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Solo cambiemos el rumbo por ItIsOnlyLove

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Estaba sonrojado. En definitiva estaba totalmente rojo, ¿como no estarlo? Si está el padre de tu mejor amigo -además de tu crush -Mirándome con cierta burla y esa sensación de "Ya lo sé todo chicos" . Solo a mi se me ocurre dormir en el sofá del dueño de la casa, en brazos de su hijo, abrazándolo y estar casi encima de él. Idiota.


- Ya que despertaron vayan a otro lado. Debo trabajar.


Asentimos igual de nerviosos. Porque así es, Scorpius también estaba que se moría de la verguenza y mas que yo. ¿Por qué? Bueno después de esa charla incomoda caímos dormidos, ni siquiera lo planeamos de esa forma. Cuando ya recobre conciencia tenía al señor Malfoy mirándome divertido, estaba casi encima de Scorpius y él me tenía firmemente abrazado. ¿Vergüenza? Pense que moriria. Luego de que logramos medio despertar a Scorpius lo único que hizo fue aferrarse más a mi y susurrar un No quiero acompañado me siento demasiado cómodo, no me molestes. Vete. Cuando reacciono casi me tira del sofá y su padre soltó una carcajada. Demasiado incómodo.


Aún era bastante temprano y los dos seguiamos bostezando. Scorpius se sentó en la cama y me miro aun sonrojado.


- ¿Quieres seguir durmiendo? -susurro nervioso.


- Sí -me acerqué a él sentándome a su lado -¿Puedo dormir en tu cama?


Scorpius se tenso un poco y luego asintió. El se hizo en una esquina y yo en la otra. En definitiva esto es incomodo. Sentía mi palpitar desbocado y me preocupe de que Scorpius lo alcanzara a escuchar. ¿Dormir? ¿Como hacerlo si estoy compartiendo cama con Scorpius? ¡Scorpius!


***


Sentí una suave brisa y una tenue luz, abrí lentamente mis ojos para encontrarme con la cara durmiente de Scorpius demasiado cerca de mi. Maldije de nuevo. Sentí como su mano se revolvía encima mio. Mierda... Esto no puede ser cierto. Por favor diganme que no, que es solo una mal sueño ¡Una pesadilla! Me retorcí y luego solté un jadeo. No, no era una pesadilla era muy real, al igual que mi amiguito me está saludando alegremente mientras estoy en la casa de los Malfoy. Soy un depravado.


Scorpius se revolvió de nuevo y esta vez trato de acercarme un poco más. Hay no, Merlín, no me hagas esto. Estaba muy asustado, y además algo excitado por la situación. Si soy un depravado, morboso y pervertido adolescente. Piensa en otra cosa, en tu padre, ese maldito idiota ¿Como se atrave? Yo tampoco estoy feliz de tener a un jodido padre como él. Es increible, un idiota. ¿Enserio no sabe que es morderse la lengua? Se estaría ahorrando esta situación embarazosa si no fuera por él. Estaría en su casa, arrepintiéndose, quejándose con Rose y lo harìa hasta que la chica tuviera que volver a Hogwarts.


Escuche una suave risa, levante mi mirada para encontrarme con los risueños ojos de Scorpius.


- Todo un huraño desde la mañana -susurro delicadamente tratando que su aliento mañanero no me pegara.


Le sonreí y me moví en sus brazos, menos mal que el problemita se ha ido. Lo único que hizo Scorpius fue acomodarse sin dejar de abrazarme.


-Hace tiempo que no dormía tan bien -dijo con esa voz tan personal, tan privada.


- ¿Insomnio?


Él asintió, luego se sentó en la cama soltandome dando un gran bostezo, le arremede estirandome. Bueno yo tambien dormi de las mil maravillas, aunque mi despertar no haya sido tan maravilloso.


- ¿Qué quieres hacer hoy? -Pregunto mirándome.


Sus ojos algo rojos, cabello despeinado y una sonrisa perezosa. Amanecer de esta forma se me apatecìa para el resto de mis días. ¡Shus! ¡No! Adiós impulso idiota. Vete no regreses, olvida mi cara, mi nombre, mi casa y date la vuelta.


- ¿Quidditch? -dije guiñandole un ojo -Aunque no me pidas imposibles, no puedo ir rápido ni nada parecido. Que quede muy en claro que solo lo hago porque a ti te gusta.


Él sonrió asintiendo.


- Pues preferiría dar un paseo en escoba. Ya sabes, tal vez llevar algo de comida y estar afuera ¿Picnic?


Le sonreí entusiasmado.


- Una excelente idea Malfoy -Dije levantándome.


Scorpius me miró y luego bajó la mirada para voltear rápidamente totalmente avergonzado ¡No! Me mire abajo totalmente asustado de que tuviera una media-erección para solo encontrarme con mi camisa algo enrollada dejando ver una buena parte de mi abdomen. Sonreí satisfecho, me levante la camisa y sonreí traviesamente.


- ¡Eh! ¡Malfoy! -exclamè llamando la atención de Scorpius -¿Te gusta la vista?


Scorpius se sonrojo y maldijo por lo bajo, me lanzo una almohada. Solo atinè a reír a carcajadas mientras me dirigía al baño. Iba a cerrar la puerta, juro que lo iba a hacer, solo me demore un poco dudando en si dejarla abierta para que Scorpius entrara al menos por mera curiosidad, deseche la idea y cuando justo la iba cerrar lo escuche.


- Algo.


¿Algo? ¡Algo! ¡¿Algo?! ¡¿Le gusta algo lo que vio?! Es decir ¡Le gusta "algo" mi cuerpo! Sonreí victorioso y casi me pongo a bailar en medio del lujoso baño ¡Vamos! Esa ha sido la declaración más abierta que he tenido de Scorpius viendome a mi no como su mejor amigo ¿Merlín eres tu? Puedo verte desde aquí... ¡Gracias! Por cierto lo de estar a tu servicio y decir que seria patetico, lo retiro... Sería un honor. Aunque prefiero pasar ese tiempo junto a Scorpius. Problemillas.


Entre a la ducha completamente entusiasmado.


- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh! Mierda mierda, ¡Scop... Scorpius! Joder ¡Ayuda! ¡Mierda! ¡Ven rápido!


- ¡¿Qué sucede?! -Casi gritó entrando de un portazo al baño.


Señale asustado al maldito elfo domestico que me veía con sus ojos almendrados y cara feucha. Me dio una sonrisa con pocos dientes y luego desaparacìo dejando un carta completamente negra. Di un pequeño saltito al escuchar el Plop, salí disparado de la ducha y me apresure a estar al lado de Scorpius.


- ¡Mierda! ¡Albus! ¡Ponte algo maldita sea! -Exclamó totalmente rojo, hasta la orejas y el cuello.


Me sonroje también y corri tan rapido como pude al montón de toallas cogi la primera y la rodee en mi cintura.


- Lo -aclaré mi garganta -Lo siento. Es que realmente me ha asustado. Fue más que tetrico.


Temblé un poco y quise deshacerme de esa sensación que me dejo el elfo, mire la ducha viendo tras el vidrio empañado la carta negra. Mierda, Scorpius no puede ver...


- Alto ahí campeón -susurro enfadado Scorpius -Por tu cara estoy casi seguro que quieres esconder esa carta ¿Verdad?


Detesto la inteligencia innata de esta familia.


- Pfft, claro que n-no -dije levantando lo brazos en son de paz -¿De que hablas? Claramente la iba a coger para entregarla a mi super amigo Scorpius.


- ¿Sí? -dijo irónico -Pues yo pensaba que ibas a correr y la ibas a esconder en quiensabe donde.


- ¿Donde la escondería? ¿En mi trasero? Naah, podría cortarme y tendría un horrible dolor cada vez que fuera el baño... Además no serviría de nada con el tremendo grito de niña que he dado.


Scorpius sonrió mientras se acercaba a la ducha y cogia la carta entre sus manos.


- Menos mal que haremos un buen picnic -dijo mostrándome la carta -Porque tiene mucho que explicar.


Siempre tan directo y lindo que siempre.


- ¿Otras opciones? -él negó suavemente con la cabeza -Bien, pero déjame terminar de bañarme, no quiero ir oliendo horrible a nuestro picnic.


- Te espero -dijo suavemente.


- Claro, no sería normal un picnic para ti solo. Ahora sal que debo colocar de nuevo mis nalgas al aire.


- Aqui.


- Pues estoy en un baño.


-Que te voy a esperar aquí -dijo señalando el piso del baño.


-¿Eh? -pregunte asustado -No, no, no, tu afuera, yo adentro en el baño. Así es como funciona la privacidad.


- No la tienes conmigo desde que te fuiste a Durmstrang casi mueren dos veces, una no me la has explicado. Me abandonas en el funeral de mi madre y otros sucesos a esta larga, larguísima lista de reproches. Ahora entra a esa ducha y aérea tu trasero dentro. ¿Ok?


Ni modo de rechazar algo con tremendo discurso. Asentí y me dirigí al baño. Scorpius se sentó en el elegante sillon que habia alli y centró su mirada en la puerta. Bueno al menos no me mirara... No se si sentirme decepcionado o feliz. Mezcla inapropiada de sentimientos. Escuché el golpeteo de la puerta. Scorpius sacó su varita y abrió la puerta para encontrar a su padre con una mueca preocupada.


- ¿Que fue ese grito? -dijo asustado.


- ¡Fui yo señor Malfoy! -dije por encima del agua que ya comenzaba a caer.


- No sucedió nada -se quedo callado, tal vez hablaban en susurros o con un muffliato -Bueno, aumentare la seguridad. ¿Que hacen los dos en el baño?


-Teóricamente el me esta esperando mientras yo me baño -dije casi gritando -No contradiga su lógica. Utiliza su método de no dejar hablar, reprochar y lograr su cometido.


Escuche la risita del señor Malfoy y luego la puerta siendo cerrada.


-Oye tu -dije al acabar de bañarme -Cenicienta con problemas de actitud. Alcanzalé una toalla a tu príncipe.


Escuche la risa de Scorpius y luego sentí como entraba por arriba la toalla.


- Apurate príncipe machista, que debemos salir a escondidas de mi padre a volar.


Rei y me sequé rápidamente, al salir Scorpius ya no estaba. La puerta estaba abierta y me aventure a su cuarto. El ya salía con su pantalón de Quidditch y evitaba mirarme.


- ¿Trajiste algo para cambiarte? Precisamente para subir a una escoba -asentí con mi cabeza -Vale, yo iré a organizar la comida para llevar.


- Claro, entras al baño conmigo pero me dejas solo en la habitación. Extraño.


Solo me dedico una sonrisa enigmática y salió con paso suave de la habitación. Yo... ¿Cómo debería de tomar esa sonrisa? Tome mi ropa y trate de cambiarme rápidamente.


Plop


Mire atras de mi. Ahí estaba el elfo doméstico con esa sonrisa tétrica extendiéndome una nueva carta.


- Solo para usted señor Potter -dijo con voz rasposa -No puedo permitir que otro tenga el mensaje que mi amo me ha dado para usted, recíbela señor.


- ¿Quien te manda? -pregunte mientras tomaba la carta.


- Me temo que esa información no puedo darla señor.


- ¿Que paso con la otra carta?


- Está vacía señor. Un hechizo.


Un hechizo desvanecedor.


- Esta bien... Gracias supongo.


- Tenga cuidado señor. Ninguna otra persona que no sea usted debe leer esta carta. Asegúrese de quitarse a la persona de cabello rubio.


Mire con detenimiento la carta percibiendo magia oscura alrededor de esta. Estaba maldita.


- ¿Que me asegura que no me maldecirá a mi cuando la abra?


- ¿Se ha dado cuenta? El amo se esforzó mucho en hacerla lo más imperceptible posible para que nadie lo notara. Pero no se preocupe señor. Si hubiera sido otra persona que recibiera esa carta la maldición ya se habría disparado.


Le mire algo ausente. Definitivamente mi dias no podrían ser tranquilos una vez más. Estaba metido hasta el cuello en una situación peligrosa.


Plop


Suspire agotado. De nada serviría entrar en pánico, lo único que podía era planear algo. Un plan de contingencia, defensa y ofensiva. Justo cuando pensaba que todo estaba yendo perfectamente. Tome la carta y la coloque en el fondo de mi cajón. Mi problema, no era de nadie más, puedo resolverlo todo.


- ¡Listo! -exclamó alegre Scorpius -Las escobas ya están preparadas, ahora vamos rápido antes de que papá se entere.


Le di una pequeña sonrisa y me dirigí a la puerta trasera. Subí a la escoba y respire profundo. Luego comenzó a ascender suavemente mientras Scorpius ya había dado unas cuantas vueltas alrededor mío.


- Estás pálido -dijo burlón.


- Aun no me gustan las alturas -dije tratando de calmarme -Pero al menos ya no vomito.


- Encantador -dijo mientras comenzaba a avanzar -¡Rápido!


Le seguí hasta llegar a un claro, bastante espacioso, entre árboles y un pequeño riachuelo con pececillos. Aterrizamos y extendemos el picnic rápidamente. Nos sentamos en el suelo y comenzamos a devorar los emparedados. Al terminar Scorpius me miró impaciente, suspiré


- Aquí vamos -susurre para mi mismo.


***


Ya era de noche, después de hablar del accidente de Gilbert hablamos de todo lo que vivimos durante estos dos años. Por fin sentí como si ese tiempo no hubiera existido aprendiendo las nuevas manías que había adquirido Scorpius acomodandome a ellas, como por ejemplo sonreí un poco cuando algo le gustaba. No soporta el calor y tener la ropa pegada con sudor. Mirar un poco al pido cuando no quiere decir algo y observar el hombro de las personas en un intento de evadir la mirada.


Pero mientras Scorpius hablaba o más bien discutía con su padre me aleje dirigiéndome a la habitación, me acerque al baúl y tome la carta. Coloque hechizos de protección en la casa, al igual que anti-maleficios y alguna que otra poción que traía en mi baúl. Ya me hacia un idea de todo esto, desde que vi el sello de un águila y una espada. Respire profundo y la abrí.


Querido Albus


Si te llega esta carta espero que sepas el significado de la misma, por lo que supe mi maldición ha salido un poco mal y por ende te han sacado asustados de Durmstrang. Dejame comunicarte, sé perfectamente donde te encuentras, dónde está cada miembro de tu familia; ya sabes lo que te pido, la informacion que encuentres aquí es exclusiva para ti. Si alguien mas se entera aparte de recibir un maleficio la seguridad de tu familia estará en peligro. No adelantes los sucesos y quedate callado.


Te envío esta carta para que estés informado de lo que pasará de aquí en adelante. Tú, aunque quieras o no, pronto estarás en nuestras filas. Sé que eres muy inteligente Albus, tu posición está asegurada, nada que temer. Comenzaremos a movernos, por razones obvias quedaras al margen de toda esta información hasta que hayas decidido estar con nosotros. Amigo mio, espero que la muerte aún no te encuentre para llevar a cabo nuestro próximo encuentro. Siempre alerta Albus.


De:


Gilbert Fioccaci


Heredero de la voluntad del Ragnarok.


Tome la carta y la queme. Está cada vez se estaba colocando más peligroso. "No adelantes los sucesos" piensan atacar a mi familia. Más posiblemente a mi tía. Mi padre también tiene un puesto importante en el Ministerio, la posición social del señor Malfoy también es alta. ¿Amenazas? Gilbert no me conoce para nada bien, esas amenazas infantiles no me afectan en nada. Lo único que necesito es una buena fuente de informacion, necesito acceder a la base de datos del Ministerio. La voluntad del Ragnarok. El apocalipsis para Asgard, la muerte para los dioses, los todopoderosos. Mi familia, de hecho el mundo mágico que se conoce está en peligro. ¿Enserio? ¿No se lo pueden dejar a alguien más? Tenía que ser un miembro de la familia Potter, vamos que hay mas personas mas habilidosas y cascarrabias que yo.


- ¡Albus! ¿Cómo es posible que hagas magia? ¿Lo recuerdas? ¡Prohibido hacer magia fuera de Hogwarts!


- No tengo ese rastreador -dije guardando mi varita -En Durmstrang, el ministerio de allá tienen un control diferente en cuestión de la magia en menores. Así que el rastreador me fue quitado. En resumen magia ilimitada sin reprimendas.


Scorpius sonrió divertido y miró alrededor con suspicacia.


- ¿Que hacias? -dijo con una sonrisa forzada.


- Organizar mis cosas -señala las pociones -No había abierto este baúl desde que llegué de Durmstrang.


- Decides organizar justo ahora -dijo en afirmación.


Scorpius ya sospechaba que algo andaba mal.


- Claro ¿Por què no? -pregunte con una sonrisa altiva -¿O quieres organizar por mi?


Scorpius negó con la cabeza y se acercó un poco más.


- Tenemos doce días para hablar largo y tendido Al -se sentó en su cama -Por ahora vamos a dormir.


- Claro... ¡Ya voy a la habitacion de huespedes!


- Al, la habitacion de huespedes no está abierta... Hay se esta quedando... Alguien.


- ¿Alguien?


- Realmente no se quien es, mi padre está llevando una investigación, allí se está quedando el ayudante.


Le miré sin entender mucho.


- Bueno entonces, ¿no tienes un colchón?


- Nope


- Que comodo se ve ese sofá -dije acercandome al sofá.


- Al, vas a dormir junto a mi.


- Si -no me gusta para nada esto -En el mismo cuarto.


- En la misma cama -sentenció firmemente.


- Yo creo que no -dije suavemente -¿Privacidad recuerdas?


- Me abandonaste ¿recuerdas?


- Si lo pones de esa forma no me puedo negar.


- Esa es la idea.


Lo fulmine con la mirada, con paso lento pero fuerte llegue hasta la cama y me deje caer a un lado de Scorpius.


- Asi me gusta -dijo dejándose caer su cuerpo al lado mio.


Comenzamos a charlar y entre bromas volvimos a quedarnos dormidos.


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