Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Seductora venganza por Chiaki28

[Reviews - 225]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!! Mil gracias a todos los que han leido esta historia y me han regalado su apoyo; este capitulo va para Miny Nazareni porque al final el primer comentario es el que lo mueve todo; asi que muchisimas gracias!!!

Espero que les guste <3 <3

Ritsu Pov

Tener que vivir constantemente inmerso en el miedo como si me tratara de un pequeño animal al cual se empeñan en cazar, correr por mi vida en un callejón sin salida, desear que el mañana jamás llegue para no tener que abandonar mi habitación; la cual  se ha convertido en el único refugio que tengo.

Esos son pensamientos que tengo a diario después de llegar del infierno que los demás llaman escuela; yo lo único que aspiro es tener un par de horas de descanso de toda esta pesadilla, poder respirar sin temor a que me golpeen por la espalda, poder subsistir sin que mis piernas tiemblen por culpa de sus ojos color miel.

Sin importar las veces que repaso mi vida no logro encontrar la razón por la que Takano me molesta, no es justo, yo soy igual a los demás, no le he hecho nada y aun así me he convertido en el objetivo de todas sus burlas.

Es como si se profesara satisfecho al haberme desecho, como si lo alimentara mi sufrimiento; mientras yo pierdo todo el sentido de la realidad que me rodea, apreciándome  atrapado en este mundo, es como si me envolviera una reja llena de púas de la cual me lastimo cada vez que intento escapar, ya no sé qué hacer, ni si quiera puedo dormir sin tener pesadillas con mi abusivo; puedo ver cómo me estoy desmoronando.

Sé que si le digo a mis padres de mi situación solo lo empeoraran cuando ellos hablen con el director y el azabache desate toda su furia en mi por haberlo delatado, sé que lo correcto también seria alejarme de Akihiko para que ya no se vea más afectado con este maltrato; yo debería quedarme solo para poder pagar las consecuencias que me han impuesto, lo correcto sería que solamente me hiciera llorar a mí, pero no puedo alejarme de mi único amigo, me da rabia ser tan egoísta, sin embargo, lo necesito o no seré capaz de volverme a levantar.

Takano es un misterio para mí; llego a esta escuela con una gran reputación de donde lo expulsaron; al comienzo nadie se atrevía a hablarle hasta que se convirtió en el rey de este sangriento juego en el cual yo soy su presa.

Tener que comer con temor a que me arrebaten el alimento, andar siempre con un cambio de ropa extra por si él me ensucia la que tengo, dejar que el maldito me copie en los exámenes y se saque buenas calificaciones a costa mía, no poder dormir para no ver su rostro convertido en el demonio de mis pesadillas, de a poco me desarmo, me estoy quedando vacío con la locura que está naciendo por su culpa.

Tengo tanto miedo; esa es la razón por la que no lo confronto ¿Cómo revelarse ante el hombre que tiene el poderío de todos mis compañeros? ¿Cómo confrontar a alguien que los demás proclamaron como su Dios? No se puede; yo no me puedo revelar o este nivel de maltrato subiría a uno aún más dañino; el cual no sé si seré capaz de soportar.

Todos tenemos un límite que podemos tolerar, y aunque yo suene patético al haberlo soportado menos de dos meses siento que estoy hecho mierda, que cada día estoy más muerto, cada vez me doy más asco y lo que más me frustra es que ni si quiera sé el motivo por el cual de a poco me estoy pudriendo.

Un fuerte golpe en la espalda me libero de mis dolorosas ensoñanzas para regresarme a mi lastimera realidad, observe atento que el profesor no me estuviera vigilando para poder voltearme a ver a Takano sin que me quitaran el examen.

“¿Qué quieres?” Le pregunte molesto arqueando el entre cejo para expresar mi evidente frustración al haberme convertido en un repulsivo títere en lo que él ha declarado como su juego; manipulándome sin pudor alguno.

“Oda necesito que te corras más a la derecha e inclines la hoja de respuesta” Apreté con rabia e impotencia mis ojos limitándome a obedecer.

¿Porque? ¿Por qué mierda debía pasar esto? La vida no es justa, yo me he esforzado tanto por poder sacar buenas calificaciones, he trabajado duro, ha sido mi sudor el que se ha derramado, mis noches de vela; mi esfuerzo, mi trabajo y aun así él me arrebata todo lo que tengo porque sabe cómo manejarme.

Esto no es justo; me enferma que saque buenas notas solo porque yo le permito copiarme al conocer mis puntos frágiles, me detesto por ser tan débil y dejar que el temor me domine de esta forma, desearía ser más fuerte, pero no lo soy, la cruel realidad es que soy alguien que los demás pueden pisar.

He pensado tantas veces en marcar mal las respuestas y cambiarlas a último minuto, sin embargo, si el azabache descubre que nuestras calificaciones divergen sé que me golpeara con fuerza hasta desmoronarme, que me empujara hasta que mi cordura se acabe y yo ya no tenga más llanto de derramar.

Por eso ya me he resignado a convertirme en el vacío peón de su juego de ajedrez; aunque esto me duele más de lo que puedo expresar se siente como si cada día estuviera un poco más muerto, un poco más débil y cansado de esta misma rutina.

Con maestría acabe rápidamente el examen para poder entregarlo con la esperanza de que el joven de ojos miel aun no hubiera copiado todas mis respuestas, levante la mirada hacia Akihiko haciéndole una leve seña con la cabeza como indicación de que ambos concediéramos al mismo tiempo para poder huir de los demás.

EL peli plata levanto su mano entregando sus hojas mientras yo imitaba sus movimientos con la tenue ensoñanza de que por quince malditos minutos esta pesadilla quedara como un amargo recuerdo y mi alma pudiera descansar de este sadismo.

Con la cabeza gacha camine detrás del más alto hasta llegar a la biblioteca de la escuela; trágicamente el único lugar que es seguro para que podemos descansar en los recesos sin el azabache, el sitio en el que Takano jamás nos ha encontrado, levante mis ojos sonriendo de manera lastimera al frustrado hombre de orbes violeta.

“Ritsu dime ¿Te copio de nuevo?” Me pregunto con una notoria ira reflejada en cada una de sus palabras.

“¿Qué crees que fue lo que paso?” Le respondí con algo de ironía “Akihiko la última vez que le impedí que viera mis respuestas al llegar al salón tenía toda la mochila llena de basura y mis cuadernos bástate mojados por al agua que les habían derramado, perdí la materia de casi un mes y si no hubiera sido por tus apuntes no la habría podido recuperar, yo no me volverle a arriesgar a esa humillación” Proclame con seguridad recostándome en el regazo del más alto quien comenzó a juguetear con mis cabellos.

“Me alegra tanto que Misaki no esté en este infierno de mierda” Pregono el mayor apretando con algo de rabia sus dientes “¿Sabes? Al comienzo me daba mucha pena estar en escuelas diferentes, hoy lo agradezco tanto; es mejor que sea a nosotros y no a él” Musito relajando su cuerpo para seguir con sus mimos.

“Perdón” Murmure dándole la espalda sin poder salir de sus piernas “Perdóname por haberte arrastrado también en esto” No lo podía contener;  la culpa me carcomía; porque si Akihiko no fuera mi amigo él tampoco se vería envuelto en esta clase de conflictos, yo en verdad lo lamento tanto, no hay dolor más grande que dañar a las personas que te esmeras por proteger y eso es justo lo que estoy haciendo.

“No te disculpes” Me ordeno levantando de su regazo para entrelazar nuestras miradas “No pidas perdón como si estuvieras destinado a sufrir esa clase de maltratos por él, Ritsu nosotros no somos menos o inferiores para que nos torturen de esta manera” Me consoló el hombre de cabellos plateados sin dejar de acariciar mi rostro.

“Si no somos diferentes; si somos exactamente igual a los demás ¿Porque mierda nos debe torturar a nosotros? ¿Por qué solo me molesta a mí?” Pregunte derrotado escondiéndome detrás de mi flequillo.

“No lo sé” Murmuro el más alto forzándome a contemplarlo “Pero a mi también me duele; no creas que eres el único afectado con esto y no ganas nada reprimiendo todo tu dolor, para eso somos buenos amigos” Sin poder evitarlo me arroje a los brazos del peli plata para permitir que su esencia me envolviera y callara todos mis temores.

“Es tan patético que no pueda soportar a Takano; me siento estúpido” Susurre dejando que uno de mis pensamientos escapara de mi mente.

“Ritsu te golpear si vuelves a decir eso” ME amenaza el joven de orbes violetas con una tierna sonrisa que contradecía la agresión de sus palabras “NO te sientas tonto por tenerle miedo al imbécil del nuevo; yo también le tengo pavor porque él conoce nuestros secretos y debilidades” Se expuso el más alto “Y yo me siento lleno de rabia al no poderte defender bien” Abrí mis ojos con sorpresa esbozando una afligida expresión.

“Mejor leamos un poco antes de regresar a clases” Le ofrecí extendiéndole un libro para callar esta dolosa conversación.

Yo no quería que Akihiko se convirtiera en un protector o en una especie de guardián al verse obligado a defenderme por la latiente impotencia de la que era presa mi cuerpo, no ambicionaba seguirlo hundiendo conmigo con esta clase de depresión, no codicio ser él que lo crucifique y condene a esta oscuridad.

Porque él me importa creo que lo debería alejar; si él continua a mi lado cosas peores le ocurrirán, si Akihiko se atreve a confrontar a Takano él liberara a sus secuaces y ellos se encargaran de convertirnos en una burla aún más grande de la que ya somos; yo no podría resistir eso, no veré como mi  amigo tiene que lidiar con las consecuencias de mis actos.

Se supone que la juventud en un momento para ser una persona hermosa y brillante; resplandeciente que emane y desborde sueños imposibles, por esa razón yo me siento fuera de lugar al no tenerlos; al ya no poder mirar a mi mundo con los mismos ojos llenos de ingenuidad con los que llegue a esta clase, es como si estuviera desaliñado con todos los demás, simplemente no encajo en este panorama.

Akihiko sí lo hace, él tiene un futuro planificado con su pequeño castaño mientras que yo solo ambiciono poder llegar a casa sin alguna novedad en mi mochila u otro trauma marcando mis pesadillas, ya jamás volveré a ser ingenuo, eso es algo que Takano me arrebato por siempre al igual que mi tranquilidad.

Intentando en vano concentrarme en aquel libro al azar que escogí me dedique a leer la misma frase cientos de veces como si esta quisiera permanecer grabada en mi mente ayudándome a olvidar el constante temor que nacía en mi pecho.

Cuando el timbre sonó anunciando nuestro fin de descanso el peli plata me tomo la mano de manera protectora para guiarme hasta el salón; lugar en el cual para mi desgracia Miyagi-sensei se había ausentado dejándonos dos infernales horas libres.

Mi amigo pareció leer mis temores ante la situación al llevarme a los bancos más apartados como si intentáramos escondernos del azabache y de sus múltiples seguidores, quienes estaban entretenidos hablando de cosas sin sentido en una aglomeración un tanto sospechosa.

“Quita esa cara de terror” Me pidió el peli plata de manera suplicante sin liberar mis manos de su cariñoso agarre.

“Pero es que se ve que están planeado algo” Me excuse observando cada movimiento de las personas del  grupo del hombre de ojos miel.

“Ya estas paranoico otra vez” Se burló el más alto revolviendo mis cabellos para poder tranquilizar mis sollozos.

“NO estoy paranoico” Me defendía superficialmente sabiendo que ahora toda mi existencia giraba en torno a las acciones del azabache.

“Mira en vez de prestarle atención a esos imbéciles y su tarado líder, préstamela a mí; tu amigo se siente abandonado” Se quejó con un infantil puchero que me saco una tenue risa de mis agrietados labios.

“Tú sí que eres egocéntrico” Murmure apoyando mi mano en la mesa para permitir que mi rostro descasara en esta.

“Pero me amas ególatra y todo, después de todo llevamos años con la misma relación” Rodee los ojos en señal de fastidio sin poder evitar que una ligera opresión se quitara de mi pecho al ver sus intenciones por distraerme.

“Si hubiera sabido que te convertirías en esta clase de hombre tan petulante y con complejo de Dios jamás te habría hablado cuando éramos niños” Pregone sabiendo que destrozaba el orgullo de mi acompañante de manera descarada.

“Oye si tuviera complejo de Dios le habría contado a todo el mundo aquella vez en que accidentalmente te roce cierta parte sensible” Se burló con una sonrisa socarrona mientas mis mejillas se encendían por la vergüenza.

“Dijiste que te llevarías ese secreto a la tumba” Lo regañe arqueando las cejas sin poder disimular mis sentimientos.

“Pero tú comenzaste a molestarme” Río el más alto recostándose en su silla “Una de las grandes ventajas de ser tu amigo es conocer cada momento vergonzoso por el que has pasado y podértelos recordar” Con una falsa rabia golpee el hombro del hombre de ojos violetas quien pretendió estar herido por mi ataque.

“Idiota” Musite cruzando los brazos para después cerrar los ojos en señal de ira “Si te confió esas cosas es por algo”

“NO te enfades” Me pidió acariciando con duda mi mejilla “Sabes que yo guardo con llave esa carpeta en mi mente que se titula “Los momentos más penosos de Oda Ritsu”; después de todo soy tu amigo” Por alguna razón esas palabras solamente lograron que la vergüenza me terminara por consumir.

“Tú en verdad no tienes” Sin poder lograr acabar mis oraciones sentí como un fuerte golpe se posicionaba en mi cabeza “Duele” Musite para mí mismo observando con angustia la dirección de dónde provino el ataque; paralizándome al ver como un sonriente azabache respiraba en contra de mi espalda.

“¿Qué te paso Ritsu?” Me pregunto preocupado mi camarada mientras llevaba mi mano hasta mi nuca al sentir un peso en extra.

“¿Creíste que no me daría cuenta de esa poco disimulada escapada del examen?” Me preguntó con imponencia el más alto posicionándose al frente mío “Mi pequeño Oda, nosotros tenemos un trato, tú estudias yo copio”

Sin dejar de fruncir el ceño recorrí todos mis cabellos hasta encontrarme con algo húmedo; pegajoso y tirante en ellos, con pavor intente arrancar aquella sustancia en vano mirando con algo de temor reflejado en mi cara el hombre de misteriosas orbes miel.

“¿Qué fue lo que me hiciste?” Le pregunte histérico al no poder retirar aquel asqueroso objeto de mi cabeza.

“Mis cómplices estaban algo aburridos así que hicieron una gran bola de pegamento mesclada con otras cosas que no quieres saber; la cual por accidente se estrelló en contra de tu gran cabezota” Akihiko golpeo con rabia la mesa desafiando en silencio el azabache.

“Tú no tienes escrúpulos” Mascullo con ira acercándome de manera protectora a su cuerpo; enseñándome lo patético que era al no ser capaz de batallas mis propias luchas sin su apoyo y aliento.

“Mucha cautela homosexual, aun no la agarro contigo, pero si interfieres en mi relación con Oda no dudes en que te destrozare” Lo amenazo el mayor retirándose del lugar mientras mi amigo sin cuidado alguno jalaba esa repulsiva bola de pegamento.

“Esto duele” ME queje dejando escapar un par de quejidos desde mi garganta, sabiendo que sin importar cuando lo anhelaba disimular mi realidad es esta.

“Ritsu no creo que vaya a salir” Suspire resignado dejando que el peli plata tirara con fuerza una última vez de aquel resbaladizo pero inmóvil objetivo.

“Esto es un asco; de verdad me dan rabia estas estupideces” Murmuro enseñándome sus manos cubiertas por un viscoso liquido “Ni si quiera sé que fue lo que te arrojaron, pero lo mejor sería cortar tu cabello antes de que tome más territorio en tu cabeza” Observe con una mueca de desagrado las manos de mi amigo cubiertas por esa misteriosa sustancia verde mientras la rabia me consumía por esta clase de maltratos injustos.

“Córtalo” Proclame sacando de mi mochila un par de tijeras para extendérselas al más alto quien me miraba con incertidumbre.

“¿Pero qué? Ritsu yo no soy peluquero, te quedara horrible” Se quejó con nervios el chico de ojos violeta negándose a aceptar mi petición.

“Si mi madre me ve así las preguntas comenzaran, lo mejor será acabar con esto antes de que se acabe la jornada” Admití derrotado entrelazando nuestras miradas para enseñarle que no lo culparía por los resultados.

“Está bien” Musito tomando aquel útil para comenzar a cortar con algo de temor mis castaños cabellos; procurando que esa extraña sustancia saliera de toda mi cabeza mientras el frío atacaba mi cuello al encontrarse expuesto.

Después de un par de dudosos minutos el peli plata me enseño una grotesca bola blanca con un par de extrañas pintas verde y muy mal olor; con irritación cerré los ojos tocando con nostalgia mí ahora disparejo corte de cabellos.

“Tranquilo Oda te ves muy guapo” Se burló el chico de ojos miel con satisfacción para regresar con su grupo planificando mi caída.

“NO le hagas caso” Me pidió con gentileza el mayor dejando con repulsión aquel asqueroso objeto en la mesa de al lado “Cuando lleguemos a tu casa yo te lo cortare más parejo con algún tutorial de internet”

Lo único que pude hacer fue sonreír de manera lastimera mientras el remordimiento crecía ante cada una de las acciones que tenía el azabache conmigo, yo jamás he odiado a una persona; sin importar lo cruel que sea no puedo crear sentimiento negativos en su contra, sin embargo, Takano me está empujando al borde de la locura, él se ha convertido en la gran excepción a mis reglas de tranquilidad, tan solo quiero que el maldito me deje en paz.

Notas finales:

Primero recalco que todos tienen su motivo de actuar, no lo justifico pero para que no digan que es al azar.

Bueno las cosas si son dificiles para mi pequeño; pero para estar marcado tantos años por alguien debe haber pasado algo fuerte...solo sean pacientes.

Espero que les haya gustado; ojala comenten y mil gracias a todos los que leen <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).