[CONFUSIÓN DE SENTIMIENTOS]
[Narración Primera Persona]
Lo único que pude escuchar en esa noche
no eran otra cosa más que gritos
gritos y voces mezcladas con sollozos de gente
personas las cuales suplicaban por sus vidas.
Tanta sangre que se derramo ese día,
y continúo preguntandome
¿"para qué"?
pero esa duda jamás encontrara respuesta algúna.
Ahora que he cambiado tanto de apariencia como de pensamiento,
los seres humanos me temén
mientras que los de mi "especie" me tratan como algo efímero.
¿Quién se merece vivir en esté mundo?,
tal vez nadie.
Mis ojos se abrieron con sorpresa ante la sensación de alguien tocando mi piel, casi por instinto me puse en guardia, calmandome al ver que era la fundadora de los vampiros quien había ozado a entrar a mi habitación sin permiso alguno.Me miro con una sonrisa llena de sorna al ver mi ceño fruncido, realmente me molestaba que irrumpiera de está manera cuando no había batalla en la que me necessitara.
-¿Qué quieres? -escupí de manera seca a lo cual ella solto una risa- Habla de lo que tengas que hablar si no ¡largate! -me levante furioso de mi cama- No deseo ver le la cara a nadie, ¡ni mucho menos a ti! -le anuncie molesto-
-Vamos Mikaela -contesto en tono calmado, ignorando olímpicamente lo que le había dicho- Sabes que no hay razón para estar tan molesto -se acerco a ti, acortando la distancia entre su mano y mi rostro, acariciando mi mejilla- Eres mi favorito entre todos los vampiros, ¿quieres saber la razón? -me pregunto de forma relajada-
-Realmente no me interesa -conteste, a la vez que apartaba su mano de mi rostro, era verdaderamente asqueroso el tan solo sentir el tacto de quien me hizo esto-
-Tan serio como siempre -susprio de manera pezada- Es por que eres un hibrído -confeso de golpe, causando una reacción de sorpresa en mi- ¿No me digas qué no lo sabías? -se burlo un poco y salió de la habitación dejando me con muchas dudas en mente-
Es cierto que soy un vampiro -muy a mi pesar lo acepto- pero nunca me he atrevido a beber la sangre de una persona, lo que me convertía a un en un humano, uno muy distinto al que era antes y a lo que soy ahora.
"¿Qué estará haciendo Yuu-chan ahora?"-me pregunte en un susurro ahogado-
-¿Qué es lo que no te deja tranqulo? -escuche un murmuro cerca de mi oído- O mejor dicho -me giré de forma bruzca quedando frente a frente de su sonrisa fingida- ¿Quién te ha robado tu pensamiento? -hablo curioso-
-Eso a ti no te importa -conteste cortante- ¿A qué has venido.. .. .. Ferid? -dijiste dando e la espalda-
-¿Acaso no puedo venir a ver a mi "angél"? -se acerco a mi de manera peligrosa, abrazando me por la esapalda, sintiendo su respiración cerca de mi cuello- Eres tan cálido Mika-kun -menciono sin vergüenza alguna-
[Narración Omnipresente Mikaela]
-Termina ya con esto y larga te de una vez -bajaste un poco más tu camisa, dejando al descubierto la piel blanca -casi como la leche- de tu cuello-
Solo pudiste sentir un agudo dolor atacando tu piel, mientras unas cuantas gotas de sangre bajaban por tu hombro y escurrían por tu brazo, sus colmillos habían profanado tu piel sin pedir siquiera permiso.
-Sigue igual de dulce que aquellos días -declaró antes de desaparecer porla puerta-
[Narración Omnipresente - Yuuichiro]
Sentiste un dolor desconocido atacando tu pecho y sin darte cuenta la imagén de Mikaela había aparecido en tu mente, quizás había sido simple imaginación tuya, decidiste que era mejor olvidar eso y concentrarte en todo lo que se avecinaba.
Está noche, la luna estaría en todo su esplendor, lo cual era una clara señal de que los vampiros atacarían.
-Yuu -llamo Guren- ¡Preparate! -ordenó mientras tu desvaínabas tu espada-
-"Mikaela" -nombro la de cabellos rosas pastel- "¡Andando!" -y al decir esto, tu espada se tiño del rojo de tu sangre-