TAKANO POV
Estaba en shock, no creía en las palabras del castaño, pero algo era seguro; me había lastimado. En el momento en el que lo vi corriendo por el pasillo pensé “Debo tomarlo, debo arreglar lo que he cometido, porque si no lo perderé, no puedo aceptarlo, nadie más puede tenerlo, regresa… por favor” pero después de que entró al salón de clases decidí con impulsos asesinos deshacerme de la molestia y acabar con todo esto de una maldita vez.
Cité a Haitani ya que él salía mas temprano que el castaño, tan pronto como lo vi le dije nos veríamos en el cerezo que hay atrás de el instituto, cuando llegó pude ver que venía con una sonrisa de victoria, seguramente pensaba que le sería fácil escapar de este nuevo problema, pero supongo que se equivocó. Trato de hablar seriamente conmigo pero esa sonrisa testaruda, que me daba a entender que tenía algo a favor de mi castaño, se la quitaría enseguida.
Tan pronto metí el primer golpe en una de sus mejillas éste cayó fácilmente y yo tomé ventaja para montarme y ponerle a presión una de mis rodillas en sus costillas, en un sonido de llanto y de gemidos dolorosos, decidí golpear su cara para que se le quitara esa horrible sonrisa, para cuando acordé Haitani estaba con un rostro sangrante y serio, el cual nunca me había enseñado jamás. Supongo que todo lo fingía para poder estar cerca del castaño.
Me levanté y me retiré del lugar pero antes de salir de aquella escena escuché que de esa boca tan maldita salían palabras amenazadoras: “Espero y sepas lo que has hecho, y el cómo se sentirá el castaño… ahora”. Traté de callarle esa gran bocota, pero cuando volteé Haitani ya no se encontraba.
Iba caminando por los salones pero me encontré con una escena increíble que me dejó impactado por completo: Haitani y Ritsu estaban en la enfermería juntos, esa fue mi rendida, o al menos esas fueron las primeras palabras que pasaron por mi mente. Antes de salir corriendo hacia ellos, por accidente topé con un castañito aún más diminuto que Ritsu, al parecer fue tan fuerte el golpe que reaccioné y le di la mano para levantarse.
-¿Estás bien?- Dije ignorando su rostro con la mueca de dolor.
-Sí, descuida, tan solo fue la caída- Al decirme eso me dio la mano y se apoyó sobre mi mano para levantarse -¿Cómo te llamas?-
-¿Eh?- Esa pregunta me sacó de mi razón -¿Para qué quieres saberlo?-
-Perdona…- Dijo sonrojándose por completo mientras cubría su rostro –Es sólo que no sé hacer amigos, y esa es la manera más fácil para mi, aunque para todos es raro, es solo que yo…- Pude notar su inexperiencia hacia las amistades.
-Masamune- Dije desinteresado.
-¿Eh?-
-Takano Masamune-
-Guau que bello nombre…- Dijo ignorando el límite de sus palabras, y para cuando reaccionó solo se agacho y empezó a temblar. Ante aquella expresión tan inocente no pude evitar algo de gracia y di unas pequeñas carcajadas.
-No te rías…- Dijo haciendo un puchero, demasiado tierno debería decir –Soy Misaki… Takahashi Misaki-
-Hola Misaki- Dije sonriéndole, aspecto que nunca hago.
Después de toda nuestra conversación salieron Ritsu y Haitani, al vernos Ritsu hizo una expresión de decepción y dolor, junto a unos ojos cristalinos los cuales me llenaron de nostalgia.
-Ritsu…- Dije tratando de que mi voz llegara a él.
-Nos vemos después para terminar el proyecto- Después solo salió y yo me platicando con Misaki. Decidimos ir a tomar un café y después al parque de diversiones, lo extraño fue que Misaki a medio camino me tomó de la mano para después apretarla, mientras sonreía y se sonrojaba. Cuándo estábamos por en medio de un parque, ya el cielo oscuro y la luna en un punto alto, Misaki me detuvo y yo me detuve para saber que era lo que pasaba.
-Masamune… hoy ha sido uno de los mejores días de mi vida-
-Sí, debo admitirlo hace tiempo que no me divertía así- Dije mientras él me apretaba la mano y se agachaba y sonrojaba.
-Bueno, tal vez no lo sepas pero yo estoy… enamorado de ti, desde muchísimo antes estoy perdidamente enamorado de ti, y yo quiero que tu me quieras de la misma manera, pero si no se puede entonces no te quiero obligar, pero realmente te quiero y yo…- Ante aquella declaración no pude evitar reprimirme a mi respuesta.
-Misaki, yo estoy enamorado de Onodera Ritsu…-
-¡Pero él es un idiota!- Dijo gritando en llanto.
-¿Eh?-
-¿Qué no te das cuenta? Él no siente nada por ti, tu eres el único que quiere avanzar en esa relación…-
-Pasa lo mismo contigo, Misaki-
-Bueno, pues mínimo podemos darle celos a Onodera, puedes utilizarme todo lo que quieras, porque por ti estoy… dispuesto a todo- Dijo agachado con unas lágrimas en sus mejillas, miré al suelo y noté que esas puras gotas había caído en el suelo.
-¿Estás seguro de que puedo utilizarte?- Al terminar esa pregunta el chiquillo me miró atónito y asustado, pero al mismo tiempo sorprendido.
-Yo…- Tomó con fuerza su pecho -…sí…-
-Bien, entonces desde ahora somos “novios”-
-Vale- No sabía que iba a suceder, pero moría de ganas de ver qué hacía Ritsu ante esto. Aunque me da el presentimiento que será un problema de ahora en adelante.