- ¿cómo está el pequeño Jungkookie? Escuché que aplicó para el programa de música de mi universidad. Consiguió quedarse, ese talentoso mocoso-
-También ingresó a Finanzas Nacionales de Seúl- la mujer responde, con orgullo muy evidente en su voz.
-Ah- Yoongi articula perezosamente,- puede que sea así, pero ¿va a ir a la Nacional de Seúl? Lo último que supe es que estaba considerando la oferta, y pensaba especializarse en baile-
-No lo hará- Jimin miró el intercambio mientras la mujer trataba de mantener su temperamento bajo control, las palabras de Yoongi obviamente la habían provocado, como estaba previsto.
-No sabe eso- Yoongi lanzó al azar, sin dejar de sonreír.- Incluso podría huir si no lo deja. El niño es determinado y rebelde-
-El hecho de que no respetes a tus padres no significa que otros chicos harán lo mismo- había ácido en sus palabras, y Jimin ve como Yoongi se tensa. Es muy ligero, pero con lo cerca que está de Yoongi, no hay mucho de lo que se pueda perder.
-Además- la mujer se gira para añadir,- por favor no te asocies con mi hijo. No permitiré que le metas ningún tipo de ridículas ideas en la cabeza-
-No puede controlar a quién veo, y por cómo se ven las cosas, tampoco lo hace con su hijo- la voz de Yoongi es fría y dura y envía escalofríos a la espina dorsal de Jimin.
Al ver al mayor así hace que tenga segundas dudas de nuevo sobre toda la situación. Está seguro que a Yoongi no le importaría si decidiera irse ahora.
Sin embargo, su cuerpo parece tener mente propia, porque se encuentra con sus dedos moviéndose para jalar el dedo meñique de la mano derecha de Yoongi. La mano está enroscada en un puño, pero se desenrosca mientras Jimin lo toca.
Yoongi se vuelve hacia Jimin mientras el chico sostiene sólo el dedo meñique de Yoongi en toda su mano. Levanta una ceja hacia el menor, que le devuelve la mirada, pero no lo suelta.
Yoongi sonríe y gira sólo la parte superior de su cuerpo y planta un beso directamente en los labios hinchados de Jimin. Jimin cree oír un suave y entrecortado “gracias”, pero no está muy seguro.
La mujer se mofa mientras Yoongi se aleja de Jimin.- Aléjate de mi hijo, Min Yoongi. No quiero que tus gustos lo influencien. Sólo porque tu vida es un desastre, no significa que debas ir por ahí arruinando a otras personas para sentirte mejor-
Jimin siente como Yoongi tira de su dedo meñique fuera del alcance de Jimin, pero en lo que Jimin considera un movimiento sorprendente, Yoongi entrelaza sus dedos. Jimin siente su mano ser apretada, con fuerza, pero no lo suficiente como para hacerle daño.
Jimin libera el aire que no se había dado cuenta que estaba reteniendo cuando el ascensor se abre y la mujer desciende, girando a la derecha.
Yoongi lo jala para salir del ascensor también, pero gira a la izquierda en lugar de la derecha. Con cada paso que dan, el estómago de Jimin se hunde un poco más cuando la realidad de la situación lo alcanza. Se detiene en el extremo del pasillo delante de una puerta color caoba.
Jimin ve como Yoongi introduce el código de acceso, antes de que la puerta se desbloquee y Yoongi la empuje para abrir.
-Yoongi hyung- Jimin habla suavemente y Yoongi se gira para mirarlo.
“No se enojara si le pido ir a casa ¿verdad?” Jimin se pregunta mientras abre la boca para hablar.
-Ultima oportunidad, niño. Vuelve ahora si quieres- dice Yoongi, adelantándose a Jimin. Se suelta de la mano de Jimin, entra, y se da la vuelta, manteniendo la puerta abierta,- ¿Qué será?-
Jimin duda, y a pesar de lo que su mente le está diciendo, toma una respiración profunda y cruza el umbral.
Yoongi cierra la puerta.