Tres años sintiendo aquel dolor en el pecho, aquel dolor que se producía solo cuando los miraba. Tan felices.
Eran celos incontrolables aunque no quisiera sentirlos. Ella está con mi hermano y no podía hacer nada ¿Quien podría sentir amor por alguien que ya tenía dueño? Ese era yo, sin duda.
Hace pocas horas había terminado el casamiento, hace pocas horas mi corazón había terminado de romperse, estaban junto. Ante Dios y ante todos los presentes en la boda. Ya eran marido y mujer.
Aún recuerdo cuando me dijiste que tenías una noticia muy importante que decirme, pensé en muchas posibilidades, pero ninguna en la que me dijeron tú y mi hermano. Hasta pensé que estabas embarazada.
Me hubiera dolido menos.
-Nos vamos a casar
-¿Qué? -los mire perplejo ¿Se van a casar?
-Así es, Tom me lo pidió -tu sonrisa era radiante mientras mostraban sus anillos de compromiso en sus dedos anular de oro blanco... Como a mi me gustaban...
Mordí mi labio evitando las ganas de llorar.
-Woah... De verdad, los felicitó -me levante para abrazarlos a pesar de que mi corazón pesaba y dolía de una manera horrible, ver sus sonrisas felices me hacia desear desaparecer-
-Muchas gracias. Y adivina ¡Tus serás nuestro único testigo de nuestro amor!
-¿De verdad? Eso... Eso me alegra y me ilusiona demasiado -fingí una sonrisa que esperaba lo notaran, pero estaban tan sumidos en su amor que no se dieron cuenta. Era de esperarse.
-Eres el único que ha visto como nuestro amor fue creciendo, así que, ¿Quien mejor podría describirlo a parte de nosotros? -reíste mirando a mi hermano con ese amor que me gustaría tener a mi disposición y libertad.
Luego de aquello vinieron los preparativos, las sonrisas, las frustraciones... Más dolor. Te veías tan feliz y entusiasmada de todo que no podía romper aquella ilusión y felicidad que te embargaba.
¿Por qué yo no podía ser feliz como ustedes? ¿Por qué mi corazón dolía cada vez que los veía? ¿Por qué era el único que sufría?
Suspire mirando la carretera, mientras mis manos apretaban con fuerza el volante. Molesto de mi mismo.
Molesto de este amor, donde el único lastimado era yo. No, lastimado no... El único que daba lástima.
Te veías tan hermosa esta tarde, aquel vestido blanco te sentaba de maravilla con tu nívea piel. Mi hermano no quedaba atrás, jamás pensé verlo en traje de diseñador y tan arreglado como lo estaba hoy.
Sonrió para mí con agonía y cinismo.
¿Desde cuándo comencé a sentir este amor? Desde que vi aquellos ojos marrones mirarme como si fuera el único.
¿Desde cuándo me sentí tan miserable? Desde que supe que amabas a otra persona que no fuera yo.
¿Desde cuándo ya no fui importante para ti? Desde que te enamoraste.
Miró a mi lado, al asiento vacío y recuerdo cuando reías de mis chistes malos, sólo para oír aquel angelical sonido al encontrarme tonto y fome.
¿Recuerdas esos momentos? Yo los recuerdo perfectamente, donde sólo éramos tú y yo, nadie más entre ambos.
Vuelvo mí vista en frente y mi mandíbula se tensa ¿Por qué no me viste a mí? ¿Por qué no puedo ser yo el que este a tu lado? ¿Por qué no puedo ser yo el que se levante cada mañana viendo tu hermoso rostro? ¿Por qué?
«¿¡Por qué!?»
Golpeo con fuerza el volante, deteniendo el carro de golpe. Frustrado y molesto. Mi cabeza no me deja tranquilo. Este amor era imposible y aún sigo sufriendo a pesar de que me diga una y otra vez que jamás habría funcionado y que era lo mejor, que esto sucediera.
Que fueras feliz con alguien más.
Con las manos temblando sacó la foto que nos han hecho esta tarde de mi bolsillo. Se ven tan felices. Ella se ve tan hermosa y radiante, él se ve tan feliz y yo tan miserable.
Comienzo a romper con cuidado la foto, justo en la esquina donde se encontraba mi hermano, sólo dejándome a ella y a mi.
Sonrió con pesar.
"Miraba desde la terraza del recinto donde recién había finalizado la boda, ahora mi hermano y ella eran marido y mujer. Aún me seguía preguntando el por qué ¿Por qué me debió de pasar a mi?
Suspiro mirando el hermoso paisaje que era lo único que me podía relajar en este momento tan deprimente para mí.
-¿Qué haces aquí? Vamos debemos sacarnos la foto -miró a mi hermano que venía caminando hacia mí con una gran sonrisa.
-No me hagas esto Tom, los que deben sacarse foto son ustedes ¡No conmigo! -río amargamente aunque sé que no te has dado cuenta de mi mal humor y tristeza. Su felicidad lo ciega de mi dolor.
-Vamos Bill, sólo será una foto -toma mi mano y me jala hacia el interior del recinto.
Resignado lo sigo y me colocó al lado de, ahora, su esposa. Miró a mi hermano por un momento que estaba a tu lado derecho arreglando un cabello rebelde que se había salido de tu hermoso peinado, sólo mirándote a ti. Sonrió con tristeza antes de posar para la cámara entrelazando su brazo con el mío, colocando mi mejor sonrisa fingida"
Estos podríamos ser nosotros, amándonos. Sin importar lo que digan lo demás. Sin importar que fuera prohibido. Sin importar nada, tan sólo nuestro amor.
Claro, que sólo sentía yo.
Miró la foto nuevamente mientras las acercaba lentamente, mitad con mitad, donde ella había desaparecido y tan sólo éramos mi hermano y yo. Juntos.
¿Por qué no me dejaste amarte Tom? ¿Por qué jamás me viste? ¿Por qué soy el único sintiendo este amor? ¿Por qué no podemos ser feliz?
¿Por qué no me amaste?