— ¿Has estado soñando con mi madre? — pregunto Rihan con el ceño fruncido, cada vez más pálido, ahora temblaba por el frio del agua. Salieron y se sentaron en la orilla.
— Si— asintió el daiyoukai— hace unos días soñé de nuevo con ella.
*
— ¡Sesshomaru! — escucho el grito de una mujer, que se le hizo conocida. — ¡Por favor! — abrió los ojos y vio de nuevo a la mujer de sueños anteriores.
— ¿Qué pasa? — la mujer parecía por primera vez agitada.
— Mi hijo, ¡Está muriendo! —
*
— ¿Por qué estoy muriendo?, ¿Lo sabes? — Rihan no parecía asustado, solo lo miraba con una tranquilidad pasmosa.
— No estás asustado— afirmo más que preguntar, Rihan sonrió como quien recuerda con melancolía el pasado.
— Hay cosas, Sesshomaru, que aterran más que la muerte— su mirada se perdió en el espacio— no me respondiste— dijo con un tono ligeramente acusatorio.
— ¿Qué cosa? —
— ¿Por qué estoy muriendo? — sus ojos se estaban cerrando, parecía luchar contra ello.
*
— ¿Muriendo? —su ceño se frunció— ¿Por qué? —
— Él no es de este tiempo, cuando murió debería haber ido al otro mundo— su sonrisa fue triste— pero no deje que la parca se lo llevara, logre tomar su alma y esconderla aquí—
— ¿Y cuál es el problema ahora? —
— Al no ser de este tiempo, su energía vital disminuye en cuanto más la usa, por eso decidí ligarlo a alguien de aquí— el daiyoukai se cruzó de brazos.
— ¿Yo? — pregunto, sin embargo ella negó.
— No, el plan era dejarlo cerca de la niña, para que cuando ella lo tocara su energía lo reviviera—
—No salió según el plan— dijo con ironía, escucho la suave risa de la mujer.
— No, Rihan adora a los niños así que debía de algún modo permanecer con ella— Yohime se acercó a él— pero cuando tu usaste tu espada en él le compartiste fue tu energía.
— Y ¿Por eso esta muriendo? — si su energía era compartida, ¿no debería el también estar débil?
— Está muriendo porque te alejaste de él y porque sí, la parca vino a buscarlo— su mirada se volvió melancólica— por separado alguna de las situaciones lo habría debilitado, pero ya sabes, las cosas nunca salen como esperamos.
— ¿Por qué solo él esta así? — ello lo miro comprendiendo.
— No están realmente compartiendo, tú no lo necesitas a él y él solo requiere una pequeña cantidad para que su propia energía se renueve, debido a que no te limitaste a compartir tu energía, sino que realmente lo reviviste— su pequeña mano se posó en su mano— aunque mínimo, cuando te alejaste de él el proceso se detuvo—
— Entonces debo volver— aseguro, ella asintió.
— Por favor— su agarre se volvió más fuerte— Rihan merece felicidad— dijo para luego sonreír— y tú lo haces feliz— Finalmente el sueño se disolvió.
*
— Después te lo cuento — dijo en un susurro, el moreno ya estaba dormido, suspiro irritado, debía salvarle el trasero, pero no sabía cómo. Gozomaru y Mezomaru. ¿Sería suficiente?
— No te vayas — susurro el moreno entre sueños. Gruño medio molesto viendo que cada ver se ponía más inquieto.
— ¿En serio? — Con brusquedad tomo su mano— quédate quieto — inmediatamente el sonido se detuvo, apretó su mano y se deslizo de nuevo a un sueño profundo. — Lo que hago por ti—
*
Rihan se despertó algo mareado, había tenido un sueño medio bueno y medio malo, se rio internamente, eso sonaba raro, incluso en su cabeza, pero haber visto al daiyoukai de nuevo había sido más de lo que espe…
— ¿Eh? — miro la mano pálida que sujetaba la suya. Qué diablos ni siquiera la mano, el otro estaba acostado a su lado y usaba su pecho de almohada— ¡¿Eh?! —
— Cállate— escucho un gruñido — roncas — escucho la acusación, cuando vio el rostro del peliplata se vio obligado a desviar la mirada, simplemente Wow — ¿Qué? — bueno no era buena idea decirle al hombre que tenía una cara de recién levantado que decía “Cómeme”. No, no era buena idea.
— Babeas, levántate— urgió, el hombre por un momento pareció sorprendido, pero no tardo en incorporarse. Al momento se instauro un silencio incómodo.
— Bueno ya que pareces que no vas a morir si te respiran encima, debemos movernos — dijo yendo al agua y lavándose la cara.
— Y ¿A dónde vamos? — pregunto levantándose también, se tambaleo un poco pero aún tenía suficiente energía.
— Gozomaru y Mezomaru — respondió, Rihan frunció el ceño ante la sorpresa, después negó con la cabeza y soltó una ligera risa. — ¿Algo gracioso? —
— Nada— la mirada que recibió le dijo exactamente que tenía segundos para responder algo más que un nada. Y pensar que yo soy quien “manda”. — En mi tiempo conozco a unos Gozo y Mezo, no pueden ser ellos pero tal vez sean antepasados—
— Oh — el de cabello plata no menciono nada más, a veces olvidaba que el moreno no era de su tiempo— bueno debemos movernos, ¿Estás listo? —
— Si — Rihan asintió, miraba a su acompañante, hacía tiempo tenía una urgencia un tanto extraña, incluso para él, ni que decir si lo supiera el otro, le cortaría la cabeza por el atrevimiento. — Rayos— susurro para sí mismo. Concéntrate Rihan.
— ¿Qué te ocurre? — Apareció de repente frente a él, — amaneciste extraño—
— No es nada— dijo dando un paso hacia atrás — por favor aléjate— el daiyoukai enarco la ceja.
— Te das cuenta que esas palabras desmienten que no pasa nada ¿cierto? — dijo dando un paso.
— ¡No te acerques! — gruño, su voz salió más gruesa, fue cuando noto que su rostro había cambiado a su versión demoniaca. Sesshomaru se detuvo en seco.
— ¿Por qué estás en tu límite? Rihan — bueno como respondía a eso, ni él lo sabía. Normalmente no era tan repentino ni dramático.
— No lo sé— trago, aunque su garganta estaba seca— solo quiero…— entonces se calló, si lo decía probablemente recibiría un latigazo, literalmente, se lo había visto.
— ¿Qué quieres? — Insistió el hombre— Habla Rihan— exigió.
— Yo…— eso era incomodo— bueno desde hace un tiempo tengo esta urgencia— se lamio los labios secos, observo el ceño fruncido del otro, evidentemente sin entender.
— Rihan— gruño.
— Quiero morderte — soltó rápidamente — y no me refiero a los mordiscos de antes que solo dejan marca, realmente quiero morder, sentir tu sangre… yo…— se detuvo en seco — no lo sé — se quedó allí esperando algún grito o golpe pero solo había silencio, entonces miro al hombre y vio una luz de entendimiento en sus ojos. — ¿Tú lo sabes? —
— Bueno— esta vez fue él quien gruño.
— Sesshomaru— para su consternación levanto la mano y la puso en su nuca en un gesto nervioso, sin embargo quería respuestas y las quería…— Ahora— urgio.
— Eso es — se rio con nerviosismos, ¿Qué demonios? — eso es normal para un Inugami, oh bueno— miro al suelo aun nervioso— incluso más si es su pareja— susurro.
— ¡¿Eh?! —