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Tu mas valiosa confesión por Aless_chan

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Notas del capitulo: ¡Mi primer fanfic de The Prince of Tennis! ¡¡Con los chicos mas lindos!! Syusuke X Eiji ^^

Tu mas valiosa confesión

 

   Fue esa tarde soleada, cuando sus ojos azules comenzaron a observar a aquel muchachito de graciosos cabellos castaños, algo colorados. Syusuke se sentía raro, observaba a Eiji con otra mirada, una mirada mas dulce...

   Una tarde, Eiji practicaba solo en una de las canchas de tenis, cuando Syusuke llegó y se sentó a observarlo. Llevó consigo un par de latitas de gaseosa y al cruzar la mirada con el joven de tenis acrobático, lo invitó a descansar unos minutos y sentarse a su lado.

   Sonriendo, Eiji se acercó y apoyó su raqueta a un lado del banquito.

 

-         Cómo estas, amigo? – Le preguntó a Syusuke, que quedó unos segundos en silencio, contemplando el azul oscuro en los ojos de su compañero.

-         Bien, muy bien – Sonrió al fin y le entregó una de las gaseosas.

-         ¡Que amable de tu parte traerme esto! – Dijo Eiji tomando la lata y dándole un abrazo. Syusuke disfrutaba cada vez que Eiji hacía eso, se sentían cálidos, dulces... No pudo evitarlo y sonrojó un poco.

-         ¿Sucede algo? – Le preguntó su compañero al ver el rubor en sus mejillas.

-         No, nada, nada, estoy bien.- Intentó disimular mirando hacia otro lado. Aunque se moría por decirle lo que realmente pensaba.

-         ¿Quieres jugar tenis conmigo?- Preguntó Eiji levantándose y tomando su raqueta, mientras miraba a Syusuke. ¡Claro que jugaría con él! Por nada se perdería de compartir un juego con quien tanto apreciaba en ese momento.

-         Seguro, ayúdame a levantarme. – Dijo y extendió su mano hacia su compañero para que lo ayudara.

-         ¡Arriba, amiguito!- Eiji le tomó la mano y así Syusuke estuvo de pié.

 

Pero el rubiecito no quiso soltarlo, cuando su compañero se dispuso a caminar hacia la cancha, lo detuvo con un tironcito. Pudo entonces captar su atención. Los ojos de Eiji lo observaban sorprendidos:

 

-         ¿Qué pasa, Syusuke?- Se interesó.

-         Eiji... Yo... Yo... – Pero en ese momento sintió que se ruborizaba otra vez, su corazón comenzó a latir con fuerza y las piernas y manos comenzaron a temblarle, tuvo que soltarse enseguida y dijo entonces - ¡Yo te ganaré! -

-         ¡Eso lo veremos ahora!- Y de un saltito se paró al lado de Fuji a quien llevó abrazado  hasta la cancha.

 

“¡Que tonto fui!” Se decía por dentro mientras jugaba torpemente el partido. Aun los nervios seguían jugándole una mala pasada.

 

-         ¡Estas rindiendo mal, Syusuke!!!- Reía Eiji que jugaba con todas sus ganas e iba ganando con gran diferencia.

 

Cuando finalizaron el juego, Eiji invitó a su amigo a que lo acompañara a un lugar donde solía ir a descansar. Syusuke aceptó sin dudarlo y lo acompañó. Los nervios aún no habían cesado. Ahora eran peores.

 

-         Te noto algo raro, Syusuke, desde hoy estas actuando algo raro... Puedes confiar en mi si necesitas hablar de algo con alguien. –

 

Pero el chico seguía en silencio y solo sonreía intentando cubrir su intranquilidad.

 

-         ¿Tienes frío? Porque estas temblando.- Eiji notó esto, se quitó la chaqueta y se la colocó a su amigo en la espalda. La tibieza de la prenda de Eiji llegó al alma de Syusuke quien sonrió sonrojado y agradeció enseguida:

-         Gracias, que atento eres. – Lo miró y ya no pudo quitar fácilmente la mirada de su amigo quien le sonreía dulcemente.

 

Llegaron a una especie de terraza. Allí no había nadie, solo las estrellas que en lo alto comenzaban a destellar. Se sentaron, observaron las luces de la ciudad que se prendían de a poco. La luna se reflejaba en el oscuro mar. Los chicos se encontraban en silencio. Eiji cerró los ojos mientras respiraba la brisa fresca de la noche:

 

-         Que reconfortante, ¿no? – Dijo luego de dar un suspiro que lo llenó de energía.

-         Es una noche tan bella... – Fuji ahora lo observaba seriamente, ya sus ojos se dejaban ver claramente, no mostraba su típico gesto de “ojitos cerrados” y simpáticos. Tenía que decirle de una buena vez lo que estaba sintiendo desde hacía un tiempo atras, y a medida que avanzaban los días, se intensificaba. – Eiji debo confesarte algo... He querido decírtelo, pero no me he animado... Y pienses lo que pienses estaré tranquilo de que te lo dije, porque se que si no lo hago me arrepentiré...-

 

Su compañero lo observó curioso. Algo serio, pero enseguida dibujó en su rostro una leve sonrisa.

 

-         Anda, dime, no temas, para algo somos amigos.-

 

   Pero “amigos” a Syusuke no le bastaba... Hasta dudó en contar sus sentimientos una vez mas por esa palabrita que describía un gran sentimiento, la amistad, y temía arruinarlo todo. Fue entonces que sintió un nudo en su garganta y creyó que las lágrimas se le escaparían. Eiji se preocupó, porque el rostro y los ojos de su amigo reflejaban tristeza.

 

-         Syusuke, ¿Estas bien? – Pero Syusuke no pudo evitarlo y se sentó en el suelo cubriéndose el rostro y ocultando su llanto.

-         Syusuke, ¿Qué te pasa? ¿Te sientes bien? ¿Necesitas que llame a alguien? Si quieres busco ayuda... – Los brazos de Eiji envolvían a Fuji. No había nada mas tierno que sentir aquella sensación, pero temía decir las cosas de una buena vez.

-         Estoy bien, Eiji, estoy bien – Intentó sonreír.

-         No, no lo estas y quiero que me digas cual es la razón... Dime, quiero ayudarte, por favor... Necesito ayudarte.-

Al oír esto, Syusuke levantó la mirada hacia el chico que le sonreía mientras le secaba las lágrimas.

-         Dime que es lo que te pasa... –

-         Eiji, yo... Yo... – Sus mejillas se ruborizaron una vez mas, debía decirlo de una vez – Eiji, yo... te... te... Te q... –

-         ¿Me quieres Syusuke? – Lo interrumpió - Porque yo si lo hago. Te quiero demasiado. –

 

Fuji lo miraba atónito, no podía creer lo que sus oídos habían escuchado. Fue algo hermoso, algo que acarició su alma que tanto temía en contar la verdad, en liberar aquellos sentimientos de amor que sentía por la persona que lo abrazaba tan tierno en ese momento.

 

-         Yo, te amo... – Dijo por fin Syusuke y se sintió mucho mejor que segundos antes.

-         Me alegra que así sea, me alegra mucho. Desde que te conocí tenía ganas de decirlo, pero no encontraba el momento justo para confesártelo. No tienes que llorar, solo decir las cosas de frente, sean cual sean las consecuencias que traigan. – Le acariciaba la mejilla ya seca de lágrimas. Se acercó y besó esta con tal dulzura que Syusuke creyó estar volando entre las nubes. Pero luego Eiji besó sus labios y lo abrazó por la cintura.

-         Que ricos – Le susurró al chico que había quedado mudo ante inesperada sorpresa.

 

Pasaron silenciosos un buen rato hasta que la noche cayó en su totalidad. Tomados de las manos, descendieron hasta llegar a una callecita.

 

-         Bueno, Syusuke, nos vemos mañana en el club; gracias por acompañarme... Me gustó haber compartido un lindo momento contigo. –

-         Lo mismo digo, Eiji...  – Sonrió tomándolo de la mano. – Creo que es la mejor noche de mi vida... –

-         ¡Me alegra much...!- Pero un beso interrumpió el comentario. Syusuke ya no tenía miedo de besarlo porque sabía que no lo iba a rechazar...

 

La confesión de Eiji, la mas valiosa para Syusuke, logró que dejara sus miedos atrás, fue lo mejor que le había sucedido en mucho, mucho tiempo...

 

                             Alessandrie

 

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