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I Have a Dream por elis

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Notas del fanfic:

Bien pues este es un one-shot realmente largo y se lo quiero dedicar a todas esas personas que preferimos vivir en una fantasia en lugar de la realidad.

 

[CHENMIN]

 

Por favor no insulten a la pareja si no les gusta o a los fanáticos de esta.

 

Y de ante mano Muchas gracias por leer.

Notas del capitulo:

PROLOGO

 

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La ciudad se encontraba tranquila.

Era como un desierto, pero un desierto bello, lleno de silencio y paz.

La ventana de mi habitación siempre daba ese paisaje, siempre sin importar que.

Ese era el paisaje que yo siempre quería ver cuando despertaba en las mañanas.

Le había dicho a mi padre que sellara esa ventana desde que tengo memoria, siempre a estado sellada y eso lo agradezco. Odio todo lo que tenga que ver con el lugar donde vivo.

Mi sueño siempre ha sido encontrara una ciudad así.

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La ciudad se encontraba tranquila.

Era como un desierto, pero un desierto bello, lleno de silencio y paz.

La ventana de mi habitación siempre daba ese paisaje, siempre sin importar que.

Ese era el paisaje que yo siempre quería ver cuando despertaba en las mañanas.

Le había dicho a mi padre que sellara esa ventana desde que tengo memoria, siempre a estado sellada y eso lo agradezco. Odio todo lo que tenga que ver con el lugar donde vivo.

Mi sueño siempre ha sido encontrara una ciudad así.

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Xiumin abre los ojos poco a poco, la luz invade su campo de visión. Odia eso, odia que siempre que despierta la luz le queme los ojos poco a poco.

Pero incluso odia mas a la persona que se encuentra frente a el.

Luhan, todos los días aquel estudiante llegaba al puesto de su familia alegando que necesita soñar.

No había día en que Luhan no fuese, siempre con su sonrisa y cara afeminada.

En sí Xiumin odiaba a todo aquel que pagara por soñar.

Odiaba el hecho de crear siempre molde tras molde el sueño perfecto para el cliente.

Algunos podían ser muy aburridos, otros relajantes, alegres, divertidos pero siempre con un final feliz.

Toda la ciudad conocía a los Kim. Los fabricantes de sueño.

No había imposibles para los Kim ellos siempre hacían que tu sueño fuese perfecto y que lo planearás desde antes de soñarlo.

Y eso era lo que todo el mundo quería.

El sueño perfecto.

Pero Xiumin tenía un sueño con una ciudad pacifica.

Era simple y sencillo pero nunca lo podía moldear como el realmente lo quería.

De pequeño le había preguntado a su padre de el porque nunca podía crear los sueños que el soñaba. Y su padre siempre le contestaba que tenía que ver a más aya de lo que sus ojos le permitían.

Xiumin nunca entendió esas palabras, quizás porque sus sueño eran simples a comparación de sus clientes o simplemente prefería vivir la realidad a la fantasia.

El Xiumin de cinco años nunca se rindió y siempre trataba de crear un sueño con la arena dorada pero nunca lo consiguió.

A los doce años simplemente se rindió de nunca poder crear lo que su mente pensaba así que jamás lo volvió a intentar.

Lo que menos le gustaba de ser un vendedor de sueños era que siempre que trabajaba nunca podía decir su verdadero nombre.

Xiumin. Ese era su nombre de trabajo.

MinSeok. Ese era su nombre real.

Xiumin y MinSeok eran completamente diferentes.

MinSeok era la persona más alegre y extrovertida de su salón, quizás un poco tímida y demás pero era el más tierna y el que siempre tiene tiempo para poder pasar tiempo con sus amigos o sonreír con su perfecta sonrisa.

Xiumin tenía que ser serio y reservado con sus cosas ya que la más mínima emoción podía afectar el sueño de su cliente y podía filtrarse en la cabeza del vendedor lo cual provocaba el coma permanente del vendedor y el comprador.

Xiumin nunca se había cruzado con algo así siempre actuaba en lo correcto teniendo dos personalidades completamente distintas.

El sentía que era mezcla de ambas personalidades formando a simplemente el.

Pero no era tan simple ya que no sabía cuando realmente era el.

Se sentía vacío como sí no existiera y sólo por fuera una carcaza la cual ya sabe que hacer porque eso es lo que espera la gente.

Hacer lo que la sociedad quiera.

-Gracias Xiumin.- el tono acaramelado de Luhan trajo a Xiumin a la realidad.

-No hay problema. Kris te cobrara.- Xiumin odiaba a Luhan.

Y a todos los compradores de sueños.

Porque todos podían soñar menos el.

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Xiumin de nuevo se encontraba sentado enfrente de Luhan.

-Estas seguro que todo lo que quieres soñar está escrito?- Xiumin releyó por segunda vez las especificaciones del pedido.

-Si.- Luhan sonrió.

-Puedo hacerte una pregunta.- la curiosidad aveces podía con Xiumin y es que se venía preguntando el porque de que Luhan siempre pidiese soñar lo mismo.

-Claro.- Luhan volvió a sonreír.

-Por que siempre sueñas en como te declararás a ese tal Oh Sehun?- quizás el lugar y la época del suelo cambiaban con cada sueño pero siempre eran las mismas palabras. Te Amo. Y Xiumin se sentía un intruso al siempre ver la misma declaración de amor.

-Porque siempre me pregunte que hubiese pasado si le decía mis verdaderos sentimientos.- la sonrisa de Luhan flaqueo un poco y Xiumin quiso saber más pero sabía que era malo preguntar algo así.

-Y nunca tuviste el valor para decírselo?- Xiumin quería darse una bofetada mental.

La curiosidad algún día lo mataría.

-No...el se tuvo que mudar y no tuve el coraje para confesarle mis sentimientos.- Xiumin pudo ver el creciente dolor en los ojos de su cliente.

Y se dio cuenta que quizás los sueños de Luhan no eran tan aburridos como todos.

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JongDae se encontraba parado enfrente de un edificio un tanto desgastado por los años.

Baekhyun le había recomendado ir con los fabricantes de sueños.

Hacia mucho tiempo que no soñaba algo bonito.

Su hermano menor estaba internado por su esquizofrenia y no había podido ir a verlo.

Incluso el tenía miedo de soñar y escuchar esas voces que KyungSoo escuchaba cuando estaba sólo.

Tenía mucho miedo de terminar como su pequeño hermanito.

Respiro.

Necesitaba volver a sonreír u a soñar.

Al entrar a aquel lugar se sorprendió por los colores tanto pasteles como oscuros que invadían la estancia.

Había espejos colgando de las paredes como sí un hilo de araña lo sostuviera del techo, las luces del lugar eran sostenidas por una enredadera de árboles. Había una gran gama de cuadros en toda la estancia, paisajes adornaban todos y cada uno de ellos. Había seis mesas en toda el área, manteles adornaban las solitarias mesas, sólo había dos sillas en cada mesa, acolchonadas.

A JongDae le sorprendió cada parte que veía.

Era único el lugar.

De las seis mesas se encontraban ocupadas cinco, todas y cada una con las dos personas dormidas en un sueño profundo.

Entre las dos personas una arena dorada se encontraba haciendo formas abstractas. Creando un ambiente de misterio en el lugar.

JongDae se sorprendió aún más.

Jamás había estado en la fábrica de sueños.

Para el siempre había sido fácil el soñar y nunca había tenido la necesidad para crear pero ahora, cada vez que cerraba los ojos se imaginaba a su hermano menor sufriendo.

JongDae se quería curar de sus pesadillas.

Había una mesa en medio de el resto, era la única cuadrangular del lugar y sin mantel.

Suho, era el nombre del dueño de dicha fabrica. JongDae había escuchado que era toda un tradición todo aquel acto de creación de sueños. Era como un privilegio el haber nacido en esa familia.

Era respetada y reconocida en toda la ciudad el único problema es que nadie sabia quienes eran los que integraban esa familia. Nadie conocía los nombres ni nada de eso, solo se sabia el apellido, Kim ya que el nombre era todo un misterio.

La familia de JongDae honraba y respetaba a la familia Kim.

Respiro hondo, era la primera vez que pagaría por soñar algo, pero estaba dispuesto a todo para poder volver a sonreír.

-Buenas tardes...- Suho le regalo una tierna sonrisa.

-Es tu primera cesión cierto?- JongDae tan solo asintió, se sintió avergonzado.

Suho le entrego una hoja y una pluma de tinta negra. La hoja era dorada con unos cuantos brillos, mientras que la pluma era color morado intenso.

-Tienes que llenar la hoja con todas las características del sueño que desees. Cuando termines vas a aquella mesa del rincón y le entregas la hoja.- JongDae asintió pero tenia miedo de no saber que soñar.

-Oh y una cosa mas...Xiumin es quien te atenderá.- JongDae tan solo asintió, realmente no presto mucha atención al nombre ya que sabia que era falso.

Pero...realmente no sabía que escribir en esa hoja.

Los paisajes lograban distraer a JongDae de lo que trataba de imaginar y sólo se le ocurrían paisajes de barcos tratando de superar la tormenta o un león en espera de su presa, las mariposas saliendo de su capullo después de su transformación, las aves volando en el misterioso e incierto cielo, el relámpago que cae sobre un árbol durante una noche lluviosa.

JongDae sólo pensaba en eso...y antes podía soñar como un niño comía un helado de vainilla con todos los condimentos de una buena película de Hollywood mientras estaba montado en un elefante a las afueras de Shanghai.

JongDae tenía mucha imaginación para desbordar.

Habían pasado diez minutos en los que JongDae no había podido escribir nada. Había notado que las arenas doradas en donde se encontraba su vendedor y uno de sus clientes, se estaba haciendo cada vez más lento su movimiento y menos constante.

Se están despertando.

La conclusión fue un tanto obvia pero a JongDae le alegró aquello. Al fin lo podían atender.

El muchacho de pelo cafe claro le tagalo una rápida sonrisa al muchacho del pelo oscuro y sólo con un gesto de despedida se retiró.

JongDae respiro hondo.

No había escrito nada pero confiaba en su imaginación y en aquel arquitecto de sueños.

-Buenas...- su vendedor apenas volteó la vista y JongDae apreció cada una de las facciones y detalles que conformaban el rostro de aquel misterioso muchacho.

-Ne podrías dar la hoja?- aquel muchacho contesto con el tono más seco y despreocupado que JongDae había escuchado en su vida.

-Este...no eh escrito nada en ella.- la cara de el muchacho se deformo considerablemente.

-Como es posible que no hayas escrito nada?! La gente siempre tiene algo que soñar!- a JongDae le pareció graciosa la forma en que los enormes rojos de aquel muchacho se salían de sus cuencas por el asombro y la impresión.

Los labios finos pero a la vez rosados y atractivos formaban una pequeña mueca de desaprobación.

-Dime tu nombre...- comenzó el muchacho.

-Ni siquiera tu me dirás el verdadero.- JongDae siempre tenía un principio, mientas la gente no fuera honesta con su nombre; el tampoco lo sería. Simple y sencillo.

-Es parte mi trabajo.- el tono de desaprobación logro sacar una pequeña sonrisa en los labios de JongDae.

-Entonces...que parezco?- Si su vendedor se iba a presentar con un apodo, el tendría que ganarse alguno.

El muchacho se recargo en la silla.

Para Xiumin ese era el cliente más extraño que había tenido. Generalmente se presentaban y lo apuraban para que pudieran empezar a soñar.

-Es...enserio?!- Y no solo eso si no que su cliente quería tener un apodo. Otra identidad.

Xiumin no sabia si era tonto o terco o quizás las dos.

-Claro que si.- JongDae sonrió, le había salido tan natural que ni el mismo se percato.

-Pues...viendo por como sonríes pareces al gato de Alicia en el país de las maravillas...como es que se llamaba?- A JongDae le había parecido tierna la manera en la que su vendedor lo había comparado.

-Cheshire.- JongDae se había perdido en las hermosas facciones que adornaban el cuerpo de Xiumin y Xiumin se dejo perder por un momento en la hermosa sonrisa de su cliente.

-Chen...- la sonrisa de JongDae deslumbro a Xiumin. El apodo concordaba a la perfección.

-Entonces así será...Hola mi nombre es Chen y es mi primera vez...y pues no tengo exactamente un sueño por el cual pagar.- Xiumin sonrió por milésima vez en aquel día.

-Hola...yo soy Xiumin y seré el arquitecto de cualquier sueño que desees vivir.- Ambos sonrieron.

-Este...y tu podrías crear algún sueño?- JongDae sólo quería soñar algo que no fuera perturbador para su mente.

No de nuevo.

-Soy un arquitecto...no soy un soñador...- el semblante de Xiumin se volvió serio. Porque aunque el dijera que su disolución cuando infante era del pasado, la verdad era que aún le molestaba el hecho de no poder soñar algo distinto a eso.

-Pero los arquitectos seguramente pueden crear mejor que un soñador.- JongDae no quería imaginar nada.

-Tu mismo lo dijiste. Los arquitectos crean NO sueñan.- Xiumin quería acabar rápido con aquello, tenía muchos trabajos pendientes de la escuela.

-Y...yo no podría ser el arquitecto de tu sueño.-para Xiumin esa era la propuesta más loca y extraña que un ser humano le había dirigido. Quizás sí alguien mas fuera el arquitecto de sus sueño entonces el podría soñar algo distinto.

Podría soñar tanto como el realmente quisiera.

-Pero...tu no conoces el arte de los sueños...- Xiumin sabía que sólo su familia conocía el secreto para poder crear sueños con la ayuda de las arenas doradas y también sabía que nadie ajeno a la familia podía enterarse de aquellos secretos. "Se desataría el caos." O esa era la frase que Xiumin siempre oía de su familia.

-Me podrías enseñar...- Xiumin se estaba jugando su lealtad de familia contra lo que más deseaba en la vida.

-Esta bien...te veo hoy aquí dentro de dos horas vale...mmm Chen?- JongDae asintió feliz de haber conseguido una extraña cita con ese lindo muchacho de mofletes regordetes.

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Al final Xiumin había terminado por no crear ningún sueño para Chen pero si había tenido que atender a tres personas más.

Para un día normal de Xiumin eso hubiese sido todo un fastidio pero aquel día en particular la sonrisa que había logrado sacar Chen en el aún no desaparecía.

Su padre había notado el repentino cambio en Xiumin y secretamente esperaba que aquel misterioso muchacho regresara para alegrarle la ida a su hijo menor.

-Y bien...MinSeok que tal el trabajo?- YiFan, el hermano mayor de los tres Kim tenía la fabulosa costumbre de joder a su hermano menor con preguntas respecto al trabajo cuando estaban cenando.

YiXing, el padre de los Kim y esposo de JunMyeon. Se encontraba apunto de empezar a gritar a su hijo mayor por molestar a MinSeok.

-Bien...-y la sonrisa en MinSeok sorprendió a todos los presentes. Jongin, quien se encontraba mas cerca de YiFan había terminando escupiendo la miseria de vino que JunMyeon le había permitido tomar. YiFan rápidamente había perdido el interés en su hermano, JongIn le había ensuciado sus pantalones nuevos al escupir.

-Mal...- YiFan no había terminado la frase, Jongin le había dado un golpe en la espinilla para que se callara. JongIn sabia que su hermano mayor no lo dejaría de joderlo hasta lavar sus pantalones a mano pero era raro ver a su hermano mayor sonriendo.

-Y...que sucedió para que puedas sonreír tanto?- YiXing quería preguntar con cautela.

-Lo de siempre...cree sueños.- por lo bajo JunMyeon le decía con señas a su esposo que le contaría en la habitación.

El reloj marcaba las seis y media y MinSeok se retiró de la mesa sin siquiera haber probado bocado. Si, se encontraba tan nervioso que al segundo mordisco que había dado su estómago había creado todo un zoológico en su estómago.

Aparte necesitaba arreglarse para ver a Chen.

Salió disparado hacia su habitación, necesitaba una buena ducha, ropa decente y sobre todo una buena colonia, la cual no pareciera un vagabundo rogando por dinero. Lo que lo llevaba a la conclusión de tener que visitar a su muy odiado hermano mayor.

Suspiro. No tenía alternativa, no quería dar una rara impresión.

Se duchó rápidamente cuidando cada parte de su cuerpo para que quedara impecable. Prácticamente se había pulido los dientes y tenía una ligera de capa de maquillaje. YiXing le había regalado en algún momento de su adolescencia una caja con puro maquillaje y hasta aquel momento la estaba abriendo.

Su pelo entre naranja y rojo pálido no ayudaba mucho a MinSeok. Y sus enormes ojos sólo hacían que su rostro fuera más aniñado y delicado que el de una mujer, aparte resaltaba los mofletes y su boca.

A MinSeok no le gustaba su rostro pero quería lucir de cierto modo atractivo para Chen.

-FanFan...- y ahí estaba, lo único que lo separaba de su infierno era una puerta de madera con un dragón dibujado en ella. En la puerta de JongIn se encontraba pintado un espacio y en la puerta de MinSeok estaba pintado con escarcha, en la puerta de sus pares tenía un lindo cuadro con flores, enredaderas y un océano a lo lejos.

A MinSeok le gustaba mucho ese cuadro junto con el suyo. Bueno en realidad a los Kim siempre les había gustado la pintura por lo que su casa siempre parecía un museo.

-Que quieres? Estoy tratando de ver la televisión!- MinSeok estaba apunto de replicarle que el ver las novelas que sus padres veían algún día le iba a matar las tres neuronas que tenía. Pero necesitaba el consejo de su hermano.

-Sólo...necesito que me ayudes a escoger ropa.- MinSeok juro que nunca en su vida había visto a su hermano mayor sonreír tanto por un favor que el le hubiera pedido, si es que eso alguna vez ocurrió.

-Cita? Viernes por la noche o para impresionar a alguien en la escuela?- Y MinSeok se estaba arrepintiendo de haberle pedido algo a YiFan.

-Sólo...para pasear...- y YiFan juro que era la primera vez que podía ver el rostro de MinSeok como un tomate y sonrió para sus adentros. Un chico estaba depormedio.

-Bien...pero sólo te diré que sí sólo fueras a pasear saldrías con los mismo harapos de siempre o me pedirías ese consejo un poco más temprano.- YiFan sonrió, había dado en el clavo y MinSeok sólo quería salir corriendo de aquel lugar.

-Piensa lo que quieras.- MinSeok rodó los ojos. No perdería esa partida con su hermano mayor.

-Bien...y que es lo quieres demostrar al usar la ropa?- YiFan salió de la habitación junto con su hermano menor.

-Sólo...quiero verme presentable y no parecer un vagabundo.- YiFan sonrió y rezo para que en el ropero de MinSeok existiera algo vestible.

Y después de aproximadamente una hora MinSeok estaba por completo cambiado.

Ya no parecía vagabundo y se sentía cómodo con lo que llevaba.

El polo color gris con estampado de plumas de cuervos y los pantalones ajustados, los cuales remarcaban sus piernas más y su trasero respingón hacían que MinSeok se viese tierno y sexy a la vez.

YiFan había hecho un buen trabajo al vestirlo.

-Sólo no llegues tan tarde y si te rompe el corazón dile que tu hermano mayor le romperá la cara y otras cosas.- aunque YiFan dijera esas cosas sonriendo el tono de voz que utilizo fue suficiente para que MinSeok se preocupara de la salud mental de su mayor. Pero también logro un sonrojo en el.

MinSeok sólo decidió bajar rápidamente las escaleras de su casa, tenía miedo de que Chen no hubiese venido o si hubiese estado pero por haberlo dejado plantado durante media hora se hubiera ido.

Xiumin realmente castraría a su hermano sí eso sucedía.

Pero al abrir la puerta de su casa pudo notar la silueta de Chen sentado en la acera de la banqueta.

-Este....- la voz de Xiumin invadió el campo auditivo de JongDae. Chen realmente había pensado que Xiumin sólo le había tomado como broma pero ahí estaba el por completo perfecto y esa ropa que sólo resaltaba sus perfectas facciones, media hora tarde pero tan perfecto que a JongDae no le interesaba el frío que había tenido.

-Hola...- y JongDae quería darse una cachetada mental por la increíble contestación que se le había ocurrido.

-Perdón pero hacerte esperar pero...tenía a mi hermano encima de mi y pues...lo siento.- MinSeok tenía la tendencia de hablar mucho cuando estaba nervioso.

-No te preocupes...y pues emmm empezamos?- Chen sonrió y Xiumin le correspondió la sonrisa.

Ambos jóvenes entraron a la casa del vendedor, se sentaron en la misma mesa donde habían estado durante la tarde.

Chen estaba nervioso porque no estaba seguro si realmente podía ser un arquitecto de sueños pero ya que no podía dormir no perdía nada con intentar crear algo.

Xiumin suspiro necesitaba de mucha concentración para controlar las arenas y no podía sentir ningún tipo de emoción o sentimientos y no ayudaba que tuviera al muchacho de sonrisa perfecta viéndolo a cada detalle.

-Necesito que cierres los ojos e imagines Tu lugar feliz vale?- esa era la clave para poder sentirse en armonía que consigo mismo.

Chen tan solo asintió, aun no comprendía muy bien lo que Xiumin quería decir con su Lugar feliz, pero de lo que si estaba seguro era de que cuando Xiumin había pronunciado esas palabras recordaba a KyungSoo antes de que lo hubieran que hospitalizar. Quizás ese era su lugar feliz. Y realmente deseaba que fuera ese.

Y se concentró en todos esos momentos felices que había vivido con su hermano menor; desde el último festival de primavera hasta el último cumpleaños con el.

Chen sonrió y Xiumin sintió una corriente de...celos? Para Xiumin eso era raro, ninguna vez en su vida había sentido algo parecido. Pero sentía como una corriente de calor se apoderaba de su pecho y la envidia lo invadía.

-KyungSoo...- Chen susurro el nombre de su hermano, realmente quería tenerlo a su lado. Y Xiumin quiso ser KyungSoo pero sabía que tenía que controlarse sí no quería que la arena se volviese contra el.

-Listo?- Xiumin pregunto dudoso y Chen tan sólo asintió. -Bien. Necesito que te concentres en ese lugar y dejes que todas las emociones se drenen, se desaparezcan. No existan.- Chen abrió los ojos sorprendido. Como podía dejar de sentir todo ese cariño por su hermano menor?

-No...- Xiumin veía atentamente las reacciones de Chen y quería llorar porque incluso después de haberlo intentado, la única persona que lo podría hacer soñar no quería renunciar al único sentimiento importante en su vida.

-Entonces jamás podrás ser un arquitecto de sueños.- A Chen realmente no le importaba ser o no ser un arquitecto de sueños. Y nunca renunciaría al sentimiento de hermandad que tenía con su hermano menor.

-Lo siento...pero no puedo olvidar a mi hermano menor.- en cierto punto de la oración Xiumin sintió como sus esperanzas de poder llegar a conocer a Chen renacían. Hermano la palabra clave.

-Pero no lo olvidaras...sólo dejarás ir tus sentimientos.- Xiumin respondió pero lo dijera como lo dijera Chen sentía que olvidaría a KyungSoo.

-Es lo mismo que olvidarlo.- recalco.

-Verás...las arenas se aprovechan de todo y si se percatan que el arquitecto tiene emociones o sentimientos. Hará todo lo posible para encerrarte en el sueño.- ese era el mayor miedo para un arquitecto. El quedarse en un sueño eternamente por no haber podido controlar sus sentimientos.

-Y esto...puede ayudar a soñar a un esquizofrénico?- Chen estaba dispuesto a hacer el mismo un arquitecto para su hermano si era necesario para traerlo de vuelta al lado de su familia.

-Nunca lo he hecho...pero el soñar lo puede hacer cualquier ser vivo.- Xiumin se sorprendió por la pregunta pero la curiosidad por preguntar lo mataba. Por qué quedaría hacerlo con un esquizofrénico?

-Entonces...drenar todos mis sentimientos y emociones, cierto?- Xiumin asintió y pudo ver como el rostro de Chen se concentraba. Chen trataba de desaparecer todos y cada uno de sus recuerdos como sí eso pudiera ayudarlo en algo.

Y sintió como cada parte de su lugar feliz se desintegraba poco a poco; dejándolo hueco para que un mar de emociones se pudiera apoderar de el. Desde miedo y terror. Se sintió sólo y vacío.

Unas manos cálidas tomaron las suyas y comenzó a abrir poco a poco los ojos logrando ver las hermosas facciones de quien lo acompañaba.

Xiumin sonrio y Chen juro que enamoraría a aquel solitario vendedor de sueños.

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Pasaron los días y Chen iba diario a visitar a Xiumin para que pudiera controlar las arenas. Desde figuras pequeñas hasta un tanto más complicadas, cubos, letras hasta llegar a recrear un lugar con la arena.

Era mucho esfuerzo pero Chen realmente disfrutaba el ver como la arena creaba todo lo que el se imaginaba. No demostraba algún sentimiento al estarlas controlando, tenía miedo que lo hicieran soñar eternamente.

Y Xiumin se sentía feliz de ver como los ojos de Chen se llenaban de alegría cuando ambos estaban juntos y aunque tuviera que soportar las burlas de YiFan cada día cuando le pedía consejos para como vestirse, valía la pena el esforzarse para que Chen le regalará su perfecta sonrisa.

Y a pesar todo el tiempo que habían compartido juntos ninguno de los dos había dicho su verdadero nombre al otro.

Y para JongDae estaba bien ya que sabía que Xiumin jamás le diría el suyo, pero para MinSeok y su maldita curiosidad le afectaba mucho, su curiosidad llegaba al punto de quererle preguntar en varias ocasiones su nombre, pero la respuesta siempre era la misma. Mientras tu no me digas el tuyo. De qué te sirve que te diga el mío?. Y eso a Xiumin le cabreaba pero Chen tenía razón en ese sentido. El tenía estrictamente prohibido el decir su verdadero nombre.

Y para empeorar la cosa YiFan se la pasaba acosando a su pequeña persona para que le presentará a su chico especial. La cosa era que...seguramente Chen no lo veía de ese modo.

Y pues para JongDae la cosa era distinta. Visitaba diariamente a KyungSoo y Baekhyun lo acompañaba siempre que podía tratando de que su amigo no sufriese tanto.

JongDae le había contado todo lo sucedido con Xiumin y Baekhyun sentía que estaba viviendo una novela romántica llena de fantasía con todo y unicornios voladores. Y pues como Baekhyun siempre quiso que su mejor amigo consiguiera un novio no tardo en darle mil y un consejos para conquistar al de grandes mofletes; desde ir al cine hasta llevarle algún obsequio y demás. Pero el problema era que Chen no tenía mucho dinero ya que todo lo que tenía lo gastaba en obsequios para su hermano menor.

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Era la segunda semana de sus "clases" con Xiumin y Chen sintió como alguien lo seguía, al principio creyó que era un ladrón pero después de doblar varias veces en el mismo callejón para ver sí el muy psicópata se dignaba a atacarle, llego a la conclusión de que sólo parecía ir en la misma dirección.

YiFan seguía de cerca al muchacho denominado "chico especial de mi hermano mayor" o Chen. Ya que después de preguntarle una infinidad de veces a su menor esté sólo le enseñaba el dedo en medio y se iba con la ropa que el le había escogido. Por lo que término acosando al muchacho.

Chen ya podía crear una gran cantidad de paisajes incluso animales jamás imaginados. MinSeok se llenaba cada vez más y más de curiosidad por poder conocer a Chen aunque fuese sólo un poco más que una relación alumno-maestro.

Pero ese día soñarían. Soñarían de verdad.

Ya incluso tenía que soñaría. Soñaría con su hermoso cuadró, con su cuadro de su ciudad solitaria...

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Chen realmente estaba sorprendido. Todas y cada una de las palabras que narraba Xiumin con sus escritura lograba que se enamorara más y más del arquitecto. Y aunque el sueño que Xiumin quería tener era sombrío y solitario, con las palabras correctas lograban que Chen se imaginará el lugar tal y como lo describía Xiumin pero no solitario si no lleno de vida.

Se encontraban ambos uno frente al otro, en la misma mesa de siempre con la arena dorada separando ambos rostros.

Chen dejo la hoja de lado y observo atentamente a Xiumin, este se sonrojo. Llevaban mucho tiempo estando juntos y conocían cosas tan simples desde que estación odiaban y cual preferían. Xiumin ya conocía los detalles de KyungSoo e incluso le había preparado comida en varias ocasiones. Xiumin le había contado sobre sus hermanos, pero ocupando los apodos de ellos, Kris, Kai, Suho y Lay. Incluso le hablo de su único amigo en la escula, Park ChanYeol. Y Chen pudo conocer por primera vez en su vida los llamados celos y se recordó mentalmente de que después de tomar las clases realmente tendría una cita con Xiumin. Chen también conoció el amor incondicional de Xiumin por el café y Xiumin conoció lo ruidoso que podía llegar a ser Chen.

Ambos se tomaron de las manos y la arena comenzó a moverse poco a poco, logrando unas órbitas alrededor de ellos, brillando y creando un ambiente más tranquilo para los dos jóvenes. Xiumin cerró los ojos tratando de regular su respiración y dejando su mente en blanco; porque por primera vez el no seria el arquitecto de un sueño, si no que seria el creador de su sueño. Chen por su lado entraba de nuevo a su lugar feliz para drenar cada sentimiento y emoción.

Las monos de los jóvenes se entrelazaron con fuerza y Chen comenzó a construir el sueño.

Ambos muchachos estaban en lugares diferentes. Xiumin se encontraba en un lugar por completo oscuro sin nada a su alrededor, mientras que Chen estaba en un lugar completamente blanco. Un lienzo según lo que le había dicho Xiumin, un lienzo para poder comenzar a crear el sueño. Y como si se tratase de un dibujo y su mano el pincel, comenzó los trazos mas simples asta pasar a los más complicados. Sombras, colores, texturas, olores, edificios, árboles y luces era lo que creaba Chen con sus manos y con ayuda de la arena.

Cada cosa era importante y única, nada se parecía a la otra y Chen se sentía satisfecho con su trabajo. Luego imagino como luciría Xiumin y este apareció en medio de los edificios en el cuadro de la cuidad que siempre soñó.

Xiumin rápidamente se maravillo con lo que sus ojos vieron. Todo encaja a la perfección. El cuadro con el cual siempre soñó era solitario y un tanto lúgubre pero se había enamorado de todo aquello.

Sus ojos divisaron a Chen vestido con un traje color negro y el se percató de su atuendo. Un traje blanco. Chen le sonrió y Xiumin corrió a su encuentro.

-Y...que te parece?- Chen esta esperando que Xiumin le dijere que algo no estaba como lo había escrito pero este solo le dio un tímido beso en su mejilla derecha logrando un sonrojo por parte del inexperto arquitecto.

-Es...perfecto. Gracias eres la única persona que me ha hecho soñar lo que realmente deseaba.- Xiumin se separó del cuerpo de Chen y comenzó a pasear por las grandes calles que solo existían en el cuadro pintado de su ventana. Chen lo seguía de cerca para poder observar a detalle todas y cada una de las reacciones de su amado.

Xiumin reía y daba vueltas admirando cada cosa con la que soñaba a diario. Estaba feliz y era la primera vez que el podía disfrutar de un sueño. Era feliz porque había podido conocer a la única persona que le había creado un sueño.

-Chen! Te contare un secreto!- Xiumin grito de lo mas profundo de su corazón. Chen tan solo asintió.

-Yo te contare algo primero!- Chen llego hasta donde se encontraba y lo envolvió en un tierno abrazo.- Soy...JongDae. Mi nombre es JongDae.- Xiumin sintió como poco a poco sus lagrimas bajaban por sus mejillas. Era feliz era realmente feliz.

-...MinSeok el mío es MinSeok.- JongDae sintió como si flotara. MinSeok el nombre era precioso. Abrazo con mas fuerza el cuerpo de su persona amada. Su lugar especial.

-Te Amo Kim MinSeok.- el susodicho no pudo ser más feliz. Alzo su rostro y beso esos labios que formaban la perfecta sonrisa de JongDae y JongDae correspondió al beso inocente de los labios de su pequeño MinSeok.

-Yo también JongDae.-

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YiFan corría por las escaleras de su casa tratando de llegar a la habitación de sus padres.

Chen y Xiumin no despertaban. Y la arena que se supone siempre debe flotar alrededor de ambas personas ya no estaba en su lugar ambos jóvenes estaban abrazados y con una sonrisa boba en sus rostros.

Y YiFan sabia lo que sucedía.

Su hermano jamás despertaría.

Porque MinSeok había aprendido que soñar era incluso mas hermoso que vivir su realidad.

Ambos amantes ahora solo existirían en su propio sueño, en su propia carcel, en su propio paraíso. Amándose por la eternidad.

Y YiFan solo podría soñar con ellos, deseando que estuvieran vivos.

FIN

 

Notas finales:

Gracias por haber leído toda esta historia espero que a alguien le aya gustado y la aya disfrutado mucho.

Y pues si no os gusta tanto esta pareja o si no les gusto algo realmente me gustaría saber que fue.

Otra cosa. Lamento mucho si deje alguna falta de ortografía, aun no soy muy buena y pues lamento si se me escapo alguna.


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