Siento mi brazo derecho caer, puedo sentir gracias a las yemas de mis dedos el frío suelo — ¡UG! ¡FRÍO! — levanto nuevamente mi mano a la cama, en ese esfuerzo muevo suavemente mi cabeza — ¡¡JODER!! — mi cabeza pulsa fuerte desde el cerebelo hasta mi lóbulo frontal — ¡DUELE COMO MIERDA! ¡JODER! ¡¿QUÉ MIERDA HICE ANOCHE?! —muevo mi cuerpo, lo siento tan pesado. No tengo ganas de abrir mis ojos, alguien podría hacerlo por mí. Después de meditarlo por varios segundos, abro los ojos en leves parpadeos. Estoy en una habitación, por los cuadros de putas baratas y extrañas figuras, deduzco que sigo en la casa de Xin.
Ya lo recuerdo.
Ayer hubo fiesta en la casa de mi chulls. Estábamos celebrando algo, no recuerdo bien. Piensa GD, piensa. Sigo mirando el techo intentando recordar. — ¡Cierto! ¡Era el cumpleaños de mí! ¡¿QUÉ MIERDA HABLO?! — me rio, eso genera que el dolor se sienta y dejo de hacerlo — ¡ERA MI CUMPLEAÑOS!
Recuerdo que fuimos primero a un bar y tomamos tequila — ¡WOW! ¡QUE FUERTE ES ESA MIERDA! ¡EN DOS SEGUNDOS VI A MI VIEJO CALATO! ¡No volveré a tomarlo! ¡Aunque es delicioso! ¡Y hace sentir bien! ¡NO! ¡No se puede! ¡No volveré a tomar por el resto de mi vida! ¡Pero si me invitan no puedo negarme! Mi profesora de etiqueta social me enseñó que es de muy mala educación, rechazar las invitaciones. Por la educación que me costó mis largas pestañitas, no puedo rechazarlo más viniendo de mi bros — luego de un debate bipolar. Muevo mi cuerpo. Se siente raro. ¿Está adolorido? ¿Por qué? ¿Me habré caído?
Después del tequila, fuimos a la mejor discoteca de Seúl y tomé vodka (resbaló más fácil, cabe decirlo), tomé un vino que sabía a orine — ¡AGG! — y luego terminé con unas cervecitas heladas. Ya entiendo porque mi cuerpo está hecho MIERDA con mayúscula. Recuerdo también que mi pantalón en el lugar de mi trasero estaba mojado. No pudo ser mi orine yo orino por delante no por detrás. Entonces sí debí caerme.
Me siento en la cama King. El punto a favor del puto de Xin, es su casa, tiene un palacio. Y lo rico, el alcohol, hay algunos nombres que ni recuerdo porque cuando lo pronuncio se me traba la lengua. — ¡MIERDA! ¡MI TRASERO! ¡¿QUÉ LE PASÓ A MI CURVILINEO TRASERO?! —otra vez, viene en ese dolor punzante en mi cabeza y unas tremendas ganas de vomitar — ¡¡NUNCA MÁS EN LA VIDA VUELVO A TOMAR!! — me levanto de inmediato. Al tocar el suelo, noto que estoy desnudo, me quedó estático, mis ganas de vomitar se convierten en un temblor nervioso por lo que sentía correr por mis piernas.
— ¡¡ESPERMA!! ¡¡ESPERMA!! ¡¿CÓMO LLEGÓ EL ESPERMA?! — mis manos temblorosas por instinto bajan a mi ano. Tenía ese líquido viscoso y asqueroso. Lo huelo y no es mío. – ¡NO PUDE AUTOPENETRARME! ¡MI POLLA NO ES TAN GRANDE! ¡¿QUÉ HICE?! — me tiro un par de puñetes, me jalo el cabello y me pateo mentalmente.
Cubro mi boca y respiro raro — ¡PUTA QUE ASCO! — probe un esperma que no es mío. Las ganas de vomitar regresaron. Mire por todos lados buscando una respuesta — ¿CON QUIÉN MIERDA ME ACOSTE? ¡¿CON QUÉ PUTO, MI CULO DEJO DE SER VIRGEN?! — en mis antiguas relaciones con hombres, yo era el activo. Nunca que dejado que me… ya saben. Que educado resulte luego de cien lisuras.
Con Xin, no lo creo. Él estaba en coqueteos con CL. — Piensa GD — Con SOL, no. Taeyang al primer vaso de alcohol cae como roca. VI, eh… no, él estaba con varias mujerzuelas. No sería capaz de cambiarme por alguna de ellas. — ¿Con quién? — mi desesperación aumenta. — ¿Quién más estuvo en la fiesta? — con D-LITE. No. Él es el único del grupo que es hetero. A comparación de todo el resto, que pateamos con los dos pies. O sea, somos bisexuales. — ¿Quién más estuvo? No soy de involucrarme con extraños. No puede tirar con alguien desconocido. ¡¡NO RECUERDOOO!!
— Ah… owww…
Escucho un quejido y luego un bostezo. No lo puedo creer. Había alguien durmiendo a mi lado y yo ni cuenta. Retrocedo y levanto mis manos en puños para atacar.
— ¡OYE! ¡COSA FEA! ¡MUESTRA TU ROSTRO! ¡YA! — hago un movimiento como si hubiera lanzado una pokebola.
— No hagas ruido
Esa voz, yo… yo… yo… tartamudeó en mi interior como Bugs Bunny. — Yo la conozco. — sigo en mi conversación mental.
— ¡DESCÚBRETE! ¡QUIERO VERTE! ¡BASTARDO!
— Lolita ¿Qué ruidosa eres?
“¿Lolita?” El único que me llama así, es ese bastardo que odio desde que lo conozco. No pude tirar con él. NO.
— ¡QUÍTATE LAS SÁBANAS Y MIRA LO QUE HEMOS HECHO! ¡MALDITO BASTARDO!
— Aish
Lo escucho quejarse y me obedece, se quitó las sabanas y se sentó. Su cabello estaba alborotado y sus ojos entrecerrados. Antes de abrirlos por completo, bostezo. Giro su cabeza y al verme, abrió los ojos más grande de su tamaño normal. Lo mire con repulsión y rencor. Yo lo odiaba, lo seguía odiando por todo lo que en un momento me hizo.
— ¿QUÉ MIERDA HACES DESNUDO? — su ceño estaba fruncido y me miraba con reproche. Yo reí con sarcasmo y volví a mirarlo como solía hacerlo.
— NO SÉ CÓMO. — moví mi cabeza — ¡SÍ SÉ! — di vueltas por la habitación y seguí — ¡PORQUE SOLO BORRACHO HASTA MI CULO PUDE ACOSTARME CONTIGO!
— ¿Qué has dicho? — su voz salía temblorosa. Levanto la sábana para ver su cuerpo y al comprobarlo. Me miro como él también solía hacerlo. Con pena y odio. — Yongie… nosotros…
— ¡NO ME LLAMES ASÍ! — fruncí mi ceño. Quería golpearlo, patearle la cabeza, o castrarlo. — ¡LO QUE HICIMOS EN LA MADRUGADA! — grite alterado. No podía darme el lujo que todos supieran que me había acostado con él. No cuando por hace 8 años, lo odié. A mis mejores amigos no les podía hacer esto. — ¡NADIE LO SABRÁ! ¡APENAS LO DIGAS! ¡TE MANDARÉ A MATAR!
— Ji Yong
— ¡¡NO DIGAS MI NOMBRE!! — le corte. Empuñe mis manos, en serio, quiero golpearlo.
— Si sigues gritando, todo Corea te va a escuchar.
— ¡¿Cómo no quieres que grite?! ¡CUANDO ME ACABO DE DESPERTAR A TU LADO LUEGO DE TENER SEXO!
— Lo siento — escuché su voz en tono bajo. Sonaba sincero.
— Cállate, por favor. — casi rogué. Recuerdos con él, llegaron. No debía recordar, eso me volvía vulnerable. Memoria selectiva, memoria selectiva. Seungri me lo enseñó — Lo de hoy lo olvidaremos. No vuelvas a aparecerte en mi vida. No entiendo porque lo hiciste ayer.
— Era tu cumpleaños. Quería saludarte.
— Yo no quería tu saludo. Desde años no me importa nada que tenga que ver contigo. No quiero nada tuyo.
— Ji Yong. No crees que sea momento de ser amigos.
— Te dije que no pronunciaras mi nombre — respire profundo y me tranquilice. — Nunca sería tu amigo.
— GD — lo ignore.
— Xin también es tu amigo y como es su casa, tú también eres bien recibido aquí. Pero los dos no podemos estar en un mismo lugar. Por primera vez seré yo quien te dé el turno de escoger. Dime ¿te largas tú o yo?
Se levantó y estaba desnudo, me sonroje y voltee mi rostro. Hace años solo una vez, lo vi desnudo y reaccione del mismo modo.
— Me iré yo — susurró muy cerca de mí. — Creo que no lo recuerdas. — sonrió — Pero ayer nos divertimos mucho y dijiste tanta palabras hermosas. Por ese momento, fuiste el Kwon Ji Yong de 12 años.
— Ese Kwon Ji Yong, no existe. Gracias a ti y nunca dejaré que reviva.
— ¿Es por mi culpa?
— No. Tuvieron que pasar tantos años para darme cuenta que el único responsable fui yo. YO FUI EL IDIOTA.
— No digas eso.
— Es verdad, nunca me debí enamorar de ti. NUNCA.
Gire mi cuerpo para huir, sentía ese dolor en mi corazón y esa ansiedad en el cuerpo. Pensé que ya no lo tenía, pero este era el efecto de su cercanía.
— Perdóname por todo lo que hice. Era solo un adolescente y me deje llevar por los chismes.
— No quiero hablar del pasado. Ya no vivimos en él.
— Entonces dame una oportunidad en este presente. Quiero reivindicarme — escuche que suspiro y tomó mi muñeca. Su tacto me seguía quemando. No puedo creer que aún lo supere. — Quiero demostrarte que te amo… nunca deje de amarte. Aunque nunca lo demostré, yo te ame desde la primera vez.
Lo mire de inmediato. Sus ojos estaban cristalinos y su mirada era noble. Era como yo en algún momento lo idealice. Mi corazón dolió pero algún día, él ignoró mi dolor y me hizo llorar delante de todos cuando yo le dije que lo amaba.
— Yo te odio. — arranqué mi brazo para que me soltara, no pensaba tocarlo. Si anoche lo hice fue porque estaba ebrio.
— Ji Yong
Escuché su voz a lo lejos. Ya estaba fuera de la habitación no me interesaba si veían mi cuerpo desnudo y mohoso. Lo único que quería era correr lejos.
Lejos de Choi Seung Hyun. De mi indeseable, primer amor.
CONTINUARÁ…