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Promessa d'amore por Meownprr

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Notas del capitulo:

De acuerdo, este es mi primer fanfic (o intento de..) por estos lares. 
Dedicado a mi ranita magica, sabes quien eres, sí, tú, sé que estás sonriendo. 

PD: Para mayor dramatización, escuchar: ''Diphylleia grayi'' de Jonghyun. 

PD2: No me mienten mucho la madre, plox. <3 

<TxZ>

━ ¡Tú lo arrancaste de mí! ━Acusó TaeMin mientras le miraba con rabia. DongHae yacía atado a una silla; las manos tras el respaldo, amarradas tan fuertemente que seguro le estaba cortando la circulación. Y los pies, para que no intentara huir o soltar algún golpe.

━ ¡Sabes que eso no es verdad, TaeMin! ━Se defendió el mayor, mientras forcejeaba. Estaba horrorizado, ese chico frente a sí, era como el mismísimo diablo. Ese no era el dulce TaeMin del que locamente se había enamorado, ese TaeMin, no era su TaeMin.

━ Sé toda la verdad. Cada pieza me llevó hasta a ti, cada persona que he matado, me indicó el camino hasta ti… eres un maldito y te odio. ¡Te odio!, tú me arrebataste todo, todo…. Me arrebataste a MÍ MinHo. ¡Tú maldito!, lo sé todo…━La voz del menor, se quebró y tomo asiento frete a DongHae, en una silla. Sacó un cigarrillo y comenzó a fumar para intentar calmarse.

Fuera, Kyuhyun y sus hombres, vigilaban que nadie interrumpiera la visita. Adentro, solo estaban TaeMin, DongHae y JongHyun, mejor amigo de MinHo. JongHyun apoyaba en todo a TaeMin, incluso en la decisión de dar muerte a cada persona que se había visto implicada en la muerte de MinHo. Se había mantenido fiel, como un perro, porque sabía cuánto MinHo había amado a ese chiquillo,  ‘’JongHyun, te pido que siempre cuides de TaeMin, si te pido que te quedes, no es porque no te necesite, sino porque eres mi mejor amigo y confío en ti, en que TaeMin estará a salvo contigo, con nadie más.’’ Esas eran las palabras que MinHo le había dicho una vez y desde entonces, no solo se había convertido en el guarda espaldas de TaeMin, sino que también, en un hermano.

JongHyun entendía el dolor por el que Lee pasaba. Después de la desaparición de MinHo, TaeMin se estaba dejando morir; no ingería alimento, se la pasaba encerrado en la habitación que compartía con MinHo y no había lugar, rincón, en el que TaeMin, no se hubiera lamentado, en el que las cosas, no hubiera sufrido su cólera, su dolor. Parecía un alma en pena recorriendo cada pasillo, llorando y sollozando tan alto que la servidumbre y la gente de la casa, sentía pena, y se veían contagiados por ese profundo dolor.
La mayoría de veces, se había ganado golpes por parte de TaeMin,  rasguños. Muchas veces el menor lo había corrido de la habitación, pero JongHyun soportaba, fiel a su promesa con su mejor amigo. Y no fue cosa fácil hacer que TaeMin comiera, pero por lo menos, había logrado que comiera lo necesario para vivir. Poco a poco, logró que saliera de la habitación, que tomara aire fresco, que se mantuviera fuerte.

Pero algo en TaeMin había muerto, así como se rumoraba que el jefe Choi había muerto. Ya no era el niño sonriente que llenaba la casa de flores, de aromas y colores. Ya no era aquel muchacho que vestía prendas claras, de blanco. Ahora TaeMin se había convertido en un abismo, era todo tristeza, no había más flores, la casa se mantenía cerrada, oscura, casi abandonada. Los hombres de MinHo, por supuesto se mantenían fieles y siempre se acercaban a TaeMin, que aunque era educado, ya no era el mismo dulce ser de antes.
Los últimos meses, había visto a TaeMin sentarse en el lugar de MinHo, aquella silla tallada en madera fina, con detalles elegantes. JongHyun se sentía tan triste, tan vacío. Y si alguien era testigo del sufrimiento de ese pobre chiquillo, era él, porque muchas veces lo había sorprendido llorando mientras miraba la sortija que MinHo le había dado; de compromiso. Y muchas veces, lo había abrazado, sin palabras, solo para decirle que estaba ahí, que no lo dejaría y que ambos, harían algo por MinHo.

Y así, fue que un día de invierno, TaeMin comenzó a organizar a la gente, esa vez, no dejó que JongHyun se encargara de los asuntos. Esa vez, por primera vez en tantos meses, TaeMin mostró un brillo de esperanza en sus ojitos, pero también, había algo oscuro en él. ‘’ Si MinHo está muerto, encontraremos su cuerpo y mataremos a todas las personas que se entrometa en nuestro camino. Voy a vengar su muerte, JongHyun, te lo juro.’’. Esa fue la primer promesa que hizo con TaeMin.

Sí, lo que mantenía vivo a Lee TaeMin era la idea de vengarse, de vengar la muerte de su amado MinHo, porque aunque MinHo fuera un mafioso, siempre fue justo, bondadoso con todos y no merecía morir, ser traicionado. 
De esa manera, poco a poco fue entrenando al menor, le enseñó a usar las armas, le enseñó combate cuerpo a cuerpo, le enseñó a hablar con autoridad, a que su presencia fuera respetada. El arte de la labia, de cómo vivir en ese mundo de muerte y dinero.  TaeMin en poco tiempo, donde quiera que se presentaba, era temido y respetado, por otros admirado, porque todos sabían la trágica historia que le envolvía: Que vivía para vengar a el jefe Choi MinHo.

No fue fácil llegar hasta el culpable de la muerte de MinHo, el traidor se había escondido lo que parecía, hasta el fin del mundo, como las ratas. Y TaeMin jamás lo hubiera imaginado, que fuera él, aquel hombre a quien su casi esposo, le había tendido la mano cuando era un pobre don nadie.

Lee DongHae, era el traidor. Y ahora lo tenía ahí, en frente y a su merced. TaeMin lo odiaba a morir, así como una vez lo había querido tan sinceramente, como a un hermano mayor, ahora lo odiaba, maldecía el momento en que MinHo, le había ayudado.


━ ¡TaeMin, tienes que creerme! ━Gritó aquel, por quien tanto repudio sentía. JongHyun se mantenía inmóvil, en espera de alguna orden y TaeMin, había estado rememorando aquella vez cuando MinHo, sentó al traidor e cuestión en su mesa, como lo alimentó, cuidó. ‘’Él es DongHae, mi invitado de honor, es mi amigo, mi hermano, debe ser tratado con respeto siempre.’’ Eso había dicho MinHo, su amor, cuando presentó a ese mal nacido.

━ ¡Cállate, maldita sea! ━Gritó TaeMin, lleno de rabia, mientras se mordía un instante los labios y después abandonaba la silla y la lanzaba lejos. Era tanto su furia, que la silla se destrozó en pedazos. ━ MinHo te sentó en nuestra mesa, te alimentó, el curó tus heridas, se convirtió en tú maestro… tú para él, eras un hermano, DongHae. ¡Él confiaba en ti!. ━Y la mirada brillosa de liquido salino, se posó de nuevo sobre la figura de Lee DongHae. ━ Confiaba tan ciegamente en ti…casi tanto como confiaba en Jong. Él te abrió las puertas de nuestra casa, te dio un lugar….¡Y tú lo traicionaste!, no me digas que no has sido tú, porque no te creo, hijo de la gran perra. ━TaeMin le dio la espalda, mientras sobre una mesa vieja, le esperaba una copa de whisky, la cual bebió de un trago. El líquido le raspó la garganta, pero lo necesitaba.

━ Yo te amo, TaeMin, por este amor, es que lo traicioné…━Susurró aquel hombre, mientras el menor se daba vuelta y a grandes zancadas, se acercaba hasta dónde estaba el Judas, para así tomarle del cuello y estrujarlo con fuerza. Sus ojos inyectados en sangre por la furia, estrujaron el corazón de DongHae, ¿Dónde había quedado su dulce TaeMin?, ese dulce niño que por primera vez al ver del brazo de Choi, se enamoró perdidamente.

━ Maldito seas, Lee DongHae, maldito seas ━Escupió contra el rostro frente a sí y le soltó, mientras el mayor se retorcía en busca de recuperar el aliento. ━ No me culpes, maldita sea. Yo jamás te miré con ojos de amor, siempre fuiste un hermano. No te atrevas a decir, que fue por mi, maldito. ¡Tú no conoces el amor!.

━ Lo conocí contigo…tienes que creerme…por favor, TaeMin ━La insistencia de aquel hombre, comenzaba a exasperarle, su corazón que se había convertido en una roca, comenzaba a palpitar tan rápidamente que dolía, dolía tanto. Las memorias le inundaban los ojos, ardía, el dolor en su pecho le aplastaba tan fuertemente, que no podía seguir aguantando las lagrimas.

Por meses, se había fingido fuerte,  había ensayado tantas veces ese encuentro, esa escena, las palabras, el discurso. Pero ahora todo salía tan natural, no podía aguantar las ganas de llorar.

━ Tú me robaste todo…todo…te llevaste mi vida entera, ¿Sabes lo que es eso?, MiHo era mi vida, sin él, estoy muerto.  Me arrancaste las ilusiones, las ganas de seguir adelante… todo.. ¡Y todo por un maldito capricho tuyo!. MinHo y yo, íbamos a casarnos…él planeaba hacerte nuestro padrino…me lo contaba con tanta ilusión…¿Y tú?, ¿Qué hiciste?...¡Lo traicionaste!, su vida se apagó por ti..DongHae…━Cada palabra, contenía veneno, dolor, ira. A medida que hablaba, su voz iba cortándose, hasta convertirse en un murmullo.

DongHae pensó que traicionar a MinHo, había sido la mejor decisión, que quizás TaeMin, ante eso, se vería atraído y se echaría a sus brazos. Pero nada había resultado según el plan. TaeMin se había convertido e una especie de mostro, hablaba con tanto rencor, no había más luz en él.

El menor, pronto se dejó caer de rodillas, aquella habitación completamente en silencio, comenzó a llenarse de sollozos. Tanto DongHae como JongHyun, sentían que el corazón se les partía. Incluso, fuera KyuHyun escuchó esos desgarradores sollozos, y le costó mantenerse en su posición, pues había prometido a Tae, no moverse de la puerta.

━ TaeMin….por favor…━Se atrevió a hablar DogHae. Tenía un nudo en la garganta y los ojos se le tornaban cristalinos.

━ No solo mataste a MinHo…también a mi. No sé como en tú cabeza, existió la idea de que quitando a MinHo del mapa, tendrías una oportunidad, MinHo ha sido y siempre será el amor de mi vida…━TaeMin se ahogaba con sus lagrimas, tenía el rostro totalmente empapado y la vista borrosa. Ni siquiera le importaba casi arrastrarse en el suelo, sabía que JongHyun no diría nada, y pronto, DongHae tampoco podría decir nada.

Cada recuerdo de Choi le llenaba la mente, TaeMin todavía recordaba la última vez que había estado con su amado. Esa noche se habían amado con tanta pasión, que los gemidos de TaeMin habían retumbado por toda la casa.
El menor estaba frente a su tocador, limpiándose el rostro de los rastros de maquillaje. MinHo se había excitado, en un instante, ya tenía a su pequeño alzando las caderas, listo para hacerlo suyo. Y TaeMin no opuso resistencia, porque le excitaba que MinHo le hiciera el amor frente al espejo, a ambos.
El menor recuerda perfectamente las manos de MinHo en sus caderas, apretándole, los movimientos fieros de sus caderas, sus dientes torturándole el lóbulo del oído. Aún recuerda esa voz ronca que le susurra al oído un ‘’Te amo, mi niño’’. Y ese enorme placer que casi le hace tirar todo del tocador, cuando ambos se corrieron y su interior fue llenado por la semilla de su prometido.

Y le duele tanto, que no puede dejar de lamentarse, parece que las lágrimas son infinitas.

━ Lo peor…de ti, maldito monstruo, es que no dejaste rastro de mi amado MinHo…nada, nada de él. No sabes la pesadilla que paso cada día de saberlo muerto, y no tener su cadáver, por lo menos para llevarle flores y decirle lo mucho que me hace falta…━ Hasta entonces, TaeMin elevó su mirada para clavarla en las orbes llorosas de DongHae.

Y es entonces, cuando TaeMin se da cuenta del poder que tiene, que puede tener mucha más venganza de lo que desea, las lagrimas cesan y se seca con el ante brazo, mientras una sonrisa que hasta a JongHyun le da miedo, se dibujaba en sus labios.

━ TaeMin…acaba conmigo…no soporto verte así.. ━ Sollozó el mayor mientras apretaba los ojos.

━ No mereces la muerte. ━ TaeMin se levantó, como si no hubiese llorado a mares. ━ La boca de MinHo era la gloria, no sabes las cosas que me hacía…la manera en que me recorría.  MinHo fue mi primer hombre, el único que me tomó sin cesar, no te imaginas cuantas veces el me hizo el amor…

━ ¡TaeMin!...por favor, te imploro…no sigas. ¡Yo te amo! ━DongHae le miró herido, mientras se mordía los labios, luchando contra aquella imagen que se iba formando en su cabeza. Por nada del mundo, quería imaginarse al niño que tanto amaba, con otro, con el que había traicionado.

━ Escucha, DongHae, tú nunca serás nada comparado con mí MinHo, no solo fue un gran hombre, también un gran amante. Tú ni siquiera logras inspirarme lastima. ━DongHae se sintió tan humillado, tan hecho trizas, pero comprendía; esa era la verdadera venganza.

Pronto el menor escucha los sollozos por parte de ese ser a quien tanto odia, entonces pide a JongHyun que vaya por el maletín, dónde tiene algo preparado para ese hombre que yacía medio muerto de alma.
JongHyun en seguida obedece, y le acerca ese extraño objeto al menor, el cual abre el maletín; unas pinzas y bisturí brillan. TaeMin extrae las pinzas, una expresión severa se muestra en su semblante y sin palabras, Jong en seguida se acercó hasta DongHae para tomarle del mentón, le obliga a abrir la boca y el tipo ni siquiera opone resistencia.

TaeMin con pulso firme, acercó hasta la lengua del mayor y entonces la capturó entre las pinzas para obligarlo a sacarla por completo. Con la otra mano, Tae acercó el bisturí hasta esa sin hueso, y  sin expresión alguna, comenzó a cortarle el musculo. Por supuesto, ante el dolor, DongHae comenzó a removerse, pero nada dolía tanto como las palabras que con tanto rencor, la única persona que había amado, le había dedicado.
Pronto, la lengua inerte de DongHae calló al suelo y la sangre brotó en grandes cantidades. Pero TaeMin no estaba satisfecho aún, no encontraba el consuelo, pues el amor de su vida, merecía mucha más venganza, más sangre debía correr.
Sin importarle mancharse de sangre, TaeMin, se acercó tato al rostro del mayor, hasta que apoyó su frente con la ajena.

━ Pronto me moriré, así como MinHo, siempre lo voy amar. ━Después de eso, DongHae vio al menor darle la espalda y alejarse hasta perderse en la puerta, lo siguiente fue la deuda que debía saldar con los hombres de MinHo, con JongHyun, con KyuHyun, porque las traiciones eran cobradas con sangre, pero no le darían muerte pronta, sino una tortura que se aplazaría por suerte, a días.

TaeMin abordó el lujoso auto que le llevaría a casa, a la casa que MinHo había compartido con él. Se sentía más muerto que antes y es que la verdad, nada le daba consuelo a él. Tal como lo había dicho, no tenía siquiera un cuerpo al cual darle santo sepulcro, no tenía un lugar al cual llorarle, orar. No había nada de su amado MinHo.

Pero incluso, aunque se encontraba en el mismo infierno, TaeMin tenía una esperanza pequeña, una esperanza que no se había apagado ni con los meses: Algo le decía que MinHo quizás estaba con vida, y que debía seguir buscando, seguir avanzando.

‘’TaeMin, te amo, mi vida estaba llena de oscuridad, hasta que te encontré y comenzaste a darle a mi vida un verdadero setido. Mi niño dulce, mi radiante luz, te juro que siempre vamos a encontrarnos de alguna manera, nada podrá separaros.’’ Y TaeMin cree en esa promesa, porque Choi MinHo, siempre ha cumplido sus promesas, y no es cualquiera, es una de amor.

Notas finales:

No me odien mucho(?). Sé que no están acostumbrad@s a ver fanfics dónde TaeMin es una especie de heroe/vengador, pero esto es algo nuevo, para una persona especial para mí. <3 


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