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Cómo robar un Uke por MikaShier

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Notas del capitulo: Los personajes de éste fanfic no son de mi autoría. Pertenecen a Free! Iwatobi Swim Club, Free! Eternal Summer y High Speed!

Esta historia está publicada también en fanFiction, Wattpad y próximamente en AO3 bajo el mismo título y mi nombre de usuario: MikaShier.
─Bien, ahora busca alguien que llame tu atención.
 
Era sábado por la tarde y se encontraban en lo sillones de una cafetería en el centro de Iwatobi. Rin, que estaba sentado frente a él, vestía un chaleco ligero que acentuaba sus músculos y una camisa blanca que hacía que su pelo rojo se notase más.  Era él vestido así quien estaba llamándole la atención.
 
El pelirrojo bebía su café y esperaba pacientemente la respuesta de Haru. No sabía cómo iba a lograr que ese chico se enamorase si se negaba a abrirse ante los demás. Estaba tan privado en sí mismo que Rin solo veía las sombras de aquellos sentimientos que Nanase ocultaba. Observó aquellos ojos azules para darse cuenta de que ellos lo miraban a él.
 
─Deja de verme. No encontrarás a alguien si sigues mirándome a mi─ exigió recargándose en su asiento.
 
─No entiendo esto.
 
─Sí, quizá no tiene mucho sentido. Pero yo creo que... Si miras a alguien cuyas características te gusten, puedes intentar hablarle. Y conocerse. Y entonces te enamoras.
 
─Vas a ayudarme, pero no sabes nada al respecto ─Rin se sonrojó y agitó una mano.
 
─Yo...
 
─ ¿Al menos te has enamorado alguna vez? ─Rin asintió.
 
─Yo estaba enamorado de ti. Pero pasó mucho tiempo atrás. Antes de Australia. Tienes muchas cualidades ─Rin apoyó los codos sobre sus rodillas y sonrió─. Me gusta que todas tus emociones pasen a través de tus ojos.
 
─ ¿De qué hablas? ─el pelirrojo se levantó y se sentó a su lado, acercándosele para susurrar.
 
─No eres más que una cara seria, porque estoy seguro de que hay muchos sentimientos en tu interior.
 
Si Haru sintió algo por aquél comentario inocente, no lo demostró. Se limitó a desviar la mirada y bebió de su café. La cercanía de Rin le provocaba una extraña sensación. No era incomodidad, pero sí le incomodaba no saber de qué se trataba.
 
─ ¿Nunca has sentido algo por alguien?
 
─Makoto ─Rin apretó los labios y bebió de su café, separándose un poco de Haru.
 
─Ya.
 
─Pero él no me gusta─ el pelinegro sintió la necesidad de explicarse, pues el ojicarmín volvía a hacer que su costado se sintiese vacío─. Es solo que siempre he estado con él.
 
─Ya... Bueno, entonces dime... ¿Hay alguien con quien siempre esperes pasar más tiempo? ¿Que te hace sonreír, aunque sea muy, muy, muy en el fondo, a pesar de que no estés de humor? ¿Que te causa una sensación extraña cuando lo ves con otra persona? ─Haru lo miró inexpresivo, evaluando las preguntas con conciencia. Suspiró discretamente.
 
─ ¿Hay alguien que te hace sentir así a ti? ─Rin observó el azul profundo de aquellos brillantes y fríos ojos. Sonrió mirando sus propias manos. Asintió.
 
─Me gusta mucho Sousuke.
 
Haru ignoró la sensación de malestar que aquella declaración le causó. Se convenció de que era el simple nombre de aquél grandulón lo que le daba nauseas. Se relamió los labios y clavó la mirada en aquellos ojos color rubí. Brillantes y alegres. Rin tomaba de su café mientras Haru paseaba la mirada por su cuerpo. Sí, el pelirrojo era más atractivo que cualquier chico que se le parase en frente. Pero había algo de Rin que no le agradaba del todo.
 
─…l me... Es mi mejor amigo, me trata muy bien y adoro su sonrisa ─comentó el otro. Haru asintió, ahora lo sabía. No le gustaba el aura de felicidad que rodeaba a Rin cuando Sousuke estaba en la conversación.
 
─Entonces sí, tal vez me gusta Makoto ─Rin tosió un poco.
 
─Sí, siempre es Makoto.
 
─Pero no lo besaría. Jamás ─el pelirrojo bufó, dejándose caer sobre el respaldo.
 
─ ¡Eres demasiado difícil! ─se irguió para tomarlo de las manos y decir lentamente─ Dime, Haruka... ¿Tu corazón se acelera cuando ves a Makoto?
 
─No ─las manos de Haru hormiguearon, gustosas de recibir la calidez del contrario.
 
─ ¿Te gustaría tenerlo ─se arrastró por el sillón hasta pegársele y rozar sus narices─ así de cerca?
 
─No ─susurró. Tragó en seco. Aquellos ojos rubí eran encantadores.
 
─ ¿Esto es romántico? ─Rin sonrió. Haru sintió su corazón agitarse. Latía desesperadamente dentro de su pecho.
 
─Creo que estoy enfermándome ─contestó, sintiendo sus mejillas arder. Rin pegó sus frentes y cerró los ojos. Para después separarse rápidamente.
 
─No tienes fiebre... Solo localiza a alguien y te lo conseguiré.
 
Haru observó el local, sintiéndose ridículo. El tiempo corría y el silencio de Rin le comenzaba a resultar incómodo. Quería que estuviera cerca y le hablase. Así que señalo a un chico que miraba el tablero de pedidos. Rin alzó una ceja, evaluándolo.
 
─No.
 
─ ¿No? ─el pelirrojo volvió a negar, esta vez con la cabeza.
 
─No.
 
─Dijiste que escogiera uno.
 
─Entonces ve y háblale ─Haru se dejó caer sobre el respaldo.
 
─Dijiste que lo conseguirías para mí.
 
─ ¡Eres demasiado exasperante! ─Rin se levantó y se acomodó el chaleco─ Estoy casi seguro de que es hetero. Pero iré a por él.
 
─Suerte ─Rin lo fulminó con la mirada antes de dar media vuelta e irse. Haru observó el asiento donde su amigo había estado y se sentó ahí. Sí, estaba calientito. Se acomodó y evaluó las acciones de Rin mientras terminaba su café.
 
…l no quería salir con ese chico. Solo quería que Rin... Bueno, no sabía qué era lo que quería.
 
El chico miró al pelirrojo de arriba abajo y sonrió. El gesto le molestó a Haru. No podía escuchar la conversación, pero vio que de pronto el desconocido anotaba algo en un papel y se lo daba a Rin, quien tomaba el objeto algo apenado. Se despidieron y el pelirrojo regresó a Haruka, con las mejillas sonrosadas.
 
─Era gay.
 
─Ajá... A la próxima...
 
─ ¿Hablo yo? ─Haru sonrió, sorprendiendo a Rin─ ¿Te invitó a salir?
 
─Bueno... No pudo resistirse ─sonrió de vuelta─. Soy encantador.
 
─No creo que yo sea capaz de ir a coquetear con cualquiera.
 
─Vámonos de aquí. No voy a golpearte en público.
 
Haru sonrió internamente y se levantó para seguir a Rin. Era entretenido pasar el tiempo con él, porque siempre tenía algo que decir y el tiempo que pasaban juntos quedaba grabado en alguna parte de su cuerpo.
 
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─Bueno, el primer plan no funcionó.
 
─Debimos detenernos la quinta vez ─corroboró.
 
─Ahora tengo demasiados números ─tiró un montón de papelitos en la mesa─ ¿Quién diría que hay tantos homosexuales en la ciudad?
 
─Esto solo demuestra que eres...
 
─Irresistible.
 
─Iba a decir fácil.
 
La mejilla de Haru comenzó a sonrojarse tras el bofetón que Rin le había dado. Estaban en la casa del pelinegro, después haber fracasado en conseguirle una cita a Haruka por enésima vez. Ese hecho no molestaba al chico, pues disfrutaba pasar el rato con Matsuoka, sin embargo, no le agradaba que el chico hubiese conseguido números telefónicos... para sí mismo. Rin sonrió falsamente.
 
─Yo soy muy difícil.
 
─Diva.
 
─Haru, volveré a golpearte ─El pelinegro se alejó un poco, causando que Rin soltase un suspiro cansado─. Entonces, tendremos que trabajar en la confianza que le tienes a las personas.
 
─ ¿Hablar más? ─Rin sonrió.
 
─Exacto. Así que... Intenta coqueteándome ─exigió acomodándose en su lugar, sentado en el piso de la sala. Haruka lo repasó con la mirada.
 
─ Dijiste hablar.
 
─Da igual, Haru. Coquetéame ─el pelinegro se sonrojó y se inclinó hacia él para acariciarle la mejilla con suavidad.
 
─Hola, soy Haru ─susurró. Rin bufó a pocos centímetros de su rostro.
 
─Muy lento y muy rápido a la vez. Estás usando el tipo de seducción de un club nocturno.
 
─No quiero averiguar cómo lo sabes.
 
─Haru... ─Rin se arrastró hasta quedar pierna con pierna─ me he dado cuenta de que tus ojos son hermosos en la luz del día. Como un profundo océano o un oasis en el desierto ─Haru observó atentamente al pelirrojo, siguiendo cada uno de sus movimientos. El chico tomó una de sus manos─. Siento que cuando estoy contigo puedo ser yo mismo, que no hay límites y no importa lo que los demás piensen...
 
─Rin...
 
─Es como flotar. Algo que relaja y se disfruta. Estar contigo, es eso para mí. Flotar. Eres posiblemente la única persona que ha estado destinada a estar conmigo. Y si no es así, yo quiero hacer todo por escribir ese destino. Tú y yo ─Haru desvió la mirada, sintiéndose extraño─. Así que... ¿Quieres salir conmigo, Haruka?
 
─Yo... ─Rin se acercó a él, rozando sus narices.
 
─Así se conquista, a un Haruka─susurró antes de sonreír.
 
─ ¿Qué? ─el pelirrojo se separó y lo observó divertido.
 
─Es tu turno de conquistarme ─Las mejillas de Haru se tiñeron de un tenue rosado.
 
¿Qué estaba pasándole? Su corazón latía con rapidez y un pesado sentimiento se cernía sobre él... ¿Rin haría eso con todos? ¡Como si su apariencia no fuera suficiente! Ese pelirrojo... Su aura era roja, al igual que él, por completo. Romántico hasta la médula. Y su romanticismo iba de la mano con su lado encantador. Porque eso era Rin. Atractivo y encantador. El pelirrojo entendió que Haru aceptaba el reto en cuanto éste lo miró con seriedad.
 
─Me gusta la manera en que sonríes. Es como si todo el mundo se desconectara y lo único real fueras tú... Yo... Siempre he querido nadar, sólo contigo─Rin se sonrojó por completo y lo empujó─. Espera... Rin, yo siento que tú...
 
─ ¡Ya basta! Tu seriedad es... eres bueno en esto, deja de atacarme ─el chico volteó el rostro, enseñándole su bochorno a la pared.
 
Haru suspiró. En verdad sentía que no había dicho absolutamente nada aún, y así era. Rin respiró hondo tres veces antes de voltear a ver a Haruka.
 
─Bueno, juguemos con los sentimientos de Makoto ─sacó su celular y comenzó a marcar.
 
─ ¿Qué? No, Rin.
 
─Oye, esto no va a servir de nada si tú no te enamoras de alguien.
 
─Pensé que no querías que fuera Makoto ─Rin lo fulminó con la mirada.
 
─No dije nada al respecto.
 
─Libro abierto.
 
─Yo dije que jugaríamos con sus sentimientos, no que haría que te enamoraras de él.
 
─Eso no será justo para Makoto.
 
─ ¿Por? ¿Ya se declaró? ─Haru lo observó fijamente. Rin masculló, riendo─ Maldito sea. Ese idiota... Un segundo... ¿Estás conmigo porque te sientes incómodo con él?
 
─No exactamente ─admitió.
 
─Dios ─Rin parecía herido. Marcó el botón verde y esperó apretando los labios. Contestaron al tercer timbre─. Ven a casa de Nanase ahora ─colgó.
 
─Rin...
 
─Quiero que sufras ─escupió─. Conquista a Makoto una vez más y rómpele el corazón.
 
─No.
 
─Hazlo.
 
─No. Escucha...
 
─No... No me pidas que escuche ─Se levantó para comenzar a caminar de un lado a otro─. Tú nunca hablas y nunca escuchas. Todo lo que piensas es agua. Y Makoto. Agua, Makoto, caballa. Es un ciclo vicioso y repetitivo. Una y otra vez... Tú... ¡Demonios! Yo intentaba ayudarte a buscar una pareja y tú simplemente no querías estar solo en la ausencia de Makoto...
 
─Pero yo no dije que fuera por eso... Rin, eres un idiota. Aprende a escuchar ─Haru se levantó también─. Tú ni siquiera sabes lo que pasó. Es verdad que me resulta algo incómodo estar con él, pero no es por eso que estoy contigo. Tú me agradas demasiado y pasar tiempo contigo es algo que disfruto ─el pelinegro comenzaba a alzar la voz, haciendo que Rin se sintiera pequeño e indefenso─. Escúchame primero antes de sacar tus propias conclusiones. Siempre es lo mismo, eres igual de infantil y estúpido que antes. Insistente y exasperante. Siempre haciéndome sentir así, demonios ─Rin alzó una ceja.
 
─En otras palabras, me amas.
 
─ ¡No saques tus propias conclusiones!  ─gritó. El pelirrojo sonrió, contagiándole el gesto. El celular del mayor comenzó a vibrar.
 
"¿Es urgente? Estoy en Iwatobi SC Returns, " Rin suspiró.
 
"No, solo estaba peleando con el chico que te rebJsbakai"
 
─Devuélvelo ─Rin extendió la mano, Haru se guardó el celular en el pantalón.
 
─Ibas a escribir "el chico que te rechazó".
 
─Solo era una broma.
 
─Una pésima broma ─el pelirrojo se cruzó de brazos y lo observó intimidante.
 
─De igual forma enviaste el texto.
 
─ ¿Qué tienes en su contra?
 
─Nada, en realidad─suspiró y volvió a sentarse─. Anda, sigue intentando conquistarme.
 
Haru lo observó atentamente. Rin siempre había sido extraño, pero cuando se trataba de Makoto adoptaba una actitud defensiva y ofensiva. Siempre atacando. Suspiró y se sentó a su lado. Los rubíes de Rin lo miraban atentos, haciendo que el pelinegro sintiera un vuelco en el corazón. Definitivamente estaba enfermándose.
 
Notas finales: Gracias por sus reviews. Me alegra que la historia esté gustándoles. Esta historia ya está en Wattpad, solo que tiene un capítulo atrasado debido a que la subí hoy. Publicaré cada jueves de ahora en adelante.

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