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Amor por Sabaku_No_Akemi

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Notas del fanfic:

Hola Gente Bonita ¿Qué tal?

Yo aquí tratando de adaptarme. (Sasuke: Akemi descubrió una cosa, es mala para los cambios) e.e los odio!!.

Bueno… hoy inicia el mes KagaKuro y yo quise comenzarlo con el pie derecho subiendo este besho fic que como todos mis intentos AoKuro termina con un Kagami robándose a la sombra.

Tengo previsto participar en este mes subiendo mas fics, así que espero verlas por aquí.

Notas del capitulo:

Disclamer: Como ustedes saben la Kiseki no Sedai Serin, Too, Shutoku, Kaijo, Himuro y todos los demás le pertenecen a Fujimaki-sensei yo solo los uso sin su permiso.

El sol se ocultaba detrás de las nubes tiñendo el cielo de un bello tono naranja. No es que ese espectáculo de la naturaleza fuera algo nuevo para él, pero, por alguna razón, ese atardecer se veía especial.

En el aire se respiraba una sorprendente paz, y el viento que soplaba en su rostro le daba una gran sensación de libertad.

A su lado, sentados como en sus años de preparatoria, su gran amigo, su primer amor…

-          ¿Podrías explicarme que es lo que hacemos aquí Tetsu?- pregunto Aomine, tumbándose al suelo como era su costumbre cuando era estudiante

-          Solo quería hablar – contesto el chico con seriedad

El moreno resoplo.

-          Tiene mucho que no nos vemos Aomine-kun- se defendió Kuroko

-          ¿Y? ¿De qué quieres hablar?- se acomodó el moreno

-          Solo… quería saber cómo estas- él más alto sonrió

En sus años de Preparatoria aquel alto y tosco chico lo enamoro, no es que Tetsuya fuera impresionable, pero él, al ser su mejor amigo le mostro etapas que a nadie más mostro, y entonces un día, sin darse cuenta se enamoró.

-          “No…. Siempre eh sabido que eso sucedió desde el primer día, cuando Aomine-kun me sonrió”- se corrigió

Tardo mucho tiempo para que Kuroko admitiera que lo que sentía por Aomine era amor. Y aunque nunca lo pregono a los 4 vientos, Midorima y Akashi siempre lo supieron.

-          …Y entonces Kise se enojó- conto Aomine con disimulado entusiasmo, Kuroko solo sonrió

-          Tienes que entenderlo, Kise-kun es un asco en la cocina y contarle que Sakurai-kun es un prodigio no es el mejor plan – consoló el mas bajo

-          Yo solo dije que me gustaba el Takoyaki de Ryo –el peli-celeste suspiro

-          Eres un insensible Aomine-kun

Kuroko siempre supo que su amor seria unilateral, y aunque Aomine muchas veces le repito al bajito que era muy importante para él, no se ilusionó más de lo permisible. Kuroko siempre fue serio y callado. Una sombra. Kuroko, solía pasar tan inadvertido que muchos ni siquiera lo notaban. Pero ahí estaba el más alto para rescatarlo.

El amor nunca fue una prioridad y aunque cayó en sus redes lo trato de negar. Al principio fue fácil, ser como un fantasma y Daiki un denso le facilitaba las cosas, pero toda la discreción se fue por la borda a medida que pasaba el tiempo, el chico se enamoró más, y aunque idiota como siempre, el moreno no lo noto. Pero las personas a su alrededor si, Midorima jamás lo comento, pero con Akashi fue distinto. Al principio el pelirrojo lo apoyo, pero cuando cayó en cuenta de que el amor solo iba de un lado tomo otra decisión y aunque al final no fue la mejor él solo intento ayudar.

El amor de Kuroko jamás fue egoísta, pues al saberse no correspondida solo se dedicó a velar por el bienestar y la amistad de Daiki.

-          Le propondré matrimonio, Tetsu… - susurro Aomine después de unos momentos de silencio.

Cuando Ingreso a la universidad y el moreno a la academia de policía creyó que el sentimiento cesaría, estúpidamente imagino que con la distancia y la falta de comunicación lograría olvidarlo, grande fue su decepción al saberse aún más enamorado que antes.

-          “¿Enamorado de él… o de su recuerdo?” – se cuestionó un día

Una tarde, caminando sin rumbo lo encontró frente un anaquel, su corazón se detuvo al observarlo de nuevo, y luego como un caballo salvaje comenzó a latir desbocado. En ese momento descubrió una cosa… que le seguía amando.

Con el paso del tiempo Kuroko había logrado una nueva amistad, Furihata Kouki. Un chico de su clase. Un castaño bajito y algo simple, pero bastante agradable y trabajador. Un día al mirar a Aomine al otro  lado de la calle Kuroko olvido que no estaba solo, así que el castaño lo descubrió… a él y a su sentimiento de amor.

Por unos meses, las cosas volvieron a ser lo mismo de antes, y aunque ya sin tanta regularidad, ambos continuaban viéndose. Kuroko se sintió volar.

Un 14 de Febrero, de camino a la escuela se encontró a su mejor amigo tomado de la mano de un Rubio; una chico alto, delgado y espectacular, de ojos dorados. Aomine lo presento como Kise. Su novio.

-          Felicidades Aomine-kun – sonrió- en hora buena, Kise-kun se pondrá feliz

-          No puedo dejarlo escapar. – apunto el moreno con decisión

Aquel día no lloro… ni siquiera llego a la universidad. Al día siguiente Kouki le busco y el peli-azul le contó lo sucedido, sin darse cuenta de que había comenzado a derramar lágrimas.

Con el paso de los días el chico se repuso y poco a poco retomo su ritmo. Su único consuelo:

 

“Aomine-kun es feliz, y yo siempre supe que este momento llegaría, el jamás me amo”

 

 Muchas veces se reprochó el no haber luchado, pero al saberse en la Friend Zone no había nada que pudiese hacer.

-          Y Bakagami… ¿Cómo te trata? – La mirada de Kuroko cambio, en ella se reflejo un gran brillo y su sonrisa se ensancho.

-          ¿Qué te puedo decir? Es Kagami-kun – respondió con un sonrojo

A mediados de aquel año un chico nuevo ingreso la universidad. No tenían la misma carrera pero tomaban algunas clases juntos. La profesora lo había presentado como “Kagami Taiga” un chico recién llegado de América. Y aunque el pelirrojo había tomado su lugar a Kuroko no le importo y se sentó en el asiento contiguo.

A principio ni le noto, pero con el paso de los días ambos comenzaron a tratarse poco a poco, aquel pelirrojo llamaba demasiado la atención con su gran altura y musculatura, además de su mirada feroz.

-          Por eso mismo lo pregunto – resoplo Daiki – Porque es BAKAgami

Entre cordialidad y cordialidad el lazo entre ambos se estrechó y sin darse cuenta entablaron una amistad.

-          …- Kuroko sonrió de nuevo. Aomine solo le miro.

Con el trato, Kuroko, poco a  poco pensaba menos en Daiki y más en Kagami. Cuando platicaba con Aomine su mirada ya no reflejaba amor, el sentimiento de emoción no se encontraba y la sensación de estar en una montaña rusa al verlo, había desaparecido. En algún tiempo atrás Kuroko podía saber dónde se encontraba el moreno, entre una multitud. Después de conocer a Kagami, ni siquiera notaba que Daiki estaba en la misma habitación.

Se había alegrado, pues a su parecer una herida lacerante había comenzado a desparecer dejando solo una sensación de melancolía. El ver a  su primer amor ya no dolía.

 Para Kuroko ese había sido un gran paso, y aunque lo atribuyo al saber que Daiki era feliz, no ahondo más en el tema. Para su sorpresa; Sin saber cuándo había comenzado, pensaba más en el de cabellos rojos, notaba cada detalle. Como el día en que Kuroko casi cae de un estante y Kagami lo atrapo.

-          ¿Le Amas? – pregunto el más alto con interés.

También estaba el día en que lo rescato de un buscapleitos. O la vez que le ayudo cuando el peli-celeste enfermo.

El trigueño siempre tenía una atención para él y Kuroko solo podía mirarlo. Sin pretenderlo la sombra comenzó a ver más  virtudes en Kagami, su caballerosidad, su amabilidad, su bondad, su alegría, sus detalles, su fortaleza, sus temores, su sonrisa… su ser.

-          Con toda mi alma – susurro la respuesta

Para cuando Kuroko reacciono descubrió con horror que se había enamorado. El temor la inundo, él ya no quería sufrir, ya no quería sentir rechazó y decepción, pero eso de nada sirvió, pues el sentimiento ya se había instalado ahí, en su corazón.

Cuando hablaba con Kagami se sentía feliz. Era libre de ser quien era sin temor a ser rechazado. Podía bromear con total libertad, e incluso ser lo infantil que deseara. Kagami había sacado a luz muchas facetas que el más bajo se negaba a mostrar, le permitía tener miedos pero también le animaba y ayudaba a ser valiente.

Cuando Kuroko sentía que no podía avanzar, aparecía Kagami como un superhéroe de manga a su rescate. Sin proponérselo ambos formaban una formidable pareja. Discutían constantemente, y aunque Riko tratara de mediar la situación, sabia que ese era su idioma, su manera de mostrar las cosas.

Kagami era torpe, no era romántico y cuando lo lograba siempre concluía con algo que hacia perder todo el romanticismo, pero Kuroko tampoco era el más sensible. Aunque por alguna extraña razón eso no parecía afectar a ninguno. Para Tetsuya, conquistar el mundo era cosa sencilla si se encontraba a lado del de cabellos rojos.

-          Espero que el imbécil te haga feliz.

-          Más de lo que puedes imaginar.

Varios años habían pasado desde que Kuroko se enamoró por primera vez, pero ahora se encontraba ahí, sentado en la Azotea de Teiko platicando con su primer amor sobre el amor de su existencia, sobre aquel hombre que le enseño que el amor no solo era unilateral, si no que él también podía ser amado. Hablando sobre el hombre que hacia inflar su pecho de un hermoso sentir, aquel que le hizo sentir seguro, protegido y amado. Sobre Kagami, el hombre al que ama. El que lo ayudo a olvidar el dolor…. El que lo rescato de todo lo doloroso que sintió del amor. Quien le dio nuevas esperanzas.

Porque quizás el camino no sería el más sencillo, pero Kuroko estaba dispuesto a vivir el proceso.

-          Gracias – le susurro a Aomine

-          ¿Ah? ¿A qué viene eso? -

-          A que sin ti no sería lo que soy…

Quizás el moreno no comprendería todo lo que había logrado en él, y aunque no lo hiciera jamás Kuroko le debía gran parte de lo que ahora era, de lo que ahora tenía.

-          Lo siento Aomine-kun – Kuroko se levantó de su sitio para atender su celular

El moreno solo le miro alejarse.

-          ¿Kuroko? ¿Dónde estás? – preguntaron al otro lado de la línea- ¡Llevo más de 20 minutos esperándote! – grito Kagami con irritación

-          Estoy a dos calles –respondió Kuroko con calma – No tardo Kagami-kun

-          Eso espero – bufo- muero de hambre

Y con una ligera sonrisa el más bajo cortó la llamada.

-          Debo irme – Se despidió Tetsuya saliendo del lugar.

 

“El primer amor es importante, es especial. Para bien o para mal siempre deja una huella imborrable en las personas.”

“Pero el primer amor… casi nunca es para siempre. La mayoría de las veces… aparece un segundo amor”

Notas finales:

Si llegaste hasta aquí es porque no moriste de aburrimiento y terminaste el fic. Quiero agradecerte por haber pasado a leer y darme una oportunidad; y me gustaría agradecer mas si me dejaras un review… ya sabes… son… gratis *sube y baja las cejas*

Las frases que vienen en el resumen y a final del fic NO me pertenecen, hace algún tiempo (En mis inicios) leí un fic con esas frases y decidí guardarlas. Si no mal recuerdo dichas palabras le pertenecen a mi autora favorita “Higary” en la categoría de Naruto.


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