Era una cálida tarde de otoño cuando el pequeño Tsubasa se encontraba de visita en la casa de su adorado tío Kuroko, estaba dibujando y justo acaba de terminar el dibujo de su familia, cuando sintió a su tío detrás de él.
- ¿Es bonito?- le preguntó viendo como Kuroko se sentaba frente a él y le sonreía abiertamente.
- Muy bonito Tsubasa- le contestó viendo como el niño tomaba otra hoja y agarraba la crayola negra, pero titubeó antes de elevar sus ojitos rubís hacia los azules de su tío- ¿Pasa algo Tsubasa?
- ¿Puedo preguntarte algo?- murmuró algo nervioso jugando con sus deditos.
- Claro que si- le contestó acomodándole un rebelde mechón azul detrás de su orejita.
- ¿Cómo se conocieron el tío Kise y tú?- preguntó con genuina curiosidad mientras sus mejillas se tornaban de un suave rosa.
- Ah…- murmuró Tetsuya acomodando los hechos en su cabeza, cuando la puerta del departamento se abrió dejando pasar a un rubio energético quien sonrió emocionado al ver a su esposo y a su sobrinito en la mesa del comedor.
- Tetsuya, Tsubasacchi- dijo con una sonrisa enorme, caminando hacia ellos, dándole un tierno beso a su esposo y un suave beso en la frente al morenito, quien se sonrojó y frunció su ceño.
- No besos tío- pidió avergonzado, haciendo reír al mayor, quien lo tomó entre sus brazos llenándole el rostro de besos haciéndolo reír y sonrojarse más, Tetsuya observaba enternecido la imagen, deseaba tanto comenzar una familia con Ryouta y sin embargo todos sus esfuerzos se veían en vano, ya habían ido con especialistas y nadie encontraba el problema ambos estaban perfectamente bien.
- ¿Qué hacían antes de que llegara?- preguntó volviendo a dejar a Tsubasa en su silla.
- El tío Kuroko estaba por contarme como se conocieron- dijo con emoción impregnada en su voz.
Ryouta dirigió su dorada mirada a su esposo, quien asintió levemente haciéndolo sonreír.
- Bueno, eso fue cuando estábamos en secundaria, no tenia verdadero interés por ningún deporte, pero un día tu padre me golpeó la cabeza con un balón de básquet y algo en él llamó muchísimo mi atención, por lo que terminé yendo tras él viendo el entrenamiento, y decidí que quería jugar con él y ser un digno adversario para Aominecchi, y cuando entré al equipo Kuro… Tetsuya- dijo avergonzado viendo a su esposo sonreír y al pequeño Tsubasa mover su cabecita extrañado- me ayudó a sentirme parte del equipo y en aquel momento no lo noté, pero lentamente comencé a caer por Tetsu- dijo viendo con infinito amor al peli azul al otro lado de la mesa, quien se sonrojó levemente.
-Cuando entré a la preparatoria y conocí a Kagami-kun- murmuró Tetsuya atrayendo la atención de ambos- el dijo que quería derrotar a la generación de los milagros y yo le dije que a mi lado lo conseguiría, cuando nos enfrentamos a Kaijo, fue un partido muy reñido y entonces fue cuando comencé a notar algo diferente en Ryouta- dijo sonriendo un poquito- cuando entré a la universidad a penas y tenía tiempo para ver a Kagami-kun, quien un día terminó arrastrándome a una reunión que haría junto a Aomine-kun, ya que acabábamos de terminar nuestro primer año, fue cuando volví a ver a Ryouta desde que nos habíamos graduado de la preparatoria, se veía diferente, más guapo de lo que recordaba- dijo viendo a su esposo sonrojándose.
-Le pedí una cita a Tetsuya, pero antes de que siquiera pudiera contestarme tus padres anunciaron que se casaban, la sala entera se quedó en silenció- dijo riendo, recordando aquel día.
- ¡NOS CASAMOS!- dijeron al mismo tiempo Taiga y Daiki atrayendo la atención de todos, quienes se quedaron en completo silencio por algunos minutos, poniendo nerviosos a los recién comprometidos- chicos…- murmuró Taiga, viendo como todos aun tenían muecas de sorpresa en la cara.
- ¿Estas embarazado Taiga?- fue lo dijo Tatsuya saliendo de la sorpresa.
- ¿Qué? ¡No!- dijo sonrojado hasta las orejas- ¿tan extraño les resulta que queramos casarnos?- preguntó preocupado y algo triste, esperaba que sus amigos lo apoyaran no que lo juzgaran.
- Más te vale que cuides a Kagamicchi con tu alma Aominecchi- le amenazó Ryouta, ganándose una sonrisa sincera y alegre por parte de ambos, para después sentir una mano sobre la suya, volteó viendo a Tetsuya sosteniendo su mano.
- Acepto tu invitación Kise-kun- murmuró con la mirada algo triste, lo comprendía, para él ambos chicos eran muy importantes, no románticamente, pero le entristecía un poco enterarse junto a todos los demás.
- ¿Cuándo adoptaron a número dos?- preguntó viendo al perrito dormir en su camita junto al sillón.
- Lo adoptamos poco antes de tu papi nos diera la noticia de que venias en camino- murmuró Ryouta recordado aquello.
- ¿Por qué no tienen bebés aun?- preguntó curioso, causando un silencio incomodo en el comedor- ¿dije algo malo?- preguntó nervioso mientras sus ojitos se llenaban de lágrimas- ¡lo siento!- dijo antes de comenzar a llorar.
Ryouta se levantó asustado y sorprendido, pero antes de siquiera alcanzar a Tsubasa, éste ya se encontraba en los brazos de Tetsuya siendo consolado, la imagen revolvió algo dentro de Ryouta, sabía lo mucho que Tetsuya deseaba tener un bebé y el no poder lograrlo estaba rompiendo a su esposo.
-Ya Tsubasa, no llores- le dijo con suavidad, dándole un tierno beso en la cabeza- no dijiste nada malo bebé.
- ¡Pero tío Kuroko se puso triste y fue mi culpa!-soltó el pequeño sorbiendo tratando de calmarse.
- ¿Debería llamar a Kagamicchi?-preguntó Ryouta preocupado.
Tetsuya negó mientras continuaba calmando al pequeño, quien después de casi quince minutos se calmó lo suficiente.
-Lo siento- murmuró enterrando su carita en el pecho de Tetsuya quien le estaba acariciando la cabecita.
-No tienes porque disculparte Tsubasacchi, no dijiste nada malo- le consoló Ryouta viendo como los ojitos rojizos del menor lo veían con culpa que le revolvió el estomago- tranquilo ¿ok?
-P-Pero hice sentir mal a tío Kuroko- dijo el pequeño aferrándose con mayor fuerza al pecho del peli azul, quien se enterneció ante la sensibilidad de su adorado sobrinito.
El timbre sonó y Ryouta fue quien se paró a abrir la puerta encontrándose con Taiga y Daiki quienes venían a recoger a su pequeño.
-Está algo sensible- les advirtió y eso preocupó un poco a ambos padres, sabían lo sensible que podía llegar a ser su pequeño, sus corazones se congelaron al ver como su bebé estaba aferrado con fuerza al pecho de Kuroko quien pacientemente acariciaba sus cabellos oscuros.
- Tsubasa- le llamó Taiga, viéndolo despegar su carita del pecho de su amigo, viéndolo con ojos de arrepentimiento- es hora de volver a casa.
- P-Pero yo- comenzó a murmurar mientras sus ojitos se llenaban de nuevo de lágrimas alertando a Taiga, quien sin pensarlo arrebató de los brazos de Tetsuya a su hijo.
-Ya mi amor tranquilo- le dijo calmándolo de inmediato, sorprendiendo un poco a Tetsuya y Ryouta, ya que el pequeño Tsubasa se aferró a su papi con fuerza.
-Lastimé al tío Kuroko- susurró el bebé- no quiero que esté triste por mi culpa.
-No estoy triste Tsubasa- le dijo Tetsuya atrayendo su atención- así que ya no llores, ¿ok?
El menor sorbió y escondió de nuevo su carita en el pecho del tigre para después asentir, logrando que todos suspiraran tranquilos.
- ¿Quieren quedarse a cenar?- preguntó Ryouta.
-No cocinaras tu ¿cierto?- dijo Daiki cruzándose de brazos.
-No soy mal cocinero- dijo indignado.
- Si lo eres Ryouta- le dijo Tetsuya dándole un suave beso en la mejilla- pero necesitaré la ayuda de Taiga- dijo volteando a ver al tigre, quien pasó a su pequeño bebé a los brazos de su papá, para poco después caer dormido, no acostumbraba llorar y eso siempre lo agotaba.
- ¿Qué fue lo que dijo?- preguntó Taiga cuando entraron en la cocina.
- Pregunto porque aun no teníamos un bebé- murmuró Tetsuya, antes de sentir los brazos de su amigo rodearlo, haciendo que las lágrimas que había estado conteniendo comenzaran a salir- T-Tsubasa comenzó a llorar por eso- dijo escondiendo su rostro en el pecho del alto, quien lo tranquilizó.
- No te preocupes Kuroko- le dijo limpiándole un par de lágrimas- estoy seguro que no falta mucho para que tengan un lindo bebé- le aseguró logrando que su amigo sonriera un poco.
-Gracias Kagami-kun- le dijo antes de comenzar a preparar la cena.
Al final de la noche pasaron un momento agradable dejando atrás el inocente comentario de Tsubasa, quien no despertó en todo el rato.
-Nos vemos pronto- se despidieron Taiga y Daiki en la puerta, antes de marcharse a su hogar.
- ¿Estás bien?- le preguntó Ryouta abrazándolo por la cintura, dejando un tierno y delicado beso en su nuca.
-Si, no te preocupes- le dijo sonriendo, sosteniendo las manos ajenas sobre su vientre- vamos a la cama- pidió.
- Tetsu que atrevido- dijo en burla antes de sentir como su esposo lo jalaba a la habitación.
Un par de días después recibieron la llamada de Taiga anunciándoles que pronto tendrían otro sobrinito o sobrinita, cosa que los emocionó, pero también entristeció, pero aun así no se rindieron, para cuando Taiga estaba atravesando su última semana, Daiki estaba demasiado ocupado con su trabajo y Tatsuya estaba al cuidado de Taiga en caso de que el bebé decidiera que era hora de nacer, por lo cual ambos padres le pidieron a Kuroko que cuidara de su pequeño.
Tetsuya veía como Tsubasa jugaba de lo más entretenido con número dos, cuando el sintió unas terribles nauseas que lo obligaron a correr al baño, donde regresó el almuerzo que hacía nada había comido, preocupado el pequeño Tsubasa corrió tras su tío y lo observó abrazarse a la taza del baño, sonrió alegre, para después correr a la entrada la cual oyó abrirse.
- ¡Tío Kise!- gritó el bebé abrazándose a las piernas del modelo, quien lo cargó recibiendo un sonoro y algo pegajoso beso en la mejilla- ¡felicidades!
- ¿Eh?-dijo sin comprender a que venía la felicitación del bebé y su alegría desbordante.
Tetsuya salió del baño con aspecto pálido viendo a su esposo cargando a su sobrino y le sonrió un poquito antes de sentarse en el primer sillón que vio cerrando sus ojos con cansancio.
- ¿Estás bien amor?-preguntó Ryouta acercándose a Tetsuya aun con Tsubasa en brazos.
-Si, creo que la comida me cayó mal- dijo con suavidad.
-Yo creo que tío Kuroko está esperando un bebé como mi papi- dijo Tsubasa con total convencimiento, dejando a ambos adultos congelados.
Ambos adultos se voltearon a ver y Kuroko se levantó del sillón y terminó encerrándose en el baño, Ryouta se sentó en el sillón con Tsubasa en las piernas y encendió la televisión para distraerse un poco, pero no podía evitar desviar su mirada a la puerta del baño cada pocos segundos, hasta que Tetsuya salió de ahí con el rostro bañado en lágrimas sosteniendo una prueba de embarazo.
Ryouta dejó a Tsubasa sentado y se levantó hasta llegar a Tetsuya, quien le extendió la prueba, la cual marcaba dos rayitas, ¡era positiva!, sus ojos se llenaron de lágrimas y dejó la prueba olvidada antes de aferrarse al pequeño cuerpo de su esposo, levantándolo del suelo, llenando su rostro de besos, fueron interrumpidos cuando oyeron la vocecita de Tsubasa hablando con número dos.
- Ahora que tendré un primito, tendrás que cuidarlo mucho cuando yo no este, ¿entendido?- dijo viendo como el perro solo meneaba de un lado al otro su cabeza sin comprender al pequeño moreno quien frunció su ceñito- número dos, esto es serio.
-Tranquilo Tsubasa- le dijo Tetsuya arrodillándose a su altura- estoy seguro que número dos cuidara bien al bebé cuando no estés cerca.
-Más le vale- dijo para después posar sus manitas en el aun plano vientre de Kuroko- hola primito- dijo con emoción- ahora tendré muchos amigos para jugar, mi hermanito y mi primito.
Justo cuando Ryouta iba a decir algo el teléfono sonó, era Tatsuya avisando que el nuevo integrante de la familia Aomine había nacido, así que llevaron a Tsubasa al baño, donde lo cambiaron y le colocaron su playera que decía “hermano mayor” y lo llevaban al hospital, donde Kuroko lo llevó hasta la habitación donde tenían a Taiga, quien al ver a su bebé mayor, se emocionó, Daiki lo tomó en brazos subiéndolo para que el pequeño pudiera abrazarse a su papi.
- ¿Cómo es?-preguntó con genuina curiosidad.
- Es como papi- dijo Daiki atrayendo la atención de su retoño- incluso tiene las cejas raras.
- ¡No son raras!- se quejaron al mismo tiempo Taiga y Tsubasa, haciendo reír a Daiki y a Tetsuya.
- ¡Diles tío Kuroko!- dijo Tsubasa emocionado, ya que la enfermera acaba de entrar con un bultito envuelto en una cobijita azul cielo.
-Todo parece indicar que tendremos un bebé pronto- dijo llevando una de sus manos a su vientre, haciendo sonreír a sus amigos.
-Muchas felicidades Tetsu- dijeron Daiki y Taiga, antes de que el pelirrojo tomara en brazos a su bebito, mostrándoselo a Tsubasa, quien le dio un tierno besito en la frente.
-Bienvenido a la familia- dijo el pequeño Tsubasa agarrando una de las manitas de su hermanito, quien sostuvo uno de sus deditos con su mano- eres muy fuerte como papá- dijo sonriéndole al bebito, quien lo observaba curioso- soy tu hermano mayor- dijo con total orgullo- Tsubasa.