Capítulo I: Primera Parte.
Varios meses pasaron desde que los saiyajin puros estuvieron entrenando con Wiss. En todo ese tiempo aprendieron muchas cosas. Como por ejemplo: nuevas técnicas, varios consejos para mejorar y tener más conocimiento.
En especial Son Gokú, quien adquiere más atención.
Entrenaban tranquilos por que Bills, el dios de la destrucción estaba dormido. Y su sueño dura por muchos años.
Ahora mismo un príncipe bastante orgulloso abre sus ojos abruptamente, fue de golpe.
Está tirado en el suelo mirando con mucho enojo a dos personas que entrenaban, se trataba de Gokú y su maestro Wiss.
Otra vez, siempre era lo mismo.
Wiss lo volvió a noquear para según Vegeta que no sea una molestia, otra vez peleaban sin él.
Le molestaba y dolía.
Estos últimos días Vegeta tuvo un cambio de sentimiento hacia Wiss, era algo que le sorprendió y al principio no lograba saber el porqué.
Ahora lo sabía, pero no quería aceptarlo porque su orgullo no le permitía.
Vegeta se sentó sin dejar de mirarlos, pero su vista estaba posada la mayor parte del tiempo en su maestro.
-“Ash… ¿Por qué me sucede todo esto?”-Pensó sonrojándose.
Antes no solía sonrojarse y por eso no hallaba por el momento un buen método para poder hacer desaparecer con facilidad o controlar ese calor y aquel color rojo ubicada específicamente en sus mejillas, sus suaves mejillas.
Se levantó y comenzó alejarse, para poder pensar.
El entrenamiento se dio por terminada, fue más rápido que los demás ya que ambos notaron muy extraño a Vegeta.
Y Gokú decidió ir a preguntarle por los nervios y sonrojos de su ex–rival.
Vegeta se encontraba sentado en una roca de gran tamaño, Gokú se acercó y comenzó con las preguntas.
Pero no obtuvo nada, por un problema= El orgullo de Vegeta.
Aun así, el guerrero de más alto no era tan tonto como todos pensaban.
Lograba darse cuenta de algunas cosas, así que se preocupó por su casi amigo por así decirlo.
Entonces opto por dejarlo en paz dejando solo al príncipe.
-¿Te dijo algo?-Preguntó también preocupado viendo como Gokú se acercaba a él. Este negó con la cabeza- Oh vaya… ¿Qué le pasara?
-No lo sé…-contestó con la cabeza gacha.
El maestro de ambos saiyajins solo suspiro.
Paso una hora.
Ambos saiyajin de raza pura se estaba por marchar, pero Wiss los detuvo.
Los dos voltearon al mismo tiempo.
-¿Qué pasa?- Preguntó Gokú.
-Quiero hablar con Vegeta –hablo mirando a los ojos al príncipe. El nombrado se puso nervioso al instante, poniendo su cuerpo en estado de paralización.
El sonrojo no se hizo rogar en aparecer para desgracia de Vegeta.
-ah -entendió de que tema iban hablar, antes de despedirse hecho una fugaz mirada al otro peli-negó y luego se despidió diciendo. -Entonces yo los dejo solos. Nos vemos luego –
Tras mostrar su sonrisa, puso dos dedos en su frente para realizar la tele-transportación y así desaparecer.
El príncipe al ver que se quedaron completamente solos con el hombre que le produce muchas emociones, sonrojos inevitables y casi imposibles de ocultar. Retrocedió por instinto y por miedo.
-¿Q-que es lo que quieres? ¿De qué quieres hablar conmigo?-trato de sonar normal.
-Quiero saber ¿Por qué te pones nervioso cuando estoy cerca de ti? -Vegeta se puso nervioso otra vez, sus piernas no respondía para realizar una huida.
El peli-blanco pacientemente se quedó esperando, mirándolo con una expresión normal.
Vegeta se sentía sin salida, atrapado y no podía formular una respuesta a la interrogante del hombre que le conquisto el corazón.
-Es que…-empezó a decir.
-¿Es que?-
- Argh… ¡Eso no te importa! Son mis problemas no los tuyos – se cruzó de brazos, sintiendo miedo de ser rechazado o de recibir burlas.
- Si… pero…-Y Vegeta se fue volando, dejando a Wiss confundido.
Unas horas después.
Era de noche, el manto oscuro con adorno de incontables estrellas y la luna nueva.
La cortinas estaban abiertas, la luz de la luna cubrían la cara de Vegeta.
Este se encuentra en una cama matrimonial a su lado está dormida su esposa Bulma. Él le daba la espalda. Estaba pensativo, en su mundo.
No le gustaba mostrar cobardía, eso dañaba un poco su orgullo.
-“Lo mejor es olvidarme, es la mejor opción. Mañana será otro día”-Pensó decidido de volver actuar como el vegeta de siempre. Pero no era tan fácil como él pensaba, olvidarse de alguien requiere mucho trabajo y hasta podría durar años.
Al día siguiente.
La mañana se presentaba como todos los días. Su esposa le preparo el desayuno para su hijo y el.
Esa misma mañana realizo una actuación, lo mejor que podía, resulto un éxito no se dieron cuenta de sus problemas emocionales.
A la tarde Vegeta se mostró indiferente, fue tan convincente que la teoría de Gokú fue descartada y Wiss aunque dudaba un poco no hizo preguntas.
Entonces los días transcurrieron, para ellos paso muy rápido. Hasta que Gokú se le ocurrió quedarse a dormir y Vegeta para su sorpresa también se quedó por una palabra muy conocida y es “Celos”.
Se insulto a si mismo por cometer semejante error, pero no había vuelta atrás.
Después de comer, cada uno se fue a una habitación.
Wiss no tenía sueño, no era de dormir mucho tiempo. Así que caminaba un rato para esperar el sueño y pasando por la habitación donde el príncipe de los saiyajin de raza guerrera escucho un pequeño gemido.
Movido por la curiosidad, y tras haber pensado un momento entro. Y al entrar le miro un rato, se iba a retirar pero…
Lo que escucho lo dejo bastante sorprendido.
- ah…Te amo Wiss.- no podía creerlo.
-“¿Por eso estaba tan extraño esos días?”- Pensó sin salir de la sorpresa.
Después comenzó a sentir pena porque él no sentía lo mismo, salió de la habitación y fue cerrando la puerta mientras lo miraba con pena, no quería ilusionarlo tenía que decirle que no lo amaba y eso le diría en la mañana.
Otro día dio inicio.
Mientras desayunaban, Wiss miraba a Vegeta.
Gokú estaba concentrado en comer, primero era su estómago siempre fue así y tal vez siempre lo será.
Antes de comenzar el entrenamiento, Wiss le pidió a Vegeta hablar, este se había negado pero termino cediendo.
Son Goku se quedó esperándolos y sospechando un poco del tema de la conversación.
-Dime, ¿de qué quieres hablar?- sonaba indiferente pero por dentro estaba casi explotando de los nervios.
- Vegeta yo…-tenía que hacerlo- Ya sé por qué te comportabas de esa manera- la frente de Vegeta empezó a sudar, como sus manos mientras abría sus ojos casi hasta el límite.
-¿Q-que? ¿Cómo puedes saberlo?
- Sé que tú me amas- fue directo.
-¿Q-que? ¿Qué fue lo que dijiste? ¿Estás loco?- como siempre una persona se niega a la verdad.- ¿Cómo puedes decir eso? Parece que el desayuno te cayo muy mal, estas creando cosas que no son ciertas- Decía nervioso y serio.
-No estoy creando, no mintiendo. Ayer a la noche, te oí decirlo mientras dormías.
-….-se sonrojo, recordando su sueño- ¿Por qué entraste?-preguntó para desviar el tema.
- Escuche un quejido y preocupado entre-explico la razón con tranquilidad y pena por lo que va decir.
- ….- antes de aceptarlo fue diciendo otras cosas sin sentido, negándose pero Wiss no le creyó porque lo escucho y vio con sus propios ojos.- ¿Qué vas hacer entonces? ¿Burlarte de mí?- puso una cara de dolor mientras su vista estaba en el piso.
-No voy hacer eso.- hizo una pausa-Vegeta, no quisiera decírtelo pero…yo no te amo.- la escondida esperanza de Vegeta desapareció, su corazón se rompió en mil pedazos.
Algún día se esperaba tener valor y decírselo. Lo cierto era que aunque esa noche se haya dicho que lo iba a olvidar no lo hizo, seguía la esperanza y ahora ha terminado.
-…..-Vegeta no mencionado ninguna palabra.
Wiss-Lo siento mucho- El príncipe se dio la vuelta y se fue volando sin decir nada.
Gokú al verlo se preocupó mucho, así que le dijo adiós a Wiss rápidamente y lo siguió.
En el planeta tierra.
Vegeta estaba caminando, dando pasos lentos. A su alrededor era un bosque, lleno de diferentes tipos de árboles. No quería llorar, pero ya no pudo retenerlas más y tuvo que llorar de dolor en su corazón, destruyendo su sueño y esperanza.
De pronto comenzó a llover, haciendo que las lágrimas de dolor de Vegeta no se vean. Le dolía mucho a pesar de haber sido rechazado de buena forma.
Pero de todos modos duele. Se sentó en el pasto llorando, no le importaba mojarse. Al no ocultar su ki, Gokú apareció gracias a su famosa técnica.
-Vegeta –susurro con tristeza- ¿Qué sucedió?
-¡¡Lárgate kakaroto!!- Le grito con lágrimas y gotas de lluvia por sus mejillas.
- No puedo, me preocupas mucho- Dijo acercándose, le produjo ganas de abrazarlo.
Vegeta se levantó amenazante, queriendo intimidarlo. Pero no se encontraba muy bien.
-¡¡Te dije que te largues, déjame solo con un demonio!- intento darle un golpe con el puño pero su ex rival lo tomo y con mucha rapidez le dio un abrazo.
- Ya vegeta…tranquilo por favor- ese abrazo sorprendió mucho a vegeta, intento alejarse pero no funciono, Gokú era mas fuerte.
Finalmente se dejó abrazar, sus ojos se llenaron de lágrimas y abrazó al otro saiyajin puro, ese acto sorprendió al azabache.
Vegeta necesitaba alguien que lo consolara, en ese momento el único que lo podía otorgar era kakaroto.
Fin del capítulo.