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Solo cambiemos el rumbo por ItIsOnlyLove

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Estoy mas que seguro de mi falta de neuronas. Realmente soy el ser mas idiota, insensible, estorboso ¿Ya había dicho idiota? Porque ¡Joder! realmente lo era. Además de ser un cobarde. ¿Que ganaba mirando la enorme puerta de la mansión Malfoy? Claramente no me iba a anunciar. Ni loco. Sería más como un suicidio. Suspire cansado, tendría que ir al caldero Chorreante. Saque mi billetera para encontrarme con solo tres sickles. ¡¿Por qué?! ¿Dime Merlín te vengas de mi falta de sacrificios hacia ti? ¿Me estas pidiendo más huevecillos de doxy? ¡Dame una señal!

Crack

Abrí los ojos rápidamente y observe la puerta. Scorpius me miraba con una ceja levantada y los brazos cruzados, además de su inconfundible mirada de ¿Por qué carajos estás aquí Potter? La misma que hace el señor Malfoy al mirar a mi padre. Esa combinación de desagrado, sorpresa y ego. Enserio estoy perdido. Rose, si escuchas esto por telepatía te digo que quemes mi diario y todas las fotos que tengo de Scorpius. Además de otros indicios de mi amor hacia él.

- ¿Que haces aqui Potter? -Preguntó con voz fría.

Ay ya vali Merlín

Le mire y luego baje la cabeza como un perro regañado. Bien está más que claro que lo último que quiere ver Scorpius es mi poco angelical cara y bien formado cuerpo.

- Perdón -susurre con dificultad.

Mire mis manos incrédulo. Estaba temblando. Odio mi cuerpo debil ante Scorpius.

- ¿Por qué? -volvió a preguntar.

- ¿Eh?

- ¿Por qué te disculpas? Estoy mas que seguro que no lo sientes. Eres un estúpido Potter.

- En eso estamos de acuerdo -bromee con una pequeña sonrisa -Aunque discrepamos en la cantidad de mi idiotez.

Scorpius dejó salir una pequeña sonrisa y luego volvió a endurecer su cara. Si que estaba enfadado.

- ¿Ya me vas a contestar? Porque estoy al tanto de todas tus manías, así que hubieras esperado hasta que me vaya para Hogwarts para que mostrara mi cara.

- Siempre tan suspicaz -dije burlón.

- ¿Y bien? -exclamó molesto -¿Nada que decir?

- ¿Quieres decorado y hermoso o una cruel realidad?

- Es mas rapida la cruel realidad -dijo con una ceja levantada -Escupelo de una vez Al... Potter.

- Mi padre acaba de rechazar mi existencia. Además de decir y lo deigo "No quería ser tu padre" Asi que eso deja bastante claro por qué escapé de mi casa con un baul mas vacio que lleno y plantado frente a tu casa. En resumidas cuentas mis neuronas murieron hoy.

-Creo que ya estaban bien muertas -dijo con una sonrisa -Más bien desde que decidiste irte a Durmstrang.

- Touché -chasquee los dedos -Dejando de lado mi sorprendente habilidad de caminar y comunicarme sin neuronas, quiero contarte toda la historia. Ahora que salió a la luz por un señor bocon.

- ¿Estás realmente enfadado con él? -dijo acercandose a mi.

- Por supuesto -bufé indignado -¿Sabes cuanto tiempo dure programando esa salida? Lo estaba planeando antes que llegara tu nota. Scorpius, realmente te quiero...

Mierda yo y mi bocaza. Mierda. Mierda. Estoy apunto de explotar. ¿Estoy sonrojado? ¡Sí! ¿Por qué? Tragame tierra. No dejas que vuelva a ver la luz del sol. Te lo suplico.

- Eres mi amigo más cercano -dije después de salir de mi idiotez, tratando de sonar calmado -No quiero perderte por idioteces que solo me afectan a mi.

- Ya callate antes de que la cagues mas -dijo con su mano en su sien -Ibas bien hasta la parte de mi amigo más cercano. Entra de una vez. Está helando aquí afuera.

- Si, como una tumba, mejor me muerdo la lengua -comencé a escupir palabras rápidamente -Además, no te preocupes... Yo, emmm iré a otro lado, sé que estoy estorbando y mira por ahí debe haber un unicornio que espera. Que me espera. Mierda callame de una vez.

Scorpius rio divertido y coloco suavemente su mano en mi boca. ¡Merlín! Hasta su jodida mano huele bien y es suavecita. Me estoy volviendo un pervertido por culpa de Scorpius.

- Ahora cálmate. Te peleaste bastante fuerte con tu padre. Lo entiendo, escapaste con la excusa de que te había invitado ¿verdad? -asentí con mi cabeza -Bien, no tengo problema que te quedes. ¿O acaso no te quieres quedar?

Negué rápidamente con mi cabeza. Por supuesto que me quedaría.

-Bien -dijo bajando su mano -Ahora Albus, trae ese baúl. Estarás en mi casa hasta que me vaya a Hogwarts. Será en unos 12 días. Lo suficiente para que no veas la cara del señor Potter.

Asentí suavemente con mi cabeza y maldije por lo bajo. Tome mi baúl y lo lleve hasta la entrada del salon principal. Scorpius me miro divertido y luego se fijó en mi baúl.

- ¿No pesa demasiado? -susurro impresionado.

- Nah -sigue levantando -Por cierto, me estaré levantando temprano espero no te moleste.

Me miró un momento y luego sonrió dulcemente. Scorpius, me matas lenta y dulcemente.

-Claro que no me molestas, nunca podrías -dijo suavemente -Excepto cuando saliste con la idiotez de irte a Durmstrang. Eso si me molesto.

Sonreí en forma de disculpa. Él negó con broma su cabeza y abrió el salón principal. Igual de gigante y elegante que siempre. Subió las escaleras y se dirigió a su habitación. Yo le seguía lentamente mirando como las fotos de la señora Malfoy parecían haber aumentado. Llegamos a la puerta de su habitación y Scorpius se tenso mirandome incómodo.

- ¿Que pasa? -dije preocupado.

- ¡Quédate aquí! -dijo mientras abría la puerta un poco y entraba tan rápidamente que no me dejó pronunciar palabra.

Mire extrañado la brillante caoba y escuche a Scorpius maldiciendo mientras suponía levantaba una enorme cantidad de ropa sucia. ¿Podria ser mas tierno? Preocupándose a que mirara unos calzones botados en el piso. Ni que fuera mujer, he visto sus calzones en el piso y puestos en el. Si me gustan los que son verdes, cortan con su color de piel y acentúan... Mala, malisima dirección de pensamientos Albus Potter. No sigas por ahí, de hecho es mejor que te entre un cortocircuito cerebral.

- Bueno, seria genial que me pudieras explicar que haces en mi casa Albus -Dijo una grave y agraciada voz detrás de mí.

Voltee para ver al señor Malfoy con una túnica casual y su cabello sin la acostumbrada gominola. Se veía más joven y fresco. Si en definitiva el dio muy buenos genes para Scorpius. Con su fina ceja levantada de forma despectiva, una pequeña mueca de desagrado y sorpresa y voz fría. Son demasiado iguales.

- ¡Se-señor Malfoy! -exclamé asustado -Pues yo.. emmm, vine para ¿para qué vine? Agh, no espere, me ha tomado por sorpresa, aun no me he preparado emocionalmente para su regaño. Acabo de superar el de Scorp.

El señor Malfoy se relajo y dejo escapar una sonrisa. Al parecer la mejor forma de tratar con un Malfoy es con la estupidez natural.

- Tranquilizate Albus, ni que te fuera a lanzar una maldición. Sé que esta tarde exagere las cosas. Ahora ven a mi oficina.

Di un pequeño suspiro y seguí al señor Malfoy hasta su oficina. Me indicó sentarme y como soy bastante tonto y además estaba nervioso me senté con tanta fuerza que la silla casi se va para atrás. Me sonroje y traté de disculparme con mi reciente discapacidad de comunicarse con los Malfoy.

- Ya no paso nada Albus, bueno supondré que la charla con tu padre no terminó para nada bien si te encuentras en mi casa ¿Verdad?

Detesto la inteligencia de esta familia.

-Así es. Puedo haber salido peor. Nada de qué preocuparse.

- Pues no creo que sea eso -me acusó con los ojos -Acabo de recibir una nota de tu madre, se leía bastante preocupada. ¿Me dirás que sucedió o tendré que presionarte e influenciarte psicológicamente para que me lo digas?

- ¿Alguna opción que no tenga que ver con decir algo y tortura? -él negó -Vale, pues. Esto es bastante difícil señor, no se lo puedo soltar como lo hice con Scorpius.

Asintió tranquilamente esperando una respuesta.

- La relación que llevo con mi padre no es la mejor -comencé con el ceño algo fruncido -No es una relación padre-hijo ejemplar como mi padre y mi familia se esfuerzan en mantener. Somos humanos, tenemos problemas y es imposible que no lo tengamos en familia... Pero es que él se excede en hacer parecer la familia como el ejemplo a seguir. Además de tía Hermione. Sé que tienen que mantener un estatus e imagen pero... ¡Son demasiado idiotas! -exploté dejando mi filtro de idioteces y malas palabras -¿Acaso creen que es agradable que te anden señalando como el perfecto hijo del perfecto y grandioso ¡Harry Potter!? Es que ¡Merlín! Mi padre es un idiota. Despistado y no sabe cómo comunicarse. Siempre va con su complejo de héroe de "Yo no quise esto Albus" "Nunca pedi aquello Albus" "No seas berrinchudo Albus, ¡Comportate!" ¡Mis polainas! Se esfuerza tanto en ser un padre perfecto ¡No lo es! Y aun asi simplemente me restregaba mis errores, ¡Se supone que él es el adulto! No puede ir por el mundo cantando las verdades, hay cosas que es mejor no saber. ¡Yo no quería saberlo! ¿Acaso alguien quisiera saber eso? ¡Pero es que el San Potter con su maldito complejo de heroe y buen samaritano no puede colocar un filtro lengua-cerebro!

Tome un poco de aire y me sonroje. Ahi, ¿Lo puede ver? ¿Sí? Es mi alma, dignidad y esperanza yéndose por la ventana avergonzados de mi comportamiento. Mire al señor Malfoy en disculpa y lo único que él hacía era morden un poco su mejilla interna en un vano intento de contener una risotada que se le escapaba en una burlona sonrisa.

- ¡Lo siento! -dije arrepentido -Yo realmente no quería, ¡Merlín! Definitivamente es de familia. Maldita conexion lengua-cerebro.

Escuche al señor Malfoy soltando lentamente el aire tratando de tranquilizarse.

- Bueno Albus -dijo esforzándose por no reír -No me has terminado de contar porque estas en mi casa.

- No es agradable de repetir ni de escucharlo señor -susurre avergonzado.

- Ya escuche una gran queja. No creo que me dañe ni te dañe agregar el verdadero problema.

Ahhh, aquí vienen las lágrimas. ¡No llores Albus! Sentía el maldito nudo en la garganta y las lágrimas acumulandose. Respira, respira.

- ¡Papá! Te prohibo que abuses de esa forma a Albus ¿No ves que no quiere decir nada?

Salvado por el Malfoy, suspire más aliviado. No queria decirselo al señor Malfoy. Quiero decir, si le tengo cariño y todo lo que respecta al padre de mi mas grande amor pero no era ese tipo de confianza como para soltarle todos mis malditos problemas. Arrepiente Albus Potter, arrepientete lengua suelta.

- Ya que Albus no me quiere decir nada al respecto no insistiré -Terso el señor Malfoy mientras se levantaba y se disponía a salir de la oficina -Si quieres que le de una buena escaramuza a tu padre solo dimelo.

Asentí algo avergonzado. Scorpius se sentó al lado mío y sonrió tratando de calmarme. Eso no ayuda, ahora siento mi corazón cerca a la taquicardia. Te odio. Pero en definitiva me gustas más que cualquier otra cosa. Mala dirección de pensamientos, enfócate.

- Lamento eso -dijo suavemente mientras acariciaba suavemente mi hombro -Estás temblando.

¡Gracias cuerpo! Te lo agradezco.

- ¿Vas a llorar? -dijo tratando de abrazarme.

- No -dije con voz gangosa. Te odio cuerpo.

- Suenas como si fueras a llorar -sentí como me abrazo suavemente -No me importa que llores.

- No voy a llorar por esta estupidez Scorpius -dije tratando de calmarme -Pero si quieres consolarme no me vendria mal unos cuantos dulces.

El rio. Amo su risa, y ahora es más profunda... y su olor, si sobre todo su jodido y rico olor.

-Bueno, eres fácil de satisfacer -sentí un mano acariciando mi cabeza -Vamos a mi habitación.

- ¿Ya recogiste todas las revistas eróticas y calzones tirados? -dije en broma.

Sentí como se tenso... Así que si tiene revistas eróticas. Interesante información.

- Algo parecido -dijo avergonzado.

- Vaya que has crecido Scorpius -susurre picandole -Ahora eres todo un hombre indecente.

- ¿Que? Yo no tengo de esas revistas que tu hermano tiene hasta en los calzones.

Reímos ante el comentario.

- No le veo nada de malo -dije pegándome un poco a Scorpius -Digo, somos humanos, la sexualidad está en nuestro instinto. No es algo de qué avergonzarnos.

- No, pero aun asi es incomodo hablar de eso. Mas con mi mejor amigo.

- ¡Vamos! ¿Sino es conmigo con quien hablas de esto?

- Realmente no hablo mucho de eso -dijo avergonzado. Cosita -Aunque Chris se empeña en hablar de eso. Por eso prefiero estar con Nathan que habla más de pociones y unicornios a ya sabes... eso.

Si no supiera que Scorpius Malfoy puede tener un lado pervertido diría que es la cosa más inocente de este mundo.

- ¿T-tú hablabas de eso?

- Sí -respondí terminado de acomodarse en el pecho de Scorpius -Pues, en Durmstrang es algo normal. No hay muchos tapujos y tabúes de ello.

- ¿Con quien lo hablabas -curioseo.

- Con nadie en específico. si alguien sacaba el tema lo hablaba junto con esa persona. Además al parecer las demás personas sabían más de mi que incluyera esa temática que yo mismo.

- ¿Así... que ya sabes?

- ¿Qué?

- Pueso... eso.

- No te capto Malfoy. Quedamos en mi falta de neuronas hoy en dia. Con piedritas y plastilina por favor.

- ¿Ya lo hiciste? -dijo con un adorable sonrojo.

Quieto. Me quede completamente quieto. ¿Soy yo o esta conversación se está subiendo de tono?

- AH, eso -dije tratando de calmarme -Bueno. Realmente no he tenido sexo Scorpius.

Sentí como Scorpius sostenía la respiración tratando de calmarse. Ternurita.

- ¿No? Pero si todos en Hogwarts sabían que tuviste varias novias en Durmstrang.

No. Me niego, esta conversación se está poniendo muy, pero muy incómoda.

- Pues. No, sigo si tuve varias novias. Pero nunca lo hice -tragame tierra, voy a escupir palabras. Y eso no es nada bueno -Digo, tuvimos ciertas oportunidades de hacerlo. Ya sabes, el calor del momento. Pero no lo hice.

- ¿Por qué? -Pregunto algo nervioso.

Maldigo tu curiosidad Scorpius Malfoy.

- No sentía que era lo correcto -me sincere -Tal vez me lo han metido mucho en la cabeza, pero quiero que sea con alguien especial. Quiero que mi primera vez sea tan cursi, hermosa y embarazosa como sea posible con alguien que quiero mucho tiempo a mi lado.

Me quede quieto, escuchando como mi corazón se había mudado a mis oídos. Odio mi lado cursi que aparece con Scorpius. Lo odio. Se quedó en silencio y escuche un suave carraspeo de parte de él.

- Ya veo -dijo en un ronco susurro.

¡Comportense hormonas alborotadas! Lo último que queremos es que cierto amiguito haga presencia mientras estoy en casa de Scorpius. Nos quedamos en un necesario silencio. Ya era entrada la noche. Sentí como Scorpius comenzaba a cabecear.

- Dormilón -dije mas para mi mismo.

Me acomode mejor y sentí como mis latidos se acompasan a los suyos. Voy a morir de esta cursilería. Alguien que me salve.

 


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