Para Albus.
Realmente me ha gustado, es simplemente increíble, es hermoso delicado pero tiene ese toque fuerte que te caracteriza. Realmente no sé cómo describir cuando lo recibí, se hizo un gran revuelo, por alguna razón eres la comidilla de todo Hogwarts, al llegar aquella lechuza con esteroides todos supimos que se trataba de ti.
Realmente me ha encantado, lo llevare todos los días (espero que no se derrita) está junto al dragón... me llenas de dicha... y yo solo te regale ese relicario que mi padre destino para ti.
Aunque hemos cambiado de curso, todo parece ser monótono, no sé cómo explicarlo, siento como si todo ya estuviera predestinado, todo planeado y eso realmente me aburre, espero con ansia tu regreso en Verano, mi padre te deja saber que estas cordialmente invitado, al parecer está encantado con el hecho de que hayas ido a Durmstrang.
Espero seguir escuchando noticias de ti, siempre me alegra el día.
Con aprecio
Scorpius H. Malfoy
Cerre la carta y la coloque en una caja de madera que me dio tia Hermione, era exclusiva para todas las cosas que tenia de Scorpius.
- ¿Qué dice? –dijo divertido Gil -¿Es tu amor?
- ¡Gil! –dije avergonzado –No recuerdo haberte dicho tal cosa.
- ¡O por Merlín! –dijo colocando su dedo en la esquina del labio y lo deslizo hasta el mentón –Se te escurre la saliva por él, eres todo un enamorado.
- Si, ya parala –dije cerrando la caja y colocándola al lado de mi cama –Pero me ve solo como su mejor amigo, así que no hay posibilidad de que me vea de otra manera.
- Ouch –dijo mientras se acercaba a mi –Bueno, vamos, no es el fin del mundo, Astrid echa baba por ti pero tu no le prestas atención. Veló como Karma.
Le sonreí divertido y entre a mi cama, Gil se movio también a la de él, mañana había partido de Quidditch y Gil es el golpeador del equipo de Olsson.
***
Mire alrededor, solo había una lechuza; era utilizada para viajes cortos por lo tanto no podia mandar mi carta, era algo decepcionante, por mi comportamiento hoy en clase de Quidditch Trygven me prohibio la utilización de emnsajeria por un mes comenzando desde mañana... Simplemente apestaba.
Baje de la lechuzeria, con paso perezoso. El castillo de Durmstrang era bastante grande pero tenia cierto aire acogedor, mis manos se cerraron con delicadeza en la carta. Este verano no podia ir a Inglaterra, supervivencia y Quidditch habían sido mis peores desempeños, asi que debía quedarme para poder mejorarlos.
- ¡Albus! –dijo un chico de quinto –Tienes que ir donde esta el entrenador, dice que ya puedes comenzar a entrenar en forma.
- ¿Eserio? –dijo con una enorme sonrisa -¿Conde esta él?
- En el lado oeste del castillo, dijo que comenzaría con lo básico.
- ¡Gracias!
Sali corriendo hasta llegar a la salida oeste, donde da con el lago que se encontraba congelado por las bajas temperaturas.
- ¡Potter! –dijo una joven señora con el cabello de color trigo -¡Alegrate pequeño! La directora me ha dado permiso de enseñarte, colocate los patines.
- ¡Si señora!
En Durmstrang le dan mucha importancia al fortalecimiento de cuerpo y su deporte favorito es el Quidditch, aunque tienen gran variedad de deportes de invierno, yo en compensación de Quiditch haría dos deportes, patinaje sobre hielo de velocidad y artístico; junto a snowboard en las dunas de nieve que quedan un poco mas al norte del castillo.
- Comenzaremos con lo básico, trata de colocarte de pie... -Me cai de una vez –Bueno creo que es mejor que te ayude.
Realmente era difícil, aunque la entrenadora me ayudaba parecía reno recién nacido me tropezaba con mis propios pies y caia de bruces contra el hielo... después de esto tendría muchos hematomas.
***
- Creo que eso fue suficiente Trygven –dije mahumorado colocándome un parche en mi brazo derecho.
- ¡Pareces una momia Potter! –dijo señalándome y volviendo reir -¿Qué te dejo asi?
- El hielo –dije haciendo una mueca de dolor –Ya comencé con mis calse de patinaje... realmente me he dado tantos golpes que no creo poder caminar...
- ¿Pensaste que era sencillo? –dijo ayudándome a pararme.
- Pues... si –dije admitiéndolo –Creo que ahora tendre un trauma con el hielo...
- Eres todo un lloron Potter –dijo pasándome una lanza –Pero estar todo golpeado no te salvara de tus clases de refuerzo.
- Ya me lo temia –dije con un largo suspiro.
Comenzamos con el entrenamiento, realmente me dolia todo el cuerpo lo que dificultaba mis movimientos y eso provocaba que Trygven pudiera golpearme con su grueso palo de bambú. Si esto segui asi terminaría siendo la primera persona morada en la tierra. Duramos "entrenando" por dos horas hasta que Trygven se aburrio de lo torpe que estaba.
- Ve de una vez a enfermería –dijo malhumorado –Que te curen todos esos hematomas diles que yo lo ordene.
Asenti y Sali con dolor hacia la enfermería. Al llegar una enfermera también se burlo de mi y luego me coloco un ungüento con un penetrante olor a eucalipto que hizo que mis ojos llorosiaran.
- La próxima ves dile a Trygven que no te golpee con la vara de Bambú, puede llegar a romperte unos huesos.
- Creo que ese es su propósito –dije a modo de chiste, la enfermera sonrio con gracia y continuo aplicándome la pomada.
- Tal vez tenga razón –dijo al terminar –Bueno eso es todo vete ya a dormir, mandare una carta disculpándote por faltar a las demás clases.
- Gracias.
Camine hasta la haitacion y me meti con sumo cuidado en la cama, me sentía realmente cansado.
***
- Haz mejorado rápidamente Potter –dijo mi entrenadora –Al menos ya no patinas como ciervo recién nacido ni te tropiezas con tus propios pies.
- Gracias... creo –dije quitándome los patines.
- Si sigues a este ritmo estaras a buen nivel antes de que te devuelvas a Inglaterra.
- Eso espero –dije colocándome el relicario –Quiero sorprender a alguien cuando haga una maniobra.
- Bueno tal vez puedas hacer de las cimples -dijo a modo de consolacion -¿Te parecería?
- Bueno esperaba hacer de esos saltos cuadruples que te veo hacer –dije ilusionado –Son muy cool.
- Llevo entrenando de los 8 años Potter –dijo soltándose su cabellera –Soy una deportista de talla mundial.
- En un deporte muggle –apunte con gracia.
- Asi es –dijo volviendo al hielo –Por cierto, escuche que te quedaras este verano.
- No me lo recuerdes –dije con amargura –Aun ni se lo he podido decir a mi familia, y eso que están muy ilusionados con que llegue este verano.
- Bueno seria extraño si no te quedaras –dijo patinando suavemente –Aunque eres talentoso no eres ninguna clase de genio milagroso, debes adaptarte.
La mire detenidamente mientras calentaba para seguir entrenando, guarde mis patines y me levante para luego despedirme de ella. Volvi al castillo con algo de entusiasmo, hoy se acababa mi castigo de un mes sin mensajería, asi que cuando llegara en mi cuarto estarían todas las cartas de este ultimo mes. Abri con fuerza la puerta asustando a Gil que hacia mantenimiento a su escoba de Quidditch, me saludo con prisa y volvió a concentrarse en lo que hacia, encima de mi cama habían al menos 15 cartas.
La primera que se veía era de mi padre, la deje de lado al igual que las demás, solo buscaba las de Scorpius, el resto las podría leer después.
Para Albus
¿Cómo te encuentras?
No he recibido una carta de tu parte asi que pensé que se había extraviado pero la lechuza de mi padre es bastante buena asi que no pienso que sea eso.
¿Te sucede algo? ¿Estas enfermo?
Dimelo pronto
S. H. M.
Abri la segunda
Para Albus
¿Estas enfadado?
No se, tampoco me haz responido esta carta, escríbeme rápido.
S.H.M.
Para Albus
¡Deja tus idiotece Albus Severus Potter! ¡Eres un inmaduro!
No responder DOS cartas ya es ser infantil, ¿Qué te han metido en la cabeza para que no me escribas? ¿No se suponía que estábamos de nuevo en buenos términos, Mas te vale que me contestes esta carta Albus ¿De acuerdo?
S. H.M.
Para Albus.
Ya realmente no se que pensar sobre ti Albus... ¿No se supone que somos amigos? ¿Cómo puedes mandarle una carta a Northway? ¿Acaso te haz vuelto loco? ¿Primero a él que a mi? Pense que lo que HABIAS tenido con él no era mas que una jugarreta que Northway te había hecho... pero tal aprece no es asi, me descepcionas.
S.H.M
¡Yo nunca le mande una carta al estúpido de Northway! Antes que me parta un rayo.
Para Albus
Realmente no se que escribir... ME siento profundamente avergonzado y arrepentido. Soy un estúpido y realmente ruego que la lechuza haya perdido todas estas cartas... Ya sé que no le mandaste una carta a Northway, él o bueno un amigo suyo lo dijo para molestarlo, al parecer todo lo relacionado contigo le cae como una patada en el estomago.
También me entere por parte de tu padre que estas castigado, (le ha escrito a la rectora para saber por qué no había recibido una carta tuya) Yo le pedí (más bien exigí de una forma vergonzosa) saber que te impedía escribir una carta por muy pequeña que fuera. Me informo sobre el castigo y ahora me siento muy avergonzado... Parecía una niñita reclamándoles a sus padres un dulce. Ralamente lo siento Albus
Con mucho aprecio y vergüenza
Scorpius H. Malfoy
...
¡Tan jodidamente tierno! Es tan hermoso y estaba celoso ¡Por mí! He tocado con la punta de mis dedos la satisfacción y la plenitud. Melin ya puedes llevarme, no me arrepiento de nada.
Me lance en la cama y tomé una almohada, mientras giraba por toda la cama, me levante de golpe y busque el pergamino junto a la pluma.
Para mi querido, queridísimo Scorpius.
Realmente he extrañado en montones poder escribirte, pero mi instructor Trygven es bastante estricto conmigo, todo este castigo se dio porque me rehusé a una orden de él, tenía que lanzarme desde una ladera hasta el bosque noreste del castillo, parte de parecerme idiota era peligroso, me rehusé y pues me castigo. Es bastante diferente aquí en Dumstrang, de hecho tengo un recuento bastante particular de los castigos de Dumstrang (a los que estoy muy acostumbrado)... Pero aunque realmente me llena de dicha poder escribirte te informo antes que nadie esta terrible historia.
No podré ir en vacaciones de verano.
Aquí en Durmstrang se deben hacer clases de refuerzo para estudiantes con dificultades, para mí las materias malditas son las de Quidditch y la de Supervivencia. Trygven me lo ha dicho desde hace unos meses, aún tenía la ilusión de que se retractara ya que soy bastante habilidoso, pero al parecer disfruta tanto de mi presencia que me requiere en verano... Y pues esta Quidditch, de este creo que no debo mucha explicación si apenas puedo estas a unos cuantos metros del suelo con los ojos fuertemente cerrados.
Por estas razones me privare (y dolorosamente) de tu presencia hasta el próximo verano, si es que la directora pretende darme permiso.
Realmente extraño a todos y me siento algo vacío sin la presencia de todos, pero poco a poco me voy acostumbrando a vivir entre nieve y pieles. Así que amigo mío, espero pronta noticias tuyas.
Con cariño
Albus S. Potter
L selle rápidamente y me fugue de la habitación para llegar a lechuzeria, llegue jadeante y con una tormenta esperando ser activada, cogí la misma lechuza y le di la carta, me dio un picotazo cariñoso y comenzó a volar.
***
Mire aburrido la tormenta, creo que ya me había acostumbrado a este tipo de tormentas la escandalosas y llenas de azotes de puertas y ventanas, seguí caminando a lo largo del pasillo junto a Gil, mis clases de patinaje se habían suspendido por la enorme tormenta, al igual que las clases de Supervivencia, Hechizos no habría por toda esta semana ya que nuestra profesora estaba en un viaje que nadie quiere decir a donde era. Por lo tanto teníamos el día libre.
Mire a mi alrededor hasta ver a unos estudiantes de séptimo que estaban en un círculo, hablaban susurrando y parecían vigilar todo a su alrededor, me detuve justo a su lado.
- Te digo que debemos comenzar –dijo uno algo asustado.
- Aun no –dijo un chico rubio –La directora y Trygven lo vigilan de cerca, están con buena guar...
Sentí como Gil me halaba del brazo y seguí caminando... algo no parecía estar bien, mire a mi alrededor y solo hasta ahora después de seis meses de estar en Durmstrang no te que todos los estudiantes parecían evitarme, hasta verme parecía ser un verdadero inconveniente, aunque me recibían cordiales sonrisas estaban llenas de rencor, mire a Gil que parecía estar igual que siempre... Algo está mal, muy mal.