Ritsu POV
Después de aquella tan graciosa batalla de miradas asesinas, Bakamune insistió en acompañarme para dejarme en mi casa y así no me mojara por la lluvia, yo solo asentí y sin más que decir nos sumergimos en aquella fría lluvia, que para mí por alguna razón se me hacía extremadamente bella. Ver las gotas de lluvia me hace sentir tranquilidad, como si todos los problemas pasados desaparecieran, me encanta ver como cada gota de agua cae al suelo y lentamente se rompe en mil pedazos, tanto así que parece cristal, adoro sentir aquel frío en mi cuerpo y también se siente increíble el aroma que cada gota suelta en la tierra, es una combinación exquisita de fragancias y sentimientos para mí.
Pero esos sentimientos fueron interrumpidos por Rolo el cual estaba muy preocupado al no saber cómo explicarme los detalles del horror llamado “destino”.
-Nee Ritsu ¿No crees que Takano está muy interesado en lo que te pase?-
-Estás loco ¿verdad?- Respondí completamente sonrojado, esa clase de preguntas no se hacen, y menos enfrente de tu rival.
-Puedo escuchar todo lo que dicen ¿sabían?-
-Cállate Bakamune- Dije tratando de evitar momentos incómodos –Mira ya llegamos a mi casa-
-Genial ahora ya no tendré que compartir mi paraguas-
-¡Cállate, si realmente no querías compartirlo no tenía por qué hacer esto!-
-Já, si te hubiese dejado sólo justo ahora estarías todo empapado-
-¿Y eso a ti qué?-
-Realmente eres horrible, mínimo sé agradecido, yo…- Pero antes de que Takano pudiera seguir diciendo algo una tercera voz se apareció de repente, mi madre.
-¡Ritsu, vamos, entra ahora!-
-¿Tu madre?-
-Sí…-
-¿Es tu amigo? Se mira amigable, y pasivo, ¿por qué no pasas a tomar algo de chocolate caliente?-
-No, gracias, no quiero ser una molestia- Maldito Takano, deja de mostrar aquella sonrisa, así pareces amable…
-No es molestia, pasa, además justo ahora está muy fuerte la tormenta…-
-Pero…-
-Descuida avisaré a tu casa si es necesario-
-Bueno, gracias por la invitación-
Ya una vez dentro los padres de Ritsu le brindaron una cena y chocolate.
-Y dime Takano ¿eres amigo de Ritsu?-
-Bueno, somos compañeros, y estábamos anotando unas cosas para un proyecto, se nos hizo muy tarde y empezó a llover a lo inesperado jeje- No puede ser Takano está sonriendo, realmente este tipo me asusta.
-Oh, ya veo, bueno, creo que la tormenta no se detendrá hoy, ¿te gustaría pasar la noche aquí?- Dijo mi padre, ¡¿por qué diablos tenías que invitarlo?!
-No lo creo, los padres de Takano son muy estrictos, ¿verdad Bakamune?- Dije casi trabándome, ahh realmente odio a ese tipo.
-Sí, Ritsu tiene razón, no quiero causar incomodidad alguna señores- Dijo Takano algo nervioso, se nota que él tampoco quiere quedarse.
-Ritsu…- Mi madre me miró con una cara de asesina -… no sería una molestia, además podrías cuidar de nuestro pequeño Ritsu, esta noche tendremos que salir…-
-Bueno…- Dijo Bakamune nervioso.
-No necesito ningún niñero mamá, sé cuidarme solo- Pude sentir como un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando Takano me miró con cara de maldad.
-Descuida señora, yo lo cuidaré, solo necesito que le digan a mis padres- El maldito de Bakamune soltó una risita después de decir eso, estoy seguro.
Después de un rato encerrado en mi habitación (ocultándome de aquel horrible tipo) decidí salir para tomar agua, mi sorpresa fue que Takano estaba dormido en el sillón. Yo solo me acerque para asegurarme de que mi rival estuviese inconsciente, y así era, se miraba algo lindo y tierno… ¡¿Qué carajos estoy diciendo?! Él es mi rival, no podría pensar…
-Ritsu, te am…- Dijo entre sueños, sobre aquel alago rápidamente me enrojecí, no lo creo ¿por qué Takano diría algo así? De seguro se le pasaron las cervezas, pero yo… -¿Qué mierda haces tú aquí?- Dijo con una mirada fría que hizo que toda mi piel se estremeciera.
-Nada, yo solo…- Me ruboricé y mi voz tembló.
-No me digas que me espiabas dormido…- Dijo asustado.
-¡Claro que no! Yo…- Y antes de terminar de dar mi escusa un trueno salto y me espanto, yo del miedo salí corriendo de la sala a mi habitación y me encerré en el closet, y sin querer de mis ojos brotaron un par de lágrimas.
-Ritsu… ¿estás bien?- Dijo acariciándome el cabello, sus manos son cálidas, no como yo las creía, y sus ojos demuestran algún sentimiento, ¿qué será esto que está naciendo?