ROLO POV
Cuando conocí a Lelouch tras aquellos golpes de mi ex-pareja, pude notar en él algo de confianza, un apoyo que nadie me pudo dar en años. Pensé que sería el indicado para ser un amigo, pero tras aquel aventón y la vergüenza solo pude salir corriendo al baño, ya para después ser atendido por Lelouch.
Mi madre era una mujer con pensamientos machistas, mi padre se la pasaba golpeándonos sin poder decir nada, por alguna razón desde muy pequeño me dejaba pisotear por la gente, tal vez eran las costumbres de la familia, y también mi orientación sexual, según mi psicólogo, se debió a los malos tratos de mi padre.
Hubo una época en la que mi corazón se sentía horrible, acompañado de decadencias de mis formas de pensar o mi intelecto. Había veces en las que me preguntaba el porqué de mi existencia, pero por más que le daba vueltas al asunto no encontraba nada en absoluto.
Salí de esos malestares gracias al apoyo de mis amigos y amigas, y así conocí a mi ex-pareja. Al principio era como mi príncipe azul montado en un caballo blanco, pero conforme pasaban los años se tornaba más agresivo, y me era infiel en las propias narices, ignorando por completo mi inconformidad al tener al lado a mis compañeras.
Supongo que esas razones fueron más que suficientes para entender por qué tanto afecto hacia Lelouch, y ya después de un tiempo mis sentimientos cambiaron a un modo romántico.
Pasaron unos meses hasta quedar como amantes ante la institución, y aunque yo haya sido el que se declaró, Lelouch era el más emocionado y cariñoso. Sinceramente siempre he sido un Tsundere en esos casos, por ello prefería alejarme un poco de Lelouch, pero era tan apegado que podía hacerme sentir feliz en todo momento.
Pasó un año, y así, ese día de invierno, él y yo nos volvimos uno, repentinamente. Ese día fuimos de excursión un grupo de amigos junto a nosotros, rentamos una cabaña que queda encima de una montaña, la cual tenía flores y árboles de diferentes tipos y colores.
Cuando llegamos todos dejamos las maletas en las habitaciones y salimos a jugar a las bolas de nieve. Pero después terminamos con los chalecos empapados y todos temblando, nos metimos a la ducha mientras que otros se la pasaban haciendo té.
Cuando se metió Lelouch no quise seguirlo, puesto que aún me daba vergüenza estar cerca de él, además nunca antes lo había visto sin ropa, y menos sudando en agua caliente.
Esa escena se me vino a la cabeza mientras ayudaba a la jefa de salón a preparar el té.
-Nee, Rolo…-
-¿Sí?- Dije inocente.
-¿No sería buena idea meterse a la ducha?- Me dijo con cierta apariencia.
-No, está Lelouch- dije firme, pero luego me miró pervertida mente.
-¿Eso no sería mejor?-
-¡NO, YO NO QUIERO IRRUMPIR SU PRIVACIDAD!- Dije temblando.
-Vamos Rolo, seguramente a Lelouch le encantaría- me dijeron sus amigos.
-No quiero, eso no… no… est…está bien… no… no lo haré- Dije tartamudeando.
-Pero ¿no crees que a Lelouch le gustaría?-
-No… no lo sé-
-Imagina esto: Lelouch mira que no se puede hacer nada en su relación y decide irse con una mujer que si le pueda dar todo lo él se merece ¿eso te haría feliz?-
-Lelouch… con una… mujer…-
-¿Verdad que no?-
-Pero eso…-
-No digas más, entra justo ahora en la tina y descúbrelo-
-Bi…bien- Dije para luego ir al cuarto de baño, entré completamente nervioso, y vi como Lelouch se relajaba en el agua, estaba tan distraído que no se dio cuenta cuando entré el cuarto de baño, pero por accidente se azotó la puerta y él se despertó de su sueño relajante.
-Ro…¡¿Rolo? ¿Qué estás haciendo aquí?!- Dijo sorprendido y pavorisado, a la vez cubriendo su cuerpo.
-Bueno, yo… ¡Yo!- Dije con miedo -¿qué estoy haciendo aquí?- dije sin pensar –perdona Lelouch, no debí entrar- dije nervioso, cerrando los ojos y calmándolo un poco, mientras que mi corazón estaba completamente acelerado.
-Eh… este… des… descuida, no… pasa nada- Dijo nervioso.
-Pensé que… te gustaría que estuviera… aquí- Dije completamente rojo.
-Di.. digo, no me incomoda, pero fue un susto el que te aparecieras de la nada-
-Perdona, ya me voy…- Dije apenas alcanzando la perilla.
-Espero, pero ¿quién te dijo que entraras?- dijo mirándome cautelosamente.
-Es que yo… nadie yo…-
-¡Rolo!- dijo serio.
-¡Bueno… es que yo no quiero que te vayas con una mujer!- dije para luego agacharme mientras él me miraba confundido.
-¿Eh?-
-Es que la jefa y los demás me dijeron que si no te daba más amor tal vez te aburrirías de mí, y si pasaba eso te irías con alguna mujer, y me olvidarías y…- no pude terminar, puesto que unos brazos me tomaron fuertemente para abrazarme -¿Lelouch?-
-Gracias, me has hecho muy feliz- dijo sonriendo.
-Lelouch ¿podríamos “hacerlo”?-
-¿Hacer qué?- dijo confundido, luego reaccionó –Perdona, nunca pensé que me dirías eso-
-Bueno, es que hemos tenido tantas oportunidades y…-
-¿”oportunidades”? Oh, es sólo que por lo que me has contado, no has tenido buenos momentos en eso, por eso, quería que nuestra primera vez fuera especial; única, y quería que ambos pudiéramos disfrutarlo, no solo yo, es por eso que nunca me aproveche, perdona si te hice sentir inseguro-
-No, descuida…-
-Rolo duchémonos juntos-
-Sí…- dije para deshacerme lentamente de la ropa que me cubría, Lelouch se metió a la tina y yo me senté arriba de él, para luego abrazarlo.
-Podía sentir el agua tocando todo mi cuerpo, los labios de Lelouch besando mis cabellos, sus manos rodeándome por la espalda, después esa mano descendió hasta mi cadera lo cual fue demasiado para mí.
-Ah~-Por accidente solté ese gemido, lo cual hizo que el miembro de Lelouch se moviera un poco.
-Rolo ¿estás bien?- dijo.
-Sí, ah ah, ¿por qué me siento… así?-
-Creo que lo mejor es salir- Después nos vestimos y bajamos a tomar algo de té y comer algo, ya era demasiado tarde, así que pronto dormiríamos.
-Bien chicos, y ¿no pasó nada interesante en la ducha?- dijeron para luego sonrojarnos.
-¡Claro que no!- dije con miedo.
-Oigan, dejen en paz a Rolo, no se metan con él, será nuestro amigo, pero es mi vida- dijo sin miedo.
-Bien, vale, tomemos algo de té-
Terminamos la cena con charlas que nos llenaban de alegría, y luego nos pasamos a las recámaras, pero al parecer los amigos de Lelouch nos había puesto en habitaciones juntas. Lelouch me dio parte de cobija, dejando algo descubierto de su cuerpo, por ello me apegué aún más a él.
-Rolo ¿realmente tienes miedo de que me aleje de ti?-
-No es miedo, o desconfianza, es solo que…-
-Yo, quiero decirte que, si quieres y te sientes listo, podemos… unir…- dijo para luego tomar mi mano, y así cruzar nuestros dedos –unir nuestros cuerpos y almas…-
-Sí, Lelouch, hagámoslo- Después empezó a besar mi mano, para pasarse a mi boca y así besarnos lenta y temblorosamente. Al cabo de un rato nuestros movimientos empezaron a liberarse, y ya deleitados por nuestros sabores no pudimos detenernos.
Lelouch besó mi cuello, todo, haciendo gemir levemente a través de cada mordidilla que éste me daba.
-Rolo ¿puedo marcarte?-
-… sí…- dije algo tembloroso.
Y así como lo pidió lo cumplió, siguió dejándome marquitas por todo el cuello, para luego bajar hasta mi camiseta y desabotonarla, luego sentí algo de frío puesto que mi torso estaba casi al descubierto.
-¿Tienes frío?- Dijo poniéndose la cobija encima, cubriéndonos desde los pies hasta la cabeza.
-Ya no…- Dije abrazándolo. Después Lelouch siguió besando mi torso, lamiendo y mordiendo mis pezones, haciéndome gemir cada vez más, podía sentir como dentro de la pijama un dolor se apoderaba en mi entrepierna, mientras que un bulto bastante grande tocaba mi regazo.
Luego de un rato en mi torso, Lelouch bajó hasta mis caderas, besándolas completas, luego me quitó el pantalón y engulló rápidamente esa parte que tanto me enloquecía.
-¡Ah, ah, ah! Ah, ah- no podía dejar de gemir, seguía atrapado en el éxtasis, parecía que recién me hubiesen vislumbrado con algo fuera de lo común. Me sentía perdido, hasta después venirme en la boca de mi ojimorado.
-Rolo ¿puedo entrar?- dijo tocando mi entrada a lo que no pude resistir di el sí, después pude sentir la punta de mis sueños más sucios, haciéndome gemir aún más, después entró aún más en mi ser –Ngh-
-Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah- Pude sentir como las embestidas iban acelerándose cada vez más, hasta que por fin, ambos llegamos a nuestro límite.
-¡AHHHH!-
-Ngh, ah, ah, ah, ya… terminamos Rolo- Después caímos en la cama bañados en sudor y placer, añadiendo nuestras sustancias y quedando uno por encima del otro –Te amo, Rolo-
-Y yo a ti, te amo Lelouch- dije sonrojado escondiéndome en su pecho y durmiendo sobre él.
Al día siguiente Lelouch y yo bajamos a desayunar, mientras que todos estaban normales, supongo que no hicimos el suficiente ruido para despertarlos.
-¿Y bien, qué tal su noche?- Preguntaron normalmente.
-Bien, estuvo muy…-dijo Lelouch mirándome.
-… interesante…- conteste terminando la oración que el nervioso de Lelouch no pudo completar.
-Bien, pronto partiremos chicos, arreglen sus cosas- Después de partir del lugar, Lelouch y yo nos fuimos casi siempre tomados de la mano, sinceramente eso noche me será irrepetible, puesto que en ella tuve mi primera vez.