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Promesas de Papel ChanBaek/BaekYeol Oneshot por Amybyunyeol

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Notas del fanfic:

Todos los relatos de este fic/oneshot son pura ficción que salieron de mi cerebro para mi propio entretenimiento, y de quién deseé leerlo. No pretendo ofender a nadie, ni mucho menos he recibido dinero o remuneración por ello, simplemente me gusta fantasear con mis bias.

Este fic/oneshot es mio, salió de mi cabeza y fue escrito con mucho esfuerzo y amor.

No autorizo a nadie que publique ninguno de mis trabajos en otras páginas. Son mi trabajo y pido amablemente que se respeten mis deseos. Gracias.

Notas del capitulo:

Este fic lo escribí hace un buuuuuen tiempo. Me hizo pasar penurias, en verdad. 


 


¡Disfruten!

*~*~*

“El silencio puede llegar a ser más abrumador que el sonido.”

Tocar y sentir la realidad es como una bofetada muchas veces. Intuir que nunca nada será como antes te destruye. Pero no te mata. La realidad lastima, hiere nuestra piel, nos deja cicatrices imborrables, recuerdos vívidos.  

Al final aprendemos de nuestros errores y las heridas son una marca para no repetir nuestras dolorosas caídas. Nos levantamos. Seguimos adelante buscando una razón para seguir; continuar el camino vertiginoso de nuestra existencia y tal vez encontrar la felicidad, y si se puede el amor.

*~*~*

Su vida siempre fue compuesta por sonidos y una gama de colores, sonidos extraños pero armoniosos, colores brillantes que demostraban su personalidad. Ahora todo lucia sumido blanco y sellado con el silencio; monótono, aburrido, repetitivo y vacío.

Palabras suaves, palabras cálidas, palabras que usaban para comunicarse de forma afectuosa o juguetona. Sobrenombres graciosos, palabras clave que solo ellos dos entendían. Todo eso se evaporó, se desvaneció entre sus dedos, ahora todo lo que hablaban tenía un sentido general, nada especial o que destacara, parecían dos personas más, dos desconocidos, no como amigos, conocidos o amantes.

Tal vez fue su culpa.

La verdad era que sí era su culpa.

Nadie se atrevería a juzgar las reacciones que tuvo en su momento. Fue llevado de la mano de la ira, una cólera incipiente, y la impotencia del momento, sumándole que, en su momento, sintió tener apenas un mínimo de comprensión.

Alguien pagó su rabia y ese fue su novio, Baekhyun.

El mismísimo Chanyeol junto todo lo que había vivido con Baekhyun y lo destruyó, como si de una carta se tratará, la rasgó por la mitad y la echó al viento con sus esperanzas y ganas de vivir.

Cada palabra afilada que salió de sus labios le pasaba factura, cada desplante fue devuelto con el tiempo, cada vez que alejó su mano de la de Baekhyun, también, fue devuelto. Cada pequeño golpe que le dio al corazón de su novio retornaba multiplicado por diez.

Era como un bumerán. Era el karma.

Sus ojos buscaban, buscaban esa respuesta, un movimiento para confirmar sus sospechas infundadas.

Separados por la mesa, Baekhyun solo miraba su infusión, e ignoraba el pitido de su celular. No lo atendía nunca en el desayuno, pero sus labios luchaban por no curvarse en su sonrisa tímida dando lugar a sospechas.

El joven no podía disimular el rosado de sus mejillas, sus ojos ahora lucían ese destello que alguna vez lo enamoró. Un color rosado sobre sus pómulos, perfecto para combinar con su piel pálida, y su cabello café claro cayendo sobre su frente acentuaba el chocolate de sus ojos media luna.

-Deberías contestar – le dijo al quinto pitido del aparato.

Sus palabras parecían sacar a Baekhyun de una especie de trance. Al fin levantaba la mirada de su taza y Chanyeol miraba el aparato sobre la mesa con pereza, a pocos centímetros de la mano de Baekhyun.

-No es importante. Tú sabes que odio atender mientras desayunamos – Baekhyun sacó la batería de su celular guardándolo en su chaqueta. 

-Bueno.

Después de ello el silencio volvió a desembocarse sobre la cocina. Sus respiraciones y el sonido de los autos que transitaban por la calle eran lo único audible. Chanyeol casi lamentaba haberle dicho a Baekhyun que contestara. Sin dudas el pitido era mejor que la nada.  

-Me voy – Baekhyun se levantó de su asiento dejando su taza en el lavado. Dio una media vuelta y beso a Chanyeol en su mejilla.

Ese beso duró más de lo normal, Chanyeol cerró los ojos y quiso besarlo de una forma más cálida, más real, porque ese beso lucia y se sentía falso, forzado, como si fuera una obligación para con él.

-Baek – le llamó al verlo salir apresurado.

-¿Sí? – preguntó con sus ojos curiosos.  

-Junmyeon quiere vernos.

-Lo sé, anoche me encontré de casualidad con él ¿ya no te molesta verdad? – la mano de Baekhyun se agarraba del marco de la puerta mientras esperaba una respuesta.

-No. Dejo de darme problemas hace un par de días – respondió.

-Me alegra – sonrió sinceramente y se despidió.

Con incomodidad se levantó de su lugar ayudándose con el borde de la mesa. Con pesadez suspiró antes de encaminarse a su trabajo. La idea de volver a salir por su propio pie hace un año le resulto inimaginable, pero aquí estaba; listo y preparado.

De camino vio la farmacia de Yixing, el joven de nacionalidad China evitó su saludo e ingresó al almacén dejando al nuevo, y sorprendido, empleado en el mostrador. Chanyeol quedo perplejo por aquella acción, encogido de hombros continuó caminando despacio a la parada de buses.

La rodilla le molestaba un poco cuando la levantaba, Junmyeon decía que solo era tiempo para acostumbrarse. Al subir al bus lo hizo despacio y con cierta felicidad invadiendo su cuerpo cuando lo logró. Su pequeña dosis de alegría dibujo una sonrisa en su rostro. Sentado con vista a la calle vio a alguien que reconoció, pero que no conocía. El joven de pelo negro y ojos redondos parecía dar vueltas por la pequeña plaza, hablaba con alguien por su celular. Lucia muy contento.

De la nada su corazón se comprimió y comenzó a palpitar desacompasadamente al siguiente segundo; él no comprendía por qué, solo entendía que debía bajar del bus, trató de hacerlo pero su reacción fue tardía y solo pudo girar la cabeza hasta perder de vista al joven parado en medio de la plaza.

-Pareces un hombre nuevo – recitó Yifan cuando lo vio en su cubículo.

-Gracias.

-Es extraño no ver a Baekhyun detrás de ti – le palmeó la espalda –. Supongo que ahora tiene más tiempo para él.

-Sí, consiguió un trabajo nuevo.

-El rubio asintió.

Chanyeol sentía cada palabra de Yifan con cierto filo por los bordes. Él había sido novio de Baekhyun en el instituto, y terminaron un mes antes de que Chanyeol conociera a Baekhyun en el ascensor de su antiguo departamento. Fue extraño e incómodo para los tres en un comienzo, y después del accidente la incomodidad se transformó en algo más.

Seguramente Yifan había notado la tristeza apoderarse de los ojos de Baekhyun, la línea roja y delatora de sus lágrimas. Y seguramente odio a Chanyeol por ello.

-Me alegra verte sonriendo de nuevo Chanyeol – reconoció la voz de Luhan y su característico olor a café.

-Luhan ¿qué haces aquí? – giró sobre su asiento y vio al castaño con una bolsa gigante en sus manos.

-¿No es obvio? La inutilidad de Jongdae es tanta que ni siquiera tiene licencia de conducir. Dejaré este pedido y me retiro. Sin ofender, pero las oficinas son asquerosas – arrugó la nariz viendo el lugar.

-Luhan… - el castaño le dio su atención elevando las cejas y formando un puchero – ¿Viste a Baekhyun esta mañana?

-No – miró el reloj que tenían colgando de una pared y abrió los ojos – debo entregar esto. Oye, tu aniversario será pronto, deberías hacer un pedido ya que fue Baekhyun quien lo hizo la última vez.

*~*~*

Tres años antes.

Con sus bolsas de supermercado y un atuendo totalmente opuesto al de su vecino, Baekhyun supuso  que esa noche no cruzaría palabra alguna con el hombre trajeado a su derecha. Había cuatro ascensores y de los cuatro tenían que compartir el mismo, aunque ese no era el problema, la verdad era que Baekhyun adoraba su suerte en esos momentos, y una pequeña parte de su cabeza la odiaba, pero qué más da. Ambos estaban solos, en un espacio de 2x2, con los ojos fijos en la puerta esperando llegar a sus respectivos pisos.

Baekhyun escuchó como el otro sujeto a su lado se aclaraba la garganta para llamar su atención.

-Así que… ¿eres nuevo en el edificio? – su voz era gruesa y sonaba afónica, tal vez porque sus nervios le habían llenado la garganta de arena.

Miró de soslayo a su vecino y asintió sin dar una respuesta verbal. El ascensor paró para abrir sus puertas y una mujer apareció frente a ellos.

-¿Suben o bajan? – preguntó apresurada.

-Subimos – respondió el joven y apretó el botón para cerrar las puertas. Baekhyun rio entre dientes ante la reacción de aquella mujer antes de ver las puertas cerrarse en su cara.

-Se vengará – dijo entre risas.

-No quería que nos interrumpiera.

-¿Y qué se supone que interrumpía? – giró su rostro para poder verlo a los ojos.

-Quería invitarte a salir – se encogió de hombros, Baekhyun enarcó una ceja.

-Las personas de Seúl son más directas – dijo cuándo las puertas se abrieron.

Sostuvo sus bolsas y salió para caminar hacia su departamento, así, dejando a la otra persona dentro del ascensor. 

-¿No merezco una respuesta? – le gritó en los pasillos.

Baekhyun giró sobre sus pies y un simple salió de sus labios.

~*~  *  ~*~

Después del sí en los pasillos Chanyeol esperó una semana para encontrarse de nuevo con el castaño. Varias veces se vio tentado a tocar la puerta de su departamento, o esperarlo en la entrada, pero pensó que dejaría al descubierto su – gran – interés en ese joven. Pero la suerte le había sonreído cuando se tropezó con él.

-Me diste un sí pero…

-No dijiste dónde, cuándo, o siquiera tu nombre – le dijo caminando fuera del edificio.

-En Peppeter´s mañana a las siete, Park Chanyeol.

-Te daré mi nombre mañana – el joven extendió su mano para tomar un taxi.

Chanyeol vio el taxi alejarse hasta perderlo de vista en la esquina.

~*~  *  ~*~

¿Sería mucho decir que ambos encajaban a la perfección? Supongo que sí.

Chanyeol supo muchas cosas de Baekhyun, lo primero era que estudiaba diseño gráfico y que odiaba la comida picante. Tenían algo en común. Chanyeol también odiaba el picante.

Al terminar la cena Chanyeol llevó a Baekhyun a su departamento. Se despidió desde el ascensor y Baekhyun enrojeció al sentir su mano siendo enlazada con la de él.

-Buenas noches – le dijo embelesado.

-Buenas noches – Baekhyun sonrió.

La salida no se volvió a repetir, tampoco era como si no pudieran verse todos los días.  De hecho Chanyeol visitaba a Baekhyun en las mañanas cuando casualmente se le había acabado el azúcar, o cuando olvidaba sus llaves en la oficina y alegaba que el sillón de su sala era mejor que cualquier hotel.

En medio de tanta excusa pobre Baekhyun sostenía su sonrisa divertida y cedía su cómodo sillón. Reía abiertamente con cada ocurrencia nueva de Chanyeol cuando le abría la puerta.

No paso mucho para formalizar su relación. Y es que todos pensaban que ya estaban juntos, por la forma en como actuaban el uno con el otro, en como conocían sus gustos y las miradas furtivas cuando cenaban con amigos.

-Si ustedes no son pareja yo no soy chino – dijo Luhan mientras se sentaba en el sillón de dos piezas.

-Lo somos desde hace dos días Luhan – Baekhyun rodó los ojos al mismo tiempo que Luhan.

-Ya era hora – prendió la tv y se acomodó.

-Luhan pon al canal de deportes – pidió Chanyeol ansioso.

-Ahora que son pareja ¿no están interesados en un pastel para celebrar? – dijo el chino con ojos de ganar nuevos clientes.

Antes de que pudieran responder otro invitado tocó la puerta. Por el sonido desganado de los golpes era Jongdae.

-Me despidieron – dijo el primo de Chanyeol dejándose caer al lado de Luhan, quien arrugó la nariz al detectar el olor a cigarrillo.

-Luhan es gerente de un café, seguro te puede dar trabajo ¿verdad Luhan? – dijo Chanyeol para calmar a su pariente desempleado.

Los ojos de Jongdae se iluminaron con un niño en navidad y miró al castaño. Luhan abrió la boca y sin responder levantó el pulgar derecho como un sí.

~*~  *  ~*~

Chanyeol propuso a Baekhyun mudarse con él a fin de año. Su novio se mostraba inseguro a la decisión, más cuando conseguir un departamento en el centro era difícil, sin mencionar que amaba su piso, pero Chanyeol lo convenció en medio de palabras empalagosas y promesas.

-No podremos esos cobertores de niña – se quejó Chanyeol mientras Baekhyun cambiaba las sabanas.

-Nadie te ha preguntado – respondió colocando las almohadas.

-No – Chanyeol con ambas manos sostuvo la cintura de Baekhyun y este forcejeó.

-También es mi cuarto – pataleó en el aire y Chanyeol lo lanzó sobre el colchón –. ¡Oye!

-Comiste demasiado Baekkie, estas más pesado – le dijo con una sonrisa abierta y Baekhyun lo golpeó con unas de las almohadas –. Mi cama se romperá, y será tu culpa.

Con enojo Baekhyun le lanzó la almohada y trató de levantarse de la cama, pero Chanyeol lo empujó de nuevo para luego aterrizar encima de él.

-¿A dónde vas? – le preguntó con sus largos brazos alrededor de su cuerpo.

-A caminar para no romper tu jodida cama.

Chanyeol se carcajeo mientras comenzaba a girar sobre la cama con Baekhyun entre sus brazos. El castaño pataleaba por salir de su agarre.

~*~  *  ~*~

Nunca fue perfecto, pero era idóneo.

-¿Por qué nunca me dijiste que eran novios? – preguntó refiriéndose a Yifan de una manera poco amable.

Baekhyun rodó los ojos y aflojó su corbata de un tirón.

-¿Eso importa? –  se quitó su saco, y pasó sus dedos por su cabello con rabia –.Paso hace años, terminamos de una forma amable y—

-¿Y qué demonios significa “terminamos de una forma amable”? – interrumpió violentamente.

-Que cuando nos veamos no actuamos como si nada paso, conversamos un poco y nada más.

-¡¿Nada más?! – Chanyeol agitó los brazos dándole drama e importancia al asunto.

-Cálmate idiota con patas – espetó sin rastro de gracia en su voz.

-¿Cómo quieres que me calme? Eres el ex de mi jefe, y hoy me enteré por su boca y no por la tuya.

-Perdón por no jactarme de los ex’s que tuve como tú – respondió acercándose a su novio.

-No te acerques Byun, estoy muy—

-¿Decepcionado? ¿Furioso? ¿Celoso? – Chanyeol desvió la mirada –. Detesto los celos.

-Te miraba de una forma cariñosa.

-Él es así, siempre fue cariñoso.

-En la oficina no lo es, nos mira a todos con ojo de águila y su boca lista para reprendernos – replicó y Baekhyun resopló.

-Es tu trabajo, para algo le pagan.

-Ahora lo justificas.

Baekhyun abrió sus ojos molesto pero más indignado con la situación. Chanyeol solo le daba vueltas a un asunto sin rumbo, y de paso lo acusaba de justificar a Yifan y su mal humor en la oficina.

-Bien Park, quédate solo en medio de tus celos y suposiciones idiotas – espetó entre dientes antes de abandonar el departamento.

Chanyeol creyó que Baekhyun volvería a los cinco minutos, puesto que había dejado su billetera sobre la mesa. Pasó una hora y Chanyeol lo buscó por los alrededores, llamó a un amigo de Baekhyun, Jongin. El joven lo llamo idiota y cortó la llamada después de declarar sus insultos.

Su novio volvió con Jongin en su espalda al día siguiente.

-Arreglen sus problemas, y tú, no me vuelvas a llamar – dicho eso Jongin se fue empujando a Baekhyun para que entrara y cerró la puerta.

Baekhyun tropezó con sus propios pies y Chanyeol lo sostuvo.

-¿Calmaste tus celos idiotas?

-No.

-¿Perdón?

-Ahora estoy celoso de Jongin – dijo con una sonrisa dejando en claro su alegría por el regreso de Baekhyun.

~*~  *  ~*~

¿Dos años conviviendo con alguien son lo suficientemente vasto para conocer su carácter?

Ese día no fue un día lluvioso o extraño. Era un día más dentro su rutina, Chanyeol lo dejaría en su universidad y después se verían en algún lugar para almorzar.

Una canción de Ed Sheeran sonada en la radio, Baekhyun tatareaba mientras Chanyeol fingía tocar la guitarra en los semáforos en rojo. Charlaron un poco sobre lo que harían en el verano, planeaban ir a la playa o visitar a los padres de Chanyeol en Japón.

Giró su rostro por casualidad, vio el perfil de su novio sonriente con la vista en frente, y luego una luz cegó su vista. Un choque sacudió su cuerpo llevándolo violentamente hacia la puerta del carro y viceversa. Cerró los ojos por instinto y el chirrido de los neumáticos frenando contra el pavimento le dieron la sensación de estar girando incontrolablemente, con los cristales esparciéndose sobre su ropa como confeti y en medio del terror todo se cubrió de negro, blanco y rojo.

Escuchaba el sonido de la sirena sobre su cabeza, taladrando su mente, mezclándose con los gritos de la gente. Entendía cada palabra del paramédico, intentaba moverse pero tenía puesto algo en el cuello y el cuerpo atado. Sus pupilas iban de un lado al otro desesperado.

Respiraba agitado, preso del miedo y la adrenalina en sus venas, repitiendo la imagen de Chanyeol sonriendo, sus manos sobre el volante mirando el camino e ignorando lo que debió ser un camión a punto de chocarles.

Baekhyun recibió cuidados y atenciones, un par de vendajes en sus manos cubiertas de cortaduras, y un brazo dislocado, el cual fue devuelto a su lugar por un doctor de poca paciencia. El dolor le provocó otro desmayo y despertó en la noche.

-Yifan – llamó al ver a su ex hablando por celular.

-Dios. Baekhyun – se acercó guardando su celular y finalizando la llamada a quien sea que estuviera por la otra línea.

Llevaba el pelo húmedo y un sweater puesto al revés, con un pantalón de oficina. Seguramente recibió la llamada cuando estaba dándose una ducha.

-Chanyeol – tragó saliva al sentir la garganta seca – ¿Dónde está Chanyeol? 

-Él está en cirugía, Baek no te muevas.

-¿Cirugía? – graznó estérico – debo levantarme, ayúdame.

-No debes levantarte, Baekhyun – rendido Yifan se acercó empujando al más bajo por los hombros –. Lo veras cuando salga del quirófano, por favor Baekhyun, no te muevas.

Baekhyun deseo protestar y al apoyarse sobre sus codos cayó rendido a la cama por el dolor.

~*~  *  ~*~

Al despertar mantuvo los ojos cerrados, sentía a alguien a su lado, su mano derecha estaba sostenida por otra; una mano pequeña, suave y temblorosa.

Los sollozos de Baekhyun eran tan claros como la habitación.

Nadie tuvo que informarle de nada cuando despertó, sus ojos nunca mentían, siempre decían la verdad, y la verdad que le mostraron fue devastadora. Pensó que perdió una extremidad o terminó calcinado por las llamas de su propio carro. Su mente daba vueltas y simplemente necesitaba una explicación del por qué.

Abrió los ojos y vio que todo su mundo ya no era de colores y sonidos armoniosos.

Un dolor punzante en la rodilla izquierda le saco un aullido y se retorció entre las sabanas.

-Chanyeol – chilló Baekhyun – no te alteres, todo estará bien ¿me escuchas? Todo estará bien.

Sin decir nada soltó la mano de Baekhyun y apretó los ojos sintiendo que tenía agujas perforando su rodilla izquierda. Sus labios blancos se convirtieron en una línea blanca e inexpresiva.

-Chanyeol…

~*~  *  ~*~

Lo que les pasaba era una prueba, o eso era lo que Baekhyun se decía cada mañana cuando acomodaba su sonrisa como si de una máscara se tratara.

 

-Hola, quisiera – el farmacéutico miró la receta extendida sobre el mostrador – esto. Excepto lo último.

-De acuerdo – el joven comenzó a buscar las tabletas y gasas por las estanterías, dando la espalda a Baekhyun este aprovechó para observar el lugar.

Cinco minutos después el farmacéutico sumo los costos y le pasó la factura a Baekhyun.

-Gracias – dijo guardando las medicinas en su mochila.

-De nada.

El nombre del joven era Zhang Yixing. Baekhyun, supo su nombre después de cuatro visitas y un chiste que formuló Yixing sobre su pijama.

La farmacia se hallaba a dos edificios de su actual departamento, Baekhyun recordaba vagamente a Yixing cuando buscaba algún analgésico para su resfrió, aunque Chanyeol era el que se ofrecía para ello. Nunca imaginó  a Yixing dándole consejos sobre cómo tratar a Chanyeol.

Chanyeol.

~*~  *  ~*~

“Extrañar a alguien es normal, pero cuando ese alguien yace a tu lado, en definitiva, es un sentimiento totalmente diferente.”

Baekhyun extrañaba la voz alegre de Chanyeol, la forma de sus labios esbozando en una sonrisa, sus ojos grandes y llenos de fulgor. También extrañaba sus manos cuando se posaban sobre su cabeza, para acariciar y tocar con descuido su cabellera, colocando su cabello detrás de la oreja para luego besarlo, amarlo, decirle cosas dulces y soñadoras.

Con los ojos cerrados meneo la cabeza de lado, reconoció una canción que justo pasaban en la televisión, y los abrió para mirar a Chanyeol quien leía atentamente su iPad.

-¿Recuerdas esta canción? – dijo con una risa entre sus labios rosáceos – Jongin no paraba de bailarla hasta caer rendido al piso.

Chanyeol levantó la mirada, aburrido, asintió.

-También recuerdo cuando—

-Podrías callarte.

-Oh, lo siento. Debes estar leyendo sobre algo importante –. Chanyeol devolvió su atención al aparato y Baekhyun no pudo guardar sus palabras, era natural en él; su curiosidad siempre fue un rasgo destacable en su carácter – ¿Y qué lees?

-Baekhyun – lo dijo en un tono tan despectivo que Baekhyun sintió algo, algo dentro de  su corazón siendo quebrado, o tal vez eran los pedazos de dicho corazón cayendo al fondo de su estómago causándole malestar – solo…

-Silencio. Perdón. Tengo trabajo en media hora, mejor iré camina— se cortó asimismo inmediatamente.

-Caminando – musitó – anda, mejor vete ahora.

-Chanye—

-¡Que te vayas!

Nadie sabía los problemas en su relación, Chanyeol se transformó en alguien acérrimo a las visitas.

Baekhyun no negaba que los cambios bruscos de actitud de Chanyeol lo deprimían pero se las arreglaba para mostrar esa alegría tan contagiosa a sus amigos más íntimos; algunos sospechaban de su estado, otros lo ignoraban y al final todos preferían guardar sus palabras. Solo Yixing lo sabía, y no era por palabras de Baekhyun, al menos al principio no lo fue, porque Baekhyun sabia plantarse una sonrisa, cocerla a sus mejillas si fuese necesario, y tal vez Yixing no sabría nada si no trabajara en la farmacia de la esquina, donde Baekhyun sucumbió entregándose al llanto una de esas tardes al comprar las medicinas.

-Baek – saludó Jongdae  con una bandeja sobre su mano, su camisa negra estaba remangada hasta los codos, con una mirada fija sobre Baekhyun.

El castaño esquivo al camarero al notar el olor a tabaco desprendiéndose de la ropa, dedos, y boca de Jongdae.

-Hace tiempo que no te vemos – enarcó una ceja mientras recogía algunas mesas.

-Por esa razón decidí pasarme antes por aquí – sonrio a su amigo, el cual asintió - ¿Y Luhan?

-Te refieres al señor hijo-puta – señalo con su pulgar una puerta, que llevaba un letrero “Solo personal autorizado” – está atrás dando órdenes.

 -Bien. Quiero hacer un pedido.

Baekhyun aguardo la salida de Luhan, y aprovechó para comprar un café cargado. 

-¿Cómo esta Chanyeol? – preguntó Jongdae  logrando que Baekhyun se atragantara con su café al punto de quemarse la garganta.

-Está bien – respondió con una servilleta cubriendo su boca, y tosiendo sobre ella.

-Sabes – se acercó a la mesa de Baekhyun – yo y Luhan fuimos a visitarlo. Nadie abrió la puerta.

La cara seria de Jongdae  intimidaba a Baekhyun, quien se encogió en su asiento, y evitaba a toda costa los ojos de Jongdae, al girar su rostro vio a Luhan saliendo del cuarto de empleados con una mueca.

-Luhan – dijo y el gerente le saludó desde su posición –. Quiero hacer un pedido.

-Oh, claro – dijo manteniendo su expresión de molestia –. Soy el gerente, y debo atender bien a cualquier cliente que asista a este lugar, pero no a ti Byun Baekhyun. Desapareces medio mes y ahora vienes y me pides un pedido, ja – se cruzó de brazos caminado en dirección al mostrador.

-Luhan… entiend—

-Déjalo, es un rencoroso – dijo Jongdae  – Debo irme, es mi turno libre.

Al pronunciar esas palabras salió apresurado por la puerta, mucho antes de que Luhan intentara agarrarlo del brazo e impedir su salida.

-Ese maldito – masculló – debe entregarme sus cigarrillos y dinero antes de irse.

-¿Se volvió adicto?

-¿Acaso no sientes el olor desde la mismísima puerta?

Luhan, tengo trabajo no puedo discutir sobre la vida de un adulto y sus problemas de adicción.

-Ya, solo dime qué quieres.

~*~  *  ~*~

Al entrar vio todas las luces apagadas y solo el sonido del viento entrando por la ventana lo recibió. Lleno de incertidumbre se quitó su abrigo, dejó sus zapatos al pie de la entrada y dejó el pedido especial de Luhan sobre el sillón.

Frotó sus brazos por el frío y cerró la ventana. Prendió las luces y vio algunos cojines del sillón esparcidos por el piso. Llamó a Chanyeol, al no obtener respuesta recogió la pequeña caja blanca que le dio Luhan, lo puso en la encimera y corto un trozo de pastel para servirlo.  

Saboreo la frutilla y el glaseado. Llevó un pedazo sobre un platillo y un tenedor al cuarto que compartía con Chanyeol, al abrirlo vio a su novio sentado en la silla de ruedas. Su rostro parecía contraído y sus ojos desorbitados, miraba la cama como si fuera el obstáculo más duro de todos, y sus manos formaban puños con los nudillos blancos sobre sus rodillas.

Baekhyun se acercó despacio.

-Se lo pedí a Luhan – dijo afablemente. Se sentó al borde de la cama para estar frente a Chanyeol, quien observo con antipatía en como se sentaba –. Es igual al que nos dio ese día que contrató a Jongdae. Pruébalo.

Al conectar sus ojos con los de Chanyeol sintió pavor cuando notó su mirada. Sus orbes eran negras y profundas, irradiaban un sentimiento extraño, algo lúgubre.

-No tengo hambre – espetó.

-Solo un mordisco – insistió. Tomó el riego de hacerlo y acercó el tenedor con un pequeño pedazo.

La mano de Chanyeol desvió el cubierto provocando que Baekhyun lo soltara.

-No tengo hambre – repitió.

-Está bien – pestañeo sorprendido. Dejó el platillo en la mesita de noche y ayudó a Chanyeol a subir a la cama.

El más alto no dijo nada, cuando Baekhyun limpió el desastre del piso.

En la cocina, Baekhyun, agarró la caja que contenía el pastel y lo tiró directo en el basurero.

~*~  *  ~*~

Que se preguntara ‘por qué a mí’ era una muestra de la desesperación ante lo que el destino decidió.

La voz de Baekhyun siempre era chillona pero eso nunca llegó a molestarle, incluso lo hallaba interesante y lindo, de cierta forma, le gustaba cuando Baekhyun hablaba expresando tanta emoción; una emoción genuina y contagiosa. Aunque ahora lo último que deseaba era oír a Baekhyun, era como si su novio fuera una especie de recordatorio.

-Entonces Yixing me ayudó con eso – Chanyeol creyó finalizado el discurso y rodó los ojos en respuesta.

-Quiero dormir – musitó en medio del mar de palabras de Baekhyun. Deseaba poder levantarse de esa silla e irse por su propio pie, pero ya no podía hacerlo, sin ayuda era imposible.

Con ojos ausentes Chanyeol entró a su habitación, y con ayuda de sus manos y codos se arrastró al centro de su cama desacomodando los cobertores y tirando las almohadas, que consideraba en demasía a los pies de Baekhyun.

-Debes estar agotado – dijo suavemente y recogió las almohadillas del suelo.

Ejerciendo fuerza sobre el borde de sus almohadas y con el corazón siendo estrujado, Baekhyun asintió, apagó las luces y dejó a Chanyeol descansar. 

-Ya no necesitamos tanta mierda sobre la cama – masculló Chanyeol cuando la puerta fue cerrada por completo, e ignorando el hecho de que Baekhyun pudiese oírlo.

~*~  *  ~*~

Baekhyun pagó con su tarjeta las medicinas y con una sonrisa se despidió de Yixing.

-Baek, espera – le dijo Yixing detrás del mostrador, Baekhyun dio media vuelta con la mirada en la bolsa de medicinas.

-¿S-sí? – no quería sonar nervioso, porque así dejaría conocer su estado catastrófico, casi afligido.

-Conozco un buen traumatólogo, hablé con él anoche y esta dispuesto a aceptar a Chanyeol en su clínica – Yixing tratando de lucir alegre le paso un papel con una dirección en ella.

-No contamos con tanto dinero. Esos tratamientos son costosos, apenas podemos con las medicinas, y aún le seguimos pagando al hospital – el hoyuelo de Yixing se marcó sobre sus mejillas.

-Solo vayan, no les cobrara nada. Es una clínica especial, ahí trataran bien a tu novio – Yixing colocó su manos sobre el hombro de Baekhyun –. Necesitan ayuda, Chanyeol lo necesita, y tú también.

Los ojos de Baekhyun se expandieron y su labio inferior comenzó a temblar con nerviosismo. No se dio cuenta de sus lágrimas hasta sentir el pulgar de Yixing sobre sus mejillas. 

-Lo consultare con Chanyeol – dijo apartándose del mostrador, con los ojos fijados en los dedos de Yixing, mojados de su propia tristeza.

~*~  *  ~*~

-No queda muy lejos, un taxi y, llegamos en cinco minutos – Baekhyun le explicó su charla con Yixing y Chanyeol atendió hasta la mitad del discurso, plan, o lo que sea.

-Apenas me incorporé a mi trabajo, y ahora quieres llevarme a una clínica. Sabes que tendré que pedir permiso de nuevo – escupió la palabras.

Cada letra parecía lastimar a su novio, pero Chanyeol era el que recibió la peor parte del accidente en la habitación. No importaba el bien o mal de sus palabras. Sentía que tenía alguna clase de perdón por sus arranques de ira o impotencia. Aunque solo era Baekhyun quien las recibiera, y las recibía con una sonrisa titubeante y una postura fuerte.

-Hablaré con Yifan.

-Claro – dijo con amargura – le pedirás un favor a tu ex.

-Antes de eso fue mi mejor amigo.

-Eso no te detuvo. Cuando empezamos a salir con mis amigos de la oficina, siempre te le quedabas viendo – los labios de Baekhyun palidecían y Chanyeol continúo –: Ahora seguramente me conseguirás favores, haciendo otros favores – enarcó una ceja sonriendo de medio lado de una forma maliciosa.

Chanyeol esperaba paciente las réplicas de Baekhyun, y en lugar de ello solo le vio inerte con los ojos húmedos.

-Iremos el jueves con ese doctor. Llamaré a Yifan para tu permiso – enfatizó sus últimas palabras antes de retirarse con movimientos nerviosos y torpes.

~*~ * ~*~

Junmyeon era el típico doctor de novela. Lucia su bata blanca con un porte impecable y unos lentes de marco negro y de carácter fácil y de un aspecto puramente profesional.

Su consultorio siempre lucia impecable, desde el momento en que se abría la puerta se podía divisar su escritorio de madera y detrás un gran ventanal con vistas hacia la ciudad. Un estante en la pared derecha lleno de historiales, archivos y algunos libros de medicina que él mismo había escrito, y al lado contario una camilla con una silla al final de esta. 

 -Chanyeol, Baekhyun. Pasen – los recibió con la típica sonrisa que Baekhyun se había acostumbrado a devolver.

Ambos asintieron y Baekhyun ingresó primero.

-¿Cómo han estado?

-Bien.

-Normal.

-Bueno, recientemente nos ha llegado una prótesis de última generación – deslizo unos papeles sobre la mesa, los cuales Chanyeol leyó asintiendo –. Sé que el costo es algo, alejado de su presupuesto actual, pero la fundación nos ayudara con ello. Explique el caso y su situación económica, si tenemos suerte tal vez acepten. Entiendo los meses que los hemos tenido en espera, lo bueno de todo es que tenemos una posibilidad.

Anonadado Baekhyun buscó la mano de Chanyeol por debajo. Lo miró sonriendo abiertamente, y Chanyeol seguía observando a Junmyeon con una expresión de desconfianza.

-¿Y si lo rechazan? – preguntó esquivando las manos de su novio.

-Debes mantener una actitud positiva – el doctor lucia algo desganado y miró a la pareja –. Si lo rechazan tendremos que esperar otros dos meses. 

Con un accidente Chanyeol había sufrido un completa fractura de su rotula izquierda. Las radiografías mostraban un montón de astillas desplazadas en vez de una especie de pelota deforme y compacta, también los ligamentos sufrieron gran parte del impacto lo que recayó en un movimiento mínimo y doloroso en la rodilla izquierda. No podía mantenerse mucho tiempo de pie antes de sentir un dolor incipiente e insoportable, tampoco podía caminar por mucho más que un par de minutos. Era como ser un inválido, las muletas no eran recomendables en su estado y la silla de ruedas se la vendió Yixing a Baekhyun después de que Chanyeol abandonara el hospital.

Una prótesis primaria en tu rodilla suena complejo, pero no lo es. Te pondremos una rotula nueva de  titanio, será con anestesia general y una semana en el hospital. Luego tendrás que someterte a clases de fisioterapia una buena temporada.

-¿Eso será todo?

-No exactamente pero la mayor parte sí – le dijo a Baekhyun y dirigió su atención a su paciente –. Chanyeol ¿cómo está el dolor?

-Sigue igual – frotó su rodilla y un suspiro cansado dejo sus labios.

-Por favor no dejes tus medicinas, también debes asistir a las clases de fisioterapia antes de la cirugía, debemos tenerte en forma y para ello requiere mucho esfuerzo ¿entendido?

Chanyeol cedió al entusiasmo de Junmyeon y asintió poco convencido.

~*~  *  ~*~

-¿No es una gran noticia? – canturreó Baekhyun mientras empujaba la silla desde atrás y cerraba la puerta con su pie.

-No hasta tener la cirugía – musitó.

-Lo tendrás estoy seguro, no hay una razón por la que no te la den.

-Baekhyun no quiero ilusionarme ¿de acuerdo?

El más bajo dejo de empujar, caminó pasando de largo a Chanyeol para ponerse frente a él.

-De acuerdo, pero no lo digas de esa forma – replicó con algo enfado.

-¿Qué forma? – Chanyeol irguió su espalda en posición defensiva.

-Tu tono, suenas amargado y es como si…

-Como qué – dijo desafiante desde su posición.

-Como si me odiaras – en su corazón esperaba una palabra que negara los hechos, pero sería mejor si Chanyeol se hubiera abstenido de decir esas palabras:

-Tal vez si te odie un poco – murmuró.

No sonaba molesto, enojado, u obstinado. Sonada sincero y seguro de sus palabras. Eso era peor que recibir su mal carácter, sus momentos de rabia o desasosiego.

Baekhyun pestañeo sorprendido y su tristeza atravesó sus pensamientos y habló sin meditar.

-¿Por qué? ¿Qué demonios hice mal Chanyeol?

-Tú estás sano –espetó –. No es justo, no es justo que yo me haya llevado la peor parte de todo – elevó la voz y soltó lo que seguramente llevaba guardando desde el día que despertó en esa cama de hospital. Despertó confundido, perdido y un dolor insoportable en su cuerpo –. Tú recibiste unas cortadas, un brazo dislocado y nada más, en cambio yo estoy postrado aquí, me siento inútil, soy un inútil. Si tengo mi puto trabajo es porque tú te abres de piernas con mi jefe – estalló en palabras encolerizadas y desdeñosas.

-¡Chanyeol basta! – pidió en un grito ensordecedor.

-¡Es la verdad! – estalló y apuntó a Baekhyun son su dedo índice, agitándolo en el aire –. Tú te sientes culpable, por eso estas a mi lado. No quiero tu puta compasión, se nota que quieres irte, así que… vete de mi departamento, desaparece.

-Deberías razonar un poco, porque nadie aguantaría la mierda que tú me has hecho pasar, y sí, sí quise irme, muchas veces. Quería empacar y salir por esa puerta, pero no pude, ni preguntes la razón porque ni yo lo entiendo.

Cruzó por la sala y se metió en la habitación cerrándola de una patada, descargando su impotencia.

Era verdad.

Al primer grito hace meses Baekhyun sintió el cosquilleo de salir disparado y no retroceder, incluso le preguntó a Jongdae si tenía espacio en su apartamento, y trató de ubicar a Jongin para que le ayudara con la mudanza, pero cada vez se detenía a un paso de la salida; algo destruía sus planes.

Sería sencillo tomar sus cosas, empacarlas, cerrar las gavetas, dejar las llaves en la mesita e irse. En verdad sonaba fácil, como si esas acciones no costaran dejar un pedazo de su alma en esos momentos. No imaginaba estar con alguien de la misma forma, le aterraba el cambio repentino, sería como sufrir otro accidente, sería renunciar a Chanyeol para siempre.

Lamentaba haber dado todo de sí en un solo puñado, ojala se hubiera cuidado un poco más y no hubiera entregado todo, tal vez así podría irse sin remordimientos, pero la realidad era que lo dio todo, y aunque a veces no parecía suficiente Baekhyun no se arrepentía de ello.

Agotado psicológicamente miró hacia la nada, dejando al tiempo llevarse sus lágrimas, que sus manos temblorosas acallaran sus sollozos; muriendo un poco en el interior, dejándose caer, alejándose de todo lo que alguna vez anhelo tener con Chanyeol. Aceptando la realidad.

~*~ * ~*~

-No puedo – espetó por enésima vez.

Hasta las enfermeras comenzaron a picarse con la actitud de Chanyeol.

-Si puedes – Baekhyun seguía insistiendo.

-Me duele demasiado – apretó los ojos y se sentó despacio con ayuda de otro enfermero.

-Chanyeol, solo una vez más. La cirugía es dentro de una semana.

-Baekhyun por favor vete. Prefiero hacer esto con los verdaderos fisioterapeutas.

Baekhyun notó la mirada que compartieron todos en la habitación. Asintiendo y salvando su demacrado orgullo abandonó el lugar.

~*~ * ~*~

Bajo las escaleras sin detenerse sus frenéticas pisadas que lo llevaron por los pasillos alejados de cualquiera que pudiese notar su presencia.

Se sentó en la fila de asientos y esperó a que las horas pasaran. La situación no podía ser más insufrible, desesperante y agotadora.  

Baekhyun ya había tocado su límite.

-Disculpa – llamó un joven que se sentó a su lado – vine a ver si se encontraba bien.

-¿Qué? – susurró girando su cabeza para ver al joven.

-Vi que saliste muy preocupado, y eso me preocupó – sonrió avergonzado y se alzó de hombros.

-Mi novio me pidió que saliera, nada más – respondió bajando la mirada.

-Park Chanyeol  es él ¿verdad? –  Baekhyun asintió y el otro formó una “o” con sus labios –Debes tener una paciencia de oro, incluso Minseok quiere golpearlo.

-¿Trabajas aquí? – preguntó examinando el atuendo casual del joven.

-No precisamente. Mi padre hizo unos donativos a la clínica, y a veces vengo y reviso que todo esté como debe estar.

-Entonces debo agradecerte a ti y tu familia por todo – sonrio abiertamente.

-No, no lo hagas – dijo levantando las manos con una sonrisa apenada.

Había algo en esos labios en forma de corazón que no podría describirse con palabras, simplemente era una sensación reconfortante.

-Chanyeol está pasando por un dolor insoportable, imagina que cada vez que muevas los labios te los rajaras ¿hablarías mucho? – Baekhyun negó con la cabeza cual niño chiquito.

-Pero ¿siempre será así? – dirigió sus ojos al suelo inmaculado de la clínica –. Cada vez que nos pasen cosas malas yo tendré que ser el único que les haga frente. Estuve tan aterrado ese día – sus palabras fluían como una cascada y el joven escuchaba atento. No era mal día para contar sus penas a un completo extraño –. Me siento solo, no tengo nadie con quien desahogarme, mis amistades no son tan cercanas como para ir y aburrirlos con mis problemas, mi mejor amigo le rompería otro hueso a Chanyeol.

-¿No tienes a nadie? – cuestionó sorprendido.

-Tengo personas a mí alrededor y en todo este tiempo sentí que estuve rodeado de aire – exhalo y trató de recomponerse.

-No llores – pidió el otro buscando en sus bolsillos y sacando un envoltura dorada.

-¿No debería ser un pañuelo? – rio ligeramente aceptando el dulce.

-Es lo único que tengo.

-Un dulce de leche – concluyó.

-Es mejor que el aire – dijo sacando otro dulce de sus bolsillos.

-Tienes razón, gracias...

-Kyungsoo. Do Kyungsoo.  

Baekhyun se presentó igualmente.

Compartieron palabras endulzadas, palabras incomodas porque no se conocían, palabras vacilantes a la hora de mencionar a Chanyeol. Y finalmente Baekhyun le confesó un pequeño plan que tenía guardado desde el día que Junmyeon dio luz verde para una cirugía.

~*~ * ~*~

¿Él estaría bien? ¿Entendería?

Después de la cirugía Chanyeol sintió un inmenso alivio. Esta vez despertó con una sonrisa atontada debido a la anestesia, con Junmyeon y Baekhyun mirando atentos cada movimiento que hacia su rodilla. Ocho centímetros de puntadas envueltas en gasas, algodón y vendas. La cicatriz no le pareció horrible cuando se la revisaron el último día que estuvo internado.

-Gracias Doctor Kim – dijo sinceramente antes de dejar la clínica con un silencioso Baekhyun a su lado.

-Debes regresar a la clínica, tus sesiones de fisioterapia – miró a Baekhyun como si fuera el encargado de ello. El castaño asintió sin decir nada.

Con pocas semanas de fisioterapia Chanyeol se hallaba en el cielo, cada sesión era más corta y el dolor se disipo en cuestión de días. Sus ojos brillaban y su sonrisa volvia para reemplazar sus muecas.

En medio de todo Baekhyun miraba sus avances, atento con la mirada y una sonrisa menos brillante.

Chanyeol supo que algo andaba mal el día que Baekhyun se negó a intimar con él, con sus manos alejó las suyas de su cintura dejándolo en el cuarto y la ventana abierta. Lo invitó a cenar y Baekhyun antepuso su nuevo empleo. Baekhyun llegaba tarde, ahora notaba la hora y los días donde su novio llegaba un poco retrasado. Baekhyun hablaba poco y con menos entusiasmo en sus palabras.

Chanyeol tomó la decisión de hablar con su novio al llegar.

Bajo un par de paradas antes para poder practicar y vio el café, a través del escaparate notó un cigarrillo apagado colgando en la oreja de su primo y Luhan lanzaba rayos x a la cabeza de su Jongdae. Rio abiertamente al verlos pelear, pero sin animarse a entrar siguió su camino. La farmacia seguía abierta y vio a Yixing hablando con el nuevo empleado, un chico de no más de dieciocho años y el pelo teñido de varios colores; extravagante pensó Chanyeol.

Entró con cierto agotamiento por la calles que recorrió previamente y masajeo su rodillas con sumo cuidado.

Notó la luces prendidas en su habitación y un vació latente cuando paró en medio de la sala.

Un papel doblado por la mitad destacaba en su mesa central. Deslizo sus dedos y desdobló la carta.

Park Chanyeol.

Debo aclarar que para dejar esta pequeña carta me quede pensando horas y horas en lo que quisiera plasmar, tengo tanto que decir pero poco me hago entender en palabras escritas sin estar yo presente para darles vida…

¿Qué es esto?

Primero que nada te agradezco: gracias por darme algo especial, por hacerme sentir especial, quise proteger esos sentimientos de todo y todos, incluso dejando mis deseos de lado para ello. Admito que la primera vez que te vi también quise invitarte a salir. Pensaba en ti todo el tiempo después de esa cita tan extraña que tuvimos. Me pareció adorable tu forma de presentarte en mi puerta cada mañana con tu taza vacía pidiéndome azúcar.

Ame la primera vez que me tocaste sin pudor. Adore la forma de tus labios rozando los míos, deseaba saber más de ti, conocerte a fondo, y creí haberlo hecho, pensé que logramos pasar la barrera de los secretos y la desconfianza en un corto periodo.

Me equivoqué.  

No culpo al accidente de nada, es más, no guardo rencor al tipo descuidado que cambió tu vida y la mía. Ambos somos humanos, tu tuviste tus errores y aciertos, yo también.

¿Por qué dejaste esto aquí Baekhyun?

Una vez discutimos, y yo te dije que no sabía por qué seguía a tu lado, bueno, con esfuerzo admito que eras tú. Tú, y todo lo que eres, o solías ser. La respuesta era tú, y no tuve ni tengo el valor para decírtelo a la cara. Tú eras mi todo, y ahora no me arrepiento de quedarme a tu lado cuidándote. Cada lágrima y palabra las recibí con calma, porque estaba seguro de que todo volvería a ser como antes. La vaga ilusión me mantuvo a flote, pero supongo que no fue amor lo que me sostuvo, porque ya no estoy a tu lado.

No me dejes…

No soy una especie de mártir Chanyeol. Sufrí con cada acción tuya, y no lo disfruté, espere un perdón que nunca llegó, un pequeño agradecimiento por todo, y nada obtuve al final. La imagen que tuve de ti y todo a mí alrededor se destruyó de una manera inesperada y cruel.

Cada vez que tú te caías yo estaba ahí para ti pero ¿quién me ayudó cuando yo fui quien se lastimó? La respuesta, ya la sabes. Nadie. Por eso decidí irme de la forma más misteriosa posible, suena divertido e intrigante pienso yo. Acepte una oportunidad que se me presentó, nadie que conoces tuvo algo que ver, es más, cuando comunique mi partida a nuestros amigos esta mañana todos me miraron sorprendidos.

No te vayas, Baek.

Medite mucho, era una  gran oportunidad, y terminé aceptando. Con esto último queda aclarado que terminamos. Pero supongo que hace meses nuestra relación cayó por la borda ¿no crees?

Al menos déjame quedarme a tu lado. Déjame verte.

No importa lo mucho que piense en ti, mi decisión es definitiva. Ya no quiero seguir intentando.

Chanyeol, eres el único al que le abrí mi corazón y eso, será para siempre…

El pelinegro se tambaleo y soltó la carta sin atreverse a continuar. Incrédulo observó la luz de su habitación. Pestañeo y se pellizcó pensado que todo era un sueño, un mal sueño.

Empujó la puerta con su palma abierta.

Todo seguía igual.

Sintiendo que su mundo caía y subía de un tirón, abrió una de las gavetas de Baekhyun.

No había nada, ni en el armario, los cajones e incluso una pequeña estantería donde Baekhyun colocaba sus libros.

Desesperado corrió por la carta que dejó caer en su sala. La levantó y sus ojos empañados no le dejaban terminar la carta de Baekhyun, un sollozo desgarrador abandonó su garganta y abrió paso entre sus labios.

Intentó seguir leyendo pero sus lágrimas seguían dándole batalla y solo pudo reconocer cuatro palabras.

Mi respuesta eras tú.

Byun Baekhyun.

 

Notas finales:

Este fic fue para un reto de Cara y Cruz, en donde se nos asignó una canción con la cual usamos de base para el fic (songfic) a mi me tocó My answer (?) 

Espero les haya gustado y vean la pagina donde están los demás fics ^^ 

caraycruz

 

¡Nos leemos!


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