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Ahora que hay paz... por Haru_Akatsuki

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Notas del capitulo:

Esta historia se ubica despues de todas las batallas que tienen los vengadores contra los chiaturi, ultron, thanos, etc. Aqui Steve Tony Thor Bruce Natasha y Clint estan vivos y bien. Para futuros problemas en el mundo Marvel piensen en esta historia como El final, del final, del final, del final, del final, del final...

Los personajes no son de mi propiedad, pertenecen a Marvel. Solo la idea y trama de la historia me pertenece.

Att: Haru Akatsuki

 

 

Thor no se hallaba del todo a gusto con lo que Tony había expresado la noche anterior. Confirmo el daño causado por eso cuando vio en la mañana el semblante del Capitán. Después de haberlo visto de ese modo le conto a Banner lo que pensaba de eso. De cierto modo se sorprendió por la mala postura en que él tenía al Capitán. Pero eso no le importaba. No podía dejar que la esperanza de Rogers se estuviera extinguiendo, y que a pesar de que Stark seguía adelante y era positivo, aun tuviera dentro de sí algo que parecía hacerlo infeliz. Esto al menos es lo que él alcanzaba a observar.

 

Cuanto termino su conversación con Banner fue directo a las habitaciones. Sabía que Stark estaba durmiendo aun, así que subió al piso personal que este tenía para ir a hablar con él. Creía que si se enteraba de algunas cosas podía hacer que su actitud hacia Rogers cambiara. Además de eso metería uno de esos discursos que le molestaban a su hermano sobre “como todos podemos estar en paz si actuamos a tiempo” para hacerle saber al hombre de hierro lo que pensaba.

Thor llega hasta una puerta doble, es blanca, lisa y de color gris claro, resalta lo suficiente entre las paredes de color perla. Toca la puerta para ver si Stark le contesta algo; mientras espera una señal voltea hacia su izquierda y derecha para ver la luz que se filtra por las paredes de cristal. Con la atmosfera que da la iluminación exterior al lugar, hace parecer que has llegado ante la puerta del “rey”; cree recordar que esas son la clase de cosas de las que a veces hablaban Barton o Romanof. Recuerda que en esos momentos hablaban de lo egocéntrico que es su compañero. Aunque él no entiende porque se quejan de Stark, con el dinero y la posición que tiene en la tierra, en su reino sería considerado un noble cercano a la familia real. Quizás a su padre le guste conocer al hombre de hierro.

Nadie contesta su llamado. Levanta su mano para tomar el pomo de la puerta; lo gira y empuja la puerta al interior, pero solo un poco. Asoma su cabeza para ver. Ve que hay alguien en la cama que no se mueve. Abre por completo la puerta y entra a la gran habitación que tiene su amigo para dormir.

-      ¿Qué quieres Thor?

-      Cómo supiste que era yo.

-      Jarvis me lo dijo y me lo acabas de confirmar al hablar.

-      Quiero hablar contigo.

-      No estoy de ánimo, me despertaste y aún tengo mucho sueño.

-      Puedes dormirte después de que hablemos.

-      No lo creo…

Thor se molesta un poco por su actitud, porque es obvio que trata de evadirlo. Seguro que hasta sospecha porque está ahí.

Entonces va hasta la cama, la rodea para llegar al otro lado y tenerlo cerca.

-      Levántate.

-      Que-

Stark interrumpe su reclamo. Thor lo toma de debajo de los brazos para jalarlo y sentarlo como si fuera un vil peluche, ligero y fácil de manipular.

-      No vuelvas a hacer eso.

Thor ignora que se ha enojado.

-      Más vale que tengas algo bueno que decirme, porque tú y yo no nos llevamos así.

-      Lamento lo que acabo de hacer, pero enserio debes escucharme Stark. Los problemas es mejor atenderlos pronto.

-      Seguro lo dices por experiencia.

-      Sí

La firme afirmación de Thor no le gusta, esperaba molestarlo para que prefiriera irse antes que tener que tratar con él y sus comentarios hirientes.

-      ¿Recuerdas el día que terminamos con quien fue nuestro mayor enemigo?

-      ¿Así vas a iniciar, contándome una historia?

-      Si, solo escucha, no me tienes que contestar nada. Solo después si empiezo a reclamarte algo… ese día mientras íbamos en la nave te quedaste dormido. Solo que por eso nunca te diste cuenta de lo que paso. Tú te quedaste dormido en la espalda del Capitán, a él no le importó y te dejo dormir, creo que menciono algo de que te veías lindo o algo así, eso no lo entendí.

Tony  enarca su ceja en una expresión de total desconcierto y extrañeza para después tener un tic en el mismo lugar.

-      Que-

Thor ignora que iba a decir algo y continúa hablando.

-      Cuando fuimos a la fiesta  por obligación de Shield ocurrió algo similar. Tú te quedaste dormido y terminaste recargándote en su hombro. Después de un rato para que estuvieras mejor, él fue por una bolsa de dormir y una manta para ponerte más cómodo y que siguieras descansando. Luego la última vez hasta Banner te dijo que fue él quien te coloco una manta cuando te quedaste dormido en el sofá de la sala.

-      …

En ese momento, Tony se le quedo viendo porque no tenía idea de hacia dónde iba todo lo que le estaba diciendo, o más bien, no sabía porque le estaba soltando todo el chisme de repente.

-      Yo me he fijado en la mala actitud que has adquirido con el Capitán y no estoy de acuerdo. El hace cosas buenas por ti y no las tomas en cuenta.

-      Me perdiste, no sé de qué me hablas.

-      ¡Te lo acabo de decir! ¡Él ha estado cuidándote mientras duermes y tú no piensas nada bueno de él! ¡Se preocupa por ti tanto que hasta vigila que duermas bien! ¿Qué no es suficiente para que pienses que eres importante para el Capitán, y dejes de hacerlo a un lado como si no importara nada de lo que han pasado juntos?

-      Ya cálmate, no te enojes, lo entendí… Pero la verdad pienso que esa pregunta se la estás haciendo a alguien más.

Thor guarda silencio mientras lo ve con el ceño fruncido y de un modo enojado. Tony le sonríe un poco para que no se le ocurra golpearlo, no quiere saber que puede hacer un dios nórdico cuando está enojado contigo.

-      Bueno. Y que más.

-      Hombre de hierro, eres una persona… muy difícil.

-      Eso me dicen.

-      Pero no te lo digo por las cosas que los demás creen de ti y que en realidad no son ciertas.

-      A ver, qué. ¿me puedes explicar eso?

-      No. Solo… te pido que consideres llegar a buenos términos con el Capitán. No me gusto la cara que puso ayer cuando dijiste todo eso en la fiesta.

-      No creo que le afecte tanto que yo no quiera tener nada que ver con él.

-      Si lo hace, tú no lo viste, y tampoco has notado como está ahora.

-      ¿Sabes que sigo sin entender? Que de entre todos, tu vengas aquí a reclamarme. Qué pasa contigo.

-      Sé que arreglar relaciones no es mi fuerte, pero creí que si sabias que el Capitán aun quiere estar contigo, dejarías de alejarlo de tu vida.

Tony se le queda mirando un rato, parece que quiere saber que pasa por su mente en ese momento, como sospechando que no le está diciendo todo. Después desvía la mirada.

-      Thor, tienes una manera muy peculiar de expresarte. Te aconsejo que leas libros de aquí, porque lo que me acabas de decir tiene otro significado.

Vio a Tony. Este se desliza por la cama y se levanta para salir de entre las sabanas.

Sabe que las palabras que le ha dicho son intencionales, pero Stark no tiene por qué saberlo, así que se hará el inocente.

-      Gracias por el consejo ¿Pero qué fue lo que dije?

Tony voltea a verlo frunciendo el ceño. Seguramente no podrá volver a colarse en su habitación de nuevo. Antes de desaparecer de su vista debe evitar sonreír.

 

Ayer fue cuando converso con Tony. Hoy le confirmo Banner que hablo con el Capitán en la mañana. Así que justo ahora estaba un poco impaciente. Quería que el hombre de hierro se apresurara a hacer algo, lo que fuera, pero quería que lo hiciera pronto porque estaba algo ansioso por no saber si realmente había hecho bien en decirle todas esas cosas. ¿Qué pasaba si se había equivocado?

Por suerte no paso mucho tiempo antes de que algo ocurriera. Supo que ese día Rogers no había salido de la torre todo el día como lo había hecho ayer. Esta vez se quedó ahí encerrado en su habitación. Lo vio salir cuando ya empezaba a atardecer. Le cedió la cocina antes de que él empezara a cocinar algo que había aprendido a hacer en Asgard. Después de eso apareció Tony y le dejo ese regalo en la mesa. Entonces supo que las cosas podrían cambiar de buena manera.

Ese día cuando ya iba a dormirse no pudo evitar sonreír antes de cerrar los ojos. Ahora sabía que había hecho lo correcto.

A partir de ese momento las cosas parecieron cambiar. Pero como un freno o regulador ante el posible fracaso, los cambios fueron apenas perceptibles. Fue lento pero seguro.

Tony nunca le había dicho a nadie de los presentes que amaba las rosquillas de chocolate.

Al día siguiente, cuando por fin se sacó de encima el pendiente de la entrega del regalo que le dio al Capitán América, encontró en la cocina, justo al lado de donde siempre descansa su taza para tomar café, una caja grande y repleta de deliciosas donas de chocolate.

Por un momento se vio tentado de darle las gracias a Banner por dejarlas ahí para él cómo normalmente hacía con el café preparado que siempre le dejaba, pero prefirió no hacerlo. Bruce no tenía ni idea de que amara las donas de chocolate, porque de haberlo sabido, desde que llegaron a vivir ahí le hubiera dejado las donas también. Luego quiso pensar en Thor, pero el pensamiento ni siquiera se formuló ya que sabía bien que este no sabía nada de él, de gustos al menos. Así que por todo eso prefirió no decir nada.

Toma una dona y la muerde pero la deja en su boca. Con una mano toma su taza y con la otra agarra otra dona. Se da media vuelta para ir a su taller a empezar el trabajo de ese día.

Mientras se está yendo cree que nadie lo está mirando, pero eso no es verdad.

Esta aun recorriendo la sala cuando recuerda una cosa… una vez mientras solo los hombres vengadores estaban reunidos, comenzaron a hablar de obsesiones mal sanas. A él le adjudicaron su vicio por las mujeres y el alcohol, el café también. Justo en ese momento los llamo Fury por lo que dejaron la plática. Todos tomaron el ascensor antes de que se diera cuenta. Pensó que debería tomar el siguiente solo, pero mientras caminaba hacia él se dio cuenta de que Rogers también se había quedado, así que los dos fueron rumbo al ascensor. Mientras estaban por cerrarse las puertas recuerda que le dijo algo al Capitán.

-      Esos tipos no saben nada. Si yo amo las donas de chocolate.

Sintió que el Cap volteo a verlo pero no le dijo nada.

Eso quería decir que Rogers era el único ahí que sabía que amaba las donas de chocolate.

Pensó en eso por lo que lo busca con la mirada. Este está frente a la televisión. Entonces le dirige una ligera sonrisa. No se queda a averiguar si este le ha visto.

Steve sí lo ha hecho.

Después de que le diera la libreta, Steve se pasó los siguientes tres días después de eso dibujando en ella casi sin parar. Se ocultaba para que no vieran lo entusiasmado que lo tenía el regalo. Siempre que la abría no podía evitar volver a ver las palabras de la primera hoja.

Gracias por cuidar mi sueño.

-Tony  ˜ -˜

 Ô ô

ô▪ô

n▪n

Las palabras, el nombre de Tony ahí y los emoticones, siempre le sacaban una sonrisa cuando los veía. Era inevitable que pasara.

Desde el inicio quiso dibujar un montón de cosas. Pensó que sería buena idea dibujar cosas que después le mostraría a Tony con mucho entusiasmo, pero ahora sabía que no podría enseñarle nada de lo que estaba haciendo. Tendría que mantenerlo en secreto.

Y esto era así por una simple razón. Lo único que sus manos parecían capaces de dibujar, casi de forma automática e inconsciente, eran cosas que tenían que ver con Tony. La lista era así: el rostro de Tony la primera vez que se quedó dormido sobre su espalda; el rostro de Tony cuando se quedó dormido en su hombro; el rostro de Tony cuando dormía mientras le puso una manta; el reactor de arco de su pecho; su taza favorita de AC/DC; su armadura con la careta levantada; él cuerpo entero de Tony mientras esta en la cocina sirviéndose café; el rostro de Tony cuando lo encontró dormido después de que unas horas antes le había dicho que no lo quería en su vida; el rostro estoico y galante que puso ayer mientras usaba uno de sus trajes de gala porque debía ir a una fiesta de la compañía; y el más reciente de todos, porque hasta ahora se había atrevido a hacerlo, el rostro de Tony cuando le sonrió ligeramente porque este se dio cuenta de que las donas de chocolate se las había traído él.

De hecho justo ahora estaba muy sorprendido. Juraba que había dibujado otras cosas, pero cuando se le ocurrió revisar su libreta después de haber terminado el ultimo dibujo, se dio cuenta de que solo había dibujado a Tony o algo que tuviese que ver con él. No sabía en que oyó meterse por la vergüenza al descubrir los actos de los que ni siquiera se percató.

Podría decir que estaba de mal en peor. Sin embargo después de pensar y atar algunos cabos sueltos sobre lo que había estado pasando esos días, no sabía porque estaba actuando así. Porque lo que había deducido es que con Tony estaba dando pequeños pasos de araña –no, no estaba exagerando- para poder recuperar su amistad, y estaba seguro, hasta ahí llegaba, no había nada más.

Sale de su habitación y va hacia la cocina. Cuando llega ahí se sienta en la silla que da la espalda a una parte de la cocina, el lugar que siempre ocupa y del que aún no se da cuenta, tienen las posibilidades de ser un lugar en el que pueden tomarlo por sorpresa desde atrás si esta distraído. Se queda ahí y vuelve a ojear la libreta.

Ahí están de nuevo todos los dibujos. Piensa seriamente que debería ponerle una etiqueta que diga Tony, y colocarla justo donde está grabado su propio nombre. Claro que está siendo irónico.

 

Eso no se lo esperaba. ¿De eso se trataba? Para ser franco no lo había sospechado siquiera. Estaba detrás de Rogers, y vio como este observaba todo lo que había puesto en su libreta. Por pura curiosidad se había asomado por sobre su hombro para ver, y lo único que pudo ver fue… dibujos de Tony en él. Se irguió para dejar de estar inclinado.

Se haría de la vista gorda y no diría nada al respecto. No lo creía necesario. Pero eso no evitaría que le volviera a decir al Capitán lo que le dijo cuando tuvieron su charla, porque era obvio por el semblante aun triste de Rogers que no lo había escuchado.

Banner tendría que dejar su experimento de lado para hablar con él justo en ese momento. Si esperaba siquiera un minuto, el Capitán se le saldría por la tangente, de nuevo. Por precaución se aseguraría de que lo escuchara atentamente esta vez.

Claro que el propósito de la conversación no sería el mismo de la otra vez. Aunque lo que le dijo servía para ambas ocasiones. Lo bueno es que no tendría que pensar en un nuevo discurso.

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado. 

Pd: yo contesto los reviews cuando actualizo, asi que si resiven una notificacion de que les conteste quiere decir CAPITULO NUEVO. Es uno de los modos utiles para estar al tanto.

Saludos a todos!

 


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