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(J-MIN/HOPEMIN) GOTCHA por BANGLOVETHEM7

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Eran uno de esos días donde te levantabas con un ánimo indefinido pues no sabías como iría el día, pero aun así te levantabas con la expectativa de algo.  Así ocurría con Jung Hoseok.

Después de una animada ducha y un simple desayuno que constaba de café. Hoseok no era amante de esos sabores, pero últimamente su cuerpo insistía en ser alimentado por esa bebida. Con su abrigo puesto y listo para enfrentar la luz, Hoseok salió de su apartamento dirigiéndose por las calles. No eran muy pocas cuadras para llegar de un lugar a otro, pues era una provincia muy pequeña. Era cuestión de minutos llegar. Una vez viajando al popular metro, compró su ticket, caminó  un poco más cerca del punto habitual, cerca del espacio de espera pero unos metros alejado. Justo al lado de una de las oficinas con ventanilla de servicio, donde un viejo conocido, siempre se encontraría con un impecable uniforme. Corbatín y chaqueta de suéter sin mangas. Muy parecido a esos uniformes de comida rápida.

-Jin-hyung, ¿Qué cuentas?

-Lo mismo Hoseok, ancianos y perdidos turistas sin rumbo.

-Suena… emocionante.

-Tú lo has dicho. –Jin ofreció un movimiento con su cabeza sin importancia y Hoseok bajaba su cabeza en entendimiento. Hasta que una ráfaga de viento golpeaba frescamente. Una de las cosas que caracterizaban el recinto, eran las inesperadas sopladas que te llevabas de regalo.

Hoseok las disfrutaba a veces demasiado. Cerraba sus ojos y dejaba que lo rodeara como si de un juego se tratara. Un gesto alegre inconscientemente se le dibujaba. Pero cuando esta terminaba, abriría sus ojos nuevamente con lentitud tratando de percibir con sus cincos sentidos de donde provenían.

Cuando pensó que ya era suficiente la atención a esos vientos, sus ojos observaron alrededor. Todo iba en su flujo normal. Excepto un individuo.

Un individuo se encontraba en el borde. El borde donde se supone que no te paras, porque que claro, es peligroso.    

Dobló su cabeza, tomado completamente desprevenido pues, alguien que está bien de la cabeza no hace eso. ¡Pero este individuo está en el borde! Sentado de piernas cruzadas como indio. Su cuerpo un poco o en lo que pensaba Hoseok demasiado inclinado hacia el borde, que solo te lleva hacia abajo.

El vacío’

-¡Demonios, el vacío! –Hoseok salió de su análisis inoportuno, exasperado a la ayuda de este chico –Uhh… ¡Oye! No deberías estar allí es-es… peligroso… –Pero el hombre no respondía. ¿Era sordo? -¡Hey! ¿Me oyes? Debes quitarte de allí, ¡podrías caerte! –Hoseok no quería hacer un escándalo pero no recibía respuesta. Y el chico, aunque no le podías ver su rostro, no se movía ni un centímetro.

Las luces del vehículo público se aproximaban desde lo lejos.

-¿Disculpa? Por favor oye-…. –Hoseok sacudió su hombro dudosamente, y el gran metro seguía acercándose –¡Oye! Te estoy hablando… -Situaciones como estas, ameritan actos contra la voluntad de los demás. En un ciclo de pocos segundos en si hacerlo o no, porque un subterráneo entraba rápidamente. Temía por la vida del individuo. Hoseok rápidamente rodeo sus brazos sobre el chico lanzándose arriba él, con la intención de llevarlos, o más como arrastrarlos y empujarlos a una distancia considerada del borde.

Muchas personas se percataron de lo sucedido, no duraron mucho prestándoles atención pues la vida de la cuidad era de prisa, y habían cosas más importantes que dos chicos encima del otro.

-¡Ugh! eso me sacara hematomas… -Hoseok ya casi que arrepentido de ese acto heroico, sin sentido, o esperen si tenía un sentido pero no apremiado.

Miro por primera vez al chico que nunca se tomó la molestia de responderle, y fue igual de sorprendente.

Su cara estaba marcada por lágrimas y sus ojos caídos, labios hinchados. Sus globos oculares estaban desgastados, lucia tan triste que Hoseok se preocupó aún más, como si eso fuera posible.

Ding

-Jung…Kook… -El individuo dijo, Hoseok quedo paralizado ¿Qué se supone que dices después de eso? Que voz tan estropeada, era el vidrio quebrado. El más triste de los sonidos, frente los oídos de Hoseok.

-¿Eh? –Sin intención alguna fue lo único que respondió, fue removido gentilmente por unas delicadas manos del torso del desconocido, era el mismo individuo que lo hacía. Incluso parado con gran fuerza.  El individuo silencioso, por muy sin sentido que fuera, pero sin importancia, se alejó dos pasos de Hoseok y dio una rápida reverencia. Sin decir nada, tal vez avergonzado pasó a un lado al peli-negro con abrigo.

Entró al gran metro ‘5 segundos por favor, alejarse’

En vista de esto Hoseok tomo sus pertenencias como un rayo, y con la agilidad que quien sabe de dónde la obtuvo, entró al vehículo alargado, con el riesgo de perder la mitad de su cuerpo en las asesinas puertas. Dentro, se tomó del primer tubo que sirviera como agarradero y se aferró por su vida mientras sudaba y respiraba cansado.

 -¿Qué-… que acabo de hacer? –Murmurando para sí mismo, el peli-negro tomo varios respiros antes de volver a lo que casi olvidaba. El chico del borde, también tenía cabello rojo escandaloso, por lo poco que pudo ver, y así hizo búsqueda. Todos dentro de sus mundos estaban, y Hoseok no captaba ningún pelirrojo que se pareciera al de hace un momento. Caminó con cuidado por el pasillo hasta que en uno de los vidrios de las puertas, se reflejó  su propia imagen, su cabello estaba despeinado. Inhaló aire, dramáticamente a tal vista, su abrigo también se había ensuciado un poco. Desempolvando su ropa y terminando de arreglar su cabello lo suficientemente decente.

Como por arte de magia o destino, estaba ese desconocido sentado en el asiento del extremo izquierdo, su cabeza tumbada en soporte al tubo de agarre y su cara no había cambiado un poco. Su mirada estaba perdida. Hoseok solo esperaba que este no fuera ciego o estuviera bajo algún psicotrópico.

Pues eso sería muy malo.

Pero ahora Hoseok no tenía nada que decir, claro que mucha curiosidad, pero no se atrevía ni a sentarse al lado del solitario individuo.   

‘Primera parada’

De rayos, todo se estropeaba de gente aleatoriamente. Fue empujado y hasta movido del lugar donde se ubicaba hace unos minutos. La gente podía ser muy ruda en estas circunstancias.

Nota mental

En la primera parada temiendo haber perdido a su “protegido”, Hoseok sintió alivio y aún más miedo cuando el metro solo estaba más vació y el individuo seguía allí. Pensando que lo más sensato era sentarse, por mucho que no quisiera hacer ruido, un gemido de dolor se le escapo.

-Argh… -Hoseok arrugo su cara ante la molestia, pero eso no fue todo. El chico de cabello rojo lo miró. Hoseok alzo sus cejas y desvió su visión al mismo tiempo que se sentaba en el lugar opuesto. Eso definitivamente en su estómago era hambre, o nervios.

30 segundos para la siguiente parada

Hoseok no sabía lo que hacía pero esa no era su parada y menos era su camino al trabajo. Era un rumbo distinto. Su cuerpo tal vez tenía una costilla rota y su ropa era un poco opacada por suciedad, así y todo, seguía caminando justo detrás de él. Hasta tuvo que detenerse cerca del edificio donde aquella persona entró.

Fue allí donde se percató de lo que hacía.

 

 

-¡Jung Hoseok que te ocurre eso puede tomarse como acaso sexual! –Hoseok a punto de una crisis por sus previos actos caminaba de vuelta al trabajo. –Ash… hoy sí que fue raro... –Hoseok tapando su cara con sus manos de vergüenza siguió caminando. Y pensar que solo era al comienzo del día.

 Suerte que podía llegar tarde.

Finalizando el día caminaba al metro más rápido de lo común, parecía que la rareza de su destino no terminaba. Hoseok esperaba algo, una señal, esperaba a ese alguien pero no alcanzaba a estar suficientemente seguro de si ese chico con ojos irritados había vuelto a tomar el mismo destino de regreso. Pues era estúpido dudar. Era el único metro, debía ser su camino de regreso, el único. Rebuscando en el tranvía a ver si lo conseguía era inútil, mejor era volver al punto donde lo encontró. Tal vez preguntarle a Jin-hyung. 

No hay nada en el borde, ni en el vació…

 

 

-Hyung, argh-… duele. –Hoseok llego a la estación desesperado y tal vez atemorizado. Mentiría si dijera que en el trabajo no pensó en él. Y no se distrajo pensando en lo peor que le podría ocurrir o le ocurrió porque nadie le pudiera haber tenido cuidado ¿Cómo ignorar algo así?

-Pensé que habita tenido un mal día, pero tú... luces peor ¿Estas bien? –Jin quien seguía aun impecable pero domado por el aburrimiento y el encierro, miraba a Hoseok a través de la ventanilla preocupado, levantándose se su asientito.

-No, no lo estoy. –Hoseok se apoyó en el vidrio, tumbando su cuerpo mientras su mano restaba en la inflamada parte de su cuerpo. –Escúchame, esta-… esta mañana había un chico de cabellos rojos… sentado en el borde, ¿Cómo es que nadie del servicio o seguridad estaba prestando atención a eso, uh? Podía haberse tirado o peor… ¡caído!

-Wow wow espera-….

-¡Ya me oíste! –Hoseok debía admitir que no estaba en condiciones de gritar

–¡No es mi culpa que aquí sean incompetentes! –Seokjin se volvió a sentar –Y aquí hay mucha gente ¿tienes idea de cuantos millones de personas pasan por aquí?

Teniendo ninguna respuesta de la persona más informada de la estación, Hoseok solo tomo pastillas para aliviar el dolor de su costilla. Que aunque si dolía cuando hacia movimientos bruscos, no era ese tipo de dolor insoportable pero Hoseok era  dramático por nacimiento.

 

 

~*~

 

 

 Sus pies aunque eran flojos, sabían el sendero que tomaban o tal vez era su cerebro quien sabía muy bien lo que quería. Ni siquiera llegando y ya buscando su duda entre la multitud que estaba a un lado. En el lado seguro de la estación.

Y por supuesto que el aun estaría allí.

Hoseok no sabía si alegrarse por finalmente haberlo encontrado o enojarse al verlo en el mismo borde de peligro.

Pero esta vez hay tiempo

Por nada se había despertado más temprano de lo normal, así que sin importarle si tenía una herida cicatrizándose dentro de él, básicamente aterrizó forzadamente al lado del individuo del día de ayer.

-¿Hola? –Más emocionado de lo que debería estar, esperaba un ‘Hola’ de vuelta, el cual no ocurrió. Pero sí pudo notar como el chico de cabello rojo se tensó cuando oyó su voz, cosa que le intrigaba –Uhm… ayer nos conocimos… bueno no nos conocimos, yo me lance encima de ti y-… lo lamento pero no respondías y a-b… ¿Hola? –Hoseok volvía a preocuparse, el individuo no respondía, no se movía y solo esperaba que su gran boca no haya sido la razón, a veces hablaba demasiado o preguntaba cosas indebidas –Espero no estés herido… -Hoseok con su mano detrás de su cuello, apenado no sabía que más decir o hacer.      

Después de no obtener más que ignorancia del individuo, miro alrededor, todos también ignoraban lo que ocurría, estaban prestando atención a quien sabía que de sus egoístas vidas. ¿Cómo ignoras algo así? Mirando una vez más y tragando nervios, se sentó a poca distancia de este humano sin vida.

Hoseok despertaría algo de vida en él.

-¿Podría preguntar por que te sientas en el borde? Es peligroso ¿lo sabes…? –Hoseok otra vez hablando aunque no tuviera respuesta –De solo estar aquí me da-… ¡vértigo! Urr… -Hoseok haciendo como gelatina se percató que el individuo movió su mano para pasarla por su cara y se balanceo en su peso varias veces, esta vez la inclinación de su cabeza en otra dirección, como escondiendo su cara.

lloraba

Presionando sus dientes buscó entre sus bolsillos el pañuelo que sabía que tenía de regalo por parte de su hermana en su cumpleaños. Tratando de tomar valor, se arrimó silenciosamente. Entre el pañuelo en sus dedos, acercando su cara a lo que podría llamarse acoso y violación de espacio personal, en su oportunidad de limpiar  una de las lágrimas recién caída a lo largo de la prominente mejilla del individuo, posó sus dedos en intento de secarla.

-Yo-uh… -Hoseok miraba a todos lados nervioso, el chico probablemente de su edad, saltó de un susto cuando colocó  sus dedos allí y volteó, una crisis de llanto retenida –Al menos tómalo… -Hoseok agitaba en énfasis de señalar el objeto en su mano. -¿Por favor?

Como si este quisiera decir algo lo miró amarga y  melancólica mente sin poder contenerse, lo agarró zafándolo de sus dedos y aunque no seco sus lágrimas, coloco el delicado trozo de tela bordado y lo presiono en su boca con sus palmas. Estaba tapando su llanto pero seguía teniendo vista al vacío.

Abriendo su boca en un intento de decir otra palabra más, falló. Solo pudo observar esa crueldad frente a él.

Sin más que esperar, se quedó allí hasta que este se levantara, tan sonámbulo como el día anterior. Se levantó sin aviso alguno, justo como ayer su cara hinchada, rojos labios. Solo le dio una reverencia a Hoseok y con el mismo ánimo, si es que eso existía dentro de él, caminó hacia el metro. Solo que Hoseok ya no le dolía esa costilla, y si le molestaba eso, no tenía importancia.

En el extremo izquierdo, su cabeza tumbada. La segunda siguiente parada y Hoseok fue tras él. Agradecía que este no lo considerara un acosador, eso sería terrible aunque no pensaba que nada fuera más catastrófico que la vida de este ser.

 

-¡Urgggh… ni siquiera preguntaste su nombre! –Al rato no pudo obviar que volvió con la misma rutina, golpeo su frente –Eres de los peores ‘stalkers’ de la historia. –Hoseok se sermoneaba así mismo –Ni siquiera puedes conseguir una cita… y pretendes consolar a un desconocido. –Hoseok alarmando a muchos a su alrededor por su solitaria charla, hizo una reverencia -¡Genial! Ahora te creen lunático Jung Hoseok, ahaha… uh-… ¡joesong-hapnida!

Desapareciendo de la vista de muchos, hizo una promesa, No importaba lo que fuera pero obtendría su nombre. Y el individuo sabría el suyo claro. Eso era suficiente, un gran paso, ¿no?

 

 

~*~

 

 

-Vamos Hoseok no es una cita solo le haces saber quién eres, y él te dirá quien es. –Hoseok murmuraba mientras llevaba una bolsa con diferentes dulces y golosinas, y en su otra mano cafés de diferentes sabores. Aun no sabía su nombre y menos sabía sus gustos, así que compró un poco de todo. Por las dudas.

Hoy no iría a trabajar pues era su día libre. Llevó ropa más informal, con suerte el individuo se fijaría en él. O tal vez le escupiría el café en la cara, y le diría que lo dejara en paz. Hoseok era un bollo de pánico e inseguridad.

Al cabo de unos diez minutos, tratando de encontrarlo, se sentó en uno de los asientos del sitio un poco agotado, ¿Por qué todo era tan difícil cuando quería hacer algo? Menos mal que las bebidas conservaban su calor y los dulces permanecían intactos. Tal vez él había llegado muy temprano, ni siquiera era el turno de trabajo de Jin-hyung.

Ráfagas de viento fresco llegaron alrededor de Hoseok, al fin algo agradable el día de hoy. Cerró sus ojos para apreciar el obsequio. Podría quedarse todo el día pero nada es para siempre y así como la ráfaga llegó, también se fue. Abrió sus ojos un poco menos nervioso y más de buen humor, echó un vistazo.

‘¡Allí esta!’

Hoseok saltó en sus pies, parándose de un brinco, sus ojos se agrandaron. Allí el individuo en un momento tal vez de prisa, corría en dirección ¿hacia Hoseok? Definitivamente venía en esa dirección su cabello corría junto con él. Se veía grandioso era incluso mágico porque junto con él, venía acompañado otra ráfaga de viento. Hoseok estaba estupefacto, se acercaba aún más, podía sentir los laditos de su corazón acelerarse. Como cuando vas a probar el primer juego de atracción  y tu estomago no colaboraría en hacerte sentir mejor, pero tampoco tan mal.

‘Solo para cruzar al otro lado’

Claro que este doblo de dirección, sus pies volviendo al mismo punto. Hoseok en un momento de decepción, tal vez herido pero no de una costilla. Sonrió para sí mismo, retirando sus ojos. Pero aún era una buena oportunidad, si mal no calculaba todavía había mucho tiempo para hablar y conocerse. Tomó las escusas para compartir con el desconocido.

‘Esta vez no estaba llorando’

-Uhum… -Aclaro su garganta, ¡esta vez sí pudo atraer su atención! –Ho-hola ahahaha… me llamo Jung Hoseok. –No era la mejor charla de su vida, pero aún no lo ignoraba, aunque su cara no expresaba nada más que confusión, como cuando esperas algo que no es lo que imaginabas, así lo miraba el individuo. Fue como si le mordieran las entrañas al peli-negro –Yo no… nunca dije mi nombre y pensé que-… ¡Ah sí, los dulces! ¡Traje dulces! –Hoseok levantó sus dos brazos –Y café, los traje de diferentes sabores, no sabía cuál te gustaría y…

‘Ya no se me ocurre nada…’

-Park Jimin.

‘Su voz’

Hoseok quien había encontrado sus zapatos interesantes cuando se le acabaron las ideas, en medio del silencio incomodo fue sorprendido por una linda voz. Era única, hasta juguetona podría sonar si le dabas alas. Levantó  su cara sorprendido como si viera el obsequio de navidad.

-¿Ji-Jimin? –Hoseok quería asegurarse de haber oído bien, aunque el desconocido, Jimin, estabas más asustado de él, de lo que Hoseok llego a estarlo del pelirrojo -¡Jimin! –Hoseok con su insoportable voz –¿Siempre vienes aquí? Pensé no encontrarte hoy…

 Aunque era distraído por sus pensamientos, no perdió oportunidad de ver la extraña manera con que lo veía, de hecho el hombre de menor estatura miraba a sus alrededores tal vez preocupado de las miradas ajenas.

-Creo que hable muy alto… ¿no…? –Hoseok perdió confianza –Ash… ¿Jimin…? ¿Te importaría aceptar esto? Con suerte habrá algo que te guste… -Hoseok miró a un lado y paso las cosas en el pecho del chico, dándole ninguna opción mas que agarrarlas tratando de evitar que se cayera –Me-me debo ir… si eso, y-y… tú también, mira ¡ya viene el metro! –Jimin quien no articulaba palabras, solo una línea con sus labios, observaba el comportamiento de quien se hacía llamar Jung Hoseok. Fue medio abandonado.

‘¿Me retracto…?’’

-¿Park Jimin…? –Este afirmó con su cabeza al repentino llamado, muchas cosas en su mente como para hablar -¿Mañana…? –Jimin bajo su mirada seguramente un rotundo ‘no’, venía a ser lanzado en su cara. Eso pensó pues el ya no desconocido volteo a mirar al vacío donde entra el tren y miro el piso donde se encontraba parado. Su cabeza, podría haber estado en un conflicto mental.

‘Se lamentaba…’

Hoseok tristemente y con una agridulce risa, estaba listo para irse. Jimin ni siquiera lo miró a los ojos, ni siquiera lo enfrento en alto, simplemente negó cabizbajo, sus ojos cerrados.

-¡Mañana! –No acostumbrado a hablar, el mismo se sorprendió de hablar tan alto. Básicamente se veía como una tortuga preguntándose donde estaba su caparazón.

 

 

~*~

 

 

-Park Jimin, ¿Park Jíiimin, Park Jimíiin? –Hoseok no dejaba de repetirlo en su mente y hasta hacia veces que lo repetía por boca propia, ¿lo decía correctamente?

Eso no importaba, hoy vería al mismísimo Park Jimin y él lo vería a él, charlarían, ¿Pero de que charlarían? Eso carcomía al peli-negro.

A unos pasos de él, no sabía si gritar su nombre desde lejos o aparecerse detrás, mejor no. Eso definitivamente lo espantaría.

‘Opción número 1’

-¡Jimin! –Hoseok saludaba con su mano por lo alto, a lo que Jimin le pareció exageradamente expresivo pero gracioso, sonrió por un momento.

-Hola Hoseok. –Jimin hablaba y Hoseok juraba haber sentido un hormigueo por dentro.

-Siento mucho la tardanza, mi reloj no sonó y entró pasta dental en mi ojo y-… -Jimin, ¿reía? Eso definitivamente podría llamarse una carcajada en el diccionario de Jung Hoseok. –Me alegro que te cause gracia…

-Pues… no puedo imaginarte con pasta dental en un ojo. Supongo que te pasa por casi romperme una costilla. –Jimin sonrió condescendientemente y arrugo sus hombros.

-¿AHH? ¡Oye! –Hoseok chillando, nunca pensó que Jimin recordara tal cosa –¡Eso-eso…! ¡Es injusto! –Hoseok tapaba su cara avergonzado, una ráfaga del típico viento, era más fuerte los rodeó de la nada.

-Nada es justo en esta vida… -Jimin volvía a mirar al tenebroso vacío, Hoseok quito sus manos de su cara con inmensas ganas de preguntar pero no se atrevía.

-Lo… siento. –Sacando a Jimin de su dilema, Jimin miro a Hoseok por un segundo volviendo a voltear a su cara, limpiando su mocosa nariz.

-No hay porque-… -Jimin iba a responder a eso con una fingida risa pero Hoseok no dejaría hablar.

-Vas a llorar de nuevo. –Hoseok sonaba más serio de lo que él quería -¿Por qué?

‘Lo que temía…’

-No estoy llorando, el clima me afecta. –Jimin ahora con la misma seriedad.

‘Silencio’

Eso era lo único  que había aparte de las miradas que no rompían conexión. Lo demás ocurrió deliberadamente como aquellos ultimas días pero la diferencia era que Hoseok sabía algo y Jimin un poco más de él.

El metro estaría más lleno de lo normal, dejándolos sin puestos, parados y cerca uno del otro. Jimin no lanzo su cabeza a ningún poste de al lado ese día y Hoseok no hizo parada con él. Con una cruzada más, ambos dieron adiós con sus manos

Jimin puede que lamentando y Hoseok deseando. Definitivamente Hoseok también estaba afligido de su poca capacidad de construir una relación con otro individuo.

 

~*~

 

 

-¡Hoseok! ¡Por aquí! –Jin antes de entrar a trabajar en su segundo turno, vió a Hoseok arribar. Devoraba un enrollado de comida rápida, mientras caminaba con su amigo menor –¿Cuantos años llevamos siendo amigos?

-Uhm… no sé, tres años o más… -Hoseok trataba de recordar la primera vez que vió a Seokjin, aun lucia menor que él y su personalidad desinteresada era la misma.

-¿Y cuantas veces has visto a un jefe principal de control tan guapo?

-¿¡TU!? –Hoseok no podía creer lo que oía, felicitarlo era primordial. -¡Hyung!

-Aha… ninguno podrá dirigirse a mí de la misma manera que antes. ¡Kim Seokjin dirige este lugar ahora! –A Seokjin no le importaba alzar su voz pues a estas horas de la noche no frecuentaba mucha gente.

–Oye pero exageraste en lo de ser tan “guapo” ¿sabes…? –Hoseok recibiendo una mirada de odio no-intencional se retractó –Estoy orgulloso de ti, ¿cuándo te designan?

-El próximo lunes, debes estar allí… así que cancela todo.

-Hecho. –Asegurándose de que Seokjin le creyera de la única forma que conocía sin más que comprándole comida. Amaba comer estos días, más que todo en las noches y a Hoseok le agradaba causar alegrías a sus amigos y a otros. Incluso si a veces costaría su felicidad o dinero.

 

 

Seokjin se había llegado hasta su parada para cuando se encontró con él, y así mismo se fueron en el regreso hacia su área de trabajo, estación que igualmente daba en dirección cercana a su casa. Hablando de las cosas más estúpidas, sucedidas con el pasar de los años, llegaron más rápido de lo que se sentía en otros viajes. Hoseok se despidió de Seokjin y solo siguió su andar.

Cuando no había señal de Seokjin cerca, inconscientemente se fijó a ver.

‘Si eso, solo a ver’

-Que-… Jimin… -Mas como un grito fue un suspiro pues tenía miedo, Jimin posaba de nuevo en aquel punto, pero su balance era demás, aunque estaba en el borde con las piernas cruzadas. Era como si pensara tirarse, eso no podía ser. Hoseok corrió lo más cercano que pudo y poco a poco se acercó silenciosamente, tragando nervios fuertemente como de costumbre.

Desde esa poca distancia podía oír a Jimin sollozar, pensó que eso se había acabado, pero solo era más intenso por lo que veía. Agachándose al lado pero quedando frente al costado de la cara de Jimin. Con su dedo índice delicadamente hizo presión en la frente del chico. Levantó su cabeza llevando su peso hacia atrás y allí estaba Jimin, suplicando por aire para llorar más, hipnotizado por quien sabría cual Dios de que. Hoseok intento retirar su dedo hasta que Jimin acariciaba la mitad de su mano.

-Jung-kookie~… -Cantaba su nombre entre lágrimas, mordía su labio en dolor –Lo siento…

-¿Jimin? Jiminnie soy yo, Hoseok. –Hoseok trato de suspirar sus palabras para no disturbar al pequeño más de lo que estaba. Jimin tenía agarre de su muñeca, mientras estaba aún en su frente, sus ojos allí clavados.

-¿Ho-Hoseok…? –Jimin preguntó aun sus ojos tan apagados y heridos por dentro, otro quejido de llanto salió de él, en la misma posición -¿Jung-… Jungkookie no está? –Hoseok negó tristemente.

 -No… No Jimin, aquí no está Jungkook, no se de-…

-Ahhh… -Jimin se quejaba como si algo doliera mientras se hacía obvio, empapaba su cara –Verdad… Jungkook cayó… -Cual sea lo que se refería Jimin, solo significaba que lo que sospechó desde que lo vio, era cierto.

 Jimin lloraba la ausencia de alguien.

Hoseok quien movió sus manos hacia los cabellos de Jimin para distraer sus malas ansias, pues su garganta se contraía y su visión era borrosa. Esto era doloroso de ver ¿Por qué? No lo sabía pero siempre desde que lo vio, quería verlo feliz y ahora eso era muy lejano a su sueño, su torpe promesa. Acariciando sus cabellos lo más gentil posible, de quien estaba allí sentado cerró sus ojos. Debía ser un alivio tener a alguien cerca.

Al menos Hoseok sentía alivio de estar al lado de Jimin.

Sus ojos tan vencidos, lo mandaron a un profundo sueño. La temperatura de Hoseok era suficiente y no le importaba nada a estas alturas.

 

 

~*~

 

 

Despertando en medio de la noche Hoseok pudo sentir algo vigilándolo, y lo que parecía una mano apretándolo con la suya. Todo era silencioso en su hogar, pero esta oportunidad había presencia, había calor, había un Park Jimin. En frente de él. Hoseok correspondió la acción aun medio arrullado. Eran momentos donde aunque sino era lo correcto nada lo paraba.

Impedido de quitar mirada de los lindos labios que pertenecían a Jung Hoseok, no reprimió sus ganas y rozó sus labios con los de él, eran cálidos y suaves, en comparación con los fríos de él. Se separó, pues quería admirarlos ahora que estaba sobre él, sus alientos chocaron solo para unirse en un ansiado beso. Era lento y delicado pero Jimin quería más, pues había pasado tanto tiempo desde que se sintió así y sabía que la única persona con la que podría vivirlo era con el alto peli-negro. Jimin delineó con su lengua el labio inferior de Hoseok demandando más camino ancho y Hoseok solo haría lo que él quisiera.

Eso solo les trajo más desespero. Sus bocas estaban conectadas a tal manera que el menor dejaba salir pequeños sonidos obscenos. Jimin se había derretido en el beso, y fue cuando Hoseok rodó su cuerpo justo para tener mando.

Jimin no quitaba sus ojos, esperando algo, Hoseok dudaba que fuera. Pero no se atrevida a ir a ese nivel, tenía una mejor idea. Acariciando su flequillo como lo delicado que era, esperando una señal, Jimin levantó su rostro hasta sus labios suplicando por más tacto. Hoseok alejó su cara solo para volver de nuevo a intercalar sus bocas. Era como una caja musical que necesitaba atención constante, siendo los sonidos de Jimin la melodía. Hoseok besó sus mejillas, sus parpados, todo el contorno de la línea de su quijada hasta llegar cerca de su grueso y atractivo cuello. Los besos se tornaban entre uno y otro mordiscó a los largo de la longitud de esa parte y Jimin estaba más que agradecido de ello. Apretando, tocaba la parte media del cuerpo de su amante peli-negro.

Causaba un cosquilleo rotundo debajo.

 Suficiente para su paciencia Hoseok se retiró rápidamente, solo eso y ya retenía aire en sus pulmones, no era un ambiente malo sino sofocante.

-¡No…! –Jimin protestó tal como cuando te quitan tu juguete favorito, apenas el cuerpo del mayor intento levantarse.

-Espera solo-… Hoseok bajo su pantalón de pijamas y volvió hacia Jimin sin olvidar darle otro beso para calmarlo, cosa que no sirvió de nada puesto que Jimin pudo sentir un levantado y libre miembro chocar con su estómago. No duro mucha la individualidad cuando Hoseok jalo los pantalones del menor abajo, mientras se sostenía con un brazo para soporte. El menor lo ayudo a bajarlos hasta sus rodillas tal cual como él. Sin molestias Hoseok tomo el miembro de Jimin, balanceo sus manos en una tenue velocidad que estaba volviendo un tornado al pobre. Hoseok observó la manera en que irregularmente respiraba. Jimin tembló cuando este coloco su dedo sobre la punta de su miembro.

-Err-…–Jimin presionaba sus dientes pero no podía evitar suprimir gemidos. Menos cuando Hoseok utilizaba la humedad de su miembro como lubricante para hacer vaivenes más rápidos. –Ho-… ah-argh... –Jimin ni siquiera pudo llamar su nombre, a él también le preocupaba el placer del otro.

-Shhh-… Hoseok después de enmudecer al pequeño un poco ya que no sabía si las paredes entre vecinos eran delgadas, decidió proceder adherir ambos miembros. Como su mano era lo suficientemente grande para tomar a los dos, y entre sus caderas se producían tiradas que eran rápidas y lentas para sentir solo un poco más, sobre todo para Jimin que era un desastre de pequeños jadeos. –Aghh… Jimin…

-Ho-hoseok ¡uhhhg…!-… Jimin no sabía que hacia Hoseok pero su muñeca hacia un movimiento extraño y satisfactorio –Ahh Hoseok ya ¡ahh-…! –Jimin necesitaba morder algo. Así que mordía el labio de Hoseok cuando podía, tratando de envolver su lengua, todo eso, mientras Hoseok también jadeaba de puros respiros –Hyung uhmm Hy-Hyung… -No fue hasta que.

-… D-demonios-… -Hoseok no sabía si el otro también pero sus ganas de terminarse era inmensas, cerrando sus ojos para llegar al climax.

-¡Nnnngh!-¡Ah!…. –Jimin se le escapo el ultimo gemido tan agudo, sus gemidos eran extraños no eran escandalosos sino entrecortados por su voz.  Mientras se terminaba, que fue cuestión de segundos para que Hoseok lo acompañara. Ambos casi ardían, había principios de sudor a los lados de sus frentes. Hoseok colapsando encima del pelirrojo.

Avergonzado, no podía despegarse de Jimin y hasta llego a mover su pelvis porque la sensibilidad era agradable. Jimin no parecía molestarle al hacer lo mismo cuando recobró un poco de fuerzas.

Hoseok al caer en cuenta, temiendo estrangular al pequeño debajo de él, levanto su cara. Solo para ver como por primera vez Jimin lo trataba, no se sentía como gentileza sino otra cosa. El chico acariciaba sus cabellos, colocaba sus mechones detrás de su oreja pero no se quedaban allí, pues el corte de cabello del peli-negro no estaba diseñado para este estilo. Intencionalmente todo el cabello de su frente lo llevó hacia atrás en un momento de frustración cómica.

Jimin sonrió verdaderamente y eso era todo para Hoseok. Jimin parecía cómodo con el. Su cara mostraba sueño, llevándolo con sus delicadas manos a cubrirlo con las mantas para esconderse entre él, y cerrar su vista para caer.

‘¿Quién cuida a quién?’

 

 

~*~

 

 

Debía ser un sueño, si una pesadilla o él se estaba volviendo loco.

‘Él estuvo aquí’

Hoseok quien caminaba decepcionado hacia su día a día, se cuestionaba lo que había ocurrido en medio de la noche pasada. Esperando sentir a un pelirrojo a su lado, lo único que sintió fue la comodidad de una almohada de plumas blancas que le pertenecía. Park Jimin no estaba y menos lo tenía acobijado. Se fue y ni siquiera se despidió o dijo un “hey te veo mañana”.

‘Mañana…’

Hoseok había pensado llevarlo a comer esos dulces del otro día, hacer desayuno, tomar y al fin saber su bebida favorita. Era obvio que Park Jimin no tenía intereses en él. Sino fuera por las manchas en sus pijamas, pensaría que lo que ocurrió esa media noche era un escenario de su imaginación. A veces iría muy lejos.

La pobre mente de Hoseok recordaba lo ocurrido, eso lo avergonzaba tanto. Taparía su rostro en el ascensor atrayendo contemplación indeseada de personas.

-Eres tan estúpido… –Hundía su cara y hasta restregaba sus manos en ella – Joesong-hapnida… –Decía al público, ya no le importa. O si le importaba, pero que podría hacer.

No dejo número telefónico, no dejo ni siquiera una nota. Solo imágenes y un Jung Hoseok apenado de actuar sin ética. Incluso Seokjin quien lo encontró en la estación de vuelta notaba las caras tan extrañas que de repente hacia el peli-negro.

-Sino quitas esas caras juro que te dejare una buena marca en ellas, ¿Qué ocurre contigo? –decía Seokjin quien mientras le lanzaba un fideo en su triste cara.

-¿Qué? Ah… no desperdicies comida.

-Tú la pagas. Si dejaras de parecer un aberrado sería una cena agradable. –Seokjin mientras masticaba -¿Y bien?

-No es nada solo vi… una película, eso es todo. No sale de mi cabeza…

-¿Terror?

-Trágica.

-Oh… bueno, por eso no veo esas cosas… hacen ver la vida muy miserable.

-Si… miserable…

-¡Jung Hoseok! Deja de parecer un psicópata y enderézate. –Seokjin prácticamente escupía.

-Lo siento, hyung.

Terminando de charlar lo más que pudo ese día con su viejo amigo. Hoseok se aventuró a su solitario apartamento. Tirado en cama, la peor situación. Esto era más intenso y tampoco tenía el ánimo de hacer otra cosa.

 

A los siete días de no tener señal de Park Jimin por ninguno de los lados que lo llego a ver antes, Hoseok cayó en un estado cero. No sentimientos, no emociones, muy parecido a lo que llego a ver en el individuo.  Sino fuera porque tenía que trabajar, Hoseok no tomaría en cuenta su aspecto físico tan apecho.

Luciría como una cosa rara.

Una noche Hoseok planeó la idea de complacerse, con malteadas. De esas que podías agregarles algo especial que nadie pudiera adivinar. Darle un poco a alguien en su oficina o en la estación de tren, ahora que Seokjin era jefe. No era mala idea y lo mantendría entretenido. Pero no había dos de los ingredientes principales. Leche y helado. La que había estaba descompuesta. Llevando una mueca hacia abajo, un hábito que tenía desde niño. Cerró la heladera con más fuerza de la normal.

Con su abrigo y luchando contra las ráfagas del viento, que invadían toda la ciudad. Hoseok estaba extrañado, siempre disfruto de este tipo de cosas pero ahora era como si el viento quisiera rodarlo por las calles, no estaban en la Antártida o algo parecido. Era muy extraño.

‘Cerrado’

Bien, la tienda de 24 horas estaba cerrada. Eso era decepcionante y nada creíble. Ahora tendría que tomar el metro solo para comprar un simple litro de leche y dos potes de helado. Pues compraría el doble de todo para no volver nunca más.

Bajando por el barandal de la estación, pensó que ahora que cruzaría el lugar podría buscar algún ingrediente extra.

-¡Wo! Está llegando. –Hoseok estaba de suerte, el metro recién entraba, solo caminaría y entraría en un segundo, si se daba a correr claro. El resto de la gente se aproximó a las puertas Hoseok aún no comprendía, cuanta prisa, eran manadas descontroladas en su opinión. Y a eso le llamaban civilización. Suerte que era poca gente que volvía a su casa seguramente del trabajo.

‘Espera, solo deja que entren…’

Cuando observó  que nadie interrumpiría su paso, dio una vista a su derecha con las mejores ganas.

-Ji-min… –Nadie más en esta zona tenía el cabello tan chillón en la estación. Nadie tenía las mejillas tan prominentes y nadie miraría y se detendría en ese punto.

‘Déjalo pasar’

El metro se iba y Hoseok volvía a lo mismo, una vez solo el silencio en esa estación, Hoseok analizaba si solo era una de esas noches donde se tumbaría a llorar, era obvio que lo hacía. Era excepcional como Hoseok identificaba cada movimiento y postura.

-Tu no… -Hoseok no sabía qué, pero este planeaba algo, confundido y angustiado se acercó poco a poco. Jimin con sus manos las extendía al vacío, como si esperaba tocar algo. Sus pies, la mitad, estaban posados del borde.

‘Ese sonido’

-Jimin. –Hoseok lo llamó calmadamente, tal vez podría sacarlo de ese trance. –Pa-Park Jimin. –Pero era en vano –¡Jimin! ¡No! ¿¡Qué haces!? –Era un juego, juego que le dejaba el corazón en la boca y las palpitaciones eran molestosas, era miedo. Al parecer Jimin se acercaba más sus talones al borde cuando sentía la presencia de Hoseok acercarse. Pero no terminada de hacer lo inimaginable.

-¡Park Jimin déjate de juegos! –Hoseok gritaba furioso –Maldición ¡Jimin se está acercando, sal de allí!

Jimin negó con su cabeza y el siguiente metro entraba.

 

 

 

 

 

 

 

¿Era liberador sentir tu cuerpo caer y solo esperar un golpe, sentir que todo se volvía negro? Si le hubieras preguntado un día a Park Jimin que había después, nunca te lo diría.

 

‘Incluso en mi búsqueda por mi perdida, tu hiciste lo imposible, Jung Hoseok. Incluso si me iba de un lado, tú, sin esperar me tirabas hacia el otro. En los mundos donde no puedes interrumpir, entraste en ellos sin permiso, pero lo más gracioso es que no rompías ninguna regla ni desafiabas el respeto. Me acompañaste hasta tu voluntad y me dejaste caer sin herirme. Seguramente por coincidencia me veas y sería una pena, no lo mereces. Y si no lo ves, veras esto y sabrás con el tiempo.

Jeon Jungkook y yo, estamos agradecidos.

Con amor,

Park Jimin’

 

Hoseok no logro alcanzar salvarlo, débilmente pudo llegar a recoger lo que tiró de su mano, una pobre escritura se podía complicadamente leer. Rodaba entre los desperdicios que arrastraba el viento.

 

Notas finales:

actualmente esto tiene dos finales (un happy ending(?)) XD peroo tendria que alargarlo o ustedes leerlo desde un mismo punto... es cuestion de ustedes si quieren que lo coloque(?) XD tratare de colocarlo mientras tanto pueden matarme o dejarme reviews para decirme que tan malo es x.x 

 lamento haberle hecho eso a Jimin seee algo asi lol

 

basado en mi mala experiencia con el metro(?) XD y claro por querer ir a esas lindas estaciones en japon ;-;

Peace out! .. ^^/


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