La verdad es que no sé de dónde ha venido esto, simplemente... quería sacar algo fuera de mí, y aquí está. Espero que les guste mucho y disfruten del escrito.
-Drabble.
-SasuNaru/NaruSasu
-Drama/Romance.
Ningún personaje que aparece en este escrito me pertenece, simplemente los uso, sin fines de lucro, para compartir una historia con los lectores. Todos ellos pertenecen a su respectivo creador.
Gracias por leer.
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Naruto.
Nunca. Esta palabra es relativa, tanto como el siempre, ¿verdad?. Y es que por mucho que podamos decir:
—Yo nunca me enamoraré-.
Te enamorarás, por mucho que asegures que no será así. Te enamorarás, porque nunca debes decir nunca. Te enamorarás tan fuerte que incluso tendrás miedo, como en mi casa, quizá tu amor sea correspondido y entonces te alegrarás, o puede que no, y en ese caso rezarás por desaparecer. Pero está bien. Porque amarás. Sentirás eso. Para bien o para mal.
Pero yo, descubrí el lado oscuro de esta palabra. El nunca que dejó de ser 'nunca'.
—Nunca te dejaré, Naruto.—Me susurraba cada noche entre besos, caricias, abrazos y jadeos.—Porque te amo.—Era raro, por supuesto, que Sasuke dijese aquellas cosas, pero eso no significaba que nunca las dijese. En cada encuentro furtivo -sobretodo antes de una misión- él venía a mi casa, y de una manera u otra, después de pelear y pelear por horas, acabábamos en mi cama, o en el suelo, o en el sillón, o en alguna parte no concreta, entregándonos el uno al otro. Y después, me decía que me amaba, por siempre.
Pero, amigo mio, las palabras se las lleva el viento, y mi corazón se rompió en un segundo, en el que él salia por la puerta sin intención de volver la mirada atrás, marchándose lejos, alegando que debía seguir con su venganza. Él siempre me había dicho que nunca me dejaría, pero el nunca, se convirtió en "mi venganza va primero que tú".
—¿No recuerdas ahora el "Nunca te dejaré" o los "Te amo" tan eternos que decías cada noche?—Le hubiese dicho, con lágrimas en mi cara y mi voz sin solidez. Pero no dije nada, me quede en silencio mientras el amor abandonaba mi vida, para siempre. Me quedé callado, demasiado interesado en el suelo, descubriendo que es verdad.
Nunca debes decir nunca.
Jamás debes decir por siempre.
Y que, cuando te rompen el corazón para siempre, no deseas sentir de nuevo.
Nunca.
Y al día siguiente fingiría una sonrisa, no muy prolongada, ya que se entendía que un poco mal si debía estar ya que mi supuesto mejor amigo había abandonado a la aldea convirtiéndose en un traidor. Y rezaría, cada noche, en la oscuridad de mi habitación para que nadie, nunca más, me prometiese nada. Ni un nunca, ni un para siempre.
--------------------------- Debo pornerlo otra vez.------------
Naruto.
Nunca. Esta palabra es relativa, tanto como el siempre, ¿verdad?. Y es que por mucho que podamos decir:
—Yo nunca me enamoraré-.
Te enamorarás, por mucho que asegures que no será así. Te enamorarás, porque nunca debes decir nunca. Te enamorarás tan fuerte que incluso tendrás miedo, como en mi casa, quizá tu amor sea correspondido y entonces te alegrarás, o puede que no, y en ese caso rezarás por desaparecer. Pero está bien. Porque amarás. Sentirás eso. Para bien o para mal.
Pero yo, descubrí el lado oscuro de esta palabra. El nunca que dejó de ser 'nunca'.
—Nunca te dejaré, Naruto.—Me susurraba cada noche entre besos, caricias, abrazos y jadeos.—Porque te amo.—Era raro, por supuesto, que Sasuke dijese aquellas cosas, pero eso no significaba que nunca las dijese. En cada encuentro furtivo -sobretodo antes de una misión- él venía a mi casa, y de una manera u otra, después de pelear y pelear por horas, acabábamos en mi cama, o en el suelo, o en el sillón, o en alguna parte no concreta, entregándonos el uno al otro. Y después, me decía que me amaba, por siempre.
Pero, amigo mio, las palabras se las lleva el viento, y mi corazón se rompió en un segundo, en el que él salia por la puerta sin intención de volver la mirada atrás, marchándose lejos, alegando que debía seguir con su venganza. Él siempre me había dicho que nunca me dejaría, pero el nunca, se convirtió en "mi venganza va primero que tú".
—¿No recuerdas ahora el "Nunca te dejaré" o los "Te amo" tan eternos que decías cada noche?—Le hubiese dicho, con lágrimas en mi cara y mi voz sin solidez. Pero no dije nada, me quede en silencio mientras el amor abandonaba mi vida, para siempre. Me quedé callado, demasiado interesado en el suelo, descubriendo que es verdad.
Nunca debes decir nunca.
Jamás debes decir por siempre.
Y que, cuando te rompen el corazón para siempre, no deseas sentir de nuevo.
Nunca.
Y al día siguiente fingiría una sonrisa, no muy prolongada, ya que se entendía que un poco mal si debía estar ya que mi supuesto mejor amigo había abandonado a la aldea convirtiéndose en un traidor. Y rezaría, cada noche, en la oscuridad de mi habitación para que nadie, nunca más, me prometiese nada. Ni un nunca, ni un para siempre.
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