La primera vez que te vi, fingí ignorarte pero sentí como tu mirada se clavaba en mi. No comprendía por qué solo me mirabas a mi pero tampoco me interesaba saberlo. Yo solo estaba paseando con una amiga y ella al notar que mirabas se acercó a ti. Me di cuenta por tu mirada que estabas muy nerviosa al tenerme frente a ti. Mi amiga, Lisa, se te presentó y comenzaron a hablar.
Desde ese día, Lisa no venía a mi casa sin ti ni te dejaba de lado cuando salíamos. A todos los lugares a donde solo iba con ella, ahora también ibas tu. No me molestaba verte en todos lados porque me caías bien aunque no se notara ya que no hablaba mucho ni sonreía. Lisa te dijo que yo nunca sonreía y tu sorprendida me miraste sonriendo esperando que te sonriera pero solo te ignore.
Había salido a tomar un poco de aire porque estaba de muy mal humor y para mi desgracia me las encontré a ustedes. Yo les advertí que estaba de mal humor pero no me hicieron caso y comenzaron a seguirme y a hablarme de cosas que no me interesaban en lo más mínimo. Ya no las quería escuchar más y sin siquiera pensarlo, las mire con odio y las mandé al diablo. A Lisa no le importo ya que muy seguido le hablaba así pero se sorprendió tanto como yo cuando te vimos llorando. Ella te consolaba mientras yo las observaba en silencio. Yo no entendía por qué llorabas. Después de eso evite enojarme cerca de ti porque no me gustaba que lloraras y mucho menos por mi culpa.
Se me había hecho tarde para ir al colegio así que seguí durmiendo sin preocuparme y justo cuando desperté, Lisa me mandó un mensaje al celular. Me comentaba que necesitaba que yo fuera urgente a su casa. Su madre me dejó pasar y la espere sentada en su cama y me llevé una sorpresa al verte entrar con ella. Se notaba que habías estado llorando y al verme te tiraste sobre mí abrazándome y comenzaste a llorar. Lisa me contó que tu mascota había muerto y como no sabía qué decirte, dejé que lloraras abrazada a mí hasta que de tanto llorar te dormiste.
A partir de ese día, nuestra relación cambió. Yo te hablaba más y a veces te sonreía y tu ya te sentías en confianza cuando estabas conmigo. Era demasiada la confianza que nos teníamos. Todo iba bien hasta esa noche que tomamos demás. Estabas tan borracha que me besaste y yo inconscientemente respondí a ese beso pero por suerte te quedaste dormida en segundos. Decidí hacer como si nunca hubiese pasado esperando que lo olvidaras.
Hicieron una fiesta en un club, yo no quería ir pero Lisa y tu me obligaron. Estaba muy aburrida sentada en el pasto, apoyada contra un árbol. No quería ver a nadie así que cerré los ojos pero los abrí al instante al sentir a alguien besándome. Todos los que estaban cerca miraban sorprendidos al ver que me habías besado. Yo solo atiné a ponerte una mano en la nuca para acercarte a mi y murmurarte al oído: "No vuelvas a hacerlo" y te sonreí. Ibas a volver a llorar así que saliste corriendo, Lisa te siguió preocupada mientras que yo me quedé ahí tratando de evitar oír los comentarios de los demás. No podía estar más sin saber como estabas y te busque por todos lados hasta que al fin te encontré. Llorabas desconsolada en los brazos de Lisa quien te miraba deprimida. Me acerque y en la mirada de Lisa que se clavo en mi, noté que me rogaba que no te lastimara así que la obedecí y cuando me miraste solo te besé. Tu me miraste feliz y Lisa muy deprimida. Ella sabía que yo no era capaz de amar a nadie pero no dijo nada, solo nos apoyó.
Intente hacerte feliz lo más que pude y según tu siempre fuiste muy feliz a mi lado pero llegó el momento de terminarlo. Sé que apareció alguien a quien quieres casi tanto como a mi y sé que esa persona te ama más que a nadie así que hoy cuando llegues te dejaré. Aun me quieres y sé que lloraras y me rogaras que no te deje pero lo haré porque estoy segura que esa persona te dará el amor que yo no puedo darte. Espero no equivocarme y que algún día me perdones por lo que hice.